VIDA NUEVA
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CONTENIDO
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LECCIÓN N°1 – IDENTIDAD EN CRISTO
BASE BÍBLICA: “En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir
al Salvador, el Señor Jesucristo” (Filipenses 3; 20 - NVI)
Como una nueva persona en Cristo, usted se identifica por ser diferente a como era antes de
conocer a Jesús.
Identidad también es la conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las
demás.
Ejemplo: Podemos pensar en lo que identifica un producto, bien sea por su símbolo, su música,
algo especial y específico.
Pedro fue descubierto por su manera de hablar, así fue identificado como uno de los que
andaba con Jesús. De la misma manera observamos que a los primeros creyentes se les llamó
cristianos, cuando observaban en ellos características afines a las de Cristo.
El valor de tener identidad en Cristo radica en que somos identificados por él, de su exclusiva
propiedad: Deuteronomio 26; 18-19
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Adán y Eva fueron creados a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1; 26-28) con identidad
propia. No obstante, cuando el primer hombre pecó, perdió su identidad, las bendiciones y las
promesas, las cuales fueron recuperadas por Cristo en la cruz del calvario, convirtiéndonos en
poseedores de bendición y herederos de promesas.
Cristo nos salvó (Efesios 2; 8-9). Llamamos a este acto de salvación, Justificación, porque Él
pagó por nosotros. Ese acontecimiento determina quiénes somos. Si usted ha sido justificado
por la muerte de Cristo, ahora es parte de la familia de Dios y debe aprender a vivir esta
calidad y dimensión de lo que Él hizo por usted. (Salmo 100; 3 y Salmo 139; 13-18).
Él nos trajo a este mundo a través de nuestros padres para cumplir con el propósito y destino
que tiene para cada uno; así mismo, espera que volvamos a Él a través del único camino: Jesús
(Juan 14; 6)
La palabra camino significa la única manera o método; por lo tanto, Él es la única manera o
método para llegar a Dios. En consecuencia, el hombre debe creer en Jesús para acercarse a
Dios. (Romanos 10; 9-10)
Tu verdadera identidad es lo que Dios considera que eres. Para lograr una clara perspectiva de
tu verdadera identidad, debes mirarte de la manera con que Dios te ve, aceptarte y amarte,
porque Él nos amó primero.
TALLER
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LECCIÓN N°2 – SEGURIDAD DE SALVACIÓN
BASE BÍBLICA: “Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para
que sepan que tienen vida eterna.” (1Juan 5- 13 – NVI)
Para tener completa seguridad en Cristo debemos creer y confesar con la boca las 3 verdades
básicas acerca de Jesús:
Creer en la muerte redentora de Jesús
Creer en la resurrección física de Jesús
Confesar que Jesús es el Señor
Explicaremos cada una de ellas para afianzar nuestra identidad y seguridad en Él.
1. Jesús es nuestro Señor: El término Señor significa “Dueño”. Usted es dueño de algo
cuando:
Lo hace
Lo compra
Para poder ser dueño de un artículo hay que pagar un precio justo. El precio que Jesús
pagó fue su propia sangre. (Apocalipsis 5; 9) (1Corintios 6; 19-20)
En el momento en que creemos que Jesús murió por nuestros pecados, el Espíritu
Santo limpia todos los pecados esculpidos en nuestros corazones (Hebreos 9; 14) y nos
libra de maldiciones (2Corintios 5; 17).
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Romanos 4; 25 NVI - “Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó
para nuestra justificación.”
Para poder dar un sacrificio por el pecado, se requería de un sumo sacerdote y de una
ofrenda, el verdadero altar del sacrificio está en el cielo; el verdadero sacrificio es la
sangre de Jesús y el verdadero Sumo Sacerdote es Jesús resucitado, quien fue al Padre
que está en el cielo, para convertirse en el sacrificio perfecto, solucionando todos los
problemas del pecado (Hebreos 10; 14).
En la antigüedad, cuando Dios aceptaba un sacrificio, enviaba del cielo, fuego en señal
de aprobación (1Reyes 18; 36-40). Como evidencia de que Dios recibió con agrado el
sacrificio que Jesús hizo, envió el fuego de Su Espíritu Santo el día de Pentecostés, en
lenguas repartidas sobre los que se encontraban en el aposento alto (Hechos 2; 3).
Conclusión:
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LECCIÓN N°3 – EL CARÁCTER DEL CRISTIANO
BASE BÍBLICA: “He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo
que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por
mí.” (Gálatas 2; 20 - NVI)
EL CARÁCTER DE DIOS
El hombre ha sido creado por Dios a su imagen y semejanza. Cuando reconocemos a Cristo
como Señor y salvador, formamos parte de “La familia de Dios” y como tales debemos
parecernos a nuestro Padre Celestial, su amado hijo Jesús y ser guiados por la sabiduría de Su
Santo espíritu. Recordemos que Dios es el modelo para nuestra vida. Debemos tratarnos como
hermanos en la gran familia de Dios.
Existe en la familia, además de su parecido físico, uno espiritual. El Señor Jesucristo les dijo a
los fariseos que pensaban que eran buenos, pero que en realidad no lo eran: “Ustedes son de
su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio éste ha sido un asesino, y
no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia
naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!” (Juan 8; 44 NVI).
Si los creyentes son en realidad hijos de Dios y hay certeza de su identidad en Cristo,
demostrarán ese parecido de familia de Dios en su naturaleza. El creyente debe concientizarse
a través de la palabra de lo que son y hacen, nuestro Padre celestial y su amado hijo, e
imitarles para adquirir su carácter.
Dios es un ser personal, que le agrada relacionarse con el hombre. No tiene forma humana
porque no es hombre, ni una fuerza. Dios tiene ideas, propósitos, inteligencia, voluntad,
emociones, escucha, responde y reacciona. Todas estas cualidades demuestran que tiene
carácter y personalidad.
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Cristo, la verdad de Dios, nos recuerda la bondad de Dios único y verdadero. Las actitudes y
acciones de Dios nos enseñan de su amor, santidad y justicia.
