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Armando Dugand Gnecco El gran cientifico natural de Barranquilla en el siglo XX Por: Jairo Solano Alonso El Programa de Ciencias Bésicas de la Corporacién Educativa Mayor del Desarrollo Simén Bolivar ha querido hacer un homenaje especial en este pr mer ntimero de su revista CIENCIAS BASICAS BOLIVARIANAS, al mas grande cientifico natural dela ciudad y la region caribe en el presente siglo: ARMANDO DUGAND GNECCO. Uno de los mayores hombres de cien- cias de Colombia durante el siglo XX, fue sin duda, Armando Dugand Gnecco bidlogo de ancestro francés y de alma caribefia que alcanz6 reconocimiento de sus pares en todo el mundo y condujoa la més alta expresi6n la investigacion sistemética de la geobotanica dela Costa Atlantica y otras regiones del pats. ‘Armando Dugand fue un barranqui- lero que dedied su vida ala que llamaba la “scientia amabilis”, debatiéndose en la disyuntiva entre su éxito en la empre- sa privada y su opcién de vida ligada al saber. La obra de Armando Dugand que en su conjuncién de teoria y préctica tiene como uno de sus principales focos de atencién la costa atlantica circulé con- ceptualmente alrededor de “geoboténi- ca neotr6pica disciplina que a juicio de algunos especialistas nacié en nuestra patria, y que cultivaron Caldas, Hum- boldt, José Jerénimo Triana, Vergara y Velasco y Cuervo Marquez! Dugand Gnecco habia nacido el 23 de julio de 1906 en el hogar formado por el ciudadano francés Francisco Victor Du- gand empresario de alcurnia y la dama guajira Reyes Gnecco Coronado. Contrajo nupcias en 1927 con la dama barranquillera Sarita Roncallo quien comprendié la dimensién del cientifico Cuervo Marquez, es autor del “Tatado Elemental de Botinica, Descripcion del Régimen altimétrico {dela Flora Colombiana” 1913. y lo impuls6 al logro de sus metas. Con ella tuvo dos hijos Armando y Roberto Enrique testigos de su periplo vital y su consagracién. Al igual que la familia Dugand de banqueros y comerciantes, los Roneallo estaban vinculados a la in- dustria motinera de la ciudad, a la na- ciente radiodifusién y a la industria lito- grafica y vinculadosa toda pauta de mo- dernidad en la urbe euférica de los afios 30. Todas las circunstancias parecian conjugarse para que Dugand, fuese un préspero hombre del capital no obstante I prefirié el estudio de la naturaleza pletérica de sugerencias y portadora de conjeturas del tr6pico. Se caracteriza por un enfoque integral de la biologia que muy tempranamente Ia sacaba del reduccionismo interna- lista? y la articulaba a otras ciencias, es- peciaimente a las disciplinas humanas, Dugand fue un verdadaro maestro de Ja geobotanica disciplina cultivada en Espafta por José Cuatrecasas, enfoque que contribuye a cimentar en el pais a partir de su labor en el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia que contribuye a fundar y dirige durante 14 aftos, Los trabajos realizados durante me- dio siglo por Armando Dugand que al- canzan una estatura universal se ins- criben el marco de los esfuerzos y la tra- dicién de “investigadores de gran valia que se sumaron a la tarea: Las contribu- ciones de Chapman de Chardon y sobre todo de Cuatrecasas le dieron el contexto 2 Se sigue in concephualizndion de Imre Lakatos en tomo a los factresintemos y externas incdentes tela ciencin en ss reconstraclonesracionales, verdaderamente cientifico a esta disci- plina. En idéntico horizonte de sentido Dugand Gnecco, quea sus dotes de taxo- nomista tanto en el ramo de la boténica como de la zoologia, reunié una vasta formaci6n y un conocimientoamplisimo de la metodologia cientifica”*aprovecha los datos pertinentes de la flora colom- biana para “contribuir a fijar los concep- tos y normalizar la terminologia” Dugand Gnecco desde siempre se orienté al estudio de su entorno, gran parte de su obra cientifica discurre en la Costa caribe colombiana y su preocupa- cién consistia en que sus especies botd- nicas y su avifauna fuesen conocidas y clasificadas internacionalmente, no obs- tante su mente y su acervo cientifico eran universales puesto que habia recibido en