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MUISKANOBA: TERRITORIOS DE APREHENDIZAJES PARA COTIDIANIDADES INTERCULTURALES

Jairzinho Francisco Panqueba Cifuentes∗


Jorge Arturo Huérfano Méndez∗∗

Aprehender es alimentar la capacidad de asombro, de contemplación y descripción.


Una práctica pedagógica es rica en tanto quien dirige también aprehende de sus aprendices.
Aprehender es no olvidarse de sorprender y sorprenderse con cada paso.
(Pensamiento MuisKanoba, año 2006)

Las instituciones educativas son residencias para algunos conocimientos de la actual


sociedad, reflejados en matemáticas, ciencias naturales, ciencias sociales, educación física,
tecnología, informática y otras artes y ciencias. En nuestros recorridos e itinerarios por la
cotidianidad del Territorio Muisca, también hemos encontrado conocimientos que han sido
fundamentados desde las diversidades paisajísticas, humanas, culturales, generacionales,
urbanas, rurales, étnicas y de amistad. Es así como de las comunidades sus territorios y
territorialidades, hemos aprehendido que ellas son en sí mismas procesos educativos en
movimiento constante. Los colegios son refugios de saberes y dinamizadores de procesos en
tanto haya el concurso de las comunidades y sus cotidianidades culturales, sociales y
pedagógicas. Aquí no estamos diciendo que la comunidad debe entrar a cambiar las dinámicas
de las instituciones, ni mucho menos lo contrario. El asunto que deseamos evidenciar, es que
territorios, territorialidades, identidades e instituciones son dinámicos, es así como cambian en
la medida de sus propias experiencias y relaciones cotidianas. Nuestra experiencia ha
pretendido que esta ciudad se beneficie de la población indígena y no indígena que la habita, y
a la vez, contribuya al mejoramiento de las cotidianidades de la gente que llega en condiciones
de migración voluntaria, de desplazamiento forzoso o en busca de horizontes nuevos o mejores
para sus familias.


Docente IED Colegio San Bernardino, Territorio Muisca de Bosa.
∗∗
Investigador Corporación Ambiental y Empresarial TINGUA

1
EXPLICACIÓN
MuisKanoba es una propuesta de investigación- aprehendizaje hallada en Territorio
del pueblo Muisca y aprehendida de abuelas y abuelos que legaron sus saberes y
conocimientos por medio de palabras, grafías, pictogramas, juegos, costumbres y prácticas
de vida cotidiana. Igualmente ha sido un proceso de reowayabtyba1 donde niñas y niños,
jóvenes y gente adulta, han colocado sus deseos, pensamientos y costumbres. Desde su
origen étnico- indígena- rural- urbano, MuisKanoba se proyecta hacia la población habitante
actual de la sabana de Bogotá, con la finalidad de aprehender las diversas formas de vivir el
Territorio.
MuisKanoba es también una propuesta pedagógica de Educación para la
Interculturalidad, donde no sólo se reconoce la existencia de diversidades, sino también se
generan procesos de enriquecimiento patrimonial entre las mismas. La interculturalidad es
en este contexto, un entrecruzamiento de diversidades tanto en la vida cotidiana como en las
identificaciones históricas; una relación donde se construyen constelaciones de convivencia,
diversidad de nociones y estilos de vida arraigados en discursos también diversos.
MuisKanoba fue obtenida desde dos cepas: en primer lugar hemos acudido al
patrimonio muisca que reside en las montañas de los andes colombianos. En segundo lugar,
hemos efectuado un hermanamiento léxico entre algunas palabras tomadas del repertorio
lingüístico del pueblo U’wa2. KANOBA en el lenguaje y pensamiento U’wa, es la expresión
con la que se conoce a la escencia líquida de la vida. KANA: fuerza, OBA: fertilidad. Esta
palabra se emplea en el lenguaje cotidiano para nominar la ‘saliva’, ‘fermentación de la
chicha’, ‘lluvias’, ‘fluidos’, ‘escencias’. KANOBA alude a la herencia de los abuelos dejada
para sus bisnietos; el nombre y la BITA o AKA (alma) que es legada a las nuevas
generaciones.
Esta propuesta pedagógica pertenece al kanoba de la gente muisca que por muchos
tiempos han habitado SANTAYA (nombre U’wa con el que se conoce la Sabana de Bogotá),

1
Reowayabtyba es una re- creación lingüística obtenida del hermanamiento de tres palabras de la lengua U’wa, practicada
por el pueblo indígena del mismo nombre, el cual habita en los territorios de la Sierra Nevada del Cocuy. REOWA que
significa comienzo, volver a nacer, volver a sembrar. REOWA igualmente es un ritual que tiene un mito cantado que se
realiza con el objeto de atraer las deidades para que acompañen un nuevo comienzo. AYA, que significa cosecha y a su vez
es el nombre de otro mito cantado que relata la experiencia de obtener frutos, ya sea por el nacimiento de una persona o por
otros hechos que implican el aparecimiento de nuevas vidas, que aunque se repitan, siempre serán nuevas. ABTYBA tiene
también múltiples significados, pero en este caso la concebimos como maíz amarillo, o sencillamente maíz. En síntesis,
Reowayabtyba significa: la resiembra para una nueva cosecha de maíz.
2
Etnia de origen chibcha que habita en las estribaciones de la Sierra Nevada del Cocuy, Colombia. El pueblo U’wa tiene
presencia actual en los Departamentos de Boyacá, Santander, Norte de Santander y Arauca.

2
que comprende los actuales departamentos de Santander, Boyacá y Cundinamarca. A su vez,
el kanoba de ésta experiencia, consiste en la visibilización del patrimonio muisca, de sus
experiencias, reflexiones y prácticas, en un diálogo intercultural entre las diferentes visiones
del mundo presentes en la Sabana de Bogotá.

3
FUNDAMENTACIÓN
MuisKanoba se debe a los conocimientos, saberes y patrimonio que nos ha estado
revelando la experiencia de escuchar los legados del AKA (alma) muisca, presente en las
piedras, la cerámica, los humedales, lagunas, montañas y otros sitios sagrados para las
culturas andinas. Guaría (Monserrate), Chavácuana (Guadalupe), Borana (Alto del cable) y
Santairía (Río San Francisco), entre otros, son los cerros tutelares de Bogotá, en donde residen
gran parte de los saberes de este territorio3. Estos cerros abrigan entre sus territorios, parte del
patrimonio vivo de la familia lingüística chibcha, a la cual pertenecen tanto el pueblo u’wa como
el muisca.
El centro de conversación intercultural se halla en el territorio, por lo cual además de
ser lugar, espacio y centro, es la piel misma. Nosotras y nosotros somos territorio porque
donde quiera que vayamos, llevamos nuestro kanoba y aprehendizajes. También son otros
territorios los que reciben tales aportes y a su vez nos devuelven los propios de ellos a través
de la relación con las personas, lugares, espacios y centros. Para MuisKanoba los
conocimientos se construyen desde los patrimonios legados por las diversas culturas y/o
pueblos ancestrales y actuales. Fundamentalmente: somos Territorio.
Usualmente los territorios han sido vistos como tierras inmóviles. Con esta
perspectiva, las actividades desarrolladas en su interior involucran de manera parcial a sus
habitantes: las personas hacen parte de los territorios en la medida de su vínculo a un lugar.
Las posibilidades de desarrollar actividades cotidianas se multiplican, en tanto se combinan
los encuentros entre quienes habitan dichos territorios. Bajo esta mirada, las personas
pueden interactuar al interior de su propio territorio y también fluctuar por entre territorios
donde se relacionan con otras personas. Los territorios por su parte sólo sirven como
espacios que albergan diferentes elementos, entre los cuales se cuentan las personas, sus
culturas, las tierras y las interacciones entre los mismos. Algunas veces también se ha
considerado la relación de la gente con los territorios, cuando existen relaciones agrícolas y
de producción.
Para MuisKanoba, las personas somos territorios con la capacidad de movilizarnos,
transformarnos y aprehender. Las personas conformamos territorio en la medida de nuestras
relaciones, y también los territorios conforman nuestro ser como personas. Territorios son

