I CAPITULO
SUPERLUCHA
Nos podemos dar cuenta que la historia del mundo se ha dividido en tres partes de
gran trascendencia para la humanidad, como lo ha sido la agricultura la cual ha
sido catalogada como la primera ola de la sociedad, que se mantuvo durante un
largo tiempo, luego viene la segunda ola que es la revolución industrial la cual ha
durado más o menos 300 años y por ultimo viene una ola que aun no ha sido
clasificada de la mejor manera posible, puesto que en este punto, el futuro pude
tener cambios ya sean a nivel social, tectológico, cultura y político lo cual influye
de una gran manera para que la humanidad siga hacia adelante.
LA PREMISA REVOLUCIONARIA
LA LÍNEA DE AVANCE
OLAS DE FUTURO
RICACHONES Y ASESINOS
La pelea entre las segunda y tercera ola tiene como único fin fijar la persona o
grupo que tenga más beneficios, lo que implica que muchos de los problemas que
hay en la actualidad no sean resueltos y ha esta lucha se la ha denominado
superlucha, las disputas entre clases de culturas han hecho que el mundo se
encuentre en un caos no muy bueno para el futuro.
II CAPITULO
LA ARQUITECTURA DE LA CIVILIZACIÓN
La primera ola es la agricultura la cual duro muchos años pero dentro de esta, ya
se daban algunos avances de la segunda ola como lo fue la extracción de petróleo
en las islas griega en el 400 a de c y en birmania en el 100 d de c, también ya se
veían, grande s imperios como lo fue el romano, pero la segunda ola se dio
después de la revolución industrial con la construcción de maquinas, lo cual formo
el sistema social más poderoso.
LA SOLUCIÓN VIOLENTA
BATERÍAS VIVIENTES
Las energías en la primera ola eran renovables como lo eran los animales, el
viento y otros agentes de la naturaleza al surgir la revolución industrial estas
energías fueron remplazadas por fuentes no renovables como lo es el carbón, el
petróleo o combustibles fósiles.
LA MATRIZ TECNOLÓGICA
LA PAGODA BERMELLÓN
LA FAMILIA AERODINÁMICA
EL PROGRAMA ENCUBIERTO
A partir de la segunda gran ola se empezó a necesitar mano de obra calificada y
se dio inicio a la educación de niños los cuales cada vez entran más jóvenes a la
escuela por consiguiente los años de educción cada día eran más.
SERES INMORTALES
LA FÁBRICA DE MÚSICA
En la música los cambios ocasionados por la segunda ola también fueron de gran
multitud puesto que las organizaciones también estaban dentro de este contexto,
ya que se empezaron a utilizar los empresarios, representantes personas que
pudieran vender una gran cantidad de boletos, lo cual produjo la necesidad de
grandes teatros y la ampliación de sonido para estos.
LA VENTISTICA DE PAPEL
La comunicación durante la primera ola era únicamente para las familias ricas
puesto que eran muy difícil el establecer conexión uno a otros, la única forma de
comunicación era por medio de mensajeros los cuales se demoraban mucho, a
partir de la segunda ola se crea la oficina de correos que fue de gran ayuda para
toda la humanidad puesto que de esta manera la comunicación entre familias era
más fácil, mas adelante viene el teléfono el cual ayudo a optimizar la
comunicación entre la humanidad, lo que ha facilitado el intercambio comercial a
niveles internacionales.
III CAPITULO
LA CUÑA INVISIBLE
LA DIVISIÓN SEXUAL.
En la primera ola, era todo muy independiente de todo. Por ejemplo, las ganancias
de una granja no dependían de otra granja y nadie se interesaba por lo que pasara
con otras granjas, siempre y cuando la propia marchara bien.
En la segunda ola ocurrió que todo se movió a fábricas y todo estaba, de alguna
manera, interconectado. Es decir, era interdependiente. Esa interdependencia
originó conflictos en las responsabilidades del ser humano. Los primeros obreros
trabajaban de acuerdo con lo que se les pagaba (que era muy poco) y no tenían
idea de que su desempeño se relacionaba con una super-maquinaria de fábricas
en ese entonces. En el único ambiente en el que no predominaba n las nuevas
formas de trabajo, era el hogar (la familia). En ese aspecto, la mujer seguía en el
pasado mientras el hombre avanzaba al futuro. La primera trabajaba solo para su
hogar; el segundo, para una red de trabajo interdependiente. Las mujeres que no
hacían caso e iban a trabajar en las redes de inter-dependencia, eran tildadas de
“no femeninas”. Dado lo anterior, se puede concluir que “la batalla de los sexos” se
originó por las ideas de trabajo que se tenían.
Los integradores, sigue diciendo el autor, asumieron así el control. “De esta
necesidad de integración de la civilización de la segunda ola surgió el mayor
coordinador de todos, el motor integracional del sistema: un Gobierno grande”,
emergieron así una enorme maquinaria gubernamental y grandes organizaciones,
compañías de producción. “Las Sociedades de la segunda ola estaban
gobernadas por los integradores”. “En la actualidad, mientras la tercera ola de
cambio ‘aparece’, empiezan también a aparecer las primeras grietas en el sistema
de poder”. La causa es en la tercera ola se requiere cada vez mayor
descentralización.
