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CAPÍTULO 17

Mujer de 77 años
con epigastralgia,
vómitos y tiritona

CASO CLÍNICO
Mujer de 77 años con antecedentes médicos de hipertensión arte-
rial, dislipemia e hipotiroidismo y antecedente quirúrgico de histerec-
tomía más doble anexectomía, en tratamiento habitual con atenolol,
enalapril, atorvastatina y levotiroxina.
La paciente acudió a urgencias por un cuadro clínico de dolor
epigástrico, irradiado a la espalda en forma de cinturón, punzante,
continuo y de intensidad creciente, de 6 horas de evolución. El cuadro
se acompañaba de vómitos biliosos y tiritona. No había presentado
ictericia, coluria ni acolia. No refería cambios recientes en su medica-
ción habitual, ni toma de fármacos gastroerosivos. Tampoco contaba
ingesta de tóxicos ni productos de herbolario. No existía otra sinto-
matología acompañante.
Se encontraba hemodinámicamente estable y afebril, con buena
coloración, hidratación y perfusión periférica. En la exploración abdo-
minal presentaba dolor a la palpación en epigastrio e hipocondrio
derecho, con dudosos signos de irritación peritoneal. El signo de
Murphy no era valorable por falta de colaboración e importante dolor
a la palpación. Los ruidos hidroaéreos estaban disminuidos.
En la bioquímica básica destacaba: glucosa 186 mg/dl; creatini-
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na 1,54 mg/dl; urea 64 mg/dl; bilirrubina total 1,01 mg/dl; GOT 250
U/l; GPT 160 U/l; GGT 292 U/l; FA 225 U/l y amilasa 2412 U/l. En el
A. Ledo Rodríguez hemograma destacaba: Hb 13,6 g/dl; plaquetas 58.800/µl; leucocitos
X. A. García Aguilera 8.730/µl, con un 76,8 % de neutrófilos. La coagulación era normal
C. TERUEL salvo por un fibrinógeno derivado de 451 mg/dl. La gasometría veno-
Sánchez-Vegazo sa mostró los siguientes valores: pH 7,55; pCO2 22,1 mmHg y HCO3
V. F. Moreira Vicente 19,6 mmol/l. La proteína C reactiva era de 25,6 mg/l.
F. Hernández Ranz Debido a los hallazgos clínicos y analíticos, se solicitó una ECO
abdominal urgente, evidenciándose un hígado con ecogenicidad au-
mentada, compatible con esteatosis, sin encontrarse LOES. La vesí-
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cula biliar estaba algo distendida, con litiasis en sidad de la grasa peripancreática, compatible,
su interior, no presentando engrosamiento de la radiológicamente, con una pancreatitis aguda
pared ni otros signos ecográficos de colecisti- grado C de Balthazar. No se observaba necrosis
tis. El signo de Murphy ecográfico era dudoso. macroscópicamente identificable en esta glándula
Adyacente al cuerpo y al fundus vesicular, existía ni existían otros hallazgos destacables.
un área hipoecogénica que se relacionó con una Con los datos aportados por la TC, se inició
zona de parénquima hepático preservado. El gas tratamiento antibiótico y se indicó una cirugía
intestinal impedía una correcta valoración del urgente. Los hallazgos intraoperatorios fueron
área pancreática. El resto de la exploración eco- compatibles con colecistitis aguda con absceso
gráfica fue normal. perivesicular y en la vecindad del parénquima
Con el diagnóstico de pancreatitis aguda litiá- hepático necrosis parcheada, existía, además,
sica, la enferma ingresó en el servicio de cirugía líquido libre intraabdominal. Se realizó una cole-
general y digestivo. En las 48 horas siguientes cistectomía abierta, sin poderse canular el con-
seguía presentando dolor abdominal, habiendo ducto cístico.
necesitado fármacos opiáceos para calmarlo. La En el servicio de anatomía patológica se
bioquímica hepática había mejorado y la amilasa recibió una vesícula biliar de 10 3 5 cm, que pre-
era ya normal. No obstante, por la persistencia del sentaba un grosor de la pared variable, entre 3 y
dolor abdominal y de discreta febrícula, se solicitó 6 mm. Se observaban formaciones calculosas en
una TC abdominal urgente. En ésta, se evidenció la luz. El diagnóstico histológico fue compatible
una vesícula distendida, con cálculos en su inte- con una colecistitis aguda, existiendo necrosis
rior y paredes engrosadas, con realce y pequeña de coagulación de la mucosa con colonias de
cantidad de líquido libre pericolecístico, así como gérmenes e infiltrado leucocitario transmural.
