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C T E R A

JUNTA EJECUTIVA NACIONAL

HUGO YASKY
Sec. General
ANA MARIA HERRERA Defectos
Sec. Adjunto
JOSE TESSA Lobo Amarillo se sentó y dijo:
Sec. Gremial “los blancos contaron un solo lado de las cosas”
CARMEN NEBREDA “contaron para su placer”
Sec. O rganización “contaron mucho que no es la verdad”
“solamente lo mejor que hicieron y solamente lo peor que los
LUIS BRANCHI
Sec. Administrativo y Actas indios hicieron el hombre blanco contó”.
NORMA PAPINUTTI Lobo Amarillo sentado dijo:
Sec. Hacienda y F inanzas
“¿fue así porque nosotros no juntamos palabras mudas y
ALEJANDRO DEMICHELIS quietas?
Sec. Prensa “¿fue así porque escribimos con humo y con tambores?”
STELLA MALDONADO “¿fue así porque hablamos prestando mucha atención a la antítesis al
Sec. Educación y Estadísticas paralelismo a la repetición a la hipérbole al soliloquio a las preguntas
RUBEN MOSCATELLI retóricas a las expresiones simbólicas a los caminos que las palabras
Sec. de Acción Social buscan para salir?”
FRANCISCO M. NENNA “¿fue así porque no ponemos corazón en papelitos?”
Sec. Relac. Internacionales
Lobo Amarillo sentado dijo:
SILVIA IÑIGUEZ
“el hombre blanco nos quitó la tierra que pisaban nuestros pies”
Sec. Derechos Humanos
“el hombre blanco mató niños indios en la masacre de Wounded Knee
MARIA CRISTINA ERCOLI South Dakota en 1890 y en otras masacres otros lugares otros años”
Sec. Igual. de Gén. y Oportunid. “el hombrte blanco dijo que los piojos chicos se convierten en piojos
OSCAR RUIBAL grandes y mató niños indios”
Sec. Política Inst. de Gest. Privada “el hombre blanco mató niños”
VOCALES TITULARES Lobo Amarillo sentado dijo:
MARTA MADOZ “después contaron un solo lado de las cosas”
GERARDO MARTURET “contaron para su placer”
“contaron mucho que no es la verdad”
STELLA M. LEVERBERG
“solamente lo mejor que hicieron y solamente lo peor que los indios
VIRGILIO CHOQUE hicieron el hombre blanco contó”
MARIA ISABEL ORTEGA
POMPEYA BOJ Lobo Amarillo sentado dijo:
“¿fue así porque nosotros no juntamos palabras mudas y
Instituto Marina Vilte - CTERA quietas?”
Octubre 2005 “¿fue así porque escribimos con humo y con tambores?”
instituto@ctera.or g.ar “¿fue así porque hablamos prestando mucha atención a la antítesis al
http://www.ctera.org.ar paralelismo a la repetición a la hipérbole al soliloquio a las preguntas
Diseño: N ora Raimondo retóricas a las expresiones simbólicas a los caminos que las palabras
Bolívar 1325 buscan para salir?”
Tel: 4362-9289/2086 “¿fue así porque no ponemos corazón en papelitos?”
Impresión: DY C S.A.
Pasaje G uillermo Hudson 4186 Juan Gelman
Tel: 4601-7309 Interrupciones 1
1997
Cuadernos de Trabajo para el aula del
IIPMV-CTERA
Nº 1: M emoria, verdad y justicia. A 25
años del golpe militar. Marzo 2001. Cuaderno elaborado por la Secretaría de Educación de la CTERA a través del Institu-
Nº 2: Seguro de empleo y formación. to de Investigaciones Pedagógicas “Marina Vilte”. Coordinación: J uan Balduzzi. Cola-
Ningún hogar pobre en la Argentina. boraron: María José Vázquez; María Abal Medina, Pompeya Boj (IIPMV-CTERA); Silvia
Octubre 2001. Iñíguez; Marta Tomé; Marcela Lucas; Claudia A. R odríguez; Dora Bordegaray; Gabrie-
Nº 3: AL CA (Área de Libre Comercio de la Novaro; Stella Maldonado. Aportes de la Revista “La Educación en nuestras ma-
las Américas). ALCA: Otro intento de co- nos” de SUTEBA.
lonización. S eptiembre 2002. CTERA-
IEAL: A daptación para América Latina. Fotografías: Mapuches del Neuquén. Arte y cultura en la Patagonia argentina (Luz
Nº 4: ¿Qué es la I ndependencia? Editora). Prof. Sara Veltri.
Junio 2003
Los invitamos a compartir las experiencias que realicen sean talleres con la comu-
Se pueden consultar en los sindicatos nidad, con los alumnos, con los trabajadores de la educación, etc. E nviar por co-
de base de la CTERA
2 o en http://www.ctera.org.ar/iipmv rreo electrónico a: instituto@ctera.org.ar
“(...) El pasado estaba quieto, hueco,
mudo. Nos enseñaban el tiempo pasa-
do para que nos resignáramos, con-
ciencias vaciadas, al tiempo presente:
no para hacer historia, ya que estaba
hecha, sino para aceptarla. La pobre
historia había dejado de respirar: tr ai-
ciona da e n los textos académicos,
mentida en las aulas, dormida en los
discursos de efemérides, la habían se-
pultado, con ofrendas florales, bajo el
bronce de las estatuas y el mármol de
los monumentos”.

Eduardo Galeano.
“Memoria del fuego”. Umbral

Descolonizar Por eso sostenemos y coincidimos


con lo que plantea Colombres “el
la escuela compromiso social es un paso im-
portante, pero éste no asegura el
respeto cultural”.
Y aquí seguimos los trabajadores y jetos de otra his toria. Nos coloniza -
las trabajadoras de la educación, ron las concie ncias, nos somet ie - Por eso este cuadernillo político-pe-
empeñad@s en la lucha por otra es- ron la subjetividad. dagógico-didáctico no se trata sólo
cuela pública, por una escuela que de una recopilación de hechos his -
aporte al proceso de transformación El poder s e renueva con nuevas tóricos, de luchas de los Pueblos
de la realidad social y cultural de aventuras civilizatorias, donde son Originarios (normalmente negados,
nuestros pueblos, que asuma de más las “víctimas” que los “benefi- ocultados o manipulados), sino de
dónde venimos y cómo se constitu- ciarios” en pos del progreso. É ste s e un intento de recuperar “nuestra”
ye nuestra identidad. ut iliza como aplanadora para borrar memoria histórica, de recuperar un
las diferencias, como dice Colombres pasado que nos ayude a construir
Europa no encontró a América en “para ridiculizarlas como retrógradas nuestro presente. En este presente,
1492: América ya era,... diversa, rica o desat inadas, la emergencia de una por construir un mundo distinto
y sabia. Pero hubo un 12 de octubre identidad que apunta a devolver a donde quepan otros mundos, la es-
y hoy nuev amente se esfuerza para los indios y a todos nos otros la con- cuela y nuestros prácticas pedagó-
encontrarse a sí misma, al plantear- dición, hace mucho perdida, de suje- gicas no seguirán estando de espal-
se el problema de su identidad. tos de nuestra historia”. das a la realidad y a la memoria his-
tórica de nuestros pueblos.
De lo que se trata es de hacer me- En estos años fatídicos del neolibe-
moria, de recuperar la memoria, de ralismo, donde se naturalizaron su - Esto será pensar que es posible una
romper los s ilencios , el ocultamiento puestos básicos de la sociedad libe- escuela donde, como decía Soria-
y la negación. Nuestra escuela sigue ral, se cristalizaron valores en torno no... “se enhebran los hilos invisi-
sirviendo de canal de colonización, al ser humano, la rique za, la natura- bles de un sueño inconcluso”.
expresando las ideas de ot ros, no leza, la historia y el conocimiento.
hablando por sí mis ma, sino “siendo Hoy la construcción de pr oyectos al- Esto es pensar una escuela con su-
hablada”: no tiene subjetividad, se ternativos a ese neoliberalismo ex - jetos capaces de exigir el derecho
la han colonizado, se la expropiaron cluyente y expulsor, nos exige reno- de imaginar la libertad.
y le pusieron otra que habla por ella. vados esfuerzos para desconstruir,
desarmar las bases de esta socie- Pompeya Boj
Ya no nos encadenan los cuerpos , dad capitalista-liberal, tan larga - Vocal Secretaría de Educación
sino que nos e nca denan como s u- mente arraigada en el pensamiento y Estadística
jetos. C ontinua mos siendo, así, ob- occidental de los últimos siglos. E quipo de Identidades IIPMV 3
“Los pueblos originarios
están vivos”*
“PUNTOS DE VISTA/1
gar en la escuela, salvo en el lugar que el poder les señalaba: como
esde el punto de vista del buho, del “salvajes”, como “barbarie ” opuesta a la “civilización”, finalmente re-
D murciélago, del bohemio y del ladrón,
el crepúsculo es la hora del desayuno.
ducida y redimida por la civilización (recordemos a Sarmiento).
Queremos cambiar esta situación y este cuadernillo pr etende ser un
paso en ese sentido, incluyendo las voces y la visión del mundo de los
pueblos originarios, habitualmente desconocida en la escuela y en la
La lluvia es una maldición para el turista y sociedad, para que esa palabra sea escuchada.
una buena noticia para el campesino. Esto es producto de una tarea que venimos realizando desde co-
mienzo de año, entre SUTEBA y la Mesa de Trabajo de los Pueblos Ori-
Desde el punto de vista del nativo, el pinto- ginarios. Hasta la fecha hemos realizado dos encuentro, uno en Avella-
resco es el turista. neda y otro en San Miguel. Gran part e del material que se presenta aquí
es producto de es e trabajo.
Desde el punto de vista de los indios de las Sabemos que el diálogo entre cosmovisiones distintas no es senci-
llo. Nuestra forma de ver el mundo no es la misma; tenemos dificulta -
islas del mar Caribe, Cristóbal Colón, con des para comprendernos 1. Como plantea Galeano, es una cuestión de
su sombrero de plumas y su capa de tercio- “puntos de vista”. Esa dificultad aumenta, si además, consideramos
pelo rojo, era un papagayo de dimensiones que en esa relación entre culturas esta presente el poder, porque una
cultura ha dominado, se ha impuesto a la otra, aunque haya habido in-
jamás vistas”. teracciones. No es un diálogo entr e pares. Creemos, sin embargo, que
Galeano, Eduardo. “Patas arriba”.
Buenos Aires, Catálogos, 1999. “... si es que lo vuestro está destinado
Q uiénes son, dónde para escuchar (palabras ) que van a perdurar,
están, cuántos son estas cosas tendrás que hacer,
No somos para el po- tendrás que fortalecer en tu corazón,
der más que una cifra no las hagas a un lado otra vez...”

E
n estas reflexiones y actividades en sus cuentas . So-
que planteamos en torno al 12 de mos un número molesto. de “El Canto resplandeciente”
octubre, partimos del reconoci - plegaria de los Mbyá - Misiones
Un número en una balanza.
miento que los pueblos originarios están Para desaparecernos nos miden.
vivos. Decimos esto, pues en la escuela, Para medir su tiempo y su costo
en los contenidos curricular es y en los Para explotarnos nos miden. Para medir su tiempo y su ganacia.
manuales escolares, se suele pr esentar a Para controlarnos, nos miden. Para medir su tiempo y su gasto
los indígenas como un hecho del pasa -
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
do, centrándose en su vida antes de la
llegada de los españoles. Esta omisión a
la situación posterior a la conquista y en el esfuerzo es necesario y vale la pena. Confiamos en juntos poder
especial a su situación actual refuerza construir un presente y un mundo mejor.
una visión ahistórica de los pueblos y Para decir quienes son, donde están, cuantos son, es necesario r e-
encubre las situaciones de dominación cordar una vez más el proceso de conquista y colonización sufrido por
que padecier on y padecen. los pueblos originarios. Entender que a la invasión, exterminio y des-
Pero los pueblos originarios no sólo pojo le continuo un proceso de exterminio cultural que dura hasta
están vivos sino que sostienen actual - nuestros dias, negándoles y reprimiendo manifestaciones culturales,
mente una serie de luchas y reivindica - derechos políticos, económicos y territoriales. Al preguntarnos quiénes
ciones en defensa de sus derechos, de y cuántos son los indios en territorio argentino tenemos que pregun-
su dignidad y su identidad cultural, en tarnos cuántos tuvieron y tienen que negar su identidad para sobrevi-
nuestro país y en América vir. Los que hoy todavía mantienen sus identidades ha sido
toda. Son parte del pre- por iniciativa de las familias que en una resistencia cotidia-
sente y como tal tiene que na y desigual se reconocen a si mismas.
tomarlos la escuela. Des- No hay cifras confiables si bien los propios pueblos ori-
de allí, abordar (des-cu- ginarios estiman que ho y podrían ser entre 1 y 2 millones de
brir) el 12 de octubre y su habitantes en todo el país. Hay que tener presente que ade-
significado. más, quienes tienen alguna ascendencia indígena son mu-
Asimismo, los pueblos chos más, aunque no lo sepan o reconozcan. Todo este pro-
originarios (como otros ceso tiene un gran dinamismo cultural, como se explica en
grupos sociales), en tanto
han sido “dominados”, no * Artículo publicado en el cuadernillo “América vive: Luchas memoria e
4 han tenido palabra ni lu- identidad de los pueblos originarios”. SUTEBA, 2003.
Lenguas en el actual
T E R R I T OR IO A RG EN TI NO

los puntos siguientes.


Indígenas de las cuatr o regiones de la Argentina: Noroeste ar-
gentino (NOA), Noreste argentino (NEA), Centro y Sur, pertenecien-
E l guaraní fue la primera lengua indíge-
na que aprendier on los españoles que
llegaron al Río de la Plata. Unas décadas
tes a los pueblos originarios chané, chorote, chulupí, diaguita-cal- después de la fundación de Asunción, lo
chaquí, huarpe, kolla, mapuche, mbyá guaraní, mocoví, selk`nam encontramos en Buenos Aires, Santa Fe y
(ona), pilagá, rankulche, tapieté, tehuelche, toba, Ava Guaranì, tu- E ntre Ríos.
pí guaraní, wichí, atacama y tonocoté.2 El quechua ya había penet rado en t e-
Al pueblo Kolla lo encontramos en las provincias de Jujuy, Sal- rritorio argent ino en época prehispánica
ta, C at amarca y barrio de Bs . As., Córdoba y Mendoza, a los Chiri- como prolongación de la influencia inca.
guano-Chane en Salta y Jujuy, a los Chorote y C hulupí en Salta y Pos te riorment e fue utilizada por los mi-
Formosa, a los Wichí en Salta, Formosa y Chaco, a los M ocoví en sioneros como lengua de evangelización,
Sta Fe y Chaco, a los Pilagá en F ormosa, Toba en Chaco, Salt a, For- por lo cual en tiempos hispánicos exten-
mos a, St a Fe y barrios de Bs. As . y Rosario, Mbyá en Misiones , Ma- dió su área de uso. Los mis ione ros la
puches en Neuquén, R ío Negro, Chubut, La Pampa y Bs A s. y Te- apr endían en Cuzco y la enseñaba n a los
huelches en Sta. Cruz y Chubut. indios que habitaban hasta San Luis y
Córdoba.
El censo del 2001 por primera vez incorporaba la variable indí-
Es así como encontramos el
gena, con una pregunta específi- mapuche que nos vincula con Chi -
ca3 . Las comunidades considera- le y el guaraní con Paraguay, el
ron a la incorporación de la varia- quechua lo hace con Bolivia, Perú
ble en el censo como una herra- y Ecuador.
mienta importante para planificar En el territorio nacional s e reco-
políticas a futur o destinada a los nocen diferentes lenguas. Estas s u-
pueblos originarios. peran el territorio de los asenta-
Sin embargo en octubre de mient os de la poblacion indígena,
2001 las comunidades indígenas también exis te población con condi-
repudiaron dicho censo por lo si- ciones de bilingüis mo y monolin-
guiente: güismo en lengua materno aunque
1. Los propios indíge nas no pa r- s us miembros no se ident ifiquen co-
ticipar on e n la e la bora ción de mo indígenas (guaraní- Corrientes)
la/s pregunta/s que serían la s Al cons ide rar la evolución y la
he rramie nta s para obte ne r s ituación e n la que se encuen-
dat os esenciales s obre la po- t ra n la s lenguas indígenas en el
blación. t erritorio nacional, no pode mos
ob viar la clara imposición del
2. Hoy la realidad de los pue- cas tellano como la le ngua culta o civiliza-
blos originarios es compleja y heterogénea y la ma yor parte da, más de sa rrolla da , mientras que las
de los hermanos están afuera de la s comunidades a causa de lenguas indíge nas o dialectales represen -
una forzada inmigración”. La ma yoría vive en las zonas urba- taron y aún repre se ntan, en muchos ca-
nas. s os, la falta de e duca ción y progreso .
3. Debido a la discriminación que sufren desde hace más de 500 Antes de la llegada de los españoles
años la mayoría de los descendientes de los pueblos origina- e xist ían en lo que hoy es nues tro territo-
rios no se reconocerán como tales, es por eso que es necesa- rio al menos 35 lenguas; hoy cont amos
con 12:
ria una campaña previa para que se pronuncien y reconozcan.
Por lo cua l no s erá ava lado por las organizacione s que re- quechua / variedad quichua santiagueña •
pres entan a los distintos pue blos originarios del país porque aymara • Toba -Kon • pilaga • nivacle •
no va a refleja r la rea lidad de sus habitantes. chorote • flia chon (tehuelche) • guarani,
En la Pcia de Bs. As. se encuentran varios pueblos: Mapuches, aba-guarany correntino o yopera • mapu-
Tobas, Quilmes, Tehuelches, Guaraníes entre otros ya que es ha- che, • mbya, • wichi, • mocovi 4
cia las ciudades que se vieron obligados a migrar.
Encontramos en las escuelas de Patagones, 25 de Mayo, La Es interesante observar como en el caste-
Plata, Lomas de Zamora, San Nicolás, Avellaneda, Moreno, Azul, llano, sobre todo en el uso cotidiano, es tán
Chascomús, Pergamino, Junín, Tres Lomas, Tres de Febr ero, San Isi- incorporadas múltiples palabras que perte-
dro, 9 de Julio, Derqui entre otras, alumnos indígenas. necen a las culturas originarias: choclo, can-
cha, pucho, tanga, chocolate, chicle, et c. (en
La cultura de los pueblos no desaparece el diccionario aparecen como amer.=america-
nismo).
La cultura de un pueblo, no desaparece con la disolución del Así como los nombres de siete de nues-
mis mo, o incluso s u desaparición. tras provincias (Tucumán, Chubut, La Pam-
Los ele me ntos que la conforman tra sponen barreras de la cul- pa, Jujuy, Catamarca, Neuquén y Chaco) en-
tura dominant e y se insertan en la misma s incréticamente , en cuentran su origen en lengua indígenas. Lo
una forma má s acotada o t ambién dife rente. mismo encontramos en nuestra toponimia.
Quizás el entorno geográfico y social en el cual se instala la (Aconcagua, Limay, Nahuel Huapi, etc.)
cultura dominante, necesariamente o naturalmente influya sobre
¿Podemos pensar en organizar
la misma, ya que el sentido original de dicha cultura dominante
algunas actividades con ellas?
5
“Es preciso recobrar una América Profunda que se de mas allá de la opinión ligera y se convierta
en la base de nuestra vida. Una América que deje de ser un escenario para convertirse
en la tierra nutricia, donde brota nuestra vida. Una América así, nos hace falta para reasumir
nuestra humanidad y nuestra solidez, como para empezar de nuevo....”
Rodolfo Kush

