INDICE
Prefacio
Compromiso Bayer 3
Hipertiroidismo en Gatos
Carlos García Alcaraz, MVZ 41
Introducción
Los animales perciben el dolor al mismo nivel que los humanos; sin embargo, tele-
ológicamente (N del T: de teleología, doctrina de las causas finales), los animales han desarrol-
lado una manera de enmascarar el dolor. Los médicos veterinarios deben prever la necesidad del
uso de analgésicos en casos de dolor tanto médico (Ehrlichia, parvovirus, odontología, trauma-
tismo, etc.) como quirúrgico. La manera más efectiva de controlar el dolor es la preventiva. Si
no logramos controlarlo con efectividad se pueden generar respuestas en el sistema cardiovas-
cular que ponen en riesgo la vida del paciente (arritmias, hipertensión, etc.), y que causan
inmunosupresión marcada, incremento en los costos hospitalarios, mayor mortalidad, cambios
morfológicos en los sitios nociceptores y la médula espinal, que pueden producir aumento en la
sensibilidad al dolor y en la persistencia de éste.
Analgésicos Opioides
Mecanismo de Acción. Los opioides actúan centralmente para elevar el umbral del dolor
y para modificar la respuesta fisiológica al mismo. Estos compuestos también actúan en forma
periférica. Sus efectos farmacológicos son resultado de la interacción con uno o más de los cua-
tro receptores de los opioides, de los cuales tres son los principales (mi, sigma, kappa y delta).
Los efectos farmacológicos varían entre los derivados opioides, dependiendo del efecto fisi-
ológico asociado con cada receptor, su localización en el organismo y el tipo de interacción entre
el opioide y el receptor. Los receptores mi generan analgesia por encima de la médula espinal 5
(m1) o en ella (m2)1. La interacción con los receptores mi también causa euforia, depresión res-
piratoria y dependencia física. Los receptores kappa son responsables de una analgesia de origen
espinal con miosis y sedación. Las interacciones positivas entres los receptores sigma y los fár-
macos no generan analgesia sino que, por el contrario, los efectos adversos de los opioides están
mediados por estos receptores, incluyendo disforia, alucinaciones, estímulo respiratorio y algu-
nas respuestas vasomotoras a los opioides. Los receptores delta están localizados en el sistema
nervioso central (SNC) además del músculo liso y los linfocitos. La interacción con los recep-
tores delta parece regular –entre otros efectos– la conducta emocional y la inmunomodulación.
La posibilidad de que ocurra cada uno de estos efectos después de la interacción con el receptor
depende del tipo de ésta entre el compuesto químico y dicho receptor. Los opioides pueden inter-
actuar con cualquiera de estos receptores ya sea como agonistas (fijarse a ellos y estimularlos),
antagonistas (bloquearlos e inhibir su efecto) o mediante combinaciones de ambos. Los agonistas
mixtos muestran especificidades variables de unión en cada tipo de receptor, siendo agonistas en
algunos sitios y antagonistas en otros. Los agonistas parciales hacen lo mismo que los mixtos,
pero su interacción positiva con los receptores ocurre –en algunos de ellos– de manera incom-
pleta. Por ende, muchos de los diversos efectos de los opioides (particularmente los sintéticos)
son resultado de acciones agonistas en un receptor y antagonistas en otro. Es probable que las
diferencias que existen entre las especies animales con respecto al número de receptores, su
localización y su especificidad o sensibilidad a los diversos fármacos, sean importantes para
determinar las diferencias que observamos en las respuestas a los opiatos. Las empresas quimi-
cofarmacéuticas han intentado "mejorar" los efectos de los opioides. En otras palabras han inten-
tado aumentar el efecto farmacológico deseable y minimizar los efectos indeseables mediante la
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modificación química de los opioides naturales para generar productos sintéticos. Los efectos
farmacológicos primarios de todos los opioides son analgesia, euforia y sedación (sin pérdida de
la consciencia). La magnitud de cada efecto varía entre las especies. El control del dolor ocurre
sin disminución de otros sentidos. La administración de morfina en sitios tanto espinales como
supraespinales produce efectos analgésicos sinérgicos, con una reducción de diez veces en la
dosis total de morfina necesaria en cualquier sitio solo.
Farmacocinética. Casi todos los opiatos son bien absorbidos después de la adminis-
tración subcutánea o intramuscular; sin embargo, el metabolismo de primer paso impide la
administración oral de la mayoría de ellos. En medicina veterinaria, el uso de opioides orales se
ha limitado a la codeína (60% biodisponible), el hicodán y (a dosis elevadas) el butorfanol. No
obstante, la morfina también puede ser útil oralmente. Esta última también está disponible en
preparaciones de liberación lenta. Existen preparaciones transdérmicas de algunos de los pro-
ductos liposolubles (fentanil). La administración epidural o intratecal permite la penetración a
la médula espinal con efectos sistémicos limitados. Los compuestos más liposolubles (como el
fentanil) tienden a movilizarse rápidamente a través de la duramadre y hacia el tejido espinal por
lo que tienen una respuesta local rápida. Los fármacos menos liposolubles, como la morfina, no
se distribuyen rápidamente dentro de la médula espinal y, por ende, es más probable que se
difundan hacia arriba o hacia abajo de la misma, proporcionando así una mayor área de analge-
sia. 6
Debemos esperar cambios en la respuesta a los opioides entre las diversas especies, en
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pacientes muy jóvenes o muy viejos, y en pacientes que sufran enfermedad hepática, cardiovas-
cular o respiratoria, hipotensión, traumatismo craneano y, en el caso particular de los gatos,
hipertiroidismo. La duración –pero no la magnitud– de la analgesia se incrementa con la edad en
los pacientes humanos, supuestamente debido a cambios en el metabolismo hepático y en la irri-
gación sanguínea del hígado. En algunos pacientes se disminuye la dosis hasta un 75%, particu-
larmente en casos geriátricos o en presencia de enfermedad hepática. La "morfinomanía" descri-
ta típicamente en los felinos, puede reflejar simplemente una sobredosis. Los opioides tienden a
causar la liberación –más que la inhibición– de algunos neurotransmisores como la dopamina y
la acetilcolina, y esto puede ocurrir en gatos con dosis elevadas. Cuando se utilizan los opioides
en combinación con derivados de la fenotiazina (que bloquean muchas de las acciones de los
neurotransmisores), parece reducirse la incidencia de efectos adversos en el gato.
Efectos Adversos. Las principales desventajas de los opioides reflejan depresión gener-
al del SNC, incluyendo depresión respiratoria relacionada con la dosis y, en menor medida,
depresión cardíaca. Los opioides sintéticos fueron diseñados para inducir analgesia sin los efec-
tos colaterales indeseables (como sedación y depresión respiratoria). La depresión respiratoria
por lo general es la causa de la muerte en los seres humanos que sucumben ante los opioides. El
mecanismo es una reducción en la capacidad de respuesta de los centros respiratorios del tallo
cerebral al bióxido de carbono, que es el estímulo primario de la respiración. Los centros que
regulan el ritmo respiratorio también se ven deprimidos1. La depresión –que se manifiesta como 7
una reducción en la respuesta respiratoria– es discernible a dosis inferiores a las asociadas con
la sedación, y aumenta a medida que se eleva la dosis. Sin embargo, la depresión respiratoria rara
vez causa preocupación clínica, excepto en casos de sobredosis o en presencia de disfunción pul-
monar aunque se administren las dosis estándar1. Los opioides se deben usar con precaución en
pacientes que presenten algún problema en el funcionamiento del aparato respiratorio.
pueden ser preferibles en los pacientes con ataques convulsivos. El impacto del uso de opioides
en pacientes epilépticos no está claro. La sedación es común con el uso de opioides, dependien-
do del compuesto y de la especie –como ocurre en el perro, debido a estímulo de los receptores
mi– y puede ser una desventaja o una ventaja, dependiendo de la situación clínica. La morfina y
los opioides relacionados con ella deprimen el centro tusígeno. Debido a que la depresión respi-
ratoria y la supresión de la tos no parecen estar relacionadas, los opioides antitusígenos no nece-
sariamente causan depresión respiratoria. En contraste a la depresión, los opioides estimulan
directamente la "zona desencadenante de los quimiorreceptores" (CRTZ, por sus siglas en inglés)
por lo que pueden causar náusea y vómito. Los efectos eméticos que tipifican la administración
de los opioides como agentes solos no se presenta por lo general en los pacientes postoperato-
rios, enfermos o que presenten dolor. Aunque hay ocurrencia de tolerancia, dependencia física y
excitación, no se deben considerar como reacciones adversas al uso de los opioides. En caso de
tolerancia, lo más probable es que ésta se desarrolle para la analgesia, la euforia, la sedación, la
depresión respiratoria, la náusea, el vómito y la supresión de la tos. La dependencia física ocurre
a medida que los opioides exógenos reemplazan a los opiatos endógenos. La excitación se man-
ifiesta generalmente con signos opuestos a los efectos originales causados por el fármaco y refle-
ja hiperestimulación del SNC a medida que ocurre la readaptación a la ausencia del compuesto.
El surgimiento de tolerancia y dependencia física ha hecho que muchos miembros de la clase de
los analgésicos opioides, ahora se clasifiquen como sustancias de abuso potencial. La clase real
designada para algunos de los compuestos menos "riesgosos" puede variar de un estado a otro, 8
dentro de la Unión Americana.
Los agonistas puros tienden a pertenecer a las Clases II ó III; los agonistas mixtos o par-
ciales tienden a quedar en las Clases IV ó V, dependiendo del potencial de abuso. Recientemente
se reclasificó al butorfanol pasándolo de la Clase V a la Clase IV. No está claro cuánto tiempo
antes se deban administrar los compuestos para que la tolerancia, la dependencia física y la
excitación causen preocupación clínica. Se ha descrito dependencia a la morfina en perros; no
obstante, en esta especie, los agonistas/antagonistas mixtos o los agonistas parciales se han aso-
ciado con el menor riesgo de dependencia. Entre los opioides estudiados en el humano, la
buprenorfina parece ser la que menos probabilidades tiene de causar dependencia5. Los opioides
se pueden descontinuar en los pacientes humanos dependientes a estos fármacos sin causarles los
signos típicos de excitación, al disminuir la dosis de 25 a 50% cada dos días. Además de los efec-
tos en la CRTZ, los opioides tienen efectos directos sobre el tracto gastrointestinal. En el intesti-
no delgado –y particularmente en la parte superior del éste– se incrementa el tono en reposo (por
segmentos) por lo que disminuye marcadamente la actividad propulsora. El estímulo inicial de
la motilidad gastrointestinal puede dar como resultado defecación, pero la depresión subsecuente
de la motilidad gástrica puede causar constipación con el uso prolongado. Los opioides también
disminuyen las secreciones del intestino delgado a la vez que incrementan la absorción de agua.
Debido al mayor tiempo de tránsito que permite una absorción más completa del contenido lumi-
nal, los opioides pueden estar contraindicados en pacientes que sufran enfermedades obstructi-
vas gastrointestinales o problemas asociados con bacterias y/o la producción de toxinas. Los opi-
oides también disminuyen las secreciones biliar y pancreática; no obstante, los opioides similares
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a la morfina (pero no el butorfanol) causan contracción del esfínter de Oddi e incrementan la pre-
sión de los conductos biliares. Los cambios en la temperatura corporal reflejan alteraciones en la
respuesta a la termorregulación. En perros lo más común es hipotermia mientras que en los gatos
se observa con más frecuencia hipertermia.
También se le puede usar a dosis de 0.4 mg/Kg para contrarrestar los efectos sedantes de la oxi-
morfona (y, supuestamente, de otros agonistas opioides puros). Sin embargo, algunos de los efec-
tos analgésicos de los opioides puros también se contrarrestan. La buprenorfina es un derivado
de la tebaína de la Clase V, con potentes efectos analgésicos que son 25 ó más veces superiores
a la morfina. Es un antagonista kappa y un agonista/antagonista parcial de los receptores mi. La
buprenorfina es uno de los dos (o tres) opioides más comúnmente usados para el control del
dolor en pequeñas especies y se le ha recomendado como el analgésico de uso más general para
el control del dolor en animales de laboratorio (incluyendo perros). Aun cuando el inicio de su
acción tarda más que el de la morfina, sus efectos tienen mucho mayor duración (en el hombre).
En el perro, la buprenorfina parece tener una vida media de 42 horas. Debido a su elevada lipofil-
ia, la buprenorfina tiene un alto volumen de distribución (33 l/Kg) y parece quedar secuestrada
en los tejidos. Su prolongada vida media puede contribuir a la mayor duración de su acción, en
comparación con el butorfanol. Al igual que la morfina, la buprenorfina induce depresión respi-
ratoria dependiente de la dosis cuyo inicio se puede retrasar. Al igual que ocurre con el butor-
fanol, se alcanza un tope máximo. Aun cuando la depresión respiratoria no ha representado
mayor problema en los pacientes humanos tratados con este compuesto, vale la pena recordar
que estos efectos no son completamente reversibles con los antagonistas como la naloxona. Sus
efectos colaterales cardiovasculares son limitados. Una ventaja adicional de la buprenorfina es
su capacidad de revertir la sedación inducida por los opioides mientras se mantiene la analgesia.
Se le ha recomendado como el agente reversivo de elección (en lugar de la naloxona) en 12
pacientes humanos que reciben neuroleptanalgésicos.
Antagonistas Puros. Los antagonistas se usan para revertir rápidamente los efectos en
caso de sobredosis o depresión respiratoria grave, o en caso de que sea deseable la ambulación
después del uso de un opiato. Dependiendo del antagonista y de los receptores con los que inter-
actúe, la analgesia se revierte pero se presentan efectos colaterales indeseables. Esto es particu-
larmente cierto para los antagonistas puros. Al igual que los agonistas, los antagonistgas se
pueden considerar como puros o como parciales en sus efectos. Los antagonistas generalmente
no se clasifican. La naloxona es un antagonista puro que posee 30 veces la potencia de la nalor-
fina y es 50 veces más potente que el butorfanol. Su uso está aprobado en el perro, pero no en el
gato. Como antagonista puro no está sujeto a la Ley de Sustancias Controladas. Su capacidad de
bloquear a cada uno de los tipos de receptores de los opioides es variable. De hecho, el tipo de
receptor se puede basar –de alguna manera– en la respuesta a la naloxona. Los receptores mi son
los más sensibles al antagonismo de la naloxona; los receptores sigma son los menos sensibles.
Las dosis altas de naloxona causan reversión en los receptores delta y los kappa. Este efecto
antagonista de la naloxona también depende de la afinidad hacia ella por parte del receptor, cuan-
do esta es mayor que por el compuesto que se va a contrarrestar. Entre los opioides la buprenor-
fina se caracteriza por su afinidad sumamente elevada hacia los receptores, la cual es superior a
la de la naloxona. Por ende, la buprenorfina no es reversible por la naloxona. Después de la
reversión exitosa con la naloxona, los efectos respiratorios, sedantes y cardiovasculares de los
opioides se ven contrarrestados durante una a cuatro horas. La administración repetida puede
estar indicada dependiendo del tipo de opioide agonista que se haya usado. Por ejemplo, los efec-
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tos de la oximorfona pueden durar más tiempo que los de la naloxona. Esta última se debe
administrar lentamente cuando se utiliza la vía IV en una sola aplicación de la dosis total, debido
al posible estímulo cardiovascular que se manifiesta como un incremento en la actividad del sis-
tema nervioso simpático. Esta mayor actividad del sistema nervioso simpático supuestamente
refleja la reversión repentina de la analgesia y, con ella, la percepción del dolor. En el ser
humano, esta mayor actividad del sistema nervioso simpático se puede manifestar en forma de
taquicardia, hipertensión, edema pulmonar y disrritmia cardíaca (incluyendo fibrilación ventric-
ular). La naloxona antagoniza los efectos de los depresores no opiatos y además modifica la
acción de la dopamina y del GABA (N. del T: ácido gama aminobutírico) en el SNC. También
se ha estudiado por su capacidad de modificar la respuesta fisiológica indeseable en caso de
choque circulatorio y séptico; sin embargo, este uso terapéutico –que en una época se consideró
como benéfico– parece generar un incremento en la mortalidad y puede causar efectos adversos.
La naloxona no está aprobada como agente antagonista en gatos, toda vez que esta especie
parece no reaccionar en forma predecible ante este antagonista. La recuperación y la super-
vivencia no mejoraron en gatos pequeños en los que se utilizó la naloxona para contrarrestar a
los opioides.
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Analgésicos Opioides
Son cuatro los GGN principales que desempeñan un papel en el cartílago: los sulfatos
de condroitina (CDS), los sulfatos de queratán, los sulfatos de dermatán y el ácido hialurónico.
El complejo PGN del cartílago está unido –por una proteína de vinculación– al ácido hialuróni-
co. Los CDS (4- y 6- sulfato) constituyen el principio de GGN del cartílago maduro, mientras
que otros sulfatos (de queratán, de dermatán, etc.) constituyen el resto. Los CDS están com-
puestos por residuos sulfatados alternantes de ácido glucurónico y una galactosamina. Para
propósitos comerciales, las fuentes de CDS son la tráquea, el tabique nasal y el cartílago de
tiburón. Los proteoglicanos son moléculas de gran tamaño que atrapan agua por lo que
mantienen la consistencia del cartílago similar a un gel y actúan como un absorbente elástico de
los efectos de shock. Los condrocitos son metabólicamente muy activos, pues constantemente
están degradando y resintetizando los PGN y el colágeno. Los sustratos y la energía para estas
actividades se transportan hacia el cartílago y se eliminan del mismo como material de desecho
mediante un mecanismo de "bombeo" sinovial. La agresión inicial conducente a la degeneración
del cartílago puede variar (por ejemplo una herida, una malformación congénita, una sobrecarga
crónica, la edad, etc.) pero la secuencia de los sucesos es similar. Los cambios ocurren mucho
antes de que los signos clínicos se hagan evidentes (incluyendo a los radiográficos). La lesión
inicial en la osteoartritis ocurre en el cartílago. Al principio del curso de la enfermedad se pre-
senta condromalacia (reblandecimiento del cartílago). Se incrementa de manera importante la
tasa de destrucción y regeneración del colágeno por parte de los condrocitos y la reparación tal
vez no genere el colágeno apropiado (Tipo II). Finalmente puede predominar la pérdida del
colágeno. Probablemente existan diferencias entre las especies, en materia de reparación del
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colágeno. Los proteoglicanos también se pierden a medida que avanza la enfermedad articular
degenerativa. Inicialmente, se incrementa de manera notable la síntesis de PGN, pero tal vez no
se mantengan las proporciones normales de PGN de alto PM y de bajo PM. A la larga la sínte-
sis de PGN disminuye en forma importante. También se reducen las concentraciones de ácido
hialurónico. La pérdida de la matriz cartilaginosa está mediada, en parte, por enzimas proteolíti-
cas como las metaloproteasas, incluyendo a las colagenasas, la estromelisina y la agrecanasa,
además de enzimas de los lisosomas liberadas (a causa del estímulo producido por la interleuci-
na-I ó tal vez por el factor de necrosis tumoral, TNF) por las células sinoviales o los condroci-
tos. Las interleucinas a y 6, el factor de necrosis tumoral y el óxido nítrico también actúan como
mediadores celulares o moleculares. Los mediadores (eicosanoides, interleucina 1 y factor de
necrosis tumoral) actúan para regular a la alza las enzimas catabólicas de la destrucción, mien-
tras que regulan a la baja a los mediadores que inhiben las acciones catabólicas. Los procesos
catabólicos de la degeneración del cartílago empeoran a medida que estas enzimas se liberan. La
muerte de los condrocitos puede ocurrir desde el principio del proceso de la enfermedad articu-
lar degenerativa. Las células sinoviales fagocitan los productos de la degradación e inician un
proceso inflamatorio (químico). El colágeno queda expuesto y se desarrollan fisuras en el cartíla-
go. Se incrementa la degradación del tejido local, se activan los leucocitos y todo esto, a la larga,
conduce a un círculo vicioso de degradación e inflamación. A medida que el cartílago continúa
soportando el peso del cuerpo, avanzan la destrucción mecánica y los cambios fisiológicos. El
cartílago dañado no puede soportar correctamente el peso por lo que queda expuesto el hueso 16
subcondral a las fuerzas que normalmente estarían amortiguadas. Se produce esclerosis subcon-
dral y las superficies articulares superpuestas se osifican y endurecen. Se interrumpe la home-
ostasis del cartílago lo cual limita el acceso al líquido que contiene los nutrimentos. El fluido lib-
erado hacia la cápsula sinovial no se puede absorber con eficiencia y, además, los condrocitos y
las células sinoviales liberan mediadores de la inflamación, por lo que se produce dolor articu-
lar. Las microfracturas y fisuras permiten que el líquido sinovial penetre al hueso con la con-
siguiente formación de un quiste subcondral. El cartílago dañado intenta realizar la reparación
sintetizando nuevos PGN y colágeno. La osteoartritis probablemente se presenta cuando el pro-
ceso catabólico es mucho mayor que el proceso de reparación. Los objetivos de la terapia con-
tra la enfermedad articular degenerativa deben ser: 1. Controlar el dolor, 2. Aumentar la movili-
dad, 3. Prevenir la degradación continua de la articulación y 4. Proporcionar apoyo al proceso de
reparación. Además de la terapia medicamentosa, se debe implementar una dieta (para controlar
el peso) y un régimen de ejercicio. Agentes Administrados por Vía Oral para Modificar la
Enfermedad (Agentes Modificadores de los Síntomas o de la Estructura)
Aspectos Legales. El término nutracéutico no es un término legal sino que fue acuñado
en medicina humana para referirse a los agentes que no son ni nutrimentos ni farmacéuticos de
acuerdo a la definición de la Autoridad de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA). En
medicina veterinaria, este vocablo se ha utilizado para referirse a productos endógenos (en con-
traposición a las yerbas y los productos de la botánica) que han sido concentrados o sintetizados
y que se usan para respaldar estructuras o funciones corporales. La industria de los suplementos
alimenticios en medicina humana ha logrado efectividad al apoyar la aprobación, en 1994, de la
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Ley de Suplementos Dietéticos y para la Salud que rige a la FDA como autoridad gubernamen-
tal sobre muchos de estos compuestos. No obstante, el Centro de Medicina Veterinaria ha deter-
minado que los productos para uso animal no caen dentro de la DSHEA principalmente debido
a preocupaciones de contaminación en la cadena alimentaria para el humano, pero además tam-
bién debido a las marcadas diferencias que existen entre las especies. Actualmente, la legislación
para la comercialización de estos productos se realiza a nivel estatal mediante los Oficiales
Estatales de Alimentos para Uso Animal. En América del Norte se han formado dos grupos en
respuesta al interés que existe en estos productos: la Alianza de Nutracéuticos (Canadá) y el
Consejo Nacional de Suplementos para Uso Animal (EE.UU.). Este último parece haber adop-
tado un enfoque más agresivo para establecer los lineamientos legales sobre el uso de estos pro-
ductos. Una preocupación importante con respecto a ellos es la falta de aprobación antes del lan-
zamiento al mercado, en los rubros de seguridad y eficacia. Pocas compañías han proporciona-
do voluntariamente la información con respecto a cualquiera de estos temas. Igualmente pre-
ocupante es la falta de evidencia sobre el control de calidad de muchos de estos productos.
