FINANZAS CORPORATIVAS
(versión preliminar en revisión)
Elaborado por:
Web: http://www.econfinanzas.com/
Email: maryanali@gmail.com - maaveraco@unal.edu.co
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CONTENIDO
PÁG.
OBJETIVOS DEL CURSO 3
UNIDAD 1. CONSIDERACIONES INTRODUCTORIAS. 4
UNIDAD 2. FINANCIAMIENTO A LARGO PLAZO. 15
UNIDAD 3. INVERSIONES A LARGO PLAZO. 42
UNIDAD 4. GESTIÓN BASADA EN VALOR 50
UNIDAD 5. GESTIÓN DE TESORERÍA 63
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 67
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Objetivos Generales:
Al finalizar exitosamente el curso, el participante estará en capacidad de:
1. Utilizar adecuadamente las técnicas y herramientas de la gerencia financiera en el nivel
corporativo, en el diseño, implantación y evaluación de estrategias de negocio.
2. Evaluar las características de la gerencia financiera en las empresas, con el fin de recomendar
acciones que las corrijan o las fortalezcan.
Objetivos específicos:
1. Identificar la función de las finanzas corporativas en el proceso de planificación estratégica
empresarial, en entornos de riesgo e incertidumbre.
2. Diseñar y evaluar estrategias financieras corporativas relacionadas con la gestión del
financiamiento en la empresa, en el marco de un plan estratégico determinado, utilizando las
técnicas y herramientas de análisis apropiadas a cada caso.
3. Diseñar y evaluar estrategias financieras corporativas relacionadas con proyectos de inversión, en
el marco de un plan estratégico determinado, utilizando las técnicas y herramientas de análisis
adecuadas.
4. Integrar los conceptos de la Gestión Basada en Valor al diseño y evaluación de planes
estratégicos financieros.
5. Diseñar y evaluar lineamientos estratégicos relacionados con la gestión financiera de corto plazo,
siguiendo las pautas establecidas en el plan corporativo.
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1. Definiciones.
1.1. Economía financiera.
Durante la segunda mitad del siglo XX, se sentaron las bases para el desarrollo de una nueva
rama de la Ciencia Económica, actualmente conocida como Economía Financiera (o simplemente
Finanzas, según expertos como Bodie y Merton, 1999; Garay y González, 2005; Frankfurter, 2007;
Verona, 2006; entre otros).
Bodie y Merton (1999) ofrecen una definición genérica para las Finanzas o Economía
Financiera, al relacionarla con el estudio de la manera como se decide la asignación de recursos
escasos a través del tiempo, considerando que los costos y beneficios de esas decisiones se
distribuyen en diferentes períodos, y no se conocen en forma anticipada con certeza. “La teoría
financiera consta de una serie de conceptos que nos ayudan a organizar nuestras ideas sobre cómo
asignar recursos a través del tiempo y de un grupo de modelos cuantitativos que nos permiten
evaluar alternativas, adoptar decisiones y realizarlas” (Bodie y Merton, 1999: 2).
Una conceptualización similar la ofrecen Marín y Rubio (2001: 3), al vincularla con “el estudio
del comportamiento de los individuos en la asignación intertemporal de sus recursos en un entorno
incierto, así como el estudio del papel de las organizaciones económicas y los mercados
institucionalizados en facilitar dichas asignaciones”. En otro orden de ideas, Díez y López (2001: 5)
establecen que ésta “se ocupa de la generación, asignación y circulación del dinero dentro del
sistema económico”.
Mochón y Aparicio (1998) resumen el campo de acción de esta disciplina, al señalar que incluye
el desarrollo de teorías relacionadas con: análisis de mercados eficientes, selección de carteras de
valores, valoración de activos y opciones, conflictos de intereses, asimetría de la información,
finanzas de empresa que; esta última se relaciona directamente con las anteriores, pero tiene su
propio campo específico, centrado en el estudio de tres áreas: las decisiones de inversión, la
estructura de financiamiento y la política de dividendos.
Como puede inferirse de lo anterior, se trata de un campo de estudio bastante amplio y
ambicioso, por lo que de esta disciplina han surgido diversas ramificaciones encargadas de
investigar cuestiones específicas relacionadas con el sistema económico-financiero. Díez y López
(2001) identifican tres áreas principales para la economía financiera, todas ellas relacionadas con las
teorías que señala Mochón (1998) en su definición anterior:
- El estudio de los mercados financieros y sus intermediarios.
- Los procesos relacionados con las decisiones de inversión financiera.
- El estudio de la dirección financiera (gestión financiera o finanzas corporativas).
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Igualmente, Suárez (1997: 9) coincide con los autores ya mencionados, agregando que su
“centro de atención es el análisis de los mercados financieros y la formación de los precios de los
activos que en ellos se negocian, por un lado, y el análisis del aprovisionamiento del capital por
parte de las empresas no financieras y su aplicación a usos productivos (proyectos de inversión), por
otro, aunque en estrecha relación o dependencia de este segundo aspecto con respecto al primero”.
Refiriéndose al campo de estudio de las Finanzas, Mascareñas (1999: 1) agrega un elemento
importante a la definición, al afirmar que ésta abarca “tanto la valoración de activos como el análisis
de las decisiones financieras tendentes a crear valor”, es decir, se parte de la premisa de que el
principal objetivo que deben perseguir las decisiones de tipo financiero es la creación de valor; esto
es, toda decisión se evalúa en función de que sus resultados esperados en un período determinado,
sean superiores al costo involucrado en esa asignación (costos operativos y costos financieros,
incluyendo costos de oportunidad no contabilizados explícitamente). Más aún, no es suficiente que
los costos sean superados por el resultado, ya que en caso de existir diferentes alternativas capaces
de crear valor debe analizarse cuál de ellas es capaz de maximizar esta creación de valor, desde el
punto de vista financiero. Esta premisa de la maximización del valor en las decisiones financieras es
apoyada por reconocidos autores en esta disciplina (Gutiérrez, 1992; Brealey y Myers, 2005; Besley
y Brigham, 2001; Copeland y col, 2000; Koller y col, 2005; entre otros).
1.2. Campos de estudio de la economía financiera.
Tal como se mencionó en la sección anterior, el campo de estudio de la Economía Financiera
está compuesto por una gran diversidad de temas, todos relacionados entre sí, tratados por
disciplinas afines que se han constituido en áreas de estudio especializado dentro de esta rama de la
Ciencia Económica.
Estas teorías pueden ser agrupadas en dos campos de estudio (Suárez, 1997):
- Uno dedicado al análisis de los mercados financieros y la valoración de los activos que en ellos
se negocian.
- Otro relacionado con las decisiones de financiamiento y asignación de recursos dentro de las
empresas.
Ambos suelen ser referenciados indiferentemente como Ciencia Financiera, Economía
Financiera o simplemente Finanzas, pero sus objetos de estudio suelen diferir significativamente, así
como los enfoques y métodos utilizados para desarrollar sus aportes teóricos.
En el primer caso, el estudio de los mercados financieros, suelen incluirse aspectos relacionados
con los instrumentos (tradicionales y derivados), instituciones, eficiencia de los mercados, selección
de carteras de valores, valoración de activos, valoración de opciones, entre otras temáticas
relacionadas con la inversión en estos mercados. Algunos autores agrupan ese tipo de teorías bajo el
nombre de Teoría de las Inversiones (Garay y González, 2005).
En segundo término, se agrupan los conocimientos relativos a la dirección financiera de la
empresa, sus decisiones de inversión y financiamiento y el tratamiento de los conflictos de intereses
(relaciones de agencia) entre propietarios y directivos. Este conjunto de modelos, variables e
indicadores suelen denominarse comúnmente Finanzas Corporativas, Finanzas de la empresa,
Dirección Financiera, Gestión Financiera o Economía Financiera de la empresa (Díez y López,
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2001; López y De Luna, 2002; Ross y Col, 2001; Brealey y Myers, 2005; Kogan Page y col, 2002;
Garay y González, 2005; García y Col, 2003).
Cabe destacar que ambas ramas de la Economía Financiera estudian aspectos interdependientes,
por lo que no se observa una frontera definida entre ambas; todo lo contrario, se retroalimentan
constantemente para fortalecer sus contribuciones teóricas, y es por ello que suelen ser tratadas
indistintamente con el nombre de Finanzas.
1.3. Finanzas corporativas o finanzas de la empresa.
En términos generales, las Finanzas Corporativas se concentran en el estudio de las decisiones
financieras dentro de la empresa, y cómo éstas afectan la creación de valor para los partícipes del
negocio, en la búsqueda de la maximización del valor para la empresa (Ross y Col, 2001; Brealey y
Myers, 2005; Besley y Brigham, 2001; Copeland y Col, 2000). Estas decisiones han sido agrupadas
en tres categorías, estrechamente vinculadas, a saber: las decisiones de inversión, las decisiones de
financiamiento y las decisiones relacionadas con la política de dividendos, que pueden ser incluidas
en la segunda (García y col, 2003).
El gráfico 1 presenta un resumen de los principios fundamentales que rigen las finanzas
corporativas (Damodaran, 1999a), aspectos que serán desarrollados en las secciones siguientes.
Otro tema estudiado por las Finanzas Corporativas es el relacionado con los conflictos que
surgen entre los objetivos esperados por los propietarios de la empresa y los realmente perseguidos
por sus directivos, cuando ambas figuras son ejercidas por personas diferentes; estos conflictos y sus
posibles soluciones alternativas son analizadas por la teoría de la agencia (Mascareñas, 1999;
Grinblatt y Titman, 2003; Francés, 2001), así denominada por considerar a los directivos de una
empresa como agentes que actúan en nombre de los propietarios. En las empresas pequeñas, los
propietarios suelen tener el control directivo del negocio, por lo que este tipo de problema no es
común; pero a medida que aumenta el tamaño y la complejidad de la firma, es necesario planificar
mecanismos de control que le garanticen al propietario que sus intereses sean resguardados por la
dirección contratada.
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Koontz y Weihrich (1994: 123) definen la estrategia como la “…determinación de los objetivos
básicos a largo plazo de una empresa y la adopción de los cursos de acción y asignación de los
recursos necesarios para alcanzarlos”. Francés (2001: 27, 28) califica este tipo de definiciones como
amplias, y sugiere una conceptualización restringida para las estrategias considerando la presencia
de la incertidumbre; al respecto señala que es una “combinación de medios a emplear para alcanzar
los objetivos, en presencia de incertidumbre… Cuando existe plena certeza acerca de la eficacia de
los medios para alcanzar los objetivos, no se requiere de estrategia”.
En este orden de ideas, Díez y López (2001: 149, 150G) afirman que:
“…la estrategia es la elección de una vía de actuación entre distintas alternativas con vistas a
alcanzar un objetivo… está caracterizada por:
a) La incertidumbre: acerca del entorno, el comportamiento de los competidores y las
referencias de los clientes.
b) La complejidad: derivada de las distintas formas de percibir el entorno y de interrelacionarse
éste con la empresa.
c) Los conflictos organizativos: entre los que toman decisiones y los que están afectados por
ellas”.
Sallenave (1995: 41) identifica cuatro componentes básicos en la definición de la estrategia
empresarial:
- Objetivos claramente definidos (atributos, escalas de medida, normas, horizonte temporal).
- Plan de acción, para la empresa total y sus diferentes divisiones.
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- Programas funcionales, donde se describen y cuantifican las implicaciones del plan en cada
función de la firma (finanzas, mercadeo, personal, producción, etc).
- Recursos requeridos para ejecutar los programas.
