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Bull, Tust. Fr. Et. Aud. _ 1984, XIII, N° 1-2, pp. 17-46 TRES DOCUMENTOS INEDITOS PARA LA HISTORIA DE LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA Las declaraciones de Lorenzo Manko y Diego Yuqra Tikona, servido- res de Manko Inka Yupanki y de Francisco Waman Rimachi, testigos presenciales de los sucesos de 1533 a 1558. Edmundo Guillén Guillén * Resumen: Se publican en este articulo las declaraciones de tres testigos presenciales de los stucesos de 1533 a 1558, es decir desde la entrada de Manko Inka Yupanki al Cusco, con sus aliados espatioles, hasta la “salida” del aki Sayri Thupa, —uno de sus hijos— en 168, ante la presién militar y diplomética del Marqués de Cafiete. Estos testimonios directos, confrontados con otros coetdneos, eonstituyen nuevos e inédi- tos elementos de juicio para aclarar la versién de las fuentes hispanas de estos afios y para conocer casi en delalle las negociaciones del virrey Marqués de Cafete, que se proponia acabar pacificamente con la resistencia heroica de Vileabamba, y la cautela Inca para burlar este pro- pésito y evitar los peligros de una guerra contra este dltimo reducto del Tawantinsuyo, De estos testimonios compulsados con otros confiables que se citan, resulta cuestionada la verdad sobre la sucesién de Sayri Thupa a la muerte de su padre Manko Inka y la posibili- dad que este auki simulara este cargo como un ardid politico de la Corte de Vilcabamba. Résumé: Dans cet article sont publiées les déclarations de trois témoins oculaires des événements de 1683 A 1658, cest-a-dire depuis entrée de Manko Inka Yupanki Cusco, avec ses alliés espagnols, jusqu’a la “sortie” de Yauki Sayri Thupa, —un de ses enfants— en 1558, sur la pres- sion militaire et diplomatique du Marquis de Canete * Carlos Tenaud 350 — Lima 18, 18 BE, CUILLEN GUILLEN Ces témoignages directs, confrontés avec d'autres contemporains, constituent de nou- veaux éléments inédits pour éclairer la version donnée par les sources espagnoles de cette épo- que; ils font connaitre également, et presque en détail, les négociations du vice-roi Marquis de Cafiete, lequel se proposait d’en finir pacifiquement avec la résistance héroique de Vileabamba, ainsi que la prudence Inca pour déjouer ce plan et éviter les dangers d'une guerre contre ce dernier réduit du Tawantinsuyo. Tl ressort de ces témoignages, comparés avec d'autres fiables que nous avons consultés, la mise en question de la vérité sur Ia succession de Sayri Thupa a la mort de son pére, Manko Inka, et la possibilité que le jeune auki ait simulé cette fonction par le truchement d'un artifice politique de la Cour de Vileabamba. En 1974, publicamos 18 declataciones de testigos peruanos, de lo que vieron y oyeton de los tragicos sucesos de la invasién espafiola de 1532 1536, en el libro la “Versién Inka de Ja Conquista”. Ahora, continuand con la divulgacién de este géneto de fuentes, damos a la publicidad, tres de las 22 declaraciones que el capitan Martin Garcta de Loyola —marido de dofia Beatriz Clara Coya y administrador de los bienes de su hija dofia Ana Maria Loyola Coya— mand6 actuar en 1589, contra el Fiscal por la posesién de 563 tributarios en los re- partimientos de Yucay y Xaquixaguana. Esta suma de testimonios con otros coeténeos —atin inéditos— contienen aportes his- t6ricos, que disipan definitivamente el inveterado ettor de creer que el Imperio acabé en el tedgico crepisculo de Cajamarca en 1532 y vindican la habilidad y herofsmo Inca en los aspec- tos militares y diplométicos de la guerra de reconquista, cuyo primer intento terminé épica- mente en 1572 Estas declaraciones se hallan en el Archivo Departamental del Cusco, en el volu- men VIII, libro II y cuaderno N° 2 de fs. 554 a 1093 de la Coleccién de Documentos de don Vicerite Garcfa y sus seguidores, cuya revision hicimos con las facilidades que nos diera su Director, el Dr. Horacio Villanueva Urteaga, al que expresamos nuestro cordial reconoci- miento. ‘Un resumen impreso de este pleito incoado por Loyola, con el texto de varios interro- gatorios y documentos, fue publicado en 1970 por Maria Rostworowski de Diez Canseco en | revista Historia y Cultura (HC) N° 4 con una breve introduccién sobre su importancia histéri- ca y ettiohistorica 1. Marco Histérico. El contenido de los documentos que se publican abarca de manera general los trégicos sucesos de 1533 a 1558, es decir desde el encuentro de Manko Inka Yupanki en Ia “cuesta de Vilcaconga” (Witleakunka) con los espafioles, hasta la salida de Sayri ‘Thupa del reducto pe- ruano de Vilcabamba, por la presién diplomatica y militar del virrey Marqués de Cafiete. ‘Como se sabe por distintas fuentes, cuando los espafioles iniciaron la invasién de nues- tro tertitorio en enero de 1531, el Pera Inca confrontaba entonces de una guerra civil, por lo que sin percatarse del peligro de esta invasi6n, los dejaron avanzar, sin otra resistencia que la gue ofrecieton los funcionarios locales de Puné y Tumbes, hasta el paraje de Tangararé —en el actual valle del rio Chira— donde se establecieron después de quemar vivos y degollar a los sefiores del lugar que intentaron defender la tierra, —probablemente en junio de 1532. Entre tanto, terminada la guerra con el derrocamiento de Waskar Inka, Atao Wallpa, el vietorioso rebelde, en lugar de destruirlos o devolver al mar a los extranjeros por los robos y ctimenes que habfan perpetrado, conociendo que eran pocos y fascinado por el poder de sus LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA (DUCUMENTOS INEDITOS) 19 artefactos bélicos, abriéndoles las puertas del Imperio, los atrajo imprudentemente al interior de la sierra, hasta el valle de Cajamarca, —segiin se dijo— para quitarles sobre seguro sus armas y caballos. Infortunadamente para Atao Wallpa, sus planes resultaron al revés, y victima de su imprudencia, fue violentamente sorprendido y apresado por sus invitados, el 16 de no- viembre de este afio de 1532, en una de las mayores matanzas que registra la historia de la América andina. Es importante reiterar en este punto que el prendimiento de Atao Wallpa no significo de ninguna manera el final del Imperio como errada 0 presuntuosamente se habia crefdo, sino y nada més, fue el inesperado término de la famosa rebelién de este anki. Asi lo entendieron los espafioles y los politicos incas del bando legalista de Waskar Inka como el primer paso para restaurar el gobierno legitimo del Tmperio, Fue asf como inmediatamente muetto Waskar Inka entre el misterio y la intriga, —quizés a fines de 1532— el joven Manko Inka Yupanki resulté electo y proclamado en algin lugar del Cusco, por un grupo de sus hermanos, como el nuevo sefior del Tawantinsuyo. Posteriormente, los espafioles luego de recibir los frutos de su extorsién, en lugar de dar la libertad prometida a su regio cautivo, lo agartotaron el 26 de julio de 1533. En el Cusco, al conocerse el triigico final de Atao Wallpa, Kiskis desconociendo Ja eleccién de Manko Inka, propuso sin éxito a Paullu para el nuevo gobierno imperial, y Vila Oma —sacerdote del sol— traté a la vez e inutilmente de conciliar a las facciones contrarias contra el peligro extranjero. Mientras tanto en Cajamarca, como resultado de las luchas por el poder, otros hijos de Wayna Qhapaq y algunos capitanes con el apoyo militar de los espatio- les, improvisaron a Thupa Wallpa como al nuevo Inca del Tawantinsuyo. El gobierno de Thupa Wallpa resulté fugaz. Muerto de la dolencia que le afectaba en el valle de Jauja, —a mediados de octubre de este afio de 1533— los incas y espafioles prosi- guieron su marcha al Cusco, sin otra resistencia que la ofrecida por las fuerzas ataowallpistas del capitan Yugra Wallpa, hasta la cuesta de Vilcaconga, donde la vanguardia aliada fue vio- Tentamente atacada por la gente de Kiskis. Aunque las versiones hispanas afirman que ésta fue salvada por la caballeria del mariscal Diego de Almagro, Titu Kusi Yupanki y otros testigos dicen que Manko Inka Yupanki fue el autor de esta hazafia, que con sus guerreros hizo huir a las fyerzas ataowallpistas. Hecho que explicaria el porqué —conforme numerosas declaracio- nes— el nuevo Inca esperé a los espafioles en la “cuesta de Vileaconga”, donde después se “confeders” con Francisco Pizarro, que reconocié su derecho y autoridad, comprometiéndose ‘a prestarle ayuda militar contra las huestes rebeldes de Kiskis. Esta alianza Inca-espaiiola, he- ‘cha contra la opinién de Vila Oma y que después resulté funesta para el Perd, fue trégicamen- te celebrada con la quema de Challko Chima, uno de los mas valerosos jefes del Imperio, que murié sin renegar de sus dioses, invocando la venganza de Pachacamac y Wanakaure contra los nuevos aliados. Dias después —el 15 de noviembre de 1533— Manko Inka, luego de la victoria de Paucarpata, entr6 triunfalmente en la gran ciudad del Cusco, con su “magnifico aliado”, Fran- cisco Pizarro. Casi inmediatamente de cefiitse la mascapaycha o borla imperial, prosiguié la campafia contra los ataowallpistas, que tetminé —en mayo de 1534— con el triunfo de Paullu y Hernando de Soto sobre las tropas de Kiskis en la batalla de Maraycalla. Manko Inka que, quizas desde antes 0 al conocer el arrivo de nuevos contingentes ex- tranjeros a la costa ecuatorial, habia entendido que sus aliados no cran una hueste aventurera sino la avanzada de otra potencia militar que se habfa infiltrado en el Imperio, se propuso echarlos del Perd. La existencia de este plan bélico explica ahora su aparente tolerancia a sus desmanes, su esfuerzo por dispersatlos en el tertitorio y su éxito para dividirlos entre Lima, Cusco y el Collasuyo, —en julio de 1535. Cuando parecian cumplirse los proyectos del Inca, en agosto de este afio, los espafioles, informados de esta conspiracién por alguna infidencia, sorpresivamente prendieron al Inca, diciéndole —segin Tita Kusi Yupanki: “Sabido hemos Mango Ynga que te queréis levantar contra nosotros y matarnos”. No habiéadose producido Ia violenta reaccién que esperaban, los Pizarro dando rienda suelta a su codicia y sensualidad, cobardemente lo extorsionaron y escarnecieton; infamias que soporto el Inca con valor moral que lo enaltece, para no comprometer por ninguna circunstancia el curso de sus planes bé- licos. 20 E. GUILLEN GUILLEN Puesto en libertad por Hernando Pizarro, —en febrero de 1536— un tiempo después consiguiendo engafiar a este codicioso capitén, con el cuento de la estatua de oro macizo de ‘Wayna Qhapag, se evadid del Cusco en abril de este ato de 1536. Pasados algunos dias, luego del famoso juramento de Calca, a comienzos del mes de mayo, inicié Ja gran guerra de recon- quista Inka, con el asedio y violento asalto a la ciudad del Cusco. Desgraciadamente por aquellos imponderables de la historia, los planes inmediatos del Inca no tuvieron el éxito previsto. El Cusco, capital del Imperio defendida entonces por mas de 40,000 guerreros de sus desleales hermanos Waypar e Inquill Thupa, por los 200 espafio- es, —‘Ja mitad coxos y mancos syn contar los cobardes”, segiin la frase del cronista A. Enri- quez de Guzman— y por la gente de numerosas etnias unida con Ja poblacién civil, no pudo set tomada no obstante los actos de herofsmo de las fuetzas de Manko Inka Yupanki. Igual- mente, su famoso capitén Kisu Yupanki, que antes habia destruido cuatro expediciones ene- migas al Cusco y hecho cotter a la tikima, tampoco pudo tomar Ia ciudad de Lima, defendida también por millares de combatientes de distintas etnias que acudieron a defender a los espa- files del poder Inca, Muerto Kisu Yupanki en el asalto a este enclave europeo, el ejército patriota se parapet6 entonces en la sierra central y con sus capitanes Illa Thupa, Paukar Wa- ‘man, Puyu Willka, Allin Songo Inka y otros, contuvieron por varios meses el avance al Cusco del mariscal Alonso de Alvarado, que para intimidarlos cruelmente incendié pueblos, quemé vivos 0 mutilé a los prisioneros y a muchos de ellos les herré el rostro con fierros candentes para hacerlos esclavos. Por esta hazaiia Inca, en la que perdieron la vida muchos de sus capi- tanes, Alvarado nunca pudo Iegar triunfante a la ciudad del Cusco y conocer de la llegada del mariscal Diego de Almagro con el awki Paullu al pueblo de Urcos, en marzo de 1537. En abril de este afio, el Inca, fracasadas las negociaciones que le propusicra Almagro para ambos tomar la ciudad del Cusco, —por las intrigas de Hernando Pizarro y de su propio hermano Paullu— levanté el cetco a esta ciudad y dos meses después dejé el fuerte de Tambo y se retir6 al valle de Amaybamba, mientras que el citado mariscal derrotaba al pizarrista Al- varado, el 12 de julio de 1537 en la batalla de Abancay. Es importante aclarar que la retirada de Manko Inka politica y militarmente fue inevi- table, porque diezmado su ejército no podia seguir combatiendo ni sosteniendo tres guetras a la vez: contra los espafioles, contra las fuerzas de sus traidores hermanos, y los multitudinarios hombres de las etnfas alzadas contra su autoridad, que de hecho habfan formado contra él una coalicién superior en niimero y poder bélico a los efectivos que disponia. Sin embargo, los testimonios hist6ricos, peruanos y espafioles, demuestran que no obstante esta tremenda des- ventaja, el Inca siguié luchando con heroismo indesmayable hasta que murié asesinado en 1545, A mediados de 1537, combatié al mariscal Rodrigo de Orgofiez hasta el pueblo de Vitcos; en 1538, castigé severamente @ los huancas por su ayuda a los espafioles y en este mismo afo, en la batalla de Orongoy, con una pequefia cabellerfa personalmente destruys a la vanguardia enemiga del capitan Villadiego, mientras que Illa Thupa peleaba en Hudnuco y sus comarcas, Vila Oma en el Contisuyo y Tisu Yupanki en el lejano Collasuyo. En 1539, en ple- no territorio de Vilcabamba, ~en Hatunpukara (fortaleza grande)— resistié a las fuerzas de Gonzalo Pizarto y a las de Paula y en esta batalla murieron Waypar e Inquill Thupa y caye- ron en poder de los enemigos su hermano Kusi Rimachi, —capitan general de su ejército— y su esposa la coya Kura Ogllo, A fines de este mismo aito Francisco Pizarro, fracasado su in- tento de atraer astuciosamente al Inka, en repudiable vindicata, orden6 la tortura y muerte de la coya, ante la verguenza de su gente, que excecrando este crimen innecesario, hidalgamente dejaron notas de su admiracién al valor de esta insigne mujer peruana. Manko Inka, sin amilanarse con esta desgracia ni trepidar con Jos inicuos asesinatos de Vila Oma, Tisu Yupanki y de otros capitanes, quemados