Europa una esmerada formacién acadé- En Francia transcurrié parte de su niftez y quizas alli adquiri6 el talante humanistic que siempre lo distinguié y que cultivé en su ciudad caribena. ‘Adicionalmente, incorpord también el pragmatismo americano en The Albany Business College de Estados Unidos donde adquiere los valores comerciales que reclamaba su familia y su ciudad su formaci6n parecia entonces orientada a los negocios no obstante, pronto se conocer su inclinacién definitiva hacia el estudio de las ciencias de la vida que tuvo que compartir a regafiadientes con sus empresas familiares. Una aproximacién bibliométrica a sus numerosos articulos cientificos in- Patino Vicior Manvel en su Prélogo la Obra “Ele _mentos de geobotinica de Armando Dugand Gne- ternacionales revela que sus Intereses Cientificos principales circularon en tor- no ala botédnica a la que le dedicé proli- jos y sistematicos estudios de “a flora autéctona y vegetaciones ecolégica- mente localizadas que caracterizan a la lanura costera del caribe y bajo Mag- dalena en el norte de Colombia”. Igualmente se ocup6 con igual ahinco de la ornitologia de la regién. Su corres- pondencia es prédiga en incesantes in- tercambios epistolares con autoridades sobre geobotanica y la Avifauna de Co- lombia en general y el Departamento del Atléntico. La lectura del considerable volumen de cartas cientificas y perso- nales de revelaa un hombre de inusitada actividad miembro apreciado de una comunidad cientifica internacional cu- yos pares se distribufan en los més en- ‘cumbrados planteles del mundo. Fue Research Fellow de la Universi- dad de Havard, adscrito al Arnold Ar- boretum y al Gray Herbaruim, en Cam- bridge Massachusetts en 1942, Fellow de Ja John Simon Guggenheim Memorial Foundation de Nueva York entre 1965 y 1967, ademds de miembro de Academias internacionales como la American Socie- ty of Plant Taxonomists y la Interna- tional Association for Plant Taxonomists desde 1947. Forma parte también de la Asociaton for Tropical Biology y la ‘Organizatin for Flora Neotropica desde 1962 y a la American Ornithologists Union desde 1952, Se explica asf su nutrida correspon- dencia con investigadores como José Cuatrecasas, sobre Geoboténica, Alexan- der Wetmore, Ornitologia Ellsworth Ki- ‘{ CESPEDESIA, Nod. vol, Cali Colombia 1971 lip y Thomas Soderstron de la Grass Division del Smithsonian Institute de Washington, Samuel Record de la Es- cuela de Silvicultura de la Universidad de Yale, con Rodolphe Meyer de Scha- uensee de la Academia de Filadelfia. Se encuentra correspondencia ade- més con Edwin Menninger “The flow- ering tree man, W.H. Hodge de Long- wood Gardens, Kenneth Square Pennsil- vania, Patricia Packard de The College of Idaho, G. Thanikaimoni de la India, con Duncan Porter del Gray Herbaruim de Harvard, Berenice Schubert del Ar- nold Arboretum de Cambridge, Mass. Es un soporte muy eficiente de los expedicionarios internacionales como Richard Evans Schultes y José Cuatreca- sas, Peter J. Grubb y JWL. Robinson de Pemberton Terrace, Cambridge empe- fiados en la exploracién de la Cordillera Oriental y la regién del Calima. Apoys a los ornitélogos que trabajaban con Wetmore. De otro lado cruza comunicaciones con Henri Pittier del Instituto Boténico de Caracas, as{ como con su sobrino y ahijado Marcel Roche del Consejo Na- cional de Investigaciones Cientificas y Tecnoldgicas de Venezuela, también con JM. Cruxent del Departamento de An- troplogfa del Instituto Venezolano de Investigaciones Cientificas y Julian Ste- yermark del Instituto Boténico del pais botivariano. Fue miembro corresponsal de la Real Academia de Ciencias Fisicas Matemé- ticas y Naturales de Espana desde 1957 yasu similar de Venezuela desde 1947, asi como de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales. Establece comunica- ciones con sus boténicos similares de México, con Teodoro Meyer de la Sec- cién Sistemética fanerogpamica de San ‘Miguel de Tucumén Argentina con Julio L6pez Guillén dela Universidad Nacio- nal San Marcos del Perti quien Ie infor- ma de su exaltacin a la pinacoteca de boténicos que han contribuido