Existen pruebas de que en el 84% de los productos que contienen CDS hay errores de etiqueta-
do (las declaraciones de la etiqueta sobre el contenido del producto son incorrectas), aun cuan-
do un porcentaje menor de las etiquetas de los productos que contienen GLM tienen también
estos problemas. Los productos que cuestan menos de US$1.00 por cada 1,200 mg de CDS pare-
cen tener más posibilidades de presentar estos problemas. Nótese que la mayoría de los produc-
tos con etiqueta correcta en lo que se refiere a la cantidad de compuestos contienen más CDS de 17
alto PM que de bajo PM. Existe una cierta guía sobre qué producto comprar. En Estados Unidos
la revista Good Housekeeping Magazine™ recientemente aceptó la publicidad de un producto
(Nutramax Cosequin®), indicando que dicho producto ha pasado sus rigurosos estándares para
demostrar que son ciertos los beneficios para la salud que indican, mediante la realización de
estudios doble ciegos y con testigos que recibieron un placebo, además de haber probado que sus
productos contienen los ingredientes que aparecen en la etiqueta. La Farmacopea de Estados
Unidos implementó recientemente un Programa de Verificación de Suplementos Dietéticos. Al
igual que con los productos quimicofarmacéuticos, dicha farmacopea genera monografías de los
ingredientes que contienen los suplementos alimenticios y evalúa los productos enviados volun-
tariamente por los fabricantes para revisar el contenido de la etiqueta con el fin de asegurar la
satisfacción de sus estándares. Nótese que el efecto placebo de estos productos (véase más ade-
lante) además de su efecto residual (hasta por varios meses) complica el cambio a fuentes alter-
nativas (más económicas). Si se selecciona un producto más barato, los efectos del nuevo pro-
ducto no se deben considerar durante varios meses después del cambio. Las recomendaciones de
la Asociación Americana de Reumatólogos sugiere que una vez que se encuentra un producto
que sí funciona, se debe continuar usándolo.
Los sulfatos-4 de condroitina son de origen mamífero y son los más abundantes en el cartílago
de este tipo de animales, mientras que el sulfato-6 de condroitina es el cartílago de tiburón.
Presumiblemente, como nutrimentos precursores, los sulfatos de condroitina y los GLM admin-
istrados oralmente, son extraídos del suero por los condrocitos y son utilizados para la síntesis
de proteoglicanos. El ácido ascórbico es un agente reductor para las enzimas que forma residu-
os importantes para la formación de fibrillas y para entretejer las fibras de colágeno para el
cartílago articular, la cápsula de la articulación, los tendones, los ligamentos y el hueso. Durante
los períodos en que la degradación del cartílago excede a su formación, la necesidad de molécu-
las precursoras puede ser superior a su disponibilidad por lo que se inhibe el proceso de
reparación. La disponibilidad de compuestos para administración oral no sólo incrementa la efi-
cacia de la capacidad que tienen los condrocitos para reparar el cartílago dañado –lo cual se hace
evidente mediante un aumento en la síntesis– sino que permite menos oportunidades para la for-
mación de moléculas no apropiadas. Los precursores suplementados por vía oral también pueden
inhibir la degradación del cartílago.
Además de sus efectos sobre los procesos degenerativos y de reparación del cartílago,
parece que las glucosaminas modulan los procesos inflamatorios, tal vez buscando y atrapando
los radicales de oxígeno. También se inhiben las enzimas encargadas de la degradación del
cartílago. La respuesta a las GLM (reducción de los signos clínicos) es comparable con los com-
puestos antiinflamatorios no esteroidales y –potencialmente– se también lo es con los productos 18
que combinan GLM con CDS. Además de los materiales que tienen el propósito de respaldar la
articulación, algunos productos también contienen sustancias que pueden contribuir al control de
la inflamación, como por ejemplo los ácidos grasos omega (ejemplo: Artroflex®).
Disposición: Los estudios han demostrado que los componentes principales de estos
productos son bien absorbidos. Se ha informado sobre la absorción –hasta del 70%– de los CDS
de bajo peso molecular (<17,000) en diversas especies tratadas con materiales radiactivos. La
biodisponibilidad de las sales de GLM también es buena, aunque varía, siendo el clorhidrato la
sal más activa biológicamente (87%), en contraposición a los sulfatos (47%) por lo que las dosis
de estos últimos deben ser más altas. Parece que ambos compuestos son absorbidos hacia la
articulación. Los estudios en los que se han usado rastreadores radiactivos han documentado que
estos compuestos se incorporan a diversas estructuras articulares.
Evidencia de seguridad: Parece que los productos que contienen GLM y CDS son
seguros y, de hecho, aparentemente no es posible establecer la dosis letal 50% (DL50) en perros.
La función de las plaquetas puede cambiar aunque la relevancia clínica de este hallazgo no es
obvia. Tanto en perros como en gatos, los productos orales que contienen GLM y CDS se aso-
ciaron con la significativa prolongación de los tiempos de sangrado, aunque éstos permanecieron
dentro de los límites normales. En la literatura humana están apareciendo publicaciones sobre
complicaciones en pacientes diabéticos que reciben GLM, sugiriendo que estos compuestos
pueden producir problemas en la homeostasis de la glucosa, tal vez debido a una disminución en
la liberación de insulina (posiblemente a causa de un aumento en el metabolismo de las hex-
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Los agentes modificadores de la enfermedad se pueden usar ya sea solos (más proba-
blemente en casos leves) o en combinación con otros fármacos (como antiinflamatorios no
esteroidales). El tratamiento debe comenzar lo antes posible pues debemos recordar que si sólo
queda un poco de cartílago normal, la efectividad puede ser mínima. Estos compuestos se pueden
considerar como de "seguimiento" en pacientes que han respondido a los PSGAG. Sin embargo,
al igual que con los PSGAG se deben considerar en cualquier condición en la que se sospeche o
se prevea que ocurrirá daño articular, incluyendo traumatismo, exceso de uso, cirugía, infec-
ciones o causas mediadas por el aparato inmunocompetente. Se debe considerar la terapia de
combinación, incluyendo a varios productos (entre ellos los compuestos antiinflamatorios no
esteroidales o los glucocorticoides, que pueden ser condrodestructivos). La dosificación de estos
productos se puede basar en el producto combinado de patente que existe en el comercio
(Nutramax Laboratories): Cosequin: 500 mg de GLM, y 400 mg de sulfato de condroitina (pref-
erentemente condroitina 4) por cada 50 Kg, dos veces al día. Las indicaciones, además de
osteoartritis, incluyen traumatismo, daño inducido quirúrgicamente (incluyendo procedimientos
selectivos) y artritis séptica o mediada por el aparato inmunocompetente. Su uso también se debe
considerar cuando se utilicen fármacos que puedan contribuir al daño del cartílago (como las
quinolonas fluoradas en perros en crecimiento) o en conjunto con compuestos antiinflamatorios
no esteroidales condrodestructivos, o glucocorticoides utilizados en el tratamiento de la osteoar-
tritis. Estos productos no se someten a un proceso de aprobación. Actualmente existe en el mer-
cado una gran cantidad de agentes modificadores de la enfermedad, para administración oral, que 20
se pueden emplear en el tratamiento de la osteoartritis. Debido a que no se someten estos pro-
ductos a un proceso de aprobación antes de su lanzamiento, en lo que se refiere a su seguridad,
su eficacia o su fabricación, invitamos a los médicos veterinarios a recomendar aquellos pro-
ductos de reputación comprobada. La S adenosilmetionina es un donador de grupos metilo para
una serie de acciones metabólicas y, además, intensifica la actividad del glutatión (como cazador
de radicales). Algunos estudios han documentado efectos antiinflamatorios y modificadores de
la enfermedad (como por ejemplo la síntesis de PGN) en el cartílago. El metilsulfonilmetano
(MSM) es un metabolito del dimetilsulfóxido (DMSO) que se caracteriza por sus efectos antiin-
flamatorios, en parte debidos a su capacidad de buscar y atrapar los radicales de oxígeno. El
DMSO actúa como analgésico y estabiliza las membranas celulares, efecto –este último– que
contribuye al mantenimiento de los tejidos conjuntivos, incluyendo al colágeno. Parece que el
MSM mantiene los efectos benéficos del DMSO. También puede servir como una fuente de
azufre orgánico necesario para la formación de compuestos orgánicos azufrados. El uso de MSM
en combinación con DMA para uso oral es un enfoque razonable en el tratamiento de la osteoar-
tritis.
equívocos. Es poco frecuente observar efectos colaterales. Sus indicaciones clínicas son limi-
tadas. Mejillón de Labios Verdes (Perna canaliculus). El mecanismo exacto de los nutracéuticos
incluidos en este animal es desconocido; no obstante, el producto de él derivado contiene sales
de GLM, CDS, ácido hialurónico y otros GGN, además de ácidos grasos poliinsaturados de
cadena larga (PUSFA, por sus siglas en inglés) de la serie omega. Estos últimos compuestos
pueden disminuir la inflamación al sustituir al ácido araquidónico en las membranas celulares.
Las prostaglandinas metabolizadas a partir de estos ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga
son menos inflamatorias que las metabolizadas a partir de los AA. Este mejillón también con-
tiene lisolecitina, la cual parece actuar como agente antihistamínico, contribuyendo todavía más
al control de la inflamación. Diversos estudios en humanos han respaldado sus efectos regener-
ativos y antiinflamatorios. Una prueba clínica realizada en perros con osteoartritis indica que la
inclusión del mejillón de labios verdes en una dieta seca produjo efectos benéficos al compara-
rse con una dieta placebo.
Referencias Selectas
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tis progression: a randomized, placebo-controlled clinical trial. Lancet 2001; 357: 251;
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clinical efficacy and safety of an oral nutraceutical. Preventative Veterinary Medicine 1999; 38:
65.
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
¿El COX-1, al Contrario del COX-2, Proporciona Selectivamente una Base Racional 22
para la Selección del AINE? Prácticamente todos los tejidos expresan COX-1 bajo condiciones
basales. Una serie de estudios reveló que las prostaglandinas constitutivas mediadas por el COX-
1 son, en gran medida, responsables de los mecanismos homeostáticos básicos, aunque existen
excepciones. Ambas isoformas de la enzima se expresan en forma constitutiva en el sistema
nervioso central (SNC) y, dependiendo de la especie, en algunas áreas del riñón. En el tracto gas-
trointestinal la prostaglandina E2 mediada por el COX-1 está presente en todas las áreas de dicho
tracto y, en algunas de ellas, se expresa a niveles de más del doble que la COX-2. Por el con-
trario, la prostaglandina E mediada por el COX-2 es inducida en presencia de úlcera o erosión
gastrointestinal. De hecho, parece que el COX-2 es la isoforma que sirve de mediador para la
reparación de los tejidos dañados y su expresión alcanza su mayor nivel dentro de los primeros
10 días de ocurrido el daño. Parece que el COX-2 es responsable de los mecanismos home-
ostáticos en ciertos órganos y se expresa de manera constitutiva en el cerebro y en los riñones.
En el primero, la expresión ocurre en ciertas áreas de la médula espinal, donde puede ser un
mediador clave en la transmisión del dolor. Su expresión también se incrementa en respuesta a
la actividad neuronal selecta y después de la actividad convulsiva. Respecto a la expresión del
COX-2 en el riñón, existen diferencias entre las diversas especies animales, aunque se observa
en la vasculatura de los glomérulos renales y en el músculo liso del endotelio de los vasos inter-
lobulares. En perros, el COX-2 se expresa de manera constitutiva en el asa gruesa ascendente de
Henle y en la mácula densa. La expresión de COX-2 se incrementa en caso de hipovolemia y por
acción de los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina como el captopril. En el
tracto reproductor son variables las funciones de las prostaglandinas mediadas por el COX-2,
pero los estudios respaldan que la falta de actividad del COX-2 se correlaciona con infertilidad
en las hembras. Por lo tanto, aun cuando las prostaglandinas mediadas por el COX-1 son, en gran
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
medida, responsables de las acciones homeostáticas, las prostaglandinas mediadas por el COX-
2 desempeñan papeles de gran importancia en ciertos tejidos (como el riñón) y lo hacen también
en la cicatrización. El uso perioperatorio de fármacos selectivos del COX-2 se debe hacer con
cautela. Aun cuando las prostaglandinas derivadas del COX-2 desempeñan claramente el papel
dominante en la generación de inflamación, se ha observado que las prostaglandinas mediadas
por el COX-1 se elevan en ciertos modelos o síndromes de inflamación, sugiriendo que puede
ser necesaria la inhibición del COX-1 en ciertas condiciones inflamatorias. Nótese que los
AINES se caracterizan por sus acciones antiinflamatorias distintas a las mediadas por la inhibi-
ción de las prostaglandinas (ejemplo, inhibición directa de la adhesión de los neutrófilos, falta
de acoplamiento de la fosforilación oxidativa, etc.). Finalmente, aun cuando el foco de esta dis-
ertación es el papel de las prostaglandinas en la inflamación, muchos otros mediadores son
responsables de la respuesta inflamatoria; no obstante, la inhibición selectiva del COX-2 debe
disminuir sólo de manera mínima (a lo sumo) la eficacia de los AINES.
El efecto diferencial de los AINES sobre las isoformas de la ciclooxigenasa ofrece una
leve idea del efecto diferencial farmacológico y tóxico de los AINES. Como clase de com-
puestos, los AINES parecen inhibir tanto al COX-1 como al COX-2; sin embargo, parte de la
cantidad del fármaco necesaria para inhibir a cada una de las dos isoformas proporciona una base
para evaluar la seguridad y la eficacia relativas de cada compuesto. La proporción COX-2:COX-
1 describe la cantidad de compuesto necesaria para inhibir a la isoforma respectiva de la enzima 23
ciclooxigenasa. Una proporción COX-1:COX-2 superior a 1 indica que la inhibición del COX-
1 requiere más fármaco que la inhibición del COX-2, lo cual sugiere que este medicamento es
más seguro que otro caracterizado por una proporción inferior a 1. La importancia de las difer-
encias entre las especies al interpretar estos estudios se ejemplifica por un trabajo que, para este
fin, implementaron Ricketts y sus colaboradores (1998) usando plaquetas caninas y células sim-
ilares a macrófagos estimuladas con endotoxina. Estos autores también estudiaron los efectos de
diversos AINES basando sus comparaciones en las proporciones COX-1:COX-2, encontrando
las siguientes: carprofén: 129 para la mezcla racémica, 181 para el isómero S y >4.19 para el
isómero R; nimesulide: 38; ácido meclofenámico: 15.4; ácido tolfenámico: 15.0; meloxicam:
2.90; fenilbutazona: >2.64; flunixín meglumina: 0.635; etodolac: 0.517; aspirina: <0.343; ceto-
profén: 0.232. Estos números están más en línea con lo que parece ocurrir en la clínica. En otras
palabras, el carprofén y el meloxicam son compuestos más seguros que la aspirina y el ceto-
profén; sin embargo, este estudio también sugiere que el etodolac es menos seguro que la
fenilbutazona e incluso que la flunixín meglumina, hallazgo que contrasta con el uso clínico de
estos fármacos.
A pesar de esta incongruencia, estos dos estudios, en dos especies distintas, ofrecen una
guía respecto a la selección de los AINES a utilizar en medicina veterinaria. Los que tienen una
proporción COX-1:COX-2 más favorable parecen ser clínicamente más seguros para minimizar
el riesgo de úlcera gastrointestinal inducida por AINES; no obstante, como señala la compara-
ción entre las concentraciones de IC50 e IC80, con frecuencia se pierde la selectividad a con-
centraciones más elevadas, mismas que probablemente ocurran a dosis terapéuticas. Estos dos
estudios también señalan los riesgos de usar la información recopilada de tejidos de especies dis-
tintas a la que se desea tratar. Mientras que los datos en seres humanos sugieren que el carprofén
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
Los AINES también tienen efectos inhibitorios directos sobre los neutrófilos y son
capaces de ejercer inmunomodulación. La presencia de efectos analgésicos centrales también se
ha sugerido para algunos AINES, pero no para todos. Los AINES comparten diversas
propiedades farmacocinéticas. Como ácidos débiles, tienden a ser bien absorbidos después de la
administración oral. Las soluciones inyectables tienden a ser alcalinas y pueden producir necro-
sis o dolor en caso de derrame perivascular. Estos compuestos son liposolubles pero se caracter-
izan por un pequeño volumen de distribución (aproximadamente 10%) por su unión a la albúmi-
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
na sérica que puede ser superior al 90%. El desplazamiento de ellos a partir de la albúmina y
debido a competencia con otras sustancias por los sitios de unión, o debido a disminuciones en
la concentración de albúmina sérica pueden producir inicialmente concentraciones más altas del
compuesto farmacológicamente activo y, de esta manera, predisponer al paciente a los efectos
adversos inducidos por él. La tasa de eliminación de los AINES es variable y difiere tanto en
velocidad como en magnitud por efectos tanto de los compuestos como de las especies. Las
diferencias en las tasas de eliminación son, en gran medida, responsables de las diversas vidas
medias entre los animales. La mayoría se elimina principalmente mediante el metabolismo hep-
ático. Es necesario tener precaución al extrapolar estas dosis de un animal a otro, por efectos
tanto de la edad como de la especie. Las diferencias atribuibles a la especie en lo que se refiere
a la eliminación de los AINES están bien documentadas y son responsables de algunas de las
reacciones adversas asociadas comúnmente con el uso de estos compuestos. Los efectos farma-
cológicos de esta clase de fármacos incluyen analgesia, antipiresis y control de la inflamación.
Los AINES tienen efectos variables sobre el cartílago. Se ha demostrado que inhiben la síntesis
de proteoglicán in vitro y, en el caso de los salicilatos, este dato está respaldado con estudios in
vivo. La evidencia más reciente indica que algunos pueden modificar favorablemente el metab-
olismo de los proteoglicanos, el colágeno y la matriz, y pueden disminuir la liberación de pro-
teasas o metabolitos tóxicos del oxígeno. Se han documentado efectos adversos de varios AINES
sobre el cartílago normal variando desde reducción en la síntesis de proteoglicán (PGN) (aspiri-
na) hasta muerte de los condrocitos (fenilbutazona). Otros compuestos –como el naproxén, el 25
piroxicam, el cetoprofén y, posiblemente, el carprofén– se han reconocido por sus efectos con-
droprotectores, pues no solamente no contribuyen al proceso degenerativo sin que parecen pro-
teger a la articulación contra algunos de los procesos degenerativos. Aparentemente no se ha
determinado el efecto de muchos AINES sobre el cartílago (como ocurre con el ácido
meclofenámico y la flunixín meglumina).
El daño gastrointestinal es el efecto colateral más común y más grave de los AINES. Aun
cuando no se han comprendido completamente, existen hipótesis sobre varios mecanismos. La
erosión y la ulceración del tracto gastrointestinal reflejan la inhibición de la secreción de bicar-
bonato y moco, la epitelización y el aumento del flujo sanguíneo, procesos mediados por la
prostaglandina E2. El control de la secreción gástrica de ácido disminuye consecuentemente al
igual que la secreción de moco y bicarbonato, la epitelización de la mucosa y el aporte sanguí-
neo a la misma. La degradación de los pequeños vasos sanguíneos debida a la deficiencia de
moco puede ser la lesión inicial. También puede ser importante la irritación que causan directa-
mente los fármacos ácidos. Además, los salicilatos causan daño local debido a "retrodifusión"
del ácido, que causa lesión en las células de la mucosa y en los capilares de la submucosa. Parece
que no existe ninguna característica química que se pueda utilizar para predecir las posibilidades
de intoxicación gastrointestinal con un antiinflamatorio no esteroidal en particular. Los fármacos
que atraviesan por la circulación enterohepática (como el naproxén) pueden estar asociados con
una mayor incidencia de alteración gastrointestinal. Se ha descrito al perro como la especie más
particularmente sensible (véase el instructivo del ácido meclofenámico de Fort Dodge) a la
ulceración gastrointestinal inducida por los AINES. Se ha informado que todos los medicamen-
tos de este grupo que se utilizan en el perro pueden causar úlcera gastrointestinal, tanto en
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
reportes publicados como en comunicaciones orales. Se debe prever la formación de úlcera gas-
trointestinal en los perros que reciben este tipo de compuestos, consultando a los clientes sobre
los efectos colaterales y los tratamientos potenciales contra la lesión ulcerativa.