está asociado al lugar y al tiempo donde se pro- anglica na s i bien a veces ayuda, e n ge nera l ha in-
dujo su génesis. Un sentido que en el nuevo con- hibido el accionar de los he rmanos . Todavía s a-
texto carece de v alidez. cudidos por la reciente conquista les cuesta man-
En nuestro territorio, las diferentes conquistas tener e lementos de s u propia cultura, incorporan-
regionales, se dieron en difer entes tiempos y so- do acele radamente concept os nuevos de la socie-
bre diferentes pueblos; dando como r esultado una dad dominant e que a f ecta n s eriament e sus rela-
evolución diferente en cada lugar en torno a la re- ciones socio culturales. Aceptando inclus o termi-
lación conquistado/conquistador. S i bien hay simi- nología f oránea sin mayor discusión. No involucra
litudes es difícil comparar la ocupación del NOA, el es ta realidad a todos los pueblos de e sta región,
Sur y el NEA . per o esta ca ract erística de pa ternalis mo religioso
Pasar on más de 300 años de la ocupación del es dominant e.
NOA más de 100 de la conquista del desierto y po- Existe un lugar donde la cultura dominante in-
co más de 60 de la ocupación del Chaco. Esto ha- fluye de una manera drástica sobre los aborígenes
ce que la relación y percepción de los Pueblos Ori- y es en la ciudad. El déficit o el desconocimiento
ginarios en relación con el Estado sea distinta. que muchos de ellos tienen de su pr opia cultura,
Los pueblos del NOA de alguna manera ya han hace que queden expuestos a toda una terminolo -
superado el choque inicial y han gía que les es totalmente ajena (tribu, indio, indí-
reformulado su relación con la gena, nación, pueblo, etc.), lo cual los convierte
cultura dominante. Existe un muchas veces en vehículos de la colonización a la
marcado sincretismo religioso, e que tanto combaten.
incluso muchos hermanos son Todo esto en un mundo que cambia las reglas
profesionales y se sienten par- y sus formas de una manera tempestuosa, tanto
te de la cultura dominante en que a veces los ‘originarios’ no alcanzan a incorpo -
desmedro de la propia. rar un término que ya es reemplazado por otro ,
Pero muchos más viven y quedando a la deriva y a merced de los grandes
mantienen sus costumbres movimientos internacionales de pensamiento.
y creencias ancestrales aun - Cada pueblo tiene su nombre, su cultura, pero
que no se reconozcan como “in- todos, absolutamente todos estamos aprendiendo.
dios”. No debería existir terminologías indiscutibles, por
Aquí la palabra “indio ” tiene connotaciones lo menos por ahora hasta que podamos conocer-
fuertemente negativas ya sea por la acción de la nos más profundamente y conjuntamente adoptar
escuela, como así también por el trabajo que rea- un lenguaje común que contemple la realidad de
lizaban, en los cuales les sellaban sus libretas de los pueblos originarios y su relación con la cultu-
enrolamiento con la palabra “indio” , lo que impli- ra dominante en este tiempo y espacio.
caba un menor salario y peores condiciones de tra-
bajo. Escultura o chemamul. Primera mitad del Siglo XX.
En el Sur en los lugares de mayor concentración
Mapuche o Tehuelche, la cultura se ha mantenido 1 L as culturas de lo s in dígenas y las d e las sociedades do-
bastante firme, prácticamente no hay sincretismo minantes s e diferencian fuertemente en cu an to a la manera de
religioso y los términos foráneos como “indio” “in- “ver el mund o”. Po r lo tan to interpelan d esde s u vis ión el
dígena” o “aborigen” carecen de v alor alguno. mun do cons truido por occiden te, y es esa interp elación la q ue
no s permite repensar, revisar, p oner en cues tió n “nues tra vi-
Sin embargo, en la región Pampeana, encontra- sión”, sup uestamente la mas avanzad a (“civilización o b arb a-
mos una excepción a es ta regla. La mayoría de los rie”desarrollo/subdesarro llo ). Por es o las vo ces ind ígenas nos
pobladores originarios de esta región han sufrido dicen co sas que no es cu chamos en el co ntexto de la socie-
una f uerte acult uración producto del reparto de dad dominante. Ante la cris is q ue nos es ta s acudiend o, q ue
madres e hijos que rompió con las raíces de sus mueve hasta los fund amento s de la mis ma sociedad, es hora
qu e es cuch emos las voces de aquellos que hasta la fech a n o
ancestros, a punto t al que muchos de ellos no as u- se les ha cedid o el lugar qu e les co rres po nde como copartíci-
men su condición de “originario”. pes de la s ocied ad para fo rmarla ju nto s co n nos otros.
Algunos logran superar el trauma de pertenecer 2 Comunicado Boicot al Censo 4 octubre de 2001- Insti-
a un pueblo al cual se lo ha acus ado de ser ladrón, tuto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
vago, sucio, ignorant e, tal cual como s e lee en mu- 3 La pr egunta número 2 del censo dice: “¿Existe en es-
chos textos es colares. Toman como propia y reivin- te hogar alguna persona que se reconozca descendiente o
dicatoria la palabra de “indio”, dotándola de un ca- perteneciente a un pueblo indígena?”. Y en caso afirmativo:
“¿A qué pueblo?”. Luego da distintas opciones, entre ellas
rácter totalmente opues to al que otros pueblos le “chané, chor ote, colla, mocoví, tehuelche, toba”.
dan.
4. Censabella Marissa, Las lenguas indígenas de la Ar-
En e l N EA, la s it uación es s umamente espe cial, gentina. Eudeba, 1999.
6 la acción de las iglesias católica, evangelista y
Luchas actuales
de los pueblos originarios
A MÉ R I C A Y A R G E NTI N A
Por María José Vázquez

Este r elevamiento contiene algu - La minería, el pet róleo, el control petroleras por abajo y las fumiga-
no de los conflictos indígenas de de las aguas, las s elvas, la tierra, y ciones por arriba.”
los últimos tres meses. el conocimient o vinculado a la na-
turaleza en general s on por es o al-
El por qué de una lucha gunas de las líneas de conflicto CONAIE. Marcha y paro pidiendo la
que recorren toda América , inclui- expulsión de la OXI

E l sentido de estas luchas lo po-


demos encont rar en una cuest ión
clave: la relación de los pueblos in-
do nuestro país.

Luchas en América
La Confederación de Nacionalida-
des Indígenas del Ecuador, CONAIE,
realizó la marcha por la Soberanía y
dígenas con la naturaleza. Una rela- la Dignidad, para exigir la caduci -
ción mucho más armonios a que la ECUADOR dad del contrato de la transnacio-
planteada por la “civilización” euro- Contra las petroleras Occidental-Oxy nal petrolera Occidental (Oxy). Se
peo occidental, donde el hombre no y Encana. Nueva Loja. Enfrentamien- realiza un paro en provincias ama-
se siente superior ni inferior a las tos con el ejército y la policía dejó zónicas, desde donde fluye años el
distintas especies que en ella habi- saldo de heridos y detenidos, niños petróleo.
tan, donde la naturaleza es vis ta co- y mujeres asfixiadas por la utiliza-
mo dadora de vida; por ello como ción de gases . La población retuvo a Los huaorani de la Amazonia Ecua-
nuestra madre, por lo cual no es po- un militar y a un policía, luego can- toriana (Onhae) rompen los acuer-
sible agredir el ambiente, y es preci- jeados por 69 detenidos . Piden: 1. dos con Petrobras
so mantener ciert as reglas en el in- Caducidad de los contratos celebra- Líderes del pueblo quechua de
tercambio que se realiza con él. Es - dos ent re el est ado y las petroleras Sarayacu, en la Amazonía ecuatoria-
ta pers pect iva, por otra parte, es tá Occidental-Oxy y Encana; 2. Revisión na, acusan a la Compañía General
profundamente enraizada en su cos- de todos los cont ratos con las com- de Combustibles - empresa argenti-
movisión. Por ello no es casual que pañías petroleras , con mejores con- na -, que explora sus tierras con
una gran parte de los conflict os, si- diciones para el país; 3. Cumplimien- apoyo militar, por violaciones a los
no todos, t engan como eje la t ierra. tos de los acuerdos firmados con an- derechos humanos. Una delegación
Pues el capit alis mo en general, y el terioridad, entre la As amblea Bipro- de estos pueblos está en Buenos
neoliberalismo en part icular, tiene vincial y el Gobierno Nacional. Aires para sostener su reclamo.
una práctica depredadora donde to- “Somos ecuatorianas y ecuatoria-
do aquello que es pos ible convertir nos en pleno estado de pobreza y BOLIVIA
en mercancía, se vuelca al mercado, miseria. Las petroleras se llevan el Indígenas marchan por la dignidad
transf igurado como tal, y aquello 95 por ciento de las ganancias, mien- de Bolivia
que no, es desechado. tras nuestras familias ya no tienen Los indígenas chiquitanos, mojenos
qué comer. Acá nos contaminan las y guaraníes inician una marcha por 7
la dignidad de Bolivia. La mo viliza- de C opán, para demandar del go- alcaldes auxiliares de las comunida-
ción llegará hasta La Paz. Sus de- bierno que cumpla con las promesas des de Totonicapán y un grupo de
mandas específicas son el acceso a de dot ación y titulación de tierras y diputados acordaron que la iniciati-
la tierra para vivir y trabajarla, de- que s e destine parte de las ganan- va quedará en suspenso, y comen -
fensa de los Hidrocarburos y partici- cias del Par que Arqueológico a zará un proceso de discusión con
pación amplia en la Asamblea Cons- obras sociales en sus comunidades. diferentes sectores.
tituyente.
CHILE BRASIL
Guarayos denuncian toma de tierras El “juicio a los Lonkos”, enjuicia las Campamento “Tierra Libre”
Indígenas de la región de Guarayos leyes del Estado chileno Un campamento indígena está mon -
denunciar on que sus tierras son El Relator para los pueblos Indíge - tado en Brasilia. Son más de 700 re-
avasalladas por brasileños, rusos y nas de la ONU, Rodolfo Tavenhagen, presentantes de 89 pueblos indíge-
colombianos. Representantes de los envió una carta al presidente, don- nas, presentes para debatir las prin-
Sindicatos Agrarios de la zona mani- de expr esa su preocupación por la cipales necesidades de sus comuni-
festaron que la región corre el inmi- despr oporcionada acusación que dades y llevar propuestas al Gobier-
nente peligro de que haya erosión, pesa contra las autoridades tradi - no. El agrav amiento de la situación
deforestación, saqueo, tráfico de cionales, en relación con los hechos de los pueblos indígenas se debe al
tierras y caza indiscriminada. que se les imputan. Es un juicio po - desmonte del Amazonas. Plantean -
lítico y no jurídico frente a las de- entre otras cosas - etnodesarrollo /
COLOMBIA mandas del pueblo mapuche., que gestión territorial, sustentabilidad
Pueblo U’wa r echaza consulta pe- exigen el retiro de las empr esas fo- de las tierras indígenas y garantías
trolera restales que inv aden su territorio, en ley de mecanismos previstos en
Luego del período de ayuno (refle- cambian su ecosistema y extermi - la Convención de la Diversidad Bio-
xión), las autoridades tradicionales nan sus recursos naturales lógica, de repartición justa y equita -
rompier on el silencio sobre la con- tiva de beneficios y anuencia pr evia
sulta impulsada por el gobierno y la GUATEMALA e informada, para el acceso a los
empr esa ECOPETROL, para la explo- De qué nos sir ve el oro que otros se conocimientos de los pueblos indí-
ración del Bloque Sirirí-Catleya”. llevan, argumentan al oponerse a genas y de las poblaciones tradicio-
Nuestra corona, nuestro territorio y mineras nales. La principal reivindicación es
nuestras vidas no está en venta”. San Miguel Ixtahuacan. La mina a la inmediata publicación de declara-
cielo abierto Marlin I, de la trasna- torias de 14 tierras indígenas.
Indígenas piden “Libertad para la cional canadiense G lamis Gold, im-
Madre Tierra” pone su pr esencia con los enormes
Líderes del cabildo denunciaron a la tajos que dejan a la vista el esque - Luchas en Argentina
policía y al ejército por disparar con leto rocoso de las montañas. Con
armas de fuego, hay más de 20 he- igual voluntad, se ha conformado SALTA
ridos. La fuerza pública trata de sa- una alianza del movimiento indíge- La Loma es nuestro pasado, nuestro
carlos de varias fincas ocupadas ha- na de la región maya en defensa del presente y nuestro futuro
ce 8 días. El Estado ha incumplido territorio y contra la minería. Seña- Al cumplirse el s egundo aniversario
compromisos de reparación integral lan que hay que evitar la contami - del desalojo ordenado por el Ingenio
por su responsabilidad en una ma - nación y proteger sus r ecursos natu- Tabacal, las comunidades guaraníes
sacre ocurrida hace 14 años. Aún no rales, ejercer su derecho a decidir el volvieron a protagonizar una protes-
entregó aún las tierras que debía, destino y a disfrutar esos recursos ta en reclamo por las 5000 hectáreas
en reparación por este hecho. Allí naturales de los territorios que ellos de La Loma, con una movilización
permanecerán mil indígenas hasta han poseído, habitado y preserv ado hasta la entrada de la empresa azu-
tanto el gobierno nacional defina por cientos de años. carera, propiedad de la norteameri-
una comisión de alto niv el. cana Seabord C orporation.
Decenas de miles de indígenas ha-
HONDURAS cen r etroceder al Congreso guate- La deforestación y la soja acorralan
Indígenas chortis ocupan par que ar- malteco al pueblo Wichí
queológico Copán 20 mil indígenas bloquearon el ca - Pozo Nuevo a 35 kilómetros de la
2.500 indígenas bloquearon el in- mino para exigir que no se apruebe ciudad de Tartagal. El avance en la
8 greso al Parque Arqueológico maya la ley de aguas. En el Congreso, los defore stación indiscriminada por
parte de empresarios sojeros y po- problemas referidos al tema tierra hoy pacíficamente, aunque con cus-
roteros con el consentimiento del y la necesidad de legislar sobre los todia policial. Entre los reclamos fi -
gobierno de la provincia conllev a la dere chos indíge nas e st able cidos guran la falta de agua potable en el
depredación y la política de alam- en el art ículo 75º de la Constitu- casco y en el sector rural y el bajo
brados. Ello pone en riesgo de ex- ción Nacional. Mas t arde e stuvie - precio del principal producto de la
terminio a los indígenas wichís que ron con el Dr. Eugenio R aúl Zafaro- zona, la banana.
viven sobre la ruta 86. “El trazado ni, el Defensor del Pueblo de la Na -
de alambrado significan que nos ción y funcionarios del Poder Eje - JUJUY
quedamos sin vida, porque a nues- cutivo Nacional. Malestar de comunidades de Que-
tros alimentos los están arrasando brada y la Puna por usurpación de
las empresas que explotan los mon- MISIONES tierras
tes” dice el cacique Juan Vega. Los Foro Nacional Indígena exige al Go- La Declaración de “Patrimonio Cultu-
indígenas fueron reprimidos por la bierno que frene desalojos ral y Natural de la Humanidad” para
infantería policial. Más de 250 representantes de pue- la Quebrada de Humahuaca de la
blos indígenas de Argentina recla- UNESCO en ningún momento a ha
NEUQUEN man al Gobierno el cese de “el cese tomado precaución por la seguridad
Reprimen a Niños M apuche de los desalojos violentos desata- territorial de los habitantes primige-
Unos treinta policías antimotines dos contra numerosas comunidades nios de la Quebrada de Humahuaca.
fueron enviados a impedir la mani- indígenas, la suspensión de todos Se exige que en f orma urgente el go-
festación de cerca de treinta niños y los emprendimientos mineros en bierno ponga freno a los desmanes
jóvenes Mapuche que pintaban sus cualquier etapa de su desarrollo contra la propiedad y la poses ión te-
derechos en las paredes de la em- dentro de los territorios indígenas y rritorial de los habitantes aboríge-
presa REPSOL-YPF. “REPSOL cree áreas de influencia y que se libere a nes, rurales y urbanos de Q uebrada
que la tierra le pertenece NOSO- todos nuestros hermanos que están de Humahuaca, Puna y Valles .
TROS SABEMOS QUE PERTENECE- presos por pelear por sus der e-
MOS A ELLA” decían los textos que chos”. Esas fueron las principales Desalojo de indígenas a 20 km de
acompañaban los dibujos. La activi- conclusiones del Foro donde partici- Tilcara
dad de expresión, se convirtió en par on miembros de las 24 comuni- Los pobladores originarios del sitio
una batalla campal. dades existentes en el país. arqueológico Los Amarillos, a 20 ki -
lómetros de Tilcara, fueron desaloja-
BUENOS AIRES FORMOSA dos de unos terrenos por las perso-
Cementerio indígena en riesgo por La justicia for moseña condenó a la nas que estaban evaluando comprar
un estacionamiento comunidad toba N am Qom el área y resistieron el desalojo .
En la localidad de Baradero, se en- La Cámara Criminal Nº 2 condenó a
cuentra un Cementerio Indígena es- un anciano toba por la muerte de CHUBUT
tudiado ampliamente por trabajos un policía en un juicio lleno de par - No al remate de la Patagonia
arqueológicos pero está en riesgo cialidades. Dos meses atrás, la co- Lago Puelo, en la margen oeste del
por la intención de construir un es- munidad a la que pertenecen am - río Azul, se encuentra la comunidad
tacionamiento para camiones para bos indígenas había denunciado an- mapuche Cayún. Compuesta por 12
la empresa Productos de Maíz S.A. te la Comisión Interamericana de familias que suman un total de 55
en el predio . Al intentar entrar con Derechos Humanos los apremios ile- personas, la comunidad ocupa una
la topadora para realizar excavacio- gales de la policía y el encubrimien - superficie de 674 hectáreas, de las
nes la movilización local lo impidió. to brindado por el Poder Judicial. cuales solo 7 son aptas para el cul-
Once días de marcha por tierra, tra- tivo, constituyendo el resto solo
Medio centenar de líderes indígenas bajo y democracia bosque nativo y cordillera. La comu-
en Bs As Más de 200 campesinos e indígenas nidad reclama hoy la titularidad de
El 12 de ma yo en el s alón azul del formoseños nucleados en el M ovi- la tierra, se niegan a recibir el titulo
Congreso de la Nación má s de me- miento Campesino de Formosa (MO- de propiedad individual, para evitar
dio cent enar de líderes indígenas CAFOR) marchaban hoy en el undé- que ese lugar tenga el destino de
Tobas , Mbya, Wichí, Kollas, Guara- cimo día de caminata, por la ruta 86 tantos otros a los que hoy no se ac-
níes, M apuches , Tehuelches, M oco- rumbo a la localidad de Clorinda, en ceden, porque las corporaciones ex-
víe s, Pilagá y Huarpes, presentaron reclamo de “tierra, trabajo y demo- tranjeras y empresarios nacionales
a los legis ladores nacionales sus cracia”. La marcha se desarr ollaba las han comprado. 9
Historia y memoria,
desde los
Pueblos Originarios
Escribir la historia, rescatar la memoria, contarla desde la óptica de los pueblos originarios es un
reto que excede al recopilador que quiere ser respetuoso de la cosmovisión con que cada uno mi-
ra y observa la realidad ya que está llena de múltiples significados.