al cono- cimiento de la flora del pais incaico. Enel terreno nacional perteneci des- de 1941 a la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Fisicas y Naturales y desde 1942 a la Sociedad Geografica de Colombia. Un capitulo importamte en la vida de Armando Dugand, fue su papel en Instituto de Ciencias Naturales dela Universidad Nacional del cual fue su Director titular entre 1940 y 1953, pe- riodo en que también fue profesor del primer centro de educacién superior donde funds en 1945 el Curso de Botén- cia Sistematica, “tal vez el tinico que ha funcionado en Colombia”. Seaduce que “por falta de textos ade- cuados a la flora colombiana los elabor6 41 mismo y se imprimieron modesta- mente en mimedgrafo’, en ese curso se formaron investigadores importantes en el rea boténica que reivindicaron a su profesor inspirador e incitador en la ciencia como Marfa Teresa Murillo, Al- varo Fernéndez. ‘Su imagen y credibilidad internacio- nal permitieron que desde la Segunda Guerra Mundial diversas instituciones internacionales, especialmente norte- americanas contribuyeran con ayuda pecuniaria y bibliografica. Su prolifica pluma ha deparado a la posteridad en 5 Notas de Victor Manel Pati al resimen del Cu- ‘rium Vitae cle Dugand In CESPEDESIA Op. Cit. pa tres idiomas, pulero castellano, fluido francés e inglés especializado 94 Titulos de obras Boténicas hasta 1970 y quince ‘més en prensa y preparacién para un total de 109 trabajos en esta area. 78.9% de sus articulos. Asimismo es autor de 26 estudios, hasta octubre de 1956 sobre las aves en ‘Colombia. Terminados y listos para pu- blicar2. En preparaciGn avanzada 1. Pa- ra un total de 29 en esta drea, 21% de sus trabajos. Igualmente Dugand mostré interés en herpetologia para lo cual estudi6 y clasificé la Serpentifauna de la llanura costera del caribe en general y la del Departamento del Atléntico en particular, Publicé ademés 85 articulos period: ticos y conferencias publicas 0 radio- transmitidas sobre diversos aspectos de la ciencia, se habia consagrado a divul- gar lo que concierne a la historia natu- ral colombiana: expresaba por todos los medios su preocupacién por “el gra- visimo problema de la tala de bosques en Colombia que asume cada vez pro- porciones més aterradoras”. Pensaba Dugand que habia que “respetar la compleja asociacién vital de la triada: Tierra-Bosque-Hombre, por- que segtin é1 “es indispensable su com- prensidn ya que las fuerzas naturales son aprovechables permanentemente si se las ayuda y encauza respetindolas, més cuando se las hostiliza cobran muy pronto la cuenta de perjuiicios con intere- ses morosos”®. Por lo expuesto sus trabajos de divul- gacién circularon en torno ala distribu- ‘© Dagand Gnesco Armando. Ei Universal, Cartagena ‘de abel de 1962. cién geografica y la ecologia de las plan- tas y animales silvestres en el territorio colombiano, el estudio dela boténica en este pais, la sistematica de la Flora de ‘Mutis: la historia y cronologia de las ex- ploraciones boténicas en Colombia; la arborizaci6n urbana; amén de otros de indole historica y civica relativos a Ba- rranquilla y unos pocos que versan so- brea historia geol6gica del mundo y de Colombia en particular. Dugand a pesar de ser un cultivador de saberes de vanguardia o investiga- cién de punta era un hombre anclado en la realidad de su pais y su region; ya en 1933 encontramos al barranquillero pragmatico. Es destacableen Dugand su vocacién de servicio al pais y la ciudad que testimoniaba en sus primeros traba- jos importantes hacia 1933, cuando el cientifico contaba 27 afios. Sus iniciales publicaciones circulan en torno a su tie- ra y a los imperativos comerciales de esta asi para el Boletin Municipal de Estadistica de Barranquilla ilustra sobre Ja “Nomina de las maderas que se em- plean en Barranquilla para construccién, ebanisteria y otras obras”, se trata de un estudio pragmatico que prosigue en 1935 y 1936 para el Boletin de Informa- cién vital para la urbe dirigida por Ar- turo de Castro y el Anuario de 19357 En el mismo afto de 1933 amplia su radio de accién y genera el "Ensayo so- bre las