Puede resumirse que las distintas definiciones de estrategia giran en torno a los elementos
señalados por Sallenave, destacando que dentro de un plan estratégico pueden formularse diferentes
cursos de acción alternativos para el logro de los objetivos y que la elección de los que serán
ejecutados dependerán de los resultados del análisis realizado por los gerentes, considerando la
presencia de la incertidumbre.
Estas definiciones preliminares permiten tener una visión inicial del significado de la estrategia
empresarial, pero no debe olvidarse que la formulación de ésta forma parte de un proceso mucho
más complejo y totalizante: el proceso de la planificación estratégica o análisis estratégico. Como
esta temática ha sido objeto de estudio de otras asignaturas no se profundizará en su explicación,
pero se anexa un material bibliográfico como resumen para su revisión.
2.1. Elementos del análisis estratégico (planificación estratégica).
LECTURAS:
1). DÍEZ, LUIS y LÓPEZ, JOAQUÍN (2001). “Dirección financiera, planificación,
gestión y control”. Madrid: Financial Times Prentice Hall. Capítulo 10 (págs. 223 –
240). Capítulo 9 (págs. 149 – 164).
2). ORTIZ, ALBERTO (2005). “Gerencia Financiera y Diagnostico Estratégico”. Segunda
Edición. Bogotá: McGraw-Hill.
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LECTURAS:
3). FERNÁNDEZ, ALBERTO (2004.) “Claves para la implantación del cuadro de mando
integral”. En Harvard Deusto Finanzas y Contabilidad No. 46. España: Ediciones
Deusto. Pp. 10-17. (Consultado en Mar. 10, 2010 de
http://site.ebrary.com/lib/unalbogsp/Doc?id=10063153&ppg=1). [electrónico]
Para sus autores, el éxito del Balanced Scorecard no depende solo de la calidad de su diseño y
elaboración, sino también de la efectividad con la que es comunicado al conjunto de trabajadores de
la empresa, para que estos comprendan claramente hacia donde se dirige la organización (su
estrategia), y como el trabajo de cada unidad y de cada individuo contribuye al logro de los
objetivos. Por ello recomiendan el uso de mapas estratégicos (strategy maps), como herramientas
que permiten comunicar tanto la estrategia como los procesos y sistemas que permitirán su logro. Se
anexa la lectura para ampliar información sobre esta herramienta.
LECTURA:
4). Artículo: “Having trouble with your strategy? Then map it”. Robert Kaplan y David
Norton. Harvard Business Review. September October 2000. [electrónico]
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La gestión de esos recursos dependerá, en primer término de los objetivos generales perseguidos
por la organización; pero si se trata de negocios lucrativos estos objetivos generalmente son
compatibles con la maximización del valor invertido por los accionistas, y en general con la
optimización de los intereses de todos los actores involucrados en la empresa (stakeholders:
accionistas, clientes, proveedores, comunidad, gobierno), objetivo que en el largo plazo debe
conducir a esa maximización del valor, y que frecuentemente se convierte en el propósito no solo
del gerente financiero sino también del gerente general.
Ahora bien, ¿qué significa maximizar el valor?.
Cuando un inversionista (ya sea accionista o acreedor) aporta un capital para financiar de las
operaciones de una empresa, espera obtener como contrapartida un rendimiento lo suficientemente
atractivo para compensar el riesgo asumido en ese negocio. Los recursos financieros son escasos, si
se comparan con la cantidad de alternativas de inversión que pueden existir en el mercado (local,
regional, internacional); ante esta escasez, los inversionistas pueden elegir entre distintos tipos de
negocios antes de decidir hacia donde dirigirán sus fondos. Dos variables son determinantes al
momento de tomar ese tipo de decisiones: el rendimiento esperado cada negocio, y el riesgo
implícito en sus operaciones. Más adelante se discutirá la relación entre riesgo y rendimiento, pero
en este momento interesa destacar que el inversionista toma su decisión evaluando estas dos
variables.
Para un mismo nivel de riesgo diferentes negocios pueden ofrecer rendimientos distintos, y
lógicamente el inversionista dirigirá sus recursos a aquella actividad que sea capaz de generar el
mayor rendimiento a ese nivel de riesgo; en otras palabras, el inversionista tiene una expectativa de
rentabilidad antes de invertir en el negocio, y la gerencia debe ser capaz de generar resultados que
satisfagan esas expectativas.
Cuando la gerencia logra tales resultados, o mejor aún, los supera, contribuye a crear valor.
Suponga que se compran acciones de una empresa con la expectativa de alcanzar un rendimiento de
20% anual; si al final del período el rendimiento generado por las operaciones de la empresa alcanza
un 15% existe una rentabilidad, pero esa rentabilidad está por debajo de lo esperado, por lo tanto,
aun cuando sea una empresa "rentable", no es una empresa creadora de valor (destruye valor), ya
que no genera el rendimiento mínimo esperado por el accionista para justificar el riesgo asumido en
el negocio. Por el contrario, si los resultados arrojan un rendimiento del 25%, se logra cubrir el
"costo" de los recursos proporcionados (la expectativa del 20%) y se genera un rendimiento extra
por el uso de ese dinero: es una situación en la que se genera valor.
Desde este punto de vista, el objetivo de la gerencia financiera no es el generar utilidades o
alcanzar un margen de rentabilidad superior a cero, ni siquiera es el de crear valor por encima de los
costos del capital invertido. El objetivo, alineado con la estrategia corporativa respectiva, es
maximizar esa creación de valor, lo que se traduce en arrojar el mayor rendimiento posible sobre el
capital utilizado y convertirse en el negocio de mayor rentabilidad dentro de un conjunto de
alternativas que están sujetas a niveles de riesgo similar.
Es necesario señalar que este objetivo va más allá de la generación de valor en términos
financieros, ya que para lograr resultados satisfactorios es necesario mantener una clientela
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LECTURA:
5). BODIE, ZVI y MERTON, ROBERT (1999). “Finanzas”. México: Prentice Hall.
Capítulo 10 (págs. 215 – 242).
Los textos recomendados hacen un análisis inicial del tema, que permite abordar el contenido
que se señala seguidamente:
3.1. Definición y tipos de riesgo. Riesgo sistemático y riesgo específico.
3.2. Estrategias financieras corporativas y cobertura del riesgo.
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Los procesos decisorios relacionados con la inversión y el financiamiento, para el corto y largo
plazo, suelen desarrollarse en forma integral y simultánea, ya que sus componentes se
complementan continuamente. En este curso se estudian por separado para facilitar su comprensión
inicial, pero se irán integrando paulatinamente con la ejecución de los casos prácticos propuestos.
En esta sección se estudiarán algunas metodologías relacionadas con la toma de decisiones
necesaria para seleccionar la estrategia de financiamiento que adoptará la empresa, considerando los
objetivos establecidos en su plan estratégico. En esta oportunidad se enfatizará el análisis en el
financiamiento a largo plazo, ya que los aspectos particulares del corto plazo serán tratados en la
Unidad No. 5.
Se inicia la unidad con una revisión preliminar de algunos conceptos relacionados con la gestión
del financiamiento, para luego concentrar la explicación en las técnicas que le permiten al gerente
financiero evaluar las alternativas que ofrecen los mercados para obtener los recursos requeridos por
las operaciones de la empresa.
Un aspecto relevante de la estrategia de financiamiento es la opción de reinvertir las utilidades
periódicas en nuevas operaciones, o entregar este dinero a los propietarios bajo la forma de
dividendos; por esto se incluyen algunos comentarios relacionados con la política de dividendos al
final de esta sección.
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adicionales para financiar las operaciones del negocio. Sin embargo, la empresa puede autofinanciar
total o parcialmente su actividad, reinvirtiendo las utilidades o excedentes que genera año tras año;
estos excedentes pertenecen a los accionistas comunes (ya los accionistas privilegiados han recibido
el dividendo establecido), y normalmente deberían ser distribuidos entre ellos, a través del reparto de
dividendos. Pero si la empresa posee oportunidades de inversión que prometan una rentabilidad que
justifique la retención de estos excedentes, estos se convierten en una "fuente interna" de
financiamiento. Esta fuente interna puede funcionar bajo diferentes modalidades:
• Utilidades no distribuidas (retenidas): esta es una de las denominaciones contables que agrupa
los recursos que pertenecen a los inversionistas, y que representa los montos de utilidades que se
han generado en uno o más períodos que no han sido entregadas a sus propietarios, a los
accionistas comunes. Estos recursos se utilizan para financiar otras operaciones de la empresa, y
al pertenecer a los accionistas, tienen un costo asociado (que tampoco se visualiza en los estados
de resultados contables). El monto de utilidades retenidas pertenece a los accionistas, y si ellos
dispusieran del dinero en efectivo podrían decidir qué destino darle a esos recursos. Al quedarse
en la empresa como fuente de financiamiento, esos recursos deben garantizarle al accionista un
rendimiento igual o superior al que recibirían en otros negocios de riesgo similar; este análisis
permite suponer que tal costo es igual al asignado a los recursos provenientes de acciones
comunes, con la diferencia que en el caso de las utilidades retenidas no se realiza una emisión y
la empresa se ahorra costos de transacción en los mercados financieros. Sólo por esta razón
puede pensarse que el costo de estos recursos puede ser ligeramente inferior al de las acciones
comunes.
Un razonamiento similar puede utilizarse en el caso de los recursos que se retienen en la
empresa bajo la forma de reservas de patrimonio (reservas para investigación, reservas para
expansión, reservas estatutarias, etc.). Estas reservas provienen de las utilidades de cada
período, y no pueden ser repartidas como dividendos. Son recursos que se quedan en la empresa,
y pueden utilizarse como fuente de financiamiento. ¿A quién pertenecen estas reservas de
patrimonio? ¿Tendrán algún costo de financiamiento?
• Dividendos en acciones: en algunos casos la gerencia prefiere decretar dividendos en acciones
(y no en efectivo), y automáticamente los recursos generados por las operaciones de la empresa
permanecen en ella, total o parcialmente. Aunque en este caso las implicaciones jurídicas y
contables de estos recursos difieren de las utilidades retenidas, el costo asociado en ambos casos
presenta características similares.
b) FINANCIAMIENTO PROVENIENTE DE TERCEROS: de acuerdo con la estructura de capital
de la empresa, los recursos provienen de sus accionistas (patrimonio) y de terceros (pasivos), estos
últimos representados por inversionistas que encuentran atractivo el negocio, pero que no están
interesados en participar como propietarios, sino como proveedores de recursos que esperan recibir a
cambio un rendimiento por su inversión, y la recuperación del capital invertido por ellos, luego de
transcurrir un plazo estipulado. Este tipo de recursos suelen recibir como compensación una "tasa de
interés" que equivale al rendimiento que esperan los acreedores, intereses que son reflejados como
un costo del período dentro de los estados financieros de la empresa, y como tales, son considerados
como gastos deducibles a efectos del cálculo del impuesto sobre la renta.
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venezolano, por la Comisión Nacional de Valores), al igual que sucede con las emisiones de
acciones comunes y privilegiadas.
Una emisión pública de obligaciones consiste en un contrato en el que la empresa vende títulos
que representan una fracción del monto total a emitir, y se compromete a realizar pagos de
intereses y capital a quienes adquieran estos títulos, a lo largo de un período determinado
(mayor a un año). La diferencia con los préstamos bancarios es que la empresa no recibe los
recursos de un solo agente, sino de cientos y miles de inversionistas que deciden invertir su
dinero en el negocio; otra diferencia es que la empresa entra en contacto con los inversionistas
sin la intermediación del banco (en este caso el intermediario es un agente de bolsa, que recibe
una comisión por su trabajo), y esto le permite ofrecer una tasa de rendimiento superior a la tasa
pasiva (mayor atractivo para los inversionistas, asociado a un mayor riesgo), y al mismo tiempo
inferior a la tasa activa bancaria, representando un costo menor para la empresa. Debe
considerarse que las emisiones de bonos tienen otro costo implícito, y es el costo de llevar a
cabo el proceso de emisión.