3
Estas denominaciones territoriales de los cerros y otros lugares de Bogotá, han sido aportados por Berito Cobaría,
autoridad tradicional U’wa, quien a mediados de 1997 explicaba a diferentes personas de Bogotá el significado de estos
sitios naturales y sagrados, dentro del pensamiento e historia de la estadía U’wa en la Sabana de Bogotá en tiempos
prehispánicos.

4
localizaciones recorridas por diferencias, que constantemente se movilizan al interior de los
mismos y también hacia sus exteriores. Somos territorios, pero también los otros y las otras
gentes y tierras lo son. Las personas que habitamos territorios, somos a la vez territorios más
pequeños.
En los territorios se desarrollan cotidianidades que generan movilidad, cambios y
procesos constantes tanto en el interior como en las relaciones con otros territorios. El
territorio se parece al territorio. A pesar que puedan existir similitudes con elementos
diferentes a los territorios, nunca un territorio se parece a alguna otra cosa que no sea otro
territorio. Estamos habitados por comportamientos, pieles, culturas, pensamientos y otras
particularidades que nos hacen únicos pero con capacidad de flucturar por entre otros
territorios, por entre fronteras imaginadas o reales que a su vez son artificialmente
construídas. La movilidad característica de los territorios, hace que las posibilidades de
cambio sean las formas de vida propia de cada territorio.

Cotidianidades interculturales
Son los contactos y aprehendizajes que suceden tanto al interior de territorios y
territorialidades, como entre unos y otros, durante el transcurrir de sus vidas cotidianas. Para
el caso específico del contexto en el cual se ha estado indagando, la propuesta mas
adecuada para la obtención de aprehendizajes ha sido MuisKanoba.
Las cotidianidades interculturales son aportes para que los procesos educativos
puedan dinamizarse de acuerdo al espacio social, cultural, económico y político en el cual
pretenden intervenir. Si bien es cierto que el acceso a la educación es un derecho de todas
las personas, también es importante tener en cuenta que las personas y colectividades son
diferentes entre sí. Igualmente diferentes son las cotidianidades interculturales que se tejen
con otros tiempos, espacios y territorios. Los conceptos de educación, pedagogía,
metodología deben ser fruto de la vida cotidiana.
Cada comunidad representa territorios con ideas propias, que si bien pueden ser
reconocidos en su existencia, son ignorados cuando se les aplican categorías centrales que
pretenden institucionalizar y universalizar sus prácticas. No basta con aceptar la existencia
de diferentes conceptos y formas de educación, pedagogía y metodologías. De igual manera,
tampoco hay una sola forma de relación entre culturas, conceptos y formas.

5
Interculturalidad
Una de las características que le dan a los territorios su movilidad, son las
multiversaciones entre territorios. Cuando dichas multiversaciones se realizan, se da lugar a
las territorialidades. Es decir, que las territorialidades no son un concepto, son acciones que
se suceden en tanto existen relaciones entre territorios. Las territorialidades son generadoras
de arraigos que en últimas se pueden describir como las identificaciones o identidades
culturales. En este orden de ideas, la interculturalidad no es otra cosa que el movimiento
constante de los territorios, transitando por entre sus fronteras. Interculturalidad es el roce y
la permanencia de contactos entre los territorios y entre las territorialidades.
La vida cotidiana es por su parte el conjunto de sucesos temporales y atemporales
que tienen lugar en los territorios o por entre ellos. Vida cotidiana son los hechos, sucesos
y/o acciones que de manera rutinaria o de manera intempestiva, se realizan en los territorios
a través de los diferentes roles que desempeña cada actor o actora ya sea en su propio
territorio o en su relación con los otros.

Cotidianidades
Son las cualidades de los contactos permanentes u ocasionales que se suceden en
los tiempos y espacios diarios. Dichas cotidianidades son palpables a través de esfuerzos
particulares e intencionados de observar la vida cotidiana, hacer memoria de la misma a
través de registros que garanticen su revisión posterior y finalmente, describirla con la
mediación de imágenes, textos, grabaciones u otro tipo de re- creaciones. El ejercicio de
contemplar, llevar memoria cotidiana y de descripción, no está forzado a seguir pasos o
fórmulas para establecer la cotidianidad en los territorios donde tiene lugar el ejercicio. Cada
una de estas acciones lleva inmersa en si misma a las otras, en forma de pedagogías para el
aprehendizaje.
En conclusión, la cotidianidad es el aprehendizaje de la vida cotidiana a través de
pedagogías proporcionadas por el territorio. Para Reowayabtyba (resiembra para nueva
cosecha de maiz), estas pedagogías han sido aprehendidas del Territorio Muisca de
Santayá; por esta razón, la hemos denominado MuisKanoba (la fuerza del alma del territorio
muisca).

6
SOPORTES CONCEPTUALES E INVESTIGATIVOS
La diversidad se ha mantenido entre mundos colonizados. Paradójicamente, las
condiciones de vida en la modernidad han creado ambientes propicios para que los pueblos
hablen sus palabras e incorporen sus demandas a algunas de las más importantes políticas
y legislaciones. La globalización proporciona oportunidades mediáticas de carácter
heterogéneo, donde la interacción entre gentes de diversas culturas se incorpora a las vidas
cotidianas en los territorios propios o ajenos. Hoy la palabra, el signo, la historia, entran y
salen de la cotidianidad con una inmediatez casi imperceptible. Las fronteras se colocan y se
quitan, caen o surgen en espacios donde otrora se distinguían muy bien las atribuciones,
poderíos y jurisdicciones.
MuisKanoba se muestra en una frontera entre la institucionalidad educativa y la
cotidianidad urbana, rural, histórica, moderna, postmoderna y transmoderna4 del territorio
muisca de Santayá. En consonancia con estos hechos, las voces acalladas, escondidas y
borradas emergen con inusitada vigencia. Nuestros soportes son en este orden, guías de la
memoria, donde aquellas gentes que ya pasaron, dejando sus kanoba como huellas, son hoy
nuestro referente conceptual y de investigación.
Los libros que nos han ayudado, ya sea como fuentes secundarias o primarias, son
las piedras, montañas, ríos, valles, bosques, animales y gentes. Al igual que nuestro líder
indígena Nasa Manuel Quintín Lame, nos identificamos plenamente como aprehendices del
territorio, ese patrimonio vivo tan bastamente ignorado por los afanes de la modernidad. Allí
donde están los libros de la naturaleza, es desde donde pensamos:

