El olor del
cu ero
Hermanas Erótida y Antonia Mira Verdú
A
Antes de descubrir el olor del Verdú, reunieron una jugosa herencia:
cuero, Erótida llevaba a la era un gran parte de las viñas del pueblo, un ga-
capazo con cucharas y pan, y una nado numeroso y propiedades como la
olla para los labradores. Cada día casa cazorla, que hoy se hunde a las
su madre le anudaba a la mano una afueras. la puerta delantera de la resi-
pequeña cuerda para que nada se dencia habitual daba al mercado. las ha-
cayera, y ella corría confiada. Una bitaciones se repartían en dos pisos.
mañana, la mula sobre la que Además, cuenta la hermana mayor, había
“montaba a todas horas” descan- dos pozos y una bodega con varias tinajas
saba enganchada al trillo. La niña llenas de vino y aceite de las cosechas. Un
dejó las cacerolas y saltó sobre el mulero les trabajaba las tierras y en
animal. Con un decidido “¡arre Ca- tiempo de cosecha o vendimia contrata- asa para calentarse en el colegio. la más
pitana!” deshizo cinco horas de tra- ban otros cinco o seis braceros. pequeña prefería quitarse el frío de otra
bajo. “La Capitana distinguía mi Pronto dejaron de parecer hermanas. An- forma: “la clase estaba cerca, yo en una
voz”, asegura a sus ochenta años, tonia nació en una recogida habitación de carrera bajaba la cuesta y ¡ala!...”, remata
“en una ocasión intenté atravesar la casa de su abuela, con una desgana que con una palmada. El aula, a la que asis-
el corral a oscuras y me coceó, al duraría hasta bien avanzada la guerra; tían juntas niñas de todas las edades,
reconocerme agachó las orejas y sin embargo, Erótida despertó cerca del ocupaba el piso superior de la casa de la
pasó toda la noche llorando”. barullo del mercado, oliendo los huesos maestra. las lecciones guardaban el ha-
machacados de la oliva y la uva que su- bitual tono religioso de unos años en que
Erótida Mira nació en 1928 en Algueña, bían de los cántaros. la República luchaba para apartar, sin
dos años después de su hermana Anto- En invierno su madre les abotonaba el éxito, cruces y sotanas. En el patio juga-
nia. Sus padres, tomás Mira y Antonia abrigo y les preparaba un brasero con un ban al corro, a tente bonete, a píndola...
ÁlbuM FAMilAr
Erótida reconoce que, como su hermana tienda en el salón de la misma casa. los en las cazadoras de cuero de los soldados,
era más señorita, algunas muchachas se amigos del propietario le procuraron una Erótida descubrió que había un olor
metían con ella: “a veces tensaban la buena clientela, pero estalló la guerra. capaz de roer los terruños y los olivos con
comba para hacerla caer, luego yo las ti- que su Algueña le aliñaba la memoria
raba a ellas”. A DOSCIENTAS cada tarde: “tenía siete años, pero aún
Dos meses antes de la contienda, en Semanas después del levantamiento, al me cuesta aguantar esa peste tan fuerte”.
mayo del 36, unos compañeros conven- volcar la tarde, recién cerrada la bodega, A tomás lo llevaban a la Estación de la
cieron a tomás Mira de abrir una bodega unos golpetazos secos vibraron en la Marina para fusilarlo cuando contó que
en Alicante. El matrimonio, las niñas y puerta. las niñas soltaron unos juguetes conocía a unos jefes republicanos que le
un tío materno, Antuliano Verdú, se tras- que no consiguen recordar. Pistola en estarían buscando. los captores asegura-
ladaron a capitán Segarra 37, en los ale- mano y con el puño en alto dos guardias ron que cumplían órdenes del Frente Po-
daños del Mercado central. Montaron la se llevaron a tomás Mira. Aquella noche, pular de Algueña y, algo inquietos, le
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campo habas o bainas para hervir, la ción se cumplía. Su padre había regre-
niña de la desgana aprendió a comer: sado.
“entonces siempre quería poner y quitar Poco a poco, tomás Mira recuperó peso
la mesa para ir pellizcando el pan. Des- y todas sus propiedades. “todas”, matiza
pués de la guerra muchos pasaron ham- Erótida, “menos la capitana”.
bre, pero nosotros no porque todavía
guardábamos harina y mi madre la ama-
las sirenas chirriaron cuando los
aviones sobrevolaban el mercado,
saba y la cocía en una cocinilla que tení-
amos”.