Las emisiones de bonos presentan ventajas y desventajas con respecto al financiamiento
bancario. La principal ventaja es que pueden disminuir sus costos de financiamiento, aunque en
el caso de empresas pequeñas esta ventaja puede anularse porque sólo realizarían emisiones
pequeñas que no justificarían los costos relacionados con la emisión. Entre las desventajas,
Weston y Brigham (1994) señalan que las obligaciones presentan tres desventajas principales
con respecto a los préstamos bancarios: la velocidad, flexibilidad y bajos costos de emisión;
estos autores afirman que en el caso de los préstamos bancarios se negocia directamente entre el
prestamista y el prestatario y los requerimientos de documentación formal se ven minimizados.
"Las cláusulas más importantes de un préstamo a plazo pueden establecerse con mucho más
rapidez que las que serían aplicables a una emisión pública..." ya que no es necesario que el
préstamo siga el proceso de tramitación y registro ante un organismo contralor como la
Comisión de Valores. "Una ventaja adicional de los préstamos a plazo es la que se relaciona con
la flexibilidad futura. Si una emisión de bonos es mantenida por muchos y muy distintos
tenedores de bonos, es virtualmente imposible obtener permiso para alterar los términos del
contrato , aun cuando las nuevas condiciones económicas puedan hacer deseable la adopción de
tal cambio. En el caso de un préstamo a plazo, generalmente el prestatario puede reunirse con el
prestamista y establecer modificaciones mutuamente convenientes en el contrato" (Weston y
Brigham, 1994). Por último, los costos de emisión de un préstamo bancario son mucho más
bajos, al estar sujetos a menos trámites en comparación con una emisión pública de
obligaciones.
Existen diferentes modalidades de bonos, dependiendo de las condiciones que se fijen en el
contrato de emisión: tasas de interés fijas o variables (flotantes), nominales o al portador, con o
sin garantías, con diferentes vencimientos. Además de estas modalidades, hay dos categorías de
bonos que se han popularizado en los últimos años: los bonos convertibles, y los bonos con
certificados de acciones.
Los bonos convertibles ofrecen un rendimiento inferior, pero le otorgan a su dueño la opción de
intercambiar el monto que representan sus bonos por acciones de la empresa, a un precio fijo, al
vencimiento del plazo estipulado en los bonos. Los inversionistas pueden aceptar un
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Como complemento, se sugiere la lectura del siguiente documento, donde se realiza una revisión
crítica a las fuentes de financiamiento tradicionales, desde la óptica de las pequeñas y medianas
empresas.
LECTURA:
6). Artículo: “Perspectiva actual de las fuentes de financiación en la empresa”. Alfonso Galindo
Lucas. Universidad de Cádiz. Disponible en http://www.eumed.net/cursecon/
colaboraciones/AGLPerspectivactual.PDF. [electrónico]
2. Estructura de capital.
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EMPRESA XXX
ESTRUCTURA DE CAPITAL AL 31/12/200X
VALORES SEGÚN LIBROS
(en millones de pesos)
En este caso se observa que la estructura de capital está conformada por un 41% de recursos
provenientes de deuda, y un 59% por aportes patrimoniales, utilizando los valores en libros que
presentan los saldos de cada una de las cuentas consideradas.
ACTIVIDAD INDIVIDUAL.
¿Cuál sería la composición de esta estructura si se incluyen en ella los recursos disponibles en el
corto plazo?
Ahora, suponga que los títulos de esta empresa (bonos y acciones) cotizan en el mercado de
capitales, y que los valores de mercado de éstos son superiores a sus valores en libros (debido a que
el mercado le otorga mayor valor a la empresa por sus expectativas de rendimiento futuro). La
composición de su estructura de capital quedaría representada de la siguiente forma:
EMPRESA XXX
ESTRUCTURA DE CAPITAL AL 31/12/200X
VALORES DE MERCADO
(en millones de pesos)
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Otro aspecto importante a considerar en la estructura de capital es que al gerente le interesa más
fijar las proporciones que en el futuro debe presentar la estructura de la empresa, que basar sus
decisiones en las proporciones que ha presentado esa estructura en el pasado. La función del gerente
es establecer las características de la estructura para sus decisiones futuras (la denominada estructura
de capital objetivo), por lo que no debe limitarse a observar y evaluar las proporciones de deuda y
patrimonio que la empresa ha utilizado en el pasado. Esta estructura de capital objetivo es la que se
utilizará posteriormente para estimar el costo de capital de los recursos invertidos en las operaciones
de la empresa.
Los factores que influyen en el establecimiento de la estructura de capital objetivo se relacionan
con: el riesgo del negocio, los costos de cada fuente de financiamiento, los beneficios fiscales que
traería la contratación de deuda, la facilidad para obtener recursos (solidez) y la actitud de la
gerencia ante el riesgo adicional (conservadora o agresiva).
LECTURAS:
7). ORTIZ, ALBERTO (2005). “Gerencia Financiera y Diagnostico Estratégico”. Segunda
Edición. Bogotá: McGraw-Hill.
1
Son diversas las investigaciones que se han desarrollado sobre la incidencia de la estructura de capital sobre el valor de
la empresa y su rentabilidad, desde los estudios de Modigliani y Miller (1958) hasta el presente. Algunas referencias
teóricas se resumen en Aybar y col. (2003) y Jensen y Smith (1984).
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Para este caso, la hipoteca paga una tasa de interés del 25% anual, mientras los bonos ofrecen un
rendimiento del 22%. La tasa de impuesto corporativo de la empresa equivale a un 32%. La empresa
XXX tiene una utilidad en operaciones (antes de intereses e impuestos) equivalente a 250 millones
pesos, y una utilidad neta final de 111,6 millones pesos; estos son los resultados que se obtienen con
la estructura de capital actual.
Para analizar lo que sucede con una estructura diferente, suponga que la empresa no utiliza
endeudamiento y todos sus activos son financiados con recursos provenientes del patrimonio (pasivo
a largo plazo= 0 pesos, patrimonio = 900 millones pesos). El estado de resultados reflejaría lo
siguiente:
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EMPRESA XXX
ESTADO DE RESULTADOS DEL 01/01/200X AL 31/12/200X
(en millones de pesos)
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ACTIVIDAD INDIVIDUAL:
• ¿Qué otros comentarios puede hacer al comparar ambos casos?
• Si la empresa no asume totalmente el costo de los intereses, ¿cuál sería el verdadero costo
asociado a cada tipo de pasivo (hipoteca 25%, bonos 22%)? Trate de darle respuesta a esta
interrogante, sabiendo que un 32% de esos costos los asume el fisco.
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Uno de los temas más estudiados por los investigadores de la economía financiera es la
composición que debe tener la estructura de capital de una empresa para optimizar la creación de
valor a largo plazo de sus operaciones, tópico que no deja de ser complejo y algunas veces
polémico. Tal como lo afirmaba hace más de 20 años Stewart Myers, uno de los principales
exponentes en la materia: “nuestras teorías no parecen explicar el comportamiento financiero en el
presente, por lo que puede parecer presuntuoso asesorar a las empresas en la conformación de una
estructura de capital óptima cuando aún nos encontramos lejos de dar una explicación a la toma de
decisiones actuales” (Myers, 1984: 576).
La afirmación anterior no pierde vigencia y muestra la preocupación de los autores sobre el
tema, por lo que son variados los aportes y propuestas formuladas para orientar la toma de
decisiones empresariales en la conformación de esa estructura de capital (Frank y Goyal, 2005). Al
respecto, es oportuno citar las referencias de Cazorla al resumir la evolución teórica de los diferentes
enfoques:
La literatura financiera ha evolucionado desde el enfoque tradicional y la “tesis de
irrelevancia” del modelo propuesto por Modigliani y Miller (1958), pasando por la teoría de
la compensación (trade-off) entre los beneficios y costes derivados de un mayor ratio de
endeudamiento (Chem y Kim, 1979; Myers, 1984; Bradley, Jarrel y Kim, 1984), hasta las
aportaciones más recientes que tienen en cuenta la existencia de asimetrías informativas y
conflictos de intereses entre los agentes implicados en este tipo de decisiones. En esta
última línea, podemos encuadrar la teoría financiera de la agencia, la teoría del orden de
preferencia (Pecking Order Theory) y el enfoque de señales. En los últimos años, la
denominada teoría de la estrategia empresarial constituye un nuevo enfoque que analiza la
posible incidencia que las estrategias empresariales pueden ejercer sobre este tipo de
decisiones (Cazorla, 2004: 2)
No es objetivo de esta sección presentar una descripción extensa y exhaustiva de cada una de las
proposiciones teóricas que existen con respecto a esta materia, por lo que se reseñan brevemente las
más comentadas en la literatura especializada:
A) Las proposiciones de Modigliani y Miller: una de las primeras discusiones teóricas de
trascendencia sobre la composición de la estructura de capital surge a partir de los escritos de
Modigliani y Miller (1958), comúnmente conocidos como el modelo M-M. Su propuesta inicial
considera que la composición de la estructura de capital es irrelevante y no afecta el valor de la
empresa, bajo los supuestos de ausencia de impuestos, costos de quiebra y asimetrías de información
(eficiencia del mercado), por lo que “el valor de la empresa con deuda debe ser igual al valor de la
empresa sin deuda, ya que una mayor proporción de deuda en la estructura de capital (con un coste
inferior) se vería compensada por un aumento proporcional en la rentabilidad exigida por los
accionistas” (López y De Luna, 2002: 201).
Posteriormente, esta proposición fue ampliada por sus autores (Modigliani y Miller, 1963),
eliminando el supuesto de ausencia de impuestos e incorporando el valor agregado por el ahorro
fiscal que origina el uso de deuda en la estructura de capital. De ello “se deduce que el valor de la
empresa aumenta indefinida y linealmente con el incremento de la deuda asumida debido al
incremento en el valor del ahorro fiscal aportado por los intereses” (López y De Luna, 2002: 201).
29
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
Esto indicaría, desde un punto de vista lógico-teórico y bajo los supuestos señalados, que una
mayor incorporación de deuda en la estructura de financiamiento se traduce en una mayor creación
de valor para los accionistas, incitando a un mayor apalancamiento, pero esta lógica no se evidencia
en la práctica empresarial. La presencia de costos asociados a una posible quiebra, a la gestión de la
deuda, asimetrías de información en los agentes financieros, relaciones de agencia más complejas,
señalización negativa al mercado por apalancamiento creciente de la empresa, entre otros aspectos
asociados a la ineficiencia de los mercados, son algunos de los factores señalados como
determinantes para que las proposiciones de M-M no se cumplan en la realidad (López y De Luna,
2002; Cardone y Cazorla, 2001; Brealey y Myers, 2005). La incorporación de estos factores en las
explicaciones teóricas ha dado origen a nuevas propuestas.
B) Teoría de la compensación o intercambio (trade-off): este enfoque considera que el grado de
apalancamiento óptimo de una empresa es determinado por las compensaciones entre los costos y
beneficios derivados del endeudamiento (Myers, 1984); para ello se compara el efecto de los
beneficios provenientes del ahorro fiscal por emisión de deuda (deducibilidad de los intereses para el
pago de impuestos corporativos), con los costos asociados a un mayor riesgo de quiebra y otros
derivados del ajuste de la estructura de capital. Dependiendo de la relación entre estos dos
indicadores, se supone que la empresa aumentará o disminuirá el nivel de endeudamiento, hasta
maximizar su valor; en la medida en que el valor presente del ahorro fiscal de la deuda supere los
nuevos costos derivados del apalancamiento, la firma mostrará una tendencia a incorporar mayores
porciones de deuda a su estructura.