una burbuja de gas en el fundus (fig. 1), todo ello Estos cambios se asentaban sobre una colecisti-
compatible con una colecistitis litiásica enfisema- tis crónica xantogranulomatosa.
tosa. La vía biliar no estaba dilatada. El páncreas La paciente presentó una buena evolución
tenía un tamaño normal, con aumento de la den- clínica posterior, con desaparición del dolor

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Fig. 1. TC abdominal. Bur-


buja de gas en el fundus
vesicular.
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A. Ledo Rodríguez, X. A. García Aguilera, C. Teruel Sánchez-Vegazo… 193

abdominal y adecuada tolerancia oral, por lo Patogenia


que 5 días después de la intervención quirúrgica
recibió el alta. El elemento fundamental en la patogenia
de la colecistitis aguda litiásica parece ser la
obstrucción del conducto cístico por un cálculo
en presencia de bilis sobresaturada con coles-
DIAGNÓSTICO DEFINITIVO terol [9, 10]. Se supone que los microcristales de
colesterol y las sales biliares lesionan la mucosa
Colecistitis aguda enfisematosa litiásica. vesicular y que ello favorece la invasión bacte-
Colecistitis crónica xantogranulomatosa. Pan- riana y la activación de la fosfolipasa A2. Esta
creatitis aguda litiásica grado C de Balthazar. última libera ácido araquidónico y lisolecitina de
Colecistectomía abierta. los fosfolípidos. Mientras que la lisolecitina es
citotóxica y aumenta la lesión mucosa, el ácido
araquidónico origina prostaglandinas, las cua-
les actúan como proinflamatorios, aumentan
COMENTARIOS la secreción de agua y favorecen la distensión
vesicular. El aumento de presión dentro de la ve-
Colecistitis aguda litiásica sícula dificulta el flujo de sangre a través de sus
paredes, lo que provoca (implicando la aparición
de complicaciones) su necrosis (gangrena vesi-
Introducción
cular) y perforación (10%). Consecuencias de
esto último son: a) peritonitis local o generalizada;
La colecistitis aguda es una inflamación
b) absceso local, o c) fístula colecistoentérica
aguda de la vesícula biliar manifestada por dolor
(0,1-0,2%). La infección bacteriana parece tener
en hipocondrio derecho, de más de 24 horas de
un papel secundario, ya que en el momento de
duración, que se asocia con defensa abdominal
la cirugía se logran cultivos positivos sólo entre
y fiebre de más de 37,5 ºC. Entre el 90 y el 95%
el 50 y el 70% de los casos. A pesar de esto, la
de los casos aparece como complicación de una
sobreinfección puede condicionar la formación
colelitiasis (colecistitis aguda litiásica). En los res- de un empiema vesicular (2,5%), en especial en
tantes, se produce en ausencia de cálculos (cole- los ancianos y en los diabéticos. Los microorga-
cistitis aguda alitiásica) [1]. En este capítulo nos nismos que más comúnmente se descubren son:
referiremos a la primera de estas dos formas. Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Entero-
La mayor parte de los pacientes con coleli- coccus faecalis y Enterobacter spp. En los casos
tiasis están asintomáticos. Tendrán, anualmente, más graves pueden encontrarse también anaero-
una probabilidad entre el 1 y el 4% de presentar bios, como Clostridium perfringens, Bacteroides
un cólico biliar [2-4]. El 20% de estos pacientes, fragilis o Pseudomonas. La Salmonella typhi se
si no reciben el tratamiento adecuado, padecerán descubre en ancianos, diabéticos y portadores
una colecistitis aguda [5]. Algunos pacientes con de litiasis biliar. En casos raros, preferentemente
esta entidad nunca han tenido episodios previos también en ancianos y diabéticos, se originan
de cólico biliar [2-4]. Después de un cuadro de colecistitis enfisematosas. Los microorganismos
colecistitis aguda, son comunes nuevos episo- implicados en esta forma de colecistitis son los
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dios de dolor o inflamación [6]; puede coexistir, Clostridium spp (45%) y, eventualmente, estrep-
en un pequeño porcentaje de pacientes, con tococos anaerobios y E. coli (33%) [1].
coledocolitiasis, colangitis o pancreatitis litiásica.
