Inicialmente el artículo 123 de la Constitución General de la Repú-
blica, desde 1917, se refirió en sus fracciones VI y IX al reparto de las utilidades.
Algunos pensaron no precisamente en un sistema de reparto de
utilidades, sino en una fijación de los salarios tomando en cuenta las ganancias del patrón; otros se inclinaron por considerar el reparto voluntario de utilidades.
Como resultado final de estos debates, el 23 de enero de 1917, se
presentó un dictamen sobre 'el capítulo de trabajo "Creemos equitativo que los trabajadores tengan una participación en las utilidades de toda empresa en que presten sus servicios.
A primera vista parecerá ésta una cuestión exagerada y ruinosa
para las empresas; pero estudiándola con detenimiento, se tendrá que convenir en que es provechosa para ambas partes. El trabajador desempeñará sus labores con más eficacia teniendo un interés personal en la prosperidad de la empresa, el capitalista podrá disminuir el rigor de la vigilancia y desaparecerán los conflictos entre uno y otro con motivo de la cuantía del salario."
Ante la ausencia de reglamentación, el precepto constitucional pudo
operar y solamente encontramos que en algunos contratos vos de trabajo se regularon sistemas voluntarios de distribución ganancias. En el Reglamento de Trabajo de los Empleados de las Instituciones de Crédito y Organismos Auxiliares, se incluyó el artículo el que se dispuso que "anualmente percibirán los empleados, por concepto de participación en las utilidades, una gratificación que n, ser menor al importe de un mes de salario. . .
En diciembre de 1961 el Presidente de la República promovió forma
a diversas fracciones del artículo 123 de la Constitución otras se incluyen las VI y IX en relación con el reparto de las utilidades Cumplidos los trámites constitucionales se publicó la reforma precepto el 21 de noviembre de 1962, por lo que ahora de mencionar el nuevo texto legal, formulando nuestros comentario el mismo.