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NUEVO TESTAMENTO Traduccién directa det ORIGINAL GRIEGO por Monsefior Doctor JUAN STRAUBINGER CON TODAS SUS NOTAS COMPLETAS SEGUN LA FIEL VERSION ORIGINAL SANTOS EVANGELIOS HECHOS DE LOS APOSTOLES CARTAS DE SAN PABLO, DEL APOSTOL SANTIAGO, DE SAN PEDRO, DE SAN JUAN Y DE SAN JUDAS EL APOCALIPSIS ADVERTENCIAS: Entre las numerosas referencias a otros libres de Ja Sagrada Escritura, v. g. los Salmos, etc., el lector hallard citas ‘de ciertos pasajes "y. nota”, Estas notas,son las que el autor ha pure en su edicién completa de la Sagrada iblia. Los versiculos y niameros puestos entre cor- chetes [] se refieren a textos que no se en- cuentran en los mejores manuscritos griegos. La rigurosa fidelidad al original griego obli- fi, Donen. en contadas ocasiones, alguna pa- labra entre paréntesis y cn bastardilla, para adaptar la versién a 1a sintaxis castellana, Estd de mas decir que los titulos y epigrafes no forman, Pe, ‘del texto sagrado, sino que sélo han sido puestos para marcar la division logica y facilitar la lectura. INTRODUCCIG 1 La munificencia del Padre celestial que, 2 no dudarlo, bendice muy particularmente la difusiin de su Palabra, que es el objeto del apostolado biblico, incrementa, en forma sor- prendente, el, deseo que le expresamos de servir ese divino propésito de que Ja Escritura revelada sea “el libro por excelencia de la espiriualidad cristiana’, ‘Fetminada con el tomo 5? nuestra edicién completa de la Biblia Vulgata, “explicada para Ja vida", seguin la feliz. expresin de la Editorial Guadalupe, presenta hoy Desclée, de Brou- wer, en la forma cuidadosa que todos conocemos, esta primera edicién del Nuevo Tpstamento, au hemos traducido del origina! griego.con Ja mayor fidelidad posible y, que, anticipada en parte con ediciones del Evangelio (Pia Sociedad de San Pablo, Peuser), de los Hechos y de Jas Epistolas paulinas (Apostolado Livirgico del Uruguay, Barreiro y Ramos), aparece ahora con notas y comentarios mds extensos, merced a la amplitud mayor de su formato. Ellos contienen, como acertadamente acaba’ de, expresarlo un ilustrado profesor en la “Revista Eclesidstica del Arzobispado de La Plata”, por una parte ‘las explicaciones de los Santos Padres y comentarios de los diversos lugares, atendiendo més al adelantamiento espiritual de los lectores que a las discusiones cientificas, sin que por ello st dejen de anotar, cuando se presenta la ocasion, las divergencias de los autores", y por otra parte “gran numero de referencias a otros lugares de las Escritaras, segin la sabia_y harto, olvidada regla exegética de comentar fa Sagrada Fscritura a la luz ‘de 1a Sagrada Escritura” La Iglesia Catélica reconoce dos fuentes de doctrina revelada: la Biblia y la Tradicién. All presentar aqui en parte una de esas fuentes, hemos procurado, en efecto, que el comen- tario no sélo ponga cada pasaje en relacién con la Biblia misma —mostrando que ella cs un mundo de armonia sobrenatural entre sus més diversas partes—, sino también brinde al Jector, junto a la cosecha de autorizados estudiosos modernos, el contenido de esa tradicién en entos pontificios, sentencias y opiniones tomadas de Ja Patristica e ilustraciones de la Liturgia, que muestran la aplicacién y trascendencia que en ella han tenido y tienen muchos textos de Ja Revelacién. EI grande y casi diria insospechado interés que esto despierta en las almas, esté explicado en las palabras con que el Cardenal Arzobispo de Viena prologa una edicién de los Salmos semejante a ésta en sus propésitos, sefialando “en los circulos del laicado, y aun entre los jévenes, un deseo de conocer Ja fe'en su fuente y de vivir de la fuerza de esta fuente por el contacto directo con ella”, Por eso, afade, "se ha creado un interés vital por la Sagrada Escritura, ante todo por el Nuevo Testamento, pero también por el Antiguo, y el movi- miento biblico catdlico se ha hecho como un rio incontenible”. Es que, como ha dicho Pio XII, Dios no es una verdad que haya de encerrarse en el templo, sino la verdad que debe iluminaros y servirnos de guia en todas las circunstancias de la vide, No, ciertamente para ponerio al servicio de lo material y terreno, come si Cristo fuese un pensador a la manera de los otros, venido para ocuparse de cosas temporales © dar normas de prosperidad mundana, sino, precisamente al revés, para no perder de vista lo sobrenatura} en medio de “este siglo malo” (Gél., 1, 4); lo cual no le impide por cierto al Padre dat por afladidura cuantas prosperidades nos’ convengan, sea en el orden. individual © en el colectivo, a los que antes cue eso busquen vida eterna. 0 ‘Un escritor francés refiere en forma impresionante la lucha que en su infancia conmovia su espiritu cada vez que veia el libro titulado Santa Biblia y recordaba las prevenciones que se le habjan hecho acerca de Ia lectura de ese libro, ora por dificil e impenetrable, ora por peligroso 0 heterodoxo. "Yo recuerdo, dice, ese drama espiritual contradictorio de quien, al ver una cosa santa, siente que debe buscaria, y por otra parte abriga un temor indefinido y, misterioso de alg espirita escondido alli... Era para mi como si,ese libro hubiera sido escrito a un tiempo por el diablo y por Dios. Y aunque esa impresion. infantil —que ¥eo es general en casos como el mio— se producia en Ja subconciencia, ha sido tan intensa mi desolante duda, que sélo en la madurez de mi vida un largo contacto con la Palabra de Dios ha podido destruir este monstruoso escdndalo que produce el sembrat en la nifez el miedo de nuestro Padre celestial y de su Palabra vivificante.’ La meditacién, sin palabras de Dids que le den sustancia sobrenatural, se convierte en simple reflexin —autocritica en que el juez es tan falible como el reo— cuando no termina u 2 2, NUEVO THSTAMENTO por derivarse al terreno de Ja imaginacién, cayendo en pura cavilacién o devaneo. Maria guar das Palabras repaséndolas en su corazin (Luc., 2, 19 y 51): he aqui la mejor definicién de lo que es meditar. Y entonces, lejos de ser una divagacién propia, es un estudio, una hocién, una contemplacién que nos une a Dios por su Palabra, que es el Vetbo, que es Jess mismo, la Sabiduria_con la cual nos vienen ‘todos los bienes (Sab. 7, 11). Quien esto hace, ‘pasa con la Biblia las horas inas felices © intensas de,su vida. Entonces entiende cio puede hablarse de meditar dia y noche (Salmo, 1, 2) y de orar siempre (Luc. 18, 1), sim cesar (I Tes, 5, 17); porque en cuanto él permanece en Ia Palabra, las palabras de Dioy comienzan a permanecer en él —que es lo que Jesés quiere para damos Guanto le pidamos (Juan, 15,7) y para que conquistemos la libertad del espiritu (Juan, 8, 31)— y no permanecer de cualquier modo, sino com opulencia, segin la bella exptesién de San Pablo (Col., 3, 16). Ast van esas palabras vivientes (I Pedro, 1, 23, texto griego) formando el substrato, de nuestra personalidad, de modo tal que, a fuerza’ de admirarlas cada dia més, concluimos por no saber pensar sin elas y encontramos harto pobres las verdades rela- tivas —si es que no son mentiras humanas que se disfrazan de verdad y virtud, como los sepulcros blanqueados (Mat, 23, 27)—. Entonces, asi como hay una aristocracia del pensa- mitento y del arte en el hombre de formacién clésica, habituado a lo, superior en lo inte~ lectual © estético, asf también en lo espiritual se forma el gusto de lo duténticamente sobi natural y divino, ‘comp lo muestra Santa Teresa de Lisieux al confesar que cuando descubrid el Evangelio, los’ demis libros ya no le decian nada. {No es éste, acaso, uno de los privilegios que promete Jestis en ef texto antes citado, dicienddque la verdad nos shari libres? Se ha recordado recientemente la frase del Cardenal Mercier, antes lector insaciable: "No soporto otra lectura que los Evangelios y las Epistolas.” m™ ¥ aqui, para entrar de leno 4 comprender la importancia de conocer ¢l Nuevo Test mento, tenemos que empezar por hacernos a nosotros mismos una confesidn muy {atin a todos nos parece raro Jess. Nunca hemos legado a confesarios esto, porque, por un cierto temor instintivo, no nos hemos atrevido siquiera a plantearnos semejance ‘cuestién. Pero £1 mismo nos anima a hacerlo cuando dice: "Dichoso el que no se escandalizare de Mi” (Mat, 11, 6; Luc, 7, 23), con lo cual se anticipa a declarar que, habiendo sido #1 anunciado como piedra de escindalo (/s, 8, 14 y 28, 16; Rom. 9, 33; Mat. 21, 42-44), Jo natural en nosotros, hombres caidos, es escandalizarnos de £1 como lo hicieron sus dis- cipulos todos, segin EI lo habia anunciado (Mat, 26, 31 y $6). Entrados, pues, en este cémodo terreno de intima desnudez —podriamos decir de psicoanilisis sobrenarural— en la presencia “del Padre que ve en lo secreto” (Mat. 6, 6), podemos aclararnos a nosotros mismos ese punto tan importante para nuestro interés, con I alegria nueva de saber que Jess no se sorprende ni se incomoda de que lo encontremos raro, pues £1 sabe bien lo que hay dentro de cada hombre (Juan, 2, 24-25). Lo sorprendente seria que no lo hallé- semes Taro, y podems afirmar que nadie se libra de comenzat por esa Impresién, pues, Como antes deciamos, San Pablo tos revela que vingin hombre simplemente natural’ ("pst tquico”, dice él) percibe lag cosas que son del Fspititu de Dios (I Cor, 2, 14). Bara esto es necesatio “nacer de nuevo”, €s decir, “renacer de lo alto", y tal es la obra que hace en nosotros —no en los mis sabios sino al'contrario en los mas pequefios (Luc., 10, 21)— el Espi- ritu, mediante el cual podemos “escrutar hasta las profundidades de Dios” (/ Cor., 2, 10). Jesis nos parece raro y parodéjico en muchisimos pasajes del Evangelio, empezando por el'que acabamos de citar sobre la comprensién que tienen los pequefios mas que los sabios. El dice también que la parte de Marta, que se movia mucho, vale menos que la de Maria gue estaba sentada escuchindolo; que, ama menos aquel a quien menos hay que perdonarle Luc. 7, 47); que (quiza por esto) al obrero de la Gitima hora se Je pagé antes que al de la primera (Mar, 20, 8); y, en fin, para no. ser prolijo, recordemos que El proclama de un modo general que lo que es altamente estimado cntre los hombres es despreciable a los ojos de Dios (Luc, 16, 15). Esta impresin nuestra sobre Jesis es harto explicable. No porque £1 sea raro cn sf, sino porque lo somos nosotros a causa de nuestra naturaleza degenerada por la caida original. Bl pertenece a una normalidad, a una realidad absoluta, que es la nica normal, pero que a nosotros nos parece todo lo contrario porque, como vimos en el recordado texto de San Pablo, no podemos comprenderlo naturalmente.. “Yo soy de aftiba y vosotros sois de abajo”, dice el mismo Jesis (Juan, 8, 23), y nos pasa lo que a los nictélopes que, como el murcié- Tago, ven en la oscuridad y se ciegan en la luz. fecha asi. esta palmaria confesion, todo se aclara y facilita. Porque entonces recono- cemos sin esfuerzo que el conocimiento que teniamos de Jesis no era vivido, propio, intimo, sino de oidas y a través de libros o definiciones mds o menos generales y sintéticas, mas © menos ersatz; no era ese conocimiento personal que sdlo resulta de una relacién directa. Y es evidente que nadie se enamara ni cobra amistad 0 afecto a otro por lo que le digan de él. INTRODUCCION 2B sino cuando Jo ha tratado personalmente, es decir, cuando lo ha ofdo hablar. FI mismo Evan- fo se encarga de hacernos notar esto’ *n forma llamativa en el episodio de la Samaritans. ando la mujer, iluminada tg Jests, fué a contar que habia hallado aun hombre extra- ordinario los de’ aquel pueblo acudieign a escuchar 2 Jesis y le rogaron,que_ se quedate con ellos. Y una vez que hubieron oie sus palabras durante dos dias, ellos dijeron a la mujer: “Ya no creemos a causa de ‘us palabras: nosotros mismos lo hemos oido y sabemos que El es verdaderamente el Salvador del mundo” (Juan, 4, 42). ¢Podria expresarse con mayor elocuencia que lo hace aqui el mismo Libro divino, lo que significa escuchar tas Palabras de Jesus para darnos el conocimiento directo de su adorable Persona y descubrirnos ese sello de verdad inconfundible (Juan, 3, 19; 17, 17) que arrebata a todo el que lo escucha sin hipocresia, como Fl mismo lo dice en Juan, 7, 7? E] que asi empiece a estudiar a Jesis en el Evangelio, dejar ca fa vez mds de encontrarlo raro, Entonces experimentari, no sin sorpresa grande y ‘reciente. lo que e3.creer en Fl con fe viva, como aquellos samaritanos. Entonces querra conocerlo mas y mejor y buscara los demas Libros del Nuevo’ Testamento y los Salmos y los Prof.tas y la Biblia entera, para ver cémo en toda ella el Espiritu Santo nos lleva y nos hace adinirar a Jesucristo como Maestro y Salvador, enviado del Padre y Centro de las divinas Fcrituras, en Quien. habrin de unirse todos los misterios revelados (Juan, 12, 32) y todo Jo creado en el cielo y en Ia tierra (Ef., 1, 10). Es, como vemos, cuestién de hacer un descubrimiento propio. Un fend- meno de experiencia y de admiracién, Todos cuantos han hecho ese descubrimiento, como dice Dom Galliard, declaran que tal fué el mas dichoso y grande de sus pasos en 1a vida Dichosos también los que 10s, como la Samaritana, contribuir por el favor de Dios @ que nuestros hermanos reciban tan incomparable bien. IV E] amor lee entre lineas. Imaginemos que un extrafio vid en una carta ajena este parrafo: “Cuida tu salud, poe si no, voy a castigarte.” E) extrafio puso los ojos en la idea de este castigo y hallé dura la carta. Mas vino luego el destinatario de ella, que era el hijo a quien a pairs le eseribia, y al leer esa amenaza de castigarle si 0 ‘se culabe, se pusw a lorar. de ternura viendo que el alma de aquella carta no era la amenaza sino el amor siempre des- pierto que le tenia su padre, pues si le hubiera sido indiferente no tetulria ese deseo apa- Sionado de que estuviera bien’ de salud : Nuestras rtotas y comentarios, después de dar la exégesis necesaria para la «neligencia de los pasajes en el cuadro genefal de la Escritura —como hizo Belipe con el ministro de la feina_pagana (Hech., 8, 30 s. y nota)— se proponen ayudar a gue descubramos (usando Ja vision de aquel hijo que se sabe amado y no la desconfianza del extrafo) los esplendores del espiritu que a veces estan como tesoros escondidos en la letra. San Pablo, el mds com- plewo ‘siemplar en st area apowtlics, decia,confiande en el fruto, estas palais que todo apéstol ha ‘de hacer suyas: “Tal confianza para con Dios la tenemos en Cristo; no porque seamos Capaces por nosotros mismos... sino que nuestra capacidad viene d+ [)ios..., pues Ja letra mata, mas el espiritu da vida” (II Cor., 3, 4-6). La bondad del divino Padre nos ha mostrado por experiencia a muchas almas que asi se han acercado a FE] mediante la mie] escondida en su Palabra y que, adquiriendo la inteli- gencia de la Biblia, han do el sabor de la Sabiduria que es Jesis (Sab., 7, 26, Prov., 8, 22; Ech, 1, 1), y hallan cada dia tesoros de paz, de felicidad y de consuelo en este monumento el unico eterno (Salmo 118, 89)— de un amor compasivo e infinito (ef. Salmo 102, 13; Ef. 2, 4 y notas). Para ello sdlo se pide atencién, pues claro esté que el que no lee no puede saber. Como cebo para esta curiosidad perseverante, se nos brindan aqui todos los misterios del tiempo ¥ de a eremidad. @Hlay algin libro magico que pretenda lo mismo? Sélo quedarin excluidos de este banquete los que fuesen tan sabios que no necesitasen aprender; tan buenos, que no necesitasen mejorarse; tan fuertes, que no necesitasen protec- cidn. Por eso los fariseos se apartaron de Cristo, que buscaba 2 los pecadores. ¢Cémo iban ellos a contarse entre las “ovejas perdidas"? Por eso el Padre resolvio descubrir a los insigni- ficantes esos misterios que los importantes —asi se creian ellos— no quisieron aprender (Mat., 11, 25). ¥ asi leno de dienes a los hambrientos de luz y dejé vacios a aquellos “ticos” (Luc., 1, 53). Por eso se llamo a los lisiados al banquete que los normales habian des: rado (Lue. i4,'15-24). ¥ la Sabidaria, desde lo alto de su torre, mandd su pregon diciendo: “Bl que sca pequefio que venga a Mi” Ya los que no tienen juicio les dijo: “Venid a comer de mi pan y a beber el vino que os tengo preparado” (Prov., 9, 3-5). Dios es asi, ama con predileccién fortisima a los que son pequefios, humildes, victimes de Ia injustieia, como fué'Tesis: y entonces se explica que a éstos, que perdonan sin vengarse y aman a los enemigos, 1 les perdone todo y los haga privilegiados, Dios es asi; indtil tratar de que El se ajuste a los conceptos y normas que fos hemos formado, aunque nos parezean lgicos, porque en el orden sobrenatural El no admite que nadie sepa ada si no 14 ‘EL NUEVO TESTAMENTO lo ha ensefiado £1 (Juan, 6, 45; Hebr., 1, 1 s.). Dios es asi; y por eso el mensaje que £1 nos manda por su Hijo Jesucrito en el Evangelio nos parece paradéjicg. Pero El, ex asi y hay que tomarlo come es, 0 buscarse otro Dios, pero no creer que Fl va a modificarse segiin nuestro modo de juzgar. De ahi que, como le decia San Agustin a San Jeronimo, la actitud de un hombre recto esta en creerle a Dios por su sola Palabra, y no creer a hombre alguno sin averiguarlo. Porque los hombres, como dice Hello, hablan. siempre por interés © teniendo presente alguna conveniencia o prudencia humana que los hace medir el efecto ‘que sus palabras han de producin, en tanto que Divs, habla para ensefar la verdad desnuda, narjsima, santa, sin desviarse un