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#% TIEMPO MESOAMERICANO V Clasico Temprano (150/200-600 d. C.) Georce L. Cowan Irededordel ao 1504.C.,e1 A ao grad de desaralio gue habian aleanzado las cultu- diversas regiones de Meso- américa se evidenciaba en la com- plejidad de los sistemas religiosos, Ja monumentalidad de sus pirémi- des y otras estructuras civico-cere- ‘moniales, el refinamiento de los estilosartisticos,asfcomoenlades- treza de los artesanos y su habili- dad para trabajar gran variedad de ‘materiales (aun cuando la metalur- aia se desarroll6 plenamente hasta el Clasico Tardio). La agricultura de subsistencia se basaba sobre todo en el maiz y se complementa- ba con el cultivo de frijol, calaba- ‘zay muchas otras plantas domesti- 36/ AnqueDLoala Misaican Pintura mural de Teotthuacan. Flino con penacho. Frente asus fauces hay un simbolo ‘quese ha relacionado con lasangre de os sacrificos. Este periodo se caracteriza por el apogeo de algunas de las ciudades més importantes de toda la época prehispanica, como Monte Alban y Teotihuacan. En ellas se refleja la consolidacién de un extenso sistema de relaciones econémicas y politicas, en el que participaban las distintas regiones de Mesoamérica. cadas. En las regiones més éridas, Ia imrigacién por medio de canales yasse utilizaba desde tiempo atris. Si bien la individualidad de las distintas regiones era manifiesta, Jas una el intercambio de ideas y de objetos valiosos. En algunos lu- gares ya habfan surgido grandes ceentros urbanos, como Teotihua- canenlaCuencade MéxicoyMon- te Albin en el valle de Oaxaca, y se habfan desarrollado plenamen- tesistemas de escrturaen aregion ‘maya, en Osxacayyenlastierrasba- {jas del Golfo. La mayoria de los pueblos mesoamericanosutilizaba tun complejo calendario ritual ba- sado en ciclos entrelazados de 13, 20, 260 y 365 dias, mientras que Cw gom eoom Senin eh Sin hess iene oe los mayas y algunos pueblos vecinos utilizaban la Hamada cuenta larga para registrar fechas precisas. Por otra parte, Ios sistemas politicos de Teotihuacan y Monte Albén habfan alcanzado un grado de complejidad e integracién tal, que es apropiadoconsiderarloscomoestados, DuranteelClasicoTem- prano ~aproximadamente desde el afio 150 0 200d. C. hasta el 650 d. C.- estas tendencias adquirieron un grado de desarrollo, ain mayor. Tal vez el cambio més reciente de opinién respecto al Clé- sico Temprano es la aceptacién de que no fue un periodo exen- to de enfrentamientos bélicos, como se pens6 originalmente, ‘Abunda la evidencia de simbolismos bélicos e incluso hay in- dicios de que se libraron guerras durante este periodo. La di- ‘mensiGn y finalidad de los combates en las distintas regiones atines objeto de controversia. Tal vez en algunos lugares se tra- 16 de incursiones en pequefia escala con miras ala glorificacién personal del grupo gobernante, a liminacién de rivales, la b- tencién de victimas para el sacrificio y otros propdsitos simi- lares. No obstante, en otros casos, como los de Monte Albin y Teotihuacan, la guerra o la amenaza de guerra probablemente eran parte integral del expansionismo del Estado. Esto no significa que las sociedades del Clisico Temprano cestuvieran dominadas por elementos militares 0 por intereses y actitudes materialistas. Por el contrario, la religi6n era una fuerza omnipresente, como lo comprueba la existencia de sa- cerdotes, templos y rituales. La religi6n tenia que ver princi- palmente con mantener el orden del cosmos, la fertilidad, el bienestar general y con acontecimitentos como el nacimiento, cel matrimonio y la muerte Sin embargo, como salta a la vista en la actualidad, las so- ciedades con concepios y précticas religiosasaltamente desa- rrollados pueden ser bastante belicosas, como sucedié con los mexicas y probablemente también durante el Clasico Tempra- no. Aunasf, sabemos muy poco de la frecuencia, la dimensién y los objetivos de las contiendas en las distintas regiones du- rante esa época, y posiblemente la guerra fue més limitada de Jo que llegaria a ser posteriormente, ComeRcio De igual manera, es limitado lo que conocemos de las insttu- ciones econémicas en el Clasico Temprano. Abundan las evi- dencias del comercio a gran distancia para intercambiar pe- quefias cantidades de iertos objetosespeciales, principalmente anticulos de valor que se intercambiaban entre miembros de la lite gobernante para hacerse de prestigio local y forjaralian- zas. La ausencia de transporte terrestre de traccidn animal y el limitado acceso al fluvial en gran parte de Mesoamérica pro- ‘voes que los productos de subsistencia y otros bienes a grane! ‘nose transportaran de manera rentable mas alld de unos cuan- (Océano Pacirico [= Sironngrnocaac] SITIOS DEL I Clésico Temprano fue una época en la que Teotihuacan ejercéinfluencla sobre gran parte {de Mesoamérica, aunque también existieron diversas culturas locales de importancia. Tremro Musonnenscano V/37 vonnsXAS0% 200 00 00 00 ona. Sumerciaeey Azcapok Tenabyecac, Tlaxcala Choluta, Puebla CENTRO DE. ‘MEXICO Tlalancaleca, Puebla TLaMIMLouPA TEOTIHUACAN, = eee 6 a GOLFODE MEXICO. Cerro df las Mesas, Veracruz rE res ta, Oaxaca OAXACA Cerro de las