“(…) es el pensamiento de un montañés, quien se inspiró en la montaña, se educó en


la montaña y aprendió a pensar, para pensar en la montaña; como también se
profundizó en el bosque y después se elevó sobre la copa altanera del Cedro del
Líbano para extender los pensamientos sobre las Praderas de la Civilización los que
aparecen en esta obra cojeando, pero llegarán a sorprender la historia universal,
porque ningún ignorante de que han hablado los hombres que se educaron en la
antigüedad, en la edad media y en la contemporánea, todos hablan de sus claustros

4
El término empleado para clasificar a esta experiencia Reowayabtyba como "transmoderna" es un esfuerzo por hacer que
se comprenda su carácter Intercultural, intergeneracional e intertextual, porque abarca, trasciende y unifica aspectos
modernos, premodernos y posmodernos de la vida contemporánea. Cfr: La televisión y sus imaginarios.
Boletín del ISER, año II, Nº 1, mayo de 2002. En : http://www.comfer.gov.ar/iser/Publica_iser/publi1.htm

7
de educación; por esta razón, yo también debo hablar como lo hago de los claustros
donde me educó la Naturaleza; ese Colegio de mi educación”5

Las palabras de Manuel Quintín Lame irradian el espíritu académico de MuisKanoba.


El territorio muisca nos ha permitido aprehender, no sólo de todo aquello que hay en él desde
incontables siglos, sino también de todos y todas aquellas gentes que habitan y que alguna
vez habitaron SANTAYÁ (la gran sabana de Bogotá). Estos patrimonios son nuestras fuentes
de información y aprehendizaje.
La línea teórica y de investigación que ha estado elaborándose desde MuisKanoba
tiene un enfoque intercultural por la diversidad de pensamientos que han estado actuando;
una participación intergeneracional gracias a los diálogos entre gente adulta, gente joven,
personas mayores, niñas y niños; un nivel de influencia interlocal por las personas que han
estado vinculadas, pues se ha sobrepasado el límite político- administrativo para influenciar
incluso a poblaciones indígenas y no indígenas que han conocido la experiencia; una
alimentación interglobal por las fuentes a las cuales hemos acudido en la búsqueda de
informaciones, revisiones, datos, personas y personajes; y finalmente, un diálogo intertextual
porque hemos presenciado la interacción entre lo global y lo local. Igualmente, este diálogo
se presenta como la fijación en las enseñanzas de los tiempos que van por delante y que a
pesar de haber ya pasado, estos patrimonios se presentan ahora para que los
transformemos en futuros posibles.

5
LAME, Manuel Quintín (1971). En defensa de mi raza (Editado con una introducción de Gonzalo Castillo). Comité de
defensa del indio, Bogotá [1939]. P. 123. Citado por RAPPAPORT, Joanne. (2000). La política de la memoria.
Interpretación indígena de la memoria en los andes colombianos. Editorial Universidad del Cauca. Popayán, Colombia.
P: 153.

8
OBJETIVOS
1. Incentivar la illusio6 por aprehender del territorio, entendido este como las gentes, la tierra,
las cotidianidades y sus historias.
2. Identificar el Territorio Muisca de Santaya, como un escenario para los aprehendizajes
cromáticos, visuales e intertextuales de sus habitantes.
3. Consolidar los saberes y riqueza del patrimonio Muisca, como epicentro para generación
de ideas en gestión social, cultural, empresarial, política y educativa.
4. Apoyar a las personas llegadas de otros territorios a la gran ciudad capital de Colombia,
para que compartan sus saberes y conocimientos. A este tenor, incentivarles para que
aprehendan del territorio a donde llegan, en este caso de Bogotá: Territorio Muisca.
5. Generar a través de los aprehendizajes del patrimonio y las artes muiscas –lítico,
cerámico, textil, orfebre, rupestre- fuentes de conocimiento pedagógico y artístico que
permitan a estudiantes, docentes, niños y niñas; aprehendices y doctos, potenciar el territorio
como un escenario de saberes, como una biblioteca de consulta y reinterpretación
permanente.

6
Denota interés no en sentido económico, sino en lo que se desea poner en juego: compromiso, implicación.

9
ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS
San Cristóbal, Rafael Uribe, Usme, Ciudad Bolivar y Bosa, son las cinco localidades de
Bogotá que se han beneficiado del patrimonio natural compartido del Territorio Muisca. En
dichos lugares, el proceso de Reowayabtyba se orientó con la ayuda de seis pedagogías
emanadas de Muiskanoba y sus aprehendizajes.

1. Pedagogía de la contemplación: que consiste en el ritual de ver y observar. Por una


parte, la contemplación se remite a un ritual del Rikuna (ver o mirar en lengua Kichwa), que
es leer la cotidianidad con la mirada del inicio o primera impresión, con lo espontáneo y sin
pre- juicios, pre- conceptos ni procedimientos. Por otra parte y encaminada al objetivo de
contemplar, tenemos el ritual del Ricunayana (mirar con atención en lengua kichwa), el cual
consiste en observar con minucia, con un objetivo y de manera planeada y con un
procedimiento cotidiano. La pedagogía de la contemplación es la observación, la vida y el
sentimiento de la gente. Contemplar es interpretar la vida.
Esta pedagogía ha sido clave en el ejercicio de consultar las fuentes de investigación y
aprehendizaje para MuisKanoba. El contacto con la naturaleza y el seguimiento
pormenorizado del patrimonio, la cultura y el arte muisca, en su pasado y presente, además
de la visita a sus paisajes nativos, evoca su complejidad y diversidad de creación social y
organizativa, política y económica, ambiental y de conservación:
“Acudir a sus espacios nativos, a su juego cromático y a su paisaje sonoro nos remite
a su propia naturaleza de existencia terrenal y cósmica, en esa riqueza de formas y
sentidos estéticos y comunicativos, biológicos y matemáticos, bioambientales y
tecnológicos, de vida y de sensibilidad”7

2. Pedagogía de las memorias cotidianas: es captar la vida diaria, la realidad, con


ayuda de herramientas como la escritura, el dibujo, los medios electrónicos, la fotografía, el
video y el audio.
Es necesario que en los procesos educativos, se comprendan las diferentes formas de
asumir las identidades, las culturas y la contemporaneidad. Hacer memoria de la cotidianidad
remite a captar, sistematizar y pensar el día a día, proceso muy distante de la concepción

7
PAREJA Pesca, Freddy Alfonso y HUÉRFANO Méndez, Arturo (2004). Juego Cromático y Paisaje Sonoro en los
Muiscas. Ponencia presentada en el Foro Latinoamericano de Oralidad, En Montevideo, Uruguay. Septiembre de 2004

