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s
q
u
i
e
n
m
u
ere que debiera llorar a quienes se quedan. El viajante del último viaje no
conocerá ya de alegrías ni tristezas. Sus sufrimientos se diluirán en los
protones de la nada. Su ansiosa ansiedad será detenida en la nueva frontera
mientras sus temores esconderán su miedo para que la misma muerte no se
ría de ellos. Su memoria, la memoria de este peculiar viajante quedará
ausente de recuerdos. Y cuando apostado esté en el andén de la
ecuanimidad, llegará el tren que lo llevará a destino, la estación final, la de la
inexistencia. Debieran aplaudir quienes lo despiden. Y ayudarlo con su ánimo
.para que deje de llorar por los que se quedan