ULADECH
ESCUELA CIENCIAS DE LA SALUD
ODONTOLOGÍA
CIRUGÍA II
Tema:
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LA
INFECCIÓN ODONTOGÉNICA
Alumnos:
CASTRO ESQUEN, MERY
CIEZA VIGIL, ESTHER
CONTRERAS ARAUJO, CINTHIA
LUCERO HERRERA, VANESSA
ORUNA MARTINEZ, OSCAR
PRETEL GOMEZ, PAÚL
STEIN ROJAS, NUMAN
ZAVALA CERNA, MARIBEL
Docente:
Dr. PABLO MILLONES GOMEZ
TRUJILLO – PERÚ
2010
PRESENTACIÓN
EL GRUPO
ÍNDICE
CONTENIDO PÁGINAS
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
PRESENTACIÓN
INTRODUCCIÓN ………………………………………………………….. 1
OBJETIVOS ……………………………………………………………….. 2
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LA INFECCIÓN
ODONTOGÉNICA ………………………………………………………… 3
PRINCIPIOS DEL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO …………………… 4
PROTOCOLO EN UN TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
DE LA INFECCIONES ODONTOGENICAS ………………………….. 5
SELECCIÓN DE LA ANESTESIA ……………………………………… 5
INSTRUMENTAL NECESARIO PARA EL DESBRIDAMIENTO …… 5
INCISIÓN …………………………………………………………………. 6
DESBRIDAMIENTO ……………………………………………………… 10
DRENAJE …………………………………………………………………. 10
TÉCNICAS SEGÚN EL ESPACIO AFECTADO ………………………. 11
VESTIBULO BUCAL ……………………………………………………... 11
ESPACIO PALATINO …………………………………………………… 11
ESPACIO SUBLINGUAL ………………………………………………… 12
ESPACIO CANINO ………………………………………………………. 12
ESPACIO GENIANO ……………………………………………………… 12
ESPACIO MENTONIANO ……………………………………………….. 13
ESPACIO PARAMANDIBULAR ………………………………………… 13
ESPACIO TEMPORAL SUPERFICIAL ………………………………… 13
ESPACIO TEMPORAL PROFUNDO …………………………………. 13
ESPACIO CIGOMÁTICO ………………………………………………… 14
ESPACIO MASETERINO ………………………………………………. 14
INTRODUCCIÓN
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Conocer los tipos de tratamiento quirúrgico de las infecciones
odontogénicas.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
1. Conocer los tipos de incisiones que se realizan en el tratamiento quirurgico de
los infecciones odontogénicas.
2. Conocer las formas de desbridamiento en una infeccion odontogenica.
3. Conocer las pautas para la realización de un tratamiento quirúrgico de las
infecciones odontogénicas.
4. Conocer e identificar las técnicas de tratamiento según el espacio afectado.
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LA
INFECCIÓN ODONTOGÉNICA
SELECCIÓN DE LA ANESTESIA
La anestesia es imprescindible para un desbridamiento correcto; ésta se
puede conseguir de muy diversas formas.
La anestesia infiltrativa queda reducido a abscesos muy superficiales como
son los intrabucales, tanto el vestibular como el palatino porque el acto del
desbridamiento hay que penetrar con el instrumental en un plano más profundo
que el subcutáneo o el submucoso.
Según la topografía del absceso, se podrá practicar una anestesia troncular,
ya que la inyección se efectúa lejos de la zona dolorosa, sin embargo, queda
restringida en caso de trismus.
En el caso de que el absceso interese un espacio de trascendencia vital, la
anestesia de elección será la general con intubación traqueal; ésta muchas veces
estará dificultada por la existencia de trismo, que suele acompañar a estas formas
graves. En estos casos deberemos efectuar la intubación nasotraqueal bajo guía
fibroscópica.
INCISIÓN
La incisión correcta para un desbridamiento debe cumplir estos 3 requisitos:
Debe ser suficiente, práctica y estética.
En las presentaciones intrabucales bastaría una longitud de 1 cm y para las
extrabucales es recomendable efectuar una incisión de unos 2 cm. Para ser
funcional, la incisión debe practicarse en la parte más declive del absceso
despreciando si es necesario aquellos puntos no declives por los que el absceso
tiende a desbridarse espontáneamente; así se evita la posibilidad de que la piel se
necrose y sobre todo una fibrosis cicatricial excesiva que se produce al incidir en
una zona cutánea fina y poco vital.
Finalmente, para obtener un resultado estéticamente satisfactorio, siempre
que se pueda se intenta un abordaje intrabucal, pero por desgracia en las formas
profundas e importantes, cuyo punto de partida suele ser mandibular y casi nunca
en el maxilar superior, ello no suele ser posible.
