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Resonancia magnética del pie

Una resonancia magnética del pie es un método no invasivo de crear imágenes detalladas del
tobillo, el pie y los tejidos circundantes.

A diferencia de las radiografías y la tomografía computarizada (TC), que utilizan radiación, la


resonancia magnética utiliza imanes y ondas de radio potentes. El escáner para la resonancia
magnética contiene el imán. El campo magnético producido por una resonancia magnética es
aproximadamente 10,000 veces mayor que el de la tierra.

El campo magnético fuerza a los átomos de hidrógeno en el cuerpo a alinearse en una cierta
forma (similar a la forma como se mueve la aguja de una brújula cuando uno la sostiene cerca
de un imán). Cuando se envían las ondas de radio hacia los átomos de hidrógeno alineados,
éstas rebotan y una computadora registra la señal. Los diferentes tipos de tejidos devuelven
señales diferentes.

Las imágenes por resonancia magnética solas se denominan cortes y se pueden almacenar en
una computadora o imprimir en una película. Un examen produce docenas o algunas veces
cientos de imágenes.

Razones por las que se realiza el examen

Este examen suministra imágenes nítidas de la pierna que son difíciles de ver claramente en
tomografías computarizadas.

El médico puede solicitar una resonancia magnética de la pierna si usted tiene:

• Una masa que puede sentirse en un examen físico


• Un hallazgo anormal en una radiografía o gammagrafía del hueso
• Defectos congénitos de la pierna, el tobillo o el pie
• Infección del hueso (osteomielitis)
• Dolor óseo y fiebre
• Hueso roto
• Disminución en el movimiento de la articulación del tobillo
• Enrojecimiento o hinchazón de la articulación del tobillo
• Signos de cáncer o de un tumor
• Signos de lesión a la pierna o al músculo, cartílago o ligamentos del tobillo
• Dolor inexplicable del , pie o tobillo que no mejora con tratamiento

El médico también puede solicitar una resonancia magnética de pie para:

• Evaluar una infección o absceso


• Identificar una masa o tumor, incluyendo cáncer
• Supervisar el progreso después de una cirugía de pie
Anatomía del Pie

Vista lateral interna del pie humano en una reconstrucción 3D.

En anatomía, el pie es una estructura biológica utilizada para la locomoción el pie es una
compleja estructura de huesos, músculos y otros tejidos conectivos.

El ser humano usa sus piernas y pies para la locomoción bípeda. Las estructuras del pie y la
mano humanas son variaciones en la anatomía de los mismos cinco dígitos, en común con
muchos otros vertebrados, y una de las dos estructuras de huesos más complejas del cuerpo.

El pie está dividido en tres partes:

Tarso 7 huesos.

Metatarso 5 huesos.

Falanges 14 huesos.

El podólogo es el especialista del pie. Es el encargado de la recepción, atención y


administración de medicamentos hacia el paciente afectado de alguna patología en esta zona
del cuerpo.

Huesos que lo forman

Tarso (7 huesos): Calcáneo, Astrágalo, Escafoides o Navicular Cuboides, Cuñas (x3)

Metatarsos (x5), Falanges, Falange proximal o falange (x5), Falange media o falangina (x5)

Falange distal o falangeta (x4; el dedo gordo sólo tiene 2 falanges)


Biomecánica del Tobillo y Pie

Dorsiflexión (Flexión dorsal)

Movimiento que efectúa la cara dorsal del pie hacia la cara anterior de la tibia; esta acción
depende de los músculos extensores del tobillo.

Flexión Plantar

Movimiento de la planta del pie hacia abajo; se logra por la contracción de los flexores del
tobillo.

Abducción Movimiento de los dedos del pie hacia afuera

Aducción Movimiento de los pies hacia adentro.

Eversión Movimiento de la planta del pie hacia afuera; el peso carga en el borde interno
Inversión Dirigiendo la planta del pie hacia adentro; el peso carga sobre el borde externo

Flexión de los dedos del pie Movimiento de los dedos hacia el suelo.

Extensión de los dedos del pie Movimiento de los dedos hacia arriba.

Anatomía del Tobillo

La articulación del tobillo está formada por tres huesos: el peroné, la tibia y el astrágalo. Los
dos primeros conforman una bóveda en la que encaja la cúpula del tercero. Permite, sobre
todo, movimientos de giro hacia delante y hacia atrás, que son movimientos de flexo-extensión
del pie. En el sentido lateral, los topes del maléolo peroneo y maléolo tibial, que son los dos
apéndices óseos que continúan peroné y tibia a ambos lados, impiden un movimiento completo
de giro lateral aunque sí permiten su inicio.