Jesús revela el carácter de Dios y a nosotros como cristianos, nos corresponde reflejar Su
carácter en nuestra vida, lo cual es un proceso en la medida que se crece y madura
espiritualmente. (Proverbios 4; 18).
LA GLORIA DE DIOS
Como hijo de Dios, el cristiano no es condenado con el mundo. El Señor Jesucristo ocupó su
lugar y ha cumplido los requisitos exigidos por Dios. Ahora, en virtud de esa justicia divina, el
cristiano es libre de pecado. Por todo esto, el cristiano debe proceder con amor, verdad,
justicia, bondad y misericordia en el poder del Espíritu Santo.
Principios: Conjunto de leyes invisibles que gobiernan todas la áreas del comportamiento
humano. Son rectos, absolutos, universales, trascienden culturas, creencias y tiempos.
Valores: Comportamientos constantes que permiten inferir nuestra reacción ante una
determinada circunstancia (Predecibles).
El Señor está más interesado en moldear el carácter de Cristo en nosotros que en nuestros
talentos y habilidades. El carácter nos da la virtud de ser predecibles.
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Para llegar a ser una persona de carácter se requiere:
Confiabilidad Honestidad
Paciencia Servicio
Diligencia Fidelidad
Libertad Lealtad
Generosidad Amor
Dominio Propio Perdón
TALLER
1. Realiza grupos de estudio para definir cada uno de los principios que influyen en el
carácter de Cristo
2. Escoja un compañero de trabajo y decidan mutuamente hacer durante la semana dos
cosas que no le gusten pero que sean importantes para su carácter. Delegue autoridad
a sus compañeros para pedirles cuentas en la próxima clase.
3. Testifique en clase por sus acciones y emociones, cómo y cuando asumió
responsabilidades.
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LECCIÓN N°4 – LA MADUREZ CRISTIANA
BASE BÍBLICA: “De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del
Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo.”
(Efesios 4; 13 - NVI)
Nos llegamos a parecer a quien adoramos. Curiosamente esta expresión es una gran verdad.
En el caso de los adoradores de Jesucristo, esta frase es totalmente comprobable. A los
primeros discípulos de Jesús se les llamó cristianos en Antioquía (Hechos 11; 26), porque se
parecían a Cristo en sus conductas, doctrinas y carácter. Al paso de los siglos, muchos hombres
de Dios han sido señalados como verdaderos cristianos. Ellos han vivido sus vidas llenas de la
unción del Espíritu Santo y con principios de comportamientos prácticos y santos. Ellos fueron
realmente cambiados por el poder divino hasta ir alcanzando la estatura de Cristo.
El apóstol Pablo fue de los primeros, él dijo: “Sed imitadores de mí, como yo lo soy de Cristo”.
(1Corintios 11; 1)
El fruto del Espíritu Santo, que no es otra cosa que el maravilloso carácter de Cristo en
nosotros, es desatado con poder en el creyente según tenga una vida intensa de adoración e
intimidad con Dios. (Gálatas 5; 22-23)
La obra del Espíritu Santo es transformar a Cristo en nosotros. Nada tiene mayor interés para
Dios que consumar sus obras. La iglesia ha estado experimentando la metamorfosis de
formarse a la imagen de Cristo (Romanos 8; 29)
1. El cristiano debe madurar en su relación con aquellos que lo rodean, pero es sin lugar a
dudas en su interior donde se deben evidenciar de manera más significativa esos
cambios, para luego exteriorizarlos. Las áreas en las que se debe manifestar la
madurez cristiana son:
Sus sentidos: Se entiende por sentidos el ejercicio de los dones que El Señor le
da al creyente para que pueda distinguir entre el bien y el mal y pueda hacer
una correcta elección a nivel espiritual. Dios espera que esos sentidos sean
ejercitados continuamente para producir un crecimiento en el creyente
(Hebreos 5;14)
Su mente: La mente del creyente ha sido capacitada por el Espíritu Santo para
ver las cosas desde el punto de vista de Dios, pues El Señor ha renovado su
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mente (1Corintios 2; 16) (Efesios 4; 23). Por lo anterior, el creyente debe cultivar
su entendimiento a través de la palabra dejando de ser niño en el modo de
pensar (1Corintios 14; 20). Ha sido despertado para entender la revelación y los
tesoros escondidos en la palabra de Dios (Colosenses 2; 1-3)
Su vista: la vista del creyente debe estar puesta sobre el modelo perfecto: Cristo
(Hebreos 12; 2). De esta manera, el creyente enfocará en Cristo su modelo de
vida cristiana y así nada ni nadie estorbará su crecimiento cristiano.
Sus metas: No están puestas en lo material y terrenal, sino que son espirituales y
basadas en los principios bíblicos del llamamiento de Dios (Filipenses 3; 8).
Adicionalmente, el creyente que cree en su vida espiritual y ministerial,
descubrirá su avance personal, profesional y familiar, porque El Señor desea un
desarrollo continuo e integral (3Juan 2).
Madurar para el pueblo de Dios es algo más que crecer espiritualmente, que orar o cantar
bonito o estremecerse bajo la unción. ¿Qué debemos hacer para alcanzar esa madurez? Lo
primero es estar dispuesto a cambiar en su estructura mental todo lo que haya que cambiar
para acceder a esa madurez y para eso tendremos en cuenta los siguientes principios básicos.
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Tener temor de Dios. Estamos llamados a vivir una vida de santidad (1Pedro 1;
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No ser tardos para oír. Esto obviamente equivale a no ser cómodos, indiferentes
o apáticos para escuchar la exhortación y la enseñanza (Hebreos 5; 11).
Ejercer el dominio propio. El Espíritu Santo nos provee de este fruto y opera
cuando se le habilita, cuando se le da autorización. El espíritu de Dios es un
caballero que jamás entra a un sitio sin consentimiento del propietario (2Pedro
1; 5-8)
Saber discernir las artimañas que llevan al error. Estas son dirigidas por el
enemigo a través de personas de cualquier nivel, incluso dentro de las
congregaciones. ¡Tenga cuidado! (Hebreos 13; 9) (2Tesalonicenses 2; 15)
Aquel que se resiste a madurar, generalmente termina siendo, quizás de manera inconsciente,
cizaña y no trigo.