Entrevista a Pablo Quibal


La histor ia
en las pequeñas historias Por Alfredo Angulo

Pablo Quibal (60), nativo de Ju - cara) ya que su padre fue caminero de Vialidad Nacional desde 1949
juy, reside hoy en Quilmes, hasta que su progenitor fallece en un accidente en 1963.
Buenos Aires. Es albañil y está
de paso por Tilcara haciendo • Entonces se tuvieron que ir todos... porque vivían en tierras de Vialidad.
un trabajo que le han pedido P. Q.: Pero no regresamos a Purmamarca. Mi padre había comprado un te-
frente a la canchita del Barrio rreno en Río Blanco, Jujuy. Y nos fuimos a vivir allí. En realidad se fue mi
"Pueblo Nuevo" donde se con - familia porque yo anduve trabajando desde muy chico .
vocan regularmente más de 20
equipos de la zona tras esa pa - Pablo cuenta que le tocó la Marina. Después no volvió más (por Jujuy).
sión latinoamericana: el fútbol. Se quedó en Buenos A ires. V ivió tres años en Mendoza y después se
quedó definitivamente en Buenos Aires.
P. Q.: Nací en Purmamar ca porque INTI RA IMI : el Padre Fuego, la luna llena y las es trellas
mi familia era de ahí. Los bisabue - Miro las manos grandes de Pablo y ahí tomo conciencia de que estoy
los por parte de padre como los de conversando con un verdadero constructor. Su rostro duro, enjuto, sus
mi madre, Francisca Ríos, eran de cabellos más canos que los míos, saben de cons trucción mucho más que
familia de pastores. V ivían arriba, en yo. Pero no solamente de albañilería, ese lindo oficio de hacer casas , mu -
los cerr os, cuidando cabritos, sem- chas casas para todos . Allí me doy cuent a que también Pablo es un cons -
brando maíz y papas desde tiempos tructor de conciencias y de conocimientos.
muy antiguos. P ablo está en la cancha de fútbol del B arrio "Pueblo Nuevo". Pero hoy
no s e juega a la pelota. Son las 21 del 20 de junio del 2005. En el cen -
El pequeño Pablo vivió desde tro de la cancha un t remendo fogón con raíces que ha traído el Río "Gua -
los 4 años en el Angosto, El samayo" en algunas de las inundaciones pas adas. La gente las ha aco -
10 Perchel (10 kms. al Norte de Til - modado des de temprano a la espera del Año Nuevo Indio: el Int i-Raimi
y el pres ide la ceremonia íntima en ese barrio periférico de Tilcara. • ¿Qué acontecimientos significati-
Su voz segura va explicando cada pas o de la ceremonia e n la que vos se suscitaron alrededor de la-
participan unas 100 personas . Todos se toman de la mano y hemos "toma" del Instituto Nacional de
he cho una ronda alrededor del "Padre Fuego", como le llama. Expli - Asuntos Indígenas?
ca: "esto e s lo que hacían nue stros antepas ados todos los años a la P. Q.: No debemos olvidar que Ar-
es pera del nuevo año". gentina, por medio de sus dirigen-
Delante del fuego se ha hecho una mes ada con palos . Parece un altar. tes siempr e ha negado el problema
Debajo se acomoda una leña fina. Arriba, numerosos elementos van a indio.
ser ofrendados: hojas de coca, yerba mate, lanas de colores, diversos Esto es una cuestión muy mentiro-
vegetales aromáticos que producirán olores agradables en el ambiente, sa porque no era así. El INAI esta-
un poco de chicha y alcohol. Hay en cantidad suficiente para todos. Son ba empeñado en hacer un Censo In-
las ofrendas para el P adre Fuego. dígena. De la forma como lo mane-
A rriba, una luna lle na es pect acular en el cielo claro y est rellado de jaba hasta ese momento, justamen-
Tilcara. Est oy obse rvando el Hanakpachap. De bajo nues tro, el Uku - te, íbamos a aparecer como que no
pacha que es la tie rra profunda. Se s ient e en el ambiente el K aipa - existíamos. Porque manejado por el
cha, la piel de la Pachamama o madre Tierra. Es un momento muy sistema más bien que nadie se asu-
íntimo para los prese nte s. me como indígena. Van y le pregun-
Pablo dice en lengua Runa Simi: "Kúchupi pisca waramqa. Watakunaq tan a boca de jarro a uno ¿ud. es in-
ñaupaynimpi". L o traduce a lengua hispana: "Cinco mil años después dio o no es indio? E ntonces ¿quién
nues tros abuelos nos s iguen hablando, desde la otra orilla del tiempo." va a decir que es indio? Considera-
do que el indio es el último orejón
• ¿Dónde te localizaste en Buenos Aires? del tarro, el más pobre, el más des-
P. Q.: En Q uilmes. Me llegué a Buenos Aires por el 71 y preocupado por mi preciado. Por lógica el resultado del
hija para darle un destino mejor, lo mismo que a su madre, mi esposa. Censo estaba cantado. En todo ca -
so, les decíamos que tendrían que
• ¿Constituyeron alguna comunidad aborigen en ese momento? dejar en las manos de los P ueblos
P. Q.: En ese tiempo, no. En ese tiempo estaba el aprender algún oficio, pe- Originarios pero como el Gobierno
ro al mismo tiempo me iba vinculando a los acontecimientos políticos. E ra estaba empecinado en eso, nos en-
el día a día de la década brava del 70. Época de concientización rápida. contramos referentes de distintas
Con el acicate de ser tan pobre y la preocupación de ver qué nos pasaba etnias. Entonces se resolvió "to-
en el país, de meterme de lleno a la militancia política. H ay que buscar ex- mar" la sede del INAI en protesta.
plicaciones en la historia. El hecho de analizar tanto movimiento que se di- Lógicamente que había gente que
ce revolucionario, progresista en cuanto al tema de la historia. Se puede estaba ayudando, en esas relacio-
comprobar que ninguna de las corrientes que, segu- nes, previamente había habido con-
ramente con buena intención plantea un ideal ha- versaciones sobre la pro-
cia un mundo mejor, haya valorado debidamente blemá tica indígena con
a los originarios. Yo llegué a la conclusión que en CTERA. La gente de la edu-
general todas habían despreciado nuestra historia. cación fue muy conciente,
la militancia de CTERA
• ¿E n qué época te acercaste al tema de los decidió darnos el apo yo
pueblos originarios? total. Ellos ofrecieron
P. Q.: Esto estaba latente porque uno le encon- su espacio físico para
tró la explicación rápidamente al tema de la que deliberemos. Co-
discriminación, al analizar por qué estamos tan mo consecuencia de la
mal, si la historia nos enseña que somos los toma vino a resultar que
dueños de la tierra y resulta que no somos dueños nos hermanáramos fuerte-
de nada. Entonces eso hace que uno empiece a ana- mente con los trabajadores
lizar lo que sucede y darnos cuenta que siempre hemos de la educación porque ellos nos
sido despojados colaboraron decididamente en todo
El tema de los 500 años impactó realmente, en mí porque estaba latente y lo que nos acontecía.
eso me catapultó hasta esto. Participamos en todo lo que s ignif icó el cambio
y ni bien pudimos, donde estoy yo, hicimos una comunidad con gente de dis- • ¿Qué significa en lo profundo pa-
tintas etnias que no eran s olamente jujeños, sino fundamentalmente con el ra ustedes el tema de la tierra?
originario de Quilmes. C omo entidad no hemos crecido, sino en nuestro tra- P. Q .: El tema central es la tierra. La
bajo que está siempre vinculado a la Educación. condena para que desaparezcamos
Un grupo arqueológico plant eó todo un proyecto de recuperación. Iban a ex- es la ausencia de tierra. “El Indio sin
cabar la plaza de Quilmes . Supuestamente, hay allí un cementerio de los pri- tierra, es indio muerto”, decimos. Si
meros Quilmes. Es e lugar era, supuestamente, una reducción indígena. Y ahí eso va a ser así como que desapa-
está la demos tración del papel que jugaba la Igles ia en todo esto. Era la que recemos del mapa. Nos afianzamos
regenteaba todas las reducciones en la cual cristianizaba no sólo a los africa- y empezamos a dar respuesta a va-
nos sino también a nuestra gente. Los Quilmes venían de perder una guerra rias comunidades en este tema.
de res istencia de más de 130 años y sus sobrevivientes fueron llevados allí. Esto marca una diferencia con otras 11
organizaciones indígenas. A veces, por
estar demasiado metidas con el Go-
bierno, no resuelven nuestros temas.
A veces van por resolver estos temas
profundos en tratarlos por arriba co-
mo la ayuda económica, pero no re-
suelven temas fundamentales como
la tierra que es la base de todo.

• ¿Cómo es el caso de la canchita


de Tilcara?
P. Q.: Los vecinos se la ganaron al
Río Guasamayo que la había conver-
tido en playa, hace mucho tiempo
de esto. Trabajaron duramente para
sacar las piedras, limpiarla y nivelar-
la. Imaginemos lo que costó eso.
Era una montaña de piedras como
lo puede ser una playa pedr egosa
para convertirla en una cancha nive-
lada con sus dimensiones corres-
pondientes. Para que ahora aparez-
ca un dueño y pretenda alambrarla
como se quiso hacer en mi presen-
cia. Lo concr eto es que no tienen tí-
tulo de propiedad. O sea, están en
desventaja total. Por eso nosotros
les decimos que es necesario tener
una figura jurídica que nos ayude
de modo que la comunidad tenga
una Personería Jurídica.

• Esa Personería, ¿dónde la podrían


tramitar?
P. Q.: Si, hay personerías provincia- • En principio, para resolver el problema de Tilcara ¿qué tendría que ha-
les, pero nosotr os decimos que tie- cer la gente, los primeros pasos?. H oy por ejemplo hicieron un gesto sim-
ne que ser nacional. Para abrir más bólico al conmemorar el Año nuev o Indio.
el juego y los que estamos en Bue- P. Q.: En esto que decimos que la gente toma conciencia, necesitamos unir-
nos Aires podamos participar cola- nos, para ser más fuertes y resistir los desalojos, y a la vez poder hablar
borando en esto y con los diputa - lo que son las culturas de los Pueblos Originarios. Nos encontramos que
dos y senadores se producirá un estamos en pleno Año Nuevo: el 21 de Junio es el año nuevo que corres -
gran efecto político, lo que segura- ponde al Hemisferio Sur.
mente nos va a dar una gran mano. Esta vez pretendíamos concientizar más a nuestra gente. Es que la lucha
Teniendo un personería es mucho pasa por ahí: primero concientizarnos de qué es lo que somos, que es es-
más fácil invocar estas tres leyes ta Pacha, esta Tierra, este espacio y qué somos nosotros, para desde ahí
que existen de los Pueblos Indíge - lograr esa firmeza en cuanto a la identidad y poder organizarnos y exigir
nas: una es la Ley 23.302, otra la lo nuestro.
Ley 24.071 (Convenio con la OIT) y Por es o s e nece sita , mediante la memoria, recuperar como cultura to-
la Ley de la Constitución N acional do es e conocimiento a nces tra l ace rca de cómo nos m ane jábam os con
en su Artículo 75º1 (ampliación de la na turaleza.
1994). Si hay preexistencia de los
pueblos originarios por lógica tiene
que haber un espacio físico común
que sea de los Pueblos originarios.
1 Artículo 75 Constitución Nacional, (atribuciones del Congreso) I nc.17. Reconocer la preexis-
tencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos.
Garantizar el respeto a su identidad y el der echo a una educación bilingüe e intercultural; re-
conocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias
de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes
para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de
gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos na-
turales y a los demás intereses que los afecten. Las pro vincias pueden ejercer concurr ente-
12 mente estas atribuciones.
Resistencias y
rebeliones
de los Pueblos Originarios de América1
“Las rebeliones indígenas contra el orden colonial suelen ser deto-
nadas por la indignación, pero a menudo lo que arde en ellas es la
pólvora de los sueños: el viejo deseo de romper con dicho orden y
construir una nueva realidad social.”
Adolfo Colombres 2

Por Juan Balduzzi

E l propósito de este tra ba jo es traza r un panorama (muy gene ral) de


la s resis tencias y re be liones lleva da s adelante por los pue blos origi-
narios de Am érica ; dura nte los cinco siglos que han t rans currido de sde
te un proceso de conquis ta -a lo
largo de todas las A ntillas - en el
cual ut ilizan divers os métodos pa-
que s e inicia ra la dominación colonial. És t a es una neces aria tare a de ra aterrorizar a la población, como
“desocultamiento”, pues las “hist orias oficiales”, en gene ral, no han re- el uso de perros ent renados espe-
gis trado la larga list a de luchas desa rrollada s por los pueblos indios. Y cialmente para at acar a los indios,
cuando lo han hecho, ha sido más bien de sde la óptica de la domina- el exterminio de poblaciones en
ción. Los indios apare cen y des aparecen de la historia según las nece- masa, asesinatos de caciques en
s idades de la hist oriografía oficial. medio “banquetes” of recidos por
los españoles, robos, violaciones,
¿Quién recuerda la resistencia taína en las Antillas? saqueos, expoliación, trabajo for-
zado en la recolección del oro en
Las Antillas constituyeron la primer colonia española en América. La lucha taí- los ríos (la primera fuente de rique-
na se s uele minimizar o directamente negar. Sin embargo, tiene importancia por za de la colonia), entre otras cos as.
ser el primer contacto entre españoles y americanos que anticipa, en muchos Las denuncias de Bartolomé de las
aspectos, la trágica historia que habría de acontecer luego en el continente. Cas as son elocuentes al respecto.

También merece ser recordada por el heroísmo demostrado por los taínos. Por cierto, en este punto cabe una
Los españoles, en las dos décadas pos teriores a su llegada llevaron adelan- advertencia metodológica. Es pr e- 13
Razones para el ocultamiento

¿Por qué estas historias no se dan


a conocer, o si se lo hace, es con
eufemismos? Una razón es que, co-
mo señalaba Gramsci, la historia
de los grupos sociales subordina-
dos resulta siempre “episódica y
disgregada”, en ta nto “sufren
siempre la iniciativa de los grupos
dominantes, incluso cuando se re-
belan y sublevan”. La historia de
las clases dominantes, por el con-
trario, tiene un protagonismo cen-
tral, se identifica con la historia de
la construcción del Estado (ambas
son dos caras de un mismo proce-
so) 5. Por ello las historias oficiales
pres entan un relat o donde se
cuenta, a la vez, la historia de la
configuración del aparato de domi -
nación colonial y como -en ese
proceso- los españoles se consti- ciso contextuar históricamente todos estos hechos, para comprenderlos
tuyen en clase dirigente. Los de- mejor, no hacer juicios puramente anacrónicos, es decir, desde el ho y. Ase-
más actores sólo forman parte del sinar a todos los jefes que mañana pueden ser nuestros enemigos en el
“reparto” de esta obra, necesario momento en que uno los tiene a mano no sólo es un acto de crueldad,
para que la misma se desenvuelva. también es una práctica política europea coetánea, basta con leer a Ma-
quiavelo o pensar en la política italiana de los siglos XV y XVI.
¿Cómo contar s ino que la resisten-
cia comenzó en el mismo moment o Comprender por que alguien hace algo no quier e decir justificarlo, de to-
de la actuación de Colón como au- das formas esas acciones nos pueden parecer absolutamente r epudiables.
toridad máxima de las islas? Podría-
mos encontrar facetas menos cono- Una buena medida para valorar estos hechos, (además de la propia, de la
cidas del A lmirant e, como por ejem- que no nos podemos desprender), es el considerar los acontecimientos a
plo que llevó 500 indios a España la luz de la moral de ese tiempo y lugar, de esa cultura. La voz de Barto-
para venderlos como esclavos – pa- lomé de las Casas, de Montesinos y de otros españoles que denunciaron
ra tornar rentable la conquista-, o lo que estaba ocurriendo en América, que intentaron comprender a esas
que reprimiera con dureza las pri- otras culturas, que intentaron – con todas las limitaciones propias de su
meras rebeliones indígenas. Pero contexto histórico – tender puentes entre ambas, pueden resultar una bue-
entonces ¿Q ué imagen queda? na vara para medir la acción conquistadora. 3

Otra razón para ocultar las resis - Volviendo a nuestr o relato, ante las acciones que desarrollan los europeos,
tencias es que presentar la historia comienza un ciclo de resistencia que se extiende por décadas, encabezado
de esta forma también sirve para entre otros, por los caciques Caonabó (en H aití), Guama y Hatuey (en Cu-
sostener al poder dominante. Se lo ba) y Agüeibana (en P uerto Rico). En Cuba, por ejemplo, Guama sostiene
muestra como “omnímodo”: nadie una lucha durante diez años, en la cual los rebeldes se r efugian en las sie-
lo ha desafiado, o quien lo ha he- rras, utilizan tácticas de guerrilla para combatir a un enemigo superior en
cho, ha sido arrollado. Como en la fuerzas. A esta lucha se suman, a los pocos años, los primer os negros es-
novela de Orwell, “1984”, al mani - clavos fugados de las plantaciones recién puestas en marcha. En estas con-
pular el pasado se busca el control diciones, la lucha taína se sostiene durante casí 60 años. Los españoles
del presente y del futuro, el go- ejecutan un terrible genocidio en las Antillas 4 . Se estima que sólo en La Es-
bierno de las conciencias. pañola habitaban 600.000 taínos a la llegada de Colón. Pocos quedan en
Esto nos muestra la importancia la isla al cabo de ese tiempo.
política de la enseñanza de otra, o
de otras, historias. Restituir las lu- Otro punto de vista para escribir nuestra historia
chas de nuestra América es una de
las condiciones necesarias para Para escribir una historia distinta a la “oficial”, hay que partir de un punto
que se pueda llevar adelante una de vista historiográfico diferente. Resulta central restituir el pr otagonismo
política de emancipación, que, co - de los pueblos originarios en la historia. En primer lugar, es preciso resca-
mo decía Rodolfo Kush, tome al tar del olvido los procesos de resistencias, tanto a la dominación colonial
pensamiento indígena como su como a las políticas seguidas por los Estados Nacionales en los siglos XIX
14 raíz o fundamento. y XX. También es necesario poner de relieve el sentido que esas luchas te-
nían para sus protagonistas, desde sus propias palabras. Finalmente, ana-
lizar la relación entre los pr ocesos de insurgencia y los sistemas de domi - Categorías para pensar
nación, pues no pueden comprenderse aquellos sin analizar las políticas nuestra historia
del poder con las que están en tensión.6
El historiador Luis V itale plantea
En las últimas décadas ha comenzado a producirse una mayor cantidad de que la historiografía tradicional,
trabajos con este sentido. La creciente presencia de movimientos sociales basada en una concepción unili-
indígenas, ha sido un aliciente para ello. No hay que olvidar, de todas for- neal de la historia y en el modelo
mas, que en la historia de América hay valiosos antecendentes de quienes, eurocéntrico de desarr ollo, ha blo-
perteneciendo en principio a la “sociedad blanca”, supieron tener una ac - queado el análisis teórico de las
titud diferente hacia al pueblo indio. Entre otros, Simón Rodríguez, quien especificidades de América Latina.
argumentaba sobre la prioridad de conocer a los indios, antes que a egip- Carecemos de un enfoque adecua -
cios, medos y persas o a los autores de la antigüedad clásica; o José Car- do para estudiar las particularida-
los Mariátegui, quien expresó “ni calco ni copia”.7 des de nuestro continente.