El astrágalo se apoya sobre el calcáneo formando una articulación bastante plana, sin gran
movimiento. Esta articulación subastragalina es fuente de conflictos ya que soporta la
transmisión de fuerzas del peso corporal y rige movimientos finos de estabilidad del pie.
Cuando se deteriora el cartílago de esta articulación, se produce una degeneración artrósica y
dolor, que en ocasiones obliga a la intervención quirúrgica para suprimirlo o aliviarlo.

Es interesante mencionar, por su trascendencia en la generación de lesiones deportivas, un


apéndice posterior o cola en el astrágalo. En movimientos bruscos del pie hacia atrás, como el
producido al chutar con fuerza un balón, este relieve óseo bascula, llega a chocar con la parte
posterior de la tibia y se rompe. La fractura es a veces tolerable pero otras obliga a la
intervención quirúrgica, retirando el fragmento roto, para permitir que el deportista pueda seguir
golpeando un balón sin dolor. No hay que confundirlo con una variante anatómica, el os
trigonum de astrágalo, que ofrece la imagen radiográfica de una cola de astrágalo suelta,
muchas veces indiferenciable de la fractura.

El astrágalo se articula, siguiendo la dirección que lleva a los dedos, con el escafoides y el
cuboides, situado en la zona interna y externa del pie, respectivamente. Entre el escafoides y la
línea formada por los metatarsianos, están las tres cuñas. Los metatarsianos tienen unas bases
casi planas y unas cabezas esféricas para articularse con las primeras falanges de los dedos.
Ligamentos del Tobillo

Las articulaciones precisan de ligaduras que mantengan la cohesión de los huesos que las
forman, impidiendo su desplazamiento, su luxación y permitiendo por otra parte movimientos
concretos. La descripción de todos los ligamentos de tobillo y pie sería materia de alta
especialidad debido a su número y complejidad.

Podemos mencionar los más importantes:

• La cápsula articular envuelve la articulación, creando un espacio cerrado, y ayuda a


los ligamentos en su misión estabilizadora.
• - Ligamento lateral externo. Partiendo de la punta del maléolo externo, se divide en
tres fascículos (peroneo astragalino posterior, peroneo calcáneo y peroneo astragalino
anterior), sujetando lateralmente el tobillo. Si se rompen, es muy fácil que el tobillo se vuelva
a torcer en movimientos de inversión del pie.

- Ligamento deltoideo. En la parte contraria, este ligamento parte de la punta del maleolo
interno y sujeta la cara interna del tobillo.

- Ligamento sindesmal, sindesmosis o ligamento tibio-peroneo. Amarra la porción más distal


de la tibia y el peroné para mantenerlos unidos en esa función de bóveda que presenta su
superficie articular a la cúpula del astrágalo. Su rotura plantea muchos problemas. Tarda en
cicatrizar mucho tiempo y puede dejar secuelas permanentes de dolor e inestabilidad que
obliguen a la intervención quirúrgica. El ligamento une los dos huesos en todo el trayecto
antero-posterior de su unión, no solamente en la parte delantera del tobillo. Por eso, cuando se
rompe, puede dejar flecos que cuelguen hacia la articulación y dolor en la región posterior del
tobillo.

- En la parte posterior del tobillo existe también una red de ligamentos que unen la tibia y el
peroné (tibio-peroneo posterior), la tibia con el astrágalo, etc...Hay que destacar el ligamento
transverso, que se lesiona por el mismo mecanismo que la sindesmosis, de la que puede
considerarse una prolongación posterior.
Músculos
• Músculos extrínsecos del pie son los encargados del movimiento de tobillo y pie.
Aunque están en la pierna, ejercen su tracción tirando de las inserciones óseas de tobillo y
pie. Consiguen los movimientos de flexión dorsal, flexión plantar, inversión y eversión del
pie.
- Músculos intrínsecos del pie son los que, situados en el mismo pie, consiguen los
movimientos de los dedos: flexión, extensión, abducción y aducción.
- Flexores plantares. Son los que traccionan del pie hacia atrás. Están situados por lo tanto
en la parte posterior de la pierna, en la pantorrilla. Son el sóleo y los gemelos con el tendón
de Aquiles, que es común a ambos.
- Flexores dorsales son los que levantan el pie hacia arriba y están situados en la cara
anterior de la pierna. Son el tibial anterior, el peroneo anterior y el extensor común de los
dedos.
- Inversores del pie. El tibial anterior se inserta en el primer metatarsiano y la primera cuña.