Desgraciadamente no existe un indicador sensible del sangrado gastrointestinal en el perro, por
lo que el daño puede ser bastante extenso antes de que los signos se hagan evidentes. El
tratamiento de la intoxicación gastrointestinal debe reemplazar a las prostaglandinas faltantes,
proteger la mucosa dañada y, en caso necesario, controlar la secreción gástrica de ácido. El miso-
prostol es un análogo sintético de prostaglandina (PGE) que previene la ulceración gastroin-
testinal causada por los AINES y ayuda en su cicatrización, además de que intensifica los efec-
tos antiinflamatorios y analgésicos de los AINES. Los beneficios del sucralfato son que éste se
une a la mucosa dañada, protegiéndola, además de que incrementa la síntesis de prostaglandinas,
aumenta la angiogénesis y estimula la producción de sulfhidrilos (cazadores de radicales de
oxígeno). Los fármacos antisecretorios como la cimetidina y la ranitidina, también se pueden
usar y están indicados en caso de úlcera severa que no responda a otras terapias aunque, por sí
solos, pueden no ser suficientes. Pueden ser más costeables que el misoprostol pero, aun cuan-
do controlan la secreción de ácido, no sustituyen los otros efectos citoprotectores de las
prostaglandinas. Por el contrario, el misoprostol puede ser más efectivo en presencia de agentes
que disminuyen la secreción gástrica de ácido. Todos los AINES son capaces de afectar adver-
samente la actividad de las plaquetas pues alteran la síntesis de prostaglandina (tromboxano). A
dosis farmacológicas, la aspirina acetila selectiva e irreversiblemente en residuos de serina de 26
una ciclooxigenasa de las plaquetas. La nefropatía por analgésicos es un efecto adverso relativa-
mente común de los AINES en humanos; sin embargo, no es tan frecuente en los animales
domésticos, parcialmente debido a que estos compuestos no se utilizan de manera tan prolonga-
da. En el riñón, las prostaglandinas vasodilatadoras son protectoras, asegurando que la vasodi-
latación medular y la producción de orina continuarán durante los estados de vasoconstricción
arterial. La pérdida de este efecto protector es importante en pacientes cuya función renal está
comprometida. Los pacientes con predisposición a nefropatía por analgésicos son los geriátricos,
los que presentan enfermedad cardíaca, renal o hepática, los hipovolémicos (incluyendo choque
y deshidratación) y los que reciben medicamentos nefrotóxicos (como aminoglucósidos, anfo-
tericina B y otras antiprostaglandinas) o nefroactivos (como los diuréticos).
El carprofén (2.2 mg/Kg por vía oral dos veces al día) es un antiinflamatorio no
esteroidal aprobado en Estados Unidos para uso en perros en el tratamiento de la osteoartritis.
En algunos países, pero no en Estados Unidos, también está aprobado para uso en gatos. El
mecanismo de acción del carprofén no se conoce bien, pero parece inhibir específicamente al
COX-2. Como resultado ejerce impacto sobre la inflamación aunque éste es mínimo sobre las
acciones fisiológicas o protectoras de las prostaglandinas. El carprofén puede tener otros mecan-
ismos también, como la inhibición de la fosfolipasa, además de afectar adversamente la lib-
eración de ácido araquidónico. Además de otros AINES, el carprofén se liga fuertemente a las
proteínas, se metaboliza en el hígado y, en el perro, se caracteriza por tener una vida media de
10 horas. En comparación con otros AINES, el carprofén es igualmente o más efectivo que la
mayoría de los estudiados en el control de la inflamación y, presumiblemente, del dolor asocia-
do con la inflamación en casos de osteoartritis. Todavía mejor es la seguridad de este producto,
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
pues los perros tratados con más de 10 veces la dosis necesaria para alcanzar las concentraciones
terapéuticas no desarrollaron efectos colaterales gastrointestinales. En una prueba con 70 perros
se observó que 6 de 36 animales tratados con carprofén desarrollaron signos clínicos indicativos
de alteración gastrointestinal, pero 3 animales que recibieron un placebo también desarrollaron
dichos signos. El carprofén es un analgésico tan efectivo que tiene potencial para el control del
dolor postoperatorio. El efecto del carprofén sobre la fisiología del cartílago es cuestionable y
parece ser bifásico. Los estudios en cartílago de perro revelan que incrementa la tasa de síntesis
de PGAG a las concentraciones en el líquido sinovial (10 mg/ml) logradas en pacientes humanos
que reciben una dosis terapéutica de carprofén. Sin embargo, la inhibición de la síntesis del
PGAG se presenta a concentraciones de 20 mg/ml o más63. Las concentraciones que se pueden
presentar en el líquido sinovial del perro después de la administración de una dosis terapéutica
de carprofén no se han publicado, pero probablemente no sean superiores a 10 mg. Por ende, no
es aparente un efecto nocivo del carprofén sobre la síntesis del cartílago.
Aun cuando es uno de los AINES más seguros que se emplean en perros, se han infor-
mado casos de afección gastrointestinal típica de los AINES en diversos perros. Por ello, se debe
tomar la precaución de platicar con los propietarios sobre el uso potencial de este compuesto en
perros. Además, se ha descrito hepatopatía aguda (tal vez idiosincrática) en varios perros trata-
dos con este fármaco. Pfizer está investigando actualmente el potencial de esta reacción adver-
sa. Como es de esperarse, los pacientes geriátricos son particularmente susceptibles a la intoxi- 27
cación con carprofén, por lo que se debe supervisar muy de cerca su uso en estos perros, regis-
trando los resultados ("monitoreo"). Esto es válido también con respecto a la enfermedad hep-
ática que se ha descrito con el carprofén. Aun cuando el labrador puede ser más susceptible a la
intoxicación, es muy probable que esto sólo refleje la popularidad que tiene esta raza más que
una verdadera predisposición a la enfermedad. La hepatotoxocidad se puede minimizar recopi-
lando información de línea base de investigación a nivel sanguíneo para determinar el fun-
cionamiento hepático (no usar el compuesto en presencia de enfermedad hepática), y repitiendo
los análisis sanguíneos a intervalos de 1, 2 y 4 semanas (lo ideal es hacerlo en todas estas fechas,
aunque no es indispensable), y después a intervalos de 3 a 6 meses, dependiendo del riesgo que
se perciba de la enfermedad. El tratamiento de la intoxicación consiste en descontinuar la admin-
istración y proporcionar terapia de sostén para el hígado, como se hace con cualquier
hepatopatía. En el caso de la enfermedad gastrointestinal es apropiado el uso de los medica-
mentos descritos previamente. Nunca combinar el carprofén –ni ningún otro antiinflamatorio no
esteroidal– con otro inhibidor de las prostaglandinas. Parece que ni los gatos ni los seres
humanos disfrutan del mismo nivel de seguridad con el carprofén que los perros. Este fármaco
se debe utilizar sólo durante períodos cortos en gatos. Otras reacciones adversas misceláneas del
carprofén, que se han publicado, incluyen la supresión de la médula ósea (reacción también
aparentemente de idiosincrasia). Recientemente se aprobó una tableta masticable. Es necesario
advertir a los clientes que deben mantener el medicamento fuera del alcance de su mascota, pues
ha habido perros que se han comido todo el contenido del frasco. La etiqueta del etodolac indi-
ca su uso una vez al día en perros. Su acción dura 14 horas en comparación con 9 horas para el
carprofén. La diferencia entre las vidas medias de estos dos compuestos puede carecer de rele-
vancia clínica y es probable que, en algunos animales, el carprofén también se pueda adminis-
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
trar sólo una vez al día. De hecho, la dosis y el intervalo de cualquier antiinflamatorio
no esteroidal se deben titular a la dosis mínima efectiva necesaria para controlar los
signos clínicos. La autora conoce cuando menos dos casos de hepatopatía aguda aso-
ciada con el etodolac, aunque ninguno de ellos se ha publicado en la literatura. La pre-
sentación clínica fue similar a la descrita para el carprofén.
El etodolac (de 10 a 15 mg/Kg/día por vía oral) parece ser también relativa-
mente selectivo para el COX-2, aun cuando una proporción publicada (en células sim-
ilares a macrófagos de canino) no es tan favorable como para el carprofén. Parece que
el etodolac es particularmente efectivo en la inhibición de la prostaglandina E-2 sin-
tetizada por los condrocitos y los sinoviocitos. Este compuesto está aprobado para su
uso una vez al día, aun cuando su vida media de 14 horas tal vez no sea suficiente-
mente diferente de las 9 horas de vida media del carprofén, que impiden el uso una vez
al día con este último. La seguridad clínica parece ser similar a la del carprofén.
Nosotros manejamos un caso de enfermedad hepática probablemente inducida por el
etodolac. El meloxicam (0.1 mg/Kg/día por vía oral) al igual que el piroxicam, es un
miembro del grupo oxicam de los AINES. Sin embargo, a diferencia del piroxicam, la
proporción COX-2:COX-1 favorece la inhibición selectiva del COX-2, lo cual sugiere
un margen de seguridad más amplio que con la mayoría de los otros AINES. Está
aprobado para su uso en Europa en el tratamiento de la osteoartritis en perros. 28
Actualmente no está disponible en Estados Unidos, aunque en Canadá se vende for-
mulado como un práctico jarabe.
GLUCOCORTICOIDES
El uso de glucocorticoides en el tratamiento de la osteoartritis crea gran con-
troversia. Casi siempre las opiniones respecto a su uso en episodios agudos o en casos
de traumatismo es positiva, pero existen discrepancias respecto a su aplicación durante
períodos prolongados. Los glucocorticoides tienen efectos variables y opuestos sobre
la fisiología articular, dependiendo de la dosis usada. Parece que las concentraciones
bajas tienen efecto condroprotector mientras que las dosis elevadas son condrode-
structivas. Mucha de la evidencia científica se basa en estudios in vitro o en modelos
con animales (incluyendo al perro) enfocándose hacia la osteoartritis humana. La
investigación veterinaria se ha enfocado principalmente hacia el equino. El término
"artropartía por esteroides" fue acuñado para referirse a la condición destructiva que
se presenta en las articulaciones después de inyecciones intraarticulares (IA) múltiples
de glucocorticoides en pacientes humanos. La unión a los receptores de los glucocor-
ticoides en los condrocitos puede inhibir el crecimiento de estas células o, incluso,
causar su muerte. La producción de ácido hialurónico por las células sinoviales del
perro disminuye con los glucocorticoides. En caballos, una sola inyección IA reduce
el contenido de proteoglicanos. Las inyecciones semanales produjeron necrosis de los
condrocitos, y redujeron la síntesis de colágeno y proteoglicán. Además de los daños
destructivos inducidos por los glucocorticoides sobre el cartílago, se puede presentar
un daño indirecto debido a falta de reposo de la articulación dañada. Finalmente, los
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
La irritación causada por la inflamación provoca que se libere moco de las células que
revisten el tracto respiratorio. La superficie oval de las células son únicamente prominentes en
los bronquiolos de los felinos y aumentan su número en enfermedades crónicas. El incremento
de la acumulación del material mucoide en respuesta a la infección bacterial impide que la fun-
ción del tracto mucociliar realice sus movimientos de barrera antimicrobiana. antibióticos y com-
ponentes del moco así como la eficacia de los aminoglicósidos en particular pueden disminuir la
quelación con magnesio y calcio. El moco puede presentar una barrera mecánica pasiva para la
difusión. Las drogas que disminuyen la viscosidad del moco (expectorantes) bromohexina una
droga disponible fuera de los Estados Unidos o son mucolíticos ej. La acetylcysteina admin-
istrada de cualquier manera pueden facilitar la terapia del antibiótico. Esto es particularmente
verdadero en infecciones crónicas las cuales pueden ser acompañados con acumulación de exu-
dados mucoides inflamatorios.
El rango mínimo efectivo recomendado para la gente (l0 miligramos por mililitro) puede
no ser alcanzado por productos de lenta liberación. Otra desventaja del uso de productos de lenta
liberación en animales pequeños es la limitación en el tamaño de las dosis disponibles. De
cualquier manera el producto no puede ser dividido para dosificar sin alterar la sinesis de la lenta
liberación. La teofilina se metaboliza por el hígado, con un rango de eliminación diferente entre
especies. La eliminación en gatos es mas lenta (0.89. /hora, comparado con perros (0 12/hora)
Esto hace necesariamente dosis menores para gatos. Las concentraciones de la teofilina pueden
ser incrementadas cuando se combina con quinolonas fluorinadas, lo que presumiblemente dis-
minuye el metabolismo hepático Este efecto ha sido documentado para ciprofloxacina y
enrofloxacina. La teofilina se asocia con efectos adversos de amplio rango que incluyen la
excitación del sistema nervioso central manifestados como convulsiones, molestias gastroin-
testinales (nausea, vómito) diuresis y estimulación cardíaca como taquicardia. El monitoreo ter-
apéutico (TDM) puede ayudar para guiar la terapia o el diagnostico de la toxicidad de la teofılina,
aunque un rango terapéutico no ha sido establecido en animales pequeños el rango recomenda-
do en personas de 10 a 20 microgramos por mililitro puede ser extrapolado. Los perros aparentan
mas tolerancia a la toxicidad de la teofilina que las personas y pueden no desarrollar signos clíni-
cos hasta que las concentraciones alcanzan 40-60 microgramos por mililitros. En gatos concen-
traciones de 40 microgramos por mililitro no inducen reacciones adversas. Inhibidores de la
Lipoxigenasa/antagonista del receptor de la leucotrina LTs son causas potentes de inflamación
en los pulmones, provocando edema, inflamación y bronco-constricción. La aprobación reciente 33
de drogas que inhiben específicamente a la lipoxigenasa ofrecen un nuevo camino para el con-
trol de enfermedades respiratorias inflamatorias en personas. Zifurlokast Accolate 7 es un antag-
onista del receptor de la leucotrina, mientras que el Zilenton (ZyfloTM) es un inhibidor de la
lipoxigenasa. De los dos el Zifurlokast (0.15 a 0.2 miligramos por kilo PO una vez al dÌa) parece
ser mas efectivo y seguro entre las diferentes especies, lo cual representa una nueva aproxi-
mación al tratamiento de asma en humanos. El rol de LTs en asma felina apenas se estudia, las
drogas parecen ser efectivas en perros.
pática por aceites volátiles los que son parcialmente eliminados por vías respiratorias. A pesar de
la combinación de los expectorantes con antitusígenos en las preparaciones para la tos parecen
ser irracionales. Las drogas antitusígenas en estos productos en combinación aparentemente no
previenen la estimulación del reflejo de la tos inducido por la secreción liquida que comúnmente
aparece en estos tipos de tos. Los mecanismos de acción son desconocidos aunque pueden no
tener efecto a las dosis usadas en las preparaciones para la tos. El yoduro de potasio es un expec-
torante salino capaz de aumentar la secreción hasta en un 150%. Dihidroyoduro de
Ethylenedianina es una fuente nutricional de yodo usada en ganado y puede ser útil para el
tratamiento de enfermedades respiratorias leves. Preparaciones iodadas no deberán ser
empleadas durante el embarazo o animales hipertiroideos o en animales en producción láctea.
Expectorantes emolientes como en jarabe son frecuentemente usados como vehículo en los
medicamentos para la tos pero aparentemente no tienen el efecto expectorante. Estos si tienen un
alivio en los síntomas de las irritaciones de faringe. Los estimulantes de la expectoración que son
usados más comúnmente para tos asociada a problemas bronquiales guayacol NF y su éter glyc-
erol guayfenesina USP(guayacolato de glicerol) provienen de derivados de corteza de madera.
Ni el volumen de la viscosidad o de las secreciones respiratorias parecen cambiar, siguiendo el
tratamiento con guayfenesina a pesar de que no se abren las vías respiratorias en los bronquios
de los pacientes humanos.
Comparado con la morfina la codeína es igualmente efectiva para suprimir la tos pero es
menos depresiva que otros agentes que actúan sobre centros centrales y causa menos consti-
pación. Los efectos laterales de la codeína incluyen náusea y constipación. La hidrocodeína es
un antitusígeno más potente en comparación con la codeína pero causa menos depresión respi-
ratoria y es probablemente el más común antitusivo utilizado en perros. El bitartrato de
hidrocodeina es un producto hidrolizado de la hidrotebaína. Los antitusivos no narcóticos
comúnmente usados en veterinaria incluyen a los narcóticos agonistas-antagonistas del butor-
phanol y del dextrometorfano. El tartrato de butorfanol es más comúnmente usado como anal-
gésico; clasificado como una droga de Calendario IV no está sujeto al acta de narcóticos y es
aprobado para usarse en perros. Como antitusígeno, es 100 veces más potente que la codeína y
4 veces más potente que la morfina.
Con frecuencia los descongestivos se administran como drogas únicas o combinadas con
expectorantes. Las dos mayores categorías de drogas usadas como descongestivos son la hista-
mina (Hl) receptor antagonista (dimedrinatos, difenhidramina, clorfeniramina hidroxizina) y de
drogas simpaticomiméticas ej. agonistas de alfa adrenérgicos (efedrina, pseudoefedrina y fenile-
frina). Estas drogas pueden ser dadas tópicamente para evitar efectos sistémicos asociados con
la terapia oral.
Los beneficios de una aplicación directa incluyen el asegurar una dosis adecuada en los
tejidos blanco mientras que los otros sistemas no se exponen a sustancias potencialmente tóxi-
cas (aminoglicósidos y anticolinérgicos). Adicionalmente, el primer paso de metabolismo hep-
ático es evitado, lo que ayuda a prolongar el efecto farmacológico de las drogas seleccionadas
(agonistas beta-adrenérgicos y beclametasona).
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
Los animales deberán ser tratados preferentemente con un beta-adrenérgico que con un
broncodilatador 10 minutos antes de la aplicación del aerosol o de lo contrario se deberá incluir
un broncodilatador en el aerosol como aminifilina). Debe tenerse cuidado de no exagerar la
hidratación y el flujo del tracto respiratorio. Los tratamientos deberán ser de aproximadamente
30-45 minutos y deben repetirse cada 4-12 horas. En humanos es común usar aerosoles para
aplicar broncodilatadores y antiinflamatorios. En pacientes veterinarios es más común aplicar
por esta vía antibióticos y mucolíticos. Están indicados en asma, enfermedades crónicas bron-
quiales e infecciones del bajo y del alto tracto respiratorio.
Prn
PO 0.5-1.0 6-12
SC 0.55
Nacetyl Cysteine PO, IV, SC 125-500MG 12
Dexotromethorphan PO 1-2 6-8
Motphina M.SC 0.1 6-12
Chlorpheneramine PO 0.22 mg/kg (D) 8
PO 2-4 mg total (C) 24
1/4 to 1/2 slow release (C)
Diphenhydramine PO 2-4 8
Dimenhydranate PO 12.5 mg total (C) 8
PO 8 (D)
Hydroxyzine PO 2(D)
6 to 8
aIV = intravenoso, IM= Intramuscular, SQ= Subcutaneo, PO = oral, C=Cat/gato,
D=Dog/perro, Use con precaución en gatos con enfermedad cardíaca.
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Broncodilatadores 49, 58
Isoproterenos
Isoerthaine
Albuterol
Atropine*
Glycopyrrolate*
Glucocorticoides
Beclomethasone 22,35,36
Triamcinolone 35
Mucocineticos 4,70
Agua
Salinas
Bicarbonato 40
N-acetylcysteine**
Antimicrobianos
Gentamicina 11, 70
Amikacina 11
Kanamycin 70
Polymxin B ** 11
Amphotericin B ** 70
Nystain ** 70
Otros
Alcohol 42
Hipertiroidismo en Gatos
Carlos García Alcaraz, MVZ
Introducción
Cuando el médico veterinario diagnostica por primera vez un caso de hipertiroidismo, es
casi imposible de olvidar o de confundir con alguna otra enfermedad de los gatos. y es que es un
síndrome con características clínicas muy notables. Los primeros casos de hipertiroidismo en
gatos se reportaron tan solo hace doce o trece años, a pesar de ser una enfermedad relativamente
frecuente, o que tal vez se diagnostica ahora con mayor frecuencia. E1 aumento del número de
casos reportados se debe tal vez a que cada día mayor número de gatos alcanzan los 20 o 25 años.
y la mayoría de los reportes se han hecho en gatos cuyas edades fluctúan entre los 5 a los 21 años
de edad. E1 hipertiroidismo en los gatos se caracteriza clínicamente por polifagia. pérdida de
peso hiperactividad e hiperexcitabilidad.
E1 hipertiroidismo en gatos sucede con m·s frecuencia entre los cinco y los 21 años de
edad, encontrando que el mayor número de reportes corresponde a gatos de 12 años de edad, sin
que exista predilección de raza, sexo. (castrados u ovariectomizadas) o color.