TALLER
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A continuación hay una lista de fortalezas que Satanás había colocado en nuestra
mente. Nuestra tarea es reemplazarlas por las fortalezas que El Señor ahora ha
colocado en nosotros. Debes buscar en la Biblia la fortaleza colocada por El Señor y
escribir la cita bíblica que hace referencia a ella.
Amargura Complejos
Dolor Traumas
Inseguridad Altivez
Temores Frustraciones
Resentimientos Pecados sexuales
Ansiedades Baja autoestima
Desengaños Violencia
Soledad Falta de Perdón
Ira Soberbia
Heridas
4. Menciona 5 áreas de la vida del creyente en las cuales se debe manifestar la madurez
del cristiano.
5. Algunos principios que debe seguir el creyente para alcanzar la madurez son:
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LECCIÓN N°5 – ALIMENTO ESPIRITUAL I – LA BIBLIA
BASE BÍBLICA: “Deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así,
por medio de ella, crecerán en su salvación” – (1Pedro 2; 2 – NVI)
En estos días en que las religiones se multiplican aceleradamente, muchas personas tienen la
mente llena de dudas y necesitan aclarar sus inquietudes y tomar decisiones sobre el camino
por el cual deben seguir.
El error cabalga sobre el lomo de la verdad. En toda teoría e hipótesis errada debe haber algo
de verdad, porque de lo contrario no sería aceptado. Básicamente cualquier enseñanza que no
esté en armonía con la palabra de Dios, no es enseñanza de Dios.
Origen de la Biblia
La inspiración
“Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para
corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente
capacitado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3; 16-17 – NVI)
El texto original decía que Dios “alertó o sopló” a hombres piadosos, los profetas y
apóstoles a que éstos escribieran lo que Dios les indicaba, aun cuando no entendieran
plenamente el significado de todo lo que escribieran.la Biblia sostiene que es la
palabra de Dios y por lo tanto, es la única guía en materia de verdades espirituales.
Es una historia fiel del bien y del mal, de los triunfos y fracasos del hombre, de los
hechos y las palabras de Satanás, de la intervención divina en los asuntos del mundo y
de la voluntad de Dios. (2 Pedro 1; 21).
La revelación
No hay revelación nueva desde que se completaron las escrituras de los apóstoles y
profetas. Pesa sobre quien quiera agregar nuevas doctrinas o documentos, o suprimir
de lo que ya Dios ha dado una maldición: “A todo el que escuche las palabras del
mensaje profético de este libro le advierto esto: Si alguno le añade algo, Dios le
añadirá a él las plagas descritas en este libro. Y si alguno quita palabras de este libro de
profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa, descritos en
este libro”. (Apocalipsis 22; 18-19 – NVI).
Cada vez que se lee la palabra, Dios ilumina por medio de su Espíritu Santo. La palabra
dice que el hombre natural no percibe las cosas del Espíritu de Dios porque le son
insensatez, ni las pueden conocer por cuanto disciernen espiritualmente. (1Corintios 2;
9-14)
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La formación de la Biblia
El antiguo testamento tiene que ver con los acontecimientos anteriores a la venida de
Cristo. El nuevo testamento trata del plan de Dios para la salvación a partir de la
venida de Cristo. Es importante aclarar que la muerte de Cristo y no su nacimiento es
la que nos da la plataforma de nuestra salvación. Así mismo, nos ofrece un nuevo
punto de vista; la muerte de Cristo cambió todo. Nos encontramos ahora en el período
de la iglesia, de la Gracia, bajo el nuevo pacto de en Cristo Jesús.
Autoridad de la Biblia
La Biblia es el único cuerpo de escrituras dadas por Dios, debemos tomarla como la
base de nuestra Fe, conductas y creencias.
“Jesús hizo muchas otras señales milagrosas en presencia de sus discípulos, las cuales
no están registradas en este libro. Pero éstas se han escrito para que ustedes crean
que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida.”
(Juan 20; 30-31 – NVI).
Su mensaje
El libro es una armonía. Tiene un solo tema, un solo héroe, un solo propósito. Por
asombroso que parezca, todos los escritores (más de 40), que escribieron bajo la
dirección de Dios, proclamaron el mismo mensaje y sus escritos se entrelazan
perfectamente, aun habiendo vivido en épocas distintas; muchos no estaban
enterados de los escritos de los demás y sin embargo, se conserva una perfecta unidad
temática.
El tema es El Salvador que libra del pecado. Dios exige la muerte como pena por el
pecado (Romanos 6; 23). Comenzando en el jardín del Edén, cuando Adán y Eva
pecaron, vemos representada la historia de la expiación. “Sin derramamiento de
sangre no se hace la remisión” (Hebreos 9; 22).
Cristo es el Sustituto por el pecado: Todos los sacrificios del antiguo testamento eran
elecciones objetivas de la venida del Salvador (1Pedro 1; 19).
o Se debe leer y estudiar todos los días. Cuanto más leemos, tanto más la
comprendemos. (1Pedro 2; 2)
o Acompañe la escritura con oración. “Abre mis ojos y miraré de tu ley” (Salmo
119; 18)
o Ame a su autor: La palabra es una carta de amor de Dios para nosotros y le
amamos porque Él nos amó primero. Cuanto más le conocemos y nos
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relacionamos con Él, más sentimos el calor de Su presencia. La palabra de Dios
tiene la respuesta a todas nuestras necesidades. (Josué 1; 8) (Salmo 119; 105)
o Debemos acercarnos a la palabra con una actitud correcta; es decir, con la
mejor de nuestras expectativas y deseo de aprender (Lucas 24; 45). Medítela
todos los días y sea obediente a ella, de esta forma, adquirirá un corazón
sensible para hacer conforme a la voluntad de Dios para nosotros. Procure leer
y memorizar cada día una porción de la palabra; esto traerá fortaleza y
bendición a su vida. (Salmo 119; 11)
Diario devocional
o Mensaje de Dios para hoy: Lo que más le haya impactado de lo que ha leído
ese día en particular.
o Reclame las promesas de Dios para su vida. (1Juan 3; 22-24) (2Corintios 1; 20)
o ¿Qué necesito obedecer o cambiar en mi vida?
o Peticiones
o Acción de gracias
o Aplicación personal
o Dele libertad al Espíritu Santo
Beneficios de la palabra
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LECCIÓN N°6 – ALIMENTO ESPIRITUAL II – LA ORACIÓN
Lea cada día un tema del evangelio según San Juan y subraye las palabras “vida” y “cree”.