- Eversores del pie. El peroneo lateral largo y el peroneo lateral corto se insertan en la
primera cuña y base del primer metatarsiano mientras que el peroneo anterior se inserta en
las bases del cuarto y quinto.
- La aponeurosis plantar es una estructura anatómica que hay que tener muy en cuenta
pues, cuando se inflama, da lugar a las temidas fascitis plantares, muy molestas e
incapacitantes. Es una estructura que conforma el suelo de la bóveda plantar y que se
inserta en la porción inferior del calcáneo.

Preparación para el examen

Antes del examen, coméntele al radiólogo si en la actualidad está recibiendo diálisis, ya que
esto puede afectar el hecho de si usted puede o no recibir un medio de contraste intravenoso.

Si usted le teme a espacios confinados (sufre de claustrofobia), coméntele al médico antes del
examen. Le pueden dar un medicamento para ayudarlo a que le dé sueño y que esté menos
ansioso, o el médico puede recomendar una resonancia magnética "abierta", en la cual la
máquina no esté tan cerca del cuerpo.

Los fuertes campos magnéticos que se crean durante una resonancia magnética pueden
interferir con ciertos implantes, particularmente marcapasos. Por lo tanto, las personas con
marcapasos cardíacos no pueden someterse a una resonancia magnética y no deben ingresar
al área donde se realizan estos procedimientos.

Es posible que a usted no le puedan hacer una resonancia magnética si tiene cualquiera de los
siguientes objetos metálicos en su cuerpo:

• Clips para aneurisma cerebral


• Ciertas válvulas cardíacas artificiales
• Implantes en el oído interno (cocleares)
• Articulaciones artificiales recientemente colocadas
• Algunos tipos viejos de stents vasculares

Coméntele al médico si usted tiene uno de estos dispositivos cuando le programen el examen,
de manera que se pueda determinar el tipo exacto de metal.
Antes de una resonancia magnética, a las personas que trabajan con láminas de metal o
cualquier persona que pueda haber estado expuesta a pequeños fragmentos metálicos se les
debe tomar una radiografía del cráneo para verificar si tienen metal en los ojos.

Debido a que la máquina para la resonancia magnética contiene un imán, los objetos que
contengan metal como lapiceros, navajas y anteojos pueden salir volando a través del cuarto.
Esto puede ser peligroso, así que tales elementos no se permiten dentro del área del escáner.

Tampoco se permiten otros objetos metálicos dentro de la sala:

• Artículos como joyas, relojes, tarjetas de crédito y audífonos pueden dañarse.


• Los prendedores, los ganchos para el cabello, las cremalleras metálicas u otros
artículos metálicos similares pueden distorsionar las imágenes.
• Las prótesis dentales removibles se deben retirar justo antes del examen.

Posición paciente: Decúbito supino Pies primero simétricos y juntos.

Antena: Suele utilizarse la bobina de extremidad (rodilla) para un examen unilateral, aunque en
Ocasiones se utiliza una bobina mayor (bobina de cabeza) para exploraciones bilaterales.

Planos

Tobillo-retropie

Sagitales: siguiendo el eje de la tibia y el astrágalo


Axiales: paralelos a la articulación subastragalina
Coronales: siguiendo el eje de la tibia y perpendiculares al astrágalo.

MESO-ANTEPIE
Axiales (oblicuados): paralelos los metatarsianos
Sagitales: paralelos a los metatarsianos
Coronales: perpendiculares a los 5 metatarsianos

• SECUENCIAS
– T1: imagen anatómica, señal ósea
– T2 (FSE T2 / TSE T2): colecciones, tendones y ligamentos
– T2 fat-sat (SPIR) o STIR: edema óseo o de partes blandas
– Eco-gradiente: interlíneas articulares, cartílago, trabeculación ósea
– 3D y secuencias especiales para cartílago
– T1 fat-sat (gadolinio): la administración endovenosa de contraste paramagnético se utiliza
Habitualmente en:
- procesos inflamatorios (artritis, osteomielitis, pie diabético)
- procesos tumorales (óseos y de partes blandas)
– artrografía por RM: inyección de gadolinio en articulación tibioastragalina. Indicaciones:
lesiones ligamentosas, pinzamiento de los tejidos blandos y cuerpos libres.

Conclusión
La RM ofrece un excelente contraste entre los tejidos blandos que componen el tobillo y el pie
evaluando tanto los ligamentos y los músculos que forman parte de esta articulación como las
estructuras óseas en múltiples planos. Esto implica una importante ventaja sobre otras técnicas
convencionales de diagnóstico por imágenes no invasivas.

Dada su alta calidad diagnóstica los estudios de RM de tobillo y pie representa un documento
legal, para el médico traumatólogo, cirujano y en términos laborales para el propio paciente.

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