El Art déco fue un movimiento de diseño popular a partir de 1920 hasta 1939 (cuya
influencia se extiende hasta la década de 1950 en algunos países), influenciando a las artes
decorativas tales como arquitectura, diseño interior, y diseño gráfico e industrial, también a
las artes visuales tales como la moda, pintura, grabado, escultura, y cinematografía.
El edificio Chrysler (Chrysler Building en inglés) es un rascacielos art decó situado en el lado este
de Manhattan (Nueva York, Estados Unidos), en el 405 de la Avenida Lexington y en la intersección
de la Calle 42. Se ha convertido en un símbolo distintivo de la ciudad. Con sus 319 metros (1.047
pies) de altura,[2] [3] fue el edificio más alto del mundo durante 11 meses, hasta que fue superado
por el edificio Empire State en 1931. Construido originalmente por la corporación Chrysler, el
edificio es actualmente copropiedad de TMW Real Estate (75%) y Tishman Speyer Properties
(25%). El edificio Chrysler fue diseñado por William van Alen, el contratista William H. Reynolds y
posteriormente vendido a Walter Percy Chrysler como sede central para su compañía.
Historia
Van Alen, previamente, había conseguido permiso en secreto para construir una aguja, que
fue construida dentro del edificio. La aguja de acero inoxidable Nirosta fue colocada en la
cima del edificio una tarde de noviembre de 1929 haciendo del edificio Chrysler no sólo el
edificio más alto del mundo, sino también la estructura más alta, superando a la Torre
Eiffel. El edificio abrió sus puertas al público, el 27 de mayo de 1930. Van Alen y Chrysler
disfrutaron de esta distinción durante menos de un año, hasta que le fuera entregada al
Empire State Building. Desafortunadamente la satisfacción de Van Alen quedó empañada
por la negativa de Walter Chrysler a pagarle sus honorarios.
El edificio fue renovado en 1978 y 1979, durante los cuales el vestíbulo fue revestido de
granito, mármol y acero. La aguja sufrió una restauración que fue completada en 1995. El
edificio fue comprado por Alex DiLorenzo. DiLorenzo lo vendió a una empresa de seguros
de vida de Massachussets, y posteriormente fue vendido a Jack Kent Cooke, un
inversionista canadiense-estadounidense. El edificio, en este momento, es co-poseído por
TMW Real Estate, con el 75% de la propiedad, y Tishman Speyer Properties, con el
restante 25%.
Arquitectura
El edificio Chrysler es un buen ejemplo del estilo arquitectónico art decó; la ornamentación
distintiva de la torre está basada en los tapacubos usados por entonces en los automóviles
Chrysler. En cada esquina del piso 61 hay una gárgola con forma de águila.[4] En las
esquinas del piso 31, están unas réplicas de las tapas de los radiadores de los automóviles
Chrysler de 1929, a las que se les añadieron unas alas.[5]
El vestíbulo es igualmente elegante. Cuando el edificio se abrió por primera vez, contaba
con una galería de acceso al público en la parte superior, y esta galería fue sustituida pocos
años más tarde por un restaurante. Pero ninguna de estas dos iniciativas fueron capaces de
ser económicamente sostenibles durante la gran depresión, así que el originario mirador se
convirtió en un club privado. Los pisos superiores del edificio son estrechos, con techos
inclinados y bajos, diseñados pensando principalmente en el aspecto exterior, con interiores
útiles únicamente para albergar emisoras de radio y otros equipamientos mecánicos y
eléctricos.
En los años más recientes, el edificio Chrysler ha seguido siendo uno de los favoritos de los
neoyorquinos. En verano de 2005, el Museo de Rascacielos de Nueva York escogió a cien
arquitectos, constructores, críticos, ingenieros, historiadores, y eruditos, entre otros, para
que eligieran a sus 10 rascacielos favoritos entre los 25 de Nueva York. El edificio Chrysler
quedó en primer lugar, ya que el 90 % de los elegidos colocó el edificio entre sus 10
edificios favoritos de Nueva York[6]