10
“universal” actual de tiempo. Actualmente vivimos en un carpe diem8 que ha caracterizado la
existencia de las últimas generaciones, influidas por el comercio injusto, la vida desechable
que poseen muchos elementos de uso diario, la comida chatarra y la automatización. Se
propone entonces, una toma de conciencia que establezca bases de datos sobre la sociedad
actual, hecho que indudablemente ayudará para que exista memoria y se haga historia no
sólo desde documentos escritos, sino también desde las imágenes de lo cotidiano:
fotografías, videos, grabaciones, transcripciones, pinturas y todo tipo de estrategias con las
cuales contamos hoy día para el registro de informaciones.
El palimpsesto, es un concepto de gran utilidad para comprender las memorias
cotidianas desde la práctica del aprehendizaje. De acuerdo con Jesús Martín Barbero (2004),
“el palimpsesto es la escritura haciéndose no sólo con lo que se escribe en el presente sino
también con todos los residuos que resisten y operan desde la propia memoria del soporte y
la materialidad de la escritura”9. El palimpsesto es como una de esas pizarras donde se
escribe con la tiza o con el jiz, y una vez llena con letras, debe ser borrada para volver a
escribir. De este borrado, quedan algunas partes que no pudieron desaparecer y entonces
empiezan a mezclarse con nuevas palabras y así sucesivamente.
Con las búsquedas en el lenguaje visual muisca -captado en los paisajes nativos que
aún existen- y en la revisión bibliográfica de muchas manos, se puede explicitar cómo las
gentes muiscas desde sus propias cotidianidades guardaban memoria de sus vidas.
Evidencias de su itinerar constante a lo largo y ancho del territorio, por efectos de los
intercambios de productos y por sus prácticas rituales y lúdicas, son sus expresiones
pictóricas concretadas por medio de pictogramas y petroglifos.
En los abrigos rocosos de Cundinamarca y Boyacá, muchas manos y mentalidades
plasmaron vidas cotidianas, las cuales si bien no son fácilmente descifrables, si son una
evidencia de escritura y expresión visual. Es por tanto un legado, un patrimonio vivo que la
gente muisca dejó para quienes itineramos tras estos aprehendizajes. En aquellas piedras,
son evidentes las influencias de otras culturas, de otros paisajes, incluso de las energías
propias del lugar. Incidencias exógenas y endógenas que nos hablan de palimpsesto

8
El frecuentísimo tópico conocido como Carpe diem -'aprovecha el día'- consiste en una invitación a disfrutar del presente
sin preocuparse del futuro. La formulación "carpe diem" aparece por primera vez en Horacio: dum loquimur, fugerit
invidaaetas: carpe diem, quam minimum credula postero (Horacio, Odas, I, 11, 7-8). Cita que traduce al castellano:
Mientras hablamos, huye el envidioso tiempo. Aprovecha el día, y no confíes lo más mínimo en el mañana (cf.
http://perso.wanadoo.es/ccabanillas/topicos/carpe.html).
9
Barbero, Jesús Martín (2004). Una escuela ciudadana para una ciudad- escuela. Documento inédito, preparado para la
cátedra de pedagogía de la Secretaría de Educación Distrital. Bogotá.

11
intercultural, visual y expresivo. Las cotidianidades de ancestras y ancestros muiscas eran
interculturales e interlocales. No eran tan puras y exclusivas de un lugar: eran mestizas
(Triana, 1984 [1922])10. Son mezclas de saberes y de cotidianidades compartidas,
construidas en el viaje colectivo de su propia vida. Son la memoria cotidiana que narra
historias del territorio muisca, patrimonio que ha permanecido en la ignorancia y el olvido.
Dadas las condiciones del territorio muisca de Santaya, identificamos un palimpsesto
interactivo y dinámico para nuestros tiempos. De allí la dificultad para interpretar estos
patrimonios y entender el arte rupestre muisca y su complejidad artística y geométrica.

3. Pedagogía de la revisión histórica: Los documentos producidos y reproducidos por


la hegemonía y por la disidencia han de ser revisados, recuperados y estudiados para
conocerlos y ubicar la identificación y las identidades que históricamente han sido asignadas
desde poderes ajenos a las diversas culturas. Revisar estas historias conlleva al
aprehendizaje de saberes oficiales, institucionales e institucionalizados, pues contienen
memorias cotidianas de escenas y escenarios de los cuales no hemos hallado información
en los territorios.
En referencia a las identidades, tenemos que estas han estado dadas por agentes
externos a las comunidades y sus prácticas. Observar y emitir juicios de sentido común ha
sido una característica inevitable a lo largo de la historia americana colonizada. Revisar y en
un término más estricto: deconstruir la historia, implica desarmar los discursos y encontrar
puntos de quiebre y por consiguiente, detectar otras maneras de identificación a lo largo de
periodos históricos.
En nuestro caso, no pretendemos inventar una nación muisca o étnica, aún teniendo
derecho a hacerlo. Nos mueve más bien el Kanoba que hemos hallado en el corazón y en la
sangre del alma de la gente contemporánea que vive no sólo en el territorio muisca de
Santaya, sino en muchas zonas del mundo. Los patrimonios de las diversidades son aporte
esencial para la puesta en práctica de esta pedagogía. La historia debe revisarse, no
cambiarse, pues ya está escrita y dicha. Lo que es susceptible de cambio es nuestro
presente y nuestro futuro, pues es lo que desconocemos. En este sentido, nuestra guía no
sólo son las historias hegemónicas y las historias disidentes, sino también las memorias

10
TRIANA, M. 1984 [1922]. La civilización Chibcha. Biblioteca Banco Popular Tomo 4. Banco Popular Bogotá. En
alusión a esta categoría de mestizo, Miguel Triana (Op, Cit) sugiere cómo los pictogramas y los petroglifos se pueden
denominar como una producción mestiza.

12
cotidianas de nuestra gente mayor, aquellas que circulan por las palabras comunes y por las
producciones domésticas de cada comunidad.

4. Pedagogía de la descripción: A través de manifestaciones visuales, escritas,


sonoras, corporales, gastronómicas, religiosas y gráficas, se aprehenden y crean los
conocimientos y saberes contemplados en la cotidianidad. Esta pedagogía se ha constituido
como la metodología para la propuesta pedagógica de MuisKanoba. La descripción ayuda a
pensar las relaciones interculturales, desde los estudios étnicos, rurales, urbanos, culturales
y en general desde todos los campos aplicables a este ámbito.
Las capacidades de asombro, contemplación y descripción, constituyen las riquezas
de los lenguajes muiscas. Dichas riquezas descritas por la propia gente muisca en sus
pictogramas, utensilios de vida cotidiana y atavíos, hoy son aliento que nos lleva hacia las
fuentes de consulta con la naturaleza. Allí residen los patrimonios de la familia chibcha y
también de otros pueblos que en sus territorios constituyeron identidades. El seguimiento
pormenorizado del patrimonio, la cultura, la cotidianidad y el arte muisca, nos ha permitido
realizar revisión histórica de sus memorias cotidianas y dar cuenta del lenguaje, la memoria y
la lengua muisca, como fuentes de oralidad cromática y de paisaje sonoro. El despliegue de
esta pedagogía se detalla en el apartado metodológico del presente escrito.