Ahora usted tiene seguridad de vida eterna y conocimiento de su nuevo nacimiento, por lo
tanto debe alimentarse bien para crecer espiritualmente. Para esto hay disciplinas que debe
practicar por el resto de su nueva vida, con el propósito de crecer en El Señor. Hoy usted es un
niño espiritual (1Pedro 2; 2) y debe alimentarse diariamente para alcanzar la madurez que Dios
quiere que usted tenga.
La duda que más frecuentemente salta a la mente del nuevo creyente al iniciar su nueva vida
es ¿Cómo orar? ¿Qué pedir en oración? ¿Por qué debo orar? En esta ocasión dejaremos claro
el porqué, el cómo y el para qué de la oración y cuál es su importancia en la vida del cristiano.
Orar es hablar con Dios, como hijo de él, usted tiene el poder de disfrutar una comunicación
directa con su padre celestial, sin intermediarios. Orar es tener una conversación privada, de
confianza y absoluta libertad con él, pero recuerde que hablar con alguien no es tener un
monólogo, sino un diálogo en el cual intervienen las dos personas. ¡Dios y usted!
Lea 1Tesalonicenses 5; 17. Al decir “Sin cesar”, se refiere a tener permanentemente una
actitud de oración. Dios está más interesado en hablar con usted, de lo que usted se imagina.
Como Padre, Él quiere que lo conozca y que sepa cuál es Su voluntad, para que disfrute todo lo
que Él tiene preparado para usted como hijo.
Vamos a hablar de su vida de oración: La vida cristiana no puede vivirse sin oración. El Señor
Jesús es el supremo ejemplo de oración. Si Él no pudo vivir en este mundo sin comunicarse con
Dios, menos nosotros. (Marcos 1; 39).
La Biblia habla de la oración, nos exhorta y enseña a orar correctamente, ella promete grandes
bendiciones cuando oramos y nos muestra el poder de la oración eficaz. La oración es un tema
demasiado extenso, no terminaríamos en meses su estudio, por eso nos limitaremos a los
aspectos básicos que son:
o Agrada a Dios: “El que sacrifica alabanza me honrará” (Salmo 50; 23)
o Aumenta su propia fe: “En ti confiarán los que conocen tu nombre” (Salmo 90;
10)
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Cuando usted adora a Dios por Su amor, Su misericordia, Su fidelidad, Su sabiduría y
por lo perfecto que Él es, sus problemas se harán insignificantes y resultará más fácil
dejarlos en manos del Señor. Pero su alabanza debe ir acompañada de acciones de
gracias.
Actividad 1:
2. Confesión: Este es otro elemento que debe formar parte de nuestra oración diaria.
Recuerde que cualquier pecado rompe la comunión con Dios.
Actividad 2:
Lea Isaías 59; 2 y Salmo 66; 18-19 y conteste las siguientes preguntas:
o ¿Qué causa división entre usted y Dios?
o ¿Quién atiende su voz y súplica?
Después de haber adorado al Señor, debe hacer un examen de su vida (Salmo 139; 23-
24). Todos nuestros errores y fallas deben ser confesados ante nuestro Padre con un
corazón sincero y arrepentido. Acepte por fe el perdón y la limpieza prometida. (1 Juan
1; 9)
3. Petición: Debe pedir primero por el avance del reino de Dios y por las demás personas
antes de pedir por usted mismo; este orden está sugerido por la oración modelo que
nos enseñó Cristo en Mateo 6; 9-13.
Cuando ora por las necesidades ajenas, se convierte en un intercesor al igual que
Cristo, pues Él intercede día a día por nosotros. Así que nos hacemos más semejantes a
Él cuando intercedemos. (Romanos 8; 34) (Hebreos 7; 25)
Actividad 3:
En Juan 16; 24 Jesús dice: “Hasta ahora ustedes no han pedido nada en mi nombre;
pidan y recibirán para que su alegría sea completa.”
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¿Podría estudiarlo y luego escribirlo sin mirar la Biblia?
Sugerencias:
No es importante la posición que usted adopte para hablar con Dios. Hágalo de la
manera que mejor se sienta; de pie, de rodillas, sentado. Lo importante es su actitud.
Ejercite su concentración: Algunas personas oran en voz alta para poder concentrarse.
Procure buscar un lugar a solas donde pueda intimar con El Señor.
No se desaliente si la respuesta no viene enseguida o si la respuesta de Dios no es
exactamente lo que usted ha pedido. Juan 4; 23 enseña que Dios busca personas que
le adoren en espíritu y en verdad. Él quiere que usted sea una de esas personas.
Recordemos que Dios es soberano y se reserva el derecho de responder a sus
oraciones. Lo que sí es importante tener presente es que lo que ocurra y suceda,
siempre será para nuestro bien. (Romanos 8; 26-28)
La oración es el arma más poderosa del cristiano. No puede existir cristiano sin oración.
Muchas personas no oran porque creen que para hacerlo es necesario haber leído muchos
libros o tener un conocimiento demasiado profundo del Señor, pero lo cierto es que Dios no
mira lo externo ni la posición que ocupamos, sino la condición de nuestro corazón.
TALLER
Escoja a un compañero de clase y establezca como meta hacer su diario devocional.
Disciplínese, ríndale cuentas en la próxima clase y testifique.