Los planteamientos de este enfoque suelen ser objetados con diferentes argumentos, entre los
cuales se mencionan (Frank y Goyal, 2003):
- La dificultad de calcular efectivamente el valor del ahorro fiscal y los costos de quiebra.
- La tendencia a que la disminución cierta de impuestos a pagar sea menor al incremento
(incierto) de costos de bancarrota, implicaría que la mayoría de las empresas presentara en la
práctica una mayor proporción de endeudamiento, hecho que no ocurre en la realidad.
- La evidencia empírica presentada en numerosas investigaciones realizadas sobre la hipótesis
indica que no se cumplen las predicciones del modelo.
C) Teoría del orden de preferencia (Pecking Order Theory - TOP): este enfoque, sistematizado
por Myers (1984), parte de la presunción de que existen tres tipos de fuentes de financiamiento: las
utilidades retenidas, el endeudamiento y la emisión de nuevas acciones; y que cada una de ellas tiene
diferentes niveles de selección adversa, provocados por asimetrías de información entre la gerencia
de la empresa y los mercados financieros, y por las relaciones de agencia entre los directivos y los
accionistas.
Esta asimetría viene dada por el mayor conocimiento del verdadero valor de la empresa que
manejan internamente sus gerentes o propietarios actuales con respecto a los inversionistas
potenciales que podrían financiarla, bien sea con deuda o nuevas emisiones de patrimonio. Así, en
una empresa que se muestra sobrevalorada en el mercado de valores, la gerencia podría mostrarse
dispuesta a vender nuevo patrimonio, lo que no ocurriría en una situación de infravaloración (Frank
y Goyal, 2005). En todo caso, ante la emisión de nuevas acciones, los inversionistas potenciales se
preguntarían que motiva esa emisión, y se presenta el dilema de la selección adversa, no saber las
30
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
“intenciones” de venta de esas nuevas acciones. Algo similar ocurre con la contratación de deuda,
aunque en menor grado.
Es por ello que la TOP propone un nivel jerárquico para la selección de las fuentes de
financiamiento de largo plazo, donde la gerencia de la empresa preferiría, en primer término,
financiarse con las utilidades retenidas, que evita el problema de selección adversa, en segundo nivel
se seleccionaría la contratación de nueva deuda, o la emisión de híbridos de pasivo – patrimonio
(por ejemplo, bonos convertibles, opciones para adquirir acciones), y en último lugar, se decidiría
por la venta de nuevas acciones, por ser el instrumento con mayores implicaciones de selección
adversa e información asimétrica (Brealey y Myers, 2005).
La contrastación empírica de este enfoque muestra evidencias a favor y en contra de su
veracidad, como ya ha ocurrido con otras propuestas para explicar la conformación de la estructura
de capital (Cazorla, 2004; Aybar y col, 2003; Cardone y Cazorla, 2001); para el caso de las
pequeñas empresas, hay autores que consideran que es uno de los enfoques más apropiados para
abordar el estudio de sus fuentes de financiamiento, pues en este tipo de empresas se profundiza el
problema de la selección adversa al momento de solicitar financiamiento externo (deuda o nuevos
aportes al patrimonio), y sus propietarios suelen oponerse a la idea de incorporar nuevos socios para
mantener el dominio del negocio (Cardone y Casasola, 2003).
D) Teoría de los costos de agencia: surge de la propuesta de Jensen y Meckling (1976), cuyo
análisis también se basa en la existencia de asimetrías en la información disponible para los
diferentes partícipes en las decisiones de la empresa. Plantea la existencia de fricciones o conflictos
de intereses entre los directivos de una firma y sus propietarios, por una parte, y entre los accionistas
y los agentes de crédito, por otra (Cardone y Cazorla, 2001).
Al tratar de prevenir el surgimiento de estos conflictos y posibles pérdidas futuras (originados
por la información asimétrica) se recurre a diferentes tipos de contratos, que implican costos
adicionales en la búsqueda de fuentes de financiamiento para los nuevos proyectos (costos de
agencia); por lo tanto, la estructura de capital estará afectada por la presencia de estos conflictos y
sus costos, cuya minimización contribuirá al logro de un nivel óptimo de deuda – patrimonio.
E) Teoría de la señalización: se sustenta en la capacidad que tengan los mercados de capitales, a
través del precio de las acciones y del valor de mercado de la firma, de proyectar los resultados de la
estrategia financiera de la empresa, cuando se dan cambios en la composición de la estructura de
capital. Es decir, la reacción del mercado ante el anuncio de modificaciones en el nivel de
endeudamiento de la empresa, se toma como una señal de la solvencia y desempeño futuro del
negocio. Se basa en las propuestas de Ross (1977) y Leland y Pyle (1977), entre otros.
F) Teoría de la estrategia empresarial: postula que el tipo de estrategia planificada en una
empresa afecta la composición de su estructura de capital. Su planteamiento se resume en que
aquellos planes de negocio que involucran un nivel de riesgo alto, o que dificultan que el acreedor o
inversionista puedan hacerle seguimiento a sus desembolsos, pueden tener un acceso limitado al
mercado financiero o estar sujetos a altos costos para compensar ese riesgo; mientras que la
consideración de estrategias más conservadoras o con suficientes garantías de recuperación de la
inversión, tendrán un acceso más fácil y de bajo costo al financiamiento externo (Cardone y
Casasola, 2003). El tamaño de la empresa es uno de los factores que inciden en el nivel de riesgo de
31
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
la estrategia, además de considerar el objetivo planificado en ella, que pudiera estar relacionado con
la diversificación, la internacionalización, el tipo de producto, los factores de producción, la
innovación, entre otros tipos de estrategia (Cazorla, 2004: 9).
Tal como se mencionó al inicio de esta sección, los desarrollos teóricos que intentan explicar las
decisiones relacionadas con la estructura de capital en una empresa siguen siendo insuficientes para
predecir el comportamiento actual y futuro de esta variable financiera, por lo que continúan
proliferando investigaciones y propuestas relacionadas con el tema. Para Frank y Goyal (2005), es
necesario establecer una taxonomía de las teorías para aclarar el estado de avance alcanzado, por lo
que ellos identifican los diferentes enfoques como “puntos de vista” o principios generales, teorías
ilustrativas, modelos unificadores y teorías normativas.
Muchas de las propuestas ya señaladas surgen como enfoques basados en “puntos de vista”, en
recomendaciones y orientaciones generales, sin una modelación específica para su contrastación
empírica. Para esas mismas teorías, diferentes investigadores han formulado modelos más sencillos
(teorías ilustrativas) o más elaborados (modelos unificadores) para tratar de aplicarlos en grupos de
empresas; ese proceso de contrastación con la realidad ha arrojado algunas explicaciones sobre las
decisiones financieras en distintos tipos de negocios y regiones, al mismo tiempo que sirve como
punto de partida para el nacimiento de nuevas propuestas teóricas.
Sin embargo, ese proceso de evolución, desde la formulación de principios generales hasta la
madurez de una teoría normativa, cuyo propósito sea establecer recomendaciones y consejos para la
toma de decisiones, no se ha completado, ni se tiene respuesta cierta sobre cómo debe ser la
composición de la estructura financiera.
En esta etapa de desarrollo, muy poca teoría financiera está orientada a ofrecer asesoramiento a
los gerentes financieros. Sin embargo, estudios como el de Graham (2000), donde se argumenta que
las empresas pueden aumentar su valor al incrementar su apalancamiento, parecen interesantes
desde una perspectiva normativa. Es probable que, en los próximos años, este tipo de análisis se
vuelva mucho más común en las finanzas corporativas (Frank y Goyal, 2005: 6).
Adicionalmente, la totalidad de los enfoques desarrollados hasta el momento suelen ser
formulados con la visión de la toma de decisiones de financiamiento en las grandes empresas, con
acceso a diversidad de alternativas para financiar sus operaciones, aspecto en el que difieren los
negocios de menor tamaño. Un número creciente de investigaciones se están dedicando a estudiar el
comportamiento de la estructura de capital en las pequeñas y medianas empresas (véase Cardone y
Cazorla, 2001), tratando de incorporar nuevos elementos determinantes en esta variable, y
analizando cuáles de las teorías existentes pudieran aplicarse a las características de estas empresas.
Las teorías que han tenido mayor impacto en este tipo de análisis son la del orden jerárquico, y más
recientemente la de la estrategia empresarial (Cazorla, 2004; Aybar y col, 2003), ya que en ambos
casos se trata de incorporar variables cualitativas en el análisis de la composición de la estructura de
capital, tales como la reputación de la empresa en el mercado, experiencia en el negocio,
composición de la propiedad, relaciones crediticias, entre otras (Cardone y Cazorla, 2001).
32
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
33
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
Una vez más se confirma la premisa de que el endeudamiento puede generar mayores niveles de
rendimiento, pero estos están acompañados de un riesgo superior.
Donde:
Pi : participación porcentual de la fuente de financiamiento i (pasivo o patrimonio) en el total de
las fuentes de financiamiento (estructura de capital). i = 1 ... n
REi : rendimiento esperado o costo asociado a la fuente de financiamiento i (pasivo o
patrimonio) i = 1 ... n
Tanto las participaciones porcentuales (estructura de capital), como los costos o rendimiento
esperados de cada fuente de financiamiento, son cifras que se estiman a futuro; no corresponden a
las cifras que ha presentado la empresa en períodos pasados.
Se utilizará un ejemplo para visualizar el cálculo del costo de capital para la empresa XXX,
según la estructura planificada para el período 200X-20YY.
El primer elemento requerido para el cálculo del CPPC es la ponderación de cada fuente de
financiamiento en la estructura de capital, para lo cual debe revisarse que todas las fuentes
34
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
consideradas cumplan con las condiciones necesarias para formar parte de la estructura de capital
que financia las operaciones del negocio a largo plazo. En este momento el gerente debe decidir si es
necesario incluir o no las fuentes de financiamiento del corto plazo.
Luego de determinar los rubros que se incluirán en la estructura, y la ponderación de cada uno
de ellos, se procede a ajustar los diferentes costos asociados a cada fuente para que refleje su
verdadero efecto sobre el costo total de los recursos empleados por la empresa. Este ajuste aplica
fundamentalmente a los casos en que los recursos provienen de la deuda, y están amparados por el
beneficio del ahorro de impuestos; este ahorro reduce el costo original de la deuda, y el costo
efectivo de la misma puede expresarse como:
Costo efectivo de deuda = Costo de deuda * (1 - tasa de impuesto)
Finalmente, se procede a multiplicar cada ponderación con su costo correspondiente. La suma
de todos los múltiplos dará como resultado el costo promedio de todos los recursos, el CPPC.
Aplicando lo anterior al caso de la empresa XXX, se revisa las diferentes fuentes de
financiamiento, de las cuales se decide excluir de la estructura los préstamos a corto plazo, por ser
de naturaleza coyuntural y financiar operaciones inmediatas del negocio. Otro rubro que debe
analizarse es el de las reservas para investigación, ya que éstas constituyen una cantidad de dinero
que ha sido reservado para un fin específico y pueden no estar disponibles para financiar otras
actividades. Suponga que esas reservas (integrantes del patrimonio) se encuentran apartadas en
alguna cuenta de fideicomiso o fondo especial, y no pueden ser utilizadas por la gerencia, en cuyo
caso se trata de recursos que son propiedad de la empresa pero que no están participando en el
financiamiento de sus operaciones; si esta es la situación, tales reservas no deberían considerarse
como parte de la estructura de capital. Ahora bien, si se trata de fondos que la gerencia utiliza sin
mayores restricciones, deberían considerarse como parte de la estructura, y asignárseles un costo
para el cálculo del CPPC.