Cerca del 60% de los pacientes con colecis- Diagnóstico
titis aguda son mujeres. Aunque es más común
en ellas, tiende a ser más grave en los varones. Clínica
Los diabéticos tienen más probabilidades de pre-
sentar una colecistitis aguda y de que aparezcan El síntoma principal de la colelitiasis no
complicaciones relacionadas con ella, en compa- complicada es el cólico biliar, causado por la
ración con los no diabéticos [7, 8]. obstrucción del cuello vesicular por un cálculo. El
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dolor es, característicamente, episódico, intenso cho y sospecha de colecistitis aguda, el diagnós-
y localizado en el epigastrio o en el hipocondrio tico sólo fue correcto en dos tercios de los casos.
derecho. Suele ocurrir después de ingerir alimen- El clínico debe, entonces, emplear datos de
to o aparece por la noche. Los pacientes tie- laboratorio y pruebas de imagen parar confirmar
nen, habitualmente, dolor irradiado a la espalda, la presencia de esta entidad, excluir complicacio-
acompañado de náuseas y vómitos [10]. El dolor nes como la gangrena o la perforación, y buscar
es típicamente continuo en lugar de intermitente otros diagnósticos alternativos como causa de
(como la palabra «cólico» pudiese sugerir); se los hallazgos clínicos [11].
incrementa gradualmente durante un periodo que
varía entre 15 minutos y 1 hora, y, posteriormente, Datos de laboratorio
mantiene una intensidad similar durante 1 hora o
más, hasta ir disminuyendo progresivamente. En las colecistitis agudas no complicadas aún
Cuando se mantiene pasadas 6 horas hay que es frecuente el hallazgo de una ligera leucocitosis
sospechar la presencia de una colecistitis aguda y que las tasas séricas de transaminasas, fosfa-
o coledocolitiasis [11]. El tratamiento de elección tasa alcalina, bilirrubina y amilasa estén de 2 a
en estos enfermos sería AINE. Un metaanálisis 3 veces por encima de la normalidad. Todo esto
de 7 estudios aleatorios, que incluían a un total puede ocurrir en ausencia de coledocolitiasis o
de 349 enfermos, mostró un beneficio, en el tra- de pancreatitis. Ascensos superiores a los indi-
tamiento del cólico biliar, a favor de los AINE con cados deben sugerir la existencia de obstrucción
respecto a otros analgésicos, necesitando menos biliar, colangitis ascendente o, eventualmente,
rescates analgésicos y evolucionando menos pancreatitis [1]. En caso de leucocitosis supe-
a colecistitis aguda en el grupo tratado con los riores a 15.000/µl, empeoramiento del dolor o
primeros [12]. presencia de fiebre alta, debe sospecharse la
Aproximadamente, el 75% de los pacientes presencia de una complicación [11].
con una colecistitis aguda litiásica refieren episo-
dios previos de cólico biliar. El dolor, en la colecisti- Técnicas de imagen
tis aguda, es intenso y localizado en el hipocondrio
derecho [13]. La presencia de náuseas y vómitos Ecografía abdominal
es común en esta entidad. La fiebre también es
habitual [11]. Ocasionalmente, la colecistitis aguda La ECO abdominal, junto a la centellografía
puede dar lugar a una sepsis con fracaso multior- hepatobiliar, es la prueba de imagen más utilizada
gánico, habitualmente en el seno de complicacio- para el diagnóstico de la colecistitis aguda. La
nes como la colecistitis gangrenosa o enfisema- sensibilidad de la ECO para detectar colelitiasis
tosa [10]. En pacientes mayores, el retraso en el es del 98%. La colecistitis aguda litiásica se diag-
diagnóstico de esta patología es habitual, ya que nostica ecográficamente por la presencia conco-
los únicos síntomas pueden ser una alteración del mitante de un engrosamiento de la pared vesicular
nivel de conciencia o una disminución de la inges- (≥ 5 mm), líquido perivesicular o sensibilidad direc-
ta; la exploración física y los datos de laboratorio ta cuando el transductor se apoya en la vesícula
pueden ser normales [14, 15]. (signo de Murphy ecográfico) [10]. En un estudio
La sensibilidad y defensa en el hipocondrio prospectivo, que incluyó a 497 pacientes con
derecho son signos frecuentes. En el 25% de sospecha de colecistitis aguda, el valor predictivo
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los pacientes puede aparecer una masa palpable positivo (VPP) de la presencia de cálculos en la
una vez transcurridas 24 horas del inicio del cua- vesícula y un signo de Murphy ecográfico posi-
dro. El signo de Murphy (la interrupción brusca tivo fue del 92% y el de la presencia de cálculos
de la inspiración cuando se palpa la vesícula y engrosamiento de la pared vesicular del 95%.