vivos o ahogados en el valle de Yu- cay por decisién de Francisco Pizarro, probablemente en la semana santa de 1540, con més temeridad y porfia continué a luchar empleando con habilidad Ia téctica de la guerra de gue- rrillas. Numerosas versiones atestiguan asi sus audaces incursiones entre 1540 a 1544 a las comarcas de los tios Apurimac y Urubamba (Willkamayo) y sus reiterados avances contra la ciudad de Huamanga y del Cusco mismo. LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA (DOCUMENTOS INEDITOS) 21 El gobierno espafiol, —conociendo la inexpugnabilidad de Vilcbamba— para acabar con esta beligerancia Inca, a fines de 1542, instruyd al Presidente Cristobal Vaca de Castro para negociar una paz honrosa, Ia misma que se interrumpié por la rebelién de Gonzalo Piza- ro y el asesinato de Manko Inka, en 1545, perpetrado por los refugiados almagristas en su Corte confabulados con los pizarristas del Cusco. Posteriormente, derrotado y muerto Gonza- Jo Pizarro, cl gran enemigo de los incas, el presidente Gasca, aprovechando esta coyuntura, reinici6 estas negociaciones con el gobierno de Vilcabamba que habia quedado transitoriamen- te en manos de Atog Supa y tom6 contacto con el auki Sayri Thupa, entonces de més o me- nos 13 afios de edad, y creyendo amedrentarlo le mandé decir presuntuosamente que “si no venfa por bien seria forzado a venir por la fuerza”. Pero en nada queds su indtil arrogancia, fracasada su gestién, lamentando su poca ventura se regres6 a espaiia. Afios después, en 1557, cl vitrey Marqués de Cafete continuando con estas negociaciones diplomiticas, s¢ propuso —como decia— destruir la “ladronera” de Vilcabambe, pacificamente o por la fuerza de las armas; ultimatum que después precipité la salida de Sayri Thupa de este reducto peruano, precisamente para evitar su destruccién militar. Las declaraciones que publicamos, se refieren asi a varios de los puntos compendiados en este matco histético, particularmente las negociaciones diplométicis del virrey Marqués de Cafiete con el gobietno de Vilcabamba en el curso del afio de 1557, que complementa la versidn oficial de Diego de Fernéndez, desde la perspectiva propiamente peruana. Estos valio- sos testimonios, confrontados con la probanza inédita de Juan Sierra de Leguisamo y las nu- ‘metosas declaraciones actuadas por Loyola en 1587, aportan nuevos elementos de juicio que, con el examen de la relacién del dominico Melchor de los Reyes, de los informes de Juan Bautista Mufioz, corregidor del Cusco, y de los papeles pertinentes del virrey Marqués de Ca- fiete, que deben hallarse en parte en el Archivo General de Indias-Sevilla, darén sin duda una visién mas completa para entender la historia de los incas de Vileabambs. Como se desprende de la copiosa informacién existente, no formaron un nuevo Imperio como erradamente creyé Georges Kubler, sino que Vilcabamba fue la tltima base de las operaciones bélicas para conti- nuat la guerra de reconquista, cuyo primer intento —como esta dicho— terminé en 1572 con Ta decapitacion del ultimo de nuestros incas: Thupa Amaro, en la plaza del Cusco. Guerra que, después de siglos de lucha, terminé en 1824 con la derrota final de los espafioles y la restauraci6n de la soberania del Peré 2. Los declarantes y la importancia de sus testimonios De sus referencias autobiogréficas, se desprende que los tres fueron testigos presencia- les 0 de oidas de los sucesos que relatan en sus manifestaciones, Pues todos dicen que cono- cieton a Manko Inka Yupanki, a Sayri Thupa y a su mujer fa coya Kusi Warkay, a dofia Bea- triz Yupanki, a su hijo Juan Sierra de Leguisamo, a varios de los capitanes y personajes incas que tuvieron activa participacién en los primeros afios de la guerra de reconquista y en las prtesiones diplomaticas del gobierno espafiol contra la Corte Inca de Vilcabamba, Lorenzo Manko, “paje” de Manko Inka Yupanki, estuvo presente en la ceremonia de su juramentacién en la “casa del sol” y declara que vio después las extorsiones y escanios del Inca por los Pizarro y sus amigos. Aunque su presencia en algunos hechos posteriores que relata no es clara, sin embargo sus declaraciones confirman la retirada del Inca a las montafias de Vilcabamba, las negociaciones de Francisco Pizarro para atracrlo y Jas incursiones guerrille- ras del Inca a las comarcas de los rios Apurimac y Urubamba, a ios “Pueblos de Ongoy y Ocubamba término de Guamanga y Cotomarca y Abancay y Limatambo y al valle de Xaqui- xaguana”, como las realizadas por Sayri Thupa a los valles de Markawasi, Amaybamba y Tam- bo. Al parecer, durante estos aciagos afios de guerra, Lorenzo Manko permanecié en la ciudad del Cusco, pues en 1557, dice que fue testigo de los agetreos de dofia Beatriz Yupanki y de su hijo Juan Sierra para colaborar con el virrey Marqués de Cafiete para que Sayri Thupa saliera pacificamente de Vileabamba y no por Ia fuerza de las armas. En este mismo afo, declara que 22 E. GUILLEN GUILLEN seducido por Ia curiosidad acudi6 hasta el lugar de Pincos para ver pasar a Lima la vistosa cohorte de Sayri Thupa y de su mujer y hermana, la bella coya Kusi Warkay. Diego Yugra Tikona, —yanakuna del Inca— testigo también de algunos de los desgra- ciados sucesos de 1533 a 1558, relata asimismo el solemne reconocimiento de Manko Inka Yupanki por los sefiores de las “cuatro provincias” del Imperio y después patéticamente, los inicuos excesos contra el Inca prisionero, su efugio del Cusco y posterior retirada a Vitcos y Vilcabamba. Recordando con ironia una nota anecdética, refiere que cuando Francisco Pizarzo Je mando preguntar al Inca de porqué se habia retirado de! Cusco, éste le mands decir sarcés- ticamente que él ‘no se habia retirado sino que se habfa ido a holgar y pasear...”. En los afos siguientes, Yugra Tikona se mantuvo leal al Inca. Segiin su declaracién, levado de su patrio- tismo, actué ademés de yanakuna, como eventual guerrillero contra “Guamanga y Cotomarca” por orden de Manko Inka Yupanki y después, en tiempo de Sayri Thupa, conta la localidad de Markawasi Durante las presiones diplomiticas del virrey Marqués de Cafiete al gobierno de Vilca- bamba, Yugra Tikona fue testigo de excepcién. Declara que vio llegar a Vilcabamba 2 Juan Sierra, hijo de dofia Beatriz Yupanki, con cartas para Sayri Thupa y que le vio después partir para Lima con los embajadores incas: Qori Paukar, Suti y Yauri. Su testimonio delata Ja preo- cupacién de la Corte de Vileabamba ante el ultimatum del virrey, de dar solamente seis meses de plazo para que salga Sayri Thupa, Retiere asimismo que vio el retorno de los embajadores incas con la respuesta oficial del virrey Marqués de Cafiete y a dos dominicos con Juan de Betanzos, y que terminadas las negociaciones, Sayri Thupa, después de hacer un ‘‘parlamento” en la “plaza grande de Vileabamba”, salié de esta famosa ciudad con su mujer y hermana, la coya Kusi Watkay. Este declarante, formando parte de la vistosa cohorte de Sayti Thupa, lo acompaiié hasta la ciudad de Lima, Recordando su entrada a este enclave europeo, dice que el vitrey cortésmente le envié “una mula buena aderezada que le traxese”” y personalmente salid a recibirlo y lo Ilev6 a su palacio. Prancisco Waman Rimachi, al igual que los otros, fue asimismo testigo presencial de la solemne entrada de Manko Inka Yupanki a la ciudad del Cusco en compaiiia de los espaiioles y de su juramentacién segiin el ceremonial incaico. Este declarante relata, profundamente con- movido por los excesos contra el Inca. Dice que “algunos espafoles”, no le “‘trataban como a sefior antes, le menospreciaban y le daban de bofetones y que le meé un espafiol en el rostro e le quitaron las mujeres que tenia diciendo que habfa de dar mucho oro e plata” y aclarando el caso de la infortunada Yaquill, que “le quitaron una hermana de este testigo que el dicho Mango Ynga tenia por mujer la cual le quité Gonzalo Pizarro y se sirvié della e hubo en ella una hija llamada Francisca que es mujer de Garci Lopez Gonzilez..” Recordando entre otros hechos la evasién del Inca de la ciudad del Cusco, refiere a la vez gue salid de esta urbe con mucha gente y que él lo acompaié hasta el valle de Tambo. Es probable que Waman Rimachi permaneciera en este lugar hasta 1537, pues rememorando la retirada del Inca al valle d Amaybamba, dice que dejé el valle de Tambo: “Llorando de sus ojos en presencia de todos”, expresando que ya no podia “volver”, por los “agravios y molestias” que le habian hecho Jos espatioles y que después de ordenar Ia quema de las residencias incas, en Chincheros, Yucay y de otros lugares, se fue a las montafias de Vilcabamba, En los afios posteriores, este declarante permaneci6 en el Cusco y recordando la accién guerrillera de los incas dice: que: fue reclutado varias veces pata contener las incursiones de Manko Inka Yupanki y de Sayri Thupa a las comarcas de “Guamanga, Limatambo, Curagua- si” y a otros lugares. Afios después, refiriéndose a las negociaciones del virrey Marqués de te con el gobierno de Vilcabamba, dice que vio los trajines de dofia Beatriz Yupanki y de su hijo Juan Sierra de Leguisamo, y como lograron persuadir que en 1557, Sayri Thupa dejara el reducto peruano de Vilcabamba para residir en el Cusco. Estas declaraciones peruanas, que dificultosamente hemos discriminado entre las otras, compendian, en cierta manera con algunas variantes y aportes singulares, el contenido de las demas evacuadas —conforme el mismo interrogatorio— hechas en las probanzas de 1587 y LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA (DOCUMENTOS INEDITOS) 23 1589. Esta suma de testimonios, algunos muy extensos por la importancia de su contenido, con la documentacién coetdnea espafiola, constituyen fuentes de primera mano e indispensa- bles para ir rchaciendo la fascinante historia militar y diplomética del gobierno Inca de Vilca- bamba, desde 1537 a 1572. Ahora bien, nada més que para destacar algunos aspectos y cuestionamientos que se desprenden de estas declaraciones, resefiamos los siguientes puntos: 1° Manko Inka Yupanki fue el inmediato sucesor de Waskar Inka, en el gobierno del Tawan- tinsuyo 0 Pera Inca. Esta afirmacion descarta el inveterado error de seguir Hamando “ltimo Inca” al rebelde Atao Wallpa, la falsisima creencia que el Imperio fue desbaratado por un “pufiado” de espafioles en el crepisculo sangriento de Cajamarea, en 1532, y el des- propésito que Francisco Pizarro nominé ad digitum a Manko Inka Yupanki como al sefior del Imperio. Los testigos dicen unénimamente que muerto Waskar Inka —probablemente a fi- nales de 1532, un grupo de sus hermanos: “Guari Tito (Wari Tito), Cusi Rimachi (Kusi Rimachi), Pichu Tito, Topa Gualpa, Atao Supa, Ynguil Topa (Ingill Thupa), Paullu o Paullu Topa (Thupa)” con otros mas que no recordaban sus nombres, —en algan lugar del Cusco— propusieron y eligieron al joven Manko Inka Yupanki para que legalmente le sucediera en el gobierno del Tawantinsuyo. De estos hijos de Wayna Qhapaq se tienen algunas noticias. Wari Tito con su hermano Mayta Yupan- kki, fueron muertos por la gente de Atao Wallpa, antes de julio de 1533; Atao Supa (quizés el Octoxopa de Pedro Pizarro 0 el Atausa de los documentos almagristas) muerto por Diego de Almagro en 1535; Kusi Rimachi, fue capitan general del Inca; Thupa Wallpa, reconocido presuntamente por Inca en Cajamarca a la muerte de Atao Wallpa en agosto de 1533, Inqill Thupa, muerto en la batalla de Machupuka- ra. En cuanto a Paullu, segtin sospeché Kubler, parece que hubo dos hermanos del mismo nombre con alguna distineién que no se identifica, uno mayor y otro adoles- eente en 1533 (Pedro Pizarro, 1978, cap. XV, p.44; Pedro Sancho de la Hoz, 1968, p.286; Pedro Cieza de Leén, 1979, Illa, cap. LVI, p. 290; Cabello Valboa, 1951, p.474; Kubler, 1947). El testigo presencial, Mancio Sierra de Leguisamo, confirmando estas declaracio- nes entre otros, dice con claridad y sin dejar duda que cuando Francisco Pizarro se encontré con Manko Inka en el asiento de Vileaconga, entonces ya era “sefior” y que “como tal gobernaba” (RAHC., XIIL, p.177). 2° El Inca, estando en prisién fue repetidas veces extorsionado y escamecido inicuamente por Jos Pizarro y sus secuaces. El cronista Oviedo, compendiando estos oprobios, dice: “No dejaron mujer ni her- mana a quien no forzasen, ni oro que no tomasen, ni ropa que no saqueasen, ni tie- rra en que pudiese hacer sus sementeras. Y en su persona suftié grandes oprobios, allende de los temores que cada dia le ponfan, que fueron tan grandes, que enviaba a rogar a los cristianos que él pensaba que tenfa por amigos, que pues estaba cierto que habfa de morir, por no cumplir tanta cantidad de oro y joyas como Hernando y Juan Pizarro le pedian, pues ya les habia dado lo suyo y lo de sus principales, que por amor a Dios no le quemasen ni aperreasen, que 6 muerte... muy aborrecida, sino que le ahorcasen, porque feneciese presto...” (1959, tomo V, p. 153). F. Waman Rimachi, que: “Le hicieron los espafioles muchos agravios pidiéndole més oro y plata que le habia dado que fue mucha cantidad e no tenia que darle e le quitaron a su mujer hermana deste testigo que le quité Gonzalo Pizarro y se sirvi6 della.” (Fs. p48v). El propio Inca a los almagristas Pedro de Onate y Juan Gémez Malaver: “{Como E. GUILLEN GUILLEN el grande apo de Castilla manda que tomen a mis mujeres y me tengan preso con una cadena al pescuezo y me meen y caguen en la cara?, que Gonzalo Pizarro, her- mano del apo mayor, me tomé mi mujer y me la tiene..”y sefialando nombres, dice que hasta “con una vela eneendida le quemaban las:cejas” (Cusco, 31.111.1539, en Rail Porras B. 1959, p.337). En este punto es importante aclarar, contrariando las afirmaciones almagristas y la de Jas propias autoridades hispanas, que este género de agravios no fue la causa del alzamiento del Inca aunque debi6 probarle 1a maldad de los espafioles. Por dis- tintos y copiosos documentos, se comprueba que los planes de reconquista del Inca fueron anteriores a estas iniquidades. Precisamente, fue apresado a mediados de 1535, por descubrir los Pizarro la conspiracion para echarlos del Peré (Pedro Piza- rr, 1978, eap-XV, p.102; Gémora, 1946, p.287; Zarate, 1947, p.484; Cieza de Leén, Ta.1979, cap.XC, p.411; Herrera, Dee. V,lib.’ VIII, eap.l. p.53; Edmundo Guillén Guillén, 1974, p.126; 1981, pp.61-99). 