11 Septiembre

Doblarse como
el viento
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Aprendemos a ser ms flexibles. . . A medida que nuevas cosas se revelan, nos sent
imos renovados.
Texto Bsico, p. 118
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La palabra flexibilidad no formaba parte del vocabulario que usbamos cuando consu
mamos. Nos habamos obsesionado con el placer tosco de las drogas y endurecido ante
todos los placeres ms suaves, sutiles e infinitamente ms variados del mundo que n
os rodeaba. Nuestra enfermedad haba convertido la vida en una amenaza ante la cua
l nos endurecimos aun ms. Al final nos volvimos seres quebradizos. Por ltimo, el s
oplo ms suave de vida nos derrumb y derrot, y nos dej sin ms alternativa que la de re
ndirnos.
Pero la bella irona de la recuperacin es que rindindonos encontramos la flexibilida
d que habamos perdido durante nuestra adiccin, cuya ausencia era responsable de nu
estra derrota. Recuperamos la capacidad de doblarnos con el soplo de la vida sin
quebrarnos. Cuando soplaba el viento, en lugar de ponernos rgidos como antes, co
mo si se tratara de la embestida de una tormenta, nos pareca una suave caricia so
bre la piel.
Los vientos de la vida nos traen nuevos aires a cada instante, y con ellos, nuev
as fragancias y nuevos placeres variados y sutilmente diferentes. Al doblarnos c
on el viento de la vida, sentimos, omos, tocamos y saboreamos todo lo que tiene p
ara ofrecernos. Y mientras soplan nuevos vientos, nos sentimos renovados.
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Slo por hoy:
Poder Superior, aydame a doblarme con el viento de la vida y a reg
ocijarme a su paso. Lbrame de la rigidez.