Etiología
En los gatos el adenoma benigno o hiperplasia adenomatosa es la causa más común del 42
hipertiroidismo ( 95% ), secretándose elevadas cantidades de las hormonas tiroideas. E1 adeno-
ma por lo general afecta a ambos lóbulos tiroideos.
El carcinoma de tiroides que es la causa más común (aunque raro) de tiroxicosis en per-
ros, representa tan solo el 5% de los casos de hipertiroidismo en los gatos.
Semiología
Los signos clínicos que se presentan son el resultado del estímulo de las hormonas
tiroideas en diversos Órganos, en los cuales aumenta el metabolismo y la producción de calor.
La influencia muItisistémica de la hormona tiroidea hace que los signos clínicos sean variados,
y que por inespecificidad de la acción hormonal algunos gatos no manifiesten los signos que se
han llamado típicos como son polifagia, pérdida de peso e hiperactividad.
Los signos que se encuentran con mayor frecuencia en los gatos con hipertiroidismo son :
Las manifestaciones semiológicas pueden variar de leves a graves, y debido a que la pre-
sentación de la enfermedad es insidiosa y progresiva, el propietario puede tardar en reconocer
que el gato esté enfermo y atribuir los cambios que se están sucediendo a la edad pensando que
" el Travolta (gato) se está poniendo viejo".
Aunque la mayoría, por no decir todos, los gatos con hipertiroidismo pierden peso, sin
embargo casi ninguno de los gatos con hipertiroidimo que presentan a consulta están delgados,
en realidad, la mayoría a pesar de haber perdido peso están todavía gordos, y es que la mayor
parte de los gatos que tienen hipertiroidismo están obesos.
Trastornos Gastrointestinales
Las manifestaciones gestrointestinales tales como vómito, diarrea, incremento en la can-
tidad de excremento y en el número de veces de defecación y esteatorrea son las más comunes.
E1 vómito que es común en la tirotoxicosis felina. se presenta un par de veces al día en un gato
alerta y con buen apetito y se relaciona posiblemente por acción de directa de la hormona tiroidea
sobre la zona del gatillo del centro quimiorreceptor o por comer muy rápido y mucha cantidad
Trastornos urinarios
De pronto algunos propietarios se dan cuenta que el consumo de agua por el gato ha
aumentado considerablemente, bebiendo a veces hasta un litro diario. La poliuria y la polidipsia
son signos comunes en gatos que tienen hipertiroidismo. Los problemas renales que pudiera
padecer el gato con anterioridad al hipertiroidismo, pueden exacerbarse como consecuencia de
la hipertensión inducida por la tirotoxicosis, debiéndose la polidipsia primaria a la incapacidad
de concentrar orina en los riñones enfermos. En aproximadamente 25 % de los gatos con tiro-
texicosis se presenta uremia leve a moderada como consecuencia de una perfusión renal defi-
ciente. Al considerar los diagnósticos diferenciales de poliuria y polidipsia, incluimos polidipsia
psicogénica primaria, defectos en la concentración urinaria por trastornos renales crónicos, dia-
betes mellitus, piometra, hiperadrenocorticismo. En la mayoría de los gatos al curar el hiper-
tiroidismo el gatos retorna a la normalidad, siempre y cuando no exista ninguna otra enfermedad
concomitante que provoque también poliuria y polidipsia.
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
Manifestaciones dermatológicas
Los gatos hipertiroideos presentan con frecuencia alopecia debida al exceso de aci-
calamiento e incremento en la velocidad del crecimiento y vida de las uñas.
Manifestaciones cardiovasculares
Prácticamente todos los gatos con tirotoxicosis presentan cambios cardiovasculares,
cuya gravedad varia según el caso. La taquicardia es un hallazgo constante, la frecuencia alcan-
za a veces 240 latidos por minuto, aumento en la amplitud de la onda R en la derivación (> 0.9
mV), arritmias auriculares y ventriculares así como trastornos de la conducción. Los soplos
sistólicos, ritmo de galope y arritmias se encuentran con mucha frecuencia. En aproximadamente
35 % de los casos se diagnostica cardiomiopatía hipertrófica, pudiendo producirse edema pul-
monar o derrames pleurales secundarios a la insuficiencia cardiaca. Se cree que la elevada can-
tidad de hormona tiroidea circulante en la sangre produce un estado hipermetabólico, el cual
aumenta la demanda del corazón para la perfusión tisular periférica, resultando en un incremen-
to en la contractibilidad del miocardio, del gasto cardiaco, del bombeo cardiaco y del consumo
de oxigeno del miocardio, y que este aumento en el consumo de energía produce la hipertrofia
cardiaca compensatoria. La mayoría de las manifestaciones cardiovasculares del hipertiroidismo
se deben a actividad simpaticoadrenal. Estudios recientes explican las manifestaciones cardio-
vasculares higeradrenérgicas en la tirotexicosis. Las posibilidades comprenden un aumento en el
miocardio de los receptores beta-adrenergicos; incremento de la sensibilidad de los receptores 44
cardiacos beta-adrenergicos a los efectos de las catecolaminas. La hormona tiroidea por si misma
tiene un potente efecto cronotrópico e inotrópico positivo sobre el corazón. Los inhibidores beta-
adrenergicos, como el propanolol mejoran la función cardiaca en gatos con hipertiroidismo.
E1 tratamiento con propanolol se puede aplicar diez o quince días antes de efectuar la
tiroidectomia (parcial o total). E1 propanolol puede precipitar la aparición de insuficiencia car-
diaca en gatos en los cuales ya existía un mal funcionamiento del miocardio.
Manifestaciones musculares
La debilidad muscular es uno de los signos que pueden aparecer en conjunto o en forma
aislada en los gatos con hipertiroidismo.
A los gatos con debilidad muscular grave tienen un andar "ampuloso" y con ventroflex-
ión del cuello. Tanto la glucosa como los electrolitos séricos ( Na+, K+ ) están normales. Debido
a que algunos gatos responden a la administración de tiamina ( 1-2 mgs diarios) se croe que
ocurre cierta deficiencia por el vómito, la deficiente absorción intestinal, la anorexia y la poli-
uria.
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Exploración Física
Cuando las glándulas tiroides están normales no son palpables. En el hipertiroidismo las
glándulas tiroides son tan grandes que el propietario las ve y su palpación no representa dificul-
tad. Otras veces no sucede así. La palpación de las tiroides
Necesita una técnica sistemática y la sujeción apropiada del gato. Con experiencia se
puede detectar aproximadamente entre el 75 y el 90 % de los gatos con aumento de las glándu-
las tiroides.
2. Mientras mantiene sujeta hacia atrás la cabeza del gato con la mano izquierda o la derecha
según... extiéndale el cuello y con los dedos Índice y pulgar de la otra mano palpe la región
laríngea.
3, Deje un espacio justo entre estos dos dedos y muévalos hacia arriba y hacia abajo hasta la
entrada del tórax. No separa los dedos de la tráquea.
Los lóbulos tiroideos en los gatos están poco adheridos a la tráquea, así que cuando están 45
aumentados de tamaño se desplazan hacia la cavidad torácica.
Cuando usted sienta que una masa se desplaza a lo largo de la tráquea tal vez se trate de
las tiroides y si es así ; ya hizo usted su primer diagnóstico de hipertiroidismo felino!
A veces las tiroides se desplazan hacia la cavidad torácica, o puede también haber
tiroides ectópicas dentro del tórax, estas a voces se adhieren al corazón en los casos de trastorno
de migración celular durante la etapa embrionaria.
Algunos gatos presentan anemia, debida tal vez a insuficiencia renal crónica o por ema-
ciación. En la química sanguínea los cambios más dramáticos se presentan en la fosfatasa alcali-
na sérica (FAS), en la alanino aminotranferasa (ALT) y en la aspartato aminotranferasa. En más
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del 90 % de los gatos hipertiroideos los niveles de FAS están aumentados, siendo este aumento
enzimático debido al incremento de las isoenzimas óseas y hepáticas. Juntos con el aumento de
FAS se observa hiperfosfatemia, hiperglicemia y uremia. La tiroxina estimula directamente la
reabsorción ósea, la cual a su vez en forma compensatoria induce a la disminución de la parato-
hormona, siendo esta la causa de la hiperfosfatemia y por ende del aumento de la isoenzima Ósea
de la FAS. La uremia también puede contribuir al aumento de la hiperfosfatemia, aunque en la
mayoría de los gatos con tirotoxicosis el nitrógeno uréico sanguíneo (NUS) y la creatinina están
en niveles normales.
Las necesidades insulinicas aumentan en los gatos diabéticos, lo que hay que tomar en
cuenta en los casos de diabetes mellitus concomitante, lo cual no es raro.
Otro método útil para evaluar la función de las tiroides, es con radioisotopos, y aunque
esta técnica no es accesible en la práctica privada se puede canalizar a los centros especializa-
dos. Por vía endovenosa se inocula tecnectium 99m (Tc), el cual se concentra en las glándulas
tiroides, en las glándulas salivales y en el estómago, pero no se fija en forma orgánica. Las
tiroides normales capturan la misma cantidad que las glándulas salivales, mientras que los ade-
nomas tiroideos lo hacen en mucho mayor cantidad. La imagen radioactiva capturada por medio
de una cámara gamma nos dará la localización exacta de las tiroides afectadas, lo cual es muy
Util en los casos ó metástasis, o de tiroides ectópicas
Tratamiento
Hay tres opciones terapéuticas para tratar el hipertiroidismo felino. Quirúrgica, medica-
mentosa o con iodo radioactivo. E1 tratamiento de un gato con tirotexicosis deberá iniciarse
inmediatamente que se haya confirmado el diagnóstico, de otro modo sobrevendrán emaciación,
trastornos metabólicos graves y cardiacos.
La terapéutica a seguir se deberá discutir con el propietario. explicándole las ventajas y desven-
tajas en cada uno de los procedimientos terapéuticos.
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Medicamentos Antitiroideos
Los medicamentos más utilizados para el manejo del hipertiroidismo en gatos son:
Methimazole (Tapazol-Lilly) y el propiltiouracil. Cualquiera de ellos se puede utilizar como
preparación para cirugía de tiroides o como tratamiento indefinido contra el hipertiroidismo. E1
primer producto que se utilizó fue el propiltiouracil, pero por sus efectos colaterales se usa poco.
E1 methimazole ( Topazol-Lilly ) también tiene efectos colaterales pero menores que los del
propiltiouracil. Ambos inhiben la síntesis de la hormona tiroidea, pero no tienen efecto sobre la
hormona ya liberada, así que los resultados del tratamiento tardaran en observarse por lo menos
dos o tres semanas después de haber iniciado la administración de la droga.
Methimazole (Topazol-Lilly)
Las indicaciones para el uso de antiroideos en los gatos son dos. La primera es el
tratamiento de estabilización como preparación de prequirúrgica. y la segunda y la de tratamien-
to primario de elección a largo plazo. E1 metimazol (Topazcl-Lilly) se puede encontrar en las
farmacias, la presentación es en tabletas con 5 mgs. Se administran 5 mg tres voces al día, o 7.5.
mgs dos veces al día, en ambas formas el resultado parece ser el mismo. Disminuir a 5 mgs dos
veces al día al cabo de dos semanas de tratamiento.
Los efectos indeseables del Topazol (5-10 % de los gatos tratados) son anorexia, vómi-
to, letargia, agranulocitosis, trombocitopenia, anemia, Coombs positivo, ANA positivo (20% 47
Feldman) y rara vez reacción lupoide.
Yodo radioactivo
La tiroides tiene como peculiar característica, la de extraer el iodo de la circulación y
concentrarlo dentro del coloide glandular. Esta peculiaridad tiroidea permite utilizar el yodo
radioactivo como terapia en los casos de hipertiroidismo por adenomas. La radiación emitida
destruye las células foliculares sin causar daño en las estructuras vecinas.
Una sola aplicación de yodo radioactivo suele ser suficiente. A pesar de las grandes ven-
tajas que este tratamiento tiene como la de morbilidad y mortalidad muy bajas, y la de que el ani-
mal se vuelve eutiroideo, con niveles de T4 normales al octavo día postratamiento, tratamiento
esté reservado para los humanos ya que se requiere de equipo e instalaciones especiales para
administrarlo.
Cirugía
El tratamiento quirúrgico es el más barato y la cirugía es relativamente fácil de hacer, sin
embargo pueden presentarse problemas en otros sistemas orgánicos que puede hacer fracasar la
cirugía o matar al paciente. El riesgo anestésico es grande ya que suelen tener insuficiencia car-
diaca congestiva, están caquexicos y tal vez con insuficiencia renal.
El abordaje quirúrgico es por la línea media ventral. El cirujano decidirá se efectúa una
extracción subcapsular, la cual disminuirá el riesgo de extirpar inadvertidamente las paratiroides,
con las consecuencias hipocalcémicas posteriores, pero con el riesgo de que quede tejido
tiroideo, el cual volverá al cabo unos meses a producir signos de hipertiroidismo.
La extracción capsular es más riesgos en cuanto a extirpar sin querer las paratiroides, pero menos
en cuanto a dejar residuos tiroideos o a favorecer metástasis.
Ambas técnicas tienen pros y contras y solo el cirujano puede decidir en el momento de la cirugía
cuál de las dos es la conveniente
Durante el acto quirúrgico pueden presentarse arritmia, las cuales se controlaran con propanolol
(para taquicardia) a dosis de 0.5 a 2 mg/Kg vía endovenosa por goteo y a respuesta, pudiendo
repetir cada 20 minutos. La lidocaína en los gatos deberá utilizarse con precaución porque puede
producir metahemoglobinemia. 48
Hipotirodismo
La glándula tiroides en la mayoría de los mamíferos se localiza caudalmente con
relación a la tráquea a nivel del primer o segundo anillo traqueal. La glándula tiroides (thyreos
= escudo ovalado; eidos = forma) recibió probablemente este nombre debido a que se encuentra
en el cuello junto al cartílago tiroides que tiene forma de escudo. Está compuesta de dos lóbu-
los, los cuales descansan a ambos lados de la tráquea y están conectados por un pedazo estrecho
de tejido llamado istmo.
c) Metabolismo lipídico.
Lipolisis. Las hormonas tiroideas tienen tendencia a disminuir el colesterol del plasma. Aumento
en la absorción de las liopoproteínas de baja densidad (LDL) con las moléculas de colesterol
relacionadas y una tendencia para aumentar la degradación del colesterol y las LDL.
d) Sistema nervioso y cardiovascular.
1- Los efectos del sistema nervioso simpático se ven aumentados por la presencia de las hor-
monas tiroideas, principalmente a través de los receptores b-adrenérgicos presentes en los teji-
dos y que son los blancos de las catecolaminas (epinefrina y norepinefrina). Sobre el sistema
nervioso central las hormonas tirodeas son importantes para el desarrollo normal de estos tejidos
en el feto y en el neonato y su disminución produce un retardo en la actividad mental de los
humanos (cretinismo)
2. Sobre el sistema cardiovascular las hormonas tiroides tiene efecto sobre la contracción y la
frecuencia cardiaca. Su acción incrementa ambas funciones, probablemnte por intermedio de las
catecolaminas (incremento). La mayor actividad produce incremento de la presión sanguínea
elevando la presión ó con poco incremento de la diastólica, incrementando el gasto cardiaco.
3. Las hormonas tiroideas son definitivas para la actividad metabólica de todos los
tejidos.
Hipotiroidismo
El hipotiroidismo es la segunda afección endocrinológica más común que se presenta en
perros después del hiperadrenocorticismo. Aunque tanto perros como gatos pueden tener
hipotiroidismo, la deficiente producción y secreción de la glándula tiroidea es una patología casi
exclusiva de perros en tanto que el hipertiroidismo se presenta con mayor frecuencia en gatos.
En más del 95 % de los casos la deficiente producción de la hormona tiroidea (HT) se debe a la
autodestrucción del tejido tiroideo (hipotiroidismo primario).
El hipotiroidismo en perros puede clasificarse en primario, secundario y terciario. El
hipotiroidismo primario se presenta en dos formas: la tiroiditis linfocitica y la atrofia idiopática
de la glándula tiroides. El hipotiroidismo secundario puede deberse a una deficiencia de la hor-
mona tirotrófica (HET) la cual produce en forma gradual produce atrofia folicular este tipo de
hipotiroidismo en perros se presenta en menos del 5% de los casos y la estiolgias potenciales
pueden ser: deformación pituitaria por anormalidades congénitas, destrucción pituitaria debido a
neoplasias y supresión pituitaria asociada a desnutrición o a enfermedad. El hipotiroidismo ter-
ciario se puede deber a una deficiente producción hipotalámica de la hormona liberadora de la
tirotropina (HLT) la cual ocasiona ausencia de la HET .
En el humano la deficiencia de yodo era causa común de hipotiroidismo, en los perros
es muy rara.
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Como en algunos problemas de destrucción glandular mediada por la acción del sistema
inmune (diabetes mellitus, hipoadrenocorticismo) la genética suele ser un factor importante. Se
ha visto que en una colonia de beagles con tiroiditis linfocítica había un patrón de herencia
poligénica, situación similar se detectó en perros de raza Gran danés, Setter irlandés y antiguo
pastor inglés en la que se encontraron anticuerpos circulantes antitiroglobulina. Traumatismo en
la glándula tiroides pudiera producir la liberación de antígenos hacia la circulación, exponién-
dolos al sistema inmune e iniciando el proceso inflamatorio.
Hipotiroidismo secundario
El hipotiroidismo secundario en perros representa tan solo el 5% de los casos clínicos.
Las etiologías principales de esta rara forma de insuficiencia tiroidea son: deformación pituitaria
(congénita), destrucción hipofisiaria (neoplasia), supresión hipofisiaria (desnutrición grave o
enfermedad)
Deficiencia de yodo. La deficiencia de yodo en la dieta, fue hace muchas décadas causa de
hipotiroidismo en humanos, en la actualidad no creo que haya casi ningún caso. En los perros se
desconoce la incidencia si es que se presenta.
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La predisposición racial hacia ciertos problemas metabólicos es conocida por los veteri-
narios y criadores. El hipotiroidismo se presenta con mayor frecuencia en las razas Cobrador
dorado, Doberman pinscher, Dachshund, Setter irlandés, Schnauzer miniatura, Gran danés,
Poodle y boxer y con rara frecuencia en el Pastor alemán, Springer spaniel y Cocker spaniel.
La presentación clínica es insidiosa, lenta y sucede a diferentes edades, entre los dos y los 9 años
de edad. Por lo general, la edad de la presentación clínica en las razas grandes es a entre dos y
tres años, la raza de mayor incidencia en nuestra consulta es la raza cobrador dorado.
La disminución del metabolismo celular produce manifestaciones como letargia, pereza
mental, intolerancia al ejercicio, intolerancia al frío y aumento de peso. Si el hipotiroidismo
comienza a manifestarse cuando el perro es mayor de edad, el propietario piensa que el animal
esté viejo por eso actúa con pereza y lentitud, aunque el animal tiene cierta intolerancia al frío,
la cual manifiesta buscando lugares calientes, la temperatura rectal es normal. El aumento de
peso que se presenta en los perros hipotiroideos.
Con frecuencia la causa principal por la que presentan a consulta aun perro con defi-
ciencia tiroidea es por problemas dérmicos, piodermas recurrentes, o rebeldes, pérdida de pelo,
hipotriquia, alopecia bilateral, pelo hirsuto, descamación o caspa (seborrea) . En muchos casos
la cola presenta una alopecia característica con hiperpigmentación que la asemeja a una cola de
rata. Con frecuencia, especialmente en perros de raza pesada el hipotiroidismo se manifiesta pre-
cozmente por la formación de callos en las zonas óseas prominentes (codo, tarso y carpo) La
alopecia suele ser bilateral y el patrón de ausencia de pelo varia dependiendo del tamaño de la 52
raza del perro. La pioderma que con frecuencia exhiben los perros con hipotiroidismo puede ser
consecuencia de un deterioro en el sistema inmune. L hormona tiroidea tiene un efecto directo
sobre la respuesta de las células linfoides.El hipotiroidismo disminuye la circulación de linfoc-
itos, reduce las reacciones humorales inmunes y el funcionamiento de las células T. El mixede-
ma que se caracteriza por imprimir a la faz del perro un aspecto patético, con mirada triste, for-
mación de pliegues faciales y edema, es un hallazgo muy común. La seborrea en cualquiera de
sus variantes, es otra de las causas por la que suelen presentar a consulta a un perro con sospecha
de hipotiroidismo. Dermatitis y otitis seborréica simple o complicada con bacteria u hongos son
pues otra de las manifestaciones cutáneas de la disminución de la actividad tiroidea.
La hormona tiroidea esté íntimamente relacionada con los procesos reproductivos, la
disminución de la secreción de la glándula tiroides repercute en la actividad ovárica y testicular.
La baja fertilidad, los intervalos interestrales prolongados, anestro, celo débil, cachorros
pequeños al parto, disminución de la supervivencia del neonato, pobre producción láctea pueden
ser consecuencias de la disminución de la secreción de la hormona tiroidea.
En los machos la falta de libido, azospermia, disminución del número de espermato-
zoides e infertilidad. Son también algunos de los hallazgos relacionados con la pobre función
tiroidea.
Diagnóstico
Los hallazgos de laboratorio en los casos de hipotiroidismo se manifiestan tanto en la
fórmula roja como en los niveles de colesterol y presencia de T4 en sangre. En el hemograma el
hallazgo más notable y continuo es anemia, normocítica, normocrómica poco regenerativa. Se
piensa que la causa es un disminución de la actividad metabólica en la producción de
erirtropoyetina. En ocasiones se pueden ver leptocitos o eritrocitos en diana, tal vez por la ele-
vada carga de colesterol en la membrana eritrocítica, que se presenta en todos los pacientes
hipotiroideos, los cuales tienen lipidosis hepática.