formaciones ecol6gicas del De- partamento del Atléntico, en el Boletin del Colegio Barranquilla, institucién de educacién que albergaba a la sazén los 7. os Anuarios Industrials y Comercales de Baran uillalegaronarepresentarunatradicin iniiada ene siglo XIX, se conocen nimeros de elieve como cl de 1998 y el de 1928 “mejores espfritus de la époce". Empieza entonces a focalizar la atencién en plan- tas que habitaban el litoral y es as{como sus trabajos adquieren dimensi6n inter- nacional con su trabajo “The transition forests of Atléntico, Colombia” acogido por The Yale University’. Su atencién sobre su departamento prosigue con la observaci6n de “Arbo- les, Arbustos notables 0 poco conocidos del Atléntico”®; en todos estos esfuerzos el joven Dugand emprende un trabajo ascendente y cada vez mas especializa- do que adquiere audiencia nacional, de tal manera que realiza trabajos pioneros sobre la sistemstica relativos prioritaria- mente a las plantas de la costa caribe", especialmente palmas como las “Areca- ceae palmae, las Asclepiadaceae, Bigno- niaceae, bombaceae, cactaceae, cappari- daceae, euphorbiaceae, lectydiaceae, Ieguminosae, podostemonaceae, rham- naceae, theophrastaceae, vitaceae. Parti- cularmente los géneros Capparis y be- lencita (Caparidaceae), chamaesyce (Eu- forbiaceae), Ficus (moraceae), Eschwei- lera y lecthis (lectidaceae), Schmadaea (Meliaceae), Jachia (Nyctaginaceae), Karwinskia (Rhamnaceae), Cissus (Vit- -cea) y Bulnesia ( Zygophylaceae).”” 3 En su segundo arcu publicad en el Boltin del Colegio de Burranuilla‘en octubre de 193 ya tata ‘de unversalizartebricamentesuconcepeign sobre J nabitat dels plantas en su entorn. 9, Dugand Gnecco, Armando. The transition forests ‘of Atlin Topleal Woods, Yale University Sdhol ‘of Forestry 40 114 dee 1 1938 10, Departamento del Atanic Bolen de Agricultura ¥ det Departament del Atlético 2: 21-35 abril de 1985 4:19.27 oct de 1985, 517-22 dic de 1935, 6 2740 abril de 1956. 11, Bugand Gneeco Armando. Contribucioneslahis- tort natural de Colombia I: 1-6 marzo 25 de 1938 12, CESPEDESIA,Boltin entific del Departamento del Valle del Cauca Nos.1y 2, Vol Cali enero- junio de 1972, Laimportancia universal de Dugand se expresa en la descripcién de 133 espe- cies, sub especies y variedades boténicas nuevas o presuntamente nuevas para la ciencia a la que les confiere los nombres genéricos en homenaje a sus amigos cientificos y personas entrafiables tales como: Cuatrecasea, Metasocratea, Paras- cheelea (de las Arecaceas 0 palmas) Ba- yonia, Saritae, Romeroa, (de las bigno- hniaceas)., pseudobombax (de las Bomba- céceas) y Uribea (de las leguminoas- faboideas), este tiltimo en colaboracién con el boténico magdalenés profesor Rafael Romero Castafieda."" En drea de la Ornitologia tuvo un notable desempefio: Dio nombre técnico a dos subespecies nuevas de aves: La “carasucia”, de los Llanos del Meta, psi- tacida que denomin6 Aratinga pertinex Jehmaniiy la perdiz dela altiplanicie de Bogota y Boyacé, Colinus cristatus bo- gotensis, una fasidnida-odontoforina. Ya en 1933 se encuentra a Dugand li- derando la Organizacién de la exhibi- cién de historia natural en la Exposicién Nacional Agricola y pecuaria de Barran- quilla Diciembre 1936-Enero de 1937 donde obtuvo Diploma de Honor y Me- dalla de Oro. Como era gerente de una empresa litografica de la litografia de la familia de su esposa intenta una aven- tura editorial por los vastos conocimien- tos en el tema que contribuyeron poste- riormente a otras iniciativas similares. Entre 1938-1939 emprende la pu- blicacién de la revista “Contribuciones a la Historia Natural Colombiana”, de a que logré producir tres ntimeros con Th, SigoTa informacion de CESPEDESIA Op. Cit p13. 