Minas OCCIDENTE ce ¥ DEMEXICO eu AS, usinks pe Tio) at Tikal, Guatemala! MAYA Calakmu!, Campeche COSTA DEL PACIFICO Guatemala hihuites, Zacatecas NORTE DE MESOAMERICA\ 38/ AnqueotoGtA MEXICANA toscientos de kildmetros, Esto, sinembargo, noimpidi6laexis- tencia de una préspera clase comerciante entre los mexicas: los pochteca. No se sabe a ciencia cierta a qué época se remontan las instituciones y précticas econémicas de los mexicas. Du- rante el Clisico Temprano resulta dificil idemtficar una clase especial de comerciantes, y tal vez el nimero e importancia de losintercambios comercialesera mucho menor comparado con, su extensidn era de 20 km’, aproximadamente, y su poblacién de alrededor de 100 000 personas. Los teotihuacanos constru- ‘yeron un magnifico centro ceremonial donde se alzaba la gi- zgantesca Pirémide del Sol, junto a la amplia Calzada de los “Muertos, asf como otros templos y estructuras civico-ceremo- niales que abarcaban varios kilémetros. Enel extremo norte de Tacalzada se encontraba la Pirdmide de la Luna, ya de enormes periodos posteriores. La poblacién no era tan numerosa ‘como en la época de los mexieas, por lo que el nimero de posibles clientes { desde cualquier centro también era 4 eaoesVai tion ey poalbleais isco" ‘munidades de los templosFueran uni | dades de produccién importantes, esto nose sabe con certeza, En general, os j dimensiones, que posteriormente fue agrandada atin més. En una fecha cer- cana a 200 dC. se construyeron enor- ‘mes plazas alrededor de la Ciudadela estructura de 400 m por lado, den- trode la cual poco después se levanté el Templo de Quetzalesatl. Todas es- tas grandes construcciones efvico-ce- remoniales de Teotihuacan habjan al- templos no parecen estar relacionados canzado casi la mitad de su tamaio con el almacenamiento masivo y S610 “ton gruesos muros exterioresy maltipessubdivisiones actual antes de 300 d. C. en algunos casos se les relaciona con talletes artesanales. El papel del go- bierno en el comercio tampoco es cla- ro; gran parte de la produccién y el in- tercambiopudo haber sido organizado y realizado por pequefios grupos de personas, con poca supervisién de las instituciones estatales 0 religiosas. ORGANIZACIONES POLITICAS. Las estrategias de organizacién poli- tica eran diversas. En algunos casos, el control se centralizaba en manos de tun solo gobemante, Esto es evidente en las Tierras Bajas mayas, donde se encuentran inscripeiones en monu- ‘mentos de piedra y en otros materia- les que glorifican a gobernantes. Sin ,} embargo, en otros casos, el gobierno # tal vez era de tipo oligarquico, com- partido por los grupos de la élite, y las facultades de los jefes de Estado eran mis limitadas. Este parece haber sido el caso en Teotihuacan, donde se han identificado pocas referencias a go- bernantes individuales. Dejemos a un lado las generaliza- cones sobre Mesoamérica en el Clé- sico Temprano para enfocarnos en al- ‘gunas regiones y sitios especificos. ‘Teormuacan Esta gran ciudad dominaba la Cuenca de México hacia el ato, 150d. C. Cuicuilco, centro fundado con anterioridad en lazona sur de la cuenca, result6 afectado por la lava del voledn Xitle y ‘yano era un rival de consideracidn. Yaen 100 a. C., Teotihua- ‘ean abarcaba varios kilmetros cuadrados; 50 afios més tarde, Internas a manera de habitaciones-,en ls que vival ‘mayoria de la poblacién, Reconstrucchin hipotétiea del conjunto rsidencial de Zacuala. Zona arqueotigica de Teotihuacan, 1) Pirémide dela Luma, 2) Pirdmide del Sol, 3) Chudadela. 4) Templo de Quetzalebat. 5) Calzada de los Muertos. Posteriormente, la atencién se cen- tréen la construccién de mas de 2000 ccomplejos residenciales con gruesos muros exteriores y miltples subdlivi- siones internas a manera de habitacio- nes, donde vivia la gran mayoria de la poblacién. Algunos complejos alber- ‘gaban aposentos espaciosos cuyos ‘muros estaban decorados con frescos en el distintivo estilo teotihuacano, Dispersos entre estos complejos habia otros bien construidos, aunque menos espaciosos, para moradores. menos opulentos. Sin embargo, incluso estos lugares sencillos eran sélidos, y pocas personas vivian en estructuras peque- fiaso frégiles, tan comunesen la Cuen- cade México en periodos anteriores ¥ posteriores. En los barrios, normal- ‘mente se mezclaban residentes de alta y baja jerarquia social, Estos grandes complejos residen- ciales son una de las caracteristicas més distintivas de la sociedad teo- tihuacana, y quizé el Estado intervino cen su planeacién y construccién. Los rmuros exteriores se apegan a la direc- cién norte-sur y este-oeste, comtin en los templos teotihuacanos, pero la Aistribucidn interior presenta grandes variaciones. En contraste con otros grupos, co- ‘mo los mayas y los zapotecos, con quienes los teotihuacanos, tenfan contacto, en Teotihuacan existen pocasevidencias de un, sistema de escritura, No obstante, se han encontrado indicios suficientes, particularmente en los Giltimos 20 afios, para de- mostrar que Teotihuacan contaba con un sistema de registro, acorde a las necesidades de una sociedad compleja. El sistema | isi ricién de las primeras aldeas, un gran te- rritorio, amado Mesoamérica,enel