un relato para que haya historia. Dos modelos: El ternario y el quinario. La estructura ternaria ¿Cuál es el modelo de análisis
literario más elemental que nos
molieron y molemos tanto en la primaria como en la secundaria? Historia básica o relato mínimo, Estado inicial, Fuerza de transformación(-----------) y Estado final.
Juan está vivo (Estado inicial)-----------------
Juan está muerto (Estado final) En el ejemplo anterior. Como podemos darnos cuenta, todavía no hay relato. ¿Qué hace falta? Una acción que explique el cambio, la transformación, de un estado a otro. Piensen en qué acción pudo ocurrir que hiciera cambiar a Juan del estado de vivo al de muerto: Fuerza de transformación ¿una enfermedad, un suicidio, un asesinato, un accidente? La historia se define por la
transformación de estados, por las
fuerzas que modifican los estados. Minirelatos.5 Por ejemplo los refranes, analicemos uno: "Al que madruga, dios lo ayuda": Estado inicial: una persona necesita ayuda. Fuerza de Transformación: madruga (se esfuerza). Estado final: Dios lo ayuda por haber madrugado (por haberse esforzado). OTRO EJEMPLO: Son las 10 de la mañana y tengo unas ganas insoportables de tomarme un tinto caliente, aromático , bien negro. Doy una explicación a mis estudiantes y les dejo una tarea para poder ir a la cafetería. Salgo de aquí y voy al kiosco: -señora, véndame un tinto, por favor. La señora saca un tarro de Nescafé (que es el café más horrible del mundo), me pasa un vaso desechable de icopor lleno de agua caliente, una azucarera, una cucharita de plástico y un pitillo, también plastico. Endulzo, revuelvo, soplo, me quemo la boca, maldigo, vuelvo y soplo, espero un rato y sorbo a sorbo me tomo el tinto más horrible del oeste. Momentos de la secuencia. Estado inicial: Deseo de tomar un tinto. Fuerza de transformación: ir hasta la cafetería,
comprarlo, endulzarlo, tomado a sorbo.
Estado final. Satisfacción por haber tomado el
tinto e insatisfacción por el horripilante sabor
de Nescafé. Surge de un escrito muy sencillo de la vida cotidiana. La estructura quinaria* Derivada de la estructura ternaria, esta estructura es un poco más compleja y quizá por esa razón con más posibilidades para generar historias más amplias Veamos cuáles son sus componentes:
l)-Estado. Inicial, 2)- Fuerza de transformación, 3)- Estado Resultante, 4)- Fuerza de reacción, 5)- Estado final. Si aplicamos este modelo al análisis de un fragmento de Caperucita roja, vemos mejor su funcionamiento .
Veamos la parte que concierne a la abuelita:
Estado inicial: la viejita está esperando que su nieta le lleve unos pasteles. Fuerza de transformación: aparece el lobo y se hace un estofado de viejita. Estado resultante: la viejita ha quedado en la barriga del lobo. Fuerza de reacción: aparece el leñador, quien mata al lobo y saca a la viejita sin un rasguño. Estado final: la abuela queda vivita y coleando. Intentemos una aproximación a la definición de cada uno de los términos mencionados 1.Estado inicial: La característica que define el estado inicial es, siempre, en relación con un objeto: el actor1 puede tener algo o le puede faltar algo. Ese algo puede ser un objeto material, un saber, un sentimiento. En el caso de la abuela de Caperucita roja, hay algo que le falta, los pasteles, y hay algo que tiene, la vida. Hay casos en que el relato empieza porque alguien quiere conservar algo que tiene; pensemos en un avaro que tiene plata y teme perderla o alguien que está en una relación amorosa feliz y quiere que siga así. 2.Fuerza de transformación: Puede representarse mediante un agente antropomorfo o un fenómeno natural que cambia, transforma, altera, el estado inicial. Así por ejemplo, el Lobo obstaculiza el recibimiento de los pasteles por parte de la abuela. De igual manera, un huracán, una enfermedad o un ladrón pueden hacer que el avaro pierda su riqueza. Puede aparecer un(a) amante que obstaculiza la felicidad de uno de los miembros de la relación amorosa. 3. Estado resultante: Es la consecuencia, el resultado en que queda el personaje después de ejercida la fuerza de transformación. Si alguien tenía algo que quería conservar, lo pierde. Si a alguien le faltaba algo, no lo consigue. 4.Fuerza de reacción: Es una fuerza contraria a la del agente o fenómeno que causó la pérdida o impidió la obtención de aquello que faltaba. Así por ejemplo, el leñador, que se opone al lobo, logra restablecer un orden inicial alterado, la vida de la abuelita. Un prestamista le puede abrir un crédito al avaro o éste se puede ganar una rifa y volver a tener su capital. En todo caso, la fuerza de reacción siempre es antagónica de la fuerza de transformación. 5. Estado final: Es el final de la historia. Aquí se define cómo queda el personaje en relación al anterior estado inicial (en el que recordemos, algo faltaba o algo se quería conservar) que dio lugar a los sucesos. La viejita queda babeada pero viva, el avaro pobre o con plata, la pareja separada o reconciliada bajo la ley de perdón y olvido. Bibliografía. Este texto es tomado del libro “Maestros y estudiantes generadores de textos: Hacia una didáctica del relato literario” de James Cortés y Alvaro Bautista. Publicado en la colección Impronta, Escuela de Estudios Literarios, Universidad del Valle, segunda edición, 1999. 1 En este capitulo abordamos la historia básica. también llamada relato mínimo, con base en los aportes de Joseph, Courtés y Tzvetan Todorov. El primero conceptualiza sobre el modelo ternario, el segundo sobre la estructura quinaria. Un texto que, por su visión critica sobre los dos modelos, nos ha servido para elaborar este ensayo es "El relato mínimo" de Eduardo Serrano Orejuela (1998). * Este es el apartado que continúa al anterior, en el libro “Maestros y estudiantes generadores de textos: Hacia una didáctica del relato literario” de James Cortés y Alvaro Bautista. Publicado en la colección Impronta, Escuela de Estudios Literarios, Universidad del Valle, segunda edición, 1999. 1 En la tradición literaria se reconoce como personaje a los seres antropomorfos y extensionalmente a otros seres mediante el recurso de la personificación o prosopopeya; en el campo de la semiótica se reconoce como actor tanto a los anteriores como a seres colectivos ( los doce apóstoles), seres figurativos (el lobo, los pasteles), seres temáticos (el destino, la paz). Reescrito por María Elena Ocampo de González.