Abri un boquete de cuatro metros por dos y arrastr el piano que estaba del otro lado.
Los integrantes del coro aplaudieron. Detrs de l la pared entera se derrumb y con ella
parte del cielorraso. Unas grietas espantosas aparecieron en el aula y en el techo del saln
de actos.
A Frankenstein le pareci un triunfo total. Estaba dispuesto a demostrarle a su maestra lo
bueno que era para esas cosas.
Esta vez arremeti contra la pared que daba al patio con el mpetu de un tren carguero.
Alumnos y maestros empezaron a correr porque el edificio entero se resquebrajaba. Los
murcilagos levantaron vuelo desordenadamente. Frankie sigui atravesando paredes, una
tras otra, siempre con el mismo xito.
Cuando atraves la ltima, el edificio, viejo y ruinoso como era, se vino abajo.
Desde la vereda de enfrente, todos miraban alborotados el radiante cataclismo.
El polvo desmoronado haca toser al portero.
La Momia corri a rescatar a Frankenstein de entremedio de los escombros. Estaba
averiado pero contento. Enseguida le vend las partes machucadas.
Despus lo mir babeante de orgullo y le dio un beso.
Evidentemente, no era lo bastante transparente, poroso y areo como para atravesar
paredes. Pero, en cambio, era un as para los derrumbes. En toda su vida de maestra La
Momia nunca haba visto una catstrofe tan completa. Se imagin que con un poco de
prctica Frankie poda causar desastres mundiales.
Ese mes le escribi en el boleta de calificaciones: Te portas cada da peor. Adelante!
Sigue as!.
Ema Wolf
Silencio, nios! y otros cuentos. Bogot, Norma, 1997. Coleccin Torre de papel.
Fue publicado originalmente en Cuento chino y otros cuentos no tan chinos. Buenos Aires,
Quirquincho, 1989.