Esta pieza de reflexión que escribo está dedicada a ti. Uno de los más
grandes íconos en mi vida. Una brújula y derrotero en la vida de la
familia Lara Sánchez que tus otros dos hermanos: Eliel y Javier no han
podido seguir. Eliel y Javier son solamente orgullo y prepotencia, pero
de substancia moral no tienen nada con que contribuir. Así empiezo esta
apología y la reivindicación de tu nombre.
Con tristeza te digo que el mundo se deteriora, los políticos como los
contadores, aunque tengan maestrías, son más corruptos cada día. El
calentamiento global ha cambiado el clima estrepitosamente y las
profecías parecen coincidir para un final apocalíptico. Esto asumo, no
está basado en mis propios pensamientos, sino en investigaciones que
el canal “The History Channel” ha llevado a cabo en una serie titulada
“el Efecto Nostradamus”.
Hasta luego tío Andrés nos vemos en el tiempo que Jesús considere
nuestra nueva vida.
gilpala2003@hotmail.com