Tratamiento
El tratamiento para el hipotiroidismo es levotiroxina. La dosis es de 0.1 mg/5kg de peso
dos veces al día. La dosis se ajustara de acuerdo a la respuesta y por lo general se reduce a una
sola vez al día excepto en casos especiales en los que continúe necesitando cada doce horas. La
respuesta al tratamiento se presenta a partir de las tres o cuatro semanas.
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
Introducción
Esta presentación se refiere a la manera de evitar los diez errores que se cometen más
comúnmente en dermatología de pequeñas especies. Usted aprenderá cómo reconocer y manejar
estos problemas pues, de esta manera, el caso se puede manejar mejor generando menos frustra-
ciones tanto para el médico como para el cliente.
Error Número Diez – Falta de Concordancia Entre el Tipo de Champú y las Condiciones de
la Piel.
La terapia con champú suele ser un aspecto olvidado en el cuidado y el manejo de casos
dermatológicos. No obstante, la terapia tópica tiene muchas ventajas pues permite el acceso fácil
al tejido afectado, el control de la inflamación, el dolor, el prurito y el olor, tiene efecto sinérgi-
co con los medicamentos administrados por vía oral, permite involucrar activamente al cliente
en el manejo de los problemas de piel de sus mascotas, y permite la utilización de productos y
sistemas de aplicación con tecnología de punta, dando como resultado una práctica veterinaria
de mayor nivel y un incremento en los ingresos para el consultorio. La terapia con champú tiene
algunas desventajas. Falta de cumplimiento por parte del cliente, aumento del costo para el
mismo por la terapia adicional y selección incorrecta del champú.
Muchos clientes llegan a la clínica con numerosos frascos de champú que, con frecuen-
cia, no concuerdan ni tienen ninguna razón de ser en lo que se refiere a sus ingredientes o al 55
propósito que se persigue. Existen grandes cantidades de productos en el mercado, por lo que
estas personas se confunden y no saben qué productos llevar ni cuándo usarlos. La mayoría de
los dermatólogos vende muchos productos distintos, con diversos ingredientes y sistemas de
aplicación, pero para los fines de la clínica general, el médico puede salir adelante con uno o dos
productos representativos de los diferentes grupos.
iedad de otras presentaciones clínicas la dermatofitosis con frecuencia transcurre sin que nadie
la note. Muchos pacientes muestran erupciones papulares con diferentes grados de formación de
escamas y costras. El prurito también varía extremadamente, toda vez que en algunos casos no
se presenta y en otros es sumamente evidente. Esto puede conducir al diagnóstico equivocado de
una etiología alérgica o de otras enfermedades, por lo que se aplican glucocorticoides de manera
equivocada. Sin el diagnóstico apropiado, la dermatofitosis puede pasar inadvertida durante lar-
gos períodos.
Entre los aspectos donde se pueden cometer errores figura la falta de una buena historia
clínica, pues la información sobre seres humanos con animales afectados por contacto con el
paciente puede ser valiosa para aumentar la sospecha; sin embargo, la falta de zoonosis o de
afección de otros animales no descarta la dermatofitosis.
Error Número Ocho – Realización de biopsias demasiado tarde durante el curso de una
enfermedad o en sitios lesionados con pocas probabilidades de permitir un diagnóstico
preciso.
Las biopsias y las interpretaciones histopatológicas con frecuencia pueden ser una her-
ramienta invaluable para ayudar a establecer el diagnóstico definitivo o cuando menos para lle-
gar a la categoría de la enfermedad. En muchas ocasiones los médicos veterinarios se frustran
cuando reciben resultados que no llegan al diagnóstico de enfermedades específicas, pero en
realidad el hecho de descartar muchas otras enfermedades puede ser igual de valioso. Algunas
maneras como la histopatología puede ser de ayuda son: el llegar al diagnóstico específico de la
enfermedad o cuando menos limitar significativamente la cantidad de diagnósticos diferen-
ciales, la muestra de evidencias de enfermedades múltiples o de factores secundarios a la enfer-
medad, la ayuda para establecer protocolos de tratamiento, y la posibilidad de dar un pronósti-
co, especialmente cuando se sospecha de una enfermedad grave que pueda poner en riesgo la 58
vida del paciente. Además, existen algunas enfermedades que requieren del diagnóstico histopa-
tológico, como ocurre con las enfermedades autoinmunes. El uso de biopsias también está indi-
cado ante la falta de respuesta a lo que se percibe como una terapia apropiada.
La selección del sitio para tomar la biopsia es todo un arte, aunque existen múltiples lin-
eamientos a seguir que pueden ser de gran ayuda para lograr mayores posibilidades de que las
áreas de la biopsia sean representativas de enfermedades especificas. La toma de biopsias a par-
tir de sitios múltiples o la realización de ellas con periodicidad durante el curso de una enfer-
medad pueden ser de gran ayuda para establecer el proceso de la misma. También es importante
obtener biopsias de las lesiones desde el principio del curso de la enfermedad, pues se tienen
muchas más posibilidades de encontrar cambios diagnósticos de esta manera que cuando existen
ya cicatrices, úlceras o costras en etapas posteriores. El médico en la clínica también debe
muestrear las lesiones necesarias para el diagnóstico de la enfermedad de la que sospeche, por
lo que debe tener conocimientos de la misma. Por ejemplo, si se pretende diagnosticar pénfigo
sabemos que el muestreo de las pústulas para la biopsia es de gran ayuda para el establecimien-
to de este diagnóstico.
depende de la enfermedad y de la agresividad del muestreo. Esta técnica se utiliza más común-
mente para verificar o descartar el diagnóstico de sarna demodéctica. También se utiliza común-
mente para tratar de establecer el diagnóstico de sarna sarcóptica, infestaciones por Cheyletiella
y otras enfermedades ectoparasitarias, aun cuando no es muy efectiva para descartar la sarna sar-
cóptica.No todos los raspados de piel se realizan de la misma manera, pues cuando se encamina
a sarna demodéctica es distinta que cuando se trata de ácaros sarcópticos. Sin importar el tipo de
raspado que se realice, deberá seguirse un orden determinado para el examen del material
recolectado hasta llegar al diagnóstico o hasta haberlo examinado en su totalidad.
Ácaros del género Demodex: Por lo general es necesario obtener múltiples raspados de
lesiones nuevas. Se puede exprimir la piel afectada para expulsar a los ácaros de los folículos
pilosos. Resulta de ayuda aplicar una gota de aceite mineral en la piel que se vaya a raspar o en
la hoja del bisturí para facilitar la adherencia del material a la misma. Hecho lo anterior, se puede
obtener material adicional raspando la piel más profundamente hasta producir sangrado capilar.
Pareciera que el raspado de piel es un procedimiento de laboratorio sencillo y directo; no
obstante, el autor con frecuencia recibe casos referidos de demodecosis en los que se habían
obtenido resultados falsos negativos al raspado, lo que había conducido a errores diagnósticos.
En otros casos ni siquiera se había intentado el raspado. El raspado de piel se recomienda en la
mayoría de los casos de pioderma canina y piel escamosa, y en problemas foliculares, pues la
demodecosis generalizada puede ser la enfermedad primaria. Aun cuando no estoy de acuerdo 59
con algunos dermatólogos que piensan que es necesario hacer el raspado a todos los perros, hay
ciertos casos en los que esta prueba resulta crítica. Por ejemplo, se debe realizar ante cualquier
enfermedad inflamatoria de la piel de los perros de menos de 12 meses de edad, perros mayores
sin historia previa de enfermedad cutánea, cualquier perro con historia reciente o crónica de
tratamientos a base de glucocorticoides o fármacos inmunosupresores.
Ácaros del género Sarcoptes: Estos parásitos residen dentro de la epidermis superficial
pero debido a que por lo general sólo hay cantidades pequeñas de ellos, es difícil encontrarlos.
Está indicada la realización de múltiples raspados superficiales haciendo énfasis en los márgenes
de las orejas y en los codos. Mientras más raspados se obtengan más posibilidades hay de llegar
al diagnóstico; Sin embargo, Sarcoptes scabiei no se puede descartar aunque se hayan hecho
muchos raspados con resultados negativos y no son pocos los casos en que la sarna sarcóptica se
diagnostica finalmente por la respuesta a la terapia y no por el hallazgo de los ácaros en la piel.
A pesar de esto, la técnica del raspado se debe realizar en cualquier perro con enfermedad pruríti-
ca, que no responda a los tratamientos.
Error Número Seis – Falta de búsqueda de una enfermedad subyacente asociada con oti-
tis crónica
Los problemas de las orejas representan del 10 al 20% de los casos caninos que se
reciben en los consultorios de pequeñas especies. Generalmente son un signo de otros problemas
primarios, siendo posible que las manifestaciones óticas sean parte de problemas cutáneos gen-
eralizados concurrentes. El hallazgo de la causa subyacente de una enfermedad en la oreja puede
ayudar al médico a desarrollar un mejor plan de tratamiento y un mejor control de la otitis a largo
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plazo. El doctor debe obtener una historia detallada del caso y realizar exámenes físicos y der-
matológicos minuciosos.
Por ejemplo, aun cuando la otitis atópica se puede presentar como una enfermedad que
afecta sólo a las orejas, se asocia con prurito que también afecta las patas, las superficies flexo-
ras de las extremidades anteriores, las axilas, el hocico y otras partes del cuerpo. Los defectos de
queratinización –como la seborrea idiopática– tienden a enfocarse en las orejas pero también
producen escamas y costras intertriginosas multifocales o generalizadas.
La citología es una valiosa herramienta para determinar los agentes infecciosos involu-
crados en las enfermedades de las orejas en pequeñas especies. Esta se realiza fácilmente usan- 60
do improntas de algodón con las que la muestra se frota sobre una laminilla para realizar después
la tinción modificada de Wright. En nuestra clínica usamos el Diff Quick, que es un método rápi-
do y sencillo para la tinción de especímenes, y que también nos puede dar una indicación sobre
la terapia apropiada tópica o sistémica que se puede utilizar para ayudar a controlar la enfer-
medad ótica. Es necesario realizar cultivos y antibiogramas además de la citología cuando se
trata de infecciones por bacterias Gram negativas o cuando los tratamientos anteriores no han
dado buenos resultados. Esto permite la determinación del microorganismo especifico presente
y del antibacteriano que puede resultar más útil para resolver la otitis.
Error Número Cinco – Falta de realización de pruebas para determinar alergia alimenticia
o realización incorrecta de las mismas
Los propietarios tienen una serie de ideas equivocadas con respecto a la alergia al ali-
mento y, la más común de ellas, es que los perros no pueden desarrollar este problema si la dieta
ha sido la misma durante mucho tiempo. Los estudios han demostrado que este tipo de alergia
se puede desarrollar en los perros que han consumido la misma ración durante años. Muchos
clientes piensan también que si no existe una enfermedad gastrointestinal las alergias al alimen-
to no pueden existir. Sabemos que la presencia de síntomas de enfermedad gastrointestinal puede
ser de ayuda pero no tiene valor diagnóstico, toda vez que sólo en el 10 a 15% de los casos se
ha informado enfermedad gastrointestinal. Es posible que la respuesta a los corticosteroides en
algunos pacientes con alergia al alimento sea muy deficiente; sin embargo, la respuesta a los
esteroides no descarta a la alergia alimenticia del diagnóstico diferencial.
La mayoría de las referencias indica que el uso de una dieta de eliminación con desafío
subsecuente para provocar el problema es la mejor manera de llegar al diagnóstico de alergia al
alimento. Los dermatólogos han utilizado tanto dietas preparadas comercialmente como raciones
caseras de eliminación. La razón del uso de estas últimas es que podemos limitar los antígenos
a sólo una fuente de proteína y una de carbohidrato. Además, es posible eliminar reacciones a
colorantes, aditivos y conservadores, así como al procesamiento de la dieta, aun cuando estas
últimas reacciones son poco probables.
Aun cuando las dietas hechas en casa son óptimas, pueden resultar imprácticas y difí-
ciles tanto para el propietario como para su mascota. Para estos casos existen en el comercio
muchas dietas novedosas elaboradas con proteínas hidrolizadas. El autor ha tenido éxito con las
dietas con proteína limitada de Iams Company, Innovative Veterinary Diets (IVD), Hills y
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Waltham. También pueden ser valiosas las nuevas dietas hidrolizadas como Purina CNM-HA
(almidón de maíz y soya hidrolizada), DVM Exclude (frijol pinto, avena con maíz y caseína
hidrolizada con hígado de pollo) y, más recientemente, Hills ZD (pollo hidrolizado).
En resumen, los niveles séricos basales de T3 total y T4 total se ven influenciados sig-
nificativamente por numerosas condiciones que no tienen ninguna relación con enfermedad
tiroidea. Por el contrario, la evaluación de los niveles de T4 mediante radioinmunoensayo y diáli-
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sis de equilibrio, puede ser mucho más precisa para valorar la disponibilidad de las hormonas
para las células, aunque incluso esta medición se ve afectada por enfermedades no tiroideas.
clientes, mientras más información tengan más preciso será su trabajo y más exacto su plan de
diagnóstico. Existe una serie de preguntas que usted debe hacer inicialmente ante cualquier caso
dermatológico. Las respuestas no le darán un diagnóstico exacto pero lo encaminarán en la direc-
ción correcta y, una vez ahí, podrá hacer preguntas más especificas sobre la categoría de la enfer-
medad.
Por ejemplo, si sospecha de dermatitis alérgica, las preguntas útiles serían: (1) ¿El ani-
mal se rasca? (2) De ser así, ¿Qué partes del cuerpo son las afectadas? (3) ¿La comezón es esta-
cional o no estacional? (4) ¿Hay historia de otras mascotas o de personas en la casa con proble-
mas de piel? (5) ¿Alguno de los parientes del perro tiene historia de enfermedad en la piel? (6)
¿Qué edad tenía el animal cuando empezó el problema? (7) ¿Cuál fue la respuesta a los medica-
mentos usados anteriormente?
coides puede dificultar o incluso imposibilitar el control de una pioderma subyacente. El autor
ve algunos pacientes en los cuales se han aplicado combinaciones de antibióticos y glucocorti-
coides, dando como resultado un control insatisfactorio de la pioderma subyacente por lo que el
cliente resulta frustrado.
Selección del mejor glucocorticoide. Esta tarea puede ser difícil pues el médico veteri-
nario no puede establecer una sola regla –o un conjunto de ellas– que sean aplicables a todos los
pacientes con una determinada dermatosis que responda a los glucocorticoides. En la terapia a
largo plazo el riesgo que representan los glucocorticoides inyectables es muy superior a todas las
demás preocupaciones. El médico aprende, a menudo por experiencia personal, que parece que
algunos glucocorticoides no funcionan tan bien como otros en ciertos pacientes; No obstante,
aquello de que se necesitan glucocorticoides inyectables en algunos casos y que los orales no son
efectivos, rara vez es verdad. En la mayoría de estos casos lo que pasa es que se utilizaron dosis
orales no efectivas o bien la administración se interrumpió demasiado pronto. Un error común
es dar una inyección para pasar inmediatamente a una dosis oral baja en días alternos. Además,
el doctor puede descubrir que un paciente puede recibir ciertos glucocorticoides sin problemas
significativos, pero no otros. Es por ello que un perro puede desarrollar colitis o cambios en la
conducta con la prednisolona, pero no con la dexametasona ni con la triamcinolona.
Error Número Uno – Selección de un antibiótico, una dosis o una duración inadecuados
Los principios más básicos e importantes del éxito en la terapia antimicrobiana sistémi-
ca para el manejo de pioderma y dermatitis por Malassezia en el perro son: la selección de los
fármacos antibióticos y antilevaduras adecuados, el establecimiento de una dosis efectiva y con
duración suficiente para asegurar la curación y no sólo la simple remisión transitoria.
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Los antibióticos se pueden seleccionar empíricamente o con base en los resultados del
cultivo y la identificación de las bacterias, y los antibiogramas. La terapia contra las levaduras
se selecciona empíricamente con base en la presencia de los microorganismos observados en un
examen citológico. Un antibiótico escogido empíricamente debe tener espectro de actividad
conocido contra Staphylococcus intermedius, que es el patógeno cutáneo más común en el perro.
Es necesario realizar un análisis citológico si se trata de una pústula o de un tracto fistuloso, para
verificar la sospecha de infección causada por cocos Gram positivos. Si no se aíslan cocos Gram
positivos como el patógeno principal o si no da resultado la terapia empírica contra dichos
gérmenes, se deberá realizar un cultivo. Si un solo antibiótico administrado por vía oral no es
capaz de atacar aislamientos múltiples, se deberá seleccionar inicialmente un antibiótico apropi-
ado que sea efectivo contra el aislamiento de Staphylococcus intermedius obtenido, pues este
microorganismo crea un ambiente tisular favorable para la multiplicación de otros invasores bac-
terianos secundarios. En la clínica del autor, en muchos casos también se utilizan combinaciones
de antibióticos.
sugerida pero la mayoría de los laboratorios fabricantes se queda corta y el tiempo que se
requiere en verdad para asegurar la curación de la mayoría de los tipos de pioderma canina suele
ser más prolongado. En numerosos estudios se han documentado los patrones de sensibilidad y
resistencia de Staphylococcus intermedius. La penicilina, la ampicilina, la amoxicilina y la
tetraciclina son pésimas elecciones para el manejo de la pioderma canina causada por
Staphylococcus. La sensibilidad de la mayoría de los aislamientos de S. intermedius muestra una
susceptibilidad muy baja a estos antibióticos. Las pruebas clínicas y de sensibilidad han
demostrado que existe una amplia gama de antibióticos efectivos para el manejo de diversos
tipos de pioderma en el canino. La eritromicina, la lincomicina, la clindamicina, el cloramfeni-
col, el trimetoprim y el ormetoprim con sulfonamidas, la oxacilina, la cefalexina, el cefadroxil,
la enrofloxacina, la ciprofloxacina, el ácido clavulánico, la amoxicilina potenciada y el rifampín,
han demostrado ser efectivos.
El factor más importante es lograr que el espectro de actividad del antibiótico sea acorde
con los tipos de microorganismos observados citológicamente (o mejor aún, si se trata de bacte-
rias de forma bacilar, mediante cultivo y antibiograma). En casos de dermatitis por Malassezia
contamos con muy pocas opciones de medicamentos sistémicos. El autor ha tenido mucho éxito
con el ketoconazole (Nizoral, Jannsen) y el itraconazole (Sporonox, Jannsen) a dosis de 5 a 10
mg/Kg/día. Muchos casos requieren de un tratamiento inicial con 14 a 21 días de duración, mien-
tras que otros pueden requerir un tratamiento adicional en días alternos durante 14 a 21 días 67
después de la primera etapa. En algunos casos se puede necesitar el tratamiento pulsátil de larga
duración si es que las recurrencias son comunes. Con cualquiera de los dos fármacos citados,
hemos tenido éxito con la administración de dos a tres días por semana. Otro error que debemos
evitar es la falta de identificación de las enfermedades subyacentes o de otras circunstancias que
contribuyan a la pioderma recurrente y a la dermatitis por Malassezia. Entre los problemas que
comúnmente complican el manejo de esta manera podemos citar a las enfermedades alérgicas
pruríticas subyacentes, a las parasitosis, enfermedades que afectan la estructura y la función del
folículo piloso. Defectos en la queratinización y enfermedades que disminuyen la actividad del
aparato inmunocompetente sobre el crecimiento de bacterias y levaduras, como el hiperadreno-
corticismo endógeno o iatrogénico, el hipotiroidismo, las terapias inmunosupresoras, neoplasias
y enfermedades metabólicas.
Conclusión
Considerando que la mayoría de las enfermedades dermatológicas es crónica y que no
es frecuente que sean fatales, con frecuencia el médico veterinario puede seguir muchas rutas
alternas de "prueba y error". Es por ello que en dermatología veterinaria esta práctica se da con
más frecuencia que en otras disciplinas de nuestra profesión. No obstante, sobre la marcha, con
frecuencia se emiten juicios y supuestos de que, a la larga, estas prácticas no siempre son cor-
rectas. El hecho de estar conscientes de los errores comunes que hemos estudiado en este traba-
jo, permitirá al médico veterinario evitar o minimizar su incidencia, logrando así un diagnóstico
más directo y eficiente, y un mejor plan de tratamiento para el animal y para el cliente.
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Introducción
El tratamiento de la otitis aguda es muy similar al de la otitis crónica. De hecho, es más
común ver casos de otitis aguda en perros con historia de otitis crónica o previa. Muchas de estas
otitis son primarias. Los factores predisponentes o que perpetúan el problema y que han sido
reportados para otitis externa son válidos también pera los casos de otitis aguda. Los parásitos,
cuerpos extraños, seborrea y problemas de hipersensibilidad son los factores primarios más
comunes asociados con la otitis aguda. La humedad tanto en la oreja como en el medio ambiente
y el exceso de pelos o detritos en el canal auditivo son factores que predisponen a otitis aguda.
Los factores predisponentes más comunes de importancia para el desarrollo de casos de otitis
aguda son las infecciones bacterianas, las infecciones por levaduras, la otitis media y los errores
terapéuticos.
bién se puede usar a dosis de 1 a 2 mg/Kg/día. Este tratamiento es más costoso que la iver-
mectina, pero en casos en que el paciente sea sensible a la ivermectina, ésta puede ser una alter-
nativa. Es necesario tener cuidado cuando se utilicen los medicamentos de manera distinta a lo
que indica la etiqueta. Debemos advertir a los propietarios sobre los efectos colaterales poten-
ciales y sobre la sensibilidad de algunas razas.