Para el caso de la empresa XXX, se supondrá que son reservas que se mantienen en un fondo
especial, por lo que se excluirán de la estructura.
Luego de estos ajustes, la estructura de capital y las ponderaciones de cada fuente de
financiamiento quedarían de la siguiente manera:
35
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
Seguidamente, se realizan los ajustes respectivos a los costos de cada fuente. Se mantiene la tasa
de impuesto en 32%
FUENTE COSTO (%) AJUSTE COSTO AJUSTADO
(%)
Hipoteca 25 0,25 * (1 - 0,32) 17
Bonos 21 0,21 * (1 - 0,32) 14,28
Préstamos largo plazo 23,5 0,235 * (1 - 0,32) 15,98
Acciones comunes 32 -- 32
Acciones privilegiadas 28 -- 28
Retención de utilidades 31 -- 31
El costo promedio de los recursos que financian las operaciones de la empresa XXX es de
24,15% anual.
ACTIVIDAD INDIVIDUAL:
Suponga que se decide incluir en la estructura de capital los préstamos a corto plazo, y que los
recursos que conforman las reservas para investigación si pueden ser utilizados por la gerencia para
financiar inversiones:
• ¿Qué costo le asignaría usted a estas reservas como fuente de financiamiento? ¿Por qué?
• Utilizando el costo asignado por usted para las reservas ¿Cuál sería el nuevo CPPC de la
empresa, incluyendo reservas y préstamos a corto plazo?
LECTURA:
8). MASCAREÑAS, JUAN (2008) “El coste del capital”. Universidad Complutense de Madrid.
España. [electrónico www.econfinanzas.com]
36
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
LECTURA:
9). KOLLER y OTROS (2005). "Valuation. Measuring and managing the value of
companies" 4th edition. New Jersey: McKinsey & Company, John Wiley & Sons.
Capítulo 10 (págs. 291 - 330).
La siguiente lectura contiene consideraciones especiales que hacen referencia a la estimación del
costo de capital en países que no poseen un mercado de capitales desarrollado (mercados
emergentes).
LECTURA:
10). KOLLER y OTROS (2005). "Valuation. Measuring and managing the value of
companies" 4th edition. New Jersey: McKinsey & Company, John Wiley & Sons.
Capítulo 22 (págs. 605 - 636).
Aclaratoria: en este capítulo los autores discuten aspectos relacionados con la
valoración de empresas en mercado emergentes, en los cuales se incluye la estimación
del costo de capital. Se recomienda concentrarse en este último ítem (págs. 624 - 632),
ya que el resto del capítulo se estudiará en la unidad 3 de este curso.
37
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
En la página 627 del capítulo, figura 19.11, se hace referencia a la estimación del
coeficiente beta de una empresa particular utilizando como base el coeficiente estimado
para empresas similares en el mercado internacional. Este procedimiento requiere que el
beta se transforme de acuerdo al diferente grado de apalancamiento financiero que puede
tener la empresa con respecto al promedio internacional. Para ello, el coeficiente beta de
las empresas internacionales responde a un nivel de apalancamiento, y debe calcularse el
beta sin apalancamiento de esas empresas, a través de la fórmula:
Donde:
beta (ca) : beta con apalancamiento.
beta (sa) : beta sin apalancamiento.
Tc: tasa marginal de impuesto corporativo.
Con los datos del promedio internacional (beta(ca), razón deuda/patrimonio, tasa de
impuesto) se calcula el beta sin apalancamiento. Luego, utilizando el beta (sa) como dato, e
incorporando la información de la empresa a analizar (razón deuda/patrimonio, tasa de
impuesto), se estima el beta (ca) de esa empresa, que será el indicado para estimar sus
costos de capital.
EJEMPLO: para calcular el coeficiente beta de una empresa venezolana que opera en el
sector de bebidas, se conoce el beta de este sector en el mercado internacional de 0,78. En
promedio, las empresas del sector tienen una razón D/P de 0,35 y una tasa de impuesto del
25%. Por su parte, la empresa venezolana tiene una razón D/P de 0,6 y una tasa de
impuesto de 22%.
CALCULO: Primero se estima el beta (sa) para el sector:
El valor de 0,91 del coeficiente beta será el indicado para la empresa a evaluar.
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Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
LECTURA:
11). Mascareñas, Juan (2007). La beta apalancada. Universidad Complutense de Madrid. España.
[electrónico www.econfinanzas.com]
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Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
LECTURA:
12). MASCAREÑAS, JUAN (1999) “Innovación financiera”. España: McGraw-Hill. Capítulo 6
(págs. 183 - 223).
Las decisiones relacionadas con la política de dividendos están altamente relacionadas con las
decisiones de financiamiento, aunque algunos autores consideran conveniente estudiarla por
separado. En esta oportunidad se ha elegido analizarlas como parte de la política de financiamiento
de una empresa, ya que el pago (o falta de pago) de los dividendos influye en el volumen de
recursos disponibles para financiar las operaciones del negocio.
Para simplificar el análisis de la conveniencia del pago de dividendos, éste se limita a decidir si
beneficia o no a la empresa y a sus accionistas el hecho de que se decida repartir las utilidades
generadas por el negocio (total o parcialmente), o retener ese efectivo para continuar financiando
proyectos de inversión.
Desde el punto de vista de la empresa, el reparto de dividendos en efectivo dependerá de si
existen proyectos de inversión que generen un rendimiento superior al que podría recibir el
accionista en el mercado. Si para el mismo nivel de riesgo, el mercado ofrece rendimientos del 20%,
y los nuevos proyectos de inversión de la empresa pueden generar una rentabilidad del 25%, no
tiene sentido llevar a cabo un reparto de dividendos que no maximizaría el valor invertido por el
accionista; éste podría reinvertir el dinero obtenido por el reparto de dividendos en otras inversiones
que sólo le producirían un 20%, mientras que dentro de la empresa ese dinero tendría un mejor uso.
Para Damodaran (1999c) la regla de decisión se resume en lo siguiente: "si no existen suficientes
inversiones que generen el rendimiento mínimo exigido, entonces debe entregarse el efectivo a sus
propietarios... pero si la empresa no tiene suficiente efectivo para ejecutar proyectos que prometen
un rendimiento positivo, repartir parte de ese efectivo a los accionistas es malo ...¿Cuánto debe
repartirse?: el efectivo excedente luego de cubrir todas las necesidades de efectivo del
negocio...¿Cómo debe repartirse?: bajo la forma de dividendos, readquisición de acciones, entrega
de acciones de nuevas empresas, dependiendo de las preferencias de los accionistas..."
40
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
Con este tipo de política, la empresa estaría reinvirtiendo continuamente sus utilidades en
proyectos rentables, lo que se traduciría en un mayor valor del negocio, y en un incremento en el
precio de las acciones. Es decir, el accionista no recibe dividendos en efectivo, pero se beneficia de
un mayor precio en la acción que posee (ganancias de capital).
Lo anterior corresponde a la visión interna de la empresa. Pero la política de dividendos también
debe considerar la visión del accionista, cuál es su posición frente al pago de dividendos o retención
de utilidades.
Damodaran (1999c), partiendo de la proposición de Modigliani y Miller, señala que si los
dividendos recibidos por los accionistas no están gravados con el pago de impuestos, y la empresa
no incurre en costos de transacción (emisión) para emitir nuevas acciones, la política de dividendos
es irrelevante y no afecta el valor del negocio. Bajo estos supuestos la empresa podría entregar
efectivo pagando dividendos, y recuperar el efectivo que necesita con la venta de nuevas acciones,
sin afectar de alguna manera su valor, ya que continuaría sus planes de inversión. Si se cambian
estos supuestos, y la existencia de impuestos a los dividendos o costos de emisión de nuevas
acciones afectan negativamente a los accionistas, entonces el pago de dividendos disminuirá el valor
de la empresa. Por el contrario, si los accionistas prefieren tener el dinero en mano (preferencia por
los dividendos), o el reparto de efectivo actúa como una buena señal del desempeño futuro de la
empresa, entonces el pago de dividendos podría tener efectos favorables sobre el valor del negocio.
La preferencia de los accionistas por los dividendos en efectivo puede depender de diferentes
factores. En el caso de mercados de capitales más desarrollados se ha descubierto que los accionistas
de mayor edad y con menor riqueza relativa muestran preferencia por el pago de dividendos;
asimismo, las personas que invierten en empresas de menor riesgo (coeficiente beta bajo) son
propensas a preferir los dividendos a las ganancias de capital. Finalmente, cuando la tasa de
impuestos que grava a los dividendos es menor a la tasa que grava las ganancias de capital, los
accionistas prefieren el pago de dividendos (Damodaran, 1999c).
Como regla general, si el reparto de dividendos es gravado por impuestos más altos que las
ganancias de capital, y la empresa posee proyectos de inversión favorables, el accionista debería
preferir la reinversión de utilidades en lugar del pago de dividendos. Aquellos accionistas que
prefieran efectivo pueden optar por vender sus acciones y ejecutar sus ganancias de capital (por el
mejor precio de la acción), mientras que los que opten por mantener su inversión dentro de la
empresa se beneficiarán en el futuro de la política de inversión de la gerencia, y no tendrán que
entregar parte de sus ganancias al fisco.
El argumento que afirma que es mejor recibir dividendos seguros ahora, que esperar por
ganancias de capital inciertas en el futuro, no se corresponde con el comportamiento de los
mercados de valores. Si se estudia el caso de mercados desarrollados, como el estadounidense, la
evidencia ha demostrado que las empresas que anuncian pago de dividendos suelen sufrir una caída
en el precio de sus acciones, ya que el mercado anticipa la pérdida de valor que sufrirá ese negocio
en el futuro: si la empresa reparte dividendos es porque su gerencia no puede generar un alto
rendimiento, así que se anticipa una destrucción de valor hacia el futuro. Ahora, si la falta de
proyectos de inversión favorables es una situación temporal, y no un problema de eficiencia, es
preferible readquirir acciones con el efectivo excedente: se reintegra dinero a aquellos accionistas
insatisfechos, y e pueden revender esas acciones en el futuro, cuando la empresa necesite mayores
41
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
niveles de efectivo para nuevas inversiones sin necesidad de incurrir en costos de transacción para
nuevas emisiones de capital.
Resumiendo lo señalado en los párrafos anteriores, y añadiendo otros factores no mencionados,
los determinantes de la política de dividendos serían los siguientes (Damodaran, 1999c):
• Oportunidades de inversión: mientras existan mayores oportunidades, menor es el pago de
dividendos.
• Gravamen sobre los dividendos: si los impuestos personales sobre los ingresos por
dividendos son superiores a los que gravan las ganancias de capital, no se recomienda el
reparto de dividendos.
• Estabilidad en las utilidades: a mayor estabilidad mayor es la proporción de dividendos
pagados.
• Existencia de alternativas de financiamiento: cuando existe variedad de fuentes de
financiamiento, se facilita el reparto de dividendos.
• Restricciones de la deuda: si los acreedores o tenedores de bonos restringen la entrega de
recursos, menor es la proporción de pago de dividendos.
• Información hecha pública a los mercados: cuando la empresa tiene más opciones de
suministrar información sobre su negocio al mercado, se hace menos necesario el pago de
dividendos como señal de prosperidad.
• Características de los accionistas: mientras más viejos y pobres son los accionistas, mayor es
el pago de dividendos.
42
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
Las decisiones de financiamiento solo constituyen una cara de la moneda cuando se trata del
conjunto de elementos que deben ser analizados por la gerencia financiera de una empresa. Su
contrapartida, las decisiones de inversión, serán estudiadas seguidamente.
