Grado de Umbral
Repercusión funcional Conducta
hipoacusia audiométrico
26-40 dB Dificultad para oír la voz baja o distante. Repite bien la palabra hablada
Es posible que necesite prótesis auditiva e interven-
Hipoausia leve (en el mejor con voz normal a 1 metro. Puede tener dificultades en ambientes
ción.
oído) ruidosos y en los entornos educativos
• Stress, ansiedad
• Paranoia
• Inseguridad
• Complejo de inferioridad
• Baja autoestima
• Negación
• Comportamientos defensivos
• Agresividad, frustración, amargura o resentimiento
• Evitación social
• Comportamiento antisocial
• Letargo, resignación, pasividad
• Depresión
• Abusos familiares
• Abuso de tóxicos
El implante coclear es un aparato electrónico que recoge los sonidos del ambien-
te y los transforma en impulsos eléctricos, que son conducidos hasta un electrodo situa-
do dentro del caracol para estimular el nervio auditivo. Existe una amplia experiencia
clínica mundial con la utilización de estos sistemas.
Por ello, tanto la selección de pacientes como el manejo integral del mismo de-
pende de un equipo multidisciplinar, integrado por otorrinolaringólogos, audiólogo-
audioprotesista, logopeda, psicólogo – psiquiatra, neuropediatra, educadores y padres.
Las indicaciones en niños son más conservadoras, por las dificultades que com-
porta el diagnóstico audiométrico en este grupo de edad. La indicación se mantiene para
la hipoacusia bilateral neurosensorial con umbrales mayores de 90 dB, que deben ser
confirmados mediante pruebas electrofisiológicas. Es importante hacer un periodo de
prueba de 3 a 6 meses con audífono y comprobar que no hay progreso en el lenguaje
con una rehabilitación adecuada. Este periodo de prueba podrá alargarse o acortarse
según los casos.
Es muy probable que el niño pequeño no pueda manejar el implante por sí mis-
mo. Por ello es necesario que el educador esté dispuesto a ayudarle cuando sea necesa-
rio y que conozca las particularidades del implante. Algunas normas básicas en este
sentido son:
5. Los detectores de metal de museos etc. pueden activarse por los implantes.
6. Los teléfonos móviles pueden interferir con el implante cuando se usan a me-
nos de 3 metros de estos.
8. Finalmente, es necesario conocer algunos signos que alertan del mal funcio-
namiento del implante. Según la edad del niño, este mostrará cambios en la respuesta al
sonido, manifestará que oye poco o de manera intermitente, aparecerán alteraciones en
la comprensión verbal o en la inteligibilidad de lo que dice, cambios en la voz, cambios
en el comportamiento (atención dispersa) o cambios en el rendimiento escolar. Ante la
aparición de estos signos es preciso revisar el implante.
1. Conocer la prótesis auditiva del alumno, cambio de pila, controles. Esto es es-
pecialmente importante con los niños más pequeños. Adquirir conocimientos básicos
sobre los audífonos y sus limitaciones (en qué circunstancias oirá claramente y en cua-
les experimentará dificultad).
2. Conocer los sistemas de ayuda a la audición (FM fundamentalmente)
3. Establecer conductas destinadas a la mejora de la comprensión:
9 Preguntar al alumno cuándo tiene más dificultades y en qué
circunstancias se encuentra más cómodo.
9 Mantener una comunicación fluida con los padres
9 No comer, beber o mascar chicle cuando se habla
9 Esperar hasta que desparezcan los ruidos ambientales (coches,
motos etc.)
9 No hablar mientras los niños recogen o sacan el material
9 Asegurarse de que el sordo está preparado para escuchar
9 Hablarle de frente, de modo que pueda leer los labios
9 Cuando nos dirijamos al alumno, dirigirse a él por su nombre
en primer lugar
9 La iluminación no debe quedar de espaldas al profesor (evitar
la iluminación a contraluz)
9 Evitar moverse mientras se habla, para que el volumen de la
voz no fluctúe.
9 Hablar alto y claro
9 Hacer esquemas en la pizarra, de modo que pueda seguir el
contenido de la clase.
9 Cambiar a explicaciones visuales frecuentemente (dibujos, fo-
lletos, diapositivas o transparencias).
9 Tener en cuenta que los proyectores pueden ser ruidosos. Apa-
garlos cuando no se usen y colocar al alumno sordo lejos de
ellos.
9 Procurar seguir esquemas claros, y señalar claramente los
cambios de asunto.
9 Estar pendiente de los signos de confusión o duda.
9 Escribir las palabras nuevas en la pizarra.
9 Tener en cuenta que es imposible leer los labios, y tomar apun-
tes al mismo tiempo.
9 Evitar hablar de cara a la pizarra.
9 Fomentar que otro alumno le ayude a no perder información o
el hilo de la clase. El profesor deberá facilitar a este alumno
que no pierda información mientras ayuda al compañero sordo.
9 Tener en cuenta que la capacidad de atención fluctúa con las
horas y los días.
9 Cuando el alumno no entienda, no repetir las mismas palabras.
Hacer una frase diferente.
9 En las conversaciones en grupo hacer que hable uno solo cada
vez.
9 En las discusiones en grupo, disponer los asientos de modo
que el niño pueda ver a sus interlocutores.
9 Sentar al estudiante centrado en el aula, a un tercio del fondo y
lejos de pasillos y ventanas.