durante una respiración profunda) puede ser útil El valor predictivo negativo (VPN) de la ausencia
para el diagnóstico, particularmente cuando está de cálculos combinado con una pared vesicular
ausente la sensibilidad a la palpación en respira- normal o con un signo de Murphy negativo fue del
ción neutra [10]. 95% [16]. Shea et al. [17] revisaron 30 artículos
En una serie prospectiva de 100 pacientes en los que se evaluaban diferentes técnicas en el
con dolor y sensibilidad en el hipocondrio dere- diagnóstico de enfermedades biliares. Los autores
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A. Ledo Rodríguez, X. A. García Aguilera, C. Teruel Sánchez-Vegazo… 195

encontraron una sensibilidad del 88% y una espe- de falsos negativos es sólo del 0,5%, elevándose
cificidad del 80% para la ECO abdominal en el al 15-20% cuando se rellena entre 30 minutos y
diagnóstico de colecistitis aguda. Debemos tener 4 horas [23]. Diversas condiciones disminuyen
en cuenta los casos en los que el signo de Murphy la sensibilidad y especificidad de esta prueba:
puede estar ausente en presencia de una colecis- las enfermedades hepáticas, los pacientes que
titis: pacientes medicados, diabéticos o con una reciben nutrición parenteral o están en ayunas
colecistitis gangrenosa (en estos últimos 2 casos [11], en casos de esfinterotomía biliares previas o
por alteraciones en la inervación de la vesícula) la hiperbilirrubinemia [21]. Esta técnica presenta,
[18]. También puede existir una pared vesicular en pacientes críticos, una tasa de falsos positivos
engrosada en ausencia de colecistitis en los del 60% [11]. El «signo del borde» representa
siguientes casos: congestión hepática o edema un aumento de la radioactividad alrededor de la
por una enfermedad hepática, insuficiencia cardia- vesícula, apareciendo en el 30% de los pacientes
ca derecha, edema generalizado en situaciones de con una colecistitis aguda y en el 60% de los que
hipoalbuminemia (como ocurre en enfermedades presentan una forma gangrenosa [10].
hepáticas y renales) o en procesos inflamatorios En comparación, la centellografía hepatobiliar
adyacentes (hepatitis, enfermedad ulcerosa pépti- tiene más sensibilidad [24] y mayor exactitud
ca, pancreatitis, perihepatitis —síndrome de Fitz- diagnóstica [25] que la ECO. De todos modos,
Hugh-Curtis— y pielonefritis) [18, 19]. De manera esta última es preferida como primera prueba
similar, la presencia de líquido perivesicular no es diagnóstica debido a su disponibilidad, facilidad,
específica de la colecistitis aguda, puede aparecer ausencia de interferencia en casos de hiperbili-
cuando existe ascitis u otros procesos inflamato- rrubinemia, ausencia de radiación ionizante y la
rios adyacentes (p. ej., úlcera péptica) [20]. habilidad de proveer de información respecto
a la presencia de cálculos. La centellografía se
Centellografía hepatobiliar (HIDA) reserva habitualmente para el 20% de pacientes
en los que existen dudas diagnósticas después
La centellografía hepatobiliar implica la inyec- de realizada la ECO [10].
ción intravenosa de análogos del ácido iminodia-
cético marcados con tecnecio (HIDA), que son Resonancia magnética
excretados con la bilis. La ausencia de llenado
de la vesícula biliar en los 60 minutos inmediatos En el momento actual, el papel de la RM
a la inyección del trazador implica una obstruc- abdominal/colangiografía por RM (colangio-RM)
ción del conducto cístico y tiene una sensibilidad en el diagnóstico de la colecistitis aguda debería
entre el 80 y el 90% para el diagnóstico de la quedar relegado a ensayos clínicos [21], debido
colecistitis aguda [10]. En el estudio citado de al buen rendimiento y a las ventajas que aportan
Shea et al. [17], la sensibilidad de la centellografía las técnicas anteriormente referidas (sobre todo
hepatobiliar para el diagnóstico de esta patología la ECO, en cuanto a accesibilidad, facilidad y
fue del 97% y la especificidad del 90%, superior coste). En un estudio que incluyó a 35 pacientes,
a la mostrada por la ECO abdominal. la colangio-RM fue más sensible que la ECO a la
El porcentaje de falsos positivos se puede hora de detectar cálculos en el conducto cístico;
explicar por la obstrucción del conducto cístico sin embargo, fue menos sensible para detectar
provocada por la inflamación crónica, la presencia el engrosamiento de la pared vesicular [26]. Otro
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de un cálculo o de un tumor en ausencia de cole- estudio, prospectivo, que incluyó a 94 pacientes,


cistitis aguda [21] —aunque, en algunos casos, comparó la RM con la ECO abdominal en el diag-
una vesícula normal no se rellena con el trazador nóstico de la colecistitis aguda. La sensibilidad
debido a una insuficiente resistencia del esfínter de la RM fue del 88% (mayor que la ECO) y la
de Oddi—. La especificidad puede incrementarse especificidad del 89% [27].
mediante la administración intravenosa de mor-
fina, que induce espasmo de este esfínter [22]. Tomografía computarizada
Cuando el conducto cístico es permeable, la vesí-
cula se visualiza, normalmente, en los primeros La gran utilidad de la TC es la de detectar
30 minutos. Cuando esto sucede, el porcentaje complicaciones como la colecistitis enfisemato-
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sa o la perforación vesicular. Al mismo tiempo, Tokio establecen 3 grados de severidad para esta
puede excluir otros procesos intraabdominales patología:
que ocasionalmente cursan con una clínica simi-
lar a la colecistitis aguda. La TC no es habitual- – Leve. Colecistitis aguda que no cumple crite-
mente necesaria en pacientes con un diagnóstico rios para un grado más severo, definida tam-
claro de esta enfermedad, pero cuando éste o el bién como la que se produce en un paciente
tiempo óptimo para la cirugía no están claros, sin ninguna disfunción orgánica y únicamente
puede ser de valiosa utilidad [11]. con leves cambios inflamatorios en la vesícula,
siendo la colecistectomía, en estos casos, un
Guías para el diagnóstico procedimiento seguro y de bajo riesgo.
– Moderada. Cuando se cumple, por lo menos,
La prueba definitiva para el diagnóstico de 1 de estos criterios: > 18.000 leucocitos/µl; masa
la colecistitis aguda es el examen histológico de palpable en el hipocondrio derecho; duración de
la vesícula biliar. Hay controversia acerca de los los síntomas > 72 horas; marcada inflamación
criterios óptimos para el diagnóstico clínico. En local, incluyendo: peritonitis biliar, absceso peri-
2007, basándose en la evidencia existente hasta colecístico, absceso hepático, colecistitis gan-
entonces, se publicaron las llamadas guías de grenosa, colecistitis enfisematosa.
Tokio para el manejo de la colangitis y la cole- – Grave. Presencia de, al menos, 1 de estas con-
cistitis aguda [28, 29]. En cuanto a la colecistitis diciones: disfunción cardiovascular, definida
aguda, son las únicas guías de esta entidad publi- como hipotensión que requiere tratamiento con
cadas hasta la actualidad. Los autores, basándo- dopamina a una dosis ≥ 5 µg/kg/min o cualquier
se en datos clínicos, resultados de laboratorio y dosis de dobutamina; disfunción neurológica,
hallazgos en las pruebas de imagen, proponen definida como disminución del nivel de con-
unos criterios diagnósticos para esta patología. ciencia; disfunción respiratoria, definida como
En un primer apartado (A) se refieren a los signos la ratio de presión parcial de oxígeno arterial y la
locales de inflamación: signo de Murphy positivo fracción de oxígeno inspirado < 300; disfunción
y dolor/masa/sensibilidad en hipocondrio dere- renal, definida como oliguria o por una cifra
cho. Un segundo apartado (B) incluye los signos de creatinina > 2 mg/dl; disfunción hepática,
sistémicos de inflamación: fiebre, elevación de la definida por la presencia de un INR > 1,5 y
PCR y de los leucocitos. El tercer apartado (C) disfunción hematológica, definida por una cifra
está constituido por los hallazgos característicos de plaquetas < 100.000 [29].
de la colecistitis aguda en las pruebas de imagen,
incluyendo las siguientes: ECO abdominal, RM, Tratamiento
TC y centellografía hepatobiliar. Según lo referido
en estas guías, para el diagnóstico definitivo de la Médico
colecistitis aguda sería necesario: un signo local
de inflamación y un signo sistémico (diagnóstico Ante la sospecha clínica de una colecistitis
clínico de sospecha), y la confirmación mediante aguda, el paciente debe ser hospitalizado. Éste
los hallazgos en las pruebas de imagen. Estos estará, habitualmente, hipovolémico, debido a los
criterios tienen dos limitaciones principales: el vómitos y a la escasa ingesta, y debe realizarse
infradiagnóstico de la entidad cuando el paciente una adecuada reposición de fluidos y electrólitos.
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tiene apenas signos sistémicos de inflamación y Debe permanecer en dieta absoluta y colocársele
el hecho de que la PCR no esté disponible, gene- una sonda nasogástrica si presenta un abdomen
ralmente, en todos los hospitales [10]. distendido o vomita de manera persistente [11].
Puede ser necesaria la administración de opiá-
Estratificación del grado de severidad ceos como analgesia, aunque puede ser suficien-
te el empleo de un AINE (p. ej., ketorolaco), que
Una vez establecido el diagnóstico, es impor- podrían, además, alterar la historia natural de la
tante conocer la gravedad de la colecistitis aguda enfermedad como ya hemos referido antes en el
para enfocar el tratamiento posterior, particu- cólico biliar [12, 30]. Sin embargo, faltan estudios
larmente la colecistectomía [10]. Las guías de en este sentido [10].
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Aunque la colecistitis aguda es un proceso estos estudios [6, 38, 39], el tratamiento tempra-
primariamente inflamatorio, puede producirse la no se ha relacionado, de manera consistente,
infección secundaria de la vesícula como resul- con un menor tiempo de hospitalización. Otro
tado de una obstrucción del conducto cístico y aspecto a favor de la colecistectomía temprana
de estasis biliar. No está clara la necesidad de es que entre el 15-20% de los pacientes tratados
administrar antibióticos en el caso de colecistitis de manera conservadora persistían sintomáti-
agudas no complicadas [30] y se necesitan más cos o presentaban recurrencia de los síntomas,
estudios para establecer, con seguridad, unas requiriendo la colecistectomía antes de lo plani-
recomendaciones al respecto. Las guías de la ficado [6].
Sociedad Americana de Enfermedades Infec- Los estudios y metaanálisis realizados no han
ciosas recomiendan la terapia antimicrobiana si mostrado diferencias significativas en cuanto a la
se sospecha la presencia de infección basada morbilidad, mortalidad, tiempo de intervención
en datos clínicos y de laboratorio (> 12.500 leu- o tasas de conversión a colecistectomía abierta
cocitos/µl o una temperatura > 38,5 ºC) o de entre la opción temprana y la diferida. Esto es
imagen (p. ej., gas en la vesícula o en su pared). debido, probablemente, a que los estudios inclu-
Este tratamiento debe incluir cobertura frente yen un número escaso de pacientes. Aunque
a microorganismos de la familia de las entero- existen datos que otorgan una mayor proba-
bacterias (p. ej., una cefolosporina de segunda bilidad de fugas biliares en los procedimientos
generación o la combinación de una quinolona tempranos [6, 40, 41], se necesitan más estudios
con metronidazol), no requiriendo actividad fren- antes de determinar si el tiempo de la colecistec-
te al enterococo. En pacientes con anastomosis tomía se relaciona con una mayor probabilidad
biloentéricas se debe realizar cobertura frente a de complicaciones biliares [10].