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LECCIÓN N° 7 – LA VICTORIA DEL CRISTIANO
BASE BÍBLICA: “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género
humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan
aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que
puedan resistir.” (1 Corintios 10; 13 – NVI)
Origen de la tentación: La Biblia nos enseña que el diablo es el tentador (Mateo 4; 3) porque
de él procede toda tentación, pues fue él quien sembró en el hombre la naturaleza
pecaminosa cuando estaba en el huerto del Edén. Esta semilla permanece aún en nosotros y
por eso tenemos una tendencia natural al pecado. (Santiago 1; 13-15)
Propósito de la tentación: Satanás se encuentra enojado porque antes usted era esclavo del
pecado y hacia la voluntad de él. Ahora que Cristo está en su corazón usted es libre y el
enemigo no tiene poder sobre usted. (2 Timoteo 2; 26). Además, como el propósito de Dios es
usarlo a usted como testigo de su poder libertador para que otros lleguen a conocer su verdad,
Satanás hará todo lo posible por hacerle caer y tropezar en su vida cristiana. (1 Pedro 5; 8)
¿Cómo se debe enfrentar la tentación? Tomando las armas espirituales que son poderosas en
Dios para la destrucción de fortalezas:
La oración: Cuando sea enfrentado por la tentación, lo primero que debe hacer es
pedirle ayuda al Señor. (Hebreos 4; 16). Él le dará el poder para triunfar (1 Corintios
10; 13). Él y solo Él, le podrá fortalecer y dar el triunfo sobre el pecado; si trata de
resistir por sus propias fuerzas, seguro que fracasará.
La Biblia: Leerla, estudiarla, recordarla, reflexionar sobre ella, obedecerla y aplicarla a
su vida (Salmo 119; 9) (Salmo 119; 11). En esta lección aprendimos que la palabra de
Dios nos enseña a evitar el pecado, por eso es importante reflexionar diariamente en
ella, hacer de la lectura de la palabra un estilo de vida. Ella es espada que tenemos
para enfrentar a Satanás. (Hebreos4; 12)
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Compañerismo con otros creyentes: Se debe buscar la compañía de creyentes
(Hebreos 10; 24-25) y no la de los pecadores (Proverbios 1; 10-16). Ya no debemos
compartir más los vicios ni placeres mundanos (Efesios 5; 11). Muy a menudo es
necesario vivir y trabajar con no creyentes, por esto es necesario testificar no solo con
palabras sino con hechos, que somos de Cristo. Tenga cuidado con lo que lee, mira,
adonde va y lo que escucha (Colosenses 3; 5-9). En resumen, haga vivir la vieja
naturaleza.
Alimente la nueva naturaleza impregnándose de Cristo. Cuando usted está pensando
en Él no puede pensar en el pecado (Colosenses 3; 10-14). Este es el verdadero secreto
de vivir en santidad, ocuparse de Cristo es una regla general en la vida cristiana para
parecerse a Dios. 2 Corintios 3; 18 nos enseña que nos asemejaremos al Señor Jesús en
la medida en que lo contemplamos en el espejo de Su palabra.
La liberación de la tentación no es una experiencia permanente, sino un proceso
continuo en la presencia de Dios. No importa cuán anciano sea o cuánto lea la Biblia, si
quita sus ojos del Señor, estará aun en peligro de ceder ante la tentación.
No hay pecados pequeños ni grandes; el pecado lleva a perder la comunión con Dios. Por eso
cuando usted se siente mal, cuando el creyente peca, no pierde la salvación ni deja de ser hijo
de Dios, pero se convierte en un hijo desobediente. El reincidir permanentemente en el
pecado hace que las consecuencias sean cada vez más serias.
Sin embargo, es bien importante que entienda que aunque usted no hace planes para pecar,
no está exento de hacerlo. Cuando usted nació de nuevo, se convirtió en una nueva criatura y
recibió al Espíritu Santo como garantía de su salvación y ahora Él vive en usted pero Dios no le
quitó su naturaleza pecaminosa, que la que lo induce al pecado.
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no depende de los sentimientos o emociones porque éstos no son confiables. Nuestra
seguridad depende del testimonio de la palabra de Dios y ésta nunca cambia.
Nos debemos apropiar del perdón de Dios y vivir en victoria, porque Él tiene planes
maravillosos para con nosotros. Estamos en un proceso de permanente cambio – “La
senda de los justos se asemeja a los primeros albores de la aurora: Su esplendor va en
aumento hasta que el día alcanza su plenitud.” (Proverbios 4; 18- NVI).
TALLER
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LECCIÓN N°8 – VIDA DE EQUILIBRIO
BASE BÍBLICA: “Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor
de Dios y de toda la gente.” (Lucas 2; 52 – NVI)
Dios quiere que tengamos una vida totalmente equilibrada, porque eso nos garantizará un
crecimiento estable y duradero. El diccionario define equilibrio como la relación armoniosa de
cosas diversas que contrapesan.
Uno de los aspectos que determina nuestro futuro es manejar prioridades correctas. Vivir un
buen presente determinará un futuro de victoria y paz.
El Señor ha llegado a nuestras vidas para cambiar y ordenar según sus principios inmutables,
todos los aspectos de ella, llevándonos a niveles de excelencia que Él ya tiene preparados para
cada uno de nosotros.
Vida de Equilibrio:
Dios espera de nosotros sus hijos que tengamos una vida correctamente equilibrada. Para eso
es necesario que trabajemos en todas las áreas que a continuación se relacionan. De poco
sirve crecer en unas mientras se ignoran otras.
El estar en Cristo nos lleva a un desarrollo continuo en todas las áreas de nuestra vida
y a una búsqueda especial en la relación con Él y su conocimiento. Esto fue lo que
determinó en Jesús la manifestación del poder de Dios y los dones del Espíritu Santo,
salvando, liberando y sanando multitudes. Ese mismo Jesús está con nosotros para
trascender a otros, producir cambios radicales y hacer de ellos canales de bendición.
Hay una secuencia lógica en el consejo de la palabra- 2 de Pedro 1; 5-10
Diligencia, Fe, Virtud, Conocimiento, Dominio Propio, Paciencia, Afecto fraternal,
Amor. Todo esto no nos dejará estar ociosos, sino comprometidos con la obra, dando
mucho fruto sin deslizarnos y nuestras vidas se convertirán en una secuencia de
metas, retos y triunfos, sabiendo que nuestro trabajo en El Señor no es en vano.