Esto, para Toffler, era un engaño, pues mientras el pueblo creía que está
gobernando a través de sus representantes cuando en verdad lo hacían las
élites.“De hecho lejos de debilitar el control ejercido por las élites directivas, la
maquinaria formal de representación se convirtió en uno de los medios clave de
integración por los que se mantenían a sí mismas en el poder”
Comienza ahora la tercera parte de libro, en el que trata de analizar cómo será la
nueva síntesis cultual de la tercera ola.
Toffler describe en este capítulo los cuatro puntos para básicos de esta nueva
síntesis:
“La tercera ola inicia así una Era verdaderamente nueva, la Era de los medios de
comunicación desmasificados. Una nueva infosfera está emergiendo a lo largo
de la nueva tecnosfera. Y esto ejercerá un impacto más trascendental sobre la
esfera más importante de todas, la que se alberga en el interior de nuestros
cráneos. Pues, tomados en su conjunto, estos cambios revolucionan nuestra
imagen del mundo y de nuestra capacidad para entenderlo”. Así, dice Toffler, se
desmasifican también nuestras mentes: “esto explica en parte por qué las
opiniones sobre todas las cosas, desde la música Pop hasta la política, se estén
volviendo menos uniformes. El consenso salta en pedazos. A un nivel personal,
estamos asediados y bombardeados por fragmentos de imágenes, contradictorias
e inconexas, que conmueven nuestras viejas ideas y nos asaltan en forma de
‘destellos’ quebrados o dispersos. De hecho, vivimos en una ‘cultura
destellar’““Como consecuencia, personas y organizaciones anhelan
continuamente más información, y el sistema entero empieza a vibrar con
una transmisión cada vez más intensa de datos. Al aumentar el total de
información necesaria para la coherencia del sistema social, y la velocidad a
que debe ser intercambiada, la tercera ola hace saltar en pedazos el
entramado de la anticuada y sobrecargada infosfera de la segunda ola y
construye otra nueva que ocupe su puesto“.
Capítulo XIV. El entorno inteligente
“El ordenador, debido a que procesa los datos que almacena, crea una situación
histórica sin precedentes: hace a la memoria social extensiva y activa a la vez.
Y esta combinación resultará ser propulsora. Activar esta memoria recientemente
expandida liberará nuevas energías culturales. Pues el ordenador no solo nos
ayuda a organizar y sintetizar ‘destellos’ en modelos coherentes de realidad,
extiende también los lejanos límites de lo posible. Ninguna biblioteca ni archivo
podría pensar y mucho menos pensar de manera no ortodoxa. En cambio, al
ordenador podemos pedirle que ‘piense lo impensable’ y lo anteriormente
impensado. Hace posible una corriente de nuevas teorías, ideas, ideologías,
concepciones artísticas, progresos técnicos, innovaciones políticas y económicas,
que eran en el sentido más literal, impensables e inimaginables hasta ahora. De
esta forma acelera el cambio histórico y estimula el avance hacia la diversidad
socialde la tercera ola”.
“Las dos revoluciones del sector administrativo y del fabril dan lugar a un modo de
producción enteramente nuevo para la sociedad, un paso gigantesco para la
especie humana. Este paso lleva consigo implicaciones indescriptiblemente
complejas. Afectará no sólo a cosas tales como el nivel de empleo y la estructura
de la industria, sino también a la distribución de poder político y económico, a las
dimensiones de nuestras unidades de trabajo, a la distribución internacional del
trabajo, al papel de las mujeres en la economía, a la naturaleza de trabajo y al
divorcio entre productor y consumidor: alterará incluso un hecho aparentemente
tan simple como el ‘dónde’ del trabajo”.
Terminamos por hoy con este capítulo dedicado al modo en el que estos cambios
afectarán a los hogares. Al desaparecer la masificación -y como consecuencia de la
nueva tecnología-, se volverá a la industria en el hogar (que fue donde comenzó):
“A medida que avanza la tercera ola a través de la sociedad, encontramos cada vez
más compañías que, en palabras de un investigador, pueden ser descritas como nada
más que ‘personas apiñadas en torno a un ordenador’. Póngase al
ordenador en las casas de las personas, y ya no necesitarán apiñarse. El
trabajo administrativo de la tercera ola, como el trabajo fabril, no requerirá que el
cien por cien de la fuerza del trabajo esté concentrada en el taller”.
Influirá en esto el elevado costo de los desplazamientos diarios a los
lugares de trabajo. Este nuevo “hogar electrónico” tendrá beneficiosos
resultados: ahorro de gasolina, de tiempo en desplazamientos,
disminución de la contaminación ambiental, mayor estabilidad en la
vida familiar, desarrollo de la privacidad, una sociedad centrada en el
hogar, con una mayor estabilidad en la comunidad.
De todas formas Toffler dice que “no podemos saber si el hogar electrónico se
convertirá en la norma del futuro”, pero al mismo tiempo predice que bastaría con un
desplazamiento en este sentido de un 10% o un 20% de la fuerza de trabajo, para
provocar una modificación inmensa en la vida de la sociedad, es decir, que se está“a
punto de crear (…) junto con la tecnosfera y la infosfera de la tercera ola,
unasociosfera de tercera ola”.
Este capítulo -quizás uno de los menos inspirados del libro-, lo dedica Toffler a dar su
visión de la familia Parte de la idea –en mi opinión equivocada- de que la familia
nuclear ha sido “idealizada” por la segunda ola, al convertirla en el modelo dominante
(cfr. p. 210). Pero -para él- la tercera ola requiere un nuevo tipo de familia. Toffler
admite la posibilidad de que, al lado de la llamada familia nuclear puedan darse,
incluso parece insinuar que sería algo muy beneficioso, muchos tipos de familias —
familias múltiples, familias de cónyuges homosexuales, familias de “polipadres”,
poligamia simultánea, etc—. Será deseable una reestructuración de las familias según
nuevos patrones. Parece subordinar la moralidad (se trata en el fondo de una “moral
de situación”) y los sentimientos más íntimos y naturales de cualquier persona a los
factores económicos y de producción cuando afirma: todo esto supondrá
cambios “desde la moralidad y los impuestos, hasta las prácticas de empleo. En el
terreno de los valores necesitamos empezar a eliminar el injustificado
sentimiento que acompaña a la ruptura y reestructuración de las
familias. En vez de exacerbar ese injustificado sentimiento de
culpabilidad, los medios de comunicación, la Iglesia, los tribunales y el
sistema político deberían esforzarse en reducir el nivel de culpabilidad”.
Para llevar a cabo todos estos cambios, Toffler afirma que como la corporación de la
segunda ola ha quedado anticuada por los cambios profundos que se están dando (p.
243) se hace cada vez más necesario una completa reconceptualización del significado
de la producción y de la corporación. Y esta transformación “forma parte de la
transformación, más amplia, de la sociosfera considerada como un todo, y ésta, a
su vez, encuentra un paralelismo en los dramáticos cambios operados en
latecnosfera y la infosfera“. Las nuevas corporaciones tendrán que tenerobjetivos
transeconómicos, entendiendo por ello objetivos que están orientados no
necesariamente a la producción, sino más bien objetivos de contenido social, de
bienestar, etc.: “en las nuevas condiciones, la corporación no puede ya funcionar
como una máquina para maximizar alguna función económica, ya se trate de la
producción o del beneficio. La definición misma de ‘producción’ está siendo
drásticamente ampliada para incluir los efectos marginales además de los centrales,
los efectos a largo plazo además de los efectos inmediatos, de la acción de las
corporaciones. En otras palabras, toda corporación tiene más ‘productos’ (y se le
hace ahora responsable de más), de los que jamás hubieron de tener en cuenta los
directores de la segunda ola (…), productos ambientales, sociales, informacionales,
políticos y morales, no sólo productos económicos”.
Los dos capítulos anteriores un poco oscuros parecen aclararse en este. Tofller afirma
que al “código” que impuso la segunda ola —principios o normas que regían el
comportamiento cotidiano —, corresponde en la tercera ola un “contra-código“, o
sea, nuevas reglas básicas para la nueva vida que se basa en una economía
desmasificada, en medios de comunicación desmasificados y en nuevas
estructuras corporativas. Las luchas generacionales que a veces se originan entre
jóvenes y viejos son, en el fondo, contrastes entre estos dos códigos.
Las distintas empresas están adoptando horarios flexibles, acabando con el sistema ‘de
8 a 3′. Se está extendiendo el trabajo de jornada parcial: en Estados Unidos hay hoy un
trabajador de jornada reducida por cada cinco de jornada completa. Y esto está
produciendo también cambios en el horario de los compradores. Se desmasifican los
horarios: esto altera los horarios de la ‘amistad’: “nos estamos moviendo ahora
de una puntualidad genérica a una puntualidad selectiva o situacional”.
“Llegar a tiempo” no significa ahora lo que antes. “El resultado es menos presión para
que se llegue ‘a tiempo’ y la difusión entre los jóvenes de actitudes más
despreocupadas con relación al tiempo. La puntualidad (…) se torna situacional”.
La tercera ola ataca la uniformización, característica básica de la vida industrial. Al
disminuir la producción en serie, se desmasifica el consumo, el mercado, el tráfico
comercial: “los consumidores empiezan a realizar sus elecciones no sólo porque un
producto cumple una específica función material o psicológica, sino también por la
forma en que se adecúa a la configuración, más amplia, de los productos y servicios
que ellos exigen. Estas configuraciones acusadamente individualizadas son
transitorias, como lo son los estilos de vida que contribuyen a definir. El consumo,
como la producción, se torna configuracional. La producción postuniformizada trae
consigo el consumo postuniformizado”.