Pero, si de pensamiento hablamos hay que incluir a quienes siguier on uti- Las pret endidas “hist orias univer -
lizando las categorías tradicionales indígenas, ya fuera viviendo bajo do- sales” no son ta les, pues han si-
minio colonial o entre los pueblos que aún r esistían la dominación. Un do redact adas de sde un punto de
buen ejemplo de esto es el de los mayas. vista eurocéntrico. Tie ne n esa
apariencia porque comienzan con
500 años de resistencia maya la “prehistoria” y las civilizaciones
del “Medio y Lejano Oriente” (ob-
Al hablar de la conquista de México, se suele hacer hincapié en el rápido de- via ment e leja no pa ra los euro-
rrumbe del imperio azteca, cosa cierta, pues en 1519 Cortés inicia la conquis- peos), pero a partir de Gre cia y
ta de México, a los dos años ha tomado Tenochtitlan. No habría que dejar Roma s e van tornando ca da ve z
de document ar, de todas formas, la f uerte resis tencia azteca, que obligó a más eurocént ricas, los ot ros pue-
Cortés a retirarse (la “Noche t rist e”), así como la enconada resistencia que blos de sapare cen, sa lvo cuando
ofrecieron durante el sitio de la capital del imperio, durante casi 3 meses. es tán en cont acto con Europa, co-
mo los mus ulmanes. Tampoco en
épocas más recientes hay una
his toria verdaderame nt e univer -
sa l, pues se hace girar la his toria
de los pueblos del Ter cer M undo
en torno a la e uropea.

Vitale propone una serie de cate-


gorías que es preciso tener presen-
tes para construir este enfoque: la
relación sociedad-naturaleza; la
particularidad de los modos de
producción y las formaciones so-
ciales en América; la necesidad de
precisar los conceptos de Estado y
Estado-Na ción, que tienen en
nuestro continente una génes is
distinta a Europa; la dependencia y
la cuestión nacional; la relación et -
nia-clase en nuestro subcontinente
indo-afro-latino; el papel de las
mujeres, la “mitad invisible de la
historia”; el papel del mito social
como fuerza motriz en nuestra his-
toria, y en general, el papel de la
cultura, entre otras.9

15
Pero es mucho menor el registro de
la resistencia maya a los conquista-
dores. Los grupos cakchiqueles y
quichés, se opusieron desde el co-
mienzo a la ocupación, encabezada
por Pedro de Alvarado. La principal
ciudad hispana fundada fue Santiago
de G uatemala, erigida sobre la anti-
gua capital cakchiquel de Yximché.
Al año siguiente, 1524, se produjo
una gran rebelión. En 1527 comenzó
la conquista de Yucatán. Los pobla-
dores de la antigua U xmal recibieron
amistosamente a los españoles, pe-
ro los de Chichén Itzá y M ayapán los
enfrentar on con las armas. La resis -
tencia se prolongó durante quince
años, hasta que en 1541 los españo-
les consiguieron dominar la mayor
parte del Yucatán, fundando la ciu-
dad de Mérida al año siguiente y es-
tableciendo la Audiencia de Guate -
mala, como corolario de ese proce-
so. A los cuatro años se produce una
revuelta general, en 1546, en la que
mueren 18 españoles y 400 nabo-
ríos. La res is tencia maya en la zona
continúa hasta fines del siglo XVI I.
En 1652, una gra n s ublevación cau-
s ó la muerte del gobernador conde La últ ima rebelión maya comenzó el 1 de enero de 1994, en el es tado
de Alba de Lis te en Yucatán. Fraca- mexicano de C hia pas, pues los indios chiapanecos, organizados en el
saron numerosos int entos de con- ejercito zapatis ta de liberación na cional, no son ot ra cosa que mayas a c-
quista del Petén y se mantuvo un t uales, que hunden sus raíces en esa tradición. Podría agregars e que
enclave maya independient e en es a t ampoco se autodesignan e n vano con el nombre de Emiliano Zapata, el
zona hasta 1697. E n 1820, Atanasio líder de la R evolución Mexicana que más reivindicó y tuvo en cuenta es-
Tzul dirigió una rebelión de mas de t as tradiciones.
50.000 indios quiché , buscando co-
ronarse como rey, establecer una Resistencia y rebeliones en la zona andina
cons titución y liberarse de los espa-
ñoles. Era reconocido como descen- A diferencia de lo acontecido en México, donde el imperio fue derrotado
diente de los antiguos señores qui- en poco tiempo, en el incario la r esistencia se prolongó durante casi 40
ché, aunque se lo identificaba tam- años, hasta la caída del estado neoinca de Vilcabamba, en 1572.
bién con San Miguel y a s u mujer,
con Santa Cecilia. Es decir, aquí en- En 1536 Manco Inca I I, quien había sido designado Inca por Pizarro con el
cont ramos f enómenos que han sido fin de manipularlo, llevó adelante el intento más importante por sacudir-
caracterizados como de “sincretis- s e el recién es tablecido dominio español. F ugándose del Cuz co, reunió un
mo”, as í como contenidos políticos numer os o ejército y retornó para sit iar la ciudad, sitio que duró un año y
“actualizados” al siglo X IX , la inde- medio. Fracasado su plan, se retiró a V it cos , en el s agrado valle del Uru-
pendencia y la constitución. bamba. Nathan Wachtel señala que “La elección de est a zona respondía a
cons ideraciones estratégicas , pero también políticas y religiosas; no es un
En la zona mexicana de Yucatán, colin- azar que comprendiese el lugar más sagrado del antiguo Imperio, el valle
dante con Guatemala, la res istencia se de Urubamba (...) y la ciudad sagrada de Machu Pichu”. A llí “Manco pro-
prolongó en la llamada “Guerra de longó la antigua tradición imperial; le siguieron numerosos f ieles, restable-
Castas”, que se extendió entre 1847 y ciéndose el antiguo ceremonial. La rebelión revis te desde entonces otra
1901. Todas estas rebeliones fueron li- amplitud: el culto del Inca, hijo del s ol, significaba una verdadera restau-
deradas por los jef es tradionales: chi- ración de la religión inca” 10 . Se abre entonces una etapa de resistencia de
lames (sacerdotes) y batabes (jefes de 30 años durante el cual se mantiene el llamado es tado “Neoinca”, que
pueblos). La tradición perdura. Hasta hostiga a los es pañoles e indios colaboradores, a la par que realiza un jue-
hace pocos años, los mayas quiché go político-diplomát ico, donde los es pañoles intent aban utilizar las dis en-
del cantón Paquí (Totonicapán) conti- siones dentro del campo indígena, mientras que los incas hacían lo pro-
nuaban acreditándose como descen- pio con los es pañoles. El est ado neoinca controlaba gran parte del Perú
dientes de Tzul y hacían fiestas en su desde Huanuco hasta el sur del Cuzco.
16 honor, cada 14 de s eptiembre.8
Milenarismos, utopías y cosmovisión

Movimientos como el Taky Ongoy se reiteran a lo largo y ancho de


América como sustrato idelógico de gran parte de la r esistencia in-
dia. Han sido catalogados en general como “milenaristas”. Si bien
muchas de sus características son coincidentes con los movimien-
tos mileraristas medievales europeos, me pregunto hasta que pun-
to se pueden establecer paralelismos con ellos, pues también hay
diferencias en aspectos sustantivos. Como señala Alicia Barabás
(que sin dejar de lado aquella categoría, más bien se r efiere a las
“utopías indias”), “No se trata aquí, como en las utopías milenaris-
tas europeas, de antagonismos entre clases pertenecientes, en últi-
ma instancia, a la misma tradición civilizatoria, sino de procesos co-
loniales en los que los grupos dominados se enfrentan a la impo-
sición coercitiva de la “otredad”.11

En la base de estas concepciones se encuentra la cosmovisión de


los pueblos originarios. Ese sustrato es el que tenemos que cono-
cer si queremos, realmente, entender el sentido de las rebeliones.

Carlos Lenkersdorf es filósofo, hace 30 años que aprende de los


mayas tojolabales, en México, según él cuenta, su lengua y su cul-
tura. Una pequeña aproximación a su cosmovisión nos puede ayu-
dar a entender el por qué de la sostenida resistencia maya.

Partiendo del análisis de su lengua -que expresa, como toda len -


gua, su pensamiento-, Lenkersdorf plantea que el principal elemen -
to de la cosmovisión maya es que no hay nada en el universo que
no tenga “altzil” (alma, corazón, vida). Todo vive, el hombr e y el
En 1565 se planeó una insurr ección manantial, los animales y los cerros. E l cosmos está repleto de vi-
general, unida a un movimiento de da. Esta cosmovisión es la forma de ver (entender) el mundo de los
carácter místico, el Taky O ngoy, que tojolabales. Así, la tierra es Madre Nuestra, a quien debemos respe-
proclamaba el retorno de los anti- tar y cuidar, pues a ella debemos la vida. El desprecio por la tierra
guos dioses, las huacas, ahora uni- tiene consecuencias graves para los hombres, la madre no es jugue-
dos para enfrentar al Dios cristiano y te y se puede enojar. Para ellos, la idea que la tierra puede ser “pro-
reestablecer su culto. Este movi- piedad” de alguien es una provocación muy grav e. Nadie puede dis-
miento político-religioso expresaba poner de ella.
el rechazo de los indígenas que vi-
vían en las zonas dominadas del Pe- Est a cos movisión no sólo es actual, s ino que es tradicional, se ha-
rú hacia los españoles. Finalmente, lla claramente expresada en el Pop Wuj, el libro sagrado de los ma-
ya-quiché. En verdad, en general los
pueblos originarios sostienen una re-
lación armónica con la naturaleza (en
el sentido de “s entirse parte”), a di-
ferencia del europeo, que intenta do-
minarla y sobreponerse a ella. En
t anto esta visión se ha sostenido, re-
s ulta una fuente de contradicción
cons tante con la visión de “dominio”
de la naturaleza occidental. 12

17
perseguidos como her ejes, el movi- terminio, esclavización y soterramient o en las minas de la población abori-
miento fue desmantelado. En 1572 gen, la conquista y saqueo de las I ndias Orientales , la trans formación de
los españoles lograron capturar al úl - África en un coto reservado para la caza comercial de pieles-negras, carac-
timo inca, Tupac Amaru, quien fue terizan los albores de la era de producción capitalis ta. Estos procesos idí-
llevado al Cuzco y ejecutado. licos cons tituyen f actores fundamentales de la acumulación originaria” 13 , es
decir, de la génesis del capit alismo.
Mar co histórico general de Luego del pillaje de los tesoros de los imperios americanos, España (lue-
los procesos de resistencia go otr os países), organizaron un sistema de dominación colonial para la
extracción de rique zas, basado en la explotación del trabajo forzoso y del
La conquista y dominación de Améri- trabajo esclavo, realizado (en general) el primero por la población indíge-
ca por parte de los europeos debe na y el segundo por la población negra traída de África. Producto del mis-
comprenderse, tomando el proceso mo, entre 1521 y 1660, dieciocho mil toneladas de plata y doscientas de
histórico que se daba en ese mo- oro fueron desde América hacia España 14, metal que dio un fuerte impul-
mento en Europa, dentro del marco so al desarrollo del capitalismo comercial.
del surgimiento del capitalismo y la
modernidad. Pero esta es la perspec- Las políticas de los nacientes estados nacionales europeos, que buscaban
tiva europea del asunto, más allá afirmarse, ampliar sus dominios, incrementar su poder, dan impulso y or-
que ese proceso terminó afectando a ganizan las empresas coloniales.
todos los pueblos del mundo, y es
en ese sentido mundial. Las motivaciones religiosas tampoco pueden dejarse de lado, en tanto
mentalidad de los conquistadores, fundamento idelógico de la conquista
Visto el mismo fenómeno desde la e instrumento de aculturación de los indios. De allí la importancia de la
perspectiva no europea (la nuestra), acción de la Iglesia Católica en la llamada “conquista espiritual”.
es más correcto hablar del inicio de
la expansión colonial eur opea, prelu- Otros aspectos que acompañaron este proceso son: el humanismo, la cri-
dio de la expansión imperialista del sis del pensamiento religioso y la reforma protestante, el desarr ollo de la
siglo XIX. ciencia y de la técnica, el comienzo del predominio de la “razón”.

Este proceso desestructuró los mo- Razones americanas para la resistencia


dos tradicionales de vida de los pue-
blos americanos, interrumpió su pro- La acción desarrollada por los europeos en América supuso una tremenda
ceso de autodesarrollo, negando su fractura en la historia de los pueblos originarios. En primer término, por
cultura e identidad, pr oduciendo el el genocidio producido, una marca que permanece hasta el día de hoy, so-
genocidio más grande que se cono- bre todo si consideramos que las políticas de exterminio se extendieron,
ce en la historia. Significó la puesta dependiendo de los países, hasta bien entrado el siglo XX. Tenemos el ca-
en marcha de un modelo de desarro- so de Guatemala donde 80.000 campesinos mayas fueron asesinados en
llo dependiente. Predomina desde los últimos 20 años. Rigoberta Menchú, premio Nobel de la paz, es una
entonces una “razón colonial ” en sobreviviente de esas masacres.
nuestras sociedades, que ha sido Frente a la conquista, entonces, surge la resistencia a la ocupación de sus
determinante hasta hoy. territorios, para defender sus formas de vida y cultura tradicionales, su in-
dependencia; para evitar su sujeción al nuevo orden que se imponía. U n
En conclusión, si para los europeos nuevo orden que supuso, a la par que el desprecio por las vidas indíge -
(occidentales) este proceso s ignificó el nas, una profunda negación de sus culturas. Para los españoles éstas te-
inicio de la modernidad, para nosotros nían un carácter “demoníaco”. Sus creencias fueron perseguidas, sus ciu-
más bien fue el inicio de una moderni- dades destruidas; las obras de arte fundidas, los códices quemados, las
dad colonial, periférica, dependiente, voces silenciadas.
negación de nuestro propio proceso
de autodes arrollo e identidad, proceso La conquista fue lenta y trabajosa ¿por qué demoró tantos siglos para ter-
sufrido con profundo dolor. minar de concretarse? No podemos desarrollar aquí todos los movimien-
tos de oposición a la misma, por razones de espacio, pero no queremos
Razones europeas de la conquista dejar de nombrar algunos. Comenzando con la lucha mapuche, las dos
grandes rebeliones de 1553 y 1598, liderada la primera por Caupolicán,
El objetivo principal de la conquista “toqui” (jefe de guerra), Señor de Pilmaiquen, en la cual participó también
y dominación de América fue la bús- Lautaro, quienes hicieron retroceder la conquista española hasta más allá
queda de riquezas, proceso íntima- del río B io- Bio; las guerras del Mixtón y las guerras chichimecas, en el
mente vinculado a las políticas de norte de México, que abarcaron todo el siglo XVI, siendo una figura im-
autoafirmación de los nacientes es- portante de la misma don Diego el Zacateco, nombre cristianizado de Te-
tados nacionales europeos y al forta- namaxtli; las guerras que prosiguieron, contra apaches, comanches y na-
lecimiento de sus burguesías. vajos, en el norte de la Nueva España; el gran lev antamiento de los indios
pueblo, en 1680, que durante 12 años hizo r etroceder la conquista novo-
Sobre esto, ya Marx s eñaló que “El hispana hasta las fronteras del río Bravo, alentada por la predica del sha-
des cubrimiento de las comarcas aurí- mán Pope, que se dirigía en particular contra los misioneros y la Iglesia
18 feras y argentíferas en América, el ex- Católica; los levantamientos y el estado de guerra latente en toda la fron-
tera de la selva amazónica, hasta llegar a los grandes lev antamientos del A medida que la sociedad blanca
siglo XVIII, comenzando con Juan Santos Atahualpa, quien dirigió durante avanza, destruye / desestructura la
14 años una larga lucha contra el poder central, entre 1742 y 1756; entre sociedad indígena, s os teniendo /
muchos otros.15 adaptándo algunas de sus institucio-
nes cuando lo precisa. E n algunos
La resistencia en el actual territorio argentino casos, los modos de vida tradiciona-
les subsisten, aunque modificados.
En diversas zonas de lo que hoy es nuestro país hubo una fuerte resisten- Las condiciones de sojuzgamiento,
cia frente al ingreso y establecimiento de los españoles al territorio. En la explotación y discriminación estable-
zona del Río de la Plata y el noreste, tenemos el fracasado intento de fun- cidas por el régimen de dominación
dación de la ciudad de Buenos Air es, la destrucción de todos los pobla- colonial son el espacio social en el
dos fundados en los primeros años por parte de diversas parcialidades, que se gestan las rebeliones, que
entr e otros por Querandíes y Guaraníes. La excepción es la fundación de luego se suceden bajo los Estados
Asunción (1537) y el sometimiento por parte de los españoles de las po - Nacionales. Llegamos así a los levan-
blaciones guaraníes cercanas. Recién 40 años después recomenzará la tamientos de Tupac Catari y Tupac
conquista, con las fundaciones de S anta Fé y Buenos Air es. Pero en el Cha- Amaru. Este último, en 1780, fue el
co, tobas y mocovíes lograran sostenerse en forma independiente hasta más importante de la época colonial,
fines del siglo XIX. hizo tambalear a la dominación es-
pañola en el Perú. En virtud de que
En el noroeste, en la r egión de Tucumán, a partir de la fundación de la ciu- este movimiento es de los pocos r e-
dad del Barco (actualmente Santiago del Estero), en 1550, comenzó una conocidos en la historia de América,
larga r esistencia por parte de los calchaquíes, que se prolongó por más de no nos extenderemos en su análisis.
cien años. Destacan en esta lucha las figuras de Juan Calchaquí y el caci- Señalemos simplemente que el re-
que Viltipoco, en el siglo XVI, y la rebelión impulsada por el llamado “in- cuerdo de este gran movimiento ate-
ca blanco”, Pedro Bohórquez, entre 1656 y 1667, que culminó con la r e- morizó tanto a la mayor parte de los
presión y -entre otras cosas- el traslado de los Q uilmes a pie hasta una criollos que años después, al comen-
reducción en Buenos Aires. zar el proceso independientista, se
alinearon del lado realista por temor
En al zona de Cuyo, cuya colonización también comienza en esta época, al desborde social.
hubo numerosos lev antamientos. Entre ellos podemos destacar los de dia-
guitas y huarpes, en 1632, liderados por el cacique Chilemín; y entre 1658 Resistencia frente a las políticas
y 1661 la sublevación de puelches y pehuenches, encabezados por el ca- genocidas y etnocidas
cique Don Bartolo. 16 de los Estados Nacionales