que convivieron pueblos de agricultores de origen diverso, todos participes de una historia comin (a juzgar por la gran can- tidad de rasgos culturales compartidos) La diferencia en fechas de procesos si- milares, unoenel Centro de México, con Teotihuacan como foco de atencién, y otro en las Tierras Bajas mayas del sur, obliga a pensar que esa historia compar: tida no existe y, por tanto, que la nocién de Mesoamérica no se justifica, al mi nos para esas fechas. De haber existido tuna historia y destino comunes, la caida de Teotihuacan habrfa puesto en crisis a las sociedades mayas; lo cierto es todo lo contrario, pues una buena parte del cli- ‘max, la crisis y el colapso de Teotihua- can coincide con el momento del apogeo de las “ciudades” mayas de las Tierras Bajas meridionales, Las diferencias ~y por tanto las razo- nes para dudar de una historia comparti- da no se detienen ahi, Si se comparan ambos colapsos: el de Teotihuacan y el el Clisico de las Tierras Bajas mayas smeridionales, en el primer caso el colap- so signifie6 una reduccién poblacional de dos tercios del mimero total de habi tantes, mientras que en el érea maya el colapso produjo -a excepcién de algu ‘os sitios periféricos de la llamada zona ssuclear alrededor de Tikal-el abandono ppricticamente total de susciudades. Teo- SShuacan, con su centro ceremonial en sainas, continué siendo un asentamien- © de dimensiones respetables hasta la Segada de los espatioles; las ciudades s=ayas, por el contrario, no se recupera- son: simplemente dejaron de existi. A.excepcién de Cantona, cuyo auge se ‘esslapa parcialmente con el de Teotihua- ex. el esto de los grandes sitios del Cen- => de México del Epiclisico tuvo un as- aso entre 50 y 100 aiios después de la Sesintegraci6n del poder teotihuacano. Ex cse periodo de ausencia de hegemo- ‘ss sin duda se disputaron con decisién = quizs con gran violencia—los territo- Ses que en el pasado formaban parte del Semsinio totihuacano. En las Tierras Ba- ‘sss del sur del drea maya esa disputa pos- elapso no legs adarse: las tierras fueron sbendonadas y no volvieron a ser ocupa- {Ss sino hasta hace pocos afios, cuando el gebeemo decid recolonizar la selva. La cerdimica plomiza oplumbate es caracterstiea del Poscisico Temprano. Se abricaba en la region del Soconusco, en Chiapas, su presencia en otras zonas smesoamericanas es vista como producto de ‘una red de comercioasociada a Tula, adonde se importaban grandes cantidades de este tipo de cerimica, Cerdmicaplumbate localizada en Acayuca, Hidalgo (3), yen Tlapizahuae, estado de México ()- Mis atin, en el norte de Yucatin no existe, como en el Centro de México, un ‘riatus entre el abandono de la cultura del Cisico y laaparicién de nuevos centros de poder y la adopcidn de nuevos estilos y formas de organizacién social, El pro- ‘eso en el rea maya es continuo: se ex- tiende desde la época de las ciudades del Puucdel HamadoClisico Terminal (800- 1050 d.C.), con su peculiar estilo, hasta elPosclisico Temprano y Tardio,con as ciudades de Chichén Itzé y Mayapain y sus rasgos de filiaciGn mixta Las sociedades y ta cultura del norte de Yucatin cambiaron poco a poco, asi- milando nuevas formas y estos, hasta ‘ransformar los viejos pairones de vida y de creencias; la caracteristica principal del desarrollo del norte de Yucatan es la continuidad, En el Centro de México, el Epiclisico -y también el Posclisico ‘Temprano- es més bien un periodo de ruptura con patrones culturales previos. Parecerfa, entonces, que mas que cuestionamos sobre lo que pas6 en el Poselasico Temprano, habria que pre~ guntarse lo que sucedi6 entre 900 y 1200 4.C,, cuando Tula, Chichén Itzé y Tajin alcanzaron su maxima expansi6n; cuan- ddo en Oaxaca se daba el llamado proce- so de “baleanizacion” es decir, el surgi miento de pequeiios serosa la"*cafda de Monte Alban; y cuando en Cholula se iniciaba una nueva etapa de desarrollo, Asi planteadoel asunto, lo primero que hhabria que mencionar es que en esas fe- chas se dio uno de los pocos momentos dehomogenizaciénculturalendos de los polos de desarrollo mas importantes del México antiguo: el Centro de México y cléreamayade Yucatén,Cuandosecom- paran los colapsos y sus secuelas, las di ferencias entre ambas regiones son pro- fundas, mientrasqueenelperiodode 900 1200¢.C. las semejanzas entre ambas son notorias. Es de Hamar la atencién, por cierto, que los arqueslogos no poda- mos atin explicar las razones sociopolt ticas detrds de esas semejanzas, MILITARIZACION Y MIGRACIONES. El Poscldsico Temprano es, indudable- mente, un periodo de intensa actividad bélica y de alta estima social hacia quie- nes conduefan y participaban en las gue- rras: las abundantes representaciones de “Tuo Mesoasenicano VIL/57 acceso a Templo de los Guerreros de Chichén Tis ‘st porticado por dos columns de serpientesemplumadas faces abertas que han sido interpretadas como las Serplentes de Guerra de bs itzaes. T @ Sa emus Sef ly CurcHen 1124 ‘Yucatan he 4 fs a Oe | | CChichén Itz es un asentamiento tipicamente maya, integrado por conjuntos de edificios ‘eonectados entre s{por una red enorme desacbeob ocaminos blancos. En este lugar, ‘dems del estilo “"maya-tolteca™ de los eificioslocalizados enka Gran Nivelaci cxisten otros con caracteristias totalmente ausentesen Tula, propias dela region maya, '58/ AnquEaLocta MEXICANA ‘guerreros en Tula y Chichén Itzé, por ‘ejemplo, son una clara expresién de ese fenémeno, No fue ésta, sin embargo, la primera vez.que en el México antiguo se vivi6 un ambiente de esa naturaleza: la ‘guerra estuvo presente en época anterio~ res, en especial en las fases previas a las grandes transformaciones sociales y po- Iiticas. La diferencia entre petiodos no fue una cuestidn de presencia 0 ausen- cia, sino de grado: a partir del Posclisi co Temprano, las sociedades se milita- rizaron en grado extremo, y lo hicieron, aparentemente, como respuesta a las ne- cesidades de defensa de territorios en disputa y de expansi6n hacia nuevas tie- ras. En épocas anteriores, esa actividad parece haber sido, mas que cotidiana, un fenémeno de crisis; la guerra entre éli- tes, pactada y sin pretensiones de am- pliarel dominio de ributacién, debiha- ber sido mas frecuente en esos tiempos. Esta caracteristica de las sociedades del Posclisico Temprano ha sido exage- rada 0 distorsionada al punto de hacer creer que a militarizaciGn es la caracte~ ristica fundamental de las sociedades mas tardias, situacién que contrasta con las sociedades precedentes del Clasico, supuestamente pactficas y gobemadas por teocracias. Ese desinedido énfasis de algunos in- vestigadores en el aspecto militar de las sociedades del Posclisico parece tener su origen en una pretensi6n de someter la historia prehispanica a un esquema ‘evolucionista. De acuerdo con esta vi- siGn, toda sociedad, como tendencia na- tural, crece en complejidad con el tiem- Disco de oro encontrado en 1 Cenote Sagrado de Chichén Iza 1 Itzi, por poy avanza continuamente hacia mejo- im de ese res formas de vida: de los cazadores-te- nbargo, la colectores se pasa, progresivamente, a antiguose los agricultores simples, a las socieda- waleza: Ia _ des estratficadas (0 seftorios) y. aanterio- _ mente, alosestados. El problemacon eviaslas _ estahistoriadel México antiguoesque ales y po- el primer Estado prehispénico, el te0- riodos no sihuacano, desaparecié en una época 0 ausen- | muy temprana: de quererse respetar el Posclisi- | esquema evolucionista, las sociedades se milita- _ posterioresa Teotihuacan no podian ha- hicieron, | bertenido estructuraspoliticas de rango salasne- | menor. Entonces, basados en una su- trios en | puesta ausencia de rasgos de militariza- revastie- | ciénen Teotihuacan, asicomoenlasciu- 1 conjunto del Templo de Tabincalpantecuhl yl Palacio sin antecedents. Bn Chichén Itz, en llamada Gran Nivelacin, esencialmente inti. actividad | dades mayas del Clasico y, en general, en todas las demés reas culturales del México antiguo, se propuso la existen- ia de dos tipos de estados: uno de corte severtico, presente en lassociedades del Gsico, y otro de corte militarista, pre- sente en el Posclisico; de ahi que a uno + tro periodos se les lamara el de los Eseados Teocriticos y el de los Estados caracte- | Militaristas. De esta manera, se pasaba iedades | dun tipo de Estado a otro, sin deméri- astacon J sedel esquema evolucionista. lisico,, Elesquema cay6 en descrédito cuan- eradas | dese demostré que las sociedades del ‘Cisco tenian una buena dosis de bel unosin- [J camo y que, de hecho, la guerra habia de las) ssdounacconstante atodo lo largodel de- e tener [J seerollo prehispinico. En el Clisico del ometer [J sea maya son frecuentes las represen quema J) sciones de guerreros y de prisioneros sta vie J) semados en el campo de batalla; el tema ciana- J) semaneja de una manera tan repettiva tiem J gue podemos sefialar que eran acciones Entre los silos xal x, Tula era un asentamiento con un proyecto arquitecténico que no 2 tiene antecedentes cares. Se ha propuesto un orign “nortei” para algunos de sus arene cu cockenics plessinn ‘elementos hasicos, coneretamente el Hamado Chae Mol y el tzompanii, asi como seen Pevcedinte de Tul [ara algunos rasgos constructivosasociadosaedifcios de corte militar. “Tuso Mesonanseano VIL/ 59 Uno de os elementos en que con mayor claridad se expresan similtudes entre Tula y Chichén It es la arquitectura, en especial na composieiin de los complejs situados alrededor del Templo de Tahuizcalpantecubtl (a) yet Templo de los Guerreros (ver p. 24). esto ‘hay que aiair otros rasgos comunes, como el dseio yl ubicacion de las juegos de pelota principal Aunque también en ella se expresan diferencias; en Chiebén Itzé existenedificiosclaramente mayas y algunos, como el Caracol (D), de un estilo particular que podria califcarse como tansicional entre las realzaciones Puue y las maya-toltecas. La peculiaridad de a relacin entre esos dos sis se muestra en la exstencia de otros ‘com estilo arquitectnies praplos como Mita, Oaxaca () 60/ Anqueotocia Mexicana frecuentes y de importancia fundamental para el desarrollo de los grupos de poder en las Sociedades de esa época. Entre 900 y 1200 d.C. se dieron migraciones de todo tipo, una tras otra. Esta es otra de las caracteristicas del Posclisico femprano, quizé la més notoria. En el Centro de México pare- cen estar relacionadas