Director:
Emilio Meluk
DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA
BOGOTA, 2010
JUSTIFICACIÓN
generalmente no son tenidos en cuenta para el desarrollo del mismo y que pueden
influirlo ya sea de forma positiva o negativa, lo que para la psicología conductual sería
entendimiento del consultante, pero muy pocas veces se refiere a factores del terapeuta.
Con respecto a esto, en un estudio realizado por Safran en 1994, se muestra que un 45%
del éxito terapéutico se debe a factores que son poco tenidos en cuenta y por
consiguiente poco estudiados; dentro de estos factores se encuentran los personales del
En este texto es de mi interés, abordar el tema del sexo del terapeuta como un
factor interviniente en el desarrollo del análisis. Por una parte, teniendo en cuenta que el
principal instrumento del trabajo analítico es la relación con otro; es decir que desde el
primer momento del proceso terapéutico el paciente establecerá una relación bipersonal
con el terapeuta, dado que éste es como una especie de lienzo en blanco sobre el cual el
paciente transferirá sus relaciones objetales. El sexo será un factor que difícilmente se
terapeuta mujer u hombre, tendrá a mi parecer cierta influencia sobre el desarrollo del
análisis. Durante algún tiempo se creyó que no existían diferencias significativas en que
un paciente fuese tratado o abordado por un terapeuta de sexo contrario; pero desde una
perspectiva psicoanalítica el sexo del terapeuta puede ser un disparador de las relaciones
por Villalba (2004), suele ser más común en el caso de un paciente hombre y una
terapeuta mujer.
Por otra parte, estudios como el de Aguilar (2009) muestran que en casos
específicos la variable del sexo del terapeuta puede influenciar el éxito o el fracaso del
cabo por una mujer, ya que ayuda a que el proceso sea más eficaz.
negativo o hasta entrar en conflicto con la ética del psicólogo, como lo evidencia
planteando que algunos de los pacientes afirmaban haber mantenido relaciones sexuales
con sus terapeutas en el marco de la relación terapéutica; hecho que se podría calificar
de abuso sexual, dada la desigualdad en la posición del rol de terapeuta y del paciente.
Los estudios estadísticos llevados a cabo por Pope, Spiegel, & Tabachnick muestran
mujeres, ante el 2,5% de las terapeutas con sus pacientes. Esto se puede dar, a pesar de
que el código ético contempla y prohíbe abiertamente estos tipos de conductas (Ley
el proceso terapéutico.
El Sexo del Terapeuta 4
INTRODUCCIÓN
Las diferencias en cuanto a los roles sexuales parecen existir desde el origen de
organizado en función de los sexos y de los sentimientos y actitudes que suscitan esta
interacción: amores u odios, que están presentes en cualquier relación humana. Estos
estructura del campo de análisis; puesto que el analista no es voz descorporizada y sus
el paciente consulta. Siendo este el interés del presente trabajo: entender la influencia
paciente responde a ella ya sea de manera directa o en formas más sutiles; en el caso de
pacientes con patología graves (más aferrados a lo concreto y por ende con una
no representamos el objeto sino que somos el objeto. Mientras que en pacientes con
menor importancia del sexo real del analista, aun así, las cualidades y actitudes propias
Puesto que la relación entre seres humanos es siempre de doble vía, de la misma
manera será tomada en este trabajo, es decir la interacción entre paciente y terapeuta
teniendo como eje central el sexo del analista, lo que guiará el desarrollo del proceso
persona actual que no conviene a esa persona sino son una repetición de reacciones
influencia de la persona del analista sobre la cura y sobre la estructura del campo
con un analista hombre o mujer, puesto que puede favorecer u obstaculizar las
CAPÍTULO I
SOBRE LA TRANSFERENCIA
Definición de Transferencia.
el curso del tratamiento toma diversas formas y funciones, no sólo de índole positiva
sino también negativa; es importante resaltar que estos sentimientos son de origen
los mayores aportes y el pilar del tratamiento psicoanalítico; los sentimientos que
manifestaba como una serie de sentimientos eróticos mostrados por las analizadas hacia
Autores como Sigmund Freud (1901), Anna Freud (1966), Daniel Lagache
siguiente forma:
El Sexo del Terapeuta 7
S, Freud en el epílogo del caso Dora (1901/1925) hace una exposición bastante
que a medida que el análisis avanza no pueden menos que despertarse y hacerse
persona anterior por la persona del médico. (…) toda una serie de vivencias
psíquicas anteriores no es revivida como algo pasado, sino como vínculo actual
actual sino que remontan su origen a tempranas vinculaciones con el objeto aun
Estas cuatro definiciones dejan abierta toda una serie de interrogantes respecto al
Historia de la Transferencia.
conciencia las figuras parentales de la infancia por la figura del analista, que emerge
durante el análisis; lo cual según Freud es un fenómeno regular y constante del proceso
(p 42).
expone que dadas las influencias de la infancia de cada individuo, se adquiere cierta
pueden ser evocados, pero podían ser recuperados para la conciencia a través de su
repetición en la transferencia.
