un amor acostumbrado a vivir sin ilusiones ni sueños No esperes de él, algún contento cuando a solas lo llores, lo clames o lo mantengas dentro Veo que te agobias sin razones justificadas lo haces al esperar milagros que broten de la nada Sentirás que mi mente penetra tus sentidos que mis palabras saltan de mi boca como frutos frutos maduros llenos de fe y de esperanza Ocurre que tu energía llega a mí cuando no imaginas Así, me llegan tus señales como dulces olas que refrescan mi vista, apetecen a mi boca generan ilusiones que parecen frescas Me dicen tus señas que sueñas conmigo respondo con premura, presiento lo mismo Tu tristeza se opaca cuando yo te hablo y se llena de luz tu hermosa cara bella Mis palabras encierran gratos pensamientos Y en el estar ansiosa ya vas dejando el tormento que agobiaba la soledad de tus adentros cuando tu alma llena de dudas sufría cuando mirabas desde el alba y no veías que hay en este mundo, gente que te ama Ésa que te conoce, te espera, te grita y te llama No lo dudes, ni por un mínimo instante permite a tus oídos, a tu corazón, estar conmigo para que se aleje de esa cruel soledad que ha minado tu paz, tu estado y ánimo Entiende mi princesa que ya ha llegado la hora en que tú, si tú, puedas vivir con plenitud lo que hasta hoy has simplemente soñado y comiences a sentir en tu cuerpo, en tu alma en todo lo que llevas siempre contigo, como los deseos, sueños, quereres, abrigos pasiones extraídas, silencios, días idos Que ya hoy, ha llegado quien sueña por ti quien quiere tu amor, quien vive pensando entre tantas cosas, venir a ti, llenarte de alegrías darte lo que tanto ansías y luego, hacerte el amor Samuel Akinin Levy