Origen del maz: relato de una inga...

La lagartija fue llevada como sospechosa ante el hombre furioso que increp a
preguntarle dnde haba escondido el grano robado. La lagartija lo neg todo el tiempo. El
hombre mont en clera y fuera de s orden que le abrieran los dedos que estaban
pegados, tanto de manos como de pies, buscando el grano de maz perdido. Con valenta
la lagartija sobrevivi al oprobio.
Como no deca nada le abrieron la jeta buscando que escupiera el grano de maz. Nada.
La lagartija sufri en silencio y el grano de maz permaneci en el fondo de su ltima
muela. Ahora ya saben por qu la boca de la lagartija est como desgarrada hacia los
lados, sentenci la profesora Digna.
El hombre avaro cansado dej ir a la lagartija y esta regres a su casa, limpi
cuidadosamente el grano de maz escondido en su muela, y lo sembr. Al final sali una
hermosa mata de maz con tres mazorcas. De esta manera la lagartija pudo cumplir su
cometido de regalar semilla de maz a todo el mundo. Ya este alimento no sera propiedad
de una sola persona.
La lagartija nos deja una leccin sentenci la profesora Digna poniendo una voz seria y
protocolaria. La lagartija aguant el sufrimiento a que fue sometida para no renunciar a su
objetivo de que todos los hombres y mujeres conozcan y se alimenten con el maz.
De este suceso posteriormente se inventaron moler los granos de maz con piedra y
tostarlo antes de consumirlo. As naci el aco, el primer alimento a base de maz que
prob el indgena. Posteriormente, se pil el maz usando la lega de la ceniza para
cocinar la mazamorra y as sucesivamente hasta nuestros das que comemos tortillas,
arepas, buuelos, peto, envueltos, entre otros.
A esta altura del relato mis compaeras de viaje estaba a punto de dormirse y la profesora
Digna comenz a rer con esa risa contagiosa que tienen los indgenas, que parece que
todo el tiempo le hacen el quite a la tristeza. La luna se ocult en una nube, las estrellas
se escondieron tambin, el ruido de los barcos de la Armada colombiana que vigilan la
frontera con Ecuador se hicieron ms frecuentes y por si las moscas nos fuimos a dormir.