Incisiones Intrabucales
En la región vestibular la incisión se hará a nivel apical en dirección
perpendicular al eje mayor del diente, vigilando las estructuras nobles como, por
ejemplo, el nervio mentoniano; de este modo también se evita la posible secuela
de una brida cicatricial que podrá ser un obstáculo para una futura prótesis.
En las regiones palatina y sublingual las incisiones deben ser siempre
mediales, nunca transversales, a fin de no herir su contenido anatómico; en el
paladar es preferible efectuarla a nivel del surco alveolopalatino mejor que junto al
rafe medio
Incisiones Extrabucales
La mayoría de estas incisiones son caudales con respecto a la basilar
mandibular y siguen las líneas de Langer: así, tenemos la incisión de Lindemann,
apta para el absceso Parotídeo; la incisión subangulomandibular que permite
acceder a espacios más profundos cuando la vía intrabucal es imposible por
trismo; las incisiones submaxilares alta y baja; y las incisiones submentales
horizontal y mediana, aunque esta última no sigue ninguna línea de Langer pero
presenta la ventaja estética de estar situada en la línea media
DESBRIDAMIENTO
Consiste en la introducción de una pinza hemostática curva sin dientes tipo
mosquito, que penetra cerrada, y que dirigiremos en todas las direcciones de la
cavidad del absceso con el fin de ir rompiendo los septos que constituyen las
diferentes estructuras anatómicas, básicamente las aponeurosis y también algún
músculo superficial. En ocasiones es posible efectuar esta maniobra con el dedo.
Con ello se obtiene la salida del material purulento y necrótico, se descomprime el
absceso lo que alivia el dolor, además de oxigenar favorablemente el medio
alterando el ecosistema que favorece la proliferación de microorganismos
anaerobios
DRENAJE
Finalmente se coloca un medio de drenaje que se mantiene durante los días
suficientes a tenor de la evolución del proceso; en realidad suelen bastar 24-48
horas, pero si se observa que la supuración continúa deberá dejarse los días
necesarios. La finalidad de este drenaje es que no se cierre la herida y que por
ella vaya eliminándose el material purulento, a la vez que oxigena la zona.
En abscesos de pequeño tamaño, como son los vestibulares, la colocación
de un drenaje no suele ser necesaria; en cambio en los voluminosos, en los que
afectan espacios profundos, y en las celulitis difusas, su indicación es obvia, y
ante tales situaciones puede ser necesario más de una incisión, colocando varios
drenajes, que pueden incluso conectarse entre ellos.
ESPACIO PALATINO
Es aconsejable que la incisión se haga en el punto más declive posible, si
puede ser paralelamente al rafe, y lo más cerca del cuello de los dientes para
ESPACIO CANINO
A pesar de que la tumefacción es claramente externa, hay un gran
componente edematoso, el abordaje ha de ser endobucal: la incisión se hará
dentro de la boca, en lo alto del vestíbulo de la zona correspondiente al canino y
al primer premolar superior. La pinza hemostática se introduce verticalmente,
traspasando el músculo canino, a fin de evitar el riesgo de herir los vasos
angulares. Se dejará colocado un drenaje de tipo Penrose.
ESPACIO GENIANO
Puede emplearse la vía intra o extrabucal.
Vía endobucal, la incisión será horizontal en el fondo del vestíbulo,
generalmente a nivel de los premolares; la incisión vertical no se recomienda
porque se puede herir el conducto de Stensen.
La vía extrabucal se obtiene mediante una incisión horizontal en el
borde inferior de la mandíbula. La introducción de la pinza hemostática se
hace verticalmente de abajo arriba, sin traspasar el músculo buccinador, y sin
ESPACIO MENTONIANO
Se realiza por la vía endobucal, mediante una incisión horizontal efectuada
en el fondo del vestíbulo de la región incisal inferior, puesto que esta región no
ofrece ningún peligro anatómico, se atraviesa la musculatura mentoniana, y el
músculo borla del mentón.
En ocasiones el resultado es insatisfactorio por la fuerza de la gravedad y
por los musculos, puesto que no permite la salida del material purulento, en estos
casos debe abrirse por via cutanea.
ESPACIO PARAMANDIBULAR
Puede emplearse la via endo como extrabucal.
Vía endobucal, es mas estetico, se realiza el abordaje a través del vestíbulo
inferior, pero se debe tener mucho cuidado de no herir los vasos faciales, se
atraviesa el músculo buccinador, la salida de la colección purulenta queda
contra la fuerza de la gravedad.
Vía cutánea, es de acceso más fácil, la incisión (lo mas baja posible) se
realiza paralela a la basilar mandibular, teniendo cuidado con los filetes de la
rama inferior del nervio facial.