5. Pedagogía de las cuencas de los descubrimientos: El juego cromático y el


lenguaje visual, evidenciados en su máxima expresión: los pictogramas; nos han
comunicado las formas de ver y sentir la cotidianidad de quienes dejaron estos escritos. De
allí hemos aprehendido a contemplar y describir. Este patrimonio material es
paradójicamente inmaterial en la medida que sus mensajes son subjetivos, pero altamente
comunicativos. Los aprehendizajes obtenidos de allí nos han incitado a crear fuentes,
comunicarnos a través de lenguajes corporales andinos, mientras escuchamos las riquezas
del paisaje sonoro de los andes colombianos y a describir piezas originales con materiales
como coco, totumo del territorio pijao (pueblo ancestral oriundo del Departamento del Tolima,
Colombia), arcillas y piedras del territorio muisca; hilos, lanas y maderas, entre otros.
El patrimonio cromático y visual aún no ha sido muy bien interpretado, pero estamos
seguros que hemos empezado y que continuaremos recorriendo para hallar sus
equivalencias en la lengua castellana e incluso la lengua u’wa, que actualmente nos sirven
para comunicarnos de manera oral y escrita. La clave de estos recorridos ha sido el transitar
13
por entre la cuenca del río Bogotá. Itinerar por humedales, lagunas, ríos y quebradas nos ha
llevado a descubrirnos de la misma forma como cuando el páramo está cubierto, y una
suave brisa lo descubre por momentos, para luego volver a su estado nublado. Allí está el
patrimonio natural aprehendido.
El rito de SEINIJSUCA11 nos permitió recorrer las huellas de nuestros ancestros y
ancestras. Guatavita, Verjón, Neuta, Tequendama, Tunjo, San José, San Bernardino, Tuso,
Santayá, son nombres de los sitios donde nos refrescamos con el sabor de la chicha y
realizamos bakira12 con alimentos de maíz13. El patrimonio ambiental por el que transitamos,
se ha sustentado gracias a la habilidad que los primeros ancestros y ancestras tuvieron al
pisar los territorios actuales de Santayá. Las huellas que dejaron para las generaciones que
iríamos tras de sus pasos, no han sido otras que las de la conservación de las zonas donde
nace el agua. Los Chaqui ñankuna14 presentes en toda la extensión de los Andes, son una
enseñanza clave para quienes estamos ahora siguiendo dichas huellas. La integración de
estas monumentales obras con los paisajes no deja de causar asombro. La vida en los
páramos no ha tenido que variar con ocasión de la presencia de estos caminos.
El aprehendizaje obtenido de esta pedagogía nos habla sobre la manera de estar en
el territorio, haciendo de este un espacio de vida cotidiana que no implique el
desplazamiento de especies nativas, migratorias y personas. Este es el patrimonio natural
compartido.

6. Pedagogía de las confluencias: Desde las pretensiones por reproducir, reinterpretar


y crear con lenguajes adquiridos en los aprehendizajes obtenidos del territorio muisca,
hemos confluido en prácticas artísticas y artesanales, guiados por el patrimonio visual
muisca. En este sentido, hemos itinerado principalmente por arte lítico, rupestre, cerámico,
textil y orfebre. Hemos aprehendido desde el hilado de la lana, hasta el entrelazado de hilos;
desde la búsqueda de arcillas hasta su modelado con las manos y el torno; desde la
reproducción de pictogramas de las piedras, hasta su re- creación simbólica en la piel; el

11
En la lengua chibcha practicada en los actuales territorios de Boyacá, Santander y Cundinamarca, Seinijsuca significa
“correr la tierra” es decir, caminar por el territorio, correrlo, recorrerlo en estrecha relación con el terreno que se está
pisando. En esta experiencia, ha sido una práctica pedagógica donde ha sido posible experimentar las pedagogías y
metodología expuestas.
12
Palabra u’wa que denota intercambio de alimentos.
13
MuisKanoba sabe a maíz, sus saberes y sabores provienen de este alimento que ha sostenido al pueblo muisca asentado en
la Cuenca del río Bogotá, a todas las culturas americanas, y a los pueblos asiáticos y europeos que descubrieron este
alimento en nuestro continente.
14
Palabra en lengua kichwa, que traduce: caminos de a pie, caminos que acortan las distancias

14
caminar por el arte textil egipcio para tratar de aprehender al arte textil muisca; el moldeado
de cáscaras de coco y totumo, así como de las piedras, para dotarlas de la memoria
cotidiana muisca.
Se dice que los ríos más pequeños, desde su nacimiento, están destinados a afluir a
un río más grande; en efecto, se les conoce como “afluentes”. En nuestro caso, las artes
visuales y prácticas artesanales aprehendidas llevan cada una, importantes saberes y
conocimientos que son patrimonio. De allí llegamos a la idea que en cuestión de
conocimientos y saberes, no hay un conocimiento más grande o un saber más sabio que
otros, por esto en vez de afluir lo que se hace es confluir. La pedagogía de las confluencias
fue hallada entre las manos de estudiantes del colegio San Bernardino de Bosa, mientras
buscaban otras maneras de recorrer su territorio piel con los pictogramas muiscas. Los
pictogramas fueron contemplados, replicados, alterados y reunidos, en un juego donde los
dedos de sus manos fueron el centro de aprehendizaje.
Las confluencias han permitido encontrarnos con estos otros saberes, igual de sabios a
los que nos dejaron las primeras gentes. Prácticas cotidianas de tiempos inmemoriales,
comunicadas a través de pictogramas, se han encontrado con prácticas cotidianas actuales.
Las manifestaciones concretas de estas artes han confluido en multivisiones del mundo,
permitiendo llegar a:
• Hilar lana de oveja, tejer en crochet o hacer nudos en macramé;
• Modelar arcillas de los territorios muiscas: Tunjuelito, Bosa y Soacha;
• Tallar piedras siguiendo los rastros del arte visual muisca;
• Hallar en el coco y el totumo, unas materias primas para elaboración de productos
interculturales que otrora se manifestaban en el oro;
• Acudir a la técnica del telar egipcio para intentar copiar a nuestras abuelas y abuelos en
sus descripciones legadas en telas, chumbes y prendas de la vida cotidiana;
• Diseñar nuevas formas gráficas con arcillas, colores, lápices y programas de
computación especializados en diseño, para plasmarlas en telas, papeles, lienzos,
impresoras láser, formatos pequeños y grandes, en la piel y… en el alma.
• Crear lenguajes corporales de los andes acompañados por los paisajes sonoros de
territorio muisca.

15
METODOLOGÍA
La pedagogía de la descripción es la metodología que ha permitido a MuisKanoba el
acercamiento de las personas a los aprehendizajes. En el presente apartado detallamos a
profundidad la metodología, en estrecha relación con el proceso de reowayabtyba,
experimentado durante la puesta en marcha de MuisKanoba. La habilidad para describir,
hemos estado aprehendiéndola a través de los recorridos por las huellas de ancestros y
ancestras muiscas, de quienes sólo tenemos que decir que fueron grandes describidores y
describidoras. Hace más de 14 mil años, la génesis de la imagen para la civilización muisca,
surge en el apogeo de su propia lengua. Los primeros actos de esta lengua permanecen
como imágenes, plasmadas en su escenario recurrente y cotidiano de expresión y
descripción: la naturaleza.