3° Manko Inka Yupanki, desde el reducto patriota de Vilcabamba, continué la guerra de re- cconquista contra los invasores, mediante la guerra de guerrillas. Confirmando los testimonios peruanos que publicamos y la versién de los docu- mentos espafoles, se constata la lucha permanente del Inca contra los enemigos y Jas etnfas que los apoyaban. Entre otros declarantes, el kuraka Luis Quifio, dice: “Que por se hallar presente este testigo sabe y es piblico y notorio que el tiempo que ol dicho Mango Ynga vivid sus capitanes robaban y asaliaban todos los pueblos... que estaban comarcanos a la dicha provincia de Vileabamba ansimismo a todos los espafioles que pasaban de una parte a otra de Guamanga a el Cusco los robaban y mataban y que este robé luego més allé de la ciudad de Guamanga y Pareos e atin hasta Jauja...” (Fs. 677). El testigo Pedro Tapia, yanakuna de Manko Inka y su hija Kusi Warkay, que: ‘Sabe este testigo que Mango Inga por sus capitanes salié hacer robos y saltos... @ los caminos especialmente Poma Supa e Sanoyto que salieron al valle de Limatambo e levaron a este testigo y doscientas (personas)... con sus mujeres e hijos... a Vilea- bamba” (Fs.961). 4° Sayri Thupa, sali6 de Vilcabamba por presién diplomética del gobierno espafiol y para evi- tar la invasién enemiga a este Gltimo reducto patriota del Perd. Segiin aparece de la crénica oficial de Diego de Fernandez (1963, eap.1V, pp.63-69), el virrey Marqués de Caftete dio plazo de seis meses al gobierno de Vilea- bamba para que Sayri Thupa saliese pacificamente de lo que despectivamente lla- maba “aquella ladronera”. En’ efecto antes del vencimiento de este ultimatum, el auki selié de Vileabamba el 8 de setiembre de 1957. De los hechos posteriores y otros testimonios contrarios surge la duda histérica ¢Sayri Thupa sali6 de Vileabamba como Inca legitimo o simulando este cargo, para evitar la invasion militar de este baluarte Inca? Mientras el gobierno hispano consideré a Sayri Thupa como a Inea legitimo y su salida la tuvo como un triunfo diplomatico, su hermano ‘itu Kusi Yupanki neg6 este hecho, sosteniendo que Sayri Thupa nunea fue Inca porque muerto Manko In- ka, le sucedié “por derecha linea” su otro hermano Thupa Amaro y que dentro de la Jerarquia de Vilcabamba solamente tuvo el cargo de “lugarteniente” para que aten- diese los asuntos de la guerra (Vileabamba, 20, VI. 1559. HC. No. 10, p.84). Confir- mando esta versién, en la Informacién de 15.1.1580, que mand6 hacer el segundo marido de dofia Maria Kusi Warkay, se dice igualmente que Manko Inka se retiré a “Vileabamba con su hijo Topa Amaro que era su subcesor” (RAHC. XIII, p.175; Car- los Daniel Valedrcel. 1948. RL., pp.100-106). En 1567, en la probanza de Carco que LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA (DOCUMENTOS INEDITOS) 25 se hizo para probar el derecho de Titu Kusi Yupanki al gobierno de Vileabamba, insistié en negar el ineasgo de Sayri Thupa (HC. No. 10, p.73) y més claramente en la “Instruccién..” que dicts en 1570, que este auki salié no como Inca sino como per- sona encargada por la Corte de Vileabamba para vivir entre los espanoles (1916. p.101). Para mayor abundamiento Pedro Sarmiento de Gambos, en la Histo- ria Indica de 1572, recogiendo el rumor general dice que Thupa Amaro fue tenido por sucesor de Manko Inka y que era “incapaz” o “uti” (con este vocablo se llama a los que sufren de epilepsia, atin en la actualidad en los valles serranos) (1965. Cap. LXX, p.276). Esta contradiccién explica el interés del capitén Loyola para demostrar testimo- nialmente que Sayri Thupa habria sido legitimo sueesor de Manko Inka, no tanto por la voluntad de su padre, sino por previsién de su abuelo Thupa Inka, por lo que desde nifio fue Hamado Wayna Ynga (Inka mozo) y vivi6 en las residencias de este famoso monarca del Imperio y que por haber sido sefialado para su mayorasgo le correspondian los bienes de Thupa Inka y las tierras que habia ganado a los sacer- dotes del sol en juego del ayllo. Sin embargo, los testigos no son claros, pese a la induceién de las preguntas del interrogatorio al que respondieron sibilinamente, di- ciendo que a la “sazén que murio” Manko inka, le dieron la borla o de manera con- fasa, en abierta contradiccién con el relato de Diego de Fernandez que, en forma indubitable, dice que Sayri Thupa recibi6 la borla en Vilcabamba entre los meses de julio y agosto de 1567 (1963, cap.IV, pp.63-69). Cualquiera que sean los hechos, la verdad es que mAs 0 menos dos afios después de la carta de Titu Kusi Yupanki (1559), que demostraba el fiasco politico del virrey Marqués de Caiiete, el infortunado Sayri Thupa murié trégicamente, segin se dijo, envenenado por Francisco Chillche, un kuraka canari, incondicional servidor de las autoridades espafiolas (Carta de Martin de Pando, Talawara, 7.XI.1567, publicada por Edmundo Guillén Guillén. HC. N° 10, p. 85; Murda dice que lo mataron “con ponzona”, 1962, cap. LXXIV, p.230). 5°, Tributaban al gobierno de Vilcabamba, ademés de los Satis, Capacatis, Manaries y Pilcoso- nes, otras provincias, —cuya identificacién y ubicacién geogrifica se hallan atin en proceso de investigacién. En la segunda “memoria” que Titu Kusi Yupanki entregé al oidor Juan de Ma- tienzo en el puente de Chukichaka (18.VI.1565), aparece una relacién de “provin- cias” que, segiin este Inca, tenian “millones” de habitantes que ocuparfan “dos veces tanta tierra desde Quito a Chile”. Segin este relacién oficial recogida por Guillermo Lohmann (MP., vol XXII, N° 166), eran las siguientes: “La provincia de Auancay y la provincia de Syquiani y la provincia de Chacu- manchay y la provincia de Nigrias y la provineia de Opatari y la provincia de Pau- carmayo y estas estén en la cordillera que va a dar al Mar del Norte y hacia los Chunchos y asimismo la provincia de Pilcozuni que es hacia la parte de Rupa Rupa y la provincia de Guarampay y la provincia de Peati y la provincia de Chirinaua y la provincia de Chiponaua”. Matienzo que cop{é esta relacién (Gobierno del Perd. 1967, cap. XVIIL, p.294) i cluye las provincias de Viteos y Manari, en cuanto a las demas, enmienda los nom- bres de “Syquiani” por “Sicuane” y “Guarampay” por “Guaranipo”, El kuraka Luis Quino (fs.681¥), ampliando el nimero de estas provincias que tri- butaban al gobierno de Vilcabamba, indica las siguientes: “Manari e Momori, Precu- euna, Chiponaua, Ycayampusi, Upatari y Chicomanchay”, todas ellas con “un sin nGmero” de habitantes. Aunque France-Marie Renard de Casevitz (BIFEA, 1981, tomo X, N° 3-4. 1pp.113-140) pone en tela de juicio la relacién de Titu Kusi Yupanki, sin embargo los. alegatos politicos de este Inca sobre las necesidades que entonces tenia no contradi- cen la existencia de estas “provincias” asi fueran pequefias, que debieron antes ha- ber formado parte de las provineias amazénicas del Tawantinsuyo. La ubicacion de 2 §. GUILLEN GUILLEN estas “provincias” seré dificil, porque sus viejas toponimias impuestas por los incas han sido olvidadas o han cambiado con el tiempo, si antes no se confrontan sus eti- mologias como buenos derroteros etnolégicos y se hallan los documentos tan impor- tantes como la visita a los Pilcosones hecha por el R.P. Marcos Garcia y Martin de Pando en 1568, se examinan las probanzas y testimonios de los oficiales y soldados que participaron en la campatia contra Vileabamba en 1572 y de los que persiguie- ron a Thupa Amaro Inka, hasta el rfo Picha, més todavia si no se encuentran las relaciones de Martin Hurtado de Arbieto, de Baltazar Ocampo y de otros que hicie- ron entradas con capitanes incas a la tierra de los Manaries y Pilcosones, cuyos da- tos debon examinarse con mapas seguros del “Cusco Norte”, que a la fecha no exis- ten, Por esta raz6n, estimamos importante el trabajo pionero de Stefano Varese (La Sal de los Cerros, 1973) y el citado de France-Marie Renard de Casevitz. 6° Que las “provincias” que “ganaba el Inca a los sacerdotes det sol”, por el “juego del ay. To”, eran de su libre disposicién, para dejarlas a su hijo o nieto que estimase conveniente. Las referencias de Lorenzé Manko (fs.1035), de Francisco Waman Rimachi (8.950) y Santiago Moyon Thupa (fs.1048) constituyen un nuevo aporte etnohistéri- eo que amplia y confirma los datos de Cristobal de Albornoz y Bernabé Cobo, exami- nados por Tom Zuidema (JSA. Los ayllus y el amaru, 1967, tomo LVL, pp.41-51). En la provincia actual de Lucanas —distrito de Cabana— hasta hace algunos afios atrés se practicaba el juego del ayllo o liwi, ya no como un acto ritual sino ‘como distraccién de los nifios de la localidad, que consistia en lanzar un objeto y atraparlo en el aire con el ayllo de tres ramales. Abreviaturas AGL Archivo General de Indias. BIFEA. Boletin del Instituto Francés de Estudios Andinos, BL. Boletin de Lima. DL Coleccién de Documentos Inéditos... de las antiguas posesiones. CDIHCH. Coleccién de Documentos Inéditos para la Historia de Chile. cpr. Coleccién de Documentos Inéditos del Perd. cDvG. Coleccién de Documentos de don Vicente J. Garefa. CLDRHP. Coleecién de Libros y Documentos Relativos a la Historia del Pera. HC. Historia y Cultura. JSA. Journal de ia Société des Américanistos. RAHC. Revista Archivo Hist6rico del Cusco. RH. Revista Historica. RL. Revista de Letras. RMP. Revista Mercurio Peruano. RRGGIL. Relaciones Geogréficas de Indias. LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA (DOCUMENTOS INEDITOS) 21 EL TEXTO DE LAS DECLARACIONES * ‘Testimonio de Lorenzo Mango (Manko) El dicho Lorenzo Mango indio del pueblo de Surite (1) en el valle de Xaquixaua- na (2) testigo presentado en esta causa e habiendo jurado segtin derecho e siendo Fs,1030v_preguntado dixo lo siguiente! 1. A la primera pregunta dixo que conoce y conocié a los en la pregunta declarados nietos de Guaynacaba e que sabe que Sayre Topa fue hijo de Mango Ynga y que conoce al Fiscal. Fuele preguntado por las preguntas genereles dixo que es de edad de sesenta y ocho afios poco més o menos y que no le tocan las genorales ¢ venza la parte que ‘tuviere justicia. 2. A la segunda pregunta dixo que sabe este testigo que Sayre Topa Mango Capac fue hijo de Mango Ynga Yupangui hijo de Guaynacaua e que sabe que por fin y muerte de Guaynacaba y de Guascar Ynga su hijo legitimo que en aquella sazén entré en estos reynos con el marqués Pizarro y que informéndose a quién venfa de derecho la sucesién deste reyno después de muerto Guascar Ynga dixeron los yngas principales al marqués Pizarro que a Mango Ynga le venta de derecho el sefiorfo y assi el marqués Pizarro siendo informado dello le dio a Mango Ynga la borla en el asiento de Vileaconga (3) y este testigo se la vio dar e venir a esta ciudad con los espaftoles e viniendo en sus andas como sefior y que por darle el contento el mar- qués Pizarro al dicho Mango Ynga quemé e puso fuego a Chalcochima (4) y por ha- bérsele quexado que habia muerto a su hermano Guascar Ynga y de allf vinieron a * El tenor del interrogatorio que figura a fs. 532 de la Coleccion de Documentos de don Vicente Gar- fa y sus seguidores, est integramente publicado por Maria ROSTWOROWSKI DE DIEZ CANSECO en la revista Historia y Cultura, 1970, N° 4, pp.210-259, conforme al cual los testigos indieados evacuaron sus declaraciones. (1) Actual distrito de Anta. Antiguamente se lamaba “Sillabamba” (Cascajal) y después San Nicolés de Zurite (Garzota), de suri, avestruz (Voc. de 1608, p.332), Seguin la descripcién del corregimiento de Aban- cay de Niculoso de Fornee: “Zurite, Garocondor, Anta y Puquiura” formaban parte del “Partido de Chinchay- suyo que era una parcialidad de cuatro partes que el Ynga tenfa para sus guerras” (Marcos JIMENEZ DE. LA ESPADA, RR.GG. IL, tomo I, p.17) (2) En Ia deseripcion de Niculoso de Fornee, el valle se ama “Kexaguana”, porque: “Habia en este valle una piedra que servia de guaca y en ella estaban unos bultos de piedra de animales” que los naturales “les llamaban Xaxaguana’, de donde el yalle tomé su nombre (Marcos JIMENEZ DE LA ESPADA. RR.GG. IL, tomo If, p.27), (@) La mayoria de los testigos de la probensa de 1689 dicen que el encuentro de Manko Inka con los expaioles fue en el “asiento de Vilcacongas” (Willkakunka). Més especifiamente el testigo presencial, Juan DE PANCORBO, en la “cuesta de Vileacanga” (RAHC, XIU, p.163) y TITU KUSL YUPANKI, que su padre el Inca, con sus tropas “llegs hasta Vileaconga donde se encontré eon el Marques” (1916, p.23) ‘La version de los testigos en euanto a Ja presunta entrega de la “borla” al Inca, es errada. Los mismos declarantes, unénimemente dicen que vieron que Manko Inka la recibié en la casa del sol de acuerdo a los ritos y ceremonias tradicionales, Aclarando los hechos, Francisco AUKA MICHO dice: "Que vido este testigo mo el dicho Mango Ynga metié a los espafles en esta ciudad la primera ver que vinieron habiéndo salido de paz el dicho Mango Ynga con su gente de guerra hasta la cuesta de Vileaconga... y los trajo a esta ciudad smparéndolos” de las fuerzas de kiskis, y Mancio Sierra de Legufsamo, que “favorecidos” por el Inka entra- ron a la ciudad del Cusco (RAH. XIII, p.177, donde poco después tamé fa borla 0 maseapaycha y le juraron por sefior del Imperio. (4) Fue quemado vivo por orden de Francisco Pizarro en la plaza del pueblo de Xaxaguana. Lo mata- zon porque Manko Inka —que habia capturado algunos de sus mensajeros-— dijo que ee entendfa con Kiskis, Juan DE PANCORBO dice que los citados mensajeros llevaban: “Ciertas joyas y camisetas y plumas y qui- os que parecia que por ellas entendian como los expasioles entienden por laa cartaa por los colores de la lana ‘que enviaban..” (RAH. XIN, p.163). Segin varios testimonios, este famoso eapitén Inea murié valerosa- tent, sin renegar de sus creencias e invocando a Pachacamac y Wanacaure, 28 E, GUILLEN GUILLEN Fs.1031 esta ciudad dicha y estuvo en ella Mango Ynga / con los espafoles y entonces visto que le aufan dado la borla las provincias le juraron por sefior e Ynga y esto sabe desta pregunta. 3. A las tres preguntas dixo que sabe este testigo que Sayre Topa fue hijo mayor e primogénito de Mango Ynga e que por fin e muerte del dicho su padre en la provin- cia de Vileabamba el dicho Sayre Topa fue jurado por Ynga y sefior por los yndios sehores e principales que habfa en la dicha provincia que en ella servian a Mango ‘Ynga e fue alzado por sefior e Ynga e jurado por tal en la casa del sol ¢ le dieron la borla y le obedecieron aquellas provincias y que un principal por mandado de los capitanes y sefiores traxeron las nuevas dello a esta ciudad diciéndo en c6mo Sayre Topa habfa sucedido en el sefiorfo a Mango Ynga y que estaba jurado por tal y que asi lo habia asi mandado su padre y que este testigo se hallé presente a ello en la dicha provincia de Vileabamba y esto sabe desta pregunta (6). 