Infecciones Bacterianas
Las infecciones bacterianas agudas se pueden tratar empíricamente con antibióticos de
primera línea que contengan productos como neomicina o gentamicina, los cuales suelen traba-
jar razonablemente bien. El autor prefiere neomicina, tiabendazole, dexametasona (Merck), gen-
tamicina, betametasona (Shering) ó gentamicina, betametasona, clotrimazole, (Shering) como
primera elección. Si persisten las bacterias aun con estos antibióticos, se deberá sospechar de
resistencia. Si la citología muestra bacterias Gram negativas, deberá realizarse un cultivo y un
antibiograma. La mejor manera de realizar los cultivos es de 5 a 7 días después de haber inter-
rumpido la terapia antibiótica. Se debe sospechar fuertemente de Pseudomonas u otras bacterias
Gram negativas cuando estos microorganismos prevalecen en la citología. La terapia antibiótica
sistémica está indicada cuando el tratamiento tópico no sea completamente efectivo y cuando
haya ruptura del tímpano. Una vez más, se pueden utilizar empíricamente los antibióticos
sistémicos seleccionados con base en los resultados de la citología, del cultivo y del antibiogra-
ma. La mayoría de las infecciones bacterianas ocurre como resultado de una enfermedad pri-
maria. Cuando la causa subyacente primaria es recurrente, es necesario definirla y controlarla.
Con base en los resultados de la citología y del cultivo se deberá instituir la terapia
antimicrobiana tópica y sistémica adecuada. Se deben seleccionar los medicamentos tópicos que
tengan menos probabilidades de crear reacciones ototóxicas.
Tipo I
urticaria
angioedema
atopía/dermatitis atópica
hipersensibilidad a mordeduras de pulgas
algunas erupciones por fármacos
Tipo II
pénfigo (foliáceo, común, eritematoso, vegetativo [pemphigus foliaceus, vulgaris,
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erythematosus, vegetans])
penfigoide buloso
vitiligo
alopecia areata
síndrome uveodermatológico canino (similar al síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada)
enfermedad de aglutinina fría
eritema multiforme
necrolisis epidérmica tóxica
algunas erupciones por fármacos
Tipo III
lupus eritematoso sistémico
lupus eritematoso discoide
vasculitis leucocitoclástica
algunas erupciones por fármacos
(hipersensibilidad a bacterias)
Tipo IV
hipersensibilidad por contacto
hipersensibilidad a mordeduras de pulgas 75
algunas erupciones por fármacos
Tipo II
Las cuatro enfermedades del complejo pénfigo (p. foliaceus, p. vulgaris, p. erythe-
matosus y p. vegetans) tienen un mecanismo patológico muy similar, pues los autoanticuerpos
del pénfigo se unen a los antígenos del pénfigo (desmogleína I dentro del núcleo del desmoso-
ma) ubicados sobre la membrana de la célula epidérmica. Estos anticuerpos se internalizan y se
funden con los lisosomas intracelulares causando la activación y la liberación de enzimas prote-
olíticas, las cuales se difunden hacia el espacio extracelular y convierten al plasminógeno en
plasmina, misma que hidroliza las moléculas de adhesión. El resultado final es la acantolisis
(pérdida de cohesión entre las células epidérmicas) y la formación de ámpulas. Se desconoce la
causa por la cual se forman los autoanticuerpos.
Pénfigo foliáceo (Pemphigus foliaceus, PF). Esta es la enfermedad más común del com-
plejo pénfigo. Su principal antígeno es una glucoproteína de 150 KD (desmogleína I) del grupo
de las cadherinas, que son moléculas de adhesión. Las razas caninas con mayor riesgo de desar-
rollar esta enfermedad son el Akita, el Chow Chow y el Doberman Pinscher. La edad promedio
de su establecimiento es de 4 a 5 años. Las lesiones consisten en una pústula subcorneal transi-
toria que después genera extensas áreas de eritema, formación de costras y pérdida del pelo. Esta
enfermedad por lo general comienza en la cara alrededor de la nariz, los labios, los ojos y las ore-
jas. Los cojinetes plantares y las ingles también están involucrados comúnmente. En el gato es
común que ocurra paroniquia (N. del T: panadizo periungueal) y lesiones alrededor de los
pezones. Las lesiones en las mucosas son raras. Los animales afectados severamente con fre-
cuencia presentan fiebre y tienen infecciones bacterianas secundarias en la piel.
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Un frotis directo por impresión sobre la laminilla utilizando material de una pústula o
erosión puede demostrar neutrófilos y queratinocitos acantolíticos. Histológicamente el PF se
caracteriza por la presencia de acantolisis intragranular o subcorneal con formación de hende-
duras, vesículas o pústulas. Dentro de las pústulas epidérmicas resultantes se pueden observar
queratinocitos individuales o en cúmulos. Estas células pueden estar adheridas al estrato córneo
superpuesto o flotando libremente. La inmunofluorescencia directa demuestra depósito
intracelular de IgG o complemento.
El pénfigo común es una enfermedad vesicobulosa erosiva o ulcerativa que puede afec- 76
tar la cavidad oral, las uniones mucocutáneas (labios, nariz, párpados, prepucio, vulva, ano), la
piel o cualquier combinación entre ellos. Las lesiones cutáneas se presentan más comúnmente
en las axilas y las ingles. Aproximadamente el 90% de los animales afectados presenta ulcera-
ciones orales al momento del diagnóstico. La inflamación del lecho ungular puede producir
desprendimiento de las uñas. Puede estar presente el signo de Nikolsky. Con frecuencia los ani-
males muestran fiebre y pueden tener infecciones secundarias.
Penfigoide buloso (Bullous pemphigoid, BP). Es una rara dermatosis autoinmune, vesi-
cobulosa y ulcerativa, que se ha diagnosticado con más frecuencia en el Collie y el Doberman
Pinscher. Esta enfermedad no se ha reportado en el gato. Las lesiones afectan comúnmente la
cavidad oral y las uniones mucocutáneas además de la piel de las ingles y las axilas.
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Vitiligo. Se cree que es una enfermedad hereditaria pero que también tiene una base
autoinmune. Generalmente se establece durante la vida adulta juvenil Se ha descrito en el
Tervueren Belga, el Pastor Alemán, el Rottweiler, el Doberman Pinscher, el Schnauzer Gigante
y el gato Siamés. En algunos casos se han identificado anticuerpos antimelanocitos.
Teleógeno, fase de reposo, final del ciclo del pelo en un folículo) y los folículos pilosos están
distorsionados y, a la larga un resultado puede ser la ausencia completa de folículos pilosos. En
algunos casos se presenta la recuperación espontánea después de 6 meses a 2 años.
Los perros con eritema multiforme presentan una gran cantidad de signos clínicos; entre
ellos, los cutáneos generalmente incluyen máculas y pápulas eritematosas simétricas que se dis-
eminan periféricamente dejando un centro limpio que da a las lesiones aspecto anular o
arquiforme (las lesiones clásicas son tipo iris o tiro al blanco). Algunos perros pueden presentar
placas de urticaria, vesículas, bulas o alguna combinación de todas estas condiciones. La may-
oría de las lesiones se localiza en la cavidad oral y la mucosa nasal, o en las orejas, las axilas y
las ingles. Los animales también pueden mostrar signos sistémicos como fiebre, depresión y/o
anorexia. La biopsia de piel muestra cambios histopatológicos variables. El patólogo puede
reportar una dermatitis hidrópica de interfase con necrosis prominente de queratinocitos aislados
(por apoptosis) y satelitosis de linfocitos y macrófagos que afecta tanto la superficie como el 78
epitelio folicular. El avance de la necrosis de los queratinocitos por lo general produce
ulceración. Con frecuencia también existe un infiltrado inflamatorio liquenoide superficial de
intersticial a denso, con predominio de neutrófilos y células plasmáticas.
El tratamiento del eritema multiforme en los perros geriátricos implica primero tratar de
identificar una causa subyacente (por ejemplo un medicamento) para suspenderlo. Cuando esta
enfermedad se presenta en forma idiopática en un adulto mayor, el curso puede ser leve y se
puede observar regresión espontánea. Los perros con ulceraciones orales severas por lo general
requieren terapia de sostén. La utilidad de los corticosteroides y otros fármacos inmunomodu-
ladores sigue creando controversias y, tal vez, en algunos casos no resulte de ayuda, e incluso
puede contribuir al desarrollo de sepsias. El eritema multiforme suele ser una enfermedad
autolimitante pero cuando los animales presentan ulceraciones severas en la piel o las mem-
branas mucosas pueden morir o tal vez sea necesario practicarles la eutanasia.
Necrolisis epidérmica tóxica (TEN, por sus siglas en inglés). Ésta es una condición rara
que se piensa está relacionada con el eritema multiforme mayor. Aproximadamente el 50% de
los casos se ha asociado con reacción a medicamentos (como penicilinas, cefalosporinas, sul-
fonamidas y levamisol). Otros factores participantes identificados son infecciones, toxinas,
tumores malignos y otras enfermedades internas. Aparentemente no hay predilección de raza,
edad ni sexo. Esta enfermedad generalmente tiene un establecimiento agudo de fiebre, anorexia
y letargia, acompañadas de una condición vesicobulosa multifocal o generalizada. Las lesiones
cutáneas con frecuencia involucran a la mucosa oral, a las uniones mucocutáneas y a los
cojinetes plantares, además de la piel. El examen histopatológico de la piel demuestra degen-
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eración hidrópica de las células epidérmicas basales, necrosis coagulativa de todo el espesor de
la epidermis con inflamación dérmica mínima. La separación dermoepidérmica genera vesículas
subepidérmicas. Los resultados de la inmunofluorescencia directa e indirecta generalmente son
negativos.
Tipo III
Lupus eritematoso sistémico (SLE, por sus siglas en inglés). Se trata de una enfer-
medad común en medicina veterinaria. Las razas Collie, Pastor Shetland y Pastor Alemán son las
más comúnmente afectadas entre los perros, además de los gatos Siameses, Persas y del
Himalaya, que pueden tener predisposición. Esta enfermedad generalmente afecta los riñones
(proteinuria), las articulaciones (poliartritis), el sistema hematopoyético (anemia y tromboci-
topenia), y los músculos. Las lesiones dermatológicas por lo general no son el síntoma más sig-
nificativo, pero cuando se presentan las lesiones cutáneas son diversas e incluyen formación de
escamas, alopecia, ulceración y pérdida del pigmento. Las lesiones cutáneas pueden ser multi-
focales o generalizadas y comúnmente afectan la cara, las orejas y las porciones distales de las 79
extremidades.
Se han propuesto tres etapas mediante las cuales se presentan las lesiones cutáneas del
lupus eritematoso sistémico. En primer lugar, la luz ultravioleta induce la expresión del ICAM-
1 y de autoantígenos que antes se encontraban solamente en el núcleo o el citoplasma de las
superficie de los queratinocitos (como ADN nativo y desnaturalizado). Los anticuerpos especí-
ficos de estos antígenos se fijan a los queratinocitos e inducen citotoxicidad dependiente del
anticuerpo. Ocurrido lo anterior, los queratinocitos lesionados liberan interleucina 2 (IL-2) y
otros factores quimiotácticos de los linfocitos además de mediadores de la inflamación asocia-
dos con el alza en el anticuerpo antinuclear (ANA). Los hallazgos histológicos son variables.
Los más característicos incluyen dermatitis en la interfase y/o liquenoide, alteración vacuolar
subepidérmica, engrosamiento de la zona de la membrana basal y mucinosis dérmica. La
inmunofluorescencia directa revela acumulación de inmunoglobulinas (IgA e IgM, más común-
mente) y/o complemento (C3) en la zona de la membrana basal.
Lupus eritematoso discoide (DLE, por sus siglas en inglés). Ésta ocupa el segundo
lugar entre las enfermedades autoinmunes más comunes en el perro. En el pasado se le conocía
como "dermatitis solar nasal" o "nariz de Collie"), pues se observa más comúnmente en esta raza,
además del Ovejero Shetland, el Pastor Alemán y el Husky Siberiano. El lupus eritematoso dis-
coide representa una forma benigna del lupus eritematoso sistémico, en el cual la enfermedad se
confina a la piel y los otros órganos no se ven afectados. La patogenia de esta enfermedad es sim-
ilar a la de aquélla. El efecto de la luz puede ser un factor agravante en la progresión de la enfer-
medad.
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
Tratamiento
Existen 4 lineamientos a seguir al diseñar la terapia de las dermatosis autoinmunes, a
saber: es preferible la terapia combinada; usar la dosis efectiva más pequeña para causar el mín-
imo de efectos colaterales; es necesario que los propietarios de las mascotas se familiaricen con
los efectos colaterales esperados, y es importante la supervisión y el registro ("monitoreo") fre-
cuentes de las complicaciones.
80
La piedra angular de la terapia inmunosupresora son los glucocorticoides. La prednisona
es el fármaco de primera elección en el perro. El método más efectivo del tratamiento es usar al
principio dosis elevadas para lograr el control rápido de los signos clínicos, seguido de una dis-
minución lenta pero constante de la dosis para mantener la remisión. Las dosis iniciales de 2 a 6
mg/Kg/día se pueden dividir en dos administraciones diarias durante 7 a 14 días, para después ir
reduciendo cada 1 ó 2 semanas y, finalmente, administrar el medicamento en días alternos. En
gatos se puede necesitar una dosis inicial de 4 a 8 mg/Kg/día para inducir la remisión. Se puede
utilizar dexametasona o triamcinolona por vía oral si se tiene la impresión de que la prednisona
no da resultados o bien si ésta causa efectos colaterales inmediatos (como poliura, polidipsia,
jadeo, etc.), impidiendo su uso. La dosis de inducción de la dexametasona es de 0.2 a 0.6
mg/Kg/día seguida de disminución lenta.
Los otros fármacos que se utilizan para el tratamiento de las dermatosis autoinmunes son
la ciclofosfamida, la ciclosporina, la crisoterapia (sales de oro), la vitamina E (de 400 a 800 UI
dos veces al día), o la combinación de tetraciclina y niacinamida (250 mg tres veces al día en
perros que pesen menos de 10 Kg; 500 mg tres veces al día en perros que pesen más de 10 Kg).
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El prurito es una de las quejas que presentan más comúnmente los propietarios de mas-
cotas en la clínica dermatológica. Los síntomas del animal se pueden manifestar cuando el ani-
mal se lame, se muerde y/o se frota, produciéndose una alopecia visible, dermatitis y/u olor. En
algunas ocasiones la única queja es la irritación del propietario. Para el diagnóstico puede ser de
ayuda determinar si el perro o el gato tienen "tanta comezón que se irritan" o "tanta irritación que
se rascan". Esto nos dará información sobre la presencia de una dermatitis alérgica (por lo gen-
eral sin lesión primaria, sino que se trata de signos secundarios a un prurito crónico) o a una
enfermedad inflamatoria que haya producido prurito (por ejemplo, una pioderma bacteriana). No
obstante, en ocasiones es difícil que el cliente pueda identificar la diferencia.
Para establecer el diagnóstico lo primero que hay notar son las características individ-
uales del animal como su edad, su raza y su sexo. Se debe obtener una historia clínica completa
haciéndole al cliente una serie de preguntas como las siguientes:
Si está indicado, se pueden tomar muestras para cultivo bacteriológico o micológico. Tal
vez sea necesaria una biopsia de piel, especialmente si existen lesiones primarias o si usted
sospecha de dermatosis autoinmune. Se puede realizar una prueba de intradermorreacción (para
pulgas solamente o para un panel completo) o bien una prueba de alergenos in vitro, si su diag-
nóstico es dermatitis atópica y si desea seleccionar los alergenos para la hiposensibilización. Es
posible dar instrucciones al propietario para que administre una dieta de eliminación durante un
mínimo de 4 semanas, si es que usted desea descartar de su diagnóstico la alergia al alimento.
En algunos casos, la evaluación de la respuesta del animal a la terapia, por ejemplo con antibióti-
cos, antiparasitarios, antihistamínicos o corticosteroides, también proporcionará información útil
para llegar al diagnóstico.
Pulgas
Ctenocephalides felis es la especie de pulgas más prevalente en el perro y el gato. La
hipersensibilidad a la mordedura de este parásito es el problema de hipersensibilidad más común 82
de estos animales. Hasta el 40% de los perros que viven en un área endémica de pulgas puede
producir IgE contra los componentes alergénicos de la saliva del parásito. Los animales afecta-
dos generalmente manifiestan prurito en la mitad caudal del cuerpo, incluyendo la base de la
cola, la porción caudal de los muslos y el abdomen. En gatos también se pueden observar pápu-
las con costras alrededor del cuello.
El diagnóstico de dermatitis alérgica a las pulgas se logra con base en diferentes datos.
Al levantar la historia clínica se deben hacer preguntas al propietario sobre la presencia de pul-
gas o "polvo de pulga". Al examen físico, se toma nota de la presencia de pulgas o de heces de
las mismas en el perro o el gato, además de las lesiones y la distribución de la dermatitis. Una
prueba intradérmica usando antígeno de pulgas (Greer Laboratories) a la dilución 1:1,000 p/v
junto con un testigo negativo y uno positivo dará una reacción inmediata positiva en la mayoría
de los animales con alergia a las pulgas. Uno de los métodos que se utilizan actualmente para el
control implica el uso de un collar, de los cuales, la mayoría resulta de ayuda si contiene un
inhibidor del crecimiento de los insectos (IGI, por sus siglas en inglés), como el metoprene o el
nilar. Estos compuestos no tienen efecto contra la pulga adulta que es la que muerde al animal y
le produce la enfermedad clínica. Los productos para aplicación por aspersión que venden los
médicos veterinarios generalmente contienen piretrinas o piretrinas sintética en un vehículo a
base de alcohol o agua. Algunos de estos productos se combinan con un inhibidor del crec-
imiento de los insectos. El IGI sistémico lufenurón interrumpe el ciclo de vida de la pulga pero
no tiene efecto alguno sobre las pulgas adultas y, por lo tanto, tiene poca utilidad en el animal
alérgico a las pulgas.
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
Alergia al Alimento
Éste es un problema prurítico de la piel, no estacional, asociado con una reacción de
hipersensibilidad a diversos materiales antigénicos de la dieta. Representa aproximadamente el
10% de los diagnósticos entre los perros y gatos alérgicos y hasta el 1% de las dermatosis en
ambas especies. Algunos investigadores piensan que los síntomas de prurito responden muy
deficientemente a los corticosteroides. No se ha demostrado predilección de edad, raza ni sexo
en ninguna de las dos especies de mascotas citadas. Aproximadamente el 70% de los animales
ha estado consumiendo la dieta o ingrediente responsable por más de 2 años antes de desarrollar
los síntomas. Yo considero que todos los perros y gatos pruríticos se deben someter al descarte
del diagnóstico de alergia al alimento antes de realizar pruebas para la atopía.
83
Se ha reportado una reacción de hipersensibilidad tipo I hasta en el 70% de los casos en
el hombre y se sospecha en el 80 a 85% de los casos en animales domésticos. Se cree también
que las reacciones de hipersensibilidad tipos III y IV tienen también importancia en la patoge-
nia. Los signos clínicos son extremadamente variables. La principal queja del cliente es el
prurito, generalmente no estacional, que puede responder sólo parcialmente a los glucocorti-
coides. Con frecuencia se observan pápulas, pústulas, ronchas, eritema, excoriaciones, escamas
y costras, pero todos estos signos son secundarios al prurito y secundarios a infecciones. En el
perro, la alergia al alimento puede ser muy similar a diversos síndromes cutáneos. Estos animales
se pueden presentar con una enfermedad dermatológica similar a la dermatitis atópica, la der-
matitis alérgica a las pulgas, la foliculitis generalizada, la dermatitis seborreica, la urticaria y/o
el angioedema, la otitis externa, o prurito sin enfermedad dermatológica alguna. En el gato, la
alergia al alimento también tiene muchas formas clínicas y se puede parecer a la dermatitis mil-
iar, la placa eosinofílica, la enfermedad seborreica de la piel o la dermatitis psicogénica con
alopecia. Algunos gatos se presentan con la queja del propietario de prurito sin enfermedad der-
matológica, historia de urticaria recurrente o angioedema, o presencia de severa dermatosis
ulcerativa en la cabeza y el cuello secundaria a intenso prurito. Aproximadamente en el 10 a 15%
de los casos en perros y gatos se ha informado la presencia de problemas gastrointestinales con-
currentes, pero las enfermedades respiratorias simultáneas (asma) son raras.
hasta haber concluido una prueba de 10 semanas con este tipo de dieta. La ración debe estar com-
puesta por sustratos a los que el animal no se exponga comúnmente. De ser posible, debe estar
libre de aditivos incluyendo conservadores, colorantes y saborizantes. En el perro se puede uti-
lizar arroz, papas, cebada, polenta, frijoles, cordero, pollo, cerdo, o pescado blanco. En el gato
generalmente seleccionamos una sola proteína como cordero, pollo, cerdo o pavo. El simple
hecho de cambiar a otra marca de alimento comercial para perros o gatos, con frecuencia no rep-
resenta una prueba válida. Si los síntomas y la enfermedad del animal mejoran con la dieta de
prueba, se deberá realizar una prueba de desafío con la dieta original para confirmar el diagnós-
tico. Los síntomas de prurito generalmente reaparecen dentro de una semana de estar recibiendo
la ración que causó el problema. Las pruebas rutinarias de laboratorio (punción, erosión o
intradérmica) no son de utilidad para el diagnóstico de alergia al alimento. Actualmente conta-
mos con las pruebas de RAST y ELISA para ayudarnos en el diagnóstico de la alergia al ali-
mento, pero no se ha probado su precisión ni su validéz.