con el militarismo exacerbado del pe- riodo y, al igual que este tiltimo, son un fenémeno presente en el México antiguo desde épocas remotas: existe abundante in- formacién de desplazamientos masivos desde la época de la colonizacién de América por migrantes asidticos. Sin embar- g0, parece ser la primera vez.que las migraciones se presentan Como un fenémeno de resistencia y de creacign de nuevas con. diciones de vida. Los relatos que nos han llegado sobre estas migraciones son, cia, erGnicas destinadas a validar reclamos terrtoriales ya legitimar el poder de gobernantes por asociacién con anti- ‘guos linajes, © por referencia a dioses, 0 a personajes que se confunden con dioses. Todas tienen en comin un punto de origen mitico y son presentadas como verdaderas peregrina- ciones alentadas por lideres que interpretan la voluntad de tos dioses. Muchas de ellas consignan el nombre de Tollan 0 Ta- ‘moanchan como escala en el itinerario o punto de partida;al- ‘2umas son planteadas como retomno al punto del cual salieron en un principio. Se trata de acontecimientos histéricos presen- tados en una matriz de mito y, como tales, no pueden enten- derse sino en el contexto de la sociedad ala que hacen referen- cia y la sociedad que los produce. La Historia Tolteca-Chichimeca da cuenta de varios de es- tos movimientos poblacionales, todos asociados a la “caida de Tula’, fechada a mediados del siglo xn, Segsin esta fuente, uno de los dos grandes grupos de Tula, los nonoaleas, abandona- ron la ciudad para colonizar, entre otras, la regién de Zongoli- ca, ELotro grupo, los tolteca-chichimecas, abandoné Tula para dirigirse y asentarse en Cholula; con el tiempo reemplazaron a los olmecas y xicalancas como grupos hegeménicos en la re- in, En un fercer movimiento, los tolteca-chichimecas, auxi- iados por chichimecas puros que habitaban el Cothuacatépec- Chicoméztocdelas sietecuevas, abandonaron Tulaparainvadir Y repartrse tierras que se encontraban dentro y alrededor del viejo dominio de Cholula. En general, se trat6 de desplaza- ientos cortos, continuos y més bien erréticos; lo relativamen- te il6gico del itinerario obliga a considerar al documento ~al igual que, por ejemplo, el Chilam Balam de Chumayel a pro- pésito de los desplazamientos de los itzaes por el norte de Yu- catén~ como una declaracién de derechos sobre poblados y no como un texto estrictamente hist6rico. Aeesta misma época perteneceria el desplazamiento de los chichimecas de Xélotl, quienes terminaron por acomodarse en laCuencade México y fundaron Tenaytca, Coatlinchan y Tex- coco, en ese orden. A ella tambien pertenece el inicio del pere- srinarde los mexicasa partir de un mitico Aztlan, y de muchos otros pueblos, Para darse una idea de la magnitud de los movi ‘mientos poblacionales, hay que tener presente que, de acuerdo con las fuentes del siglo XV1, a la legada de los espaiioles pr ticamente todos los pueblos de la Cuenca de México eran de reciente ingreso. Segtin Pedro Carrasco (1971), eran pueblos provenientes de centros provinciales del imperio tolteca -en- arrollo de ‘ies cuales se encontraban los nonoaleas, tolteca-chichime- ‘colhuas, tepanecas, mexicas, matlatzincas y tlahuicas~ 0 odo tipo, es de raiz no-sedentaria, entre ellos los chichimecas de osclisico 2 quienes se asentaron en Cuauhtilan, Chaleo, Thaxca ico pare neo, Totomihuacan y Cuauhtinchan, estos dos jo del pe- -sseciados, precisamente, al tercer movimiento poblacio- ssenteen jeteeado en la Historia Tolteca-Chichimeca dante in- E> = conjunto, estos movimientos migratorios parecen te- én con un proceso conocido como contraccién de la mesoamericana. Segtin Pedro Armillas, entre los si- “> . En abun- ncon- docu- diode juran- ia no a pre- chen, Imen- a de nlees- entifi- anos, man jichén so he fa pa- entra yano, nes de jesnu~ dos, atados, humillados y ocasionalmen- te mutilados. Pero, en el Templo de los Guerreros, donde aparece una procesién de 221 personajes, algunos de ellos por- tan armas asociadas al complejo Tléloc- ‘guerra, que se encuentra igualmente en la iconograffa de las Tierras Bajas del 4érea maya; en la subestructura de este mismo edificio, algunos de los persona- {jes con mscaras de los dioses que g0- biernan el cosmos portan etros-maniqui tipicos de las Tierras Bajas del sur. Por si no fueran suficientes estas di ferencias para complicarel problema del punto de origen de “Io tolteca”, esté la cuestién de los antecedentes locales. Se- ‘tin Rafael Cobos (1999), el proyectoar- quitect6nico de la Gran NivelaciGn, es decir, el de la realizacién maya-tolteca del auge de Chichén, tiene su anteceden- te enel Viejo Chichén, en el Osario (o ‘Tumba del Gran Sacerdote) como mo- delo a escala menor del Castillo, y en el ccenote de Xtolok como equivalente del Cenote Sagrado, La mayor parte de las cconstrucciones del Viejo Chichén co- sesponderian al siglo rx, mientras que la cconstrucciGn de los edificios de la Gran Nivelacién serfandel siglo x, todolocual recuerda fechas y argumentos relativos Tula Chico y Tula Grande. Por cierto, segin esta interpretacién, el gobierno de tres “hermanos” al que se refiere Landa ¥. por tanto, al del multepal 0 gobierno ‘compartido, corresponderia