4, A las quatro preguntas dixo que sabe este testigo que estando en esta ciudad ‘Mango Ynga Yupangui con los espafioles en tiempo de dos afios que alli estuvo en esta ciudad Joan Pizarro y Hernando Pizarro y Gonzalo Pizarro hicieron muchos malos tratamientos al dicho Mango Ynga le hicieron los dichos malos tratamientos Fsl081v diciéndole que les diese plata y oro y que le mostré una / casa para que lo hinchesen y el Ynga lo hinch6 dos o tres veces y porque no queria cumplirlo metie- ron preso en la cércel y estando en ia cércel los dichos espafioles le quitauan las mugeres que le Hebaban de comer para servirse dellas e porque le defendian que no es quitase las mugeres le daban de bofetones al dicho Mango Ynga y le hacian otros malos tratamientos (6) y asi salié de la céreel y estando en consulta con los principales deste reyno en su palacio de Pomacureo trataron con él alzamiento gene- ral (7) por causa de los dichos malos tratamientos y los caciques se quexaban de sus encomenderos de los dichos malos tratamientos y les apremiauan que le diesen oro e plata e criados para su servicio y conforméndose con las provincias el dicho Mango ‘Ynga se salié desta ciudad y se rebel6 contra los dichos espafioles y lo mismo hicie- ron las provincias y le seguieron m4s de cien mil yndios de guerra e cercaron la ciudad e pusieron fuego a las casas principales e como no pudieron tomar la ciudad se retiraron al valle de Tambo con toda la gente y estando en el valle de Tambo fuertes el marqués Pizarro envi6 que saliese de paz (8) y para que se habia alzado y el dicho Mango Ynga le envié decir que por causa de los malos tratamientos de sus, hermanos Gonzalo y Hernando Pizarro y que no se habfa alzado contra el rey sino ¥s.1032 contra los espafioles (9) / y que asi se lo enviaran a decir a su magestad a Espafia (a) su tiempo e nunca quizo salir de paz y este testigo en el mismo tiempo era paje de Mango Ynga y esto sabe desta pregunta. 5. A las cinco preguntas dixo que dice lo que dicho tiene en las preguntas antes desta y lo mismo dice a esta pregunta. (©) Ver nota 30. © Las extorsiones, vejdmenes y escarnios al Inca prisionero por los hermanos Pizarro y sus secuaces, estén copiosa y patéticamente descritos por testigos presenciales, peruanos y espafoles. Dicen: “sofaldaban’” a sus mujeres en su presencia, embriagados le meaban en la cara, le hacian gotear el eebo de las velas en los jos y otros géneros de estulticias perpetrados por los Pizarro y sus secuaces. (1) Ver nota 64. (8) Se trata de una confusion cronoldgica del testigo. Manko Inka permanecié en ol fuerte de Tambo hasta junio de 1537 y Francisco Pizarro regresé al Cusco a mediados de 1538. Se refiere sin dude al propésito del mariscal Almagro —que estaba en Ureos— de unirse con el Inca para ambos conjuntamente ocupar el Cusco, Si se refiere a la gestién de Francisco Pizarro, ésta se hizo a fines de 1539, cuando Manko Inka estaba en Vilcabamba y en represalia al fracaso de su gestién, mandé matar en el valle de Yucay, a la coya Kura Oatt. (@) Esta presuncién corresponde a la tesis almagrista para culpar a los Pizarro del alzamiento del Inca, La verdad histérica es que las iniquidades que le hicieron en prisién fueron nada més que hechos que le probaron la maldad de los extranjeros. Debe recordarse que el prendimiento de Manko Inka se hizo precisa- mente cuando éstos descubrieron sus planes bélicas para echarlos del Pera. LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA (DOCUMENTOS INEDITOS) 29 6. A las seis preguntas dixo que sabe que el dicho Mango Ynga acordéndose de los malos tratamientos que los espafoles le habfan hecho y que estaua desposeido del reyno e sefiorio y no tenia con que se sustentar © por mensajes que los caciques se- ‘fores le enviaron a decir que los dichos Hernando Pizarro y Juan Pizarro y Gonzalo Pizarro aperreauan a los caciques e quemauan algunos vivos que no saliese de paz ni por pienso y que no hiciesen otro tanto con él y que aca fuera le servirian y asi el dicho Mango Ynga nunca quizo salir de paz (10) antes se estuvo en la dicha provin- cia de Vileabamba mandado a los yndios que empesasen a poblar y el dicho Ynga hizo all{ sus casas e moradas en la provincia de Vileabamba (11) e que las quatro provincias todas acudian allf secretamente y le dauan relacién de lo que pasaba y sabida la verdad dello nunca quiso salir defendiéndose de los espatioles que querfan entrar a sacarle y esto sabe desta pregunta. 7. A las siete preguntas dixo que sabe este testigo que en todo el tiempo que vivi6 Mango Ynga sus capitanes e gentes de guerra salfan a robar e salterar los pueblos, destos reinos e hacian muchos daiios en los pueblos de Ongoy y Ocubamba término Fs.1032v de Guamanga y Cotomarca / y Abancay y Limatambo y al valle de Xaquixaguana a saltear y robar y asi robauan y quemaban pueblos de los términos desta ciudad e aunque los espaiioles le salfan a defender no heran parte para ello e se tornaban a entrar y esto sabe desta pregunta (12) 8. A las ocho preguntas dixo que sabe este testigo que después de muerto el dicho Mango Ynga le sucedié en el sehorio como tiene declarado el dicho Sayre Topa e continué los dichos robos e asaltos como lo hizo en el valle de Marcaguaci y que de allf levaron negros y espafioles y robé alli una requa de ropa e més de quinientos pacos en el camino real y salié al valle de Tambo y destruyé Amaybamba e hizo otros asaltos y esto sabe desta pregunta (13). 9. A las nueve preguntas dixo que sabe este testigo que vinieron mensajeros de la ciudad de los Reyes a esta ciudad los corregidores y justicias por mandado de los virreyes y gobernadores para que desta ciudad ynviasen mensajeros al Ynga y para ello ynviaron presentes rogéndole que saliese de paz y que le volverian su sefiorio y le darfan rentas y el Mango Ynga les dixo que no quer‘a salir ni que le matasen los espafioles y que esto sabe desta pregunta. 10, A las diez preguntas dixo que dice lo dicho tiene e que lo dems no sabe. 12, A las doce preguntas dixo que sabe este testigo quel marqués de Caiete escribié a dofia Beatriz Mango Capac (14) coya que ynviase a rogar a Sayre Topa para que saliese de paz y que le daria renta e repartimiento de yndios para que se pudiese (10) Las quemas, torturas y aperreamientos de los peruanos, estén certificados por las mismas fuentes, espafiolas. Por ejemplo, José A. DEL BUSTO recuerda el aperreamiento del hijo del kuraka de Bambamarca (1963, p.65) y CIEZA DE LEON, de como un espaol alimentaba a sus perros con carne humana (1947, Cap. ‘CXIX) como la quema de curacas (CDIHCH.V., 967) Luis DE MORALES (RAHC. II, p.243). (1 TITU KUSI YUPANKI dice: “Hizo hacer mi padre una casa para dormir, porque las que antigua- mente habia eran de mis abuelos Pachakuti Inka Yupanki, Thupa Inka y Wayna Qhapaq” (1916, p.82). (12) Ver nota 49. (18) Ver nota 50, (14) Hija de Wayna Qhapag en Rawa Ogllo (madre de Waskar Inka); en los aftos cruciales de la inva- sin espaiola, por aquellos azares de la guerra, devino en amante del soldado Mancio Sierra de Leguisamo, del que tuvo un hijo: Juan Sierra de Leguisamo. En los primeros afios de la guerra de reconquista Inca, profirié servir a la causa de los enemigos, delatando los planes patriotas (Testimonios de Juan DE PANCOR- BO y Bernabé PICON. AGI. Lima,205). ‘Segiin la probanza de su hijo Juan Sierra DE LEGUISAMO (AGI. Lima, 205), nacié en Surampalli en el asiento de Tumipampa y tuvo como ayo “Cari Apasa”, sefior principal de “Rupaca”. En cuanto a su nom- bre, no hay uniformidad. Su hijo la Nama “Beatriz Yupangui”; MURUA: “Beatriz Quespi Quipi” (1962, cap, LXXIV, p.229); Bernabé COBO: “Beatriz Quispiquipi” (1964, lib.XIl,cap.XXI,p.104); GARCILASO DE LA ‘VEGA: “Beatriz Coya” (Lib.VIlL,cap. VIlL,p.140) y de manera general las erénicas con algunos documentos: jeatriz Manco Capac”. En su vida azarosa, cas6 con Martin de Bustinza y después con Diego de Fernéndez (Ella DUNBAR TEMPLE. RH. XVILp.144). 30 B. GUILLEN GUILLEN Fs.1033 sustentar él y sus criados y asi la / dicha dofia Beatriz ynvié a mandar a Juan Sierra (15) que fuese a Vileabamba a tratar con el dicho Sayre Topa para que salie- se de paz y que fue a ello y que traté con el dicho Ynga que saliese conténdole las mercedes que el marqués de Cafiete le habfa de hacer y que oyé decir o6mo el Ynga decfa que tenia esperanza de volver si le daban bastantemente de comer y la dicha dofia Beatriz se holgé dello y esto sabe desta pregunta. 13. A las trece preguntas dixo que dice lo que dicho tiene e que lo demas no sabe. 14. A las catorce preguntas dixo que no la sabe més de que lo oy6 decir este testigo personas que no tiene noticias. 15, A las quince preguntas dixo que no sabe més que lo que dicho tiene. 16, A las diez y seis preguntas dixo oy6 decir en esta ciudad que él Ynga Sayre Topa habfa enviado embaxadores al marqués de Cafiete pero que no lo vio y esto dice des- ta pregunta, 17. A las diez y siete preguntas dixo que sabe que al tiempo que se encomendaron los yndios de Guaylas Caquexaguana y Yucay Quepa e Pucara dicho Sayre Topa Ynga rentaban més de veinte mil pesos los quales pagauan en tributos de todas suertes de la tasa y que sabe que los dichos yndios el marqués se los dio a Sayre ‘Topa perpetuos y esto sabe desta pregunta. 18. A las diez y ocho preguntas dixo que sabe este testigo quel dicho Sayre Topa salié de la provincia de Vileabamba con su muger e capitanes e quatrocientos yndios Fs.1083v / de guardia y que este testigo fue a ver con el dicho Ynga a Pincos (16) y de alli sabe e vio que fue a la ciudad de los Reyes con Joan Sierra de Leguisamo e frailes que fueron con el a ver al marqués de Cafiete y esto sabe desta pregunta e que no sabe lo que pasé en Lima con el marqués. 19. A las diez y nueve preguntas dixo que el testigo sabe que entendiendo el dicho Sayre Topa que se cumpliria con él lo tratado e concertado por el dicho marqués para él y sus herederos y descendientes dexo en la provincia de Vilcabamba todas sus haciendas e yndios ¢ rentas e tributos e Andes Pilcosones e Manaries y otras provincias y en tiempo y entiende que serian més de veinte mil yndios y que al tiempo que salié los capitanes e gente que con él estaba Iloraron todos por verle sa- lir e los dexo e se vino e nunca més volvié a la dicha provincia de Vileabamba y que esto sabe desta pregunta. Preguntas aftadidas 1. A la primera pregunta afiadida dixo que dice lo que dicho tiene en la primera pregunta desta su declaracién e tiene noticia del mayorasgo de Topa Ynga Yupan- gui que fund6 y esto sabe desta pregunta. 2, A la segunda pregunta dixo que sabe este testigo y es pblico y notorio en todo el reyno que los yngas tenfan de costumbre de hacer sus asientos en diversas partes e lugares apartsdos los unos de los otros para que diesen memoria dellos y en los di- chos asientos tenfan sus asientos eriados e mugeres e arboledas e tierras e chacras, de maiz como fue Viracocha Ynga que hizo su asiento en Caquiaxasaguana e Pau- Fs.1034 cartica y Pachacuti Ynga Yupangui en Pissa / e Tambo e Topa Ynga Yupangui hizo su asiento en el valle de Chinchero e Urcos e Xaquixaguana e Surite e su hijo (15) Hijo de doa “Beatriz Yupangui” y del soldado Mancio Sierra de Leguisamo, Segiin la probanza ‘que mand6 hacer el 12 de febrero de 1559, jacténdose de su colaboracionismo dice que con “muchas persua- ciones y maiias” conveneié a Sayri Thupa para que saliera de Vileabamba en 1557, solicitando por este servi- cio le dieran los tributarios del licenciado de la Gama que “rentaban siote mil pesos” y los de a encomienda de Juan de Saavedra (AGI.Lima,205). (18) Con este nombre hay dos localidades: uno en el distrito de Huancarama y otro, para determinar una aldea de la provincia de Gangallo (STIGLICH, 1922), LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA (DOCUMENTOS INEDITOS) a1 Guaynacaba en el valle de Yucay ¢ Quispeguanca y Guascar Ynga su hijo en el va- Me de Moyna e Guascar ¢ Calea e Coleampata y esto lo sabe este testigo porque ha visto los dichos edificios de los dichos yngas e sus criados que vivian e moraban en ellos y esto sabe desta pregunta. 3. De las tres preguntas dixo que sabe este testigo que Guascar Ynga fue hijo primo- génito de Guaynacaba y le sucedi6 en su seftorfo por ser su hijo legitimo como dicho tiene habido en su hermana Mama Ocllo (17) y que sabe este testigo que reyno Guasear Ynga después de muerto Guaynacapa siete afios hasta que Atagualpa su hermano bastardo se alz6 y rebel6 contra él en la provincia de Quito (18) contra su hermano que le hizo prender e matar y que sabe este testigo quel dicho Atagualpa nunca fue su heredero del reino ni fue jurado ni conocido por tal ni tuvo casa ni heredades ni asiento en esta ciudad sino que se alzé en Ia provincia de Quito contra su hermano y nunea goberné ni vino a esta dicha ciudad donde hera el asiento de los yngas e que esto sabe desta pregunta, 4. A las quatro preguntas afiadidas dixo que este testigo sabe que el dicho Mango Ynga fue hijo de Guaynacaba mayor (19) después de la muerte de Guascar e sabe que antes que muriese Guascar su hermano vivia en las casas de su padre llamadas Fs.1034v de Cazanas (20) en esta ciudad y en el valle de Quispeguanca / y le servian los ya- naconas y criados de su padre e sustentaba ol apellido de su padre de Tomebam- ba (21) y esto lo sabe porque lo vio este testigo y lo hizo as{ hasta que en este reino no entraron los espafioles y esto dice a esta pregunta. 5. A las cinco preguntas dixo que dice lo que dicho tiene en la pregunta antes desta y en las de su declaracién y que sabe que asi lo que la pregunta declara e que vio que los yndios de las provincias juraron por Ynga e sefior a Mango Ynga en esta ciudad estando presente diez. hermanos que tenia que lo consintieron ¢ aprobaron en especial que al tiempo que fue muerto Guascar Ynga le nombrarén por su sucesor y esto sabe desta pregunta, 6. A las seis preguntas dixo que dice lo que dicho tiene en esta su declaracién ¢ lo mismo dice a esta pregunta e que sabe que por causa de los dichos malos tratamien- tos que los espafioles hicieron al dicho Mango Ynga se rebel6 y alz6 e que sino le hicieran que no se rebelara ni alzara contra el servicio de su magestad y esto sabe desta pregunta (22). (17) Bs error del testigo; 1a madre de Waskar Inka, segdin numerosos documentos confiables so lamé “Rawa Ogllo”, que murié trégicamente con su hijo, camino a Cajamarca. (18) Bate eélculo es discutible, Segrin numerosos testigos, que aparecen en las famosas “Informaciones” que mandé hacer el virrey Toledo (Cusco, 13-18.111.1571), Wayna Qhapaq, habria muerto entre 6 a 7 atios antes de la invasion espafola del Perd. Atao Wallpa dijo a los espafoles que: “él y su hermano el Cuzco estuvieron en paz siete afios” (JEREZ. 