Fue la aceptación de la
responsabilidad del Estado sobre
las instituciones educativas, en la
Prusia del siglo XVIII, dando
dimensión pública a unas
instituciones que hasta entonces
eran patrimonio de unos pocos, y
se movían en el marco de la
responsabilidad particular de
padres y concejos.
La tercera revolución educativa
En los últimos 20 años al definir la
educación como un derecho y no
como un privilegio, extendiendo la
educación a toda la población infantil e
incluyendo la secundaria como
escolaridad obligatoria.
La educación como derecho básico
acaba con la pedagogía excluyente,
que expulsaba del sistema educativo a
los niños más torpes o a los más
problemáticos.
Hoy tenemos mejores sistemas
educativos
Nunca hemos tenido mejores
edificios, mejores profesores, ni
presupuestos financieros tan
altos destinados a la
educación.
Se ha extendido la educación
básica al 100 % de la población
infantil, abandonando, por
primera vez en nuestra historia
la pedagogía de la exclusión.
Se supera la pedagogía
de la exclusión
Nuestros sistemas educativos de hace sólo
veinte años, consideraban la educación
como un privilegio que el alumno se tenía
que ganar.
Las escasas plazas escolares no podían
derrocharse en unos niños que no estaban
dispuestos a aprovecharlas; por tanto,
cualquier alumno que planteara un problema
de conducta grave, o cuyo rendimiento
académico no siguiera los planes de trabajo
marcados, era invitado, más o menos
cortésmente, a abandonar las aulas.
De esta forma, nuestros
sistemas educativos
funcionaban como un hospital que
dejara en la calle a los enfermos y a los
heridos más graves, para ocuparse sólo
de aquellos más fáciles de curar.
Problemas nunca antes afrontados
Tenemos en las aulas:
A los niños inteligentes
A los que aprenden con ritmos diferentes
A los niños difíciles
A los menos inteligentes
A los más agresivos
A todos los que reciben palizas de sus padres
A todos los niños que se drogan
A todos los niños bloqueados para aprender
porque acceden a nuestras aulas con todo
tipo de problemas personales pendientes
El Profesorado, de forma más o
menos explícita, va descubriendo
Que la aceleración del cambio social
ha alcanzado a las instituciones de
enseñanza y ha modificado el trabajo
en las aulas, planteando problemas
nuevos a los que les resulta difícil
hacer frente.
La necesidad de adaptarse al cambio,
modificando los roles profesionales
ante una realidad social e institucional
que permanece en constante cambio.
Esta profunda revolución
educativa se ha hecho
Sobre la base del esfuerzo de
unos cuerpos de profesores a
los que no se han ofrecido los
medios para hacer un trabajo
de calidad en la nueva situación
¿Por qué?
Quizá porque los responsables
del sistema fuimos educados en
otra época y queremos entender
el presente desde las
coordenadas de una realidad
que ya no existe.
Disparidad de reacciones personales
Supongamos un empleado de
banca que abrumado por la
informatización de los
procesos financieros
decidiera refugiarse en su
excelente caligrafía para
continuar rellenando a mano
las fichas de contabilidad de
sus clientes.
La situación es la misma para todos
desde
las creencias irracionales,
las ideas previas,
y los mecanismos de atribución
de significado internos o externos
los que conducen a las diferentes
personas a interpretar una
situación objetivamente
conflictiva con un especial
sentido traumático.
Superar contradicciones
El cambio avanza espectacularmente, mientras que nuestros
aprendizajes siguen siendo medievalistas, sin tomar conciencia de que
nos encontramos en una tercera revolución educativa.
«Colectivamente, los cuerpos de profesores obtienen éxitos sin
precedentes; individualmente, los profesores llevan el peso de unas
reformas mal diseñadas por la falta de una visión de conjunto y de unas
previsiones mínimas sobre los nuevos problemas emergentes»
Es necesario hacer un
debate sobre los
sistemas educativos
y los retos que
presenta el futuro.
Situaciones similares en el mismo
momento histórico
Hay que pensar en términos de tendencias
internacionales
El conjunto de los países desarrollados:
Francia, Reino Unido, Alemania... presenta
problemas similares.
No se producen por efecto de un determinado
gobierno o de una específica ley educativa.
Raíz: profundos cambios sociales que no
pueden modificarse por la simple voluntad de
los gobernantes.
El nivel educativo de nuestros
países sube cada año
Sube pese a las cifras que se citan de fracaso
escolar
Porque aunque muchos de estos alumnos no
lleguen a los altos niveles de rendimiento
académico que antes alcanzaba una selecta
minoría, ahora todos alcanzan algún nivel
educativo y todos reciben alguna atención
educativa.
El núcleo del trabajo de los profesores se desplaza
desde la enseñanza de materias a la educación
de individuos, lo cual es mucho más difícil.
Y éste es el mejor capital de los países
desarrollados de Europa: la mejora y el alto nivel
en la formación de sus ciudadanos.
Pero, cuando el profesorado pregunta
qué hacer con las nuevas dificultades
No tenemos respuestas ni
procedimientos
antes nos limitábamos a echar
determinados problemas fuera del
aula, lo cual hacía más tranquilo y
agradable el trabajo; pero no se
solucionaban
El trabajo del profesorado
cambia radicalmente; sin
embargo, no se han modificado
dos elementos sustanciales que
permitirían recuperar
el equilibrio perdido.
1. Las condiciones de trabajo
del profesorado
Continúa organizándose el trabajo de las
escuelas sólo para enseñar, sobre la base de
las horas lectivas como elemento central del
trabajo en la escuela
no hay tiempo para educar, para atender
personalmente a esos nuevos niños que plantean
muy distintos problemas y que exigen un trato
especial previo, porque están bloqueados para
aprender.