Es frecuente observar como los planes estratégicos corporativos y de negocios plantean
objetivos que implican la realización de nuevas inversiones. La gerencia financiera debe tener la
habilidad necesaria para evaluar la contribución de esos proyectos a los objetivos deseados, y
especialmente, su contribución a la creación de valor para los propietarios.
LECTURA:
13). ORTIZ, ALBERTO (2005). “Gerencia Financiera y Diagnostico Estratégico”. Segunda
Edición. Bogotá: McGraw-Hill.
43
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
Además del cálculo de los flujos de efectivo operacionales para cada año, se requiere la
estimación de un valor terminal del proyecto para el último año del período de evaluación
considerado. Este valor terminal puede ser :
• El valor en libros de los activos en el último año (valor de rescate no depreciado).
• El valor presente de una perpetuidad, suponiendo que el proyecto continuará operando de
manera indefinida. En este caso, el analista puede considerar que los flujos de efectivo se
mantendrán constantes después del último año, o que éstos crecerán a una tasa conocida
después de ese año final.
En el caso en el que se considere una perpetuidad constante, el valor presente (en el último
año del período) de la anualidad sería:
Valor terminal (año t) = FE t+1 .
c
Donde:
FEi : Flujo de efectivo del período i. i = 1 ... n
i: tasa de interés considerada. Puede utilizarse como tasa de interés el CPPC.
Io : desembolso inicial de inversión.
44
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
Todo lo anterior sirve como una revisión introductoria a los ya conocidos conceptos del
presupuesto de capital cuando se aplica a condiciones de certeza. Seguidamente se continuará el
estudio de este tipo de decisiones cuando el análisis corresponde a proyectos de inversión que se
ejecutarán bajo condiciones de riesgo.
EJERCICIO:
Para recordar los criterios de decisión relacionados con la aceptación o rechazo de proyectos de
inversión se propone el siguiente caso hipotético, para que usted lo analice y emita un juicio,
utilizando las técnicas de evaluación que considere necesarias.
ALTERNATIVA 1: Adquirir maquinaria nueva por un valor total de 700 millones pesos.
ALTERNATIVA 2: Comprar una empresa de la competencia que posee toda la maquinaria
requerida, por un monto de 400 millones pesos. En este caso, debe efectuar desembolsos de
inversión adicionales para adquirir equipos complementarios, una vez transcurridos 3 y 5 años
luego de la adquisición inicial.
Información adicional: el capital aportado por sus socios representa el 80% del activo de la
empresa, y éstos esperan un rendimiento mínimo del 33% anual sobre su inversión. La tasa
corporativa de impuestos para la empresa equivale a un 32% y los pasivos tienen una
remuneración del 26,5% anual.
Evalúe ambas alternativas de inversión en un período de 6 años. Para el cálculo del valor
terminal, se presume que a partir del séptimo año los resultados de la empresa se estabilizan y se
mantiene un flujo de efectivo constante equivalente al obtenido en el año 6, por tiempo
indefinido.
Proyección financiera para toda la empresa antes de ejecutar el proyecto (millones de pesos):
AÑOS
0 1 2 3 4 5 6
Utilidad antes de intereses e impuestos 1500 1650 1815 1997 2197 2416
Gasto de depreciación 125 125 125 125 125 125
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Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
Donde:
VPNi : VPN para el escenario i i = 1 ... n.
Pi : probabilidad de ocurrencia del escenario i (si es conocida).
Si la probabilidad no se conoce se calcula el VPNe por promedio aritmético.
Desviación estándar () = P1 (VPN1 - VPNe)2 + P2 (VPN2 - VPNe)2 + ... + Pn (VPNn - VPNe)2
Desviación estándar () = (VPN1 - VPNe)2 + (VPN2 - VPNe)2 + ... + (VPNn - VPNe)2
n - 1
Coeficiente de variación = .
VPNe
El VPN esperado combina los VPN de cada escenario para llegar a un promedio ponderado.
Este indicador mide la rentabilidad del proyecto.
46
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
VISION BANK es una institución financiera que está considerando ofrecer a sus clientes el acceso a
sus servicios a través de la conexión en redes. Se ha determinado que con este proyecto se lograría
aumentar las captaciones de clientes a partir del segundo año y se reducirían algunos costos de
operación, lo cual se traduciría en una variación en sus utilidades en operaciones de la manera
siguiente:
(MILLONES DE PESOS)
VARIACIONES EN: AÑO 1 AÑO 2 AÑO 3 AÑO 4 AÑO 5
UTILIDAD EN
OPERACIONES -57 36 59 88 90
DEPRECIACIÓN 8 8 8 10 10
CAPITAL DE
TRABAJO 8 6 10 0 0
Para llevar a cabo el proyecto se ha estimado una inversión inicial de 28 millones pesos, y además,
al final del tercer año, tendría que realizarse un desembolso adicional de inversión por 15 mil. Para
financiar este proyecto, se respetará la estructura de capital de la empresa, según la cual los
accionistas aportan el 65 % de los recursos, exigiendo un retorno mínimo del 30 %. El
financiamiento de terceros tiene un costo de 22% anual (pagos anuales), el primer crédito vence en 5
años y el segundo vence en 2 años, y la tasa de impuesto para esta empresa es de un 28 %.
a) Evalúe este proyecto desde el punto de vista financiero para un período de 4 años, considerando
que a partir del quinto año, los flujos que genera la inversión se mantendrán constantes.
b) Evalúe este proyecto desde el punto de vista financiero, considerando que el valor de
recuperación de los equipos adquiridos alcanza un monto de 10 millones pesos en el año 4, y el
nivel de capital de trabajo recuperado es de 5 millones pesos.
c) Suponga que a la situación anterior se le asigna una probabilidad de ocurrencia del 60%, y que
se diseña un nuevo escenario alternativo para la variación en la utilidad en operaciones:
(MILLONES DE PESOS)
VARIACIONES EN: AÑO 1 AÑO 2 AÑO 3 AÑO 4 AÑO 5
UTILIDAD EN
OPERACIONES -74 0 28 58 79
47
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
Algunos proyectos de inversión pueden ser diferidos en el tiempo, por lo que ofrecen cierta
flexibilidad al momento de decidir sobre su aceptación o rechazo. Una metodología que permite
evaluar la conveniencia y rentabilidad de este tipo de situaciones es la de opciones reales, explicada
en el siguiente texto:
LECTURA:
14). MASCAREÑAS, JUAN (1999) “Innovación financiera”. España: McGraw-Hill.
Capítulo 5 (págs. 141 - 182).
EJERCICIO
La gerencia de Telares SA está evaluando la posibilidad de adquirir una empresa competidora por
$40 millones. Los flujos de efectivo proyectados para esa inversión son los siguientes:
AÑOS
DATOS DE LA COMPRA Y PROYECCIONES
0 1 2 3 4
Utilidad antes de intereses e impuestos -14,0 10,0 24,0 45,0
Utilidad en operaciones d/ impuestos -10,1 7,2 17,3 32,4
Gasto de depreciación 5,0 5,0 5,0 6,0
Variación en capital de trabajo -10,0 -6,0 -10,0 5,0
Valor terminal 45,0
Desembolsos de inversión -40,0 -15,0
FNE -40,0 -15,1 6,2 -2,7 88,4
La estructura de capital de Telares SA se conforma en su totalidad de recursos propios (patrimonio)
y está sujeta a una tasa impositiva de 28%. En los mercados financieros la tasa libre de riesgo es de
10%, el rendimiento promedio esperado para el mercado es de 18%, y el beta sin apalancamiento
para empresas similares es de 0,9.
4. Valoración de empresas.
Así como se evalúan inversiones para determinar su viabilidad desde el punto de vista
financiero, las empresas como un todo también pueden ser objeto de evaluación, de valoración. La
valoración de empresas no es más que la estimación del valor de la empresa en un momento
determinado, información que resulta relevante para la toma de decisiones con respecto a la empresa
evaluada (comprarla, venderla, ejecutar una fusión, etc); la estrategia corporativa puede considerar
48
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
la iniciativa de adquirir otras compañías (proveedores, competidores, fusiones, entre otros casos),
por lo que la gerencia financiera debe evaluar las pautas que permitan que una decisión de este tipo
resulte favorable y contribuya con el logro de los objetivos planteados.
Existen diferentes técnicas que permiten estimar el valor de las empresas consideradas; para
estudiarlas se anexan los siguientes materiales.
LECTURAS:
15). KOLLER y OTROS (2005). "Valuation. Measuring and managing the value of companies" 4th
edition. New Jersey: McKinsey & Company, John Wiley & Sons. Capítulo 22 (págs. 605 - 636).
16). VÉLEZ PAREJA, IGNACIO (1998) "Decisiones de Inversión: una aproximación al análisis de
alternativas" Bogotá: CEJA (versión electrónica en pdf
http://www.javeriana.edu.co/decisiones/). Capítulo 9 (págs. 355 - 364). [electrónico
www.econfinanzas.com]
EJERCICIO
La gerencia de la empresa AAA estudia la alternativa de ejecutar un proyecto de ampliación de
operaciones, que requiere de una inversión inicial de 100 millones pesos. Antes de ejecutar el
proyecto, sus proyecciones financieras para los próximos 6 son las siguientes (a partir del sexto año
los flujos de efectivo crecerán a una tasa constante del 4% anual).
AAA. PROYECCIÓN FINANCIERA
(MILLONES DE PESOS)
AÑO 1 AÑO 2 AÑO 3 AÑO 4 AÑO 5 AÑO 6
UTILIDAD EN
OPERACIONES:
ESCENARIO 1 (35 % de
probabilidad de 125 164 186 200 215 228
ocurrencia)
ESCENARIO 2 (65 % de
probabilidad de 180 215 250 295 318 342
ocurrencia)
DEPRECIACIÓN 54 54 54 54 54 54
En caso de ejecutar el proyecto, se han proyectado los siguientes resultados para toda la empresa:
AÑO 1 AÑO 2 AÑO 3 AÑO 4 AÑO 5 AÑO 6
UTILIDAD EN
OPERACIONES:
ESCENARIO 1 (35 % de
probabilidad de 128 154 183 210 221 232
ocurrencia)
ESCENARIO 2 (65 % de
probabilidad de 224 245 290 320 356 385
ocurrencia)
DEPRECIACIÓN 65 65 65 65 65 65
49
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
Responda lo siguiente:
2) ¿Cuál sería el valor estimado de la empresa si decide ejecutar el proyecto? ¿Conviene realizar
este proyecto?
50
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
LECTURA:
17). VERA, M (2000) "Gerencia basada en valor y gerencia financiera". En TENDENCIAS. Revista
de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Universidad de Nariño. Vol. I No. 2.
Noviembre. PP. 109 – 132. [electrónico]
LECTURA:
18). RAPPAPORT, Alfred (1998) Creating shareholder value, a guide for managers and
investors. 2nd edition. New York: The Free Press. Capítulo 9 (págs. 163 – 179).
Puede observarse la estrecha relación que existe entre el enfoque de la VBM y el Balanced
Scorecard, considerando que este último ofrece un sistema integrado para el control de la gestión;
los indicadores principales seleccionados para el Balanced Scorecard de una empresa deben estar
vinculados con otras medidas de gestión que les sirven de insumo, y de esta forma facilitar la
coordinación entre los diferentes niveles jerárquicos de la organización. Estas medidas de gestión
51
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
“secundarias” son las que representan los diferentes generadores de valor en las operaciones de la
empresa.
Igualmente, la técnica de los mapas estratégicos es muy apropiada para la identificación y
evaluación de los generadores de valor, además de ser una herramienta útil para la comunicación de
toda la estrategia a todos los niveles jerárquicos del negocio1.
