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Artículo escrito por Oscar Alejandro Gómez Raynal, ACS, ALB

Club IUS (Chihuahua)

Las luces iluminaban mi rostro, el escenario era sólo para mí, y hubo un momento de total silencio
entre los aplausos del público al recibirme y el inicio de mi discurso. En ese momento fue cuando
realmente me di cuenta de que lo había logrado. Y ahí estaba: Entre los mejores Oradores del
mundo…

Seguramente algunos se preguntarán: “¿De qué está hablando este sujeto?”, mientras habrá otros
que me han seguido la pista a lo largo de este año, y ya se imaginan lo que voy a narrarles en este
artículo.

Algunos le llaman “Campeonato Mundial de Oratoria”, otros le dicen “Las Olimpiadas de la


Oratoria”, término un tanto espectacular pero acertado, pues oradores de todo el mundo asisten a
participar en esta competencia así como a ver el desempeño de los mejores en esta disciplina, que
es casi como un verdadero deporte olímpico, con aficionados, entrenadores y deportistas de la
palabra. La traducción del nombre oficial es El Concurso Internacional de Discurso (International
Speech Contest), y lo cierto es que es la Competencia Mundial de Oratoria más importante.

Esta competencia ha sido llevada a cabo cada año desde 1938 por la organización de comunicación y
liderazgo más grande que hay: Toastmasters Internacional. Hoy en día, dicha organización está
presente en 106 países, con alrededor 12, 500 clubes y un aproximado de 250,000 miembros. Un
poco más del 10% de los socios de la organización participan en el concurso. Suena simple cuando lo
decimos así, pero para ser más exactos más de 25 mil oradores participan en este concurso, llevado
a cabo en inglés en todas sus etapas: Hay que ganar primero en tu club, luego en el área, después
en la División (en mi caso, es el estado de Chihuahua) para pasar al Distrito (México es el Distrito
34) y si una vez ahí ganas, forzosamente tienes que presentar un discurso diferente en el Concurso
del Interdistrito, con otros contendientes de distintas partes del mundo, y sólo si logras llevarte el
primer lugar, entonces avanzas a la final, El Concurso Internacional, en el cual debes presentar otro
discurso nuevo. Así que para llegar a este último punto, necesitas entrenar hablando 25 horas al
día, ir puliendo tu discurso mientras escalas por las primeras 4 etapas, dedicar todo tu verano a
preparar los últimos dos discursos, luego lograr pasar la quinta etapa y finalmente, afinar detalles
en 4 días para ir a la cima. Esta es la parte donde varios de ustedes dirán: “¡Wow! Un mexicano
llegó hasta la cima de la montaña de la oratoria y además en inglés” Y entonces tendré que ser
sincero y decirles que…De hecho no fue así. ¡Pero no se desanimen! Si me acerqué mucho y esto no
se acaba aquí.

5 a 7 minutos es el tiempo que tienes para tu discurso, el tema es libre. ¿Suena fácil verdad? Pues si
alguien ha hecho un discurso que pueda cautivar a todo tipo de público, que los haga reír y llorar
mezclando sentimientos de un instante a otro, disponiéndolos a interactuar contigo y que al final se
levanten a aplaudirte durante varios minutos, entonces se aceptan sugerencias, porque creo que
aún no lo he logrado al 100% y constantemente estoy puliendo mi técnica.

El llegar hasta la semifinal (interdistrito) de esta olimpiada representó un triple reto para mí.
Primero tuve que aprender inglés desde que estaba en tercero de primaria. Luego a los 18 años tuve
que unirme a una organización de comunicadores para perfeccionar mis habilidades de orador.
Finalmente tuve que combinar mi segundo idioma con mis mejores técnicas para hablar en público y
adaptarme al estilo de discurso que se usa en estás competencias. Fue necesario pasar muchos
obstáculos en el camino, a los cuales definiría como derrotas pasadas en los concursos, exigencias
de los jueces, y una gran inversión de tiempo que le correspondía a mis otras actividades.

Cabe mencionar que es muy distinto el estilo del discurso tradicional de la oratoria en México al que
se usa a nivel internacional, pues en este último el dar un discurso se convierte en un verdadero
espectáculo, y vaya que vale la pena. El ganador del Concurso Internacional puede llegar a ganar
alrededor de 100,000 dólares (un poco menos o un poco más) por dar un discurso o una
presentación, además de que recibe invitaciones a dar pláticas alrededor del mundo, y se convierte
en una de las estrellas de nuestra organización.

Para llegar a ser el Campeón internacional se requiere mucho entrenamiento y dar el mejor discurso
en el lugar y momento adecuados. Para llegar a ser Presidente Internacional de Toastmasters, se
requieren años de trabajo y haber ocupado muchos puestos de liderazgo antes. Aún así quizás
muchos preferirían construir una carrera política y ser reconocidos en la organización con el tiempo,
pues saben lo difícil que es ganar esta competencia. Claro que cada quien tiene su camino, todos
nacimos con habilidades distintas, y cualquiera que sea tu papel es importante, pero hay que
hacerlo bien y con todo el corazón.
En mi caso con orgullo puedo decir que fue una experiencia incomparable. Estuve en lugares que
sólo había visto en fotografías. Conversé con los presidentes internacionales y campeones mundiales
de cada año, sin dejar de mencionar todos los buenos amigos que hice entre los maestros de la
oratoria.