ESPACIO CIGOMÁTICO
Si no hay trismo puede accederse a este espacio por vía endobucal
efectuando una incisión vertical, lo más alta posible, justo por dentro del borde
anterior de la rama ascendente mandibular. Luego se introduce una pinza
hemostática hacia arriba siguiendo la cara medial de la apófisis coronoides pero
sin llegar a sobrepasar el agujero cigomático. Se deja un drenaje de tipo Penrose
para evitar que se escaparse hacia la profundidad.
Cuando existe trismo severo hay que efectuar el mismo abordaje externo
descrito para el desbridamiento y la contraapertura del espacio temporal profundo.
ESPACIO MASETERINO
El abordaje es intrabucal mediante una incisión vertical sobre la línea oblicua
externa de la mandíbula que desciende anteriormente siguiendo el surco
gingivovestibular hasta el nivel del segundo molar inferior, hasta visualizar la
inserción del masetero, luego se introduce una pinza hemostática corta entre el
músculo y la cara externa de la rama ascendente, y se deja un drenaje de tipo
Penrose.
Si el paciente presenta trismo intenso debe efectuarse un abordaje
extrabucal; para ello se practica una incisión a la altura del ángulo mandibular,
mas o menos a un dedo por debajo del mismo, para evitar el nervio facial, luego
se incide la inserción del músculo en la cara inferior del ángulo mandibular, y se
introduce una pinza hemostática, con la que se va ascendiendo (dos centímetros
son suficientes), entre músculo y hueso. Finalmente se deja colocado un drenaje
de tipo Penrose
ESPACIO PTERIGOMANDIBULAR
El desbridamiento de este espacio siempre es difícil por el trismo existente;
la vía de abordaje, a pesar de ello, debe ser intrabucal.
La incisión se efectúa verticalmente en la mucosa de la cara medial de la
rama ascendente, aproximadamente al nivel de la punción de la anestesia
troncular del nervio dentario inferior. El desbridamiento se lleva a cabo con una
pinza hemostática larga y curva; finalmente se coloca un drenaje de tipo Penrose.
ESPACIO SUBMENTONIANO
El abordaje es cutáneo por ser más cómodo y exento de riesgo; la incisión
para el desbridamiento de este espacio presenta la particularidad, de que puede
tener distintos diseños: mediana cuando se aprovecha la línea media,
transversal cuando es paralela al hioides o curvilínea si sigue el contorno de la
sínfisis mandibular. En casos graves, con participación de los espacios
submaxilares, se harán varias incisiones, una principal mediana vertical y dos
accesorias laterales también verticales.
La penetración de la pinza hemostática dependerá de la extensión del
proceso; en las formas puras no hace falta profundizar, y se respeta el músculo
milohioideo; tampoco es necesario practicar una contraapertura bucal. Si el caso
no es complicado, bastará con asegurar el drenaje con un drenaje de tipo
Penrose.
ESPACIO SUBMAXILAR
El abordaje es extrabucal, con una incisión horizontal en el borde inferior de
la tumefacción, dos dedos por debajo de la basilar mandibular. Con la pinza
hemostática se traspasará el músculo cutáneo del cuello y la aponeurosis cervical
superficial, sin herir los vasos faciales ni la rama inferior del nervio facial, todos
ellos estructuras anatómicas superficiales. En los casos simples no es necesaria
la contraapertura bucal; se termina colocando un drenaje de tipo Penrose.
ESPACIO PAROTÍDEO
Se practicará una incisión retromandibular alta, similar a la que se haría para
el abordaje de la rama ascendente por vía cutánea. El desbridamiento ha de ser
muy cuidadoso para no desestructurar la glándula parótida, en los casos raros en
los que la infección de este espacio no se deba a patología glandular, y para no
herir las delicadas ramas del nervio facial. Se coloca después un drenaje de tipo
Penrose.
ESPACIOS FARÍNGEOS
El espacio faríngeo lateral se puede abordar mediante una incisión similar a
la efectuada para el desbridamiento del espacio pterigomandibular pero en este
caso la pinza hemostática se lleva en dirección posteromedial, a lo largo de la
superficie profunda del músculo pterigoideo interno, hasta llegar al espacio
faríngeo lateral.
Si no se puede acceder por esta vía endobucal, puede emplearse un
abordaje externo mediante una incisión por debajo del ángulo de la mandíbula,
conocida como incisión de Dingman; la pinza hemostática se dirige hacia arriba y
adentro para ir a buscar igualmente la superficie profunda del músculo pterigoideo
interno que nos guiará hasta el espacio laterofaríngeo.
Los abscesos del espacio retrofaríngeo suelen resolverse con el
desbridamiento del espacio parafaríngeo; si fuera necesario, también pueden
resolverse mediante una incisión intrabucal practicada verticalmente en la mucosa
de la pared faríngea por fuera de la línea media. El paciente debe estar en
posición de anti-trendelenburg para evitar la aspiración del contenido del absceso.
CONCLUSIÓN
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS