UCACIS
MODERNIDAD Y HOLOCAUSTO
ZYGMUNT BAUMAN
0. Prólogo
• El grupo prismático
• La nación no nacional
• La modernidad del racismo
• De la heterofobia al racismo
• De la repugnancia al exterminio
• El problema
• Genocidio extraordinario
• Conclusiones
• Conclusión
• La tecnología moralizada
• La responsabilidad flotante
• Comentarios finales
I. Introducción
Por lo mismo, la lectura del profundo y preciso estudio que realiza Bauman,
se hace imprescindible en nuestra época, caracterizada por el triunfo del
sistema “Moderno” en el mundo Occidental, y por la “conversión”, paulatina
o acelerada, pero cierta, de la mayoría de las naciones del mundo a este
régimen.
II. Biografía
Premios
Obra en castellano
MODERNIDAD Y HOLOCAUSTO
ZYGMUNT BAUMAN
0. Prólogo
El Holocausto no sólo era siniestro y espantoso, sino que además era un
acontecimiento difícil de entender con los términos al uso. Para poder
comprenderlo había que describirlo con un código especifico que,
previamente, se debía establecer.
• como una tragedia que les ocurrió a los judíos y solo a ellos y que, en
consecuencia requería de todos los demás remordimiento,
conmiseración y acaso disculpas… como propiedad única y exclusiva
de los judíos
Son argumentos para que incluyamos las lecciones del Holocausto en la línea
principal de nuestra teoría de la modernidad y del proceso civilizador y sus
efectos.
• Cuestión judía
Imagen sociológica del proceso civilizador más usual implica, como sus dos
puntos fundamentales:
Lo que une estos dos puntos y los convierte en uno solo es la visión de la
sociedad civilizada principalmente como una fuerza moral, como un sistema
de instituciones que cooperan y se complementan unas a otras para imponer
un orden normativo y un Estado de derecho que, a su vez, salvaguardan las
condiciones para la paz social y la seguridad individual que las sociedades
pre civilizadas defendían bastante mal.
Nació del rechazo por parte de los judíos y extrajo su continua vitalidad del
rechazo de los judíos.
El “judío Conceptual”
Por esta razón era una adversario natural a cualquier fuerza a la que le
interesara trazar fronteras y conservarlas herméticas.
El grupo prismático
Lo que hizo que la situación de los judíos dentro de la guerra de clases fuera
especial es que se habían convertido en el objeto de dos antagonismos de
clase que se oponían entre si y se contradecían.
Dependiendo del lado desde el que se mirara a los judíos, éstos, igual que
los prismas, refractaban inconscientemente distintas visiones: una de clases
inferiores groseras, brutales y sin refinar, y la otra de superiores sociales
despiadados y altaneros.
Hubo que exorcizar a los demonios internos de Europa con los modernos
productos de la tecnología, la administración científica y el poder
concentrado en el Estado, todos los supremos logros de la modernidad.
Los judíos, aceptados como culturalmente extraños, fueron una de las pocas
categorías sociales que quedaron libres del control moral de los valores
gentiles y, por lo tanto, capaces y deseosos de aprovechar las oportunidades
que ofrecía la revolución industrial, financiera y tecnológica de Occidente.
La nación no nacional
Los nazis utilizaron el fantasma del judeismo como vínculo para unir los
temores de la modernidad a la sociedad ideal del futuro que se proponían
crear con el fin de anticiparse a los avances posteriores de la modernidad.
Sin embargo, por otro lado, el racismo es impensable como concepción del
mundo y como método político sin los avances de la ciencia moderna, de la
tecnología y de las formas modernas del poder estatal.
En una época en la que los éxitos eran la única medida del valor humano
hacía falta una teoría de la pertenencia para deshacer las preocupaciones
sobre el trazado y salvaguarda de los límites en unas condiciones en las que
saltar esos límites era más sencillo que nunca.
De la heterofobia al racismo
Hitler creía que la guerra que desencadenaba era un servicio que prestaba a
la humanidad organizada racialmente.
De la repugnancia al exterminio
1) la teoría racista
2) el síndrome medico-terapéutico
3) La burocracia moderna.
La única solución adecuada a los problemas que plantea la visión del mundo
racista es el aislamiento total e inflexible de la raza infecciosa y patógena,
por medio de la separación espacial absoluta o la destrucción física.
Por otro lado, su puesta en práctica estaba vinculada con una relación
concreta pero en absoluto universal entre el Estado y la sociedad.
Son malas noticias para los filósofos, los sociólogos, los teólogos y el resto de
los eruditos, hombres y mujeres, profesionalmente dedicados a entender y
explicar. Las conclusiones de Hilberg significan que no han hecho bien su
trabajo. No pueden explicar lo que sucedió ni por qué y no pueden
ayudarnos a que lo entendamos.
Por todo lo que sabían y creían, el asesinato en masa, para el que ni siquiera
tenían un nombre, era pura y simplemente inimaginable. Sin embargo…
sabemos algo que no sabíamos en 1941: que también tenemos que
imaginarnos lo inimaginable.
El problema
Por eso, nuestra comprensión de los factores y mecanismos que una vez
hicieron posible el Holocausto no ha avanzado de forma significativa.
Si había algo en nuestro orden social que hizo posible que tuviera lugar el
Holocausto en 1941, no podemos tener la certeza de que haya desaparecido
desde entonces.