Dermatitis Atópica 84
Esta es una dermatosis prurítica común de los perros que se piensa está relacionada con
el desarrollo de IgE específica de un alergeno. Según varios investigadores, se ha publicado que
la incidencia varía de 2 a 15% de la población canina. La mayoría de los perros primero mostrará
evidencia de la enfermedad entre los 6 meses a 7 años de edad, y el 70% manifiesta los signos
clínicos entre 1 y 3 años. Los signos clínicos pueden ser estacionales o no estacionales (en
muchos animales la historia es que los signos comenzaron estacionalmente y fueron avanzando
hasta perder la estacionalidad). La dermatitis atópica se puede presentar en los perros de
cualquier raza pero se ha informado mayor riesgo en el Setter Irlandés, el Dálmata, el Terrier
Blanco de la Altiplanicie, el Scottish Terrier, el Fox Terrier Pelo de Alambre, el Boston Terrier,
el Cairn Terrier, el Lhasa Apsos y el Schnauzer Miniatura. Algunos autores reportan un ligero
incremento de la incidencia en las hembras. Diversos estudios de cruzamiento han fracasado en
sus intentos de documentar el modo exacto de la herencia de esta enfermedad, si es que existe
alguna y no se han encontrado diferencias en la tipificación del DL-A entre los perros normales
y los que presentan dermatitis atópica.
La atopía se define como una predisposición hereditaria a formar anticuerpos del tipo
IgE específicos contra un alergeno. Esta reacción de hipersensibilidad tipo I se acepta actual-
mente como la patogenia de la dermatitis atópica en el perro. Las IgE específicas del alergeno se
fijan a las células cebadas tisulares, especialmente a las que se encuentran en la piel. Después de
fijada así, la IgE reacciona con su alergeno específico, las células cebadas se desgranulan y lib-
eran una gran cantidad de compuestos farmacológicamente activos (histamina, serotonina,
bradiquinina, SRS-A, ECF-A, etc.). Se ha demostrado que no hay diferencia en los niveles
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
totales de IgE ni de las específicas de alergeno entre los perros clínicamente normales y los que
presentan dermatitis atópica. En otro estudio, el nivel promedio de histamina sérica en perros con
dermatitis atópica fue en realidad inferior al de los perros normales, aun cuando después del
desafío aplicando el antígeno por aerosol, estos perros mostraron un incremento a aproximada-
mente el triple en los niveles de histamina y los niveles de histamina cutáneos en los perros con
dermatitis atópica son superiores a los de los perros normales. La IgGd o la IgG4 específicas de
alergenos, pueden ser el anticuerpos más significativo involucrado en la patogenia de la enfer-
medad.
En los perros con dermatitis atópica, el prurito es, con mucho, la principal queja del
dueño. Por lo general no se observan lesiones cutáneas primarias como pápulas o ronchas. El
prurito y las lesiones resultantes generalmente involucran la cara, particularmente las áreas peri-
ocular y perioral, y los canales auditivos, además de las patas, especialmente la porción caudal
de los carpos y los tarsos, las axilas y el vientre, o cualquier combinación de estas regiones. Se
observan signos cutáneos generalizados aproximadamente en el 40% de los casos. La otitis
externa está presente casi en el 50% de los casos. Aproximadamente el 33% de los casos pre-
senta pioderma (foliculitis, furunculosis, dermatitis húmeda aguda) causada por Staphylococcus
intermedius. La atopía es una de las muchas causas posibles de pioderma recurrente. Muchos
perros experimentan la colonización secundaria de la piel con Malassezia pachydermatis. La
enfermedad secundaria seborreica de la piel está presente aproximadamente en el 12% de los 85
perros atópicos. Se ha informado hiperhidrosis aproximadamente en el 10% de los casos. Con
frecuencia los perros tienen conjuntivitis alérgica concurrente (50%), pero rara vez presentan
rinitis, asma o signos gastrointestinales alérgicos.
Una vez hecho el diagnóstico de dermatitis atópica, se pueden realizar pruebas para
demostrar la presencia de IgE específicas de un alergeno, en un intento de seleccionar a aquel-
los que se incluirán en la vacuna antialérgica. Las pruebas disponibles actualmente son la prue- 86
ba intradérmica (IDST, por sus siglas en inglés) y las pruebas de alergia in vitro (IVAT) para la
IgE específica de un alergeno, usando la prueba del radio alergoabsorbente (RAST), un ensayo
de inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA) o la prueba de la inmunomancha del oeste
("western blot", VARL). Ninguna de estas pruebas es capaz de diagnosticar la dermatitis atópi-
ca. Este diagnóstico se debe hacer antes de realizar las pruebas, las cuales sólo se deben usar para
seleccionar los alergenos que se emplearán en la terapia de hiposensibilización.
Las pruebas in vitro para la atopía tienen muchas ventajas en comparación con la intra-
dermorreacción. Para ellas sólo se requiere tomar la muestra de suero en ayunas y no hay necesi-
dad de sedación ni movilización mecánica del perro. El muestreo es rápido, seguro y relativa-
mente sin dolor. Los resultados se informan de manera semicuantitativa. Para realizar una prue-
ba de reacción intradérmica, se requiere mantener los alergenos problema, lo cual puede ser tar-
dado y costoso para el promedio de los médicos. Se requiere mucha práctica para sentirse seguro
sobre la lectura de los resultados de la prueba intradérmica.
El método ideal para comparar los resultados de las pruebas de diferentes compañías
podría ser evaluar la tasa de éxito de la terapia en los pacientes que se han sometido a hiposen-
sibilización con los alergenos seleccionados con base en los resultados de una determinada com-
pañía. Actualmente no existen buenos estudios comparativos. Entonces, lo que podemos evalu-
ar son los factores comparativos como el costo para el cliente, la facilidad de envío de la mues-
tra y de obtención de los resultados, la fuente y el número de los alergenos probados, el uso de
alergenos solos o en grupo, la fuente de las IgE anticanino, el tipo de IgE anticanino (por ejem-
plo si es monoclonal) y la especificidad de la IgE anticanino (por ejemplo, si se ha probado y
demostrado que no presenta reacción cruzada con la IgG, etc.). Desgraciadamente no se ha
demostrado que ninguna de las pruebas IVAT sea precisa para el diagnóstico de la alergia al ali-
mento.
Con base en estos hallazgos, yo trato a todos mis pacientes caninos con cualquier fuente o con-
centración de alergenos acuosos que aparezcan en la prescripción del médico que me refiera el
caso, pero utilizo el programa intenso de dosis bajas establecido por Reedy y Miller. De esta
manera, después de una acumulación de 29 días hasta alcanzar la concentración más alta de la
vacuna, los perros se inyectan subcutánea y semanalmente hasta que los propietarios noten un
mejoramiento clínico. Una vez logrado éste, se disminuye la frecuencia de la inyección hasta
que, de ser posible, eventualmente la vacuna se administre no menos de una vez al mes. Si los
síntomas empeoran se incrementa la frecuencia de las inyecciones para hacerlo semanalmente
hasta que se vuelve a observar la mejoría. Si un propietario ha tratado a su perro con alergenos
acuosos durante un año a intervalos semanales con la concentración más elevada de la vacuna
proporcionada pero el paciente no muestra mejoría, dejo que el cliente decida si quiere contin-
uar.
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
Parece que, independientemente de qué prueba se realice para seleccionar los alergenos,
cuál sea la fuente de los mismos, cuál su concentración o cuál la frecuencia de las inyecciones,
todos los informes publicados muestran que aproximadamente el 60% de los perros presenta
alguna mejoría en su dermatitis atópica cuando se tratan con hiposensibilización. Esto hace cues-
tionar el papel exacto que desempeñan las IgE específicas de alergenos en la patogenia de la
enfermedad.
HISTORIA DERMATOLÓGICA
Cliente_____________________________________ Paciente__________________________
Edad__________Raza____________________Sexo____________Con castración__________
Médico que refiere el caso____________________________Fecha de hoy________________
Queja(S) principal(ES)_________________________________________________________
Edad a la que adquirió su mascota_____________________ Origen_____________________
Edad a la que notó el problema por primera vez________Establecimiento: súbito___ lento___
¿Hay influencia estacional? No_____Primavera_____Verano_____ Otoño_____ Invierno_____
¿En qué parte del cuerpo se inició el problema?_______________________________________
¿Cómo se veía en ese entonces?___________________________________________________
¿El animal se rasca? Sí____ No____ ¿Cuándo? Constante_____Esporádico_____ Noche_____
¿Qué otros animales posee? Descríbalos_____________________________________________
¿Otros animales o personas en la casa tienen problemas en la piel como irritación?____________
Describa el ambiente del animal en la casa, tiempo (%)_________________________________
Describa el ambiente del animal a la intemperie, tiempo (%)_____________________________
¿Sobre qué material duerme el animal?______________________________________________
¿Qué pruebas diagnósticas han realizado?___________________________________________
¿Qué tratamiento tópico se ha usado y con qué éxito?__________________________________
¿Qué tratamientos orales o inyectables se han usado y con qué éxito?______________________ 89
¿Tiene alguna sospecha de la causa? ¿Qué la empeora?_________________________________
¿Cuándo fue la última vez que vio pulgas en cualquiera de sus mascotas?___________________
Describa su programa de control de pulgas___________________________________________
____________________________________________________________________________
Dieta del animal (incluyendo bocadillos y premios)____________________________________
Historia reproductiva: edad a la castración________Fecha y duración del último calor________
Historia médica: enfermedades previas, tratamientos, resultados__________________________
¿Actualmente le está dando algún medicamento? Sí_____ No_____ ¿Cuáles?_______________
¿Qué otros hechos considera usted que serían de ayuda?________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
La pioderma recurrente, se define como una infección bacteriana de la piel que responde
completamente a la terapia apropiada sistémica y/o tópica pero que recurre dentro de un breve
período al interrumpir la terapia, generalmente dentro de un mes. La presencia de pioderma bac-
teriana siempre es secundaria a una causa subyacente, siendo obligación del médico veterinario
tratar de determinar la causa precipitante para tratarla o eliminarla en un esfuerzo de prevenir la
reinfección. Desgraciadamente, algunas veces no somos lo suficientemente inteligentes como
para determinar dicha causa.
Casi todas las enfermedades dermatológicas del perro pueden presentar pioderma bacte-
riana como un componente. Las enfermedades alérgicas como la dermatitis alérgica a las pulgas,
la alergia al alimento o la dermatitis atópica, con frecuencia se complican con infecciones secun-
darias por Staphylococcus. Las enfermedades de la cornificación como la seborrea idiopática o
congénita, la ictiosis y la adenitis sebácea alteran el microambiente normal de la superficie y per-
miten el crecimiento exagerado de bacterias. Los problemas endocrinos, incluyendo al
hipotiroidismo, el hiperadrenocorticismo (ya sea iatrogénico o de ocurrencia natural) y las anor-
malidades de las hormonas sexuales, causan cambios en la capa cornificada y con frecuencia se
complican con pioderma bacteriano secundario. La genodermatosis que causa anormalidades
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
anatómicas cutáneas como dilución del color, alopecia, displasia negra del folículo piloso y dis-
plasia folicular, con frecuencia requieren terapia a largo plazo con antibióticos como parte de su
manejo. Las enfermedades parasitarias del perro como la sarna demodéctica, la sarna sarcóptica
y las infestaciones por Cheyletiella, así como otras enfermedades infecciosas de la piel como la
dermatofitosis, las infecciones micóticas profundas y la dermatitis por Malassezia, con mucha
frecuencia se acompañan de colonización o infección por S. intermedius, como componente adi-
cional.
Los antibióticos orales y sistémicos son la primera elección para el tratamiento de la pio-
derma canina. Cualquier antibiótico se debe usar por un mínimo de 21 días para el tratamiento
de este problema. Los perros con pioderma profunda se deben tratar durante una semana o más
después de haber logrado la curación clínica ó 2 semanas después de haber descontinuado la
prednisona por vía oral. Esto puede requerir hasta 8 semanas o más. La selección del antibiótico
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
apropiado se puede hacer en forma empírica o con base en los resultado de un antibiograma. El
cultivo y el antibiograma generalmente se recomiendan en aquellos casos de pioderma bacteri-
ana en los que no se haya logrado mejoramiento clínico después de 2 semanas de tratamiento con
un antibiótico habitualmente efectivo contra Staphylococcus o si el animal ha sido tratado pre-
viamente con varios antibióticos. La cefalexina, la combinación de sulfametoxasol y trimetoprim
o la lincomicina son buenas opciones de primer intento para el tratamiento de las infecciones
superficiales. El cultivo y el antibiograma son de ayuda en caso de pioderma profunda. La
enrofloxacina, la amoxicilina y el ácido clavulánico u otros antibióticos bactericidas de amplio
espectro generalmente funcionan bien en estos casos (Cuadro 1).
La terapia antibacteriana tópica es una parte integral del tratamiento inicial de una pio-
derma bacteriana y es útil también para prevenir las recurrencias del problema. Generalmente se
instruye al propietario para que bañe con champú al perro con la frecuencia que éste lo requiera
y con la frecuencia que se pueda. Los champúes que contienen benzoíl peróxido, clorhexidina,
triclosán o lactato de etilo son los que se suelen prescribir y se recomienda a los propietarios
dejar estos productos en contacto con el perro durante un mínimo de 10 minutos antes de enjua-
gar. Las cremas o ungüentos con antibióticos son de utilidad para el tratamiento en puntos
definidos. El mupirocín (Bactoderm®-Pfizer) es un excelente antibiótico tópico. Yo trato de evi-
tar el uso de productos que contienen corticosteroides.
*Costo calculado para 3 semanas de terapia de un perro de 22.7 Kg (50 lb), al mes de enero de
2001.
Los signos clínicos de la dermatitis por Malassezia pueden incluir prurito, eritema, piel
grasosa, piel cérea, escamas, hiperpigmentación, liquenificación y/u olor. Las lesiones pueden
ser focales, multifocales o generalizadas. Los sitios comunes de afección incluyen los pliegues
de los labios, los canales de las orejas, la región ventral del cuello, el abdomen, las regiones inter-
digitales y la porción ventral de las patas, el área perianal y los pliegues de la piel. Las zonas
afectadas pueden estar muy bien delineadas. Ocasionalmente se reporta que los perros tienen
lesiones en le hocico o autotraumatismo facial.
La mejor manera de lograr el diagnóstico es mediante citología. Los frotis por impresión
directa son el método que yo prefiero. El portaobjetos se presiona o se frota firmemente varias
veces sobre la superficie de la piel para recolectar el material suelto. Algunos médicos de campo
utilizan cinta adhesiva transparente para tomar las muestras de material para realizar un frotis por 94
impresión. Un hisopo de algodón es útil para la recolección del material del canal de la oreja o
de los espacios interdigitales. Se puede usar un raspado de piel para recolectar el material de una
superficie seca. Hecho lo anterior la laminilla se tiñe con nuevo azul de metileno o Dif Quik®
(no se requiere fijar a la flama). Malassezia se identifica por sus microorganismos con forma oval
o de cacahuate y con gemación que se tiñen en azul de diversas intensidades, de claro a oscuro.
Lo mejor es registrar el número de levaduras examinando de 10 a 20 campos con inmersión en
aceite (esto es mejor que anotar 1+ a 4+).
Malassezia puede crecer en agar de Sabouraud. Las colonias son lisas, convexas, de
color blanco a cremoso, con perímetros lisos y regulares. La placa de cultivo se debe incubar a
temperatura de 32 a 37°C y el crecimiento se presenta de 3 a 7 días. No se recomienda este pro-
cedimiento como rutina para el diagnóstico. La biopsia no es confiable, pues el procesamiento
de las lesiones causa pérdida de los microorganismos de la superficie. El mejor lugar para que el
patólogo busque la levadura es en los pliegues superficiales de la epidermis engrosada o de la
hostia folicular. El patrón de reacción histopatológica es variable y, por ende, no es útil para el
diagnóstico.
Dermatofitosis
La dermatofitosis (dermatomicosis o "tiña") es una infección de la porción muerta y
queratinizada del tejido de la piel (pelos, uñas y estrato córneo) causada por uno de los varios
hongos que pertenecen al grupo que se conoce como dermatofitos. Estos hongos generalmente
no son invasivos y no pueden sobrevivir en el tejido vivo ni en las áreas de inflamación intensa.
Aproximadamente el 99% de las dermatofitosis del gato son producidas por Microsporum canis
y estos animales pueden ser portadores asintomáticos. Microsporum gypseum se encuentra nat-
uralmente en el suelo. Trichophyton mentagrophytes usualmente se contrae por contacto con roe-
dores o con el suelo contaminado. Los factores que predisponen a la infección son la edad (ani-
males tanto muy jóvenes como muy viejos), algún estado que comprometa al aparato inmuno-
competente (incluyendo el uso de corticosteroides), deficiencias nutricionales, enfermedades
debilitantes y estrés.
del T: del griego Kérion, panal; de kéros, cera de abejas). También se puede desarrollar un mice-
toma (que es un nódulo con tractos fistulosos que descargan material purulento con gránulos),
especialmente en los gatos. La onicomicosis puede acompañar a las infecciones de las extremi-
dades. Muchos animales son portadores asintomáticos de los dermatofitos.
El tronco del pelo y el bulbo (que darán resultados positivos con la lámpara de Wood en
caso de estar presente el hongo) se arrancan con una pinza de hemostasis y las escamas se ras-
pan ligeramente de la superficie. Si no hay lesiones visibles se deberá usar un cepillo de dientes
nuevo para cepillar vigorosamente en todas las partes del pelambre durante 2 a 3 minutos para
recolectar el material. Las muestras se cultivan en Medio de Prueba para Dermatofitos
(Dermatophyte Test Media, DTM®, agar Sabouraud dextrosado con clorhexamida, gentamicina,
clortetraciclina y un indicador de color a base de rojo fenol). La tapa del recipiente con el medio
DTM se debe colocar muy floja y el cultivo se deja a temperatura de cuarto. El medio se debe
examinar todos los días, por un mínimo de 10 días. Se debe notar un viraje al color rojo del
medio con el primer signo de crecimiento de colonias blancas. Los dermatofitos primero metab-
olizan las proteínas del medio de cultivo liberando metabolitos alcalinos que son los respons-
ables del viraje del color. Una vez madura la colonia se puede utilizar azul de algodón de
lactofenol o nuevo azul de metileno para la identificación microscópica de la colonia del hongo.
Ocasionalmente (no siempre) se pueden identificar los elementos del hongo mediante histopa-
tología.
tratamiento sólo zonal no suele ser recomendable. Se debe tener precaución al desechar el pelo
contaminado (Cuadro 2).
El tratamiento se debe continuar hasta que el cultivo resulte negativo (en promedio de 4
a 6 semanas pero puede prolongarse hasta 6 a 12 meses contra la onicomicosis). La griseofulv-
ina es altamente teratogénica por lo que no debe utilizar en hembras gestantes. Algunos animales,
particularmente el gato, experimentan problemas gastrointestinales. Un efecto colateral impre-
decible es la mielosupresión severa y no depende de la dosis utilizada, de la duración de la ter-
apia ni de la raza del animal, aunque se ve más frecuentemente en gatos positivos al virus de la
influenza felina. Se recomienda enfáticamente realizar periódicamente una biometría hemática
en los animales tratados durante períodos prolongados. También se ha informado hepatotoxici- 97
dad, erupciones iatrogénicas y efectos colaterales neurológicos.
El itraconazole (Sporanox®) se puede utilizar para casos en los que la griseofulvina haya
fallado o en animales que no la puedan tolerar. Posiblemente su eficacia sea mejor contra los der-
matofitos que la del cetoconazole. Es sumamente caro y la dosis recomendada es de 5 a 10
mg/Kg por vía oral cada 24 horas. En Europa está muy popularizado el uso de vacunas antim-
icóticas, pero su mérito no se ha demostrado por lo que todavía generan controversias.
1. Hacer un cultivo de cada gato tomando las muestras con cepillo de dientes. Mientras
se esperan los resultados del cultivo, cuarentenar a todos los gatos con la infección obvia o los
sospechosos en un cuarto separado o en un edificio diferente provisto de superficies en el piso
que se puedan desinfectar. Aplicar una inmersión a todos los gatos para prevenir la infección
procedente de los portadores asintomáticos, mientras dure la cuarentena.
3. El ambiente (todos los cuartos de la casa o criadero, el material de cama, los cepillos,
los peines, los tapetes, las jaulas, los coches y las camionetas) se deben descontaminar usando
agua caliente y detergente (Betadine®, de ser posible) y una solución de cloro blanqueador 1:10.
Las alfombras se pueden limpiar con vapor de agua y clorhexidina a razón de 1 onza/galón. Se
deben cambiar todos los filtros de la calefacción.
4. El pelo y los bigotes de todos los gatos infectados se deben recortar. Bañar al gato con
champú de clorhexidina y darle una inmersión con clorhexidina (1:10) o cal azufrada. El baño
de inmersión se debe repetir dos veces por semana.
5. Todos los gatos se someten a la técnica de cultivo con cepillo de dientes cada 2 a 4
semanas y la terapia tópica se continúa hasta que el criadero entero resulte negativo al cultivo 98
durante tres cultivos sucesivos (por lo general se requieren de 12 a 20 semanas de tratamiento).