14, Ibid. p14 estudios personales sobre la taxonomia, nomenclatura eidentificacién de plantas neotropicales, esta orientacion editorial prosiguié en su nuevo escenario capitali- no puesto que en 1940 cuando fue nom- brado Director del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, inmediatamente fund6 la revista cientifica Caldasia titulada asi en honot al sabio Caldas la que dirigis y edit6 hasta la finalizacién del honroso cargo de Director del Instituto (19 de septiembre hasta el 15 de mayo de 1953). En virtud de su posicién preeminente fue desde 1940 Miembro del Consejo Académico de la Universidad Nacional posicin que ocupé hasta 1948 y por extensién desde el mismo afio Miembro del Comité de redaccién de la revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Fisicas y Naturales. Y es que la meta de dejar el “tes- tigo”¥a sus discipulos es constante en Dugand en su libro de geobotanica sos- tiene “Trato de cumplir con uno de los deberes mayores de todo hombre dedi- cado ala ciencia: El de alumbrar y seha- lar el camino a los que le sigan por las sendas del estudio”, consideraba que el cumplimiento de este imperativo con- ducia a “Multiplicarse espiritualmente, dejar prole espiritual” , expresién toma- da del investigador espafiol Ramén y Cajal en 1940. Volviendo a la fase final de su presen- cia en la direccién del instituto y como culminacién exitosa de su trabajo en 1952 funda la revista Lozania, Acta Zoolégica Colombiana y Mutisia Acta TB, acca expres ext dels carrerasdle postas por José Maria Lopez Piero. Boténica Colombiana. En estas revistas especializadas promueve la publicacién para informacién del mundo cientfico de los trabajos y estudios del Instituto de Ciencias Naturales y los de otros inves- tigadores colombianos y extranjeros in- teresados en la flora y la fauna del pais. Una vez en su habitat barranquillero la labor de Dugand prosigue y con ella los reconocimientos, en 1957 es enalte- cido por la Real Academia de Ciencias exactas Fisicas y Naturales de Espaii Alafto siguiente en 1958 recibe el grado de Doctor Honoris Causa (Phil. Rerum. Naturae) dela Universidad del Atléntico de Barranquilla El crédito internacional de Dugand es tal que en 1959 recibe invitaci6n la American Academy of Arts amd Sciences para brindar en su sede de Boston una conferencia sobre “Algunos aspectos de Ja vegetaci6n primitiva en la ruta de ‘Humboldt a lo largo del valle del Mag- dalena” (Abril) y se desempena como Vicepresidente del primer Coloquio so- breel Progreso dela Ciencia y sus aplica- ciones en evento realizado en Bogoté entre el 6 y el 11 de noviembre de 1960. A mediados de la década del 60 en 1965 el investigador experimentado es invitado a trabajar en la John Simon Guggenheim Memorial Foundation, de ‘Nueva York desde mediados de Agosto de 1965 hasta marzo de 1967 este periplo americano es aprovechado tambien por el Smithsonian Institute de Washington, quien consigue su desempeiio en el Departamento de Botdnica en 1966. En 1962 habfa recibido en Barranq) Ila invitacién de la Facultad de Agrono- mia de la Universidad Nacional de Co- lombia sede Palmira para desempefarse como Profesor de Boténica Taxonémica, con mucho pesar Dugand declina el ofrecimiento y escribe: “tentadisimo es- tuve de aceptar el gentil ofrecimiento de vincularme a esa facultad cuyo sitio en Palmira contribui a escoger, afirma en la comunicaci6n: “Me hallo en conversa- ciones con la Universidad del Atléntico para organizar y dirigir el Instituto de Investigaciones Cientificas, reciente- ‘mente creado en ella” ‘Queda claro que Dugand queria re buira su ciudad con sus servicios el pri- vilegio de haber nacido en su suelo no obstante més adelante afrontard los desengafios del declive dela queantaito era laascendente urbe dela modemidad y la parsimonia excesiva de algunos de sus dirigentes de entonces. Precisamente en una carta a su sobrino Marcel Roche cientifico venezolano le informa acerca de los desengafios que le deparaban los. raros obstéculos para el funcionamiento del Instituto de Investigaciones Cientifi- cas de la Universidad del Atléntico de- fa: “Nos toca movernos en un medio di- ficil, incomprensivo, de posibilidades matraiales limitadas. Precisamente esto es lo que ha paralizado desde su concep- iénal instituto nuestro de investigacio- nes, y digo “concepcién” porque ni si- quiera ha nacido... y por lo que atafie a la gestacién, ser probablemente ele- fantina o ballenina. Ojala que tras tanta labor no vengaanacer... el clésico raton- cillo aquel que los montes parieron!”