Con apenas 21 años de edad, y después de casi 4 años de ser un Toastmaster, me encontré con que
era el más joven de toda la convención, y estaba compitiendo en las ligas mayores aquél día 11 de
agosto del presente año, junto con los representantes de Australia, Las Islas del Caribe, Europa,
Malasia, India y Taiwán. En el sorteo me tocó ser el número 5. “Uf, que bien, justo en medio”
pensé. Por primera vez no tenía nervios, no sentía mariposas en el estómago, no me temblaban las
piernas. Es el concurso más importante en el que he participado, pero creo que estaba listo para lo
que viniera. Y ahí estaba, con las luces en el rostro y el público en frente, guardando silencio en la
espera de mis primeras palabras, y después de detenerme unos segundos en aquél momento de
reflexión, supe que me estaba acercando mucho a la cima de la montaña, y no podía detenerme
más, tenía que seguir escalando. Me rodeaban los mejores oradores del mundo, pero eso no me dio
pánico, sino jubilo. Pronuncié mi discurso como uno de los grandes, puse el corazón y el alma en
cada palabra, cierto es que tuve mis trabas pero supe aferrarme a mi ideal y seguí firme hasta la
última frase, culminando mi discurso con la misma energía y gozo que el que presenté en México,
mi hermosa tierra. Bajé del escenario en medio de más aplausos, pero en el momento me extrañó
un poco que no mucha gente se acercara a darme sus percepciones de mi participación, a diferencia
de cuando gané la competencia a nivel nacional. En el transcurso de la semana, cada día alguien de
diferente nacionalidad se acercó a felicitarme con distintos comentarios, siendo el más común de
ellos: “¡Fue un gran discurso!”

Me superé a mí mismo llegando mucho más lejos que en años pasados, mejoré bastante mi inglés al
practicarlo constantemente y di un gran paso en mi camino hacia la cima de la montaña, regresando
de mi aventura como un mejor orador y persona.

Es digno mencionar que el Concurso de Interdistrito lo ganó Mark Hunter, originario de Australia, un
excelente orador de gran corazón que a pesar de estar en una silla de ruedas, jamás se ha rendido
en la búsqueda de la cima. Y después de ganar la etapa de Interdistrito, Mark Hunter compitió en la
final juntó con los mejores del mundo, y pronunció un discurso tan excelente, que el 15 de agosto
se convirtió en el Campeón Mundial del 2009.

Antes de ir a la competencia ya había leído algo sobre Mark, y sabía que iba a ser un digno
oponente. Cuando llegué al MGM Grand en Mashantucket, Conneticut, fue el primero de los
concursantes que conocí. Después del concurso, amablemente me dio algunos consejos sobre como
mejorar mis discursos, y aún cuando se convirtió en el Campeón, en ningún momento dejo a un lado
su sencillez. Dos hombres, uno de México y el otro de Australia, con una diferencia de edad notable,
con distintas profesiones y provenientes de distintas culturas, se hicieron amigos por tener algo en
común: El arte de hablar en público. Aprendí mucho de él, y creo que también le deje algunas cosas
buenas, pues siempre es bueno ver a las nuevas generaciones preparándose para continuar con el
trabajo que los que van adelante han llevado a cabo.

Mark me dijo algo importante: Él había participado desde 1997, y hoy es el Campeón Mundial.
Entonces entendí que en mi camino de orador no he llegado a la cima de la montaña, y esto no se
trata precisamente de llegar a la Final del Concurso Internacional, sino ser un gran orador en todo
el sentido amplio del término, y creo que todavía puedo aprender mucho para ser nombrado como
tal. Competí con los grandes y estuve en los más altos niveles, es cierto, pero para mí esta aún no
es la cima de la montaña. Quizás en dos, tres o cinco años, logre llegar a la cima, y quizá entonces
sienta que debo buscar otros retos para llegar aún más alto. En fin, todo puede pasar.

Me gustaría reiterar mis agradecimientos a toda mi familia por estar siempre a mi lado, a mis
amigos por haberme brindado todo su apoyo, a mis compañeros Toastmasters por todo lo que hemos
vivido juntos, y en general a todos aquéllos que creyeron en mí, me da gusto decirles que pueden
estar seguros de que hice un gran papel, y nunca los voy a defraudar.

Finalmente sólo quiero responder a las preguntas más frecuentes que me han hecho últimamente:

-¿Cómo se siente ser el segundo mexicano en representar a nuestro país en esta competencia de
alto nivel llevada a cabo en inglés?

Es una sensación incomparable. Se siente fenomenal.

- ¿Es desilusionante haber llegado tan lejos y encontrar alguien mejor?

Para nada. Después de cada batalla te haces más fuerte y es bueno saber que hay alguien que
puede vencerte, pues así tienes que superarte a ti mismo.

-¿Qué enseñanza le ha dejado esta experiencia?

Aprendí que cuando tienes una oportunidad como esta, debes llevar le mejor de México al mundo, y
traer contigo lo mejor del mundo a México.

- ¿Volvería a participar en este concurso?

Definitivamente... ¡Apúntenme para el siguiente!

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