El Éxodo Jujeño, es sin lugar a dudas una Gesta heroica, donde confluyen
la figura del General Manuel Belgrano, ejemplo de ética, sacrificio y
patriotismo y la de un pueblo que lo imita. Hoy asistimos con el orgullo de
siempre, al tardío reconocimiento de tamaña hazaña que nos involucra.
Un pueblo entero responde al llamado de la Patria, y como en los viejos
éxodos de la historia, todo un pueblo marcha con sus soldados- hijos de su
seno- guiados por quien, sabedor de que esa es su hora de gloria, va
sereno, hacia el campo de las Carreras, donde el drama ha de resolverse
luego de treinta días de incertidumbre y duelo.
Su suelo ha sido bendecido junto al paño sagrado de la bandera aquel 25
de Mayo de 1812, a meses de la partida.
Jujuy, un suelo recóndito del país en aquel entonces, el sacrificio de su
gente ha quedado para siempre grabado en la historia de la libertad y
de la Independencia de la Patria.