**. Y contintia su dolorosa constatacién: “Desde el comienzo el proyecto original 16, Dugand Gnecco, Armando. Correspondencia per sonal atta a Marcel Roche, 27 de abril de 1962. mio fue adulterado"” puesto que “el programa del Instituto contiene una “materia extrafia”, se trata de que ese Centro “debe servir como organizador de las tareas de accién comunal que las leys imponen a la universidad y tomar Jas medidas para que dichas normas se ‘cumplan del modo ms eficaz”. Y con- tintia, “esto en Colombia significa darle un cariz politico al Instituto pues abre sus puertas al nombramiento de fulani- tos y zutanitos en funcién electoral, los cuales como en el célebre cuclillo, crece- rany tratarén de sacar del nido a quienes no comulguen con sus ideas y actuacio- nes" Sefala asimismo que el Instituto solo existe de nombre en el papel y arguye que conociendo la idiosinerasia de la ciudad se ha abstenido de encargarse de la direcci6n de un organismo nominal y Jo seguiré haciendo mientras no se su- prima toda conexién politica y se asig- nen fondos sificientes para iniciar labo- res conforme el presupuesto que les pre- senté inicialmente”. Libré en la ciudad multiples batallas por preservar la vegetaci6n y evitar la contaminacién es el caso de “un peque- to bosque en las proximidades de Ba- rranquilla “tinica y tiltima reliquia de los bosques primitivos que antes cubrian nuestra regién con algunos raros ejem- plares boténicos, llamaba a declarar a zona parque natural”. Con el mismo Time aren eee ‘asute de fateria eahmente exratal Bro- 1 Benn Amnon Se eee emer rereeees Befecre amet camer See eS enema SPuerko Colombia, un poco mas all del reten 9 iene tobeshoeeh cities Aetaa deseo de servir a la que lamaba su “amada ciudad”, se dirigi6 en diversas ‘ocasiones a la Sociedad de Mejoras Pi- blicas que administraba el Jardin Zoo- l6gico primero aportando los nombres cientificos de sus especies zoolégicas y boténicas y expresando posteriormente su beneplacito por la actuacién de Don Ricardo Tinoco en la direccién del mis- mo.” Casi todas sus publicaciones de pren- sa circulaban en tornoa reflexiones sobre a ciudad arenosa desde 1936 en peri6- dicos como La Prensa, El Heraldo, en “Mi Rineén de la Ciencia” la revista Me- joras y otros érganos nacionales como El Tiempo, El Espectador, la revista de a Academia de Ciencias, en todas estas contribuciones aportaba enfoques inte- resantes sobre el aseo, la contaminacién, la erosién y diversidad de temas trata- dos con su pluma amena y magistral. Paralelamente a sus preocupaciones barranquilleras recibe el Certificate of Achievement otorgado por el Instituto Smithsoniano de los Estados Unidos por “Investigaciones taxonémicas sobre la flora indigena y la vegetacién del norte de Colombia y estudios de revisin de plantas neotropicales” yla Universidad Nacional de Colombia entidad a la que se consideré ligado siempre lo nombre profesor honorario en 1968. En esta fase de la vida del sabio ad- quiere importancia la sistematizaci6n de su trabajo de décadas en los Elementos de Geoboténica y otros escritos en estas actividades se halaba cuando se produce 3D, Dagand Greco, Armando. Correspondenciaper- sonal carts ala Sociedad de Mejores Publica fe. brero 19 de 1962 yIl de enero de 1967, a a que port os nombres cientificos su muerte sus hijos: Armado y Roberto Dugand Roncallo, informan la infausta noticia al su amigo de siempre el cien- tifico espafiol José Cuatrecasas en estos términos: “Cumplimos con la muy in- grata tarea de informarle, caso de que atin no haya tenido conocimiento de ello, acerca de la muerte de nuestro inolvidable padre, Armando Dugand, el dia 5 de Diciembre a las 4:30 de la tarde y como consecuencia de un paro car- diaco’. En la comunicacién los hijos del sabio manifestaban a su colega la preocupa- cién por hacer buen uso de legado valioso de su inteligencia, de sus colec- ciones y de sus libros que hoy estén ala orden de la comunidad cientifica para que la historia de la ciencia muestre la grandeza del sabio barranquillero.

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