1968,p.235). Otros testimonios, que Atao Wallpa se alz6 contra Waskar Inka, probablemente en 1529 (Edmundo GUILLEN GUILLEN. 1980, tomo Il,p.107). (29) Se trata de un evidente error testimonial, inducido por la pregunte. Manko Inka Yupanki debis nnacer en 1515. Alonso HENRIQUEZ DE GUZMAN, que lo conocié personalmente, dice que en 1535 era: “Manecebo de veinte aos de edad poco més o menos” (160,p 150) (20) Hiabia sido de Pachakuti Inka Yupanki (Diego ESQUIVEL, 198,111). Bn 1584, la ocupé Francisco Pizarro, GARCILASO DE LA VEGA rofiere quo esté frente a la residencia de Amarucancha. (Libro prime- ro de Cablldos de In cludac det Cazeo. 1965, Raul RIVERA CERNA; GARCILASO DE LA VEGA. Li ap X,261 (21) Pedro SARMIENTO DE GAMBOA (1965, cap-LXIL265), dice que Wayna Qhapaa: “Dej6 su linaje o ayllo Tumibamba Ayllo”. En 1572, eran sus “cabezas’, Diego Viracocha Ynga, Gareia Ynguill Topa y Gon- zalo Sayre y que los “hijos de Paullti Inka, se allegaban” a este ayllo. (22) Las iniquidades al Inca prisionero no fueron las causas de su alzamiento; estos hechos probaron nada més que la codicia y maldad de los invasores. Numerosos testimonios prueban que el Inca tomé la reso- Jucién de echarlos del Pera antes y que el conocimiento de sus planes por los espafoles determinaron su prendimiento (Pedro PIZARRO. 1978, cap XV, p.102; ZARATTE. 1947, 484; CIEZA DE LEON. 1979. Illa. cap, XC, pit; Antonio DE HERRERA. Dec.V, lib. VIULcap.Lp.53; Edmundo GUILLEN GUILLEN. 1974, p.126; 1980, Il,p-144; 1981. p.61-99). 32 E. GUILLEN GUILLEN 7. A las sieto preguntas dixo que sabe este testigo que los dichos Hernando y Gonza- Jo Pizarro y los demés espafoles que estaban en esta ciudad quitaron al dicho Man- go Ynga como tiene declarado sus mugeres e servicio ¢ casas e le mandaron demas del tesoro que les habfa juntado que cada una semana le diesen cinco cargas de oro Fs.1035 _e cinco de plata como lo tione dicho por lo qual sabe este testigo que no / pudiendo sufrirle se rebel6 e que el tesoro fue tanto el que Hevaron desta ciudad a la de los Reyes que yban los yndios atados con colleras y los primeros yban una legua desta ciudad y los dems no habfan salido todos cargados del tesoro e fueron tres deudos del dicho Mango Ynga con el que fueron Cayo Topa e Augui Atao e Moyon Topa y estos fueron con el tesoro hasta Ia ciudad de los Reyes e muchos principales de las provincias y que fueron con ellos y que lo demas de la pregunta que no sabe este testigo mas de lo que dicho tiene y esto sabe desta pregunta (23). 8. A las ocho preguntas dixo que dice lo que dicho tiene e que como tiene declarado ‘Mango Ynga porque no podia cumplir con lo que se le pedia se alzé e rebelé e sino se le hicieran los dichos malos tratamientos sabe que no se alzara ni rebelara como lo tiene declarado este testigo y esto sabe desta pregunta. 9. A las nueve preguntas dixo que dice lo que dicho tiene en las preguntas desta su declaracién e que sabe que al tiempo que Mango Ynga salié desta ciudad alzado por los dichos malos tratamientos y se fue al vaile de Tambo dex6 el reino y sus hacien- das tierras y heredades e minas ¢ ganados y demas bienes que tenia en este reino y al tiempo que se fue mand6 poner fuego a las casas desta ciudad y del valle de Yu- cay y Quispeguanca y Tambo y Xaquixaguana y esto porque dello no se aprovecha- Fs.1035v sen los espafioles y las / heredades y haciendas que dexé las tienen muchos espafio- les ¢ caciques y las poseen el dia de hoy y esto sabe desta pregunta (24). 10, A las diez preguntas dijo que dice lo que dicho tiene que sabe que es asf lo que la pregunta declara y que después de muerto Mango Ynga sabe que en la provincia de Vilcabamba (25) fue jurado por su hijo mayor e sucesor a Sayre Topa y esto es cosa piblica ¢ notoria y que sucedié a Mango Ynga en todos sus bienes e haciendas e le viene de derecho (26) el sefiorfo de todo y esto sabe desta pregunta. 11. A las once preguntas dixo que sabe este testigo que antes quel dicho Mango Yn- ga se alzase vio criar a Sayre Topa Ynga su hijo en las casas reales de Topa Ynga ‘Yupangui en el valle de Chinchero y en esta ciudad y se Hamaua Guayna Ynga (27) {y que oy6 decir que lo criaba allf porque habia de suceder en los yndios e mayorasgo (23) El testigo Luis QUINO (fs.674) afiade a esta relacién los nombres de Jos siguientes “capitanes e parientes cereanos del Ynga"; “Guari Tito, Aoqui Gualpa, Pusucto (?), Anda Allea” a los cuales dice que Her- nando Pizarro los mandé matar “en Puerto Piejo”. Segin la pregunta (VII, afiadida), el unico que volvié fue “Topa Rimachi”. Segiin el autor ANONIMO del sitio del Cusco, Hernando Pizarro dejé esta ciudad para irse 1a Espatia, los primeros dias de abril de 1539 (1934, p.193), (24) Segan el ANONIMO de 1539 (1934, p.7), el Inca so evadi6 del Cusco el 18 de abril de 1636 ¢ inmediatamente después del juramento de Calea, puso coreo a esta ciudad los primeros dias de mayo de este aio. La destruccién de las residencias citadas por este testigo y otros, debié ocurrir probablemente antes de la retirada al valle de Amaybamba, que se iniei6 en junio de 1537. (25) Manko Inka Yupanki, victima de una sérdida conspiracién pizarrista, fue asesinado (1645) por un grupo de espafiolos que tenfa en'su Corte. A su infortunada muerte quedaron 5 hijos menores de edad: Titu Kusi Yupanki, Thupa Amaro, Sairi Thupa, Qhapaq Yupanki y Thupa Wallpa, por lo que Atao Supa ocup6 la regencia del gobierno peruano de Vileabamba (LEVILLIER. 1935, tomo 1,305; Edmundo GUILLEN GUI- LLEN. 1978,pp.48-93). (26) Se trata de una respuesta inducida, por el interés de la pregunta. Por distintas fuentes es discuti- ble que Sayri Thupa fuera el mayor de los hijos de Manko Inka, més todavia que fuera su legitimo sucesor. Igualmente, por la induccién de la respuesta, hay contradiccién con la versién del cronista Diego DE FER- NANDEZ, que afirma que Sairi Thupa tomé presuntamente la borla 0 maseapaycha en 1557 (1983, p.76). (27) De esta declaracién se desprende que Sayri Thupa debi6 nacer a comienzos de 1535 o antes, por- que el Inca fue alevosamente apresado por los Pizarro, a mediados de 1535, LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA (DOCUMENTOS INEDITOS) 33 de Topa Ynga Yupangui que habia ganado al sol e que heran los yndios de Parina- cochas Caraca Guanca e Guanca e Asillo e Azéngaro Nufioa e Ururo Quipa que he- ran yndios que no heran del sefiorio ni nimero de los yngas sino apartados dél y del sefiorio de los yngas por ser yndios que Topa Ynga habfa ganado al juego del_ayllo al sol y Io dexaba al hijo y nicto que mas queria en lo qual habia de suceder (28) el dicho Sayre Topa y esto es cosa piblica y notoria que lo saben y esto diee a esta pregunta. 12. A las doce preguntas dixo que dice lo que dicho tiene e que sabe que es asi lo Fs.1036 que la pre / gunta declara por lo que tiene declarado este testigo y esto sabe desta pregunta. 13. A las trece preguntas dixo que sabe que la dicha dofia Beatriz coya es hija de don Diego Sayre Topa y de dofia Maria Cusiguarcay y su muger legitima e hermana yy por tal de legitimo matrimonio segin ordenanzas de la Santa Madre Iglesia auida y tenida y comunmente reputada e como tal su hija mayor legitima sabe este testigo ‘que sucedi6 al dicho don Diego Sayre Topa en todos sus bienes e haciendas y en los yndios e mayorasgo que le dio el marqués de Cafiete e lo posee oy dia y goza de los ‘ributos dellos y que el dicho Sayre Topa no dexo otro hijo alguno ni hija legitima sino es la dicha dofia Beatriz coya muger del capitan Loyola y esto sabe desta pre- gunta. A la altima pregunta dixo que dice lo que dicho tiene en las preguntas desta su declaracién y en ello se afirmé e ratificé por el juramento que hizo e no firmé por no saber Bartolomé de Porras —ante mi Antonio Sanchez escribano publico. O% oF Testimonio de Diego Yucraticona (Yugra Tikona) El dicho Diego Yucraticona yndio de la parroquia de Belen testigo presentado en esta causa y habiendo jurado segtin derecho y socargo del preguntado dijo lo si- guiente: 1. A la primera pregunta dijo que conoce e conoci6 a los en la pregunta contenidos Fs.964v —ecepto a Guaynacaua e al fiseal que no conoce /. Fuele preguntado por las preguntas generales dijo que es de edad de cincuenta y quatro afios e que no es pariente ni enemigo de las partes e que no le tocan las generales de ley. 2. A la segunda pregunta dijo que lo que de ella sabe este testigo es que este testigo sabe que Sayre Topa Mango Capac Ynga Yupangui padre de dona Beatriz coya mujer del capitén Loyola es hijo de Mango Ynga Yupangui que por fin e muerte Guascar Ynga (29) hijo legitimo de Guaynacaua en rito de los incas le sucedié en el sefiorfo y el marqués Pizarro juntamente con los yngas e yndios e caciques principa- les de las quatro provincias Ie dio la borla de tal sefior al dicho Mango Ynga e sabe que el dicho Sayre Tope hijo de Mango Ynga e nieto de Guaynacaua sefor que fue destos reynos e como tal Ynga trajo las ynsignias de yngas y sefior que hera la borla que solfan traer los yngas sefiores destos reynos y esto sabe desta pregunta. (28) Testimonios de Felipe QUIRQUE (fs.1029) y de Francisco WAMAN RIMACHI (fs.950) (29) Bl testigo presencial Juan DE PANCORBO, después de relatar la entrada triunfal de Manko Inka al Cusco con los espatiles, dice que: “Dos o tres dias, Ie alzaron por Ynga y le dieron a borlay le juraron los sefiores orejones que al presente habia y los demés principales" (RAHC.XIII,164), SANCHO DE LA 102, adobando presuntuosamente este suceso, refiere que: “El dia siguiente el Gobernador hizo sefior a aquel hijo de Guainacaba por ser joven prudente y vivo y el principal de cuantos habia alli aquel tiempo y a quien (como queda dicho) venia de derecho aquella saioria.” (1968;p.512). De esta jactancia, se generaliz6 el error «que Franciseo Pizarro “habia dado le boria” al Inca, como si fuera entonces duetio del Imperio, siendo ass, como dice Rail PORRAS, nada més que un “magnifico aliado”. a4 E, GUILLEN GUILLEN 3. A las tres preguntas dijo que dice lo que dicho tiene en la pregunta antes desta e Fs.965 lo mismo dice a esta pregunta e que demés de lo que dicho tiene / e sabe este testigo como yanacona que fue de Mango Ynga en su vida nombré a Sayre Topa por su sucesor e hijo primogénito que dexo en la provincia de Vileabamba a los sefiores € caciques de las quatro provincias que tenfan consigo a los quales junt6 para ello y les dixo que Sayre Topa su hijo le aufa de suceder en su reyno y estado e sefiorio e que a él auian de darle la borla y ansi el dicho Mango Ynga en la Casa del Sol que tenia en la dicha provincia le dio al dicho Sayre Topa la borla de Ynga y sefior y desde entonces quedé seftalado por sucesor del dicho Mango Ynga y le sucedi6 des- pués de su muerte en su estado y seftorio y esto sabe como lo tiene declarado por auer servido este testigo yanacona e criado de Mango Ynga padre de Sayre Topa y esto sabe a esta pregunta (30). 4. A las quatro preguntas dixo que dice lo que dicho tiene e que sabe este testigo e lo vio que los espafioles después quel dicho Mango Ynga en esta ciudad dio la obe- diencia a su magestad y que estando en esta ciudad quieto e pacifico en servicio de su magestad y gobernando las quatro provincias los espafioles le prendieron en esta Fol.965v ciudad al dicho Mango Ynga y le metieron preso en las casas de Coracora (31) / don- de teniéndole preso le pedia que le diese mucho oro e plata y ansi estando preso el dicho Mango Ynga se le quexauan sus gobernadores e capitanes ¢ caciques de las quatro provincias diciéndole que los espafioles les hacfan muchos malos tratamien- tos e agravios e quitarles sus mujeres hermanas e hijas ¢ asimesmo les maltratauan sus personas y que de verlo preso estauan tristes e ymaginativos en ver preso a su setior y a ellos maltratados y le dixeron Ynga determinemosnos de salir de aqui vamos y asi Vila Oma sacerdote le dijo que se alzacen y rebelasen y no sufriesen tantos agravios y asf se determinaron de alzar e ir luego desde a pocos dias se salié desta dicha ciudad el dicho Mango Ynga y con él casi la mayor parte de la gente de Jas quatro provincias © Vila Oma se qued6 en esta ciudad y el dicho Ynga se fue hacia Calea (82) y de alli a Tambo y de allf se fue a Vileabamba (33) ¢ Vila Oma se qued6 en esta ciudad y el dicho Ynga se metié en Vilcabamba con mucha gente de yndios que fueron con él y este testigo fue con su padre que hera yanacona de Man- go Ynga y asi el marqués Pizarro que le au‘a dado la borla y sefiorfo en nombre de Fol.966 su magestad visto quel dicho Ynga se au‘a metido en Vileabamba / le envié muchos mensajeros en que le decfa que para que se aufa retraido a la montafia pues que saufa que le queria como a hijo e le respetaua como a ynga que se viniese e que si algdn agravio le ausan hecho sus soldados que lo remediaria y asi el dicho Mango (30) So trata sin duda de un confuso recuerdo de! declarante con otra coremonia Inca, pues segiin el eronista Diogo DE FERNANDEZ (1963,p.76), Sayri Thupa presuntamente habria recibido la borla en la ciu- dad de Vileabamba antes de octubre de 1557. (31) Segin MURUA (1962,cap. LXV,p.193), fue residencia de Thupa Inka y posteriormente usurpada por Gonzalo Pizarro. (82) Vila Oma —sumo sacerdote del sol llog6 al Cusco a fines de febrero o comienzos de marzo de 1536. Confirmando esta declaracién —segtin MURUA— Vila Oma y Anta Allca dijeron al Inca: "Mira sefior, que mejor es que nos defendamos y muramos por ello, que no hemes de estar toda la vida en tanta sujecién y miseria, tratados como a los negros de los espafioles y aun con més aspereza, y ansi aleémonos de una ver y ‘muramos por nuestra libertad y por nuestros hijos y mujeres..” (1962,cap. LXVI.p.196), Como se sabe, el Inea en abril se evadié del Cusco y después de tomar el célebre juramento de Calea, puso cerco a esta ciudad los primeros dias de mayo de 1536, (83) La retirada del Inca se inicié on junio de 1597, miontras que el mariscal Almagro y el mariseal Alonso de Alvarado se aprestaban a dar batalla en Abancay, le que se produjo el 12 de julio de este afo, con l triunfo almagrista, El Inca se retiré al valle de Amaybamba con el resto de sus tropas, que segiin Fray ANTONIO (1920,p.42) y Antonio Batista SALAZAR (CDILVIII, p.263) correspondian a un efectivo de 60.000 hombres; Jos testigos en Ia probanza mandada hacer por Loyola (1589), dicen 20.000 més o menos y Jerénimo BENZO- NI, unos 25.000 guerreros (1967,p.16). LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA (DOCUMENTOS INEDITOS) 36 Ynga le respondié que no se habfa retirado sino que se aula ido a holgar y pa- sear (34) y esto sabe desta pregunta. que dice lo que dicho tiene e lo mesmo dice en esta 5. A las cinco preguntas di pregunta. 