anaerobios [31]. Los antibióticos se recomiendan Cuando la colecistectomía laparoscópica se
de rutina en pacientes mayores, diabéticos o con practica en un paciente con una colecistitis
alguna inmunodeficiencia. También se deberían aguda grave, debe ser realizada por un cirujano
utilizar como profilaxis en pacientes sometidos experimentado. Si las condiciones intraoperato-
a colecistectomía para reducir las complicacio- rias hacen difícil la identificación adecuada de la
nes sépticas, incluso cuando no se sospecha la anatomía biliar, el procedimiento laparoscópico
presencia de infección. La primera dosis debe debe convertirse en una colecistectomía abierta
administrarse 1 hora antes de la cirugía. Se reco- o ser terminado con una colecistostomía [10].
mienda realizar cultivos de la bilis en el momento Las tasas de conversión varían entre el 5 y el
de la colecistectomía para guiar la antibioterapia 30%. La edad (> 60 años), la duración de los sín-
en el caso de complicaciones infecciosas poso- tomas (> 72-96 horas) y la leucocitosis (> 18.000/
peratorias [10]. µl en el momento del diagnóstico) se han visto
que predicen la necesidad de conversión a una
Quirúrgico cirugía abierta [42-46].

El tratamiento definitivo de la colecistitis Otras alternativas


aguda es la colecistectomía [11], que puede rea-
lizarse mediante laparotomía o por vía laparoscó- Técnicas percutáneas (drenaje/aspiración)
pica, en el ataque inicial (tratamiento temprano,
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que ha sido definido, variablemente, desde las El drenaje de la vesícula biliar por vía percu-
primeras 24 horas del inicio de los síntomas tánea a través del hígado (también denominada
hasta 7 días después) o a los 2 o 3 meses de éste colecistostomía percutánea) se realiza bajo anes-
(tratamiento diferido) [10]. tesia local y bajo control radiológico, y se emplea,
La colecistectomía laparoscópica temprana habitualmente, cuando el paciente se encuentra
se considera el tratamiento de elección para la en situación de sepsis (colecistitis aguda severa,
mayoría de los pacientes. En estudios prospec- según las guías de Tokio citadas anteriormente)
tivos y aleatorios, comparando esta modalidad y en casos en los que el tratamiento conserva-
con el procedimiento diferido [32-37] y teniendo dor fracasa, especialmente en pacientes que son
en cuenta también los metaanálisis que incluyen malos candidatos a la cirugía [10]. Esta técnica
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presenta un elevado porcentaje de éxito técnico, los casos, una prótesis plástica en el 21% y una
resolviendo, habitualmente, la colecistitis aguda técnica combinada en el 7%. Se alcanzó el éxito
[47-50]. Pueden aparecer complicaciones mayo- clínico en el 83% de los casos. El 10% de los
res (hemorragia, hipotensión, reacciones vagales, pacientes volvieron a presentar un cólico biliar y
distrés respiratorio, desplazamiento del catéter otro 10%, una colecistitis aguda.
o daño en la vía biliar) hasta en el 8,7% de los En cuanto a la USE, Lee et al. [54] evalua-
pacientes [50]. En un estudio aleatorio en pacien- ron los viabiliadad y los resultados del drenaje
tes de alto riesgo, la colecistostomía percutánea transmural de la vesícula biliar en 9 pacientes de
de rutina no fue superior al tratamiento conserva- avanzada edad y de alto riesgo quirúrgico, como
dor seguido de una colecistostomía percutánea técnica de rescate cuando no existía respuesta al
cuando fue necesaria [51]. El drenaje puede ser tratamiento médico. Accedieron a la vesícula rea-
seguido de una colecistectomía diferida o de lizando una punción a través de la pared del duo-
una extracción percutánea de los cálculos en los deno o del estómago, posteriormente dilataron
pacientes que no son candidatos a cirugía. En ca- el trayecto y dejaron un drenaje nasovesicular,
so de dificultades durante la colecistectomía, se comprobando su correcta colocación mediante
puede optar por realizar una colecistostomía ope- colecistograma a través del drenaje. No tuvieron
ratoria [10]. Una variante del drenaje percutáneo, complicaciones de tipo sangrado, fuga biliar o
con menos complicaciones y mayor facilidad peritonitis; describiendo un caso de neumoperi-
técnica, es la aspiración transhepática percutánea toneo. Todos los enfermos experimentaron una
de la vesícula, en la que no se deja un catéter rápida mejoría clínica en las siguientes 72 horas.