Hacia el sur, en la Pampa y la Patagonia, los Tehuelches continuaron do- Los Estados Nacionales, desde me-
minando el territorio y a partir de este momento comienza a realizarse el diados del siglo XIX, finalizaron la
pasaje de población mapuche desde Chile. obra iniciada siglos atrás, al comple-
tar el control del territorio. Ya no ha-
Por cierto, en estos territorios no sólo hay enfrentamiento, sino que se es - brá más naciones o pueblos indíge-
tablecen relaciones de “frontera”, con firmas de tratados que regulan las nas independientes o con márgenes
relaciones entre ambas partes. Estos tratados no sólo fueron firmados por de autonomía importantes.
las autoridades coloniales, sino también por los Estados Nacionales. En el
caso de nuestro país, hay numerosos tratados firmados a partir del siglo Las políticas implementadas fueron,
XVII, y aún en la etapa independiente, entre 1820 y 1878.17 nuevamente, el genocidio y etnoci- 19
dio. 18 En nuestro país, la mal llama- corporación como mano de obra, ya que pensaban nuestras clases dominan -
da “Campaña de Desierto” y la tes que el indio podía ser útil “(…) para ciertas industrias, porque está acli-
campaña del Chaco. Se utilizan vie- matado y supone la mano de obra barata, en condiciones de difícil compe-
jas práct icas : muert es y fusilamien- tencia”.21 El proceso se da en todo el país: transformación en peones de es -
tos de pris ioneros sin juicios pre- quila en el sur, en obreros de los ingenios en el norte. También hay reaccio-
vios; traslados a pié por largas ex- nes: en Napalpí, los indígenas se declaran en huelga por la explotación de
tensiones, abandonando a quienes los terratenientes. La respuesta es una masacre, hay 200 asesinados entre
no pueden caminar, previo corte de hombres, mujeres y niños.22 Per o la resistencia también se da en el plano
los tendones; confinamiento en re- espiritual, chamanes tobas y mocovíes convocan a retomar las antiguas tra-
servas o campos de concentración; diciones, el movimiento se extiende hasta mediados de la década del ´30.
reparto de las mujeres en “casas de
familias”, como sirvientas, f osas co- En los años subsiguientes, las políticas de “integración” “(…) se basaron
munes.... 19 en un mismo principio explícito o implícito: para ser argentinos de pleno de-
recho los indígenas debían renunciar a su condición étnica y asumir el mo-
Pese a todo, hay resistencia. En la delo cultural que le ofrecían los propietarios del Estado. Estado que había
Patagonia, ésta dura 6 años , hasta sido su antagonista y que ahora les sugería la promesa de aceptarlos si ab-
que Sayhueque se rinde, en 1885. dicaban de la posibilidad de seguir siendo ellos mismos (…)”.23
En el Chaco se prolonga. En 1899 to-
bas y mocovíes atacan dos fortines ; Frente a estas políticas, los Pueblos Originarios dan una nueva respuesta. Des-
en 1911 el ejercito debe organizar de la década del ´60 se advierte un proceso – en toda América – de recons-
una última campaña de “pacifica- trucción identit aria, con un creciente protagonismo, que en algunos países los
ción”, fundando la reserva de “Na- ha colocado como importantes actores s ociales, políticos y culturales .
palpí”, para est ablecer allí a los in-
dígenas y dis ciplinarlos en el traba- Sin duda, en este proceso incide también una resistencia menos visible, del
jo. En 1918 y 1919 los últimos grupos orden de lo cotidiano, “oculta” más que “pasiva”, que actúa pero no nece-
independientes realizan algunas in- sariamente mostrándose a la luz, que no sólo preserva, sino que también
cursiones , pero es el final. 20 recupera y recrea su cultura.24
Paralelamente, ha comenzado su in - Una resistencia que, desde hace 500 años, no deja de actuar.

NOTAS 8 . Barab ás, Alicia . “Las re b elio n es in d ia s Pata g on ia (Arg en tin a, 1 74 2 – 18 78). Bu e-
fre n te a l co lo nialismo : Un a cró n ica d e la no s Aire s, IWGIA, 2 000 .
1. Qu iero agra d ecer a q uie n es a po rtaron u to p ía” . En : Ad olfo Co lo mb res, o p . Cit., 18. Enten did o co mo extermin io to tal o
(discu sio n es, materiales) p ara la escritu ra p p . 1 07-11 2. parcial d e la cu ltu ra d e u n p u eb lo .
d e est e artícu lo : María Jo sé Vázqu ez, Po m- 9 . Vita le, Luis. Op . Cit. 19. Expo sicio n es d e Walter d e l Río y Ma ria-
p eya Boj, Dian a Len to n. 1 0. Nath an Wach tel, Lo s ven cido s. Lo s in - no Ra mos en Prime ra Jo rn ad a p ara p ensa r
2. “A lo s 500 añ o s d el cho q u e d e d o s mu n - d io s d el Perú fren te a la co n qu ista esp añ o - ju nto s “La h istor ia d e n o sotr os, Po lítica s
d o s”. Co lo mb res, Alfred o (Co o rd .), Bu e no s la, Ed .Alian za, Mad rid , 197 6, p ág s.27 3- ge n ocid as d e l Est ad o Arg entino : cam paña
Air es, d el So l, 199 1, p. 21 . 274. del d esierto y Gu erra d e la Trip le Alian za”
3. Tvezan Todor o v an a liza to das estas 1 1. Barab ás, Alicia. Op . Cit . . Buen os Aires, Leg islatu ra d e la Ciu da d de
cu e stio ne s en su co no cid o lib ro: “La co n - 1 2. Len kersd o rf, Carlo s, “ Cosmo visió n ma- Bu eno s Aires, 2 005 .
q u ista d e América . El p ro b lema d el o tro”. ya ”. Mé xico , Cen tro d e Estu dio s An tropo- 20 . “La co n d ició n d el in d íg en a. 1 88 1-
Bu en o s Aires, Siglo XXI, 20 03. ló g icos, Cie n tífico s, Artísticos, Tradiciona- 200 1”. En : Gran d es Deb a tes Nacio n ale s.
4 . Yawa r Pu rin q u in ch u , “ Cu b an acan . le s y Ling ú ísticos “Ce-Acatl”, 1 99 9. Co le g io Nacion al d e Bu eno s Air es/Página
Ap un tes p ara la h isto ria d e la Amé rica e s- 1 3. M arx, Carlo s. El Cap ital. Lib ro 2 4, La lla- 12, Nº 20 .
p añ o la” , Bu en o s Aires, Nuestra América, mada acu mula ció n o rig in aria . (en la e d. 21. R o qu e Saenz Peña , citad o e n Deb ates,
1991. Orig in al – sig lo XXI, p a g. 94 0) En : p. 31 0.
5. Gra msci, Anto n io . “ An to lo g ía” . México , http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng- 22. Pá gin a 12 , 1 9/7/200 4
Sig lo XXI, 1 970 , p . 4 93 /capital1/24.htm 23. Migu e l Alb erto Barto lomé , « Lo s po -
6. Aq u í tomo lo s p os tulad os d e alg un a s co - 1 4. B ea u d, Mich el. “ Historia d el cap ita lis- bladores d el “d esie rto” », in Amériq ue La-
rrie ntes historiog rá fas actuales, p o r eje m- mo ”. Pp 2 1-31 . tin e Histo ire e t Mémo ire , Nu méro 10 -
p lo la co no cid a co mo d e “ estu d ios sub a l- 1 5. Barral, An g el. “Reb elio n es in d íg en a s Id en tités: p o sitio n n eme nts d es gro u p es in -
tern o s”. Pue d e co n su ltarse: Rivera Cus i- en la América e sp añ o la”, Mad rid , M AP- dien s en Amé riq ue latin e , [En lig n e], mis
ca n qu i, Silvia (co mp ). “De b ates Post co lo - FRE, 19 92. en lig n e le 2 1 févrie r 200 5. URL: h ttp://al-
n iales: u n a in tro du cció n a lo s es tud io s d e 1 6. Pu ig g ró s, Rod o lfo . “De la co lo nia a la him.revues.or g /d o cu me n t10 3.h tm l. Co n -
la su baltern id ad ” . La Paz, Histo rias, 199 7. re volució n ” Bu en o s Aires. Cep e, 197 4. sulté le 2 7 ma rs 20 05
7. Vitale , Luis. “In tro d u cción a un a teo ría 1 7. Carrasco , M o rita; B rio n es, Clad ia. “Pac- 24. Para el a n álisis d e esto s p ro ces os se
d e la h isto ria p a ra América Latin a”. Bu e - ta su n t servan da . C ap itu lacio n es, co n ve- pu e de co n sultar el artícu lo cita do d e Bar-
n o s Aires, Pla neta, 199 2, pp . 14-15 n io s y tra tad o s co n in d íg en as e n Pa mp a y tolomé.

B I B L I O G R A F Í A • Bennassar, Bartolomé: “La América española y la América por-


Además de lo citado en las Notas: tuguesa, siglos XVI-XVIII”, Madrid, Ed. Akal, 1987.
• Céspedes del Castillo, Guillermo. “Amércia hispánic a (1492- • Historia Argentina. Desde la pr ehistoria a la actualidad. Col.
1898)”. VI tomo de la “Historia de España” dirigida por Ma- Nac. Bs. As. / Pág. 12.
20 nuel Tuñón de Lara, Barcelona, Labor, 1983.
Nacionalismo
e indigenismo
en la es cu ela
Re fle xione s a pr opós ito del 1 2 de Oct ubr e ( 1)

Por Gabriela Novaro

L as tr es carabelas cruzando el océano, la brújula y el astrolabio, el desem-


barco, una gran cruz junto a espadas y arcabuzes más grandes aún, hom-
bres blancos arrodillados agradeciendo al cielo, frente a ellos, indios semi -
Algunas frases escuchadas en las
clases de escuelas primarias indica-
rían que esto dista mucho de ser un
desnudos y boquiabiertos que por toda herramienta portan un arco y al- objetivo logrado:
gunas flechas. Son recuerdos, ya muy viejos, de mi paso por la "Además de las bebidas, la
escuela. Junto a las imágenes, algunas palabras: gran pasión de los indígenas
Salvajes, Descubrimiento, Día de la raza, Con- er a el tabaco"
quista, Colonización, Civilización. La pre- "En la selva no había nada,
gunta inevitable es si hoy en día nues- ni mercados, ni kioskos, ... los
tros alumnos se llevan imágenes y pa- indios tenían que trabajar, pero ne-
labras muy distintas. cesitaban muy poco para vivir...Bah,
trabajar no trabajaban porque no ha-
Aquí nos interesará r eflexionar so- bía plata, iban y cazaban.
bre las concepciones con las que "los indios pensaban que el oro
estos chicos llegan al "festejo" del er an piedras que brillaban. Eso me
12 de Octubr e. Estas concepciones dijo mi mamá."
no son sólo construidas por la es-
cuela. Frases como ¡pareces un in- Es tos son comentarios que suelen
dio!, de qué tribu lo sacaron, ¡se por- ha cer los chicos en las clases . Uno
tan como indios! abundan en el dis- pue de imagina r que 100 años
curso cotidiano asociando mecánica- atrás, sin actualizaciones ni mode r-
mente "los indios" a la barbarie y la bru - niza ciones educa tivas y sin dema-
talidad. Si partimos de poner en duda estas siada didáctica, los coment arios no
imágenes y de suponer que la escuela es un espa - s erían muy distint os . E s pos ible
cio privilegiado para cuestionar ciertas visiones de lo social que a veces cir- que nues tras inquietudes aumen-
culan en el discurso cotidiano, debemos interr ogarnos acerca de si los sa - ten s i pensa mos en la s e xpresio -
beres escolares reveen o refuerzan los prejuicios y estereotipos en que se ne s de algunos es pe cialist as, fun-
sustentan estos comentarios. cionarios y docentes : 21
"Los chicos tienen esa idea de la
pluma y la carpa, como muy simple,
porque piensan en los indios de acá.
Quiero que vean otras civilizaciones,
los Mayas, los Aztecas".
Otra docente interroga a sus alum-
nos:"¿Porqué el país ya estaba pre-
parado para crecer? ... ¿Cómo queda
el lugar después de la campaña del
desierto?" (vacío dicen los alum-
nos) "¿Qué había que hacer? (llenar-
lo contestan) El país estaba prepa-
rado porque no tenía la amenaza
del indio... No hay indios, la tierra
está libre para cultivar"

Es tos comentarios ¿son s ólo produc-


to del desconocimiento, de la ten-
dencia de los chicos a construir es-
tereotipos, de los prejuicios de al-
gún maest ro, o s e encuent ran refor-
zados por la forma en que el tema
se plantea no solo en el dis curso so-
cial general, s ino también en los cu-
rriculum y manuales? Teniendo en diversidad" tuvo directa relación con la construcción de un discurso nacio-
cuenta este interrogante, en estas lí- nalista que privilegió la homogeneidad y uniformidad. Este discurso se ar-
neas nos interes ará reflexionar so- mó sobre la negación de las desigualdades, los enemigos y los conflictos,
bre el tratamiento que se hace de o su calificación como hechos individuales patológicos que representaban
los aborígenes en las propuestas el atraso y el caos frente al pr ogreso, la barbarie frente a la civilización. La
oficiales, editoriales y en las aulas. diversidad aparece en general representada como desviación del curso na -
tural del desarrollo social. Desde las posiciones más tradicionalistas, los
Nacionalismo escolar atributos considerados "positivos" de la diversidad la asocian a "lo exóti-
y diversidad cultural co", lo folklórico, lo puro, lo auténtico.

La reflexión sobre como se presenta De unos años a esta parte el tema de "la diversidad" ha adquirido cr ecien-
la cuestión de "los indios" (2) en los te relev ancia en el discurso social y en especial en el discurso educativo.
contenidos escolares debe ser reali- Se multiplican las propuestas y discursos a nivel de los objetivos de la for-
zada en el marco del análisis de la mación escolar que sostienen la necesidad de conocer y respetar la diver-
propuesta educativa general, tenien- sidad, de comprender el carácter histórico y div erso de nuestras identida-
do en cuenta el "sentido formativo" des, de criticar las posiciones intolerantes y desvalorizadoras de "lo otro"
de los contenidos y experiencias es- y las imágenes simplistas de "lo propio". En el análisis me ha interesado
colares, las representaciones sobre señalar la falta de consistencia de estos planteos con los contenidos esco-
distintos grupos sociales, las formas lares que concretamente se postulan como "básicos" o "mínimos".
de considerar y valorar a "los ot ros",
de delimitar "lo propio". Al respecto el análisis da cuenta de que en las propuestas de ciencias so-
ciales (3), la nacionalidad y "La Cultura Occidental" se siguen mantenien -
El interés por el tratamiento de "los do como elementos que delimitan "lo enseñable", que en torno a los mis -
aborígenes " en la escuela, s e vincu- mos continúan vigentes representaciones excluyentes y simplistas, que "lo
la a la necesidad de comenzar a diverso" no se incorpora como contenido de "lo nuestro", que no se inclu-
construir otra visión de la historia yen elementos de análisis social y cultural que permitan a los alumnos ir
americana. El tema también puede aproximándose al carácter complejo y heterogéneo de las identidades so -
permitir a muchos alumnos poner en ciales, que la diversidad continúa, en gran medida, ocupando el lugar del
duda el carácter universal de las for- detalle pintoresco y un atributo de "los otros" que enriquece con su pre-
mas de vida social y cultural que les sencia la imagen de una sociedad que se supone básicamente homogénea.
resultan familiares, comprender s u
carácter his tórico y variable, aproxi- Las "sociedades aborígenes" en la propuesta oficial de enseñanza
marse a las variadas formas de orga-
nización social, comprender la im- Junto con esta " moda" de la diversidad, hoy en día nos encontramos con la
portancia de los procesos de domi- difusión en los espacios es colares de un discurso "indigenista" que se afir-
nación, s ometimiento y resistencia. ma a partir de la prédica de la valoración y el respeto. Como el discurso na-
cionalista escolar sigue fuertement e arraigado en la escuela, el resultado es
22 En nuestro país el lugar dado a "la la coexistencia de ideas sumamente contradictorias s obre el tema (4).
Entre la negación y la asociación de los indígenas con el pasado De la conquista al Encuentro

Los contenidos educativos, desde la organización del sistema (entre fines En los textos de hace algunos años,
del siglo XIX y principios del XX) y hasta hace pocos años, mostraban la ob - además de la jus tificación y valoriza-
sesión por encontrar, "el origen", "lo puro" "la esencia" sagrada de la na- ción de la conquist a, no era extraño
ción. La pregunta es ¿cuál es esa esencia?. La selección o creación de las encontrar frases que culpaban a los
tradiciones en que míticamente se fundamenta "la patria" tiene un punto aborígenes de las muert es, enf erme-
de partida: el dinamismo de Occidente o el espíritu de progreso para unos, dades y hambrunas de los españo-
la raigambre hispana para las posiciones más tradicionalistas. ¿Que lugar les por "su falta de colaboración".
ocupan los aborígenes en estas selecciones y cr eaciones?. Hasta hace po - Frente a ello, España y los conquis-
cos años los indios aparecen como claros referentes de un pasado de atra - tadores aparecen como héroes que
so y barbarie a superar y del que no queda nada o casi nada, más que al- hacen posible que América abando-
gunos "resabios". La articulación entre el proyecto homogeneizador y la ne su estado nat ural y salvaje.
ubicación del "origen" en Occidente o España refuerzan el posicionamien-
to de los aborígenes fuera de la historia. Si de acuerdo a una metáfora muy En este punto la propuesta actual
reiterada en curriculum y textos, "nacimos de España", es obvio que antes avanza, pero relativamente. En las
no existíamos. propues tas curriculares de hace algu-
nos años s e habla de la necesidad
Hoy en día esta tendencia aparece matizada y complementada con la pro- de referirse al "encuentro de dos
puesta de buscar "nues tras raíces" en las poblaciones americanas origina- mundos" más que al " descubrimien-
rias, valorarlas y respetarlas. Sin embargo, la imagen general es que los pue- to", término criticado por representar
blos "precolombinos" o "prehis pánicos" aparecieron en la historia en tanto el punto de vista europeo. La cues -
los colonizadores se vincularon a ellos. Las propuestas curriculares mantie- tión es qué punto de vista represen-
nen un énfasis enumerativo, la obses ión por "los legados" y "aportes". Se ta la idea del "encuentro". Se s ostie-
mantienen t ambién criterios clasificat orios como nomadis mo y s edent aris mo ne t ambién por ejemplo que "en la
que tradicionalmente han derivado en el sis tema escolar en interpretaciones época colonial la población amerin-
duales, y en asociaciones de los nómades con sociedades siempre atrasa- dia f ue sometida o asimilada", re-
das, y los sedentarios, con más evolucionadas. creando la imagen de la conquis ta
como imposición total. Sin embargo,
Las detalladas caracterizaciones de las sociedades indígenas previas al contac- se hacen referencias a "La respuesta
to con Occidente que se propone en los manuales y currículum suele acompa- del amerindio al conquistador", s e
ñarse de la falta de conceptualización, el énfasis descriptivo y ahistórico en la propone analizar los procesos de
present ación del tema y los silencios sobre los procesos pos teriores. transculturación, aculturación, s ervi-