Huellas de la imagen Mhuysqa


Cuando José Domingo Duquesne de la Madrid era sacerdote en el municipio de
Gachancipa, Cundinamarca, a finales del siglo XVIII, se dedicó al estudio de la lengua
muisca. En relación a los pictogramas en los cuales la gente muisca describe su vida
cotidiana, este sacerdote escribió: "...los caracteres [...] que tenemos de los indios no pueden
explicarse [...] sirviendo ya más estos monumentos para atormentar los ingenios que para
adelantar la erudición"15.
Contrario a la concepción del Sacerdote Duquesne, para la gente muisca la imagen
era su propia existencia. El agua y el sol, elementos ceremoniales y sagrados para su vida
cotidiana, eran fuentes de expresión y principios de conjugación verbal y metafórica. Este
patrimonio alimenta hoy el ingenio y la erudición para MuisKanoba. Fue allí, en el esplendor
del arriba y el abajo, en la tierra y en el cosmos, donde ancestros y ancestras muiscas
recrearon su lenguaje fónico, caracterizado por la complejidad de sonidos que se traducen en
imágenes. Así lo dejan ver las disertaciones del investigador Miguel Triana: “Como un acto
de escribir en pergamino y el de dibujar en rocas, existían las palabras chihycua y chihyca,
‘pintar’ y ‘pintor’, en las cuales entra como corresponde la palabra Hyka, ‘piedra’”16. En otras
investigaciones de orden lingüístico, se recoge la palabra Hyka en una traducción más

15
Duquesne, Jose Domingo (1975). Disertación sobre el calendario de los Muyscas, indios naturales de este Nuevo
Reino de Granada.
16
TRIANA, M. (Op. Cit).

16
flexible y con múltiples significados: el nombre, la piedra17, la facultad de hablar… es la
palabra creadora.
Estas huellas de la lengua, son imágenes vivas de sus representaciones de mundo, de
sus cosmovisiones, de su constante itinerar. Allí se dimensionan con sus principios
gramaticales para la conjugación de un lenguaje visual, cuya producción simbólica contribuye
al entendimiento y aprehendizaje de sus mundos sabios y repletos de esencias humanas y
artísticas.
La pedagogía de la descripción se sustenta en una utilidad práctica, que permite la
invención de rituales personales, de grupo, de pares. Es un modo de movilizar prácticas
cotidianas. La descripción permite que la gente se pronuncie con sus propias palabras, con
sus propios rituales y sentimientos. A continuación describimos las Estaciones Pedagógicas,
Seinijsucas y talleres con docentes y población estudiantil, realizados en las cinco
localidades de Bogotá a las que hemos llegado.

Estaciones pedagógicas
Constan de espacios para la interacción donde la persona asiste, contempla, aprehende,
interpreta, re- crea y describe desde su percepción histórica y cotidiana del patrimonio.

a. Espacio donde a través de la Multimedia: sonido, producción y banda sonora,


estudiantes de cinco colegios de Bogotá y uno del municipio de Soacha, han mirado
otros mundos e incluso el suyo propio desde una perspectiva externa. Se ha logrado con
esto la valoración por el entorno y por el contexto cotidiano inmediato.
b. En las actividades con estudiantes hemos compartido un Museo itinerante con
fotografías documentales sobre paisajes nativos, flora y fauna de la sabana de Bogotá,
territorio muisca. Estas imágenes han sido captadas en los territorios muiscas de Bosa,
Soacha –laguna de Neuta-, laguna del Verjón (localidad de Santafé), abrigos rocosos del
Tequendama y otros escenarios de Santayá dotados de Kanoba en su tierras y en sus
paisajes nativos.
c. A través de la experiencia del torno y la arcilla hemos dispuesto las formas irregulares,
convexas y angulación de las que se obtiene el arte cerámico. En este espacio se moldean

17
Esa piedra, que es un elemento sagrado, fue también empleada para el abrigo del pueblo muisca por muchos años en sus
etapas de recolectores y cazadores, de nómadas y sedentarios. La piedra es un documento natural y gráfico que aún existe
en varios territorios de los andes colombianos y en especial en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Santander.

17
arcillas propias de Soacha, Sibaté y Tunjuelito. Igualmente se han compartido muestras
elaboradas con trazos, formas concéntricas y material recreado a partir del aprehendizaje
aportado por la gente muisca de hace miles de años, pero reubicado en nuestras
cotidianidades.
d. Elaboración creativa de figuras relacionadas con el ambiente intercultural de la
sabana de Bogotá y de las zonas de proveniencia de las personas asistentes: tinguas,
tunjos, flores nativas, etc. Esta actividad se compartió a personas del municipio de
Facatativa, en el espacio denominado: “piedras del Tunjo”, como consecuencia de un
acuerdo de contraprestación con la Corporación Autónoma Regional (CAR), por habernos
permitido la entrada gratuita a la reserva natural de la laguna sagrada de Guatavita, para
realizar el Seinijsuca planeado con un grupo de personas en el mes de Junio de 2005.
e. En los talleres de artesanías se han vivido momentos de interacción generacional, en
donde a través de la manipulación textil, de hilos, agujas, fiques, piedras y figuras diminutas,
se han permitido las expresiones de mundos, llevados de la mano por artes muiscas y artes
contemporáneas de otros orígenes.

Talleres con docentes y población estudiantil


Apreciación, apertura a la sensibilidad desde la emulación. Es el intercambio de
información entre estudiantes, profesoras, profesores participantes y dinamizadores de
MuisKanoba en las instituciones y comunidades participantes.

a. Lenguaje visual, memoria y lengua muisca:


- Comprende el reconocimiento de las expresiones pictóricas, orales, no verbales (gráficas)
y de relaciones bio- ambientales que ha tenido la cultura Muisca en su Territorio. A través de
encuentros al interior de las aulas, hemos compartido con estudiantes de grados cuarto,
quinto y octavo, además de sus profesoras, algunas actividades basadas en dichas
expresiones. Los encuentros han sido encaminados a hallar enlaces con las matemáticas,
las artes visuales, las ciencias naturales y sociales.
- Establece en el modelo de pensamiento y de creación muisca, una forma para promover
valores ambientales de convivencia, de equilibrio y conservación. Este resultado ha sido
principalmente observable en nuestros seinijsuca por el territorio muisca, pues allí hemos
tenido la oportunidad de mediar entre los conocimientos de la naturaleza y los conocimientos

18
históricos que confluyen a su vez con los propios en estudiantes, gente adulta y gente
mayor.
- Acerca identidades, formas de comportamiento, usanzas y costumbres que han tenido las
poblaciones asentadas en la sabana de Bogotá: estructuras sociales, políticas, culturales y
económicas. Dichas usanzas y costumbres han estado presentes en todas las épocas,
incluso bajo los regímenes coloniales, pero jamás le han sido reconocidas estas prácticas a
las culturas americanas como autoras. Indudablemente los talleres de lenguaje visual han
sido un vehículo de expresión a través de la pedagogía de la descripción. Allí se tejen
discursos de revisión histórica y de valoración como patrimonio por las cotidianidades en las
que cada persona está inmersa.

b. Paisaje sonoro y música de los andes:


El fluir del viento nos ha estimulado para aprehender el paisaje sonoro, en compañía de
los instrumentos musicales que hemos venido compartiendo con niñas, niños y juventud del
territorio muisca de Bosa. Con un proceso de formación relativamente corto, gracias a
miembros del grupo musical “Aguadulce”, hoy contamos con niñas y niños que aprecian en
su cuerpo, diversas formas de descripción con instrumentos musicales legados por las
culturas andinas. Papás, mamás y cooperantes extranjeros realizaron aportes económicos
para dotar instrumentos de viento, percusión y de cuerdas, con los cuales incentivar aún más
el amor por estos paisajes sonoros. Reowayabtyba incentivó la conformación de dos grupos
musicales: un grupo de jóvenes, adultos y adultas que hoy se hacen llamar REOWAYA, y
otro grupo de niñas y niños hasta los 13 años de edad, que apoyados por dos jóvenes
mayores, se hacen llamar SEMILLAS DE LOS ANDES.

c. Lenguajes corporales de los andes: Talleres de danzas.