de drenaje (a diferencia de la técnica anterior) y, Los autores concluyeron que, aunque existe la
simplemente, se realiza una aspiración del conte- limitación del escaso número de pacientes inclui-
nido vesicular. No existen ensayos aleatorios que dos, la colecistostomía transmural guiada por
comparen estas dos modalidades [52]. USE podía ser una técnica factible y segura como
tratamiento inicial, intermedio o incluso definitivo,
Drenaje endoscópico en enfermos con una colecistitis aguda grave, de
edad avanzada y con alto riesgo quirúrgico.
Debido a que la colecistostomía percutánea
es una técnica no exenta de complicaciones, Guías para el tratamiento
se ha propuesto el drenaje endoscópico de la
vesícula como una alternativa a esta modalidad Las guías de Tokio aportan recomendacio-
de tratamiento. Se ha descrito utilizando el duo- nes para el tratamiento de la colecistitis aguda
denoscopio de visión lateral (mediante técnica de dependiendo de la gravedad del cuadro. Para
colangiografía retrógrada endoscópica [CPRE]) o la colecistitis leve, la laparoscopia temprana es
la ultrasonografía endoscópica (USE) [53, 54]. el procedimiento recomendado (grado de reco-
En el caso de la CPRE, la canulación de la mendación A). Cuando el cuadro es moderado,
vesícula biliar se considera una maniobra difícil tanto la colecistectomía laparoscópica o abierta
y, si se consigue, se puede realizar el drenaje tempranas son las opciones recomendadas. En
mediante la colocación de una prótesis biliar o caso de realizarse una colecistectomía laparos-
dejando un drenaje nasovesicular. No existen cópica temprana, ésta debe ser practicada por
demasiados datos en la literatura médica que un cirujano experimentado y convertida a una
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avalen su indicación, pudiendo ser de utili- colecistectomía abierta, de manera precoz, si


dad en pacientes con enfermedades hepáticas las condiciones intraoperatorias hacen difícil una
avanzadas en los que el drenaje percutáneo adecuada identificación anatómica de la zona.
presenta más dificultades [52]. Como muestra En estos cuadros moderados, en el caso de que
de los resultados que se pueden obtener con existan datos de reacción local inflamatoria grave
esta técnica, Mutignani et al. [53] realizaron un y dificultad, por lo tanto, para la extirpación de la
estudio prospectivo que incluyó a 35 pacientes vesícula, el drenaje vesicular (percutáneo o qui-
con colecistitis aguda sometidos a un drenaje rúrgico) o el mantenimiento del tratamiento médi-
endoscópico. El éxito técnico fue del 83%. Se co serían dos opciones válidas e indicadas en
utilizó un drenaje nasovesicular en el 72% de este tipo de pacientes hasta que la inflamación se
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A. Ledo Rodríguez, X. A. García Aguilera, C. Teruel Sánchez-Vegazo… 199

resuelva y se pueda practicar la colecistectomía. 8. Hickman MS, Schwesinger WH, Page CP. Acute
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es necesario un tratamiento urgente, requiriendo outcome. Arch Surg. 1988;123:409-11.
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este caso, una vez mejorada la situación general
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del paciente). En todos los casos en los que se 140:126-30.
realice un drenaje percutáneo y una vez mejorado 10. Strasberg SM. Acute calculous cholecystitis. N Engl J
el cuadro, es preferible realizar una colecistecto- Med. 2008;26:2804-11.
mía temprana durante la misma hospitalización 11. Browning JD, Sreenarasimhaiah J. Gallstone disease.
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Nota del editor: otra cita de interés
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