pice por consideracién alguna, Recuérdese que asi hablaba Jess, y por eso lo condenaron, seguin lo dijo £1 mismo. (Véase Juan, 8, 37, 38, 40, 43, 45, 46 y 47; Mat., 7, 29, etc.) "Me atreveria a apostar —dice un mistico— que cuando Dios ‘nos mutstre sin Velo todos las misterios de las divinas Eserivuras, descubriremos que si habia palabras que no habiamos entendido era simplemente porque no fuiinos capates de creer sin dudar en el amor sin limites que Dios nos tiene y de sacar Jas consecuencias que de ello se deducfan, como lo habria hecho un nifio.” : Vengamos, pues, a buscarlo en este magico “receptor” divino donde, para escuchar su voz, no tenemos mis que abrir como lave del dial a tapa del Libro eterno. Y digimosle luego, como le decia un alma creyente: ";Maravilloso campeén de los pobres afligidos y mis maravilloso campedn de los pobres en el espiritu, de los que no tenemos virtudes, de los que, sabemos Ja corrupcién de nuestra naturaleza y’ vivimos sintiendo nuestra incapacidad, temblando ante la idea de tener que entrar, como agrada a los fariseos que Ta nos denun- ciaste, en el eviscoso terreno de los méritos propioss! Tu, que viniste para pecadores y no Para justos, para enfermos y no para sanos, no tienes asco de mi debilidad, de mi impotencia, de mi incapacidad para hacerte promesas que luego no sabria cumplit, y te contentas con que yo te dé en esa forma el corazén, reconociendo que soy la nada y Tui eres el todo. creyendo y confiando en tu amor y en tu bondad hacia mi, y entregandome a escucharte ¥ a seguirte en el camino de las alabanzas al Padre y del sincero amor a mis hermanos, perdonindolos y sirviendolos como Tu me perdonas y me sirves a mi, joh, Amor santisimo!” Vv Ora de Jas cosas que Haman la atencién al que no esti familiarizado con el Nuevo Testa- mento es ta notable frecuencia con que, tanto fos Evangelios como las Epistolas y el Apoca- lipsis, hablan de la Parusia o segunda venida del Sefior, ese acontecimiento final y defintivo, ue puede llegar en cualquier momento, y. que “vendri como un ladrén”, mis de improviso que la propia muerte (1 Tes., 5), presentindolo como una fuerza extracrdinaria para man- tenernos con la mirada vuelta hacta lo sobrenatural, tanto por e} saludable temor con que hemos de vigilar nuestra conducta en todo instante, ante la eventual sorpresa de ver llegar al supremo Juez (Marc,, 13, 33 38 Luc., 12, 35 ss.). cuanto por la amorosa esperanza de ver a Aquel que nos amé'y se entregd por nosotros (Gal, 2, 20); que traera con El su galardon (Apoc,, 22, 12); que nos transformaré a semejanza “de £1 mismo (Filip, 3, 20 s.) y nos Mamara a'su encuentro en los aires (I Tes., 4, 16 s.) y_cuya glorificacion quedard consu- mada a la vista de todos los hombres (Mat., 26, 64; Apoc., 1, 7), junto con la nuestra (Col, 3, 4). Por qué tanta insistencia en ese tema que hoy’ casi hemos olvidado? Es que San juan nos‘dice que el que vive en esa esperanza se santifica como El (1 Juan, 3, 3), Y Ms ensefia que Ja plenitud del amor consiste en la confianza con que esperamos ese dia { Juan, 4,17). De ahi que los comentadores atribuyan especialmente la santidad de la primitiva Iglesia a esa presentacidn del futuro que “mantenia la cristiandad anhelante, y lo maravilloso es que muchas generaciones cristianas después de la del 95 (la del Apocalipsis) han vivido, merced a la vieja profecia, las mismas esperanza y 1a misma seguridad: el reino esta siempre en el horizonte” (Pirot). No queremos terminar sin dejar aqui un requgrdo agradecida al que fué nuestro primero Y.quetido mentor, instrumento de los favores del divino Padre: Monsenor doctor Paul W. von eppler, Obispo de Rotenburgo, pio exegeta y sabio profesor de Tubinga y Friburgo, que nos guid en el estudio de las Sagradas Escrituras. De él recibimos, durante muchos ‘afios, el sstimulo de nuestra temprane, vocaciGn bibles con el ereciente anor a la givina Palabra ¥ la orientacidn a buscar en ella, por encima de todo, el tesoro escondido de ke sabiduria sobrenatural. A él pertenecen estas palabras, ya célebres, que hacemos nuestras de todo corazon y que caben aqui, mas que_en ninguna otra parte, como la mejor introduccidn 0 “aperitivo” a Ia lecrura del Nuevo Testamento que él ensefié fervorosamente, tanta en la catedra, desde la edad de 31 afios, como en toda su vida, en la predicacion, en la conver- sacién intima, en los libros, en Ja literatura, y en las artes, entre las cuales él ponia una como previa ‘a todas: “el arte de la alegria™. "Podria escribirse, dice, una teologia de la alegria. No faltaria ciertamente material, pero el capitulo més fundamental y mas interesante seria el biblico, Basta tomar un libro ‘de concordancia o indice de la Biblia para ver la INTRODUCCION: 15 importancia que en ella eng la alegria: Jos nombres bitlicos que sigaifican alegria se sepiten miles y miles de veces. Y ello cs muy de considerar en un Lbro que nunca emplea palabras vanas © innecesatias. Y asi la Sagrada Escritura se nos convierte en un paraiso de delicia «paradisus voluptatiss (Gen, 3, 23) en el que podremos encontrar 1a alegria cuando la hayamos buscado indtilmente en’ el mundo o cuando la hayamos perdido.” Hemos preferido en cuanto al texto la edicién critica de Merk, que consideramos supe- rior por muchos conceptos, sin perjuicio de seftalar en su caso las’ variantes de alguna con- sideracién, como también las diferencias de la Vulgata. J. Srravaincen, EVANGELIO DE N. S. JESUCRISTO SEGUN SAN MATEO Nora inTRODUCTORIA De Ia vida de San Mateo, que antes se Ila- maba Levi, sabemos muy poco. Era publicano, ¢ decir, recaudador de tributos, en Cafarnaim, shasta que un dia Jestis lo amé al apostolado diciéndole simplemente: *Sigueme”; y "levantandose le siguis” (Mat. 9, 9). ‘Su vida apostélica se desarvollé primero en Palestina, al Jado de los