(1Corintios 15; 58).
Amar la sabiduría espiritual e intelectual es darle valor a la obra de Cristo en la cruz del
calvario, porque entendemos que este sabio mensaje de salvación transforma vidas,
circunstancias y naciones.
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Hay que buscar fervientemente crecer en estos aspectos para dejar atrás la vieja
manera de vivir, malas costumbres, hábitos que para nada aprovechan y tomar lo
mejor de parte de Cristo para nosotros. (Efesios 4; 17-24)
Hay que crear retos que incrementen nuestra cultura intelectual y espiritual, oficio,
profesión, talentos y habilidades. Debemos mejorar cada día proponiéndonos ser
mejores padres, madres, esposos, esposas, hijos, etc. No basta tener sueños sino
aplicar diligencia, fe, constancia y disciplina para lograrlos.
Metas específicas: Leer un libro mensual o semanal, aprender más acerca de nuestras
habilidades y talentos, nuevos cursos, seminarios, nuevos conocimientos
multifactoriales. Defina un tiempo para lograrlo, de lo contrario, solo serán buenas
intenciones y vendrá frustración a su vida. No te conformes con menos de los mejor
que Dios tiene para ti como hijo Suyo. (Proverbios 13; 4) (Proverbios 26; 16)
Hay que buscar un equilibrio emocional a través de la relación con Dios, la palabra, la
oración, la consejería pastoral que ayude al oyente en el cierre de su pasado y su
proyección a un presente y futuro sin culpas y muchas victorias en Cristo. Cuando el
creyente no tiene paz, la conducta carnal sale a la respuesta en las situaciones de la
vida, llevando al individuo a ansiedad, depresión, cautividad y pecado. Todos
necesitamos entrar en un proceso de restauración en algunas o todas las áreas de
nuestra vida.
La familia es la segunda prioridad del cristiano. Una vida de equilibrio trae familias en
equilibrio y muchas bendiciones.
Cuidemos nuestro testimonio en casa, para ganar a los que aun no conocen al Señor.
No permitas que metas establecidas en otras áreas, desplacen el valioso tiempo con la
familia. Hay que modelar para ello en integridad, principios, valores, atención,
provisión, buenas relaciones familiares e interpersonales, sujeción, respeto mutuo y
proyección multifactorial. En Centro Bíblico Internacional El Señor nos ha regalado la
bendición de poder celebrar cada semana el Shabbat en familia; esto trae un
fortalecimiento de las relaciones familiares y sus consecuentes bendiciones.
El cristiano no solo debe cuidar el cuerpo como templo del Espíritu Santo, sino
mantenerlo saludable.
¿Cómo hacerlo?
24
4. Haga ejercicio. Camine al menos media hora diaria
5. Duerma lo suficiente y adecuadamente
6. Descanse para evitar el estrés
7. Debemos imitar a Jesús y progresar en la manera de vivir, de vestir, de
relacionarnos, sin hacer de esto, motivo de idolatría, para que nuestra vida
testifique de lo que Dios está haciendo. 3 Juan 2
“Por su parte, el niño Samuel seguía creciendo y ganándose el aprecio del SEÑOR y de la
gente.” (1Samuel 2; 26- NVI)
El profeta en su juventud no siguió el mal ejemplo de los hijos del sacerdote Elí, ni de
los jóvenes de su época. Hablamos más con lo que hacemos que con lo que decimos.
Mucha gente nos observa y si encuentra en nosotros testimonio de sencillez, calor
humano, integridad, amor y servicio, abrirán sus corazones y hogares para el Señor.
La música es instrumento creado por Dios para su adoración, pero Satanás trata de
engañar a muchos tergiversando el mensaje e influencia con mensajes engañosos que
para nada aprovechan a la edificación y a la conducta, incluyendo mensajes
subliminales que afectan el consciente y el inconsciente humano. (Juan 10; 10) (Lucas
11; 23)
Dios quiere llevarnos a otros niveles espirituales y económicos. Para ello requerimos
aprender acerca de la mayordomía cristiana en este y todos sus aspectos.
1. Reconócelo a Él en el primer lugar de tus finanzas: Salmo 24; 1
25
2. Conviértete en un buen administrador de lo que Él te ha dado: 1 Corintios 4; 1-
2
3. Se fiel en diezmos y ofrendas: Malaquías 3; 10-15
4. No sirvas de fiador: Proverbios 6; 1-6
5. Pídele a Dios en oración que ordene esta área de tu vida. Guarda tu testimonio
6. Se diligente en tu trabajo: Proverbios 10; 4-5
7. Busca el consejo de Dios
TALLER
“No escribas tu nombre en el mármol, escríbelo en los corazones de las personas” – Spurgeon
26
LECCIÓN N°9 - RELACIÓN FRATERNAL
BASE BÍBLICA: “Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las
buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino
animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.”
(Hebreos 10; 24-25 - NVI)
Dios no creó al hombre para estar solo, por eso es un ser social que necesita interactuar con
otros seres humanos y con la naturaleza. “Luego Dios el SEÑOR dijo: «No es bueno que el
hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada” (Génesis 2; 18- NVI)
Al creer en Jesucristo y recibirlo como nuestro Señor y Salvador, hemos sido hechos miembros
de la familia de Dios. Esto significa que tenemos una nueva familia, en la cual Dios es nuestro
Padre celestial (2 Corintios 6; 18), Cristo es nuestro hermano mayor (Romanos 8; 29) y el
creyente verdadero es nuestro hermano (Mateo 23; 8).
El vocablo iglesia tiene su raíz en la palabra griega “Ekklesia”, que significa “Reunión o
Asamblea” y aparece más de 100 veces en el nuevo testamento. Algunas veces se emplea para
designar a todo el pueblo de Dios, pero la mayoría de las veces se refiere claramente a una
asamblea o congregación de creyentes. Solo dentro del compañerismo de una de estas iglesias
neo-testamentarias podrá usted recibir la ayuda que su desarrollo exige.
Por lo tanto, debe leer, aprender y recordar Hebreos 10; 24: “Preocupémonos los unos por los
otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como
acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que
vemos que aquel día se acerca.”