al primero de estos momentos ¥ no al de la cons- ‘truccién del Castillo. Esta semejanza en rasgos culturales centre el rea maya y el Centro de Méxi- cco no se habfa dado en épocas previas, pero, una ver establecida, el paralelismo entre estos dos grandes polos de desa- szollo cultural del México antiguo conti- ‘ous operando. Quienes se encargaron de pexpetuarlo fueron los pobladores de las indades de la Cuenca de México, nota- Dlemente Tenochtitlan, y, en la peninsu- Ja de Yucatén, sitios como Mayapén y Jos asentamientos de la Costa Oriental Este paralelismo, sin embargo, no debe hacer creer que entre 900 y 1200 4. existia en el México antiguo un es- pacio homogéneo, con rasgos compart dos que pudieran dar sentido a la nocién é=Mesoamérica como espacio de socie- gases con una historia compartida, En |fecto, en el espacio geogrifico entre ® © i Masala de as obvias semejanzas entre ‘Tulay Chichén Itz e1Poscisico Temprano fue también una época de gran diversidad cultural. De ello dan cuenta ls tradiciones ‘cerdmicas de distintas regiones, como las ‘que se muestran procedentes de Isa de Sacrticios (a), Jalisco), Nayarit (¢) y Guerrero) Tula y Chichén no se desarroll6 ningdin sitio parecido. Es cierto que, tal y como Io ha sefialado Cobean (1994), es posi- ble encontrar materiales “toltecas” en Chiapas y Centroamérica, en Veracruz y Tabasco, asf como en dreas “nortefias”, pero sontestimonios dena presencia re- lativamente marginal, nada comparable, ni remotamente, a la cantidad e impor- tancia de los rasgos compartidos entre ‘Tulay Chichén Itz4. Lo “tolteca” es, por tanto, un fendmeno discontinuo;es, ade- mis, y por ahora, un fenémeno de ruptu- radei que no puede postularse un origen. En Oaxaca, por ejemplo, Mitla y Ya~ gu, consusedificiosalosqueseintegran ccolumnas exentas de grandes dimensio- nes y decorados con mosaicos de piedras colocadas “a hueso”, se parecen més a las ciudades yucatecas. del Puuc que a Tula; sus basamentos decorados conta- bleros de doble escapulario muestran un indudable parecido a Ia estructura del Castillo de Chichén, cuyo antecedente “pre-tolteca”, como ya se mencion6, se encuentra en el Osario, en el mismo si- tio. Por otro lado, a pesar de que el miti- co 8 Venado tenia, por lo visto, una es- trecha relacién con Tula (cigualmente iitica?), no hay rasgos “toltecas” en el proyecto mixteco, ni se encuentran en la Mixteca antecedentes de las muy parti- ceulares formas culturales de la region de los valles de Oaxaca. Enotra regidn, en la Costa del Golfo, Inarquitectura de Tajin, con los distint- vos nichos y comisas saledizas de sus edificios, sus construcciones con colum- nas esculpidas, sus grecas de mosaico, la profusién de juegos de pelota y de gra- bados en los que domina la voluta entre- lazada, e3t4 muy alejada de las formas constructivas y decorativas de Tula, EL periodo de 900 a 1200 4.C. mar- cca,entonces, nos6loun momento de mi litarismo exacerbado y de intensos mo- vimientos poblacionales; es también una época de gran diversidad cultural y de una multietnicidad productiva que establecié las bases para el gran desa- rrollo del México antiguo del Posclési- co Tardio, Tnrique Nalda, Arquedlogo y doctor en anto- pologis. Investigador de la Dieccidn de lnvesti- {cic y Conservacin dl Patrimonio Arqueo- Hegico, Nat “Tiewro Mesoaseicaxo VII/63 & TIEMPO MESOAMERICANO VIII Posclasico Tardio (1200/1300-1521 d.C.) Faure Souls Eneste pectoral, elaborado con ‘masaico de turquesay oro, se sintetizan al {éenicas metalirgicas el comercio de productos como ka turquesa ye militarism, ya que strata dela representacién de un eseudo. La presencia de dos poderosas entidades politicas, la Triple Alianza, lidereada por los mexicas, y el estado purépecha o tarasco, caracteriza al Posclasico Tardio. Ademas, es un periodo para el que existen numerosos textos hist6ricos en los que se relatan los sucesos ocurridos en los 300 afios anteriores a la conquista europea. Asimismo, ésta es una época marcada por un acendrado militarismo y una intensa actividad comercial que dieron lugar a un grado de integraci6n sin precedentes entre las distintas regiones mesoamericanas. (4/ Anqueotocia MExteANa a mayoria de los especialistas sobre el | México antiguo consideran que, a fina- Jes del siglo xit de nuestra era, en gran parte del terrtorio mesoamericano ocurrié un pprocesodecambiosprofundosen todostos am- bitos, Estos dieron lugar a ladesintegraciGn del antiguo orden politico y social y propiciaron cl surgimiento de grandes estados, como el de losmexicas, con su ciudad capital México-Te- nochtitlan, y el de los purépechas, asentados en Trintzuntzan, quienes se enfrentaron para obtener la supremacta y dominio de las regio nes central y occidental de la gran Mesoamé- rica, Mientas,enotrasregiones, comola Huas- teca, el Totonacapan y la Mixteca, existfan estados menores en constante lucha interna En contraste, el mundo maya de esa época se tencontraba en un proceso que los especialis- tas definen como la declinacién 0 decadencia Gradasadocementsdelsigoxvicomo esta antigua cultura, lacual abla tenido SU lunes ae te: ciculicelelindchilconncemoslos rages florecimiento terminal durante el Posclisico " ceremoniasy estvidades del Poses ‘arquteetinlcos del Posclisico Tardio._‘Temprano en la peninsula yucateca, especifi- “Tari, Primeros Memorials, f.250. 