Introducción
El término pioderma se refiere a cualquier enfermedad purulenta de la piel. En medici-
na veterinaria se usa más comúnmente para denominar la colonización o infección bacteriana de
la piel y/o del folículo piloso. Esta enfermedad ocupa el segundo lugar después de la dermatitis
alérgica a las pulgas entre las dermatosis más comunes del perro, pero esta estadística probable-
mente esté cambiando desde el lanzamiento de los nuevos productos para el control de las pul-
gas.
La piel de los perros normales está poblada con pequeñas cantidades de Micrococcus,
Streptococcus alfa hemolíticos, Propionibacterium acnes, Acinetobacter y Staphylococcus spp.
S. intermedius se puede aislar frecuentemente a partir del pelo de perros normales. Se ha prop-
uesto que éste puede servir como reservorio de microorganismos infecciosos de la piel. S. inter-
medius está involucrado aproximadamente en el 90% de las piodermas bacterianas del perro.
Las piodermas bacterianas por lo general se clasifican con base en la profundidad de la afección,
de superficiales a celulitis. Una infección o colonización superficial involucra al estrato córneo.
Aquí podemos incluir enfermedades tales como el intértrigo (pioderma de los pliegues de la piel)
y la dermatitis piotraumática (conocida en inglés como "puntos calientes"). La pioderma super-
ficial es la más común de las enfermedades bacterianas de la piel. La infección involucra a la epi-
dermis por debajo del estrato córneo y/o se extiende hacia el folículo piloso. El impétigo, la foli-
culitis superficial y la pioderma superficial difusa son ejemplos de este tipo de infección. Una 100
pioderma profunda ocurre cuando la infección se extiende a través de la epidermis o el folículo
piloso e implica una inflamación piógena de la dermis o el subcutis. Es común que haya evi-
dencia de ruptura del folículo piloso. Además del Staphylococcus, las bacterias Gram negativas
como Proteus, Pseudomonas o Escherichia coli pueden aparecer en el cultivo. En la mayoría de
los casos en que se selecciona un antibiótico efectivo contra S. intermedius, también se logra
erradicar a los otros microorganismos.
cutáneas como la alopecia con dilución del color, la displasia negra del folículo piloso y displa-
sia folicular, con frecuencia requieren terapia a largo plazo a base de antibióticos como parte de
su manejo. Las enfermedades parasitarias del perro incluyendo la demodecosis, la sarna sarcóp-
tica y las infestaciones por Cheyletiella, además de otras enfermedades infecciosas de la piel
como la dermatofitosis, las infecciones micóticas profundas y la dermatitis por Malassezia, con
mucha frecuencia tienen como componente la colonización o la infección con S. intermedius.
mal ya ha sido tratado con diversos antibióticos. Es importante que el médico veterinario pre-
scriba la dosis apropiada del antibiótico y durante un período correcto (mínimo 3 semanas,
aunque las infecciones profundas puedan requerir hasta 8 semanas). En todos los casos la terapia
antibiótica se debe continuar durante cuando menos una semana después de haber logrado la
curación clínica, o después de 2 semanas de haber interrumpido la administración oral de pred-
nisona (Cuadro 1).
Health) es un excelente antibiótico tópico. Yo trato de evitar el uso de productos que contienen
corticosteroides.
Algunos casos de pioderma son de origen estéril, o sea que no son causados por agentes infec-
ciosos.
Pioderma Mucocutánea
La pioderma mucocutánea es una enfermedad que se diagnostica principalmente en el
Pastor Alemán o sus cruzas. No tiene predilección de edad ni sexo. El signo clínico inicial es una
inflamación simétrica y eritema de los labios, especialmente en las comisuras. Posteriormente
los labios pueden presentar costras y desarrollar fisuras y erosiones. En casos crónicos se obser-
va despigmentación. También se pueden desarrollar lesiones similares en los márgenes de los
párpados, de los orificios nasales, de la vulva, del prepucio y del ano.
Esta enfermedad comienza con una inflamación aguda en la cara, especialmente en los
párpados, los labios y el hocico. Rápidamente se desarrollan pústulas y pápulas que drenan, for-
man fístulas y finalmente presentan costras. Al mismo tiempo los animales presentan una lin-
fadenopatía submaxilar dramática. Es común observar una marcada otitis externa pustular.
Aproximadamente el 50% de los cachorros presenta letargia. Alrededor del 25% de los casos se
acompaña de anorexia, fiebre y dolor articular.
Los cultivos bacterianos realizados con todo cuidado resultan negativos. La histopa-
tología de las biopsias de piel demuestra granulomas y piogranulomas confluyentes. En casos
avanzados se observa supuración en la superficie de la dermis y alrededor de los folículos pilosos
que muestran ruptura, además, en el panículo.
prednisona (2 mg/Kg/día) se debe administrar hasta tener bajo control la enfermedad, lo cual
suele requerir de 10 a 14 días. Muchos médicos veterinarios prefieren agregar un antibiótico al
protocolo de tratamiento, pero las lesiones primarias son estériles por lo que no responden a este
tipo de terapia.
El tratamiento diario de las lesiones durante las primeras etapas de la enfermedad, con
champúes o geles que contienen benzoil peróxido, ayuda a reducir la población bacteriana de la
superficie y a mantener los folículos abiertos. Una vez desarrollada la furunculosis será necesario
un curso de tratamiento con antibióticos de 4 a 6 semanas.
incluso presentarse como una sustancia espesa de color amarillo marrón. El examen citológico
de este material revela neutrófilos y macrófagos espumosos. No se observan microorganismos.
El diagnóstico se confirma mediante biopsia de piel. Siempre se requiere utilizar tinciones espe-
ciales en la muestra, cultivos bacterianos aerobios y anaerobios y cultivos para Mycobacterium,
con el fin de descartar la presencia de agentes infecciosos.
El examen citológico revela numerosos eosinófilos. Una gran cantidad de pacientes pre-
senta eosinofilia circulante. La histopatología revela una foliculitis eosinofílica mural, foliculitis
eosinofílica luminal y furunculosis eosinofílica.
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
El diagnóstico se basa en los resultados negativos del cultivo realizado con el material
procedente de las pústulas intactas, la histopatología que demuestra una dermatitis pustular
intraepidérmica y resultados de inmunofluorescencia directa o tinción inmunohistoquímica que
demuestren depósitos de IgA en la zona de la membrana basal.
La terapia consiste en el uso de glucocorticoides orales de 2 a 4 mg/Kg por vía oral cada
24 horas para después irlos disminuyendo gradualmente hasta después de lograda la remisión.
También se puede utilizar dapsona a dosis de 1 mg/Kg cada 8 horas.
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
Fisiopatología
Introducción
El incremento de la longevidad de nuestras mascotas y los mejores conocimientos médi-
cos contribuyen a que el cáncer se diagnostique cada vez más frecuentemente en nuestras
pequeñas mascotas. Si bien veterinarios y dueños de mascotas comienzan a optar cada vez más
por soluciones terapéuticas para los pacientes con cáncer, esto aún contrasta con la situación gen-
eral en la práctica diaria: muchos pacientes son tratados en forma sintomática, sin que se haya
diagnosticado la enfermedad causal. Aún en el caso de un diagnóstico presuntivo de cáncer, en
muchos casos se realiza directamente la eutanasia, sin que se implemente una terapia. Factores
contribuyentes son el estado avanzado de la enfermedad, el mal estado general del paciente, la
falta de conocimiento y de opciones terapéuticas adecuadas, y/o la falta de participación por
parte del dueño del paciente.
Fisiopatología
El diagnóstico, pronóstico y tratamiento de tumores malignos se relaciona estrechamente
con el comportamiento biológico celular. Alteraciones genéticas de diversa índole marcan el
comienzo de una cadena de eventos denominada carcinogénesis, que culmina con la pérdida irre-
versible del control sobre el crecimiento y muerte celular. La célula neoplásica se „inmortaliza".
La causa de dichos cambios pueden ser alteraciones genéticas espontáneas, p.ej. muta-
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
ciones o traslocaciones por un lado, o defectos en los mecanismos de reparación por el otro. Más
frecuentemente, las alteraciones son inducidas externamente por agentes biológicos (ej. virus,
hormonas), agentes físicos (ej: radiación solar ultravioleta, rayos X, rayos gamma) o agentes
químicos como nitritos/nitratos (ej: conservadores alimenticios), policlorato vinílico (ej. ciertos
materiales de empaque), contaminantes ambientales como los pesticidas agropecuarios (ej:
chlordane, etc) y muchos otros más. Con el transcurso del tiempo, la alteración genética ocasiona
cambios fenotípicos. En consecuencia, además de cambios morfológicos, la célula también
pierde su función original y ya no se comporta como originariamente estaba programada.
Diagnóstico
El diagnóstico de cáncer es un desafío, ya que la sintomatología frecuentemente es
inespecífica y además se requiere integrar conocimientos de diversas disciplinas profesionales
para utilizar los métodos diagnósticos y terapéuticos en forma apropiada. En caso de diagnosti-
carse una neoplasia maligna, se determina el tipo y el estadío del cáncer en cuestión, lo que tam-
bién influirá en las opciones terapéuticas respectivas.
Anamnesis: La edad avanzada constituye un factor de riesgo. La mayoría de los pacientes con
cáncer se presentan con una edad media o avanzada (sin embargo, ésto no descarta a animales
jóvenes con neoplasias malignas). El Bóxer clásicamente se reporta con predisposición a con-
traer mastocitoma, mientras que gatos siameses se asocian con cánceres de mama. Animales con
pelaje blanco o piel no pigmentada son más susceptibles a radiación solar y por ende, a contraer
carcinoma de células escamosas, especialmente en orejas, párpados o plano nasal. Según el sexo
de animales no castrados, éstos pueden contraer cáncer de mama o adenoma de glándulas peri-
anales. La duración y evolución de los síntomas constituye una pregunta esencial para el dueño
del paciente.
En el caso de encontrar este tipo de hallazgos durante el examen clínico, se debe con-
siderar “cáncer” en el diagnóstico diferencial. A su vez, éstos síntomas indican la necesidad de
un examen clínico específico, destinado a establecer un diagnóstico clínico presuntivo.
2do. Simposio Bayer de Actualización Veterinaria
Cuello:
• Ganglios linfáticos (mandibular y pre-escapular)
• Timo
Tórax:
• Auscultación, gato: compresión (no es útil en el gato viejo)
• Ganglios linfáticos axilares (normalmente no palpables)
Abdomen:
• Palpación abdominal y rectal: sacos anales, próstata, ganglios sublumbares
• Glándula mamaria (incl. ganglios inguinales)
112
Miembros posteriores:
Ganglio popliteo
Diagnóstico de Laboratorio: El diagnóstico de laboratorio complementa el diagnósti-
co clínico y ayuda a determinar la condición de salud del paciente. Se analizan sangre, orina y
médula ósea.
Anemias se encuentran frecuentemente tanto en el perro como en el gato, y pueden ser
tanto regenerativas como aregenerativas. Pueden estar relacionadas p. ej. a tumores del aparato
gastrointestinal, a una reserva de hierro reducida (ej: hemorragias), hemangiosarcomas y
tumores en la médula ósea. Leucocitosis puede presentarse en procesos tumorales abdominales
o sistémicos, y puede también estar asociada a fiebre. En este caso, no se relaciona a una causa
infecciosa y no responderá a antibióticos.
Leucopenia se encuentra en tumores de médula ósea o en neoplasias sistémicas. También
es un efecto colateral común de la quimioterapia convencional.
Trastornos de la coagulación tienen causas múltiples y se encuentran comúnmente en caninos y
felinos. Trombocitopenias se originan por neoplasias en médula ósea, hemangiosarcomas o en
caso de hemorragias tumorales internas. Trastornos en los factores de la coagulación se deben a
la activación inespecífica de la cascada coagulatoria por parte de diversos tumores.
Diagnóstico por imágenes: Radiografías comunes se utilizan para diagnosticar focos metastási-
cos en pulmón, efusiones pleurales y tumores mediastinales, y para monitorear el aumento o
reducción del tamaño tumoral durante el tratamiento. Para obtener una buena evaluación, se
recomienda una visión en 3 planos: lateral izq.-der. y lateral der.-izq., Más dorsoventral o ven-
trodorsal. La placa con el paciente en decúbito lateral derecho es la que mejor permite detectar
tumores torácicos.
Tanto la aspiración de células (ej: con aguja y jeringa) o la extracción de tejido (biop-
sia), como la interpretación de los hallazgos microscópicos deben cumplir ciertas técnicas y
requieren conocimientos especiales para facilitar un buen diagnóstico. Se recomienda un fre-
cuente intercambio de opiniones entre el clínico y el patólogo.
Los criterios generales para diferenciar benignidad y malignidad son los siguientes:
tumor primario (T0, T1, T2 y T3), mientras que N se refiere a la afección del nódulo linfático
regional (N0, N1 y N2), y M a si hay diseminación sistémica (M0 y M1).
T: La evaluación del tumor primario incluye ubicación, tamaño, tipo y grado histológi-
co, profundidad invasiva y bordes quirúrgicos. Especialmente el tamaño como también el tipo y
el grado histológico de un tumor ayudan a estimar la presencia de metástasis y en consecuencia,
la necesidad de terapia quimioterapéutica. El tipo histológico, la profundidad invasiva y los bor-
des quirúrgicos ‚limpios‘ ayudan a determinar la probabilidad de recurrencia local, y por lo tanto,
a optar por medidas terapéuticas adicionales como resección quirúrgica agresiva o radiación.
Tumores caninos en los cuales el tipo y grado histológico ayudan a predecir el comportamiento
biológico son el linfosarcoma, el carcinoma de mama, el hemangiosarcoma, el sarcoma de teji-
dos blandos, el melanoma y los mastocitomas. El tamaño del tumor primario se correlaciona
directamente con la sobrevivencia, y especialmente en caso de carcinomas tiroideos, melanomas
orales caninos y carcinomas de mama caninos y felinos.
Tratamiento
La cirugía, quimioterapia y radiación son las principales opciones terapéuticas que se
imponen actualmente en la medicina veterinaria. Debido a lo extenso de este tema, esta pre-
sentación considerará aspectos generales de la quimioterapia. Se recomienda un estudio más pro-
fundo del tema consultando fuentes específicas.
de los agentes quimioterapéuticos y la salud de los pacientes, se opta por protocolos administra-
dos en forma secuencial. La combinación inteligente de agentes antineoplásicos reduce los efec-
tos secundarios que los mismos tendrían si fuesen administrados en forma de monoterapia, y
complementan los efectos deseados, mejorando la eficacia terapéutica global. La selección de un
protocolo particular depende del tipo de cáncer, de su grado histológico, del estadío de la enfer-
medad, de la respuesta esperada del tumor a los agentes quimioterapéuticos respectivos, del esta-
do de salud del paciente y del aspecto financiero. En medicina veterinaria actualmente no existe
un protocolo ‚standard‘ para neoplasias malignas. Dada la diversidad de protocolos quimioter-
apéuticos para los diferentes tipos de cáncer en caninos y felinos, y el tiempo limitado en este
simposio, no se considerarán protocolos específicos.
La base racional de la quimioterapia se basa en aspectos del crecimiento y del ciclo celu-
lar. En la fase S del ciclo celular, la célula sintetiza el ADN necesario para la fase siguiente, que
es la fase M. En ésta, la célula se divide mitóticamente, y luego pasa a la fase G0, en la cual la 117
célula se encuentra en estado no proliferativo. Luego de un tiempo predeterminado, las células
normales cumplen su ciclo de vida e inician el proceso de la apoptosis, con el cual ocurre la
muerte celular.A diferencia de las dos primeras, la última fase es la de mayor duración en el tran-
scurso de la vida celular. Las células neoplásicas malignas no inician la apoptosis.
Para que un tratamiento sea eficaz, se debe considerar el ciclo celular y el mecanismo de
acción de cada agente quimioterapéutico en particular. Los agentes quimioterapéuticos pueden
clasificarse de acuerdo a si sus efectos son dependientes o no del ciclo celular. Los agentes no
dependientes del ciclo celular ejercen efectos letales a lo largo de todo el ciclo celular, mientras
que los agentes dependientes actúan específicamente en determinadas fases, generalmente en la
S o M.
células neoplásicas ya ha tenido su fase de crecimiento máximo (en general, un tumor puede
verse radiográficamente a partir de un diámetro de 1 cm. En este momento, tiene aprox.
1.000.000.000 células).
Misceláneos: L-asparginasa (ej: Elspar®) es una enzima que actúa en la fase G1 del
ciclo celular, inhibiendo la síntesis proteica. Dada su naturaleza proteica, puede causar reacción
anafiláctica.
Si bien no es apropiado recomendar un protocolo para todos los tipos de cánceres, uno
de los protocolos comúnmente utilizados en la práctica veterinaria para varios tipos de cánceres
es el protocolo denominado COP: `C´ Ciclofosfamida (Cytoxan®), `O´ Vincristina (Oncovin®)
y Prednisona. Este protocolo frequentemente es completado con Doxorubicina y L-asparginasa, 119
u otros agentes quimioterápeuticos. Existe una gran variación de dosis y regímenes de adminis-
tración recomendados, lo cual indica que no existe una solución única.
Introducción
En Medicina Veterinaria, la práctica de la vacunación ha sido extremadamente exitosa.
Ella ha permitido no solamente prevenir enfermedades fatales en todas las especies sino también
la evolución de los sistemas de producción de carne, leche, huevos, y lana. En el área de ani-
males de compañía, la práctica de la vacunación ha permitido la estrecha convivencia de
carnívoros y el hombre al eliminar el riesgo zoonótico de la rabia.
En los Estados Unidos, aproximadamente el 50% de las visitas a las clínicas de pequeños
animales están asociadas a la práctica de la vacunación (Carmichael, 1999). En Europa, entre el
20 y el 40% del ingreso económico de las clínicas de pequeños animales es originado por la prác-
tica de la vacunación (Horzinek, 1999).
A pesar del éxito que nuestra profesión ha alcanzado practicando la vacunación como la
hacemos hoy, su esencialidad está siendo cuestionada por ciertos grupos académicos (Smith,
1995: Are we vaccinating too much?) y por ciertos sectores del público que poseen animales
(como por ejemplo, los criadores de razas exóticas).
Nadie discute hoy día la existencia de reacciones post-vacunales adversas, sin embargo,
la incidencia real de estas reacciones (número de animales afectados/número de animales vacu-
nados) es difícil de estimar dada la falta de procedimientos estandarizados para la colección y
difusión de estas reacciones en la industria biológica veterinaria (Meyer, 2001).
El número de fibrosarcomas reportado (de 1 a 3.6 tumores por cada 10.000 dosis admin-
istradas) es importante considerando la dificultad de su tratamiento y su propensión a producir
metástasis (Ogilvie, 2001; Hershey et al. , 2000; Madewell et al. , 2000; Schultze et al. , 1997;
Lester y Clemett, 1996. En respuesta a este problema, la Asociación Americana de Veterinarios 123
Especializados en Felinos (AAFP) realizó un Simposium en 1998 en el cual el tema de los
fibrosarcomas inducidos por vacunaciones fue discutido extensamente (Vaccine-Associated
Feline Sarcoma Symposium, 1998).
Esta reunión generó una serie de nuevas recomendaciones para la vacunación de felinos
(1998 Report of the AAFP and the Academy of Feline Medicine Advisory Panel on Feline
Vaccines). Entre las conclusiones mas importantes encontramos (Morrison y Starr, 2001):
• sólo vacunas que contienen Virus de Panleucopenia Felino (FPV), Herpesvirus Felino (FHV)
• Calicivirus Felino (FCV) y rabia deben ser recomendadas;
• se recomienda el uso de vacunas que contienen FeLV sólo cuando se justifique;
• no se recomienda el uso de vacunas contra Microsporus canis, FIP, bordetella o giardia en los
felinos.
• vacunas con adyuvantes (rabia, FelV y otras vacunas inactivadas) deben ser administradas dis-
talmente (para facilitar amputaciones);
• no usar frascos multi-dosis.
Es interesante de notar que la revacunación anual contra la rabia, obligatoria en todos los
estados de los EEUU y potencialmente mas peligrosa, no ha recibido la misma atención que otras
vacunas.
• Los métodos que pueden utilizarse para corroborar que animales vacunados tiempo atrás están
aún protegidos (Lappin et al., 2002; Poulet et al., 2001); Twark and Dodds, 2000; Rikula et al.,
2000);
• Identificación de los antígenos realmente importantes y cómo deben utilizarse (Greene et al.,
2001);
• Indicaciones vacunales en los animales muy jóvenes o seniles;
• Las consecuencias para el veterinario que no sigue las instrucciones en la etiqueta de un pro
ducto (Flemming, 2001);
• Importancia y origen de la anemia hemolítica auto-inmune en el perro (Duval y Giger, 1996; 124
HogenEsch et al., 1998);
• Responsabilidad por la protección de "toda la población animal".
Conclusiones
Las vacunaciones son procedimientos médicos que requieren un análisis individualiza-
do (Martinod, 1999) de:
• la edad del animal, su estado de salud y su riesgo de exposición a infecciones que pueden ser
prevenidas por la vacunación. Una buena historia clínica es muy importante;
• el tipo y nivel de las infecciones en el área en que el animal habita;
• el beneficio/riesgo del procedimiento de acuerdo a la seguridad y eficacia conocida de los pro
ductos seleccionados.
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Autor: Bayer de México, S.A. de C.V.
Fecha de edición: febrero 2002
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