otros Apostoles; mas tarde predicé probablemente en Etiopia (Afri- ca), donde a lo que parece también padecid el martirio. Su cuerpo se venera en la Catedral de Salerno (Italia); su fiesta se celebra el 21 de setiembre. ‘San Mateo fué el primero en escribir a Bue~ na Nueva en forma de libro, entre los afios 40- 50 de Ia era cristina. Lo compuso en lengua aramea o siriaca, para los judios de Palestina que usaban aquel idioma. Més tarde este Evan- gelio, cuyo texto aramco se ba perdido, fud traducido al griego FI fin que San Mateo se propuso fué demos. trar awe Joris es el Mesias prometido, porque en P! 4. ban cumplido los vaticinios ‘de los Profetas. Para sus lectores inmediatos no ba- bia mejor prueba que ésta, y también nos- otros experimentamos, al leer su Evangelio, la fuerza avasalladora de esa comprobacion. I. INFANCIA DE JESUCRISTO (11 =2,23) CAPITULO 1 Genrarocla tecat ve Jésts, 1Genealogia de Jesueristo, io de David, hijo de Abrahin: "Abrahin’ engendré a Isaac; Isaac engendré a 1s, 8. Mateo da comienzo a su Evangelio egn oi cbolengo de Jesis, comprobendo ‘con esto. que Bl, por, su padre adoptive, San José, desciende legal- mente en'linea recta de David “y Abrahin, y queen Hise han cumplide los vaticinios del Anti tamento, los cuales dicen que el Mest ha'de ser de Ja raza hebrea de Abrabin y de la familia eal de David. La genealogia no es completa. Sav cardeter compendioso se" explica, segin, S. Jers: fimo, por el deseo de hacer “tres grupes de eatorce personajes cada uno (ef. v.17). Esta gevealogia es fade San José, y no la de la. Santisima Virgen, para mostrar que, stgin la Ley, José era padre legal de Fess, y “Este, heredero legal dei trono de. David y de Jes” promeiag meginices, Por lp “dems, “Marfa @ igualmente descendiente de Davids ‘porgie_ seq Son ‘Laces, 1, 52, 61 bile de ia Viewen ‘ork heredero del trono “de su’ padre David”. Sobre la genealogis ges, ae S: Lacan) y que ex ta de le Virnen, vetve ate. 3,23 y nota. Seguin los resultados de las, inves: anes modernas hay. que colocar el nacimiento de Jesis algunos afion antes de la era cristiana de. terminada (por el, calendario. gregoriano, o sea en el tio 747 de Ia fundacién de Roma, mds 0 menos. Lev! | Jacob; Jacob engendré a Judi y a sus herma- nos; “Juda engendré a Farés y 2 Zara, de T2- mar; Farés engendré a Esrom; Esrom engen- dré'a Aram; Aram engendré a Aminadabs Aminadab engendré a, Naasn; Naasoa engen- Gré a Salmén; Salmén engendrd a Booz, de Racab; Booz engendro a Obed, de Rut; Obed engendré a Jesé; *Jesé engengré al rey David; David engendré a Salomén,’ de aquella (que habia sido nnger) de Uxias; “Salomon engendro a Roboam; Roboam engendré a Abia; Abia engendré a Asaf; %Asaf engendré a Josafat; Josafat engendré ‘a Joram; Joram engéndré a s; *Ozias engendré a Joatam; Joatam en- gendré a Acaz; Acaz engendré' a Ezequias;, WEzequfas engendré a, Manasés,; Manasés en- gendré a Amén; Amén_engendré a Josias; HJosias engendré a Jeconias y a sus hermanos, PoE el tiempo de la deportacién, a Babilonia. 2Después de la deportacién a Babilonia, Je~ conias engendré a Salatiel; Salatiel engendrd a Zorobabel; 1Zorobabel engendré 2 Abiud; ‘Abiud engendré a Eliaquim; Eliaquim engen- ‘dr6 a Azor; 4Azor engendré a Sadoc; Sadoc engendrd a Aquim; Aquim engendrd a Eliud; 1Eliud engendré a Eleazar; Eleazar engendrd a Matan; Matin engendré a Jacob; Jacob engendré a José, el esposo de Marfa, de la cual nacié Jesiis, el llamado Cristo. 17Asi que todas las generaciones son: desde Abrahén hasta Da- vid, catorce, generaciones; desde David hasta la deportacién a Babilonia, catorce generacio- nes; desde la deportacién a Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones. Nacimtento pe Jests. ¥La generacién de Jesucristo fué como sigue: Desposada su madre ‘AI no hacerlo asi, resultaria que Herodes babria ya imuerto a la. fecha de ia natividad del Sefor, To cual contradice las Sagradas Escrituras. Ese hombre Hnpo fauna gp og primeron see oth 750, ee esta genealogia \e ests, ‘euatro mujeres: Tamar, Racab, Betsabee ut, trea de lan evaies foeron’ pecadoras (Gan, 38, 183 Jog. & Lage; Rey. 11, 185) y 1 cuagta ‘mow 3: Feronino dice al respecio gue el Sefor Io dispuso. sei “siya ‘que venis. para salvar, a ios” pecadores,degcendiendo ‘de. pecadores borrara Tow pecadon de todon" : : 7 EBsposo ay Maria: §. Ignacio y S. eee explican que fue de suma importancia que Jesta_ na. Glera de ‘Una mujer que contervando $a. virginidad, Face ala, ver casaday pues. ast quedaria’ vel los ojos de ‘Satands el misterio. de ia Enea Jesis (hebreo Yeschua) signi ie 8 We 21). Cristo es nombre ari hebreo Mesias, cuyo signific En Teruel se. consaetaban cou. leo fos Reyes 'y os Sax oe Seen Jeunes Upon ace neia, por 4er el “Rey. de los Reyes" (Apoe, 19, 1 ya Sumo Saccrdote de Ia Nueva Alianza (Ct. Hebe, Caps. 5-10; S. 109, 4 y nota). 1S. atre iow fudion lor. despesorios 9 noviasgo cquivalian al matrimonio y'ya loa prometidos ae lise eee 7 enpoee. "7 18 Maria con José, se hallé antes de vivir juntos ellos, que Habja’ concebido del Espiritu Santo. José, ‘su esposo, como era justo y no queria delatarla, se proponia despedirla en secreto. 20Mas mientras andaba con este pensamiento, he aqui que un dngel_ del Sef i en suefios y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a Marfa tu esposa, porque su con- cepcién es del Espirit Santo. 21Dard a luz un hijo,y le pondrés por nombre Jesis (Sal- vador),"porque El salvaré a su pueblo de sus pecados”. : | Todo esto, sucedid para que se cumpliese la palabra que habja dicho el Sefior por el pro- fea: 23Ved ahi que la virgen, concebird y" da- Hi luz un hijo, y le pondrén el nombre de Emmanuel, que ‘se traduce: “Dios con nos- otros”. *4Cuando desperté del suefio, hizo José como el Angel del Sefior le habia mandado, y recibié 2 su esposa, Y sin que Ia conociera, did ella 2 luz un hijo y le puso por nombre Jests. CAPITULO I AporaciON pe Los MAGos. 