Al ser parte de la iglesia, estamos diciendo que somos parte del cuerpo de Cristo; es decir, las
personas deben ver a Jesús en nosotros. ¡Somos el cuerpo de Cristo! (1 de Corintios 12; 12-27).
Dios nos compara con un cuerpo. Cada uno tiene sus capacidades distintas, funciones
diferentes pero complementarias y como un solo cuerpo, debemos trabajar coordinadamente
para lograr el mismo fin.
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Ni por lo que ha de__________
Ni por lo que ha de__________
Ni por cómo se __________
Estas son necesidades básicas que todo padre debe suplir para sus hijos y
nuestro Padre celestial no es la excepción. Por el contrario, ¡Él quiere suplirlas
todas!
4. Dios sabe lo que nosotros necesitamos (versículo 32) y dice que no debemos
afanarnos porque Él ha prometido suplir todo lo que nos haga falta.
5. Mateo 6; 33 - ¿Qué cosas dice el Padre, que nos serán añadidas?
¿Qué debemos hacer para obtenerlas?
No solo hay necesidades básicas que suplir en la vida del hombre, también
tenemos anhelos legítimos y deseos en nuestro corazón. Como padres
imperfectos que somos, también nos esforzamos por conceder a nuestros
hijos tales cosas en la medida de nuestras posibilidades, pero debemos
recordar que nuestro padre celestial es todo poderoso y perfecto. De igual
manera, Él desea conceder las peticiones de nuestro corazón, pero conforme a
Su perfecta voluntad. (Salmo 37; 4)
6. Filipenses 4; 19
¿Quién prometió que proveerá?
¿Qué prometió proveer?
¿Conforme a qué prometió?
¿En quién tiene esas riquezas?
No olvide: Ahora que usted está en Cristo y que fue hecho hijo de Dios, TODAS
esas bendiciones son para usted. ¡Aprópiese de ellas!
NUESTROS HERMANOS
Dice la palabra de Dios que todos los que hemos recibido a Jesucristo como Señor y
Salvador ¡Pertenecemos a la familia de Dios! Eso nos convierte en hermanos unos de
otros. – Marcos 12; 31-32
Como hermanos debemos:
1. Dar todo nuestro amor primero a Dios por ser Él bueno y concedernos los
deseos de nuestro corazón.
2. Debemos amar a los hermanos como a nosotros mismos. No es fácil amar a
nuestros semejantes: El amar al prójimo no es un sentimiento, es un mandato,
una decisión que usted debe tomar. Hay tres clases de aspectos claves que
debemos tener en cuenta para amar al prójimo:
a. Necesitamos sabiduría: La sabiduría es la expresión del buen sentido
humano. Nos ayuda a juzgar el comportamiento de los hombres a la
luz de la voluntad de Dios. Él nos manda a ser sabios
Para escuchar: Lo que los demás tienen que decirnos.
Recuerde que prestar atención a alguien cuando le habla es
una muestra de respeto por su persona y por sus necesidades,
además es una muestra de amor. (Santiago 1; 19)
Para hablar: Recordando que lo que nos dará gracia delante de
los demás nos es la cantidad de palabras que utilicemos, sino,
la calidad de tales palabras. Que cuando digamos algo a otra
persona, nuestras palabras reflejen consideración, respeto y
amor. (Santiago 3)
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Para callar: Recuerde siempre el ejemplo de Cristo: Cuando
estaba siendo juzgado ante Pilatos y los sacerdotes, no
pronunció palabra. Igual hay que tener presente que siempre
hay un tiempo para hablar y otro para callar.
Tenga en cuenta el proverbio popular “El hombre es amo de lo
que calla y esclavo de lo que habla”
Hable cuando deba y guarde silencio cuando corresponda.
Muchas veces una persona sólo necesita ser escuchada.
(Eclesiastés 3; 7)
LA IGLESIA
“Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”
(Mateo 18; 20- NVI).
De manera que al reunirse con sus hermanos en la iglesia local, debe confiar en que El
Señor está presente y esperar Su bendición. Esta bendición podrá ser impartida de
diferentes maneras; a veces será ayudado por la explicación bíblica, otras veces será
un canto lo que toca su corazón, tal vez pueda sentirse inspirado por el testimonio de
algún hermano que cuente alguna obra de Dios en su vida, o quizás durante el período
de oración podría llegar a sentir que el Espíritu Santo lo convence de algún pecado
que debe confesar a Dios y dejarlo. Si se congrega con sus hermanos, con el fin de
adorar, Dios le bendecirá en muchas maneras.
Somos bendecidos para que seamos de bendición. En los cultos de la iglesia somos
estimulados en amor y a las buenas obras. Sea fiel. En la práctica de la disciplina
fraternal cristiana, asista con regularidad a los cultos públicos de adoración y a las
reuniones de estudios bíblicos que su iglesia promueve. Cultive el compañerismo de
sus hermanos en la fe. Recuerde que “una brasa sacada del fogón no tarda en
apagarse.”
29
En los servicios tenemos comunión con Dios y con los hermanos en la fe. La
Iglesia es como una fogata de donde todos los maderos juntos, forman un gran
fuego que calienta lo que les rodea. Pero si sacamos un tizón demorará unos
minutos encendidos y luego se enfriará y terminará por apagarse.
2. Orar por la iglesia.
La oración por la iglesia, los pastores, líderes y los demás miembros y las
diferentes necesidades que ellos tienen, es parte fundamental en la familia de
Dios (1 Tesalonicenses 5; 17)
TALLER
1. ¿Para el crecimiento espiritual basta sencillamente con su comunión diaria con Dios?
2. ¿Qué significa la palabra “Iglesia”?
3. ¿Cuáles son las dos cosas que sucederán si se congrega fielmente con sus hermanos
para adorar a Dios?
4. ¿A través de qué medios recibimos bendición cuando nos congregamos?
5. ¿Qué prometió el Señor Jesucristo cuando dos o más personas se reúnen en Su
nombre?
