A la muerte de Fernando VII es proclamada reina su hija Isabel II, al ser menor de
edad la regencia es asumida por su madre Mª Cristina. Los partidarios del absolutismo, sin
embargo, apoyaron al hermano de Fernando VII como nuevo rey lo que dio lugar a la
primera guerra carlista. Con el triunfo de los isabelinos o liberales se produjo la
transformación de la antigua monarquía absoluta en una monarquía constitucional y
parlamentaria y la ruptura con las estructuras económicas del Antiguo Régimen (tema
siguiente).
gobierno. Sus líderes fueron los generales O’Donnell y Serrano. La Unión Liberal gobernó de
1856 a 1863 con una política exterior muy activa, llevando a cabo varias intervenciones
militares: en Indochina y México a remolque de los intereses franceses, y en Marruecos
donde se obtuvieron varias victorias.
2.5.- Demócratas y republicanos
En 1849, una escisión de los progresistas dio origen a la formación del Partido
Demócrata que defendía la soberanía popular y el sufragio universal masculino. Defendía
también la ampliación de las libertades y los derechos colectivos, la libertad de culto y la
implicación del Estado en la enseñanza y la beneficencia social.
El desprestigio de la monarquía de Isabel II hizo ganar fuerza al republicanismo que
defendía la república como forma de gobierno auténticamente democrática al permitir la
elección de todos los cargos públicos, incluyendo la jefatura del Estado, y presentaba un
fuerte carácter social y popular.
Entre 1866 y 1868 la monarquía entró en una profunda crisis que coincidió con una crisis
económica. Tras la caída de O’Donnell le suceden varios gobiernos moderados dirigidos por
Narváez que aumentó la política conservadora y la represión
represión de las libertades públicas y
oposición: fusilamientos, cierre de la prensa crítica con el gobierno y de las Cortes. En esta
situación el descontento con el régimen aumenta, el desprestigio de la Corona aumenta y los
progresistas conspiran para acabar con
co él