6. A las seis preguntas dijo que sabe este testigo porque lo oy6 decir al dicho Mango ‘Ynga que dixo a sus capitanes e gobernadores que con 6! aufan entrado les dixo que tenfan mucha gente naturales de la provincia que con él aufan entrado e muchos yndios andes e que aufan acordado que sustentasen quedos en la provincia que en algin tiempo se aufa de salir a sus yndios y a su reyno porque no desmayasen y desesperasen visto que su sefior no estaua en el reyno e los espafioles no les hiciesen mayores agravios e no hubiese algin alboroto de alguna cosa y esto decian muchas veces y asf con esta esperanza se quedé en la dicha provincia gobernando y esto dice Fs.966v a esta pregunta que demés de lo que dicho tiene / Diego Mendez un capitan de espa- oles que entré despues a la dicha provincia con cinco soldados e cinco caballos (35) Ie aconsejé que no saliese con el qual cominicaua muy amenudo y ansi no salié de la dicha provincia y esto sabe desta pregunta. 7. A la siete preguntas dixo que lo que della sabe este testigo es que sabe e vio que estando en la provincia de Vileabamba el dicho Mango Ynge sus capitanes le decfan que querfan salir a robar al reyno del Pird y buscar plata e otras cosas y llevar yndios y asi salfan sus capitanes hacia Guamanga a los pueblos de Cotomarea y a otras partes y este testigo fue con ellos algunas veces y asi al tiempo que Negauan a algunos pueblos preguntauan a algunos yndios si querian yr al Ynga e los que de- cfan que si los Hevauan consigo y los que se defendian los matauan si podian y esto sabe desta pregunta (36). 8. A las ocho preguntas dixo que lo que dicho tione es la verdad e lo mesmo dice a esta pregunta e que demas de lo que dicho tiene en tiempo de Sayre Topa después de muerto Mango Ynga continuauan los capitanes de Sayre Topa los robos ¢ asaltos Fs967 que sus padres aufan hecho / y este testigo salié con ellos a Marcaguasi donde mata- ron a dos negros y Tlevaron cinco cautivos y cinco yndios presos con sus hijos e muje- res e haciendas asimesmo a un espafiol robaron muchos ganados de pacos que traya un hombre a esta ciudad (37) y esto sabe desta pregunta, 9. A las nueve preguntas dixo que sabe este testigo e vio quel marqués de Cafiete visorrey que fue destos reynos escribié muchas cartas a Sayre Topa diciéndole que se saliese de paz e le ofrecia que todas las tierras que aufan sido de su abuelo padre e pasados se las volverfa a dar si saliese de paz e diese la obediencia a su magestad y asimesmo le decfa el Ynga a sus capitanes yndios esto que nos enviaua decir él por los saltos y robos que hacemos e miedo de los caminantes e que entendia salir de (84) Sin duda se refiere a las negociaciones de Francisco Pizarro a fines de 1539 para que el Inca depu- siera las armas. Considerando Manko Inka que se trataba de un ardid mds del jefe hispano, rechaz6 la pro- puesta y éste, en inicua represalia, mand6 torturar y matar a su esposa, la caya Kura Ogllo, que habia sido apresada a mediados de julio de este aio en la batalla de Hatun Pukara. (35) Efectivamente, Diego Mendez fue uno de los asesinos del Inca, que segtin las investigaciones de Raul PORRAS actué por acuerdo con los pizarristas (Rail PORRAS.'Crénicas perdidas. Documenta, 1950-51,p.221). Diego RODRIGUEZ DE FIGUEROA dice que vio su cabeza tendida al sol juntamente con la de seis asesinos del Inca, en el pueblo de Vitcos, en su camino al pueblo Pampakona, en mayo de 1565. (36) Testimonios de Luis QUINO (fs.677¥), Diego TITO WALLPA (fs.694), Pedro TAPIA (3.951), Mar- tin CHULLOS (f1.956) ete, Los deméa testigos, de vista o de ofdas, eonfirman las guerrillas ineas. (Libro de Cabildo de Guamanga. 1966,p.71,78; provisién de Francisco PIZARRO. Lima. 1916,p.116). (87) Estas incursiones guerrilleras de Sayri Thupa confimarfan que era el “lugarteniente” de Thupa Amaro, para que dirigiera a los hombres de guerra (Carta de TITU KUSI_YUPANKI. Vilcabamba, 20.V.1859). Los testigos de la probanza de 1589, casi sin excepeién, afirman que Sayri Thupa dirigié accio- nes guerrilleras contra los espatioles, particularmente en Limatambo y Marcahuasi. 36 E_ GUILLEN GUILLEN paz siendo verdad lo que el marqués le decia y pues le perdonaua los robos e asaltos y dafios que aufa hecho (38) y esto sabe desta pregunta. 10. A las diez preguntas dixo que dice Io que dicho tiene en las preguntas antes desta su declaracién y que de quien més noticia tenia hera del marqués de Cafete Fs.967v el qual le embiaua juntamente con la carta muchos / presentes y tasas de vidrio e piezas de tereiopelo y sodas y esto sabe desta pregunta. 11. A las once preguntas dijo lo que dicho tiene e que demas de lo que dicho tiene dixo este testigo que lo yo decir quel marqués de Cafete como dicho tiene auia es- cripto cartas al dicho Sayre Topa e que aufa escripto a dofa Beatriz. coya tia de Say- re Topa para que sacara a su sobrino de la provincia de Vileabamba y este testigo vio en Vileabamba muchos yndios del pueblo de Urcos de la encomienda de la dicha dora Beatriz y en Vilcabamba y que yban con cartas e presentes y que le enviaua la dicha dona Beatriz en que le decfa en las cartas que saliese de paz e que ansi decia en ellas las cosas que el marqués ofrecia al dicho Sayre Topa y en las cartas veria lo que el marqués le ofrecia dar si saliese de paz e que ella tenia de cierto que se lo daria e no habria falta que en todo caso se dispusiese salir y esto sabe desta pregun- ta (39). 12. A las doce preguntas dixo que sabe oste testigo que la dicha dofia Beatriz coya tia de Sayre Topa envié al dicho Joan Sierra de Legufsamo a Vileabamba a tratar ‘con el dicho Sayre ‘Topa su salida y le Ilevé las cartas del marqués de Carete y oé- Fs.968 ula ¢ trato con el dicho Sayre Topa el dicho Joan Sierra / de Leguisamo que saliese de paz e quel marqués le daria muchos criados e tierras e rentas y ansi lo dixo Say- re Topa que lo fuese el anotar con el marqués de Cafete si hera verdad aquello que le prometia e que para ello certificarse dello fue en persona con tres capitanes suyos que le daria e asf nombré para ello a Curi Paucar e Suti y a Yaure sus capita- nes (40) y con ellos cineuenta yndios con el dicho Joan Sierra de Leguisamo e fueron (88) Confirmando esta opinién, TITU KUSI YUPANKI dice: “Todas estas paces entiendo yo que procu- os espafioles por una de tres vias: 0 por entender que yo andaba dando saltos en sus tierras y trayén- mucha gente de los naturales: o porque el Rey se lo mandaba, por lo que le dictaba la conciencia acerca de Io que de mi padre posee, o, por ventura, serfa por quererme tener allé consigo en su tierra para certifi- carse que no les hacfa més mal como estuviese allé, porque como yo no estaba industriade en cosas de la fe, no sospechaba que fuese principal causa, como ahora sospecho el quererme hacerme cristiano, Pero ahora, después que los padres me lo dicen, aleanzo que fue una de las causas dichas y més principal aquella”. Esta breve lectura demuestra que la Corte de Vileabamba se daba cuenta de las maniobras politicas y de los obje- tivos de la negociacién diplomética del virrey Marqués de Cafete, de aqui la habilidad del gobierno Inca para enredar al funcionario hispano on su propia red y que explicarfa Ia salida de Sayri Thupa como ardid polio, para evitar el ultimatum de los gis meses para que el Inca saliora del reduc poruano do Vilea- bamba. Como se constataré después, ni politica ni militarmente la salida de Sayri Thupa cambi la aetituc siempre altiva de Vileabamba. m= and < (89) Pedro TAPIA, yanakuna de Sayri Thupa (f.951v), dice que uno do los primeros emisarios de dofia Beatriz Yupanki a Vileabamba fue un tio de los ineas llamado Tarisea. Diego DE FERNANDEZ (1963, cap 1V.p.76) dice: “Habiendo pues Tarisca (que ast se Hamaba el indio que envié dofia Beatriz) hecho su em- Salada, fue aurdao por el conaelo de Ios capitanes, que aquel principal y ws nds ae quedazon all, y que su parte fuese otro principal (llamado Cusi), con otros cuatro indios a la ciudad del Cusco a trata sobre tite negocio para infrmarte bien de la dota Beats de lo que pasnba, y entender ello pareca haber cautela, Y diéronle comisién para que, entendiendo no haber engaio, hablase al licenciado Mufoz (corregidor del Cusco), para que enviase a Juan Sierra... porque dél se tenfa confianza que de otro slguno y se informa- rian mejor.” (40) TITU KUSI YUPANKI, —contrariando la versién oficial de Diego DE FERNANDEZ, sobre estas negociaciones— refiere que los tratos ge hicieron con él en 1557. Textualmente dice: “En el tiempo que fue visorrey de los reinos del Piru el Marqués de Cafiete me envié a esta tierra a donde yo estoy, un padre de Ia orden del sefior Santo Domingo para que tratase conmigo de estarmo alla fuera al Cuzco, diciendo que el sefior visorrey traia mandato del emperador don Carlos para que saliendo yo allé fuera e queriendo ser cristiano, me darfan de comer, conforme a mi calidad, e yo, acordéndome del traia- tiento que los espafioles habian hecho s mi padre estando en el Cusco en su compaiiia; e par lo que el dicho ‘mi padre me dex mandado al fin de sus dfas, pensando que por ventura me aconteciera a mi lo que a mi LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA (DOCUMENTOS INEDITOS) 37 a la ciudad de los Reyes a tratar con el dicho marqués de Caftete y después volvie- ron a la provincia de Vileabamba el Joan Sierra e los dichos capitanes y dixeron al dicho Sayre Topa lo que aufan tratado y le dieron las cartas ¢ presentes del dicho marqués de Cafiete e dixeron en como le daua a los yndios que aufan sido de Fran- cisco Hernandez e los del valle de Yucay que aufan sido de don Francisco Pizarro questauan vacos e uno de los Lucanas para que le truxesen las andas los cuales le daua perpetuos lo qual entendido por el dicho Sayre Topa junté a los yndios de la provincia en la plaza grande de Vileabamba y alli les dio a entender lo que el mar- Fs.968v qués trataua con él e lo publicé alli por un yndio capitan / suyo y le hizo el parlamento e las cosas que le ofrecia a dar el marqués de Cafiete e que hiciesen fiesta dello porque se determinaua salir (41) y esto sabe de la pregunta. 18. A las trece preguntas dijo que dice lo que dicho tiene e que sabe quel dicho Joan Sierra volvié a Vilcabamba como tiene declarado y Hev6 consigo dos frailes de la ‘Orden de Santo Domingo que le dixesen al Ynga lo que decia el dicho marqués de Cajiete como lo tiene declarado (42) y esto sabe desta pregunta. 14. A las catorce preguntas dixo lo que dice lo que dicho tiene ¢ lo mesmo dice a esta pregunta. 15. A las quince preguntas dixo que dice lo que dicho tiene ¢ que en la pregunta contenido oyé decir que los dichos religiosos le dixeron al dicho Sayre Topa que las ‘encomiendas de los espafioles heran por una o dos vidas y a él le dauan perpetuos para siempre jamés y esto sabe desta pregunta. 16. A las dieciseis preguntas dixo que dice lo que dicho tiene e que lo mesmo dice a esta pregunta, 17. A las diecisiete preguntas dixo que lo en la pregunta declarado lo oyé decir asi Fs.969 que le dixeron que aquello le dauan e que mucho / més le daria el rey e que le oy6 decir que hera mucho la renta que le dauan en los dichos yndios y esto sabe desta pregunta, 18. A las dieciocho preguntas dixo que saue que es ansi que la pregunta declara porque saue quel dicho Sayre Topa determiné salir de Vileabamba con su muger do- fia Marfa Cusiguarcay e su hermana e muger dentro de los seis meses quel marqués le daua de plazo y asi salié e sus capitanes ¢ yndios'e se fue a la ciudad de los Reyes y este testigo fue con ellos e se vio el dicho Sayre Topa con el marqués de Caiiete el padre, no quise entonces dar consentimiento a lo que ¢l padre Melchor de los Reyes, que fue el que vino con Ta embaxada, y un Joan Sierra su compariero, por mandado del seior visorrey me dixeron; antes para certi carme de lo que el padre y su compaitero me decian, si era ansi o no, envié con el dicho padre ciertos capita zes mios al Marqués para que ellos me traxiesen la certinidad del negocio y que si era ansi como me decfan, enviaria un hermano mio allé fuera en mi lugar; esto para que experimentase la vivienda de los esparioles ¥ sme diese aviso de c6mo lo hacian eon él.” (1916,p.99) (41) Diego DE FERNANDEZ refiere que —en este “parlamento’— presuntamente dijo lo siguiente: Si veis como el cielo y la tierra y nuestras guaeas nos aconsejan la salida, por tanto, no me digais que de miedo, como pusildnimo, me salgo, ni que mis mayores fueron valerosos en tenerse, defendiéndose valero- samonte de los cristianos. Porque si esto fue, bien sé que estando vosotros conmigo y en mi guarda, siendo tan valientes como sois, como me habigis defendido veinte aios y en este tiempo habéis hecho entradas a ‘yuestro salvo, que tan bien (y mejor) lo hariades agora, pues nunca tan fortalecidos estuvimos como agora, ni tan hechos a la guerra... ¥ de mi también tenéis conocido que soy mancebo belicoso y de tanto énimo como ‘is pasados, que todos conocisteis su valor. Pero habéis de considerar que el Sol quiere que yo salga, por ser cosa que me cumple, ¥ porque me vea augmentado en seforfo, para que alla fuera pueda ser remedio de mi sangre y de todos vodotros. Por lo cual os digo que yo quiero salir, bien que supiese me costase por ello la vida..” (1963,cap1V,p.79), El dia 7 de octubre de 1567, Sayri Thups salié de Vileabamba por el antiguo camino de Andaguaylas. (42) Formé parte de esta comision oficial Joan de Betanaos, que gozaba de cierto prestigio por haber tenido el honor de haberse casado con Dofia Angelina, una de las hijas de Wayna Qhapaq y ser un buen quechuista y mejor intérprete para el curso de las negociaciones diplomaticas. La comisién, presidida por el dominico Melehor de los Reyes, penetré en Vileabamba par el puente de Chuquichaka (Diego DE FERNAN- DEZ, 1963, cap.1V,p.77). GUILLEN GUILLEN qual le traté bien e hicieron muchos regocijos en la ciudad de los Reyes e quel virrey le salié a recibir e le envié al camino una mula buena aderezada que le traxese y el dicho marqués como tiene declarado le salié a recibir e se fueron a palacio y esto saue desta pregunta (43), 19. A las diecinueve preguntas dijo que al tiempo quel Ynga Sayre Topa salié