1Cuando hubo na- cido Jesés en Betlehem de Judea, en tiemy del rey Herodes, unos magos del ‘Oriente, lle- garon a Jerusalén, 2y preguntaron: ":Dénde 19, No babiendo manifestado Maria a su eqporo la aparicign Gel Ange! ni la’ maraviliosa_comepetbn.por bra ‘det spirits. Santo, San Jose se vio en. da Situacion sin) salidas teemenda “prueba, para ‘eu fe. Juridicamente José habrin tenido dos -selucione Wiiacugar a Mara ante igs ‘thanale, for ial seuin ies ley de Moisct, (a ‘babrian condenado muerte (Lev. 20, 10; Deut. 22, 22-24; Juan 8, 2 56.)3 Br Gane le ae reaadi eden eevee Gio, permitido por Ia Ley para tal caso, Pero, po du- Gonad'at Por um instante "de" Ia suntiiad de_ Marin, aP"fant guaran ae decid § dejar pcretamecné ano infamasla, hasta. que intervino el cielo acla- Fandole el misteri. “| “qué. admirable silencio. el de Maria! Bretiere sutr Sites que. descubris. lm emelia, Yn el cielo art prob6 a. doe corazones ino. Senter 'y santos come el de Joxe y- Maria, ¢por_ ave foe quefamos de. las pruebas que’ nos envia ia. Pro- videncia? (Mons. Ballester). "Ea ta sinceridad de Mesirg fe Jo, gue Dias pone a, prudhe,“egun Wen sein Gan Pedro (I. Pedr. 1, 7). Vease S16, 3 Sota 73. Es una cita del_profeta Tesias (7, 14). Con ocho sigios de anticipaciOn Dios amincia,” asmave en forma’ veladay cssombroso musterio de’ amor ce a Bacarnacign ‘redentora de. su" Verbo, que entara con Agptos fon Tog ue bats in Gonrimacién dl sa Gilat 29," 20). "Sera ‘para las alas eqy particular’ ¥ oP ginmanudl’: “Dios eon os: ‘stig, au Evangelioy por la vor ferio infatible instituldo por £1 mismo. ‘ue la conociera, ce. Bate es el sentido we dice, ema oF ‘no ia ‘conoel® bas. ina". 'flasta®slanificaha” entre tos “be: como “mientras” y_ express, como, dice feamente 10 que aconteesg,o no, haves jeito momento, mar mo Io que suced’s despues. Ve Ser como elemplo, Lue, 237 y lp mismo ft Rey. 6, 25; “Mileof no avo hijos hasta ef dia de su muerte” Mago\ex el tombre_ que. entre toa persasy cal. se dabs. a tos hombres doctos. que cultivaban las ciencia, especisimente iz aatronomian WH fey rectin nacido es alos ojo8 de los magos un rey universal, tel como. Jo. daban a “conocer los divinos oriesios “de Ta a infam ‘Jeronimo, 23, 5'ss.; 33, 15; Is. caps. 11, 32, 60; Bz. 37, 238.) EVANGELIO SEGUN SAN MATEO 1, 18-25; 2, 1-14 estd el rey de los judios que ha nacido? Por- que hemos visto su estrella en e] Oriente y ve- nimos a adorarlo.” 8Oyendo esto, el rey Hero- des se turbé y con éi toda Jerusalén. 4¥ con- vocando a todos los principales sacerdotes y a los escribas del pueblo, se informé de ellos dénde debia nacer el Cristo, Ellos le dijeron: "En Betlehem de Judea, porque asi esté es- crito por el profeia: 8*Y't Betlehem (del) pais de Judd, no eres de ninguna manera la menor entre las principales (ciudades) de Juda, Porque de ti saldrd el caudillo que apacentard Israel mi pueblo”, *Entonces, Herodes amo en secreto a los magos v se informé exacta- | mente de ellos acerca del tiempo en que Ia estrella habia aparecido, *Después los envié a Betlehem diciéndoles: “Id y buscad cuidado- samente al_nifio; y cuando lo hay4is encon- trado, hacédmelo saber, para que vaya yo | también a adorarlo”. Con estas palabras del Tey, se pusieron en marcha, v he aqui que la estrella, que habian visto en el Oriente, iba delante de ellos, hasta que Hlegando se detuvo encima del lugar donde estaba el nifio. 1A] ver de nuevo Ja estrella experimentaron un goz0 muy grande. 12Entraron en la casa v vieron al nifio con Maria su madre. Entonces, proster- nindose lo adoraron; luego abrieron’ sus teso- ros y le ofrecieron sus dones: oro, incienso y mirra, 1Y, avisados en suefios que no volvie~ ran a Herddes, regresaron a su pais por otro camino. Hyioa a Eero, 1Luego que partieron, un Angel del efor se aparecié en suefcs 2. jose y le dijo: “Levantate, toma contigo al nifio y a su madre y huye a Egipto, donde permanece- ris, hasta que yo te avise. Porque Herodes va a buscar al nifio para matarlo.” 14Y él se le- Pero no se trata para ellos de un rey como los de- : tiga "las act vey Tal desde tier fo stsae anunciado "y prometide por Dios, que habia BE Safest su pueblo 2 toda Is humenidad, Vest fe in pyatecia del ingel en ut, ty 32h ia aclamacion det puchlo en Mace"11, 20; la conten “de Pista a Juan 19,39) a et Vlase’ sig, $25 Juan 7, 42. Betlem 0 Be. ten chadad ‘stiads «) Qiems, ‘al sur de Jerusalem ita “ntesiren ‘Basten sesuerda 9)" nacinnto. del Salvador Es ta grutas aGinjor arden constantemente 52 Ainnarass y tna Estella sefsla” ef lugar donde Racio yuestrs Redentors Spree simtolo de la es Tea vanes Ie potecis de Balaam en Nam. 24,517" Apoe. 22, 16, donde Jestis mismo se da ese nombre (ees. to," ota) 11. Como’ hijos de los gentile loy ager adotadorgs ine Primieias de mucstea ross ins “Ge nuestta fe, yeelebremoe con corazoney. di fSttuds porta’ slepria Tor cometsos de ‘era dichoes pues! Sends ette’ momento se iniia ace aca la celeafialbevensia de. los‘bjos de Bios" reba alagio).. Los. dones de lot mages Se waoy ips "3 Goo. simsian a reat SMioteto iy ivindad, i iray is hom flats put, de una ‘publica conteida: de da info det hombre"y' dela realesa que baba. sido ioe fanuneiada por el angel (Lue. 1 325 notas). 14. Unas ocho 0 profe. Fir ‘exousas, tan obyias en tal trance, ahandona. al instante el pais natal y acata en todo la santa volun- EVANGELIO SEGUN SAN MATEO 2, 1.23; 3, 1-16 vanté, tomé al nifio y a su madre, de noche, salié para Egipto, My se quedé’ alli hasta muerte de a rrrC~—~—S—~=——S—isiCSSS lerodes; para que se cumpliera lo te cs de quien hablé el profeta Isaias cuando o 19 el desierto de Judea, 2y decia: “Arrepentios, jue habia dicho el 'Sehor por el profeta: “De dijo: “Voz, de uno que clama en el desierto: | Preparad el camino del Seftor, enderezad sus Egipto llamé 2 mi hijo. Deconiaci6n pe Los wwoceNtrs. 