23
dumbre y resistencia de las socieda- Las referencias son casi indefectiblemente al "gran territorio que ocupa-
des indígenas a la llegada de los eu- ban", a los "ataques" que hacían a las poblaciones blancas. Debe también
ropeos. señalarse la existencia de otras propuestas, donde se introducen referen-
cias al saqueo, la dominación, la expropiación de tierras y la aculturación
En la propues ta editorial, aunque no que sufrieron los aborígenes durante las guerras de la independencia y la
faltan referencias a los abusos y re- organización nacional. Estos hechos no obstante son en general pr esenta-
beliones, la historia de la conquis ta dos como inevitables y subsumidos en procesos más generales de creci-
se sigue contando generalmente miento y desarrollo del país. Con distintas v ariantes y matices los textos
desde Es paña, se piensa en sus pro- (de los signos ideológicos más diversos) hablan de "ganar tierras para la
pósitos y se habla des de sus inten- civilización", el peligro de los malones, la importancia para la civilización.
ciones . Se introducen términos (in- Lo llamativo además es que estos mismos textos a veces concluyen intro-
tercambio, inf luencia, fusión) que duciendo un contradictorio alegato por la vida y la cultura de los indios.
tienen la virtud de suponer un lugar
activo de las sociedades indígenas Es difícil sacar alguna conclusión a partir de estas contradicciones. Sin em-
en la relación, pero pueden también bargo la imagen general parece ser que la campaña fue necesaria y útil:
llevar a encubrir la asimetría y vio- "eliminó" un problema, permitió "la incorporación" de territorios, en defi-
lencia de las relaciones, en términos nitiva, fue un paso "necesario" para el progreso y la afirmación de la Na-
de un antropólogo mexicano, Gui- ción. En todo caso, los problemas fueron algunos excesos; ex cesos de re-
llermo Bonfil Bat alla, a construir el presentaciones (la pampa como desierto) y prácticas (sometimiento y ex -
mito del mestizaje ent endido como terminio). No se discute el proceso, sino la modalidad. Los "intereses su -
"fusión armónica". Por otra parte, periores de la Nación", el progreso y la organización, tal como los definie-
las "denuncias " hacia la conquista ron los sectores dominantes del siglo pasado se asumen como in -
suelen ir acompañadas de la cuestionablemente positivos y beneficiosos para el conjunto, y
idea de que las sociedades esto justifica la desaparición (o al menos el arrinconamiento) de
indígenas " sucumbie- todo lo que se opone.
ron". Si las sociedades
indígenas sencillamen- "Los indios" integrados y asimilados: la diversidad como de -
te s ucumbieron o se talle
"fusionaron", se justi-
fica la forma posterior La situación de los aborígenes en el presente no era ni
de tratamiento o más es un contenido específico de los programas. En el pa-
bien la desaparición sado estas referencias más bien aparecen presentando a
del tema. Las culturas los indios como contraejemplo cuando se habla del desa-
indígena s adquieren el rrollo y el progreso . La imagen predominante es la del indí-
sentido de una reliquia. En gena haragán.
los relatos referidos a las gue-
rras de independencia los indios En la propuesta editorial actual se introducen algunas referencias crí-
desaparecen (con algunas ex- ticas (más o menos extensas según la editorial) acerca de la situa-
cepciones) y están ausentes ción actual de las comunidades indígenas. En este punto son evi-
en las luchas civiles. dentes las contradicciones y limitaciones de los discursos que
hoy en día predican la tolerancia. Sin desconocer que la intro-
La nación y los indios ducción de estas referencias av anza sobre la tradicional negación
de este aspecto, es necesario advertir que los valores de respeto y
La te ndencia al estudio de "la di- valoración, y en muchos casos solo de tolerancia y misericordia, se aplican
versida d" procla mada (por ejem- a "los indios que quedan" en la actualidad, dando por supuesto que que-
plo e n los CBC ) s e pierde, a l sint e- dan pocos, que son muy pobres y que debemos "ayudarlos". Esto se ha-
tiza r la e st ructura social argentina ce en general desde un discurso moral descontextualizado, que enfatiza las
del S. XIX y principios de l X X e n perversiones de "la discriminación", cuando páginas atrás esos mismos
una sumatoria de sociedad criolla y manuales la justificaban. La noción que subyace y que hace compatible es-
grupos de inmigrantes. En conso- ta moral con el mantenimiento de imágenes tradicionales, es que "La Na-
nancia con esta imagen de la na- ción" está constituida y los indígenas no amenazan su perduración. Más
ción "moderna" tan tradicional en bien se transforman en un detalle pintoresco. Después del exterminio, el
la escuela, los indígenas se presen- arrinconamiento y la desposesión, en parte justificados en los mismos con-
tan como poblaciones exóticas cu- tenidos escolares, la consigna es integrarlos y respetarlos, precisamente
ya s ola exis tencia amenaza la int e- cuando el respeto parece que ya "no cuesta nada".
gridad y unif ormidad, como un
"otro" cada vez más marginal y ex- Esto no es exclusivo del discurso escolar, aunque, como hemos visto, en
terno. En es te punto la propuesta el se hace especialmente visible. Cardoso de Oliveira (1977) hace ya mu-
actual es notablemente coincidente chos años sostuvo que la "paradoja" de la "ideología igualitaria" consis-
con la propuest a tradicional, a pe- te en que se promulga la igualdad étnica en contextos donde el indio es-
sar de la int roducción de a lgunas tá ausente o casi ausente (o "par ece" ausente podríamos agregar). Por
24 ref lexiones críticas. otra parte, la forma en que se presentan asociadas las ideas de integra-
ción y respeto las transforma en parte de un discurso por lo menos contra - la idea de que hacer comparaciones
dictorio. Considerando las relaciones concretas de la sociedad blanca con de un tema pasado o "lejano" con
"los indios", su integración a la sociedad nacional siempre se planteo co- rasgos y procesos de "nuestra" so-
mo el renunciamiento a las propias formas culturales, y su disolución en ciedad es en si mis mo positivo y
una entidad ya definida, cuestión que no termina (a veces ni siquiera em- ayuda a que el conocimiento tenga
pieza) de problematizarse en el discurso escolar. significatividad e interés para los
alumnos. Aquí me interesará reflexio-
En la escuela nar s obre algunas situaciones donde
las comparaciones más bien impiden
En muchos docentes se observa la inquietud por replantear la forma en que el acercamiento de los chicos a lógi-
desarrollan el tema, el reconocimiento de sus propios límites, el cuestiona - cas y formas s ociales diversas. Vea-
miento de su formación, la búsqueda de nueva información, de otro discur- mos algunos ejemplos .
so, de nuevas posiciones. Todo esto parece imprescindible para superar las
posiciones tradicionales. Sin embargo, también es imprescindible reflexio- Un alumno habla de los buenos y
nar críticamente sobr e algunas características de la forma en que el tema se los malos espírit us entre los yáma-
trata en las escuelas, para que esta forma no sea criticada solo en sus ma - nas, la maestra agrega y concluye:
nifestaciones más evidentes, pero reaparezca sutilmente. Esto es lo que in- "Nosotros también lo tenemos en
tentamos hacer a continuación. nuestra religión, como que todas
las religiones lo tienen". La conclu-
En las observaciones que realizamos hemos identificado innumerables si- sión parece ser: si ellos y nosotros
tuaciones donde el desarrollo del tema pone a lo tenemos, todos lo tienen. Este es
los chicos en contacto con nueva información, un razonamiento que, si bien por
les permite sorprenderse y, tal vez, comenzar un lado propicia que los chi-
a "mover" concepciones anteriores e, in- cos no califiquen de extraña
cluso, iniciar ejercicios de descentramien- una costumbre que les re-
to de sus propias concepciones y esque- sulta desconocida, por otro,
mas. Por ello reafirmamos la pertinencia generaliza arbitrariamente
del tema para desarrollar en los chicos (todas las religiones lo tie-
capacidad de análisis y reflexión, mover nen) a partir de universali-
prejuicios, cuestionar estereotipos, etc. zar un supuesto ras go
Sin embargo, también hemos advertido propio. En otra clase en la
la fuerza con que muchas veces se misma escuela un alumno
reintroducen las concepciones tradi- dice que comerse el cora-
cionales. E ntendemos que a ello contri- zón de los animales "les
buyen algunos aspectos que señalamos da ba más fue rza", la
a continuación: el énfasis enumerativo, maestra comenta "yo lo
los sentidos de las comparaciones, la compararía con nues -
asociación de los indígenas con el esta- tras creencias, ir a la
do de naturaleza y el discurso moral. iglesia, la cadenita que yo
tengo colgada". Nueva-
Estrategias en el aula: La diversidad mente, para evitar el exo-
encuadrada y comparada tismo, el razonamiento podría
ser aquí que no es cuestionable
La f orma más frecuente de abordar el tema (de acuerdo a las clases obser- la racionalidad de una práctica de
vadas y los comentarios de los maestros ) consiste en que los alumnos, di- "otros" que tiene algo en común
vididos en grupos, expongan las caracterís ticas de todos (o mas bien de gran con "lo nuestro". Las comparacio-
parte de) los grupos indígenas argentinos y finalicen llenando interminables nes en estos casos pueden reforzar
cuadros sinópticos sobre "pueblo, vivienda, armas, cultura" de cada grupo. los marcos de referencia de los chi-
En estas exposiciones y producciones, la fantasía, parecería seguir siendo la cos, asimilando mecánicamente la
de la posibilidad de conocimiento de la totalidad; de la totalidad de los pue- nueva información a los esquemas
blos indios, de la totalidad de sus pautas de organización social, política y que ya tienen. As í, por ejemplo un
económica, de la totalidad de "los otros". En esta obsesión, lo más impor- alumno de otra escuela preguntó en
tant e parece olvidarse, o al menos claramente no jerarquizars e. La construc- una clas e "¿qué significa wichis ?".
ción de una visión de las sociedades aborígenes como sociedades comple- La maest ra respondió enojada "Na-
jas es obstaculizada por una suerte de zapping temático caracterizado por la da, como vos te llamás Martinelli,
abundancia de información desconectada y por la enumeración de ras gos en- qué s ignif ica M artinelli, nada".
tre los que a lo sumo s e explicita una causalidad muy simple. El contacto
con Es paña no es objet o de un prolongado desarrollo y en algunos casos Desde la postulación de "lo pro-
solo merece la explicitación de alguna frase condenatoria de los abusos. pio" como parámetro, lo que no
coincide se evalúa por la carencia.
Hemos notado también que para abordar el tema s uele us arse y abusarse de Los alumnos comentan "no tenían
las comparaciones. De un tiempo a esta parte se ha ins talado en las escuelas plata", "no tenían nadie que les 25
construyera una casa" "no había tumbres mantienen inalterada hasta la actualidad", se omiten o minimizan
supermercados ni kioskos, todo te- las referencias a su conflictiva articulación con la sociedad nacional y en
nían que hacerlo solos". general a su historia. La despreocupación por lo que pasó con estas socie-
dades luego de la conquista y la independencia, en algunos casos tan de-
¿Que sentidos sub yacen en esta talladamente conocidas en sus manifestaciones supuestamente "originales
comparación y evaluación de la di- y puras", ayudan a que los alumnos confundan el pasado con el presente
versidad desde la referencia a lo y no puedan profundizar la noción de proceso. La atemporalidad con que
propio?. Se advierte que en general se hacen las enumeraciones refuerza la idea de identidades estáticas. Los
se trata de un comparativismo asis- indios eran, son y serán el taparrabo y la pluma, lo demás es "contamina-
temático (tanto en alumnos como ción". Esto, que podría vincularse a las dificultades generales de los chi -
en muchos docentes) que asimila cos para construir nociones dinámicas de las identidades, en este caso
rasgos aislados sacados de contex- suele reforzarse desde la misma propuesta de enseñanza. En una clase a
to, haciendo que las prácticas pier - los chicos les resulta casi inconcebible que actualmente los guaraníes no
dan el sentido que debieron tener o solo existan, sino que hablen sus lenguas; solo dejan de preguntar obse -
tienen en la sociedad indígena. Es- sivamente por el tema cuando comentan "es una lengua muy antigua",
tas comparaciones además se ba - "viene de sus antepasados" (como si su propia lengua no respondiera a
san muchas veces en la universali - estas características). De la misma forma, los aborígenes actuales aparecen
zación de "lo nuestro", presentado caracterizados como "descendientes de" tanto desde los chicos como des -
como homogéneo e inmutable. La de muchos adultos.
comparación, de esta forma, no lle -
va al cuestionamiento de lo propio, La visión relativamente valorativa, relativista, tolerante y paternalista que
(ejercicio que como mencionamos a veces se transmite sobre los aborígenes en el pasado remoto coexiste
es una de las potencialidades que con concepciones cargadas de contenidos etnocéntricos en los contenidos
permite la presentación del tema), referidos a la historia más reciente; cuando se desarrolla el tema de la or-
sino que lo mismo aparece presen - ganización nacional, la idea es que frente al proyecto de organización y
tado como parámetro de normali- progreso, los indios debían desaparecer, dejar lugar a los inmigrantes, que
dad a partir de lo cual se evalúa la venían a trabajar.
racionalidad de lo que se asemeja y
se diferencia. La situación actual prácticamente no se aborda más que para explicitar al-
guna frase condenatoria de la pobreza y marginación. A veces hay espacio
Concepciones sobre para que algún docente o alumno inquieto comente que en nuestr os días
las sociedades indígenas: un grupo de indígenas se opone al avance del gobierno, a la construcción
naturalización, ocultamiento, de algún camino o gasoducto. Cómo llegaron a ser pocos es algo que en
etnocentrismo y moralidad. general ni se pregunta ni se explica, omitiendo fundamentalmente los pro-
cesos de explotación y exclusión más recientes.
También en la escuela los indígenas
tienen una presencia relativa cuan- Reflexiones finales
do se habla de la conquista y luego
desaparecen; reaparecen, converti- La centralidad de la idea de Nación parece seguir condicionando la forma en
dos en un obstáculo para el progre- que se desarrolla el tema tanto en la propuesta oficial como en muchas cla-
so de la Nación a fines del siglo XIX, ses. En tanto raíces interesa el conocimiento de "los indios " en profundidad
para volver a desaparecer, reempla- como los primeros "ancestros" de los que pueda trazarse huella, en la revo-
zados por la "laboriosa" inmigra- lución y las guerras civiles desaparecen como actores sociales de relevancia,
ción. El tema de esta forma tiende reaparecen trans formados en un "obstáculo" a la realización de los supues-
a abordarse como si se tratara de tos intereses colectivos de la Nación, para volver a desaparecer. Finalmente
«pueblos congelados », siempre se llega a la actualidad enumerando sus derechos y pensando en espectacu-
iguales a si mismos; se reitera la lares act os de reparación his tórica con los "aut énticos dueños de la tierra" .
asociación directa de los aboríge-
nes con "el hombre primitivo", el En estas apariciones, des apariciones, incons ist encias y contradicciones, es
interés por relatar "prácticas exóti- clara la articulación ent re etnocentris mo y relativis mo: se puede ser relativis-
cas", la pregunta sobr e "qué cos- ta y valorar la particularidad cultural cuando la exis tencia de los indígenas

Bibliografía G eertz, C. (1996) Los usos de la diversidad. Barcelona, Paidós.


I.C.E./UBA.
Bonfil B atalla, G. (1991) El pr oblema de la cultura nacional. En 1492- Novaro, G. (2003). "Indios", "A borígenes" y "Pueblos Originarios".
1992. A los 500 años del choque de dos mundos. A. Colombres Sobr e el cambio de conceptos y la continuidad de las concepcio-
(comp). Ediciones del Sol - CEHASS. Buenos Aires. nes escolares. Rev Educacion, lenguaje y sociedad. Facultad de
Borton, A. No varo, G. (1997) Los Contenidos Básicos Comunes, una Ciencias Humanas. Universidad Nacional de La Pampa, Vl N°1.
mirada desde la antropología. Revista Propuesta E ducativa. pp 43- Perrot, D y Preiswerk, R (1979) Etnocentrismo e historia. América in-
51. Buenos Aires, FLACSO. dígena, África y Asia en la visión distorsionada de la cultura occi-
Cardoso de Oliveira, R. (1977) Articulación interétnica en Brasil. E n dental. Nueva Imagen, México.
Hermitte y Bartolomé (comps). Procesos de articulación social. Wallerstein, I. y Balibar, E. (1991) Raza, nación y clase. Madrid.
26 Amorrortu, B uenos Aires.
Notas

(1) Versiones anteriores y más extensas de


este trabajo están publicadas en otros textos
(No varo, G. "D iversidad cultural y conoci-
miento escolar. El tratamiento de los indios
en los contenidos educativos". Cuadernos
del I nstituto Nacional de Antropología N° 18
Noviembre de 1999; No varo, G. "Indios",
"A borígenes" y "Pueblos Originarios". Sobre
el cambio de conceptos y la continuidad de
las concepciones escolares. Rev. Educacion,
lenguaje y sociedad. Facultad de Ciencias Hu-
manas. Universidad Nacional de La Pampa, Vl
1 N°1 Diciembre 2003). Estos trabajos fueron
realizados en el marco del I nstituto de Antro-
pología de la Facultad de F ilosofía y Letras
de la Universidad de Buenos Aires.

(2) En algunas partes del trabajo hablo de


"indios" ya que, a pesar de ser un término
reiteradamente cuestionado por las agrupa-
ciones indígenas, es el que se utilizaba en
aparentemente no repr esenta una amenaza para Occidente (antes del descu- programas y editoriales hasta hace poco
brimiento, en la actualidad), se enfatiza la noción de civilización y los senti- tiempo y aún permanece vigente en muchas
escuelas.
dos etnocéntricos con que se piensa el progreso cuando las relaciones son
indudablemente conflictivas (en la Conquista del Desierto). Resulta s ignifica- (3) En este punto me refiero en particular a
tivo que s obre un mis mo t ema se sos tenga una pos ición relativista ingenua los Contenidos Básicos Comunes (CBC) y di-
para hablar de las "diversidades aparentemente aisladas", y posiciones evo- versas propuestas editoriales.
lucionist as y etnocént ricas cuando se habla de "diversidades en relación".
(4) En muchos docentes parecieran haber te-
nido gran efecto las interpelaciones históri-
En la escuela, a estas características de la propuesta oficial se agregan las cas del discurso oficial que los ubican como
estrategias de simplificación y comparación que muchas veces estereotipan apóstoles y promotor es de distintas "orienta-
los términos, desconectan los rasgos y refuerzan la naturalización. S i a es- ciones nacionalistas" de la enseñanza, que
afirman su necesario compromiso con los va-
to se suma la vigencia de posiciones nacionalistas tradicionales, se entien - lores patrióticos, y su misión de "formar al
de que el objetivo de muchos docentes de replantearse los supuestos et- soberano" despertando en las almas de los
nocéntricos con que se piensa el pasado y el presente, no pase muchas ve- alumnos los sentimientos "incuestionables"
ces de buenas intenciones. de la nacionalidad. Más que responsabilizar
por estos a los maestros, partimos de enten-
der que su participación en la elaboración de
Creo haber señalado una serie de s ituaciones por las cuales se puede con- propuestas alternativas a nivel del aula y de
cluir que en el tratamiento de " los aborígenes" a pes ar de las innovaciones la política general está condicionada por la
y actualizaciones, se pierden distintas posibilidades . Est o es , tal como apa- creación de condiciones de trabajo que favo-
rece en las es cuelas (y esto evidentemente varia en los distintos estableci- rezcan esta posibilidad y que es, por tanto,
responsabilidad fundamental de quienes re-
mient os), la cuestión en general sirve muy limitadamente para comprender gulan el sistema.
la complejidad de las distintas sociedades , para const ruir una vis ión distin-
ta de la hist oria americana y para cuestionar la supuesta universalidad y s u- (5) Las citas que se reproducen corresponden
perioridad de las formas culturales f amiliares a muchos alumnos. al trabajo en tres escuelas de la Ciudad de
Buenos Aires durante 1997 y 1998 siguiendo
el tratamiento del tema en sexto grado. En
La noción de respet o coexiste con propues tas que alternan entre predicar el una cuarta escuela seguí el desarrollo com-
ais lamiento (de los distintos en general), suponiendo una visión estática de pleto de la secuencia "sociedades aboríge-
las identidades y el desconocimiento de las relaciones que existen de poder nes" durante el año 2000 en el marco de una
y dominación, y aquellas que promueven la integración a lo nacional, aso- investigación sobr e didáctica de las ciencias
sociales dirigida por Beatriz Aisenber g.
ciando la idea de integración a la adecuación a "lo nuest ro" y la renuncia a
los elementos particulares diferenciales. De est a forma, los que deben s er [6] Tal como se afirmó en un encuentr o re-
respetados son los otros sometidos, adaptados o integrados . ciente de Suteba y la Mesa de Trabajo de los
Pueblos O riginarios.
Todo esto nos pone ante la paradoja de que la introducción de un tema
potencialmente crítico en las propuestas de enseñanza, más que cuestio-
nar parece en muchos sentidos terminar afirmando el modelo de sociedad
que presenta el saber escolar tradicional.