Es importante recordar que todo este proceso de planificación y control de gestión es aplicable a
todas las unidades funcionales y de negocio de la empresa, y no solo a la función financiera. En el
gráfico 3 (Kaplan y Norton, 1996: 74) se visualiza un ejemplo de cómo se vinculan las perspectivas
del Balanced Scorecard con indicadores claves para cada una de ellas y las medidas de desempeño
(macrogeneradores de valor en este caso) que permiten controlar la ejecución de la estrategia. El
gráfico 4 (Norton, 2001: 5) muestra otro caso utilizando el mapa estratégico.
1
Si desea ampliar la información sobre los mapas estratégicos y su construcción se recomienda la consulta de los
boletines Building Strategy Maps (Part One: Planning the Campaign; Part Two: Testing the Hypothesis; Part Three: The
Importance of Time-Phasing the Strategy; Part Four: Organizing to Create Value), disponibles en
http://harvardbusinessonline.hbsp.harvard.edu.
52
GRÁFICO 5. EJEMPLO DE INDICADORES CLAVES RELACIONADOS CON GENERADORES DE DESEMPEÑO
Puede observarse que su estimación involucra 2 elementos principales. El primer elemento para
calcular el EVA es el Beneficio en Operaciones Después de Impuestos (BODI), el cual representa el
excedente que queda de los ingresos de la empresa luego de deducidos todos los costos y gastos de
operaciones (sin deducir lo correspondiente a gastos de tipo financiero - intereses -) y de considerar
el pago de impuestos relacionados con ese excedente operacional. Al estar basado este cálculo en
información contable (diseñada muchas veces para cumplir los requisitos fiscales de cada país), la
metodología recomienda hacer una revisión exhaustiva de cada elemento que participa en la
estimación del BODI, de tal manera que se realicen todos los ajustes que sean necesarios para
sincerar los resultados financieros de cada período y llegar a una cifra que refleje la verdadera
situación de la empresa, en cuanto a la creación de valor.
El segundo elemento del cálculo es el Costo del Capital Empleado (CCE); éste representa la
cantidad de dinero necesaria para remunerar todas las fuentes de recursos financieros utilizadas en
las actividades del negocio, incluyendo el costo del financiamiento de terceros (intereses) y el
rendimiento esperado por los propietarios. Para estimar el monto de dinero correspondiente al CCE,
es necesario calcular el Capital Empleado (CE) y el costo promedio de cada unidad monetaria que lo
conforma.
El CE no es más que el total de recursos utilizados en las operaciones, es decir, recursos
provenientes de terceros (pasivos) y recursos de accionistas (patrimonio), o lo que sería equivalente,
la totalidad del activo en operación. Al igual que el BODI, este capital empleado se estima de
acuerdo a su valor en libros contable, por lo que debe ser revisado y ajustado para que refleje la
situación real del negocio. Por ejemplo, incluir o no los pasivos a corto plazo dentro del total del CE,
es uno de los ajustes que debe analizar la gerencia para determinar si son o no relevantes en el
cálculo; asimismo, considerar el valor en libros histórico o el valor ajustado por inflación, es otro de
los aspectos a definir. Es importante destacar que tanto los ajustes en el BODI como en el CE
dependen de cada empresa, y son aplicables de diferente manera en cada caso; son estos ajustes los
55
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
que permiten adaptar la estimación del EVA a la realidad de cada negocio, y de allí que una de las
ventajas de este indicador sea su flexibilidad y adaptabilidad a cada situación.
Una vez calculado el CE, debe estimarse una razón de costo que represente la remuneración de
todos los recursos invertidos. Esta es una de las estimaciones que puede resultar más difícil en el
cálculo del EVA, ya que debe incluir un promedio de los costos de cada una de las fuentes de
financiamiento. Para ello suele recomendarse utilizar la conocida metodología del Costo Promedio
Ponderado de Capital (CPPC).
Ya calculados el BODI y el CCE, no queda más que estimar el valor agregado o destruido en el
período analizado; es decir, estimar el EVA. Su resultado será favorable siempre que el BODI
supere el monto del CCE, es decir, se produzca un EVA positivo.
De lo explicado anteriormente puede deducirse que el EVA constituye una medición de fácil
comprensión y aplicación en el contexto empresarial. Su simplicidad de cálculo y su adaptabilidad a
diferentes tipos de negocio son algunas de las características que han contribuido a su popularidad
como nueva herramienta de evaluación financiera; pero lo más importante, de acuerdo con sus
partidarios, es la estrecha relación que se observa entre este indicador y el valor de mercado de la
empresa, lo que permite inferir que sus resultados (actuales y proyectados) reflejan en gran medida
la satisfacción o rechazo con la que los inversionistas evaluarán a la organización en análisis, y esa
aceptación o rechazo se reflejará directamente en el valor de mercado (precio de acciones) del
negocio.
Cabe destacar que una empresa con un EVA negativo no siempre se interpreta como una
empresa en problemas; de hecho, son muchas las que presentan un EVA desfavorable y sin embargo
su valor de mercado sigue siendo favorable. Esto sucede porque el valor de mercado no refleja solo
el EVA de un período, sino que refleja el potencial de generación de valor en el futuro; en otras
palabras, constituye el valor presente de los EVAs que se alcanzarán en períodos futuros. En este
orden de ideas también puede afirmarse que existen empresas con EVA favorable en el presente y
sin embargo su valor de mercado es negativo; una vez más esto se explica porque los inversionistas
en el mercado estiman que ese negocio carece de potencial para generar valor en el futuro, y que
persistirá la tendencia a destruir el valor invertido en el mismo.
b) Valor del flujo de efectivo agregado (CVA).
Para algunos expertos el EVA no es más que una medida contable modificada, que mantiene las
limitaciones de la contabilidad tradicional, y que concentra su análisis solo en la generación de
utilidades o beneficios. Siguiendo los principios de que la generación de valor no solo se relaciona
con la obtención de utilidades sino también con la disponibilidad de efectivo, los consultores
europeos identificados como FWC AB diseñan una metodología diferente al EVA, que se concentra
en la determinación de los niveles de efectivo que generan o demandan las actividades de un
negocio, y en base a esos resultados pueden afirmar si existe o no creación de valor; el indicador
central de esta metodología es denominado Valor del Flujo de Efectivo Agregado (CVA).
Los creadores de este indicador coinciden en que todo negocio debe ser evaluado
periódicamente utilizando técnicas que midan la creación o destrucción de valor (VBM); pero esta
evaluación debe ir más allá de la simple medición de valor, debe incluir en su análisis técnicas de
evaluación de los flujos de efectivo generados o consumidos, técnicas basadas en el descuento de
56
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
estos flujos de efectivo (discounted cash flow, DCF). La técnica propuesta para alcanzar este
objetivo es el CVA, al cual definen no como un simple indicador, sino como un modelo que integra
un conjunto de elementos que permiten analizar la creación/destrucción de valor de un negocio.
En pocas palabras, el CVA constituye un modelo que cuantifica en forma periódica el Valor
Presente Neto (Net Present Value, NPV) de una inversión; no se limita a medir el NPV al inicio de
la inversión, sino que lleva esta medición período tras período, para determinar la generación de
valor a lo largo de la vida útil de cada inversión, basándose por supuesto en el comportamiento de
los flujos de efectivo asociados a esa inversión. "La gerencia necesita un modelo que enlace o que
cubra las brechas entre las medidas históricas del desempeño financiero (basadas en la contabilidad)
y la evaluación de inversiones, de tal forma que pueda seleccionar las mejores alternativas
estratégicas. Ese modelo debe considerar la Gerencia Basada en Valor y debe medir los flujos de
efectivo descontados, ya que los flujos de efectivo y el valor del dinero en el tiempo son elementos
determinantes en la creación del valor" (Ottosson y Weissenrieder, 1996)
Antes de explicar la metodología utilizada por este modelo, es necesario identificar algunas de
las consideraciones más relevantes del CVA para familiarizarse con su terminología; éstas se
resumen a continuación:
El modelo del CVA identifica 2 categorías de inversiones: las Inversiones Estratégicas (IE) y las
Inversiones No Estratégicas (INE). Define a las primeras como aquellas que tienen como
objetivo crear mayor valor o nuevo valor a los accionistas, mientras las segundas se realizan con
la finalidad de mantener el valor que están creando las IE; según esto, cada IE es seguida por un
conjunto de INE que mantienen su potencial de generación de valor en el tiempo. Al identificar
y diferenciar las IE de las INE, la gerencia debe concentrarse en la evaluación y seguimiento de
las IE, y no gastar tiempo en el conjunto de INE asociadas, ya que éstas constituyen un flujo de
efectivo incluido dentro del desempeño financiero de una IE; las INE son el resultado de las IE
pasadas, por lo que no deben ser evaluadas por separado. El CVA le permite al gerente
concentrarse en un número limitado de inversiones y utilizar su tiempo de manera más eficiente;
le provee información relevante sobre los resultados obtenidos con las decisiones de inversión
pasadas, ayudándole a evitar que se repitan decisiones de inversión deficientes y a identificar las
que realmente son rentables y creadoras de valor. De esta forma, el modelo ayuda a aprender de
los errores del pasado, a hacer la conexión entre el desempeño histórico y el desempeño futuro.
Afirma que la rentabilidad y la creación de valor de un negocio están en función de 4 elementos:
fondos invertidos, flujos de efectivo operativos, vida económica de las inversiones, y sus costos
de capital. Un modelo que intente evaluar el potencial de generación de valor en una empresa
debe considerar estos 4 elementos, de lo contrario estaría analizándose la situación de la empresa
de manera incompleta e incorrecta.
El valor de la empresa en el mercado depende de 2 factores:
1. El valor antes de la estrategia (VAE), que está conformado por el valor presente o actualizado
de los flujos de efectivo del negocio que se esperan obtener de acuerdo a las características
actuales de la empresa, sin considerar la incidencia de nuevas inversiones estratégicas a
realizar en el futuro.
57
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
2. El valor de la estrategia (VE), relacionado con el valor presente o actualizado de los flujos de
efectivo provenientes de nuevas IE y de decisiones estratégicas. Los inversionistas evalúan el
comportamiento pasado de la empresa y de su gerencia, y en base a ese desempeño estiman el
VE. Si se estima que la estrategia seleccionada traerá consigo resultados adversos o
desfavorables, esto se traducirá en una disminución del valor del mercado, ya que el
inversionista considera que las acciones de la gerencia conducen a la destrucción del valor. En
caso contrario, al estimar un potencial de generación de valor, el valor de mercado reflejará
un incremento en sus cotizaciones.
Metodología del CVA:
El cálculo del CVA para un período se resume en la siguiente expresión:
Los autores del modelo no consideran el pago de impuestos como una variable que afecta el
flujo de efectivo. Esta apreciación no es totalmente válida para todas las situaciones, por lo que el
gerente debe diseñar su propio esquema de identificación de los flujos de efectivo operacionales del
negocio, para que el modelo se adapte de la mejor manera posible a las características de cada
empresa. Se observa en la figura que el modelo también considera necesario ajustar el beneficio en
58
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
operaciones con aquellas partidas de ingreso y de costo/gasto que no se traducen en una verdadera
entrada o salida de efectivo; un ejemplo de este tipo de partidas que deben ser ajustadas es la
depreciación cargada como gasto del período, ya que ese monto en realidad no requiere una salida
de efectivo.