1°Entonces Herodes, viendo que los mages lo habian bur- lado, se enfurecié sobremanera, y mandé ma- tar a todos los niiios de Betlehem y de toda su comarca, de la edad de dos afios para abajo, segin el ciempo que habfaaveriguado de los magos, 17Entonees se cumplié la palabra dicha por el profeta Jeremias: 1®"Un clamor se hizo oir en Hora a sus hijos y rehusa todo constelo, porque elles no estan mis. Reoneso pr La Sagrapa Fannua. Muerto Herodes, un angel del Sefor se aparecié en suefios a’ José en Egipto y le dijo: "Levdntate, toma contigo al nifio y a su madre y vuelve ala tierra de Isracl, porque han muerto los que buscaban Ja vida del_nifio”. 2E1 se le- vant6, tomé consigo al nifio y a su madre y entré'en tierra de Israel. 2°Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en el lugar de su padre Herodes, temié ir alli; y, advertido en suchios, fuése a’ la regién de Galilea, 28Y Ie- ado alli se establecié en una ciudad llamada Nazaret, para que se cumplicse la palabra de Jos profetas: “E] sera llamado Nazareno.” Il. PREPARACION PARA LA VIDA PUBLICA Ga-4u) CAPITULO IIT Previcacton pe Juan et, Bautista, 2En aquel tiempo aparecié Juan el Bautista, predicando en tad de Dios, que para dl habia reservado las tarcas mas enosas. A st obediencia y humildad correspon fle st gloria y poder en el cielo, 15. Vease Oseas 13, 1. y nota explicativa, : Con. el versicula citado, San Mateo quiere ex: nectar Na jnmenndad el dolor aludiendo a toma tle Raquel, esposa de Jacob, ‘sepultada en’ el. camino de Terusalén a Belén (Gen. 38, 19: Jer. 31.18). Roma: localidad sitvada al Norte de” Jerusslén y eampo de concentracion de los judios que por Nabi cglenosor, fuczon levados al eautiverio de’ Habilonsa 87a. C.), “Raquel se alza de su sepulero para Ilo- tar la partida de sus hijos a Babilonia y pera mez. lar sys lementos con los de las madres de los Tno- centes.” La Iglesia celebra el 28 de diciembre la memoria de éstos como flores del martirig. por Cristo. ‘22. EB} Patriarea José es un envidiable prototipo de las almas interiores, habiéndose iormado' él ms. mo en ja escuela de Jesis y de Maria. Su vida fue una vida de silencio y trabajo manual, En el taller de Nuzaret, este varéa juste, come lg ama et Esp ity Santo (1, 19), nos'da, ejemplo de ana santa la- boriosidad, en” unién ‘cond diving Modelo, en cuyo nadie buseaba al Mesias, Véase v. 15; Lue.’ 1,26: 2, 395 Juan 3, 46; 8 52; Nazareno, esto es, Naza- reo 9, éousagrado a Dios (Deut. 23, 16 y nota) ¥ Pimpollo (Is. 11, 1; 53, 2). ama, Hanto y alarido grande: Raquel | sendas.” 4Juan tenia un vestido de pelos de camello, y un cinto de piel alrededor de su cintura; su comida eran Jangostas y mic! sil- vestre. Entonces salia hacia él Jerusalén y toda la Judea y toda la regién def Jordin, ¢y se hacian bautizar por él en el rio Jordin, confesando sus pecados. ‘ TMas viendo a muchos fariseos y saduceos venir a su bautismo, les dijo: “Raza de viboras, squién os ha ensefiado a huir de la célera que viene? 8Producid, pues, fratos propios del arrepentimiento, ®Y no creais que podéis decir dentro, de vosotros: “Tenemos por padre a Abrahin": poraue yo os digo: "Puede Dios de estas piedras hacer que nazcan hijos a Abra- hin”, Ya el hacha esti puesta a la raiz de los Arboles; y todo arbol que no produce buen fruto seré cortado y arrojado al fuego. Yo, por mi parte, os bautizo con agua para al arrepentimiento;’ mas Aquel que viene des- pués de mi es mis poderoso que yo, y yo no soy digno de llevar sus sandalias. £1 os bauti- zar4 con Fspiritu Santo y fuego. 12La pala de aventar esti en su mano y va a limpiar su, era: reuniré el trigo en el granero, y la paia la quemaré en fuego que no se apaga.” Baunismo pe Jess. 1Entonces Jess fué de Galilea al Jordin a Juan para ser bautizado por él. 14Péro Juan querfa impedirselo y le de- cla: “Yo tengo necesidad de ser bautizade por Ti y £14 vienes a mi?” "Jesis le respondié y dijo: “Deja ahora; porgue asi conviene que nosotros cumplamos toda justicia.” | Entonces (Juan) le dei, WBantizado Jestis, salié al pun- 2. BI reino de los cielos, 0 sea, el reino de Dios La. condition necesaria para. entrar en ese reino es afrepentirse de los pecedos y creer all Evangelio. (4, 17} Mare. 1, 15), cosas ambes que Jesds resume en ta’ pequefez, es decir, en 1a. infancia espiritual o la pobreza en espiritu (5, 3; 18, 14). Vease v. 10 ¥ Rota. 3. Véese Ts, 40, 3 6. Este bautiomo ‘to erasing una preparacién de Iscael para recibir al Mesias (Hech, 19,4 9 nota). Tampoco. era un sacramento la confesién que los pe- gadores “hacian, pero si una manifestacion’ del dolor interior, un medio cficaz, para conseguir In gracia de arrepentimiento, condicién del. perdén. Oss. Aqui y en el v. 12 ef Dautista sefiala 2 Je sis dispuesto a comenzar su reinado de iusticis. Eo 11, 12 55,, el mismo Jents nos muestra cémo ese reino sefa’en ce entonces impedico por la violencia y como, aungue el Bautista vino con la misiéa de Elias (Mal. 4, 8-7 13), este habra de volver un dia (7, 115), 2’ restauraslo tode, “Fillion hace notar la similitud de ‘ste pasaje con Mal, 3, 25. (véase alli la nota), dom dena ae trata. adel jut, sobre, [ag nacioneseomo en 25, 32, (ef, Joel 3) sino de un juicio sobre su pile- blo. Ci. 'S. 49, 4 58, y notas, 14. jestis “wo necesitaba del bautismo, pero gue. riendo cumplir toda justicia (v. 15), e8 decir, guarder puntualmente todas las leyesy" costumbres “de st pucblo, se sometié. al bautismy coma se habia 50° Mretido’ a la ‘citcuncisién y demas rites judios, 16. Bn “el battismo. de Jess. se manitiesta le Sema. Trinidod: el Padre que habla del cielo, al Hijo que esta en forma de hombre arrodillado a la 20 to del agua, y he aqui que se le abrieron los cielos y vid al Espiritu de Dios, en figura de paloma, que descendia y venia sobre El, 17¥ una voz del cielo decia: “Este es mi Hijo, el Amado, en quien me complazco.” CAPITULO IV Jests Fs TENTAO0 PoR EL DIABLO. 