Esta caracterización ha estado centrada en los aspectos que obstaculizan


un tratamiento del tema que posibilite desarmar prejuicios y estereotipos,
que permita afirmar que "Otro 12 de Octubr e es posible" (6). Luego de es-
tas reflexiones creo que esta afirmación debería acompañarse de grandes
signos de interrogación (al menos por ahora), sin perder de vista toda la
potencialidad superadora que supone que nos preguntemos por el tema. 27
Historia “... es lo que a una época
le pare ce bien advertir en otr a”
Jacobo Burckhar d t 2

La Fiesta Nacional del


1
12 de octubre
Por Dora Eloisa Bordegaray

A fines de la década de 1990 un


grupo de diputados de la nación
pres entó un proyecto de ley para de-
Analicemos este proyecto a la luz de la frase de Burckhardt. “Lo que a
una época le parece bien...” habla sobre un presente que se interr oga a
sí mismo y busca respuestas en lo que ya ha acontecido asignando va-
rogar el “decret o pre side ncial del 4 lor o disvalor a las cosas y sucesos. Además Burckhardt usó el término
de octubre de 1917 por el cual s e ins- “advertir” en su doble acepción; por un lado es hacer notar, observar, fi-
tituye el 12 de octubre como Día de jar la atención, por otro es enseñar, prevenir y en este último sentido, se
la R aza”. Sost enían en su propuesta relaciona el pasado y el presente con el futuro porque pr evenir es pre-
que no pre tendían crear nuevos ant a- pararse anticipadamente para algo que ocurrirá después. Nos resulta fá-
gonis mos entre las cult uras partici- cil entender, con la guía del razonamiento de este historiador que el pro-
pant es de nuest ra sociedad pe ro que yecto presentado por los diputados, está enmarcado en una sociedad en
“no se pue de condenar a los pueblos la cual grupos numerosos son proclives a re - pensar los pr oblemas de
originarios ni a nosotros mismos a las comunidades aborígenes valorando positivamente la resistencia que
conme mora r como Día de la Raza o esas comunidades mantienen desde hace siglos. De ser así, podría infe -
¨encuentr o de dos culturas¨ la fecha rirse que, en general la sociedad se piensa a sí misma, en prospectiva
que dio inicio al mayor genocidio como respetuosa de los derechos a la vida, a la propiedad de la tierra y
ocurrido en nues tro continent e.” F un- a la libertad de todos los grupos humanos que la conforman. Demás es-
damentaron s u pedido en da tos his- tá decir que el Proyecto mencionado no prosperó y sigue en pie el de-
tóricos que cara cterizan a las grandes creto firmado por el presidente Hipólito I rigoyen. Ese decreto publicado
pot encias europea s de los s iglos XV en el Boletín Oficial de la República Argentina declara “fiesta nacional”
y XVI como imperios coloniales que al 12 de octubre y no se refiere en ninguno de sus apartados al Día de
no dudaron en sa quear a este conti- la Raza como se lo conoció después, aunque la opinión pública lo aso-
ne nte nuevo, masacrando y esclavi- ció a esa idea porque de esa manera se lo festejaba en España. La de-
28 za ndo a su población. cisión de promulgar dicho decreto se basó en la solicitud realizada por
la Asociación Patriótica Española junto con otras instituciones hispanas y sen como mano de obra (“el ele-
argentinas. Entre sus considerandos, el decreto sostiene que el descubri- mento bracero”) en la trans forma-
miento fue el acontecimiento de mayor trascendencia de la humanidad, ción productiva regional. ¿Quiénes
que dicho “prodigio” se consolidó con la conquista, empresa ardua y cicló- sino los aborígenes, trabajarían en
pea que “obró el milagro” de civilizar una inmensa heredad. el s urco, en la zafra y en el ingenio
azucarero?. ¿Q uiénes sino ellos po-
Es evidente que a la sociedad de aquella época (la de 1917) le pareció bien drían talar el monte o levantar la co-
advertir la llegada de C olón a la Isla Guanahaní3 como uno de los aconteci- secha de algodón? E n es te marco el
mient os más importantes de la historia de la humanidad; pues se conside- gobierno nacional tenía una política
raba ese hecho como el primer pas o hacia la int egración de todo el conti- contradictoria, por un lado hablaba
nente, llamado luego americano, a la civilización occidental. E sta forma de de la necesidad de someter los últi-
ver el mundo respondía a una concepción en la que Europa era el modelo mos vestigios de la barbarie pero al
de desarrollo his tórico al que había que integrarse e imitar, mient ras que mismo tiempo proponía la conquis -
América era vis ta como vacía, s in pueblos de los que valiera la pena hacer ta pacífica de los suelos que ocupa-
mención. Analizando esa ment alidad de comienzos del siglo XX con la fra- ban esas tribus. E sta ambigüedad
se de Burkhardt y la segunda acepción de la palabra advertir, no es difícil facilitó el us o de la violencia como
darse cuenta que la advertencia era cons tituir una sociedad semejante a la práctica constante y generalizada
europea: formar y consolidar para el futuro, una nación sin aborígenes. para superar los conflictos. Como
puede verse el tema indígena es ta-
¿Cómo fue posible, entonces, que el gobierno de Yrigoyen, considerado po- ba pres ente en la opinión pública
pular, no tomase en cuenta a esos grupos que habit aban nues tro país ?. ¿Es teñida por la mentalidad de la épo-
que los hombres en el poder tenían en mente, aún antes que se formulara, ca: exis ten las razas y entre ellas
la idea “los argentinos descendemos de los barcos” 4? En realidad, la men- hay diferencias.
talidad de la época estaba imbuida de ideas racis tas. En todo el mundo se
sostenía que la es pecie humana es taba cons tituida por diferentes razas 5 , al- Cuando en 1916 Hipólito Yrigoyen
gunas más dotadas por la naturaleza, ot ras menos . Entre las razas menos llegó a la presidencia lo hizo en me-
beneficiadas se consideraban los indios americanos, por ser difíciles de ci- dio de la algarabía de sus partida-
vilizar y por lo tanto obs táculo para la expans ión de los adelantos de la mo- rios y de los sectores medios de la
dernidad. Es tos concept os daban sustent o ideológico al reparto imperial de población que siempre lo habían
Asia y África hecho por los europeos. En EE UU esas mismas ideas f ueron apoyado. La oposición de conserva-
esgrimidas por el pres idente estadounidense Teodoro Roosevelt para just i- dores, demócratas progresistas y
f icar el s ometimiento de pieles rojas, esquimales y otros pueblos. En Argen- socialistas era muy fuerte. Uno de
tina s irvieron a las llamadas “campañas del desierto” que eliminaron las los argumentos más usados para vi-
fronteras internas de nuestro país. En el Chaco, donde las tribus diezmadas lipendiarlo era la gran cantidad de
habían perdido casi toda su capacidad de ataque, los colonos las señala- apellidos de origen inmigratorio
ban como peligros as. Esos mismos colonos demandaban a los gobiernos que campeaba en los elencos admi-
una mayor seguridad y hablaban de la poca afección de los indios al t raba- nistrativos de gobierno. Pero el des-
jo. Pero al mismo tiempo reclamaban su sometimiento, para que se integra- precio de la oligarquía por él au-
mentó con la costumbre de recibir
en la Casa de Gobierno a todos los
sectores sociales y de mediar en los
conflictos. Matías Sánche z Sorondo
habló por toda la elite cuando dijo:
“un pueblo culto r enegó de su tradi-
ción, pasado y cultura, para entre-
garse a un cacique”.

En una época en la que la sociedad


estaba influenciada por ideas racis-
tas y la “cuestión aborigen” era per-
cibida (tanto en nuestro país como
en el mundo occidental) como un
problema o, en el mejor de los ca-
sos, como una etapa primitiva que
debía superarse en el camino de la
civilización, podría quizás advertirse
que confluyeron en la promulgación
del decreto múltiples causas en
búsqueda de una identidad común.
La oligarquía, asustada por los in -
migrantes europeos que reclama -
ban por sus derechos, venía r e-des- 29
cubriendo la tradición española en su dimensión más conserv adora: un
pueblo que acepta la sumisión a una monarquía y a una iglesia. Los abo-
rígenes y los grupos criollos mestizos despojados de sus territorios habían
sido acorralados y obligados a vivir en situaciones de miseria o a integrar-
se como peones de ingenios, quebrachales y estancias pero sumidos en r e-
gímenes análogos a la esclavitud ya abolida. Lo más granado de la inmi-
gración, que en parte era la base electoral del radicalismo a través de la
Asociación patriótica Española, ofrecía un hecho memorable que podía con-
vertirse por la educación en el pasado heroico común: el “descubrimiento
de América”. De ser así, seguramente sería más fácil armar una nueva iden-
tidad, la de los argentinos. Entonces, ¿en quién apoyarse sino en los inmi-
grantes más funcionales al sistema?; ¿con quiénes aliarse para crear un mí-
nimo consenso en la opinión pública?; ¿quiénes podían ser el r easeguro de
una masa electoral favorable?

Desde aquel 4 de octubre de 1917 han


pasado casi noventa años. Con la ser e-
nidad que da la distancia temporal qui-
zás haya llegado el momento de repen-
sar las condiciones en que se decretó
una fiesta que quería darle más peso a
los valores considerados positiv os en
cuanto a la búsqueda de una identidad
común y de la cual quedaban excluidos
los grupos indígenas y muchos otros.
Hoy día es posible encontrar gran canti-
dad de ciudadanos descendientes de
los inmigrantes que crean pertinente
continuar el festejo. También se escu-
chan las voces de los pueblos origina-
rios que piden sea considerado el día 11
de octubre como una jornada de duelo
por simbolizar el último día de su liber-
tad. A ellos no se los nombra en el de-
creto, pero tampoco se nombra a otr os
grupos que quedaron eliminados de la
posible participación en el mito del “cri-
sol de razas” que se enseñó como ori-
gen de nuestra nacionalidad. Fuera de
ese crisol quedaron los pueblos originarios pero también todos los inmi -
grantes que reclamaron, que pusieron en duda el sistema, que lucharon por
una sociedad más justa. Volviendo a Burkhardt, ¿qué será posible advertir
hoy? Si advertir es observar, hacer notar, sería posible profundizar en el de-
bate acerca de la forma en que se organizó nuestro país, se formó nuestro
sistema educativo y se eliminó el “problema” del gaucho y del indio, mo-
delo que luego se aplicó a los inmigrantes considerados rebeldes y peli-
grosos. Podríamos fijar la atención en que una memoria impuesta como 1 Este artículo es un pequeño extracto de un
única es solo parte de la verdad, en el mejor de los casos. ¿Qué advertir trabajo mucho más extenso sobre el mismo
tema.
hacia el futuro, en el sentido de prevenir?. Quizás debamos poner en jue- 2 Burkhardt fue un historiador suizo enrola-
go todas nuestras memorias para confluir en un Día de las Naciones en el do en la corriente positivista y por tal razón
que se festeje la multiplicidad de nuestras culturas y al mismo tiempo ha- muy, criticado posteriormente. Hizo aportes
gamos duelo por nuestros antepasados que soñando con su libertad, con muy interesantes en el campo de la llamada
un futuro mejor, nos dejaron en herencia los relatos de sus luchas. “tipificación”.
3 Colón bautizó esa isla como San Salvador
y hoy es conocida como Watling. Pertenece al
archipiélago de las Bahamas.
4 Corresponde a la frase que por medio de la
comparación irónica, pretende demostrar la
falta de raíces autóctonas de los argentinos:
“Los mejicanos descienden de los aztecas,
los peruanos de los incas y los argentinos de
los barcos”.
5 Ahora se sostiene que hay una sola raza, la
30 humana.
L a s s iguiente s propuestas
apuntan fundamentalmente a
conocer ot ros aspectos de
nuestr os Pueblos O riginarios. Consis-
ten en abordar conceptos que se plan -
tean en las páginas anteriores en la
multiplicidad de voces e ir realizando an-
clajes pedagógicos-didácticos. D esfolclorizar a
las comunidades no es una tarea sencilla para la es-
cuela, sólo iremos andando por los caminos ancestra-
les, si quienes trabajamos en estos espacios y en es -
tos tiempos aprendemos a escuchar los gritos ahoga-
dos de nuestr os Pueblos. En ellos encontraremos la
sabiduría que demostrar on y demuestran tener: sólo
resta escuchar con atención. Es importante aclarar
que este tipo de trabajo no es necesario llevarlo ade-
lante en días cercanos al 12 de octubr e. No debiera
ser una simple unidad didáctica con intenciones sen-
cillamente “inno vadoras” sino que debiera empezar a
ser parte viva de nuestras propuestas, desde las cua-
les se intente impregnar de esos conocimientos a to -
da aquella selección de contenidos que r ealicemos en
cada una de las áreas y/o disciplinas.

Por Claudia Rodríguez Paoletti

Este trabajo fue posible gracias a los aportes y discusiones con el Equipo de
Trabajo integrado por Marta Tomé, María José Vázquez y Juan Balduzzi. 31
ALPACA ANANÁ CANCHA
AGUARÁ-GU AZÚ (aymara) (guaraní) (quechua)
(guaraní) Animal rumiante, cuya lana se Planta herbácea cuyo fruto es Lugar abierto
Zorro grande. emplea en tejidos. una piña muy sabrosa. (de ahí proviene
el adjetivo canchero).

CARPINCHO CATAMARCA CHACO CHAUCHA


(guaraní) (aymara-quechua) (quechua) (quechua)
Mamífero roedor Nombre de una Extensión de tierras Frijol o poroto tierno
de gran tamaño que vive de las provincias argentinas. sin explorar. / Provincia que se come con la vaina.
a orillas de ríos y lagunas. de Argentina.

CHINCHILLA
(aymara) CHINCHULÍN CHIVO CHOCLO
Mamífero roedor muy parecido (quechua) (aymara) (quechua)
a la ardilla y mayor que ésta Una de las achuras. Cría de la cabra Mazorca de maíz.
en tamaño.

GURISA LLAMA MARACA MARACANÁ


(guaraní) (quechua) (guaraní) (guaraní)
Niña / mujer joven. Mamífero rumiante, Instrumento músico popular Loro bullicioso, verde azulado.
Se usa mucho en Corrientes, variedad doméstica hecho de una calabaza / Nombre de un importante
Entre Ríos y Misiones del guanaco. llena de piedritas. estadio de fútbol brasilero

MATE ÑANDÚ PALTA


(quechua) (guaraní) (quechua) PAMPA
Calabacín o vasija para tomar Ave grande parecida al avestruz, Nombre de un árbol (aymara-quechua)
mate / Bebida que se prepara pero algo más pequeña, americano y de su fruto Llanura extensa y sin árboles.
con las hojas de la yerba mate. sin posibilidades de vuelo. comestible

PAPA
(quechua) POR ORÓ POROTOS PUMA
Nombre de una planta (guaraní) (quechua) (quechua)
y de su raíz que es Pochoclo, roseta de maíz. Nombre común León americano.
un tubérculo comestible. de todos los frijoles.

Q UIRQUINCHO TERO
TAPIR
QUENA (quechua) (guaraní)
(tupí guaraní)
(quechua) Nombre del armadillo pequeño. Ave zancuda de elegante
Mamífero de cuerpo grueso
Flauta originaria de América Con su caparazón se hacen cajas estampa.Tiene fama de ser muy
y fuerte como el de un jabalí,
de cinco agujeros. de charangos. Se lo llama también: vigilante porque emite un grito
aunque de patas más largas.
mulita, peludo, tatú. cuando nota alguna novedad.

VIZCACHA
TUCÁN
VINCHA (quechua)
(guaraní) YACARÉ
(aymara-quechua) Nombre de ciertos roedores
Ave con un enorme (guaraní)
Faja angosta para sujetar sudamericanos, comunes en las
pico grueso, casi tan largo Cocodrilo.
el cabello. pampas y terrenos altos pedregosos
como su cuerpo.
desde el Perú hasta la Patagonia.

ZAPALLO
YARARÁ YUYO
(quechua)
YA GUARETÉ (guaraní) (quechua)
Nombre genérico de plantas
(guaraní) Serpiente venenosa. Cualquier hierba silvestre
autóctonas y en particular
Tigre americano. o maleza.
de sus frutos comestibles
de pulpa amarilla o anaranjada.

1 Hay vocablos en los que figura origen quechua-aymara porque, aunque algunos se encuentran en el diccionario de la R.A.E como de origen quechua,
figuran en el diccionario aymara del Padre Bertonio de 1612. Frente a la duda que esto nos plantea, decidimos identificarlos como “quechua-aymaras”. 33
Para jugar a esta lotería son necesarios cartones de di - el mismo número de posibilidades. Ningún cartón pue-
ferentes colores que estén divididos en 12 celdas. de ser igual al otro pero cada palabra podrá repetirse
En cada línea y en forma alternada deben colocarse 3 en varios cartonesde ellos.
vocablos. De modo tal que en todos los cartones haya

CANCHA CHINCHILLA CHOCLO

GURISA PUMA TAPIR

VINCHA VIZCACHA YARARA

A medida que se va “cantando” se lee todo lo que di- Para los más grandes la v ariedad del juego puede
ce la ficha. Como en cualquier lotería se consistir en que el que “cante” lea las definiciones
gana en línea y en cartón lleno. para que los jugadores “adivinen” de qué vocablo se
Para los más chicos será una actividad que exigirá trata y de qué origen proviene.
la lectura de palabras.

l castellano cuenta con estas palabras que son aportes de las lenguas

E que se impusieron en el territorio al que hoy denominamos América


del Sur.
Conocerlas posibilita comprender la presencia viv a de las diversas comu-
nidades que poblaron y pueblan nuestro continente.

Para trabajar con los alumnos sugerimos:


Ubicar en un mapa los territorios actuales en los que se ubicar on y ubi-
can algunos de los pueblos selváticos y andinos.
Seleccionar dos o tres para abordarlos desde los siguientes criterios:
• Formas de organización económica (nómades-
recolector es- cazadores o sedentarios)
• Presentándolas como “diferentes” y no como estadio
evolutivo.
• Otro criterio es trabajar sobre las formas de
expresiones culturales.

Los alimentos como eje pueden dar lugar a un proyecto o uni-


dad didáctica que abra a conocer alimentos, infusiones con propie-
dades curativas etc.