Una vez determinado el OCF, se calcula el OCFD. Esta demanda de flujo de efectivo equivale a
la cantidad de dinero necesario para satisfacer las expectativas de rendimiento de los inversionistas
del negocio (accionistas y acreedores); en otras palabras, el OCFD representa el costo del capital
empleado en el negocio, planteado en términos similares a los propuestos por la metodología del
EVA. La principal diferencia entre ambos enfoques es que el CVA no considera el monto del capital
empleado según su valor en libros, sino que calcula el monto de las inversiones estratégicas en
operación y ajusta ese monto de acuerdo con la inflación de los períodos transcurridos, para obtener
un valor actualizado del capital empleado en las actividades del negocio. Conociendo ese monto, y
el costo de cada unidad de capital (CPPC sin considerar ahorro en impuestos), se determina el
OCFD.
Haciendo una comparación entre la metodología del EVA y el CVA en este aspecto, puede
decirse que en ambos casos se toma en cuenta el costo del capital empleado en el negocio o en un
proyecto de inversión particular, solo que el EVA trata de cubrir ese costo con el beneficio generado
en cada período (BODI), sin tomar en cuenta si se dispone de suficiente efectivo para satisfacer los
requerimientos de los inversionistas, mientras que el CVA establece que deben ser cubiertos con
flujos de efectivo y no sólo con el análisis del beneficio obtenido. A simple vista parece más
saludable el enfoque del CVA, pero al evaluar su propuesta con más detalle puede decirse que no
todo el efectivo generado en un período puede estar disponible para cancelar intereses de los pasivos
y dividendos al patrimonio; especialmente estos últimos sólo pueden ser decretados si se ha
generado una cantidad de beneficio que justifique su reparto (así lo establecen los principios de
contabilidad, y en algunos países la legislación empresarial no permite la entrega de dividendos si
no existe un beneficio acumulado que los respalde). Combinando ambos enfoques puede decirse que
las expectativas de los inversionistas solo serán satisfechas si se genera un beneficio en operaciones
suficiente para cubrirlas, y además, se generan flujos de efectivo que permitan su cancelación (o
reinversión, si es el caso).
Una vez conocidos los montos de los OCF y OCFD (históricos o proyectados), se determina el
CVA. Evidentemente, el objetivo a perseguir es un CVA positivo, que muestre un negocio que
genera suficiente efectivo para cumplir con las expectativas de rendimiento de sus inversionistas,
pero este indicador no debe ser medido e interpretado en un solo período, sino que debe analizarse
su evolución en varios (históricos y proyectados) para concluir si el negocio o inversión estratégica
crea o destruye valor.
59
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
Debe recordarse que el cálculo del CVA está asociado a los flujos de efectivo de una inversión
estratégica o de una unidad de negocio, por lo que el CVA para toda una empresa viene dado por la
sumatoria de los CVAs de las inversiones y/o unidades que la integran.
El índice CVA
El modelo del CVA no se limita a proponer un indicador que mide la creación de valor, sino que
relaciona esta creación de valor con las variables financieras que puede planificar el gerente para
mejorar su desempeño y alcanzar valores más favorables en el CVA. Con este objetivo, sus autores
proponen el cálculo del Indice CVA, como una herramienta que explica de donde proviene el valor
generado en la empresa.
Este índice se calcula de la siguiente manera:
A simple vista, representa una alternativa para calcular el CVA, y se considera favorable cuando
el resultado es igual o superior a 1. Pero este análisis adquiere importancia cuando se identifican las
variables que afectan este índice (generadores de valor o value drivers), y por supuesto a los
componentes del CVA. Estos generadores de valor son (8):
1. Margen de Utilidad Operacional (MUO):
60
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
El comportamiento de estos generadores de valor determina el valor del Indice CVA, y por lo
tanto del CVA en si mismo, de tal forma que:
Obviamente, mientras más alto sea el valor de este índice, más favorable será el CVA del
negocio/inversión. Conociendo los generadores de valor que permiten mejorar el CVA, la gerencia
puede fijar metas en cada uno de estos generadores y en sus variables asociadas, y de esta forma
planificar el volumen de valor a generar en períodos futuros.
La proyección del CVA debe considerar los siguientes pasos:
1. Fijación de objetivos y metas para cada generador de valor. Por ejemplo, mientras más elevado
sea el aumento en el capital de trabajo (es decir, representa una salida de efectivo y el MCT
tendrá entonces un valor negativo), se obtendrá como efecto una disminución en el Indice CVA,
aunque este aumento del capital de trabajo también puede provocar una mayor utilidad en
operaciones, mejorando el índice. En cualquier caso, el aumento o la disminución del capital de
trabajo no debe evaluarse solo por su efecto inmediato sobre el índice y el CVA, sino también
por sus efectos secundarios en estas variables tanto en el presente como en períodos futuros. Es
el tipo de análisis que debe efectuar el gerente al momento de planificar su gestión: ¿Cómo
mejorar el MUO?, ¿incrementando ventas, siendo más eficientes en costos? ¿Las inversiones no
estratégicas se traducen en una mejora de los resultados operacionales? ¿Qué pasa si utilizo un
capital de trabajo menor?
2. Calcular el OCFD, lo cual no representa mayor complejidad ya que se conoce el monto del
capital empleado y su costo asociado.
3. Determinar el Indice CVA proyectado, tomando los valores planificados y proyectados de los
generadores de valor.
4. Calcular los OCF, ya conocido el índice y los montos de OCFD.
5. Calcular el CVA proyectado.
Lo que propone la metodología del índice CVA es que esta variable no solo puede ser utilizada
para medir la generación de valor en un período, sino que debe incluirse como herramienta de
planificación y control de gestión de la gerencia.
c) Comparación de EVA y CVA.
Se ha intentado explicar en que consisten estas metodologías de evaluación financiera de una
manera simple y concreta. Para concluir, se considera relevante precisar las coincidencias y
diferencias entre ambos métodos, de acuerdo con lo ya planteado.
61
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
Evidentemente ambos indicadores son altamente útiles en cualquier negocio; más que
recomendar la utilización de uno por sus ventajas sobre el otro, es preferible pensar en la
complementariedad que existe entre ellos.
62
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
Evalúe los resultados reales y proyectados con las metodologías del EVA y CVA.Considere que la
empresa cotiza su deuda y sus acciones en el mercado de valores.
63
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
LECTURA:
19). BRIGHAM, EUGENE y HOUSTON, JOEL (2006) “Fundamentos de administración
financiera”. Décima edición. México: Thomson. Capítulos 15, 16 (págs 564 – 641).
En lo que respecta al objetivo de este curso, es necesario plantear la vinculación entre las
políticas de gestión del capital de trabajo y la estrategia financiera del negocio. La lectura anterior
detalla algunas técnicas de análisis para administrar eficientemente el capital de trabajo, por lo que
puede rebasar los objetivos planteados para el contenido del curso. Sin embargo, se incluye esta
temática con la intención de que el estudiante comprenda la naturaleza de las operaciones
financieras en el corto plazo, y esto le permita una mejor formulación de las estrategias que dirigirán
este tipo de operaciones, y su posterior evaluación.
64
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
EJERCICIOS:
1. Analice la situación financiera a corto plazo de la empresa CABLESCA:
INFORMACIÓN ADICIONAL:
a. Ofrece crédito a sus clientes, con plazos de 15 y 30 días. Su experiencia indica que un 40% de
las ventas se realizan de contado, y que un 30% y 70% de las ventas a crédito se contratan para
pagar en 15 y 30 días respectivamente. El costo variable de los productos vendidos equivale a
65% del precio de venta, y el costo de capital de los recursos a corto plazo es de 34 %.
b. La empresa realiza la totalidad de sus compras a crédito, y los proveedores ofrecen un período
de pago de 30 días. Además, ofrecen un descuento del 2% sobre el monto de la compra si el
pago se realiza en un plazo de 5 días después de entregar el producto. La gerencia de la empresa
puede obtener préstamos bancarios a corto plazo a una tasa efectiva anual del 28%.
65
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
CABLESCA
PROYECCION DE VARIABLES FINANCIERAS
(millones de pesos)
ESCENARIO 1 ESCENARIO 2
ABRIL MAYO ABRIL MAYO
VENTAS 2.500 3.000 1.800 1.900
COMPRAS 1.000 1.200 1.000 1.200
COSTO DE VENTA 1.400 1.730 1.040 1.100
OTROS COSTOS Y GASTOS 900 1.050 800 900
IMPUESTOS 80 98 74 83
Datos adicionales:
1. El nivel de efectivo al inicio del mes de abril es de $ 500.000.000 Se ha determinado que el nivel
mínimo de efectivo a mantener es de $ 600.000.000
2. Los costos variables representan en promedio, el 65% de los ingresos de la empresa, y los costos
fijos ascienden a $ 250.000.000 por mes. Los costos fijos que no producen salida de efectivo
alcanzan un nivel de $ 75.000.000
3. Los impuestos se cancelan al final del año.
4. La empresa ha decidido cumplir con sus pagos a los proveedores a tiempo (30 días); asimismo,
estima que un 5% de sus ventas a crédito no se cobrarán en los plazos establecidos, y que esa
parte la recuperará en 3 meses.
A. Prepare los presupuestos de efectivo para los meses de abril y mayo, y de acuerdo con los
resultados indique las acciones a recomendar. Suponga que la empresa puede obtener intereses
del 10 % efectivo anual por sus colocaciones bancarias, y que debe pagar intereses del 30 %
efectivo anual por préstamos.
B. Suponga que los proveedores reducen el plazo de pago a 15 días. ¿Qué cambios ocurrirían en los
presupuestos de efectivo?
C. Partiendo de la situación A, si los proveedores ofrecen un descuento del 2% si el pago se realiza
antes de 15 días, y pueden obtenerse fondos bancarios al 45% efectivo anual ¿Cuál de las 2
opciones conviene más a la empresa para financiarse? ¿Ocurriría algún cambio en los
presupuestos de efectivo?
D. Partiendo de la situación A, si se ofrece un descuento del 2% a los clientes por las compras al
contado, se estima que el volumen de ventas a crédito disminuiría a 40% del total. ¿Qué cambios
se provocan en los presupuestos de efectivo?.
E. La empresa desea saber si su política de crédito le genera mayores utilidades, y ha estimado que
si elimina las ventas a crédito, su volumen de ventas se reduciría a un 50%, por lo que sus
niveles de compras se reducirían en la misma proporción y eliminaría algunos costos fijos por $
150.000 al mes. ¿Conviene eliminar las ventas a crédito? (para evaluar el efecto sobre utilidades,
utilice las utilidades antes de impuestos).
También debe considerar que el costo de los productos que vende una empresa no viene dado
por sus compras, sino por el "costo de venta". Ese costo de venta para un período es el resultado de
sumarle al inventario inicial el monto de las compras y restarle el inventario final de la empresa
(Costo de venta = inventario inicial + compras del período - inventario final). Por esa razón, el costo
de venta no se traduce en una salida de efectivo, pero el monto de las compras si equivale a un
egreso de efectivo.
67
Finanzas corporativas Mary A. Vera Colina
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
AMAT, Oriol (1999). EVA, Valor Económico Agregado. Bogotá: Editorial Norma.
AYBAR, C.; CASINO, A.; LÓPEZ, J. (2003). Estrategia y estructura de capital en la PYME: una
aproximación empírica. En Estudios de Economía aplicada, Vol 21-I. pp 27-52. España. (Disponible
en http://dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo ?articulo=498307&orden=32727 Consultado 25
marzo 2006).
BESLEY, SCOUT y BRIGHAM, EUGENE (2001) “Fundamentos de administración financiera”.
México: McGraw-Hill.
BODIE, ZVI y MERTON, ROBERT (1999). “Finanzas”. México: Prentice Hall.
BREALEY, RICHARD y MYERS, STEWART (2003). “Principios de finanzas corporativas”
Séptima edición. Madrid: McGraw-Hill.
BRIGHAM, Eugene y HOUSTON, Joel (2006). Fundamentos de Administración financiera.
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