30
Responda verdadero o falso
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LECCIÓN N°10 – TESTIMONIO CRISTIANO
BASE BÍBLICA: “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como
para nadie en este mundo” (Colosenses 3; 23 - NVI)
Lo que Dios pide es que sea un testigo fiel, que testifique con su vida, con su palabra y a través
del bautismo. Hablaremos en esta ocasión del testimonio de su vida.
¿Cómo puede un cristiano saber lo que debe o no debe hacer?
¿Es normal que el creyente frecuente bares, casinos, fume, beba, participe de otros placeres y
distracciones mundanas?
Muchos nuevos creyentes se sienten preocupados por asuntos similares a los antes dichos. En
la Biblia se condenan abiertamente ciertas prácticas y muchas otras no se mencionan pero de
igual forma atentan contra la comunión del cristiano con Dios y con su propio cuerpo, que es
templo del Espíritu Santo.
“Todo está permitido, pero no todo es provechoso. Todo está permitido, pero no todo es
constructivo” (1 Corintios 10; 23- NVI). Así, el criterio con el que debemos juzgar si debemos o
no hacer las cosas, es si nos sirven para edificación o no.
Hay cosas que aparentemente no tienen mayor trascendencia en nuestra vida, pero que al ser
practicadas no exaltan al Señor. Glorificar a Dios debe ser nuestro primer objetivo en todo lo
que hacemos (Glorificarle es manifestar al mundo las excelencias de Dios).
Una auténtica vida cristiana se debe ajustar a las normas establecidas en 1 de Corintios 10; 31-
32: “En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para
la gloria de Dios. No hagan tropezar a nadie, ni a judíos, ni a gentiles ni a la iglesia de Dios.”
En el versículo anterior, el Apóstol Pablo nos habla de que debemos abstenernos de todo lo
que pueda ser pretexto para que un no creyente se niegue a creer en el evangelio o para que
un creyente se desvíe de los caminos del Señor.
Consejos
¿Trata con algo que está prohibido por El Señor a los creyentes de hoy en día?
Si es así, evítelo como evitaría una plaga mortal. (1 de Tesalonicenses 5; 22)
32
¿Es del mundo? Si lo es, entonces no es de Cristo. “¡Oh gente adúltera! ¿No saben que
la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del
mundo se vuelve enemigo de Dios.” (Santiago 4; 4)
Dios no acepta esas amistades porque es un Dios celoso. El que se entrega a los
deleites de este perverso mundo no es amigo de Dios.
¿Lo habría hecho El Señor? Él ha dejado ejemplo para que sigamos Sus pisadas (1 de
Juan 2;6)
¿Siente libertad para hacer algo contrario a la voluntad de Dios? Recuerde que su
cuerpo es templo del Espíritu Santo porque Dios vive en usted. (1 Corintios 6; 19-20)
El cuerpo del creyente es la habitación personal del Espíritu Santo. Es el sello de Dios
sobre su ser como señal de que le pertenece (Romanos 8; 11)
Debido a que el Espíritu Santo vive en el creyente y éste le pertenece a Dios, su cuerpo
nunca debe mancharse con ninguna impureza ni maldad, ya sea de pensamientos,
deseos, acciones, películas o revistas inmorales. Debemos vivir de tal manera que con
nuestros actos glorifiquemos y engrandezcamos a Dios en nuestro cuerpo.
Como se puede dar cuenta, Dios está interesado en que su comportamiento Le
glorifique. Jesús nos enseñó que somos luz del mundo y sal de la tierra. (Mateo 5; 13-
16)
Ahora hablemos del testimonio de su palabra. La Biblia insiste en la necesidad de
hablar de nuestra fe. Esto provoca una lucha; el diablo no quiere que testifiquemos
con la palabra y las armas que utiliza son la vergüenza y el temor. Pero Dios está en
usted y es más fuerte que el diablo. Así como el Espíritu Santo nos promete testificar a
través de nuestras vidas, de igual forma es Él quien nos va a dar la autoridad, el
denuedo, la capacidad y la fortaleza para hablar de Su obra redentora a quienes lo
necesitan.
El Espíritu Santo no quiere que temamos a la gente, sino que tengamos fortaleza, amor
y templanza en nuestro trato con la humanidad. Si aviva ese poder que hay en usted,
no temerá hablar del Señor. (2 Timoteo 1; 7-8)
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Hay 5 verdades que cada cristiano debe resaltar al compartir el evangelio:
El amor de Dios: Dios nos ama y quiere que tengamos vida eterna y abundante (Juan 3;
16)
Todos somos pecadores: El pecado nos separa de Dios y nos priva de la vida eterna
(Romanos 3; 23)
El hombre no pudo satisfacer la ira de Dios, por eso Jesucristo tomó nuestro lugar en la
cruz. Él pagó por nosotros el precio completo de la salvación dándonos la oportunidad
de volvernos a Dios. (Juan 14; 6)
Es necesario el arrepentimiento. Arrepentirse es rechazar el pecado y volver a Dios.
Para volvernos a Dios es necesario reconocer nuestros pecados, pedir perdón al Señor
y proponernos firmemente cambiar de actitud, tomando la decisión de no cometer los
mismos errores y buscar a Dios. (Hechos 3; 19) (Hechos 17; 30-31)
Aceptar por fe lo que Jesucristo hizo por nosotros al morir en la cruz. Él consiguió para
nosotros la salvación. Esto es un regalo que obtenemos por medio de la fe, abriendo
nuestro corazón y recibiéndolo como nuestro señor y Salvador personal. (Juan 1; 12)
(Apocalipsis 3; 20)
TALLER
En una vida auténticamente cristiana, ¿Cuál debe ser el principal propósito de sus
acciones? (1 Corintios 10; 31)
¿Qué es glorificar a Dios?
Apunte algunos consejos de los expuestos que le ayuden a saber lo que no debe hacer
un verdadero cristiano.
El cuerpo del creyente es ___________________________
¿Cómo llama Dios a alguien que es amigo del mundo?
¿Cuáles son las armas que el enemigo usa para impedirle que testifique a través de su
vida?
Si estamos dispuestos a testificar con nuestras vidas, ¿Quién nos ayudará?
34