de Vileabamba saue e vio este testigo que dexo en la provincia las cosas que la pregun- ta declara porque lo vio este testigo y el dicho Ynga Sayre Topa entendié que se Fs.969v aufa de cumplir con él lo que se le aufa prometido e por ello dexo los dichos / e mucha gente que le dauan asf de ropa e coca e maiz y otras cosas e vasos € plume- rias Hautos y esto saue desta pregunta. A la Gltima pregunta dixo que lo que dicho tiene es la verdad y en lo que se afirmé e ratificé e firmolo Martin Palacio —Bartolomé de Porras— ante mi Antonio Sanchez —escribano pblico. ho Testimonio de don Francisco Guaman Rimachi (Waman Rimachi) Don Francisco Guaman Rimachi cacique de la parroquia de San Gerdnimo testigo presentado e auiendo jurado segin derecho y siendo preguntado dixo lo siguiente: 1. A la primera pregunta dixo que conoce y conocio a los en la pregunta contenidos e respecto al fiscal que no le conosce e tiene noticia del pleito de los yanaconas que la pregunta declara. Fuele preguntado por las preguntas generales dixo que es de hedad de setenia anos e que no le tocan las generales de la ley. 2. A.la segunda pregunta dixo que lo que este testigo saue es que Saire Topa es hijo de Mango Ynga e nieto de Guaynacaua e que por muerte de Guascar Ynga y demas Fs.943v ous hermanos / en aquella sazén entraron los espafioles en este reyno e que sabiendo quel dicho Mango Ynga hora hijo de Guaynacauua e que no aufa otro que le pudiese suceder en el estado le dio el marqués la borla al dicho Mango Ynga y en esta cit dad vio este testigo que todas las dichas quatro provincias hicieron la obediencia al dicho Mango Ynga como a sefior y esto fue piblico en este reyno y esto dice a esta pregunta (44), 8. A las tres preguntas dixo que lo que sabe este testigo es que oy6 decir que por fin y muerte de Mango Ynga le dieron la borla de tal sefior a Saire Topa (45) su hijo en a provincia de Vilcabamba el qual le sucedié en todo el estado y sefiorfo como tal su hijo primogénito e asi reiné y gouern6 todos los yndios que estauan en la dicha pro- vincia e hubo mensajeros a esta ciudad de e6mo le auian alzado por tal Ynga e ansi enviaron muchos yndios a verle y esto sabe desta pregunta, 4, A las quatro preguntas dixo que sabe este testigo que paso lo contenido en esta pregunta asf como en ella lo declara que después quel marqués aufa dado la borla a Mango Ynga y estaua obedecido por los yndios de las quatro provincias y estando en (43) GARCILASO DE LA VEGA dice que en Huamenga, Sayri Thupa, el soldado Miguel Astete, le regal6 la mascapaycha o horla, que presuntamente se la haba arrebatado @ Atao Wallpa, el fatidico dia que Jo apresaron en el pueblo de Cajamarca (Lib, VIlLcap.X1.145). Sayri Thupa entré en la ciudad de Lima, el principal enclave europeo, el § de enero de 1568 (Diego DE FERNANDEZ, 1963, cap.IV.p.79). En el Cusco, fue bautizado con el nombre de Diego Hurtado de Mendoza y la coya Kusi Warkay con el de Maria Manrique (GARCILASO DE LA VEGA. Lib.Vill,cap. XLp.146). En el Cusco, el 25 de octubre de 1558, hizo su tesla- ‘mento, adoptando el nombre de “Ynga Mango Capa Yupangui” y declara entonces que tiene una “hija legiti- ma dofia Beatriz” en su mujer dofia Maria y declara también que “su muger” la dicha dofia Maria Kusi Warkay “queda prefiada de mi” (a suerte de esto hijo o/0 hija so deseonoce) (Guillermo LOHMANN. 1968. “El testamento inédito del Inca Sayri Tupac’, en HC, No.1. Vol.L pp.13-18). (44) Ver nota (3), (45) Ver nota (30) LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA (DOCUMENTOS INEDITOS) 39 Fs.944 su estado algunos espaftoles (le hicieron) vituperios ¢ agravios e no le tratauan / ‘como a sefior antes le menospreciauan y le dauan de bofetones y que le meé un es- pafol en el rostro e le quitaron las mujeres que tenia diciendo que le auia de dar mucho oro e plata e por ello le prendieron e le dixeron que asf le aufan de dar e tratar sino les dauan oro y plata e fueron los que lo hicieron Hernando Pizarro ¢ Gonzalo Pizarro y asf le quitaron una hermana deste testigo quel dicho Mango Ynga tenfa por muger la qual Ie quité Gonzalo Pizarro y se siruié della e hubo en ella una hija Hamada doa Francisca que es muger de Garci Lépez Gonzales y esto sabe des- ta pregunta (46). 5. A las cinco preguntas dixo que sabe este testigo quel dicho Mango Ynga viendo los malos tratamientos que los espaifoles le hacfan por el oro e plata que le pedfan y el no poder cumplir se rebel6 y salié desta ciudad del Cuzco con més de cien mil yndios de las quatro provincias y todos sus capitanes se entraron en la provincia de Vileabamba donde este testigo entendié que estaua reynando como lo hauia hecho en esta ciudad y este testigo fue con el dicho Mango Ynga hasta Tambo (47) y de allt se volvi6 e oy6 decir quel gouernador Gasca auiéle eseripto muchas cartas en Fs.944v que / le decfa que se tornase a salir de paz e le devolverfa su setiorio como le tenia de antes (48) y esto lo supieron todos los yndios e yngas desta ciudad y fueron cartas fa Vileabamba de los corregidores desta ciudad y esto saue desta pregunta, 6. A las seis preguntas dixo que lo que dicho tiene dice a esta pregunta y que visto y acordéndosele a Mango Ynga de los malos tratamientos que le aufan hecho e que estaua desposeido de su tierra y chacras e que ai volvia a esta ciudad que no tenfa de que se sustentar que estaua despojado de todo y que desta causa tenfa en Vilea- bamba muchos yndios y tierras no quizo salir de paz antes se quizo estar en la dicha provincia de Vilcabamba con sus yndios serioreando e gouernandolos asf a los natu- ales de la dicha provincia como a los que auia levado consigo a Vileabamba que las provincias del Pird le enviaun yndios para que le sirviesen e mensajeros y esto Jo sabe este tostigo porque lo vio y entendié y esto saue desta pregunta. 7. A las siete preguntas dixo que sabe que es ansi lo que la pregunta declara porque este testigo saue e vio que los capitanes e gente de guerra de Mango Ynga salian de la provincia de Vileabamba a estos reynos a los caminantes a robar acia los térmi- Fs945 nos de la ciudad de Guamanga /e Limatambo y Curaguasi y este testigo con espa- oles desta ciudad eali6 algunas veces a defender los caminos por los robos que ha- efan y esto sabe desta pregunta (49). (46) Esta declaracién confiable ratifica la version de TITU KUSI YUPANKI (1916,p.54) y concuerda con el testamento de Juan Pizarro de 16.V.1536 en el que declara no tener hijos (Luisa CUESTA. 1948.13), dejando en tela de juicio la filiacién testimonial de una presunta hija de Juan Pizarro (José A. DEL BUSTO. “Una huérfana mestiza: hija de Juan Pizarro’. RH. XXVIII, pp.103-106) y la opinién de Ratil PORRAS (Tes- tamento de Pizarro. 1936,p.69) y de Romulo CUNEO VIDAL (1978, tomo III,p.365). Quedaria asf aclarado que el autor del ultraje a Inquill 0 “Inquil” fue Gonzalo Pizarro en la que hubo una hija —segan el testigo— llamada “doa Francisea” que fue mujer de “Garci Lépez de Gonzalez”. La fecha del acto reprobable debié ccurrir en el segundo semestre de 1535 cuando el Inca estuvo preso y Juan Pizarro murié a mediados de mayo de 1536, mientras que la “Francisca Pizarro Inquil Coya” se bautizaba a finales de 1635. Evidentemen- te se tratarfa de otra persona si hay que confiar de la fraternal version de este testigo, con la precaucién que tun Francisco Waman Rimachi, kuraka de Larapa, era uno de los que frecuentaban la casa de la presunta hija de Juan Pizarro. GM Ver nota (83). (48) La gestién diplomatica del presidente Gasca se inicié en 1548 (carta de 25.X.1648) con la Corte de Vileabamba y Sayri Thupa que entonces tendrfa mAs o menos 13 afios de edad; fue el que se interes6 por Ja propuesta de este funcionario hispano. En 1649, Gasca confiesa ¢u poca ventura en la gestién porque Sayri ‘Thupa no salié ni por el interés a los beneficios que le proponfan ni por la amenaza que entonces le hicieron. Se trata asi de una transposicion cronologica de la pregunta, que indujo a error al testigo, En 1548, ya habfa miuerta, asesinado, Manko Inka Yupanki, tres afios antes, (49) Estas incursiones guerrilleras, con més detalles, estan certificadas por las propias fuentes hisps nas (Libro del Cabildo de la ciudad de San Juan dela Frontera de Huamanga. 1539-1547, p.142; CIE- ZA DE LEON. Guerra de Quito. Cap. I, 167; Carta de Cabildo del Cusco. Cusco, 20.1.1543, en Ral PO- RRAS. 1959, p.622; Antonio DE HERRERA. Dec.VII-Lib.VIiL,cap.VI.p.180) E, GUILLEN GUILLEN 8. A las ocho preguntas dixo que dice Io que dicho tiene e que sabe que es ansi lo que la pregunta declara porque este testigo vio que en tiempo de Saire Topa hijo de Mango Ynga el dicho Saire Topa por sus capitanes y gente de guerra continuauan los robos e que este testigo saue y vio que salieron a Marcaguasi y allf mataron algunos negros y Heuaron a otros presos muchos yndios y algunos vecinos desta ciu- dad fueron a la defensa e la gente de guerra del dicho Saire Topa se aufan ya ido e no los pudieron alcanzar e que esto saue desta pregunta (50). 9. A las nueve preguntas dixo que lo que della saue este testigo es que lo en la pregunta contenido lo oyé decir asi este testigo a yndios que lo tratauan que heran caciques yndios principales que lo tratauan y espafioles y esto saue desta pre- gunta. 10, A las diez preguntas dixo que este testigo vio que llevaron algunas cartas yndios a Vileabamba por mandado del Marqués de Cafete al dicho Saire Topa a Vilcabam- Fs.945v ba e vio yr algunos yndios a ello y se decia / quel Marqués le enviaua al dicho que saliose de paz e que le darfa a que gouernase e mandase los yndios que auia y tenido e gouernado su padre ¢ abuelo e que las dichas cartas vinieron a esta dicha ciudad e la justicia nombr6 yndios yngas cuzcos e hanancuzcos que fuesen con ellas a Vilcabamba porque los vio este testigo y esto dice a esta pregunta. 11. A las once preguntas dixo que dice lo que dicho tiene en las preguntas desta su declaracién e que saue quel Marqués de Caftete escribié a la dicha doa Beatriz Mango Capac que enviase decir al dicho Saire Topa que hera su sobrino que saliese de paz e asf escribié a la dicha dofia Beatriz sobre ello 1a qual en esta ciudad junt6 a todos los yngas e les dixo en cémo el Marqués aufale escripto la dicha carta e le parecia que estaua bien quel dicho Sayre Topa saliese a dar la obediencia a su ma- gestad pues lo mandaua e asf los yngas que hera e se pusiese en execucién de yn- viar por él e la dicha doa Beatriz les dixo que si e envié mensajeros sobre ello al dicho Saire Topa y esto saue desta pregunta. 12. A las doce preguntas dixo que lo que saue della es que vio este testigo que la 3.946 dicha dofia Beatriz Mango Capa envi6 a Vilcabamba al dicho Saire Topa / a Juan Sierra de Legufsamo su hijo juntamente con los yndios Cuscos e hurincuscos deudos e parientes del dicho Saire Topa e asi fueron a tratar que saliese el dicho Ynga de az e que este testigo los vio yr y esto saue desta pregunta. 13. A las trece preguntas dixo que lo en la pregunta contenido lo oy6 decir este tes- tigo en esta ciudad y esto saue desta pregunta 14. A las catorce preguntas dixo que lo en la pregunta contenido lo oyé decir este testigo a muchos yndios caciques y otras personas y esto saue desta pregunta. 15. A las quince preguntas dixo que lo en la pregunta contenido lo oyé decir este testigo a la dicha dona Beatriz Mango Capa e que auia juntado los yndios principa- les en esta ciudad y les aufa dicho que el Marqués le prometia de darle de tasa mas de dieciocho mill pesos ensayados de renta en cada un afio en los yndios que la pre- gunta declara e que oy6 decir que los capitanes del dicho Saire Topa aufan ydo a la ciudad de los Reyes a tratar con el Marqués que si hera verdad lo que le au‘a pro- metido el Marqués en su nombre y esto dice a esta pregunta. Fs.946v 16. A las diez y seis preguntas dixo que lo / que dicho tiene dice a esta pregunta € que este testigo saue e oy6 decir que los dichos capitanes de Saire Topa aufan como tiene declarado ydo a la.ciudad de Los Reyes a tratar con el dicho Marqués de Cafie- te lo que le aufan de dar para su sustento al dicho Mango Ynga (Saire Topa) y esto oyé decir este testigo a la dicha dofia Beatriz coya que se lo dixo que le aufa de dar los yndios de Yueay e Xaquixaguana y otros yndios y esto saue desta pregunta. (60) El testigo Luis QUINO dice que participé en esta incursién a ordenes de Cusi Tito (Titu Kusi Yupanki) hermano de Sayri Thupa ({3.677). Los demés declarantes confirman esta incursién a la tierra ocu- pada por Ios esparioles. LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA (DOCUMENTOS INEDITOS) 41 17. A las diez y siete preguntas dixo que lo que della saue este testigo es que este testigo no saue la quantidad que valdia la tasa de los yndios quel Marqués le mand6 mas de que hera mucha tasa y que después que sali el dicho Saire Topa de paz dixo que le aufan dado mucha tasa lo qual decian a los yngas sus deudos y a su muger que les decia que no les podia dar andas e mugeres como lo ausan hecho sus abuelos sino hora de comer e vestir e que para ello tenfa renta y que esto saue desta pre- gunta. 18. A las diez y ocho preguntas dixo que oy6 decir este testigo en esta ciudad que después que los capitanes de Saire Topa auian dado la embajada al Marqués de Ca- ¥5.947 fete el dicho Marqués de Cafiete les dixo que lo que aufa / prometido daria por lo qual vuelto los capitanes al dicho Saire Tops el dicho Saire Topa se dispuso con su muger dota Marfa Cusi Guarcay (61) su hermana a salir y muger que hera e con sus eapitanes e yndios © ansi oyé decir este testigo que auia salido e hido a la ciudad de los Reyes e no aufa venido a esta ciudad de lo qual se holgaron muchos yngas deste pueblo y esto saue desta pregunta. 