1) Los procesos de ideación que por su propia lógica interna pueden conducir
a proyectos de genocidio, y los recursos técnicos que permiten que se
pongan en práctica estos proyectos, han demostrado no sólo que son
compatibles con la civilización moderna, sino que es esta sociedad la que los
ha posibilitado, creado y proporcionado. Sin la civilización moderna y sus
logros esenciales y fundamentales, no habría habido Holocausto.
Para decirlo de forma terminante, existen razones para tener miedo porque
ahora sabemos que vivimos en una sociedad que hizo que el Holocausto
fuera posible y que no había nada en ella que lo pudiera detener. Sólo por
estas razones es necesario estudiar las lecciones del Holocausto.
En este estudio hay mucho más que el homenaje a millones de asesinados,
que el ajuste de cuentas con los asesinos o la curación de las heridas
morales todavía ulceradas de los testigos pasivos y silenciosos.
Genocidio extraordinario
Este diseño tiene una dimensión estética: el mundo ideal que está a punto
de surgir se ajusta a las normas de la belleza superior. Una vez construido
será como una obra de arte perfecta.
Aparte del plan global, el orden artificial del jardín precisa de herramientas y
materias primas.
Definen a parte del hábitat social como malas hierbas… hay que separarlas,
contenerlas, evitar que se propaguen, arrancarlas y mantenerlas fuera de los
límites de la sociedad. Si estos medios resultan ineficientes, hay que
exterminarlas.
La violencia, al igual que otras cosas que nos han enseñado a aborrecer, ha
desaparecido de nuestra vista, pero sigue existiendo.
Esa disociación es una operación que todas las burocracias saben hacer.
La distancia práctica y mental del producto final implica que la mayor parte
de los funcionarios de la jerarquía burocrática pueden dar órdenes sin saber
cuáles serán sus efectos
Es difícil percibir y recordar que hay seres humanos tras todos estos
términos.
Conclusiones
El derrumbamiento de la democracia.
El genocidio es parte integrante del proceso por medio del cual se pone en
práctica el proyecto grandioso. El proyecto le confiere legitimidad. La
burocracia de Estado le proporciona el vehículo. Y la parálisis de la sociedad
le da luz verde.
Hasta cierto punto, los judíos formaban parte del orden social que los iba a
destruir.
El ghetto es el mundo
Alejadas espiritualmente…
La desaparición física de los judíos pasó inadvertida en gran parte porque los
alemanes los habían eliminado hacía mucho tiempo de sus corazones y sus
mentes.
En todas las etapas del Holocausto las víctimas se enfrentaban con una
opción, por lo menos, subjetivamente, ya que objetivamente la elección ya
no existía debido a que se le había adelantado la decisión secreta de la
destrucción física. No podían elegir entre situaciones buenas y malas pero, al
menos, pidas elegir entre las malas y las peores. Y, más importante, podían
esquivar algunos golpes si manifestaban que merecían una exención o un
trato especial. En otras palabras, tenían algo que salvar.
Las víctimas tenían que pensar que su conducta tenía importancia y que su
situación se podía modificar dependiendo de lo que hicieran.
Una fuerza irresistible para vivir hacía que se dejaran a un lado los
escrúpulos morales, y con ellos, la dignidad humana.
Conclusión
¿Cómo es posible que gente normal, como tú y yo, haga cosas así?
Cuanto más racional sea la organización de la acción, más fácil será causar
sufrimiento y estar en paz con uno mismo.
El paso suave e imperceptible de una etapa a otra hace que el actor acabe
en una trampa… es la imposibilidad de abandonar sin revisar y rechazar la
evaluación de los propios actos como correctos o al menos, inocentes. La
trampa es una paradoja: uno no se puede limpiar si no se ha ensuciado
antes.
La tecnología moralizada
La responsabilidad flotante
Soy responsable del Otro sin esperar reciprocidad, aunque tuviera que morir
por ello.
Las raíces de la moralidad son mucho más profundas que los mecanismos
societales, como los mecanismos de dominación o la cultura. Los procesos
societales comienzan cuando la estructura de la moralidad (equivalente a
intersubjetividad) ya está allí.
“El otro” como categoría abstracta simplemente no tiene nada que ver con
“el otro” que yo conozco. El segundo pertenece al ámbito de la moralidad
mientras que el primero está fuera de él. El segundo reside en el universo
semántico del bien y del mal y se niega tercamente a que se le subordine al
discurso de la eficiencia y la elección racional.
Definición
Concentración
Aniquilamiento
Los tránsitos entre las fases aumentaban la distancia física y mental entre
las victimas intencionada y el resto de la población, entre las víctimas y los
testigos.
En la sociedad moderna, los efectos de la acción humana llegan más allá del
“punto de fuga” de la visibilidad moral.
La tecnología moderna es la principal responsable con sus inventos del
control remoto y las armas modernas, es decir, de la introducción, a escala
masiva, de la mediación de la acción y del intermediario.
Comentarios finales
IV. Conclusión
La importancia y relevancia actual de esta obra cae por su propio peso al
leer el texto. Es un llamado de alerta, una advertencia. Invita a mirar a
nuestro alrededor con nuevos ojos, enterados, y, con recursos para analizar
los procesos modernos fundamentales, dando cuenta de cómo éstos están
profundamente implicados en el desarrollo y agravamiento del malestar de
nuestra época: racismo, segregación, pobreza, violencia.
Pero además, es una obra que da cuenta de la responsabilidad moral del
autor. No tenia porque haberla escrito, no tenía para que buscar alertar a
una sociedad que, en algunos años más, quizás ya no esté vivo para ver. Sin
embargo, dedica su vida a estudiar nuestra sociedad y a alertarnos sobre sus
trampas y riesgos.