Siguiendo a Estela Grassi, la práctica profesional del

trabajo social en sus aspectos teóricos

metodológicos y prácticos engloba a todas las
dimensiones y las mismas se encuentran
interrelacionadas entre sí por lo que solo se dividen
con fines analíticos.
La práctica de la investigación en el Trabajo Social
se desarrolla de forma tardía, producto de una
concepción dicotómica de la realidad y su expresión
en la división social del trabajo y su constitución
histórica como disciplina subordinada a la medicina,
(como en nuestro país), al derecho y a la psiquiatría,
caracterizada por la ejecución acrítica de los
lineamientos de una estrategia política definida
como el higienismo. Esta división de la realidad
entre teoría y práctica continuó manifestándose en
la década del 60 con el rol de “agentes de cambio”
impuesto desde afuera y en el marco del
Movimiento de Reconceptualización que redefinió,
desde adentro de la profesión, a la práctica como
militancia política de carácter empirista.
La producción colectiva de conocimientos dentro del
campo profesional le confiere autonomía a la
práctica profesional, según Estela Grassi, dado que
es a partir de ese cuerpo teórico que se construye el
objeto de intervención y la misma práctica
profesional autónoma: “entendiendo por tal, el
dominio, la apropiación y la comprensión del propio
quehacer” (Estela Grassi; La implicancia de la
investigación social en la práctica profesional del
Trabajo Social: 50)
La dimensión investigativa se ubica dentro del
proceso de intervención, en la fase de construcción
del objeto de intervención, lo que implica
primeramente definir el problema a tratar como
objeto de conocimiento.
LA DIMENSIÓN SOCIOEDUCATIVA.

Consiste en una modalidad de intervención

orientada a transformar los modos de pensar, sentir
y actuar de los sujetos a través de un proceso de
aprendizaje de carácter informativo y formativo,
entendiendo por tal: “el proceso que lleva a todo
sujeto humano a inquirir, indagar, investigar la
realidad para poder apropiársela y modificarla y que
lo lleva a desarrollar sus potencialidades” (Dora
García; 2003: 21).

La finalidad última de esta modalidad de

intervención es el cambio en las condiciones
materiales y simbólicas de los sujetos, por lo que
tiene un fuerte potencial emancipatorio.
Las herramientas de esta forma de intervención son
entre otros el consejo, el dispositivo grupal y el
taller. En los grupos los factores de cambio, (procesos que influyen de
forma positiva sobre los integrantes y sobre el grupo), se potencian, por eso
tienen un impacto significativo en el bienestar individual y son instrumentos
potenciales para la transformación de la realidad social, por medio de la
transformación de sus integrantes. Esto se da a través del aprendizaje basado
en la herramienta pedagógica del taller que consiste en un espacio-tiempo para
la vivencia y en un espacio-tiempo para la reflexión, o sea actividades que
promueven la reflexión a partir del sentir. (Dora García; 2003: 21)
El uso y la finalidad que el profesional le da a las
mismas varía según su adhesión a determinado
proyecto político.
Las acciones socioeducativas incluyen:
 la formación y el fortalecimiento de grupos,
organizaciones y movimientos sociales; ya que
son espacios de reivindicación, de reinserción
social frente a situaciones de desafiliación
progresiva, de amortiguación y enfrentamiento
colectivo de las manifestaciones microsociales
de la cuestión social.
 La formación de un espacio para promover la
reflexión y transmitir información a través de
un proceso dialógico entre el profesional y el
beneficiario.
 La capacitación cuyo objetivo es desarrollar
diversas habilidades intelectuales, sociales,
afectivas y técnicas para mejorar la
socialización de los sujetos o sea para lograr su
adaptación al medio social o lo que es lo mismo
lograr que se integren a la sociedad. Por
ejemplo los programas de capacitación laboral.
 Apoyo y estímulo al sujeto por medio de
información clave, consejo, dinámicas
vivenciales, etc. en el emprendimiento de
tareas para que éste pueda comenzar a actuar
en dirección a resolver sus necesidades y
problemática.