Tomar las palabras vinculadas a los animales y a la flora y bus-


car en diccionarios o enciclopedias datos para armar un libro o dic-
34 cionario de “americanismos”.
l quipu (del quechua khipu) es un sistema de cuer das de lana y nudos de uno o

E varios colores desarrollado en los Andes. Si bien se sabe que fue usado como un
sistema de contabilidad antes del Imperio Inca. Se han hallado quipus en Caral, la
ciudad más antigua de América.
Caral ciudad sagrada , situada en el valle de Supe, al norte de Lima comenzó a ser con-
struida, según las reiteradas dataciones de carbono 14, hacia el año 2627 adC. Fue el
núcleo de una cultura precerámica, fue habitada en un período que comprende los 3000
adC y 1600 adC.

El quipu consta de una cuerda principal, sin nudos, de la cual penden otras generalmente
anudadas y de diversos colores, formas y tamaños. Puede haber cuerdas sin nudos, como
también cuerdas que no se desprenden de la principal sino de la secundaria. Los espe -
cialistas contemporáneos piensan que los colores y quizá la forma de trenzado de las
cuerdas indican los objetos, mientras que los nudos harían referencia a las canti -
dades, incluyendo el número cero.
“Entre los quipus conocidos hay una gran variedad de tamaño y complejidad,
pues van desde los muy simples hasta los que tienen más de mil cuerdas ”
(Franklin Pease).

Es de recordar al respecto que en los Andes no se conocía la escrit-


ura con caracteres sobre una superficie, tal y como se entiende en occidente,
per o los quipus parecen haber sido una eficaz herramienta para registrar infor-
mación a ser usada en la administración de los incas y que podría haber servido
para recordar hechos acontecidos. Los quipus fueron conocidos por los cronistas
quienes hablaron detenidamente de ellos.

Si bien fueron ut ilizados por culturas muy antiguas, preincaicas; durante el Imperio I nca su
uso político se acent úa. Era utilizado para registrar la población de cada uno de los gru-
pos étnicos que entregaban su fuerza de trabajo a través de la mit’a y de la producción
almacenada en las qullqa para lo cual todo depósito tenía su khipukamayuq residente.

Durante la conquista, muchos quipus fueron quemados y destruidos por los conquista-
dores españoles.

En la actualidad, se sigue investigando el significado de los cerca de 600 quipus sobre-


vivientes y otros tantos encontrados durante el siglo XX en tumbas de toda naturaleza,
lo que sirve para ampliar los conocimientos sobr e el antiguo Perú.
35
Por C.R.P.

Se proponen dos juegos para los


cuales se neces ita previamente cono-
cer aspectos del marco socio-históri-
co cultural en el cual es tán plantea-
dos.
El quipu en est a propues ta está ubi-
cado en dos situaciones temporales
diferentes : ant es y des pués de la
conquista. La idea es poder jugar
imaginando un día en el Ayllu.
Para realizarlo s e sugiere la lectura
previa del siguiente texto por parte de
los alumnos.

Historias de los AYLLUS

Tradicionalmente los pueblos andinos organizan su trabajo según las necesidades y obli-
gaciones que tiene cada ayllu.
El Ayllu es la unidad social básica de pr oducción y está unida por lazos parentales más
amplios que las familias de sangre. Las rotaciones permiten a las comunidades distribuir
las necesidades y las obligaciones del trabajo colectivo o minga que se r ealizan. Esta for-
ma organizativa se denomina reciprocidad. Al instalar -
se el incanato -un siglo antes de la llegada de los es-
pañoles- se apropió de esta forma de trabajo transfor-
mándola entonces en mit’a o turno (tiempo igual de
trabajo) para aportar el tributo al Inka.
Los pueblos andinos tienen una larga historia. Desde
hace miles de años vienen acumulando experiencias
tanto a nivel científico, tecnológico y cultural.
El almacenamiento de granos por parte del Estado
garantizaba que las comunidades, aunque algunas
tuvieran años de malas cosechas, siempre tuviesen
alimento, abrigo, lana y tejidos que realizaban gru-
pos de mitayos. Esta forma de organización se cono-
ce como redistribución.
Al llegar los conquistadores españoles, se apropia -
ron de estas formas organizativas, y una vez que dominaron comenzaron a
reestructurarlas hasta transformarlas en trabajos forz osos y a destajo que alteraban la vi-
da del ayllu. Dado que quienes estaban afectados a las mitas (término ahora españoliza-
do) durante meses no podían trabajar en su ayllu. Las condiciones más duras se daban
en las minas de metales y mercurio. Las enfermedades respiratorias, las horas de traba-
jo y la falta de alimentos provocaban muertes.

37
Un día en el AYLLU
(antes de la llegada de los españoles)

4 integrantes por ayllu


Un quipu por integrante compuesto
por 4 hilos gruesos o lanas
de diferentes colores
Un curaca por ayllu

El juego consiste en que cada uno anote en su


quipu la cantidad de varas de algodón que va
a entregar a la minga para tejer los abrigos.
Se entregará una caja para cada ayllu que con -
tenga tarjetas con números de 2, 3 o 4 cifras.
Cada jugador tomará un número al azar y lo
representará en su quipu.

Una vez realizada la not ación, los qui-


pus serán entregados al curaca que
deberá s umar el total de varas que es-
t á representada por los nudos.
Es importante que antes de jugar nuevamente se vuelva a releer
Luego ca da curaca pas ará a e scribir el texto que pudo haber sido dictado o entr egado en fotocopia.
la cifra de s u ayllu en el piza rrón. Con el propósito de ir instalando esta forma compleja de organi-
Gana el equipo que más aportó. zación social.
Asimismo recuperar la lectura con la visión de ser ampliada para
sacar conclusiones.

Un día en el Ayllu
(en época del virreinato)
El docente propone jugar una segunda vuelta per o ubicándose en la
época del virreinato.
El juego consiste en que cada uno anote en su quipu la cantidad de
varas de algodón que va a tributar al Virrey.
Se entr egará una caja para cada ayllu que contenga tarjetas con nú-
meros de 2, 3 o 4 cifras.
Cada jugador tomará un número al azar y lo represent ará en su quipu.
Una vez realizada la notación, los quipus serán entregados al cura-
ca que ahora se halla al servicio del Virrey.
El curaca deberá sumar el total de varas que está repr esentado por
los nudos. L uego pasará a escribir la cifra de su ayllu en el pizarrón.
Al finalizar el juego el docente preguntará quién les parece que es
el ganador, pidiendo que se argumente la respuesta.

Para tener en cuenta

El doce nt e inte rvendrá problem atiza ndo –a pa rt ir de l t ex-


t o-qué significa “ganar” e n los dos momentos del juego.
Teniendo en cue nta quiénes se be neficia n y quiénes se
perjudican en una y ot ra s it ua ción.

38
Condiciones de trabajo en una mina
(en época del virreinato)
El ciclo del mitayo minero
Los indios entran a los túneles de las minas por
unas escaleras hechas con sogas y madera.
Al llegar a la veta del metal desgajan con picos tro-
zos de piedras de las paredes.
Otro grupo parte las piedras en trozos pequeños
Los mitayos cargan las piedras sobr e sus espaldas
dentro de mantas
Cargados salen por las escaleras mina afuera
Cargan las mulas o llamas que conducirán los tro-
zos de piedras hasta el ingenio para continuar el
proceso.

• Relectura de “condiciones del traba-


jo” y del texto que le da marco a los
juegos.

• Escribir conclusiones grupales. Para


luego realizar un texto argumentativo
entre todos.

El juego que a continuación se propone es sólo


una aproximación a la utilización del quipu para la escritura.

Teniendo en cuenta
esta posibilidad
proponemos:
-tomando el alfabeto
españoL- utilizar
una lana por letra
de izquierda a
der echa y armar
palabras.
A cada letra le corres -
ponderá un nudo.
A unque la H suele ser
“muda” igual se re-
presentará

Ejemplo

Para formar la palabra CASA habrá que realizar un


nudo en la C, dos en la A, y uno en la S.

El lector deberá adivinar. Es posible que en la com -


binatoria surjan más palabras aunque no se utilicen
todas las letras pero que pueden sumar puntos. En
este caso podrían ser: ASA, ACÁ,SACA.

39
Primer momento
Leer en forma individual o en dúos del texto “Historia y memoria”
por A. Angulo (pp. 10-12).
Comentar en una puesta en común aspectos que les llamaron la
atención, que desconocían, que aporta a lo que saben o viv encian.

(El docente irá tomando nota en un papel a la vista de todos)

Segundo momento
El docente entregará o anotará en la pizarra tres
ideas extraídas del relato que realiza Pablo.

(…) “la historia te en seña qu e so m os


du eño de la tierra y so m os due ño de la
na da”
(…) “el tema de los q uinientos años”
(…)
“Indio sin tierra es indio muerto.”
Entregará una copia por grupo sobr e las luchas
actuales (pp. 7-9). Incluir la lectura de Noticias
y materiales que aparezcan en relación a la
“Cumbre de los Pueblos”.
La consigna consistirá en leerlas y relacionarlas
con las ideas de Pablo. Comenzar a realizar un texto desde una intertextualidad. La
trama discursiva podrá sugerirla el docente según trabajos previos o si elije una en
particular que no fue abordada desde la enseñanza deberá realizar en paralelo esta
tarea. O acordarla con la/el docente de lengua.

Tercer momento
La expresión artística comprometida con las diferen-
tes realidades es una de las formas que los hombres
y mujeres encontraron para expresar sentimientos in -
dividuales y colectivos.
A partir de tres expresiones del arte se propone profun-
dizar los momentos anteriores (cine, literatura y música).

Proyección de “La nave de los locos”, “Gerónima”, u otra


que se considere.

AGUIRRE, LA IRA DE DIOS (1973). EL AMOR Y LA FURIA (1994). JINETE DE BALLENAS (2002).
Dirección: Werner H erzog. Dir ección: Lee Tamahori. Dirección: Niki Caro.

FITZCARRALDO (1962). Dirección: EL CHA CAL DE NAHUEL TORO LA MISIÓN (1986). Dir ector: Roland
Werner Herzog. (1969). Dirección: Miguel Littín. Joffé.

BOLIVIA (2001). Dirección: Israel EL LARGO VIAJE DE NAHUEL PAN LA NAVE DE LOS LOCOS (1995).
Adrián Caetano. (1994). Dirección: Jorge Zuhair Jury. Dirección: Ricar do Wullicher.

CABEZA DE VACA (1990). Dirección: EL MANTO NEGRO (1991). Director: MEMORIAS DEL SA QUEO (2004).
Nicolás Echevarría. Bruce Beresford. Dirección: Pino Solanas.

DIABLO, FAMILIA Y PROPIEDAD (1999). GERÓNIMA (1986). Dir ección: Raúl YAWAR MALLKU (La sangre del cón-
40 Dir ección: Fernando Krichmar. Tosso. dor) (1969). Director J orge Sanjinés.
Cuarto momento
• Realizar la ficha técnica de la película o corto en forma grupal. Ha-
cer puesta en común para unificar luego en una sola ficha.
• Leer de los siguientes textos de E. Galeano.
• A partir de lo trabajado se puede elaborar la escena de una obra
de teatro; una dramatización y por qué no el guión de un film.

Por Eduardo Galeano

Cinco siglos de prohibición del arco iris en el cielo americano


El Descubrimiento: el 12 de octubre de 1492, América descubrió el capitalismo. Cristóbal Colón, financiado
por los r eyes de España y los banqueros de Géno va, trajo la novedad a las islas del mar Caribe. En su dia-
rio del Descubrimiento, el almirante escribió 139
veces la palabra oro y 51 v eces la palabra Dios o
Nuestro Señor. Él no podía cansar los ojos de ver
tanta lindeza en aquellas playas, y el 27 de no-
viembre profetizó: Tendrá toda la cristiandad ne-
gocio en ellas (...)
.................................................................................
Al cabo de cinco siglos de negocio de toda la cris-
tiandad, ha sido aniquilada una tercera parte de
las selvas americanas, está yerma mucha tierra
que fue fértil y más de la mitad de la población
come salteado. Los indios, víctimas del más gigan-
tesco despojo de la historia universal, siguen su-
friendo la usurpación de los últimos restos de sus
tierras, y siguen condenados a la negación de su
identidad diferente (…)
..............................................................................
De cada dos peruanos, uno es indio, y la Consti-
tución de Perú dice que el quechua es un idioma
tan oficial como el español. La Constitución lo di-
ce, pero la realidad no lo oye. El Perú trata a los
indios como África del Sur trata a los negros. El es -
pañol es el único idioma que se enseña en las es-
cuelas y el único que entienden los jueces y los
policías y los funcionarios. (El español no es el
único idioma de la televisión, porque la televisión
también habla inglés.) H ace cinco años, los funcionarios del Registro Civil de las Personas, en la ciudad de
Buenos Aires, se negaron a inscribir el nacimiento de un niño. Los padres, indígenas de la provincia de Ju-
juy, querían que su hijo se llamara Qori Wamancha, un nombre de su lengua.
El Registr o argentino no lo aceptó por ser nombre extranjero.
...........................................................................................................................................

La s alvación condena a los indios a trabajar de sol a sol en minas y plantaciones, a cambio de jornales que
no alcanzan para comprar una lata de comida para perros. Salvar a los indios también consist e en romper
s us ref ugios comunitarios y arrojarlos a las canteras de mano de obra barata en la violenta intemperie de
las ciudades , donde cambian de lengua y de nombre y de ves tido y t erminan siendo mendigos y borrachos
y putas de burdel. O s alvar a los indios consiste en ponerles uniforme y mandarlos, fus il al hombro, a ma-
tar a ot ros indios o a morir defendiendo al sistema que los niega. Al fin y al cabo, los indios s on buena car-
ne de cañón: de los 25 mil indios norteamericanos enviados a la s egunda guerra mundial, murieron 10 mil.
* Fragmentos.
41
LA MALDICION DE MALINCHE
Por: Gabino Palomares

Del mar los vier on llegar


mis hermanos emplumados
eran los hombr es barbados
de la profecía esperada.

Se oyó la voz del monarca


de que el Dios había llegado
y les abrimos la puerta
por temor a lo ignorado.

I ban montados en bestias


como demonios del mal
iban con fuego en las manos
y cubiertos de metal.
Cuarto momento
Sólo el valor de unos cuántos
les opuso resistencia Comparar la canción “La maldición de Malin-
y al mirar correr la sangre che” de Gabino Palomares con la lectura de las
se llenar on de vergüenza. luchas en la actualidad. Gabino Palomares de-
dica un poema a la tragedia de la colonización
Porque los dioses ni comen, y conquista europea en América.
ni gozan con lo robado
y cuando nos dimos cuenta Realizar un texto en que se pongan en juego
ya todo estaba acabado. las lecturas.

En ese err or entregamos


la grandeza del pasado
y en ese error nos quedamos
trescientos años esclavos.

Se nos quedó el maleficio


de brindar al extranjero Quinto momento
nuestra fe, nuestra cultura
nuestro pan, nuestro dinero. R ealizar una conferencia abierta en la que por grupos se
exponga la situación de los pueblos originarios a través
Y les seguimos cambiando del tiempo.
oro por cuentas de vidrio Sería enriquecedor la pr esencia y la toma de pa-
y damos nuestra riqueza labra de gente perteneciente a las comunidades
por sus espejos con brillo. tanto en el armado de la misma como parte de
los integrantes conferencistas.
Hoy en pleno siglo XX
nos siguen llegando rubios
y les abrimos la casa
y los llamamos amigos.

Per o si llega cansado


un indio de andar la sierra
lo humillamos y lo vemos F U E N T E S
como extraño por su tierra.
• Stern, Steve: “Los pueblos indígenas del Perú y el desafío de la conquista espa-
Tú, hipócrita que te muestras ñola. Huamanga hasta 1640. Alianza Editorial
humilde ante el extranjero • Bennassar, Bartolomé: “La América española y la América Portuguesa siglos XVI-
XVIII”, Madrid, Ed. Akal. 1987.
per o te vuelves soberbio • “Diarios para chicos curiosos Nº13. Colección “El País y su gente ”. Dep. Educación
con tus hermanos del pueblo. Creativa O rt-Novedades Educativ as. 1996.

¡Oh, Maldición de Malinche!


¡Enfermedad del presente!
¿Cuándo dejarás mi tierra? Información sobre Pueblos http://www.indymedia.org/es/
¿Cuándo harás libre a mi gente? Originarios: http://www.mapuche.info
http://argentina.indymedia.org http://www.aymara.org
http://www.copenoa.com.ar http://www.telam.com.ar
42 http://www.ecoportal.net http://www.agenciapulsar.org
“En la isla Española, que fué la prime-
ra, como dijimos, donde entraron cris-
tianos e comenzaron los grandes es-
tragos e perdiciones destas gentes e
que primero destruyeron y despobla-
ron, comenzando los cristianos a to-
mar las mujeres e hijos a los indios
para servirse e para usar mal dellos e
comerles sus comidas que de sus su-
dores e trabajos salían, no contentán-
dose con lo que los indios les daban
de su grado, (...) e otras muchas fuer-
zas e violencias e vejaciones que les
hacían, comenzaron a entender los in-
dios que aquellos hombres no debían
de haber venido del cielo; y algunos
escondían sus comidas; otros sus mu-
jeres e hijos; otros huíanse a los mon-
tes por apartarse de gente de tan du-
ra y terr ible conversación. Los cr istia-
nos dábanles de bofetadas e puñadas
y de palos, hasta poner las manos en
¡Oh, verdadero Padre Ñamandú, los señores de los pueblos. E llegó es-
el Primero! to a tanta temeridad y desvergüenza,
que al mayor rey, señor de toda la is-
En tu tierra el Ñamandú la, un capitán cristiano le violó por
de corazón grande (el sol) fuerza su propia mujer.
se está levantando con el reflejo
De aquí comenzaron los indios a bus-
de su divina sabiduría. car maneras para echar los cristianos
Y porque tú dispusiste que aquellos de sus tierras: pusiér onse en armas,
a los que proveíste que son har to flacas e de poca ofen-
sión e resistencia y menos defensa
de arcos (por lo cual todas sus guerras son po-
nos irguiésemos, co más que acá juegos de cañas e aun
de niños); los cristianos con sus caba-
es que volvemos a erguirnos. llos y espadas e lanzas comienzan a
Y por eso, palabras indestructibles, hacer matanzas e crueldades extrañas
que jamás, en ningún tiempo, en ellos. Entraban en los pueblos, ni
dejaban niños y viejos, ni mujeres pre-
se debilitarán, ñadas ni paridas que no desbarriga-
nosotros, unos pocos huérfanos del paraíso, ban e hacían pedazos, como si dieran
volvemos a pronunciar al levantarnos. en unos corderos metidos en sus
apriscos. Hacían apuestas sobre quién
Por eso séanos permitido de una cuchillada abría el hombre por
levantarnos repetidas veces. medio, o le cortaba la cabeza de un pi-
Oh, verdadero Padre Ñamandú, quete o le descubría las entrañas. To-
maban las criaturas de las tetas de las
el Primero! madres, por las piernas, y daban de
cabeza con ellas en las peñas”.
Oración matutina al Creador (Pueblo Guaraní)
BREVÍSIMA REL ACIÓN DE LA DESTRUICIÓN
DE L AS INDIAS.
D el obispo fray Bartolomé de las Casas
Antología de poesía primitiva. http://www.ciudadsev a.com/textos/otros-
Ernesto Cardenal (recopilador). /brevisi.htm
Madrid, Alianza. 1979. 43

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