1S = Bxrensv wx ba poneno wea ‘= Exrmson oe pono TR SCO OFUREFECHA smn anqueo.ocaco (Oceano Pactinco Recios nel Posclisico Tardio surgleron dos poderosas enidades polticas la Triple Alianza, formada por “Tlacopan, Texcoco y México-Tenochtitlan yl estado purépecha, con su capital Tzintzuntzan, “Twxwo Mesouaereano VII/65 CRONOGRAMA DEL PoscLAsico TARD{O rere t*0" 120 28 ‘400 12 Micnaciow mexican Tepanecas de ae, CENTRODE | Azcapotzaco MEXICO Zempoala, Veracruz GOLFO DE MEXICO on Huasracos caress Guiengoa, Oaxaca Expansién| mixteca Zaachila, Oaxaca OAXACA. Bas Mitla, Oaxaca “TaRascos o Punéreci}as onnnnnae Taintzuntzan, See cate Ihuatzio| Michoacén DEMEXICO SF rico See as ction Tulum, Quintana Roo Sefiorfos yucatecos Utatlén, Guatemala Costa Onsen MAYA Iximehé, Guatemala Chichén Itz, Yucatén "ALTOS DE GUATEMALA “Tapes 5s aay enc Pas aria RSENS ROT (46 / ARqueotocia Mexicana tacto con Chichén liza y Mayapiin El Posclésico Taro se caracteriza pot los numerosos textos hist6ricos en Tos que se relatan os sucesos ocuridos 10s times 300 afos de histori ind ena, anteriores ala conguista europea Losquesesalvarondeladestruccién han sido conocidos como cédices; estén la- borados en papel amate oen pel de vé nado y se distinguen porque en ellos utili la tradicional escrtura pictogr ca prehispdnica. Otro grupo de docu- mentos -en los que se utliz6 la escritu- rafonética-elmésabundane,fuehecho después del dominio espaol estén es | J) eritosencastetianoolatinobien | BP auiera de tas enguas nativas, Por esta Taz, varios estdisos del México an- tiguo consideran que el Posclisico Tar Las career aout dio dcberia cambiar su nombre porel de Epoca Histrica”. del carter defensivo de los sitios del Poselisico Turdio en el dre maya. cual srupo dominante del Altiplano Central De este periodo se conocen algunos Soe rE = de los patrones de asentamiento de las — principales ciudades indigenas, espe- ca cialmente de la gran capital de los mexi- =| cas. Asimismo, se posee abundante informacién sobre las caracteristicas constructivas de sus edificaciones, a lo | cual se suman os relatos de los eronis- as, quienes nos proporcionan una com- jeta e invaluable descripci6n del uni- erso politico, econémico y social de aquellas comunidades que se destacaron por su dominio militar. = Para el Posclisico Tardio, se cuenta con una abundante informacién relativa al complejo mundo religioso, en la que ran vida los complicados ceremo- y espléndidas festividades dedi- ‘a los dioses patronos. alos minuciosos estudios e in- aciones del tltimo siglo, conoce- sen detalle las caracteristicas de las sanifestaciones artisticas y nos aproxi- s=amos al verdadero simbolismo de la pkistica de las sociedades indfgenas, las se, desafortunadamente, tuvieron con- sto con los espaifoles y sucumbieron una brutal guerra de conquista, Durante l Posclasico Tardfo, en toda Mesoamérica se dominaban claramente séenicas de la metalurgia, ya fueran aplicadas en objetos de cardcter orna- mental. como los de oro, plata y Cobre, jmpasieron a todos sus vecinos ydominaron bien en herramientas de trabajo, como extensa regn. Tzintzuntzan, situada a Sechuelas, azadones, anzuelos,o en ar- __orilas del lago de Pétzeuaro, fue su capital uena parte del Poscisico ‘Cocom, desde I cludad {ortificada de Mayapén, mantuvo Ta hogemonta del norte de Yucatin. BE Enel Poselésico Tardio, los purépechas se Tero Mesoanenicavo VI! 67 Eldesarrollo das téenieas de Ja metalurgia en el Poslisico Tardio permitié ta elaboracion ‘suntuaris y de cult, 4) Mascara del dos Nipe- tec) hachuela y cous ) pinza:) disco laminade y martilado, todas las piezas son de cobrey proceden del 68/ ARqutoLoala Mexicana mas ofensivas, especialmente hachas, En algunos casos se emple6 la aleacién de cobre con estafo, lo cual dio lugar al trabajo del bronce, que preludiaba un fan cambio tecnol6gico con conse- ‘cuenciasecondmicas y politicas, que fue truncado por la conquista europea Un ESTILO INTERNACIONAL El periodo que estudiamos se caracter za también por el predominio del llama: do “estilo internacional”, el cual, aunque tiene sus antecedentes en el Posclisico Temprano, se consolid por la época en que surgié el Estado mexica, Cuandoha- blamos de ese estilo nos referimos a un tuniverso de simbolos que, junto con una peculiar forma de trabajo artesanal, per- mitié a varios pueblos reconocerse co: mo partfcipes de un lenguaje, para ellos Ccontemportineo y propio, Durante el Posclisico Tardio, diver sos pueblos y naciones compartieron conceptos rituales relacionados con dei dades y animales sagrados, 0 bien sig. nos mds elaborados oestilizados, paralo que utilizaban elementos con caracteris ticas que tenjan un significado semejan- te para todos, Se cree que este novedoso lenguaje internacional mesoamericano, caracte- ristico del Posclisico Tardio, se originé en un corredor que comprende desde el Altiplano Central hasta la zona oaxa: quena, en especial en Ia zona Mixteca Una vez instituido dicho estilo de pen samiento, expresado plisticamente en muy