1Por aquel tiempo Jesis fué conducido al desierto por el Espiritu, para que fuese tentado por el diablo. Zayuné cuarenta dias y cuarenta noches, des- pués de lo cual tuyo hambre. ®Entonces el ten- talor se aptoximé y le dijo: “Si TW eres el Hijo de Dios, manda que estas piedras. se vuelvan panes,” ‘Mas El replicé y dijo: "Esta gserita: “No ‘de pan sélo viviek el’ hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” 5Entonces lo Hevd el diablo a la Cindad Santa y Jo puso sobre el pindculo del Templo; fy le dijo: "Si Ta eres el Hijo de Digs, échate abajo, porque esta escrito: “El dard ordenes 2 sus Angeles acerca de Ti, y te llevardn en pal- mas, para que no lastimes tu pie contra alguna piedra.” "Respondidle Jesiis: “También esta es- ctito: “No tentaris nuevo Ie Ilevé el diablo a una montafia muy alta, y_ mostrindole todos los reinos del mundo y su gloria, le dijo: "Yo te daré todo esto si postrindote me adoras.” 1Entonces Jestis le dijo: “"Vete, Satands, porque estd escrito: “Ado- raris al Seior tu Dios, y a El sdlo serviris.” orilla del Jordan, y el Espiritu Santo que se hace visible en forma de paloma, Cf. Lue. 3, 22; Juan 1, 32s. y-nota. : 17, He aqui la primera revclacién del mis grande de los misterios: ef anfinito amor. del Padre al Uni. aénito, en el eval reside toda su felicidad sin mites ef eval, con ef cual y en el cttal recibe eterna. 517, 83 Ts. 42, 15 Misa, Cf, sobre este amor 12, Juan 3, 38; 12, 28; IL Pedro" 1, 17. 1, Véase Mare. 1, 2883 Luc. 4, 155 3'ss. Esta tentacidn se comprende, s6lo como humi- Macién del Sefior, quien, siendo el segundo Adan, i jar ast ‘cl pecado de los primeros padres. po caper ane pends ef pimu a EPs doe Seas Eo coon as comer, Ia soberbia por medio del orgullo presuntuoso, J, [2 goscupiscencia de Tos ojos por medio’ de los ape- itos de riqueza, poder y goce, Preparése Jestis para Ja tentacién orando y_ ayunando, aut las armas mag eficaces pata sesistir 2 las tentaciones, Las citas de la Sagrada Escritura corresponden a. os signien- tes pasaies: v. 4 a Deut 8, 3. Sab. 16, 26; v. 6, al Salmo 90, 1165 ve 7, @ Deut 6, 16; v.10, a Dest. 6, 13 “7. wGuardese el lector de entender que Cristo de- clara_agui su divinidad, diciendo a Satands que no fo tiente a #l, Esto habria sido revelar su condicién de Hijo de Dios, que el diablo descaba vanamente averiguar. Veneié Jestis. a} tentador con esta res: Pcstn, ‘enteRndonot que poner a Dios en al caso de fener que hacer un milagro para librarnos de un pe: Tigra en que nos hemos, colocado temerariamente motivo alguno, es pecado de presuncién, o sea tent 2 Dios” 10, Por tercera vez es vencido Satanas por el po- der de la Breritura, San Pedro nos reitera’ esta doc- trina de que, para vencer al diablo, hemos de ser fuertes en'la’ fe (I Pedro 5, 8) y San Juan nos da igual receta para vencer al mundo, cuyo principe es el mismo Satanas (Tuan 14, 30). Sobre d poder de fa Palabra divina, véase Luc, 22, 36 y nota; S. 118, Ys; Apoc. 12, 11 al Sefior tu Dios.” 8De! EVANGELIO SEGUN SAN MATEO 3, 16-11; 6, 1-25; 5, 1-3 2Déjole entonces el diablo, x a Angeles se acercaron para servirle. Ill. MINISTERIO DE JESUS EN GALILEA (4,12 - 18,35) Comrenzo pe La vipa pUBLICA. 2A oir (Jestis) jue Juan habia sido encarcelado, se retiré a alilea, 18y dejando Navarct, fue y habité en Cafaraim junto al mar. en el territorio de Zabulén y de Neftali, “para que se cumpliera lo que habia dicho el profeta Istas: 1°" Tierza de Zabulén y tierra de Neftali, camino del mar, més allé del Jordan, Galilea de los gen tiles; 1el pueblo “asentado en tinieblas, luz grande vid; y a los asentados en la region y sombra de la muerte, luz les albore6.” Los primezos visciputos. Desde, entonces Jesis comenzé a predicar y a decir: “Arrepen- Hos porque e] reino de los ciclos esta cerca.” 18Caminando junto al mar de Galilea vid a dos hermanos, Simén el llamado Pedro y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar, pues eran pescadores, y dijoles: “Venid en pos de Mi y os haré peseadores de hombres.” 20Al instante, dejando las redes, le siguieron. *Pa- sando adelante, vid a otros dos hermanos, San- tiago hijo de Zebedeo y Juan su hermano, en su batca con Zebedeo su padre, que estaban arreglando sus redes. y los Hamé. 2Ellos al punto, abandonando Ja barca y a su padre, le siguieron, EvaNcenizacion pe Gauitea. 2Y recorria to- da Ia Galilea, enseftando en las sinagogas de ellos, y proclamando la Buena Nueva del reino y samando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo, 24Su fama se extendid por toda la Siria, y le traian todos los pacientes afligidos de toda ‘cise de dolencias y sufrimientos, en- demoniados, lundticos, parsliticos, y los sané. S5Y “Te siguieron grandes muchedumbres de Galilea, Decapolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordan, CAPITULO V Ex SerMén pe La MontaSta. Las ocho Biex- AVENTURANZaS. 1A ver estas multitudes, subid a la montafia, y habiéndose sentado, se le acer- caron sus disefpulos. #Entonces, abrié su boca, Yy se puso a ensefiarles asi: 3"Bienaventurados los 13. Cafernaim, hoy ‘Tel Hum, sitvada en la ribe- ra norte del Lago de Genesaret. 185, Véase Tg. 9, 15, y nota, 25. En las sinagogas dello nota. ‘26, Lundticos se llamaban los epilépticas y enfer- mos de similar categoria, porque su enfermedad se atribuia a la influencia de ia luna, 3. Pobres en el espiritu son, como observa Sto. To ma, citando @ San Agustin, to solamente los que 0 se apegan a las riquezas (aunque sean materialmente | Ficos), sino principalmente los humildes y pequefios cf. Hebe. 8 4 y

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