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Para abordar el hecho de la violencia en la pareja, vamos a tener que tratar elementos que se articulan entre sí. Algunos de ellos serán los que fluirán en este intento de articulación: violencia, reproche, agresión, reclamación, transgenereracional, fantasmas, narcisismo, sostenedor/sostenido, amo/esclavo, pertenencia, vacío, soledad. En la articulación de la psicoterapia de pareja estos elementos serán muy comunes tanto a la hora de escuchar como a la hora de interpretar.
En el tratamiento de la pareja donde lo emergente es la violencia, vamos a observar algunas cuestiones que nos llamarán la atención poderosamente; el primero es la pasividad-anulación que se hace presente en la mujer. Uno de los objetos de la violencia, según señala Puget, es la anular la capacidad de decisión al otro; se le manipula al otro, anulándole:
-La posibilidad de pensar
-Se deja de desear
-Se vive en un estado permanente de amenaza.
Para abordar el hecho de la violencia en la pareja, vamos a tener que tratar elementos que se articulan entre sí. Algunos de ellos serán los que fluirán en este intento de articulación: violencia, reproche, agresión, reclamación, transgenereracional, fantasmas, narcisismo, sostenedor/sostenido, amo/esclavo, pertenencia, vacío, soledad. En la articulación de la psicoterapia de pareja estos elementos serán muy comunes tanto a la hora de escuchar como a la hora de interpretar.
En el tratamiento de la pareja donde lo emergente es la violencia, vamos a observar algunas cuestiones que nos llamarán la atención poderosamente; el primero es la pasividad-anulación que se hace presente en la mujer. Uno de los objetos de la violencia, según señala Puget, es la anular la capacidad de decisión al otro; se le manipula al otro, anulándole:
-La posibilidad de pensar
-Se deja de desear
-Se vive en un estado permanente de amenaza.
Para abordar el hecho de la violencia en la pareja, vamos a tener que tratar elementos que se articulan entre sí. Algunos de ellos serán los que fluirán en este intento de articulación: violencia, reproche, agresión, reclamación, transgenereracional, fantasmas, narcisismo, sostenedor/sostenido, amo/esclavo, pertenencia, vacío, soledad. En la articulación de la psicoterapia de pareja estos elementos serán muy comunes tanto a la hora de escuchar como a la hora de interpretar.
En el tratamiento de la pareja donde lo emergente es la violencia, vamos a observar algunas cuestiones que nos llamarán la atención poderosamente; el primero es la pasividad-anulación que se hace presente en la mujer. Uno de los objetos de la violencia, según señala Puget, es la anular la capacidad de decisión al otro; se le manipula al otro, anulándole:
-La posibilidad de pensar
-Se deja de desear
-Se vive en un estado permanente de amenaza.
Para abordar el hecho de la violencia en la pareja, vamos a tener que tratar
elementos que se articulan entre s. Algunos de ellos sern los que fluirn en este intento de articulacin: violencia, reproche, agresin, reclamacin, transgenereracional, fantasmas, narcisismo, sostenedor/sostenido, amo/esclavo, pertenencia, vaco, soledad. En la articulacin de la psicoterapia de pareja estos elementos sern muy comunes tanto a la hora de escuchar como a la hora de interpretar. En el tratamiento de la pareja donde lo emergente es la violencia, vamos a observar algunas cuestiones que nos llamarn la atencin poderosamente; el primero es la pasividad-anulacin que se hace presente en la mujer. Uno de los objetos de la violencia, segn seala Puget, es la anular la capacidad de decisin al otro; se le manipula al otro, anulndole: -La posibilidad de pensar -Se deja de desear -Se vive en un estado permanente de amenaza. Puget y Berenstein formulan una definicin sobre la violencia: acto vincular cuyo objetivo es el de matar, eliminar psquicamente o fsicamente a otro sujeto, o matar el deseo en el otro, lo humano en el otro, transformndolo en un no sujeto al privarlo de todo posible instrumento de placer y por ende de existencia. Slo importa el deseo de uno que se transforma en soberano. No admite la existencia de otro. (http://fepal.org/nuevo/images/stories/fasciculo_completo_2.pdf) Otro elemento, anudado a ste, es lo que se ha llamado la inermidad. Pero para llegar a este trmino necesitamos hacer un recorrido. La necesidad de pertenecer a un vnculo es inherente a la condicin de ser. El estar ligado a los objetos internos, a una estructura familiar, a un contexto social protege de las angustias ligadas al vaco y la soledad. Formar parte de un conjunto, estar en la mente del otro, se relaciona con estar vivo. El reconocimiento es ineludible al sentimiento de pertenencia, la necesidad de pertenecer y ser reconocido como condicin de ser lleva al individuo en algunas situaciones de extrema exigencia para evitar la angustia de no asignacin Kas -, frente a lo buscado como es existir en una trama deseante. Es desde aqu que podemos entender la necesidad de un ser humano, en este caso de la mujer, en ser reconocida, y cmo se anula su capacidad como sujeto justamente por la bsqueda de ello resistindose al trmino de Kas; la angustia de no asignacin Para Puget, la pertenencia juega como una promesa que conjuga el presente del decir con un futuro anticipado. La angustia traumtica est anudada al desamparo, a la inermidad.