19. A las diez y nueve preguntas dixo que lo que della saue este testigo es que oy6 decir este testigo quel dicho Ynga Saire Topa auia dexado todo el estado que tenia en Vilcabamba as{ de yndios como de sus rentas e chacras e ganados y que hera mucho por salir a cumplir lo que mandaua el Marqués en nombre de su magestad y esto saue desta pregunta (52). Preguntas Avtadidas 1. A Ja primera pregunta afiadida dixo que conoce y conoci6 a los que la pregunta declara e tiene noticia del mayorasgo que oy6 decir que fundé Topa Ynga Yupangui sefior que destos reynos. (61) Dofia Maria Kusi Warkay, fue hija de Manko Inka Yupanki en Catalina Taypichisque de le “na- cién aymara” (Informacién. de Ia coya Maria Kusi Warkay. Cuseo, 181.1567, RAHC.XIIp.149). Cass on Vileabamba con su hermano Sayri Thupa, aunque declaré entonces (1558) que ¢ra hija de Waskar Inks, para que no “le perturbasen su casamiento” adelfogamico. En octubre de 1558, se bautizs eon el nombre de Maria Manrique. (Bernabé COBO. Lib.XUl,eap.XXD. En 1661, quedé viuda, por el asesinato de su marido Sayri ‘Thupa (con yerbas y bebedizos), con une hija: dofia Beatriz, Desde entonces, se mantuvo altiva y recelosa de los espafoles. Opuesta siempre a los tratos del gobierno de Vileabamba con los espatioles, Ie aconsejaba a ‘Titu Kusi Yupanki a mantenerse firme, no dejar Vileabamba, donde su padre habia muerto y que trataban de enganarlo para después enviarlo a Eepana con una collera al pescuez. Llevada de su fervor patristico, se dice que avisaba a Titu Kusi Yupanks las fechas y lugares para sus incursiones guerrilleras, particularmente fen 10s dias de festividados religiosas (Bdmundo GUILLEN GUILLEN. Carta de Martin de Pando. Talawara, 7.X11561. HC. X,p.85). Ella DUNBAR TEMPLE refiere que de sus relaciones con Arias de Maldonado, tuvo dos hijas: Fran- cisea y Juana Maldonado (Rev.Fénix. Il, 1961, nos. 7-8; John HEMMING. 1970, p.3i2, 593). En sotiembre de 1572, consiguié que los restos de Thupa Amaro Inka se velaran en su casa y un tiempo después, mediante pleito, consiguié la tutela de su sobrina Magdalena Mama Wako (AGI. Lima, 472. Probanza de daha Magda- Tena Mamaguaco. Cusco. 17.X1.1617). Tuvo dificultades con el virrey Toledo, en el orden y jerarquia de la pintura de los linajes incas, reclamando su condicién frente a Paullu (RH. XVIIL169). Por presién del virrey Toledo, cas6 en segundas nupeias con el modesto hijodalgo Juan Fernéndex Coronel (Informacién de Juan FERNANDEZ CORONEL. Cusco, 15.11580. RAHC, XIII, p.175) del que tuvo una hija, dofia Melchora de Sotomayor Coya, que fue mujer de Manuel Criado de Castilla, segan epunta Ella DUNBAR TEMPLE (RH, XVIL, p.170), Es curioso anctar que en el alegato de Jasé Gabriel Condoreanqui (Thupa Amaro) de 1777, ‘aparece tun Manuel Criado de Castilla, corregidor de Canas y Canchis, easado con dota Feliciana Silva (DIP. Tomo If, vol. 2, p42). (62) En el sogundo memorial que TITU KUSI YUPANKI entregé al oidor Juan de Matienzo en el puente de Chulkichaka (unio de 1565), aparece una relecién de las provincias amazénicas que tributaban al gobierno de Vileabamba (Guillermo LOHMANN. MP.wvol.XXIII, No. 166), ampliada después por el citado ‘oidor (1967, cap-XVIIL, p.294) y més todavia por el testigo Luis QUINO (fi.681v); John HEMMING (1870); France-Marie RENARD DE CASEVITZ. 1981. BIFEA,tomo X, no. 3-4, pp-113-140; Edmundo GUILLEN GUILLEN. 1978. HC. No. 10, p.59; Stefano VARESE (1973). 42 E. GUILLEN GUILLEN 2. A la segunda pregunta afiadida dixo que sabe por cosa notoria que es ansi lo que la pregunta declara porque este testigo saue Viracocha Ynga hizo su asiento en Ca- Fs.047v quiaxaquixaguana / y en Paucartica y en otras partes e Pachacuti Ynga Yupangui hizo su asiento en Pisa y en Tambo e ‘Topa Ynga Yupangui e Guaynacaua en Molle- bamba que es en el valle de Ureos e Yucay e Quespiguanca y Guascar Ynga hizo en Mohina e Calca y allf tenfan sus asientos e moradas los susodichos para que dellos hubiese noticia e memoria y ansi de los edificios e casa cuyos son y esta hera la orden que los yngas tenfan y esto dice a esta pregunta (53). 3. A las tres preguntas dixo que lo que della saue este testigo es lo que sabe que Guasear Ynga como hijo de Guaynacaua es legitimo y heredero por fin y muerte del dicho Guaynacaua gouerno e tuvo el sefiorfo destos reynos e como a hijo primogénito y sefior que sucedfa en el dicho estado e seftorio le dieron la borla en esta dicha ciudad en Ia casa del sol por los sacerdotes del sol como tenian de costumbre y es- tando gobuernando como dicho tiene seis o siete afios se rebeld en la provincia de Quito Atagualpa su hermano que no hera legitimo e no aufa en la provincia de Qui- to quién le pudiese dar la borla ni ser sucesor en los reynos e rebel6 por sus capita- nes prendié al dicho Guascar el qual dicho Atagualpa nunca fue sefior ni gouerné la Fs.948 tierra ni tuvo en esta ciudad casas ni asiento ni vino a ella y esto sabe / este testigo porque lo vio como lo tiene declarado por ser yanacona de hedad y esto sabe desta pregunta. . 4. A las cuatro preguntas dixo que sabe es ansi lo que la pregunta declara porque Mango Ynga hasta que se metié en Vileabamba poseyé la casa que la pregunta de- clara que aufan sido de Guaynacaua su padre e tenfa a cargo su cuerpo y susten- taua su ayllo e apellido llamado Tomebamba que fue hasta que murié Guascar Yn- ga e lo vio este testigo como lo tiene declarado y esto sabe desta pregunta. 5. A las cinco preguntas dixo que este testigo sabe e vio que por fin ¢ muerte de Guascar Ynga dieron la borla a Mango Ynga por sefior con la solenidad y ceremo- nias que tenfan de costumbre de hacer con sus padres e abuelos en la casa del sol desta ciudad y en la presencia de sus hermanos y de los que dice la pregunta e asi el marqués Pizarro lo confirmé e luego todos los yndios de las quatro provincias le die- ron obediencia después quel marqués Pizarro les dixo que Mango Ynga hera su se- or como lo aufa sido su hermano Guascar Ynga e su padre Guaynacaua y dello les Fs.948v hizo un parlamento donde le dieron la / borla y salié con ella y esto sauce desta pre- gunta. 6. A las seis preguntas dixo que dice lo que dicho tiene e que saue como el dicho tiene que Mango Ynga Topa Yupanqui auiendo estado dos afos en esta ciudad con los espafioles gouernando por los malos tratamientos que le hicieron en especial que auiendo hecho en Pumacurco (54) una fiesta al marqués y espafioles que con él es- tauan prendieron al dicho Mango Ynga e le tuvieron preso en Coracora e le tuvieron reso muchos dias donde le hicieron los espafioles muchos agravios pidiéndole més oro y plata de lo que les aufa dado que fue mucha quantidad e no tenia que darle e Je quitaron su muger e hermana deste testigo que le quité Gonzalo Pizarro y se sir- vi6 della e por esta causa e otras el dicho Mango Ynga se salié desta ciudad e se fue y le Horauan sus capitanes estando preso e asf se sali6 e rebel6 y fue a Vileabamba como tiene declarado y esto saue desta pregunta. (68) La mayor parte de estos Ingares, segtin informacion verbal, han sido ubicados e identificades por Jos arquesloges Manuel Chavez Ballén y Luis Barreda Muritlo, cayos informes esperamos se publiquen algu- na vet. (G4) Lorenzo MANKO dice que le “robaron” al Inca Ia casa que tenfa en Pumacureu (f3.1037); Gonzalo SUCANQUI, que en el “palacio de Pumacurcu” el Inca traté con sus capitanes el “aleamiento general” @.1031); TITU KUSI YUPANKI, que los espatioles volvieron a prender al Inca en la “plaza Pumacureu”; GARCILASO DE LA VEGA, que “Pumacurcu quiere decir viga de leones: puma es ledn y eurcu, viga, porque en unas grandes vigas que habia en el barrio ataban lo leones que presentaban al Inka” (1963.Lib.VHl,cap. VILp 257). LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA (DOCUMENTOS INEDITOS) 43 7. A las siete preguntas dixo que saue este testigo que después quel marqués Piza- ro salié desta ciudad a poblar a la de los Reyes qued6 en esta ciudad por lugarte- Fs.949 niente Gonzalo Pizarro e Hernando pizarro los quales apre / miauan al dicho Mango ‘Ynga e le dectan que le aufan de dar oro e plata que la pregunta declara el qual le dieron algunas semanas y saue este testigo e lo vio que toda la plata e oro que dio el dicho Mango Ynga decfan que lo levauan a Espaiia al rey y salieron desta ciudad con la dicha plata e oro més de dos mill yndios ¢ lo Heuaron en andas y entiende este testigo que los primeros yndios yban dos leguas desta ciudad e no aujan acaba- do de salir della e que sane de Caxamarea porque lo oyé decir au‘an leuado mucha suma de oro e plata e visto lo susodicho e malos tratamientos se fue y esto saue desta pregunta. 8. A las ocho preguntas dixo que dice lo que dicho tiene en las preguntas de su de- claracién e que saue que por causa de los dichos malos tratamientos e que dauan tormentos a los gouernadores e capitanes de Mango Ynga que les aufan de dar el oro e plata que pedian e para ello a sus mugeres e parientes les pidiesen hasta las tenazuelas ¢ topos ¢ menudencias e que entendiesen que lo aufan de traer todo por lo que se determin6 salir e yrse como lo hizo y este testigo fue con é1 como lo tiene Fs.948v — declarado hasta Tambo y esto dice a esta pregunta,/ 9, A las nueve preguntas dixo que saue que es ansi lo que la pregunta declara quel dicho Mango Ynga que al tiempo que se fue a Vileabamba dexé todo lo que la pre- gunta declara e llorando de sus ojos en presencia de todos ya no puedo volver ni podemos estar en el estado como soliamos pues véis los agravios e molestias que nos hacen estos espafoles (65) determino hechar fuego en las casas de mi padre e las mias y dexar lo que tengo e yrme a esa montatia e asf se fue lorando que esto saue desta pregunta. 10. A las diez. preguntas dixo que dice lo que dicho tiene en las preguntas desta su declaracién ¢ lo mismo dice desta pregunta. 11. A las once preguntas dixo que lo en la pregunta contenido lo oyé decir este testi- go a sus padres y abuelos auer pasado as{ lo que la pregunta declara que Saire Topa auia tenido el cuerpo de Topa Ynga Yupangui e que a Saire Topa le ausan puesto el nombre del cuerpo de Topa Ynga llamado Guayna Ynga para que le sucediese y esto saue desta pregunta (56). 12. A las doce preguntas dixo que lo que della saue este testigo es que ha ofdo decir a sus padres e abuelos que los yngas pasados tenfan distintos apartados los yndios e ¥s.950 —_provineias que ganauan / a los sacerdotes del sol al juego del ayllo e que esto no (55) TITU KUSI YUPANKI, recordando esta dramética despedida, refiore que después de agradecer la heroica colaboracién de los pobladores del valle, ef Inca les recomendé hasta su vuelta lo siguiente: “Lo primero que haréis seré que estos barbudos que tantas befas a mi me han hecho por me fiar yo dellos tanto, no les credis cosa que os dixeren, porque miente mucho, como a mi en todo lo que conmigo han tratado me han mentido y ansi harén a vosotros; lo que podéis hacer ser dar muestras por de fuera de que consentis a los que o3 mandan y dar lagiin camarico y lo que pudiéredes, que en vuestras tierras hubiere... lo ‘otro, que estéis siempre con aviso para cuando os enviare a lamar o avisar de lo que con esta gente habéis de hacer, y si acaso ellos os acometieren o quisieren tomar vuestras tierras, no dexéis de defenderos y sobre cello perder la vida si fuere menester..” (1916, p.90). (56) El testigo Gonzilo SUCANQUI dice: “Que sabe e vio este testigo que el dicho Saire Topa (se) erié cen ol valle de Chinchero y Calispuquio y se lamaba Guayna Ynga como persona que habia de sueeder en el mayorasgo de los yngas que habia fundado Topa Ynga Yupangui que era de los indios de Oruro e Nufioa Asillo e Azéngaro e Parinacochas e Cacaraguanca que era en gran némero de indios que Topa Ynga habia ‘ganado al juego de ayllo al sol los cuales eran indios divididos e sacados del seriorfo de los yngas para que sucediese en ellos el segundo hijo del Ynga y asf sabe este testigo que sino muriera Guascar Ynga y no se alzara Mango Ynga Saire Topa quedara en el sefiorfo de los dichos indios porque le venta a él y se llamaba Guayna Ynga como sucesor del dicho mayorasgo” (f.1041). 44 F. GUILLEN GUILLEN entraua en el ntimero de vasallaje de lo que los yngas tenfan y dexauan a los hijos ¢ nietos que querfan y esto saue y dice este testigo a esta pregunta (57). 13. A las trece preguntas dixo que sabe este testigo que la dicha dona Beatriz muger del capitan Loyola e hija de don Diego Saire Topa y su heredere legitima como lo tiene declarado e saue que le sucedi6 a don Diego Saire Topa su padre en todas sus haciendas y los que dex6 y es hija de dofia Maria Cusiguarcay muger legitima ¢ hermana del dicho don Diego Saire Topa el qual saue que no dexo otra hija ni hijé alguno que le sucediese (68) més de a la dicha doa Beatriz coya y asi le sucedié en el mayorasgo e yndios e haciendas que le encomendé y dio perpetuos el Marqués de Cafiete a su padre y esto lo saue porque lo ha visto y es publico y notorio y dice a esta pregunta, A la Gitima pregunta dixo que lo que tiene declarado es la verdad y en ello se afir- m6 e ratific6 por el juramento que hizo e no firmé por no sauer Martin Palacio — Bartolomé de Porras — ante mi Antonio Sinchez — escribano pablico. Bibliografia ANONIMO 1984 Relacién del sitio del Cusco (1638). CLDRHP. 2da, serie. Tomo, IX. 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Publicada por el Instituto de Etnologia de la U.N.Mayor de San (67) Santiago MOYON TOPA dice que antes que Manko Inka se alzara, Sayri Thupa se: “Crié en el valle de Chinchero y en el Cusco en las casas de Topa Ynga Yupangui su abuelo” y se lamaba “Guayna Ynga”, porque habia de suceder en el “mayorasgo que habfa fundado Topa Ynga Yupangue de los indios que habia ganado al fuego del ayllo al sol que eran distintos y apartados del sefiorfo destos reinos los cuales eran los indios de Parinacochas y Asillo ¢ Acéngaro e Nufica ¢ Oruro ¢ Chambi ¢ Cacaraguanca en los cuales indios e mayorasgo e casas que habian sido del dicho Topa Ynga Yupangui llamadas Coracora y ast fue e vvido y sucedido el dicho Sayre Topa” (fs.1048). 68) En el testamento de Sayri Thupe, publicado por Guillermo LOHMANN (HC.1965 No.1 pp.13-18), de fecha 25.X.1558 se dice: “Yten, digo y declare que la dicha dona Maria, da de mi, y lo que Dios Nuestro Sefior fuere seruido que ella para, es mi hijo 0 hi Geeta y confew”. Aun no ae tiene noticias wi el ho que decats Sayri Thupa nacido no, y al nacié Ya suerte del mismo. LA GUERRA DE RECONQUISTA INCA (DOCUMENTOS INEDITOS) _ 45 GUILLEN GUILLEN, EDMUNDO 1974 — Version Inca de Ia conquista. Lima, 1977 —Documentos inéditos para la historia de los incas de espafiol con Tita Cusi Yupanki. HC., vol.10.pp.47-93. Lima. 1978 —El testimonio Inea de la conquista del Perd. BIFEA. Tomo VII, No. 3-4. pp.33-57. Lima. 1981 — Titu Cusi Yupanqui y su tiempo. Kl estado imperial inka y su tragico final: 1572. HC.Nos. 13-14. pp.61.99. HEMMING, JOHN 1970 ‘The conquest of the incas. New York. SIMENEZ DE LA ESPADA, MARCOS: 1965 Relaciones geogréficas de Indias-Pera (RR.GG.1.) Tomo Il. Madrid. KUBLER, GEORGES 1944 A peruvian chief of state: Manco Inca (1515-1545). The Hispanic American Historical Re- view. Vo. XXV, No. 4 pp.413-427. The neo-inea state (1537-1572). The Hispanic American Historical Review. Vol. XXVII. No. 2 pp-189-203. 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