Este espacio dedicado a la pedagogía de la descripción corporal, permitió que los
lenguajes corporales añejos, marcaran el paso. Estos lenguajes no son otros que los
aprehendidos de los pasos que las señoras mayores de la comunidad muisca de Bosa nos
han enseñado. De igual manera, todo el cúmulo de lenguajes del cuerpo que se hablan en
las diferentes regiones en que actualmente está dividida Santayá y en general, los Andes,
han alimentado los espacios pedagógicos de descripción corporal.
La comunicación corporal es fruto de los conocimientos presentes en toda la extensión
de los Andes. Por esta razón hemos optado por aludir a las memorias cotidianas que se
19
presentan como lenguajes corporales de los Andes. Acá hemos encontrado confluencias
entre los lenguajes de las culturas Kichwas, Amazónicas, Muiscas, U’was, Aymaras y otras
asentadas en el vasto territorio andino.
La experiencia corporal es fruto del interés por “rescatar” lo local, es decir la danza
andina colombiana, pretendiendo “volver a lo propio”, a través de la reinterpretación de los
pasos andinos de danza tales como el torbellino, el bambuco, los matachines, entre otros. El
Torbellino, ritmo base de la danza andina colombiana, ha sido descrito por Guillermo Abadía
Morales como: “el ‘trotecito de indio’, que indígenas y campesinos mestizos de las montañas
de Santander, Boyacá y Cundinamarca usan para sus correrías y viajes, peregrinaciones y
romerías”18. Según Panqueba (2004): “De este concepto se desprende aquel toque propio
que ha permitido que la gente Muisca, se reencuentre con sus patrimonios corporales:
‘Siempre nos ha identificado ese ritmo. Estamos siempre metiéndole más la cuestión andina’
(Yamile, Joven Comunera Muisca)”19.
Las actividades de lenguajes corporales de los andes han estado encaminadas a dos
grupos específicos que son: el de las mujeres mayores de la comunidad muisca de Bosa y el
de un grupo de niñas pertenecientes a la comunidad muisca y al colegio distrital San
Bernardino de Bosa.

Seinijsuca: Multiversación20 intercultural caminando el territorio Muisca


Desde el año 2004 hasta finales de 2005, hemos realizado recorridos por espacios
nativos de Santaya: El territorio muisca de Bosa, la laguna sagrada de Guatavita, el paisaje
de montaña en la vereda “El Verjón”, ubicada en la Localidad tercera de Bogotá (Santa fe) y
por el territorio sagrado de los “abrigos rocosos del Tequendama” en Soacha,
En los espacios visitados hemos encontrado caminos, piedras, paisajes y saberes, los
cuales han permitido evocar las huellas sobre las cuales nuestro presente está pisando. Es
importante resaltar el concepto de evocación para esta actividad, pues el principio
fundamental de la propuesta es recordar que somos los actuales portadores de patrimonios y
saberes añejados por el tiempo y que hoy, son tan actuales en medio de las operaciones
tecnológicas y comunicacionales. En este sentido, el territorio muisca de Santaya presenta
18
ABADÍA MORALES, Guillermo (1983). “Compendio General de Folklore Colombiano”. Bogotá, Biblioteca Banco
Popular, Cuarta edición. P. 61.
19
PANQUEBA CIFUENTES, Jairzinho Francisco. (2004). Danza glocal de otro lado de Bogotá: reconstrucción cultural
desde ritmos andinos colombianos en la comunidad indígena muisca de Bosa. En: “Pensar la danza”. Ed. Bogotá:
Panamericana formas e impresos S.A. P. 106.
20
El término multiversación describe las conversaciones, intercambios de opiniones y versiones de las diversas culturas.

20
unas características climáticas particulares que han influido en la comprensión del mundo
por parte de la población muisca.
La experiencia del Seinijsuca, permite realizar una jornada ecológica y pedagógica de
limpieza ambiental y espiritual, durante las cuales se han aprovechado recursos como la re-
unión en presencia de visiones diferentes del mundo, por parte de las personas asistentes.
Dichas visiones no solo han sido compartidas sino también aprehendidas desde y hacia la
naturaleza particular de los territorios.

21
ACTUALIDAD DE MUISKANOBA
Cuando las personas migrantes llegan a la ciudad de Bogotá, reconocen en sus
estructuras de cemento y en sus grandes edificios las diferencias con la geografía de sus
territorios. Se evoca en estos edificios, a sus montañas como referente rural asociado a un
pasado inmediato de vida rural. A pesar del cemento y de las estructuras gigantescas, esta
ciudad está edificada en territorio muisca, el cual fue poblado hace más de 12 mil años por
nuestros antepasados chibchas –dicho sea de paso, fueron los verdaderos descubridores–.
Los MHUYSQA, tenían su cultura, su lengua y relaciones espaciales y temporales con su
entorno. Su concepción de la realidad les hizo conformar una organización social, cultural y
económica reconocida y aprovechada por los invasores españoles, pues sobre dichas
estructuras se erigieron las primeras formas de esclavitud colonial, de la misma forma como
sobre las rocas de los sitios ceremoniales se erigieron capillas cristianas. Chavacuana y
Guaría son ejemplos de la superposición de rituales católicos, sobre los rituales de
pagamento a las montañas y a las deidades que allí habitan.
Gran parte de ese legado pervive en grupos organizados y no organizados en la
capital bajo la modalidad de Cabildos, como el de Bosa y Suba, que conservan algunas
prácticas cotidianas que les diferencian de las demás personas que habitamos en Bogotá.
Es así que cuando desplazados y desplazadas, migrantes, indígenas, población negra, gente
urbana, campesinos y campesinas llegan a Santayá -al territorio muisca-, a la ciudad de
Bogotá, se están encontrando con la raíz de su raíz, con una de las civilizaciones más
antiguas de la humanidad, que anduvo a lo largo y ancho de la cordillera de los andes
(fueron los civilizadores andinos o Anditas de los Andes) cuya filosofía de vida se basó en el
contacto con la naturaleza y con el cosmos.
Las artes y ciencias deben atender sus particulares problemas desde la formulación
de prácticas pedagógicas, coherentes con la misión que les compete en el contexto y
realidades actuales. Las instituciones educativas son laboratorios de la cotidianidad nacional,
por tanto deben emprender su trasformación desde la forma de pensarse. Esto se consigue
atendiendo una de las fortalezas más evidentes en el escenario escolar, como son las
diversidades y sus formas de manifestarse. Se precisan discursos pedagógicos que se
ocupen de las diversidades, entendidas como aquel palimpsesto que explicamos, para
atender no sólo la coexistencia de épocas sino también la coexistencia de culturas,
cotidianidades, historias, identidades y memorias.

