Universidad del Valle

Escuela de Comunicación Social.

Análisis Audiovisual I
Diana Cuéllar. Guillermo Sarmiento
0529504

Blue Velvet, 1986

(David Lynch)

Story Line

Jeffrey regresa de la universidad a su pueblo natal porque su padre se encuentra

enfermo. Mientras recorre su pueblo, encuentra una oreja humana por accidente y decide
llevarla a la Policía. Se conoce con la hija del detective que está relacionado con el caso y
ella le da pistas que lo incitan a seguir con la búsqueda. El joven se obsesiona cada vez
más con la historia que puede haber detrás de su hallazgo y decide resolver el misterio
por su cuenta. Jeffrey logra entrar al apartamento de Dorothy Vallens y termina envuelto
en una serie de acontecimientos relacionados con secuestros, drogas y crímenes.

En este filme se evidencia el complejo de Edipo en la relación que tiene Frank Booth (un
criminal con trastornos mentales) que ve a Dorothy como su madre y usa el chantaje para
obligarla a seguirle el juego, puesto que tiene secuestrado a su hijo. Dorothy es obligada
en dos ocasiones por este hombre a mantener relaciones sexuales en las que se nota
-por medio del diálogo y sus actos violentos- que el personaje busca la
desesperadamente la imagen de su madre. Los episodios de violencia suceden el
apartamento de Dorothy mientras Jeffrey observa escondido y posteriormente en el carro
cuando es descubierto. Quizá los modos de actuar del perturbado Frank dan a entender
que él fue abusado durante su infancia, o que tal vez ocupó el mismo lugar que ahora
ocupa Jeffrey, el de un voyerista accidental que cuando niño presenció situaciones
similares entre sus padres.

La narración de los acontecimientos de la película ocurre de forma lineal y empieza

mostrando unas condiciones y estilo de vida aparentemente “ideal”. Rosas rojas y
amarillas, el cielo azul; casas bonitas y familias felices. Un pueblo tranquilo en el que
“sueño americano” es interrumpido por el hallazgo que hace Jeffrey: Una oreja humana.
Esta oreja, es tal vez el elemento clave para entender los acontecimientos que ocurrieron
en el pasado y que tanto el espectador, como Jeffrey, se encargarán paulatinamente de
descubrir.

Al final del relato, todo vuelve a la “normalidad”, el mismo pueblo tranquilo y deseable, un
mundo “no tan extraño” en el que todos –aparentemente- quisiéramos vivir.