es causada con mayor frecuencia por una bacteria llamada Clostridium perfringens. Sin
embargo, también puede ser causada por los estreptococos del grupo A.
El Staphylococcus aureus y el Vibrio vulnificus pueden causar infecciones similares.
El clostridio está presente en la mayoría de los ambientes. A medida que la bacteria se
multiplica, puede producir gases en los tejidos corporales y muchas toxinas diferentes que
pueden dañar los tejidos. Bajo condiciones de poco oxígeno ( anaerobios), el clostridio
produce toxinas que causan necrosis y síntomas conexos.
Generalmente, la gangrena gaseosa se presenta en el sitio de un traumatismo o una
herida quirúrgica reciente y su aparición es súbita e inesperada. Aproximadamente 1 en 5
casos ocurre sin un evento irritante. Los pacientes que desarrollan la enfermedad de esta
manera a menudo tienen una enfermedad vascular subyacente (ateroesclerosis o
endurecimiento de las arterias), diabetes o cáncer de colon.
Sintomas:
El sitio de infección resulta inflamado, presentándose una hinchazón del tejido de color rojo pálido
a pardusco y muy dolorosa. Si se presiona en el tejido hinchado con los dedos de la mano, se
puede sentir gas como una sensación crepitante. Los bordes del área infectada se expanden tan
rápidamente que los cambios se pueden ver durante unos cuantos minutos. El tejido comprometido
puede estar completamente destruido.
Los síntomas abarcan:
Coma
Delirio
Daño tisular permanente, incapacitante y deformante
Ictericia con daño hepático
Insuficiencia renal
Shock
Diseminación de la infección a través del cuerpo (sepsis)
Estupor