22
Prácticas pedagógicas desde el patrimonio artístico muisca
Las prácticas que MuisKanoba ha estado incentivando, centran su atención en la
coexistencia e intercomunicación de diversas racionalidades: analítica, dialéctica,
fenomenológica, estructural, hermeneútica, compleja, andina, oriental, entre muchas otras.
Todas ellas, conocidas o desconocidas, responden a cosmovisiones diferentes, pero que
igual dan respuestas reflexivas y prácticas a preguntas relacionadas con el origen de la
realidad, de las relaciones y de las posibilidades de conocimiento y sus caminos.
MuisKanoba ha aprehendido y re- creado, a partir de la adaptación a diversas formas de
hacer pedagogía desde una perspectiva patrimonial del contexto ancestral y contemporáneo
muisca, resaltando los aportes étnicos, juveniles, cotidianos, históricos y culturales.
En este sentido, hemos influido sobre la atención de algunas necesidades que los y
las profesionales de la educación, han tenido con relación al tratamiento pedagógico
adecuado a población diversa e indígena en Bogotá. Igualmente, hemos realizado
encuentros intergeneracionales donde niñas, niños, jóvenes, gente adulta y gente mayor han
interactuado con sus saberes: Artes y Artesanías, comidas y bebidas del maíz, lenguajes
corporales y visuales, medicina tradicional y paisajes sonoros.
Desde MuisKanoba estamos generando insumos para la creación de una escuela
intercultural, en la cual sean tomados como fuentes de consulta los aprehendizajes del
territorio y patrimonios del pueblo muisca. En el itinerario por reowayabtyba, hemos
aprehendido del patrimonio material e inmaterial muisca para la creación de textos,
propuestas visuales, re- creaciones del paisaje sonoro y descripciones del lenguaje visual,
memoria, lengua y corporalidad del territorio muisca. Nuestra propuesta no es simplemente
un modelo, es todo un proyecto de aprehendizajes para la vida, los cuales en si mismos ya
constituyen otras opciones frente a los modelos estandarizados para los procesos de
enseñanza- aprendizaje que actualmente se aplican en América Latina. Dichos insumos,
cuya descripción hacemos a continuación, son hasta el momento: Thyrbita, Muiskakit y Rora

Thyrbita (sol de la tierra, deidad chamánica U’wa)


Infografía didáctica con dimensiones originales de 49cm x 69cm. Es una pieza
intercultural comunicativa muisca que recoge la propuesta MuisKanoba, en el desarrollo de
sus pedagogías y en el proceso constante y dinámico de los aprehendizajes del territorio. Ha
sido este territorio, escenario de conocimientos ancestrales y sabios, en donde hemos re-
creado los lenguajes artísticos que connotan en la cosmovisión de mundo que expone el
23
formato. De igual manera, es evidente en Thiyrbita, la relación de prácticas cotidianas
muiscas como ejes constructores de voces y rostros, de su aka (alma) que aún habita en el
territorio humano y geofísico de los andes colombianos.
Su estructura narrativa es basada en la tendencia comunicativa que asocia el texto y
la imagen como cuerpos asociados, que permiten al lector tener como resultado una lectura
ágil y compleja. El lenguaje castellano permite dos o a lo sumo tres interpretaciones
semántico- sintácticas, pero la imagen, en cambio, deja que el ojo humano recorra su propia
memoria, sus actos de habla, su experiencia con el paisaje, e interprete, en consecuencia,
miles de posiciones, de miradas, como tantos ojos atentos y vigilantes pueden existir. Imagen
y texto, como cuerpos sólidos e indivisibles, se convierten en un modelo comunicativo y
narrativo para construir formatos singulares que responden a las prácticas culturales e
históricas de cada contexto. En Thyrbita reside el aka de MuisKanoba.
En el contexto internacional existen experiencias comunicativas de formatos como el
de National Geographic, donde emplean la categoría Infografía, para referirse a una pieza
comunicativa de 80 cm x 55 cm, que contiene texto e imagen. En muchas de sus
producciones no acuden a las memorias históricas y cotidianas y prefieren ilustrarlas. En
contraste, la Thyrbita (el sol de la tierra en lengua U’wa), se vale de los lenguajes y de las
artes legadas por el pueblo muisca para disponer un producto comunicativo que tiene un pie
en el pasado y otro en el presente. Es una pieza intercultural no solo por la línea de
investigación sino también por las artes visuales empleadas, que cruzan varios territorios,
técnicas, saberes y tecnologías de diseño y de producción económica.
Thyrbita es un pasado, un presente y un futuro, que recoge las vivencias y las
opciones de mundo de la civilización muisca, que dejó muchas huellas en sus diferentes
artes y que están plasmadas en los lenguajes lítico, rupestre, textil, orfebre y cerámico a lo
largo y ancho de los andes americanos. Cada uno de esos lenguajes, en diferentes
momentos históricos, afloran descritos y contextualizados en la Thyrbita. Como tal es una
propuesta intercultural de artes visuales, que comparte saberes, sentimientos, mundos, vidas
cotidianas y estéticas, donde las pedagogías de MuisKanoba facilitan los aprehendizajes.

Muiskakit
Thyrbita está acompañada de una bolsa elaborada en papel craft, donde se evidencia
la propuesta visual e intercultural de MuisKanoba. En las caras frontales de la bolsa, está
descrito un tunjo, que es propio del arte orfebre, quien sostiene una lupa dentro de la cual se
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observa una fuente muisca. Esta fuente ha sido re- creada por el equipo interprofesional de
la Corporación TINGUA. En las partes laterales de la bolsa, se inscriben unos pictogramas
con sus correspondientes descripciones.
El Muiskakit también está integrado por una lupa y un lingote. La lupa constituye en si
misma una innovación pedagógica intercultural, que permite al lector observar de forma
detallada cada una de las artes y de las composiciones estéticas, así como los apartados
informativos en texto. El lingote que representa el oro, contiene una barra de chocolate
cubierta con papel metalizado dorado. En sus decorados aparecen las fuentes muiscas -
producto del aprehendizaje visual- y un conjunto de triángulos secuenciados del arte textil,
repujado en su centro con la técnica de clisep, que es un fotograbado en placas de zinc que
cumple la función de hacer las veces de un sello en seco.
El chocolate y su recreación en forma de lingote, evocan al oro muisca tan mentado en
el momento de referir sobre trabajos y oficios precolombinos. Igualmente, es un tributo al
chocolate como producto de las culturas ancestrales de los territorios americanos.

Rora (lengua U’wa, denota semilla)


Representa aquello que está añejo y guarda en su escencia, el potencial para producir
nuevamente la vida. RORA es un personaje en varios mitos cantados U`wa. Es lo que
dejamos, las huellas, las semillas de este aprehendizaje que aportamos a personas e
instituciones que la conozcan. La composición es un formato Abos Mhuysqa (Abos: el gran
círculo, la esfera, el cosmos. Mhuysqa: la persona, el individuo, el ser humano). Recrea una
pintura muisca con círculos concéntricos escalados, óvalos irregulares, triángulos, líneas
quebradas, paralelas, onduladas, cuadrados escalados, espirales, puntos secuenciados y
pictogramas. La estructura del cuadro es basada en la cosmovisión de la tierra y el universo
empleada por el pueblo muisca en su vida cotidiana. Se representa a través de figuras
geométricas del arte cerámico muisca, plasmado hace más de 4 mil años antes del presente.
RORA se encuentra actualmente en etapa de fermentación, también para su siembra
y para su re- plant(e)amiento. Constituye en si la sinopsis de MuisKanoba. El abos, la
semilla, el fermento, el aka y los lenguajes visuales legados por los primeros pueblos, nos
han llevado a proponer el formato mediante el que quisimos representar la semilla que ha
permitido continuar itinerando y cosechando.

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