Para Reinoso, el problema es acuciante cuando el agente de la violencia es
a la vez condicin para sobrevivir. El deseo de muerte psquica o material pesa como sentencia el destino ser autodestructivo o destructor. La violencia se constituye como trauma porque est asociada a la relacin con otro, social o familiarmente. De la misma forma que decimos que el nio se interroga acerca del deseo de la madre hacia l, podemos trasladarla al otro social y/o familiar. Si la respuesta de este otro se salda con deseos de muerte bien reales o simblicos, entonces conllevar a la subjetividad a que se tambalee. Vnculos en la pareja Hablando de destinos, la pareja alcanzar destinos en dependencia del vnculo que los une. Cuestin que se nos hace evidente como otro de los elementos a tratar en psicoterapia. Uno de los ms evidentes es la complementariedad: ser sostenido y sostener. Posiciones de fragilidad y de sostn; deslizamiento de sostenido a mantenido, y de ste a dominado. El deslizamiento especular del otro de la pareja es el de sostenedor a dominador. Y por fin, la relacin de poder amoesclavo. La complementariedad fracasa precipitndose el temor a la autonoma y abandono. La autonoma es interpretada como abandono. El que controla tiene la direccin de anular la autonoma del otro. La violencia est servida de nuevo para tomar como objeto la anulacin de la autonoma que rompe el contrato tcito entre la pareja. Los discursos donde se pone en juego estas situaciones pueden ser: le pego porque no me comprende; yo no quera hacerle dao; slo quera que me entienda. Emerge la certeza de que es el otro quien provoca la situacin violenta. Sobreviene en la mujer el temor al desamparo y a no ser nadie; de esta forma se mantiene la pertenencia a la conyugalidad y los mandatos idealizadores.; con ello se borra la diferencia. El reproche ser uno de los discursos ms habituales que encontremos en la pareja. El reproche es una de las formas ms habituales de violencia en la pareja; constituye la psicopatologa de la vida amorosa, implica que se comporte como nosotros deseamos que sea. La cualidad del reproche es la de ser rgido, repetitivo y estereotipado. Marca como el otro debe de ser . El reproche es acusatorio. Se trata de un mecanismo de proyeccin, se le adjudica al otro aquello que no se tolera de s mismo. Tiene una cualidad momentneo y fugaz.
expulsiva,
evacuativa,
produciendo
un
alivio
Conviene establecer una diferenciacin entre reproche y reclamacin; en
ste se expone al otro lo que se quiere, lo que se desea, se espera se articula a travs de la palabra -. A veces no hay palabra y vuelve a aparecer la idealizacin de lo que uno espera que deba ser.
El autoritarismo en la pareja se entronca con el narcisismo y la violencia. La
queja se establece como expresin de malestar, del reproche y de la reclamacin. Generaciones. Indagando en la historia personal y familiar de cada miembro de la pareja nos vamos a encontrar con la transmisin de la violencia, escenas violentas, entre generaciones. Freud nos gua en ello: una generacin no puede sustraerse a esconder o escamotear sus procesos anmicos sustantivos a la siguiente generacin (Totem y Tab) y los hijos estn llamados a resolver aquello que sus padres no consiguieron; Granjn contina: estamos condenados a transmitir y Kas confirma: se conforma una cadena grupal transgeneracional: palabras, ideas, representaciones, son significantes para la transmisin. (Totem y Tab. S.Freud. Obras Completas Bibliooeca Nueva Madrid 1997) Se trata de la repeticin, re-edicin como instrumento para la violencia en la pareja. Violencia que deriva de su lnea familiar, volviendo a representarse en la actualidad en una pareja concreta. La transmisin de la violencia vivida, distintos tipos de prdida y duelos se realizarn a travs de diferentes y ocultas formas de repeticin conservando su carga traumtica. La pareja se conforma como portadora de historias de violencia: violencia social, pasando por la familiar, la de gnero y la institucional. Abraham y Torok abordan los duelos transgeneracionales a travs de dos modalidades que estn asociados a escisiones del Yo. Para Abraham y Torok se trata de un muerto enterrado en otro que contina su trabajo corrosivo. Lo inconfesable se transmite en la pareja transgeneracional a travs de los fantasmas. Los fantasmas, desde la Antigedad, son aquellos que no mueren del todo, retornan como almas en pena. El fantasma es un hecho psicolgico que vuelve a travs de las generaciones bajo la formulacin de sntoma. Granjn, Kas y Enriquez dan pareja percibir la elaboracin legadas por sus antepasados traumticos sufridos en el capacidades de continencia, social.
respuesta a la formulacin de cmo podr la
y transformacin de las herencias negativas y de cmo podr metabolizar los elementos curso de su historia: ser gracias a las significacin e intercambio con el contexto
Ser el contexto social que podr convertirse en ideador de sentido de
aquello que ha quedado vaco de significado en la familia. Estar representado en el imaginario social con las leyes, los monumentos, los dichos, las leyendas, los recordatorios, y simbolizaciones del pasado que dan cuenta de la trama de una historia social tejida con el tiempo. La memoria colectiva es el soporte, puede ser el continente que viene a significar; lo que ha quedado vaco en la memoria individual