diversas formas, se distribuy6 por todoelterritoriode altacivilizacién,des- de el Occidente de México, en los esta- dos de Jalisco, Sinaloa y Nayarit, por la Costa det Pacifico, hastael centrode Vi racruz y la Huasteca en el Golfo de Mé- xico,¢ incluso en muchos sitios de lare Uno de los mejores ejemplos de este rasgo es la tradicién Mixteca-Puebla, {érmino usado inadecuadamente por nu. ‘merosos investigadores para referirse a tun grupo de disefios y elementos icono: grificas caracteristicas de los cédict del grupo Borgia, de los e6dices mixte- cos y presentes en el Cédice Borbénico, ‘También se encuentran en las pinturas murales descubiertas en Tizatldn, Tlax- cala, en los motivos decorativos de la ar al sun nse- efue iver- eron dei- alo jeris- ejan- este yeu sea dices sixte- uras Tlax- de la cerdimica policroma de Cholula y en aquellas procedentes del érea mixteca y de la Cuenca de México. Los disenos {que identifican al estilo Mixteca-Puebla coinciden en lo fundamental con las imagenes que constituyen el gran pan- s96n del mundo azteca, Asi, la difusi6n por todo el territorio ‘mesoamericano del estilo Mixteca-Pue- bla volvi6 comin el uso de motivos de- ccorativos como la greca escatonada, la banda celeste, asi como imagenes sobre Ja fauna y Ja flora que tienen una rela- cién directa con el universo mitico. A este compendio iconogrifico se integra- ron los elementos distintivos de los ca- Jendarios rituales, con sus deidades que rigen los periodos de 13 dfas, las cuales ‘muestran variantes segiin las principa- les escuelas sacerdotales del mundo ‘mesoamericano. Sin embargo, los oma mentos, insignias y tocados de las dei- ddadesque intervenianoafectaban la vida cotidiana de la poblacién presentaban ‘una constante que permite reconocerlos, ‘aunque se les haya elaborado en diver- sos puntos del México antiguo. La cuerna (Otro elemento caracterstico del Posclé sico Tardio fue el predominio cada vez mayor de la guerra expresado en la ex- pansi6n militar, la imposici6n de tribu- to, la obtencién de victimas para e! sa- crificio alos dioses y la preponderancia de algunos pueblos. Dicho aspecto se manifest6 en todas las actividades que se realizaron durante el Posclisico Tar- dio: en las estructuras politicas, el go- bernante, como autoridad maxima, tenia centre otros cargos el de supremo jefe del ejército, con lo cual, a su dignidad poli- tica una la decisién de dirigir la con- quista de otro trritorios. Enel aspecto religioso, el predomi- niodelasdeidades guerrerasesclaracvi- dencia de ese militarismo en aumento, Los antiguos nimenes agricolas y de ca- ricterereador cedieronel paso, oen todo aso compartieron su preponderancia, con los dioses que exaltaban la fuerza y la violencia de la juventud guerrera, El ejemplo mis evidente de esto es Tezca- tlipoca, antiguo dios de la guerra que simboliz6 laenergiadestructivade latie- rra, laoscuridad, la noche, y sinteiz6 en En el Poselisico Tardio se utlizaron las ténieas de fundiciin y trabajo en metals preciosos como el oro, el cual era ofrecido ‘como triuto y considerad dom divino, 1a) Pectoral de Zaachila, Oaxaca. bes ‘elementos decorativos ce Ocedente: ) eascabeles de Occidente d disco ‘de Zach. Cultura misteca Tero MEsonMenicano VIIL/ 69 Durante el Poscisico Tardio se fabricaron muchos artefacts de ‘mosaico de turquesa. sta reciente ‘demanda intensities el comercio de los centros productores del suroeste {de Estados Unidos yet norte de “México con Mesoamériea. 2) Mseara de Zaachila, Oaxaca; b) disco con Incrustaciones de turquesa. Oaxaca. ‘Unade as cerimicas mais Importantes del México antiguo fue 1a policroma de Cholula, Puebla, 4) Vasija de cerimica plicroma. Cholula; 6) plato con coyote. Chat. “70/ ARQUEOLOGIA MEXICANA su persona la esencia de la hombrfa, la audacia del adulterio y la belleza ideal zadade lajuventud mascutina, Junto con laparecieron nuevos diosestribales,en losque advertimosa antiguoshéroes que al morir se transformaron en niimenes {guerreros protectores de su grupo: Huit- zilopochtli fue el patrono de los mexi- cas, y Camantli de los tlaxcaltecas. Todas las sociedades de ese momen- to eflejan la manera en que el militaris- mo se hizo cada vez mas presente en st ‘organizaci6n interna. En los pueblos y ciudades siempre se denota su cardcter defensivo; tenfan fosos y murallas, cuyo ejemplo més descriptivo, que ha llega do hasta nuestros dias casi completo, es ‘el muro defensivo que rodeaba laciudad de Tulum, en la costa de Quintana Roo. En otros casos, en una elevacién cerca- na al asentamiento, especialmente una peiia o montafa, se yergue una fortale- za que servfa para alojar a toda la comu- nidad en caso de ataque. Uno de los ejemplos mas sofistica- dosdeurbanismomilitaristaeseldeMé- xico-Tenochtitlan, capital de los azte- ces, que fue construida aprovechando ‘unos islotes lodosos en Ia parte occi- dental del lago de Texcoco, Para comu- nicar ala capital azteca con tierra firme se construyeron tres calzadas, algunas de las cuales presentaban cortes en sus tramos, los que eran resueltos mediante puentes de madera que se retiraban to- dos los dias al anochecer. Esto condi-

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