decírtelo todo) no quedando claro por qué la obstaculiza. En este punto Freud hace una
evidencia que se remontan a fuentes eróticas, es decir que todos los vínculos de
asociativo a partir de los síntomas, es la medida del trabajo necesario para vencer a la
a hombre son frecuentes y raras las exigencias sexuales. En los pacientes masculinos
observa el analista, con mayor frecuencia que en las mujeres, una transferencia hostil o
Abraham y Ferenczi
una transferencia sexual, ya que implica el cese del amor objetal, la sustracción de la
referencia a ella como el mecanismo que a través de la fantasía inconsciente hace que
una experiencia olvidada sea puesta en contacto con un evento actual, siendo esta
neurótica, permite una clara diferencia entre la demencia precoz y la paranoia, puesto
que el demente precoz retira la libido del mundo externo y se hace autoerótico, mientras
El Sexo del Terapeuta 11
pero en 1927 Anna Freud critica las interpretaciones de Klein en Conferencias sobre
sobre análisis infantil del mismo año, Klein mantiene su postura, planteando que el
niño, ya ha establecido a sus padres como objetos internos y que los transfiere al
comentarios del niño al jugar como asociaciones, se puede acceder al inconsciente sin
Transferencia Positiva.
Este concepto se refiere a todos aquellos sentimientos de amor que surgen hacia
el analista, los cuales van desde el cariño, confianza, deseo, gusto, hasta la admiración y
terapeuta, sobre todo cuando son de sexo opuesto, aunque puede suceder entre personas
del mismo sexo. Este amor de transferencia puede resultar como un obstáculo al
proceso, puesto que debido a los sentimientos del paciente se dificulta el acceso al yo,
2
Según lo planteado por Freud, junto con el ello y el super-yo, el yo es la parte de la
al sujeto superar las amenazas externas e internas, dada su capacidad para evaluar y comprender
naturaleza de relación con los objetos es más o menos infantil y así mismo se proyectan
ambivalencia de sentimientos domina la mayor parte de las relaciones íntimas con los
demás.
causa de una resistencia más intensa, puesto que el paciente se siente avergonzado de su
que la labor de aclarar estos elementos es labor del terapeuta. Cuando la transferencia se
mantiene positiva, marcada por un amor de carácter moderado todo parece ir por buen
Transferencia Afectiva.
entre analizado y analista, ya que este último queda asimilada sub especie a la familia,
familiar.
obtiene una persona en la que supone una atención cariñosa equiparada al padre y a la
madre a la vez; y por otro lado, una persona extrafamiliar que por su condición ayuda
El Sexo del Terapeuta 13
al enfermo a cumplir con una de sus mas importantes y significativas tareas de una
Jung (1961) también deja en claro, que aquellas mejorías que se presentan en los
comienzos del proceso terapéutico, no representan el éxito, sino que son en la mayoría
Transferencia Negativa.
abandono del proceso terapéutico por parte del paciente, en el caso de que este
psicoterapia como dolorosa e incomoda, pero es incapaz de dejarla, por lo que soporta
estos sentimientos solo para que termine pronto y poderse librar de ellos.
Esto se descubre como una resistencia, es decir, una actitud de defensa, un goce
masoquista, una defensa contra la transferencia positiva, o una combinación de los tres
también se pueden evidenciar en otra etapa de la psicoterapia, lo que muestra que aun
odio de transferencia. Así mismo estos sentimientos logran ser causa de un amor de
paciente, este tipo de sentimientos no implican que un sujeto sea homosexual sino que
pueden ser el reflejo de su temor hacia la homosexualidad. Sea cual fuese la forma en
que se presenten, estos sentimientos deben ser analizados y elaborados. Cabe destacar
que una transferencia negativa erótica, es cuando una transferencia amigable, amorosa,
sentimientos transferenciales.
negativa, esta permite hacer conciente sus impulsos agresivos, lo que es un gran avance
Manifestaciones de la Transferencia
El Sexo del Terapeuta 15
paciente considera que el analista lo sabe todo; de igual manera se evidencia una
manifestaciones debe ser la misma que ante cualquier otra actitud, es decir, debe
(Fenichel, 1957).
Greenson por su parte en Técnica y Práctica del Psicoanálisis describe las más
analítica; es decir, reacciones del paciente que indican una transferencia, dentro de
caprichos y la tenacidad.
frente a una actuación del terapeuta. Por ejemplo, ante una situación en la que el
terapeuta falte al respeto del paciente, es normal que este responda con enojo, siendo
una actitud realista, mientras que si se pone furioso y no sólo enojado, o por el contrario
indicador de que posiblemente nos encontramos ante una repetición o una reacción de
la infancia. Al igual que si reaccionara con enojo durante un tiempo prolongado o con
una carcajada.
El Sexo del Terapeuta 16
decisivo o verdadero. Indica que la reacción probablemente tiene que ver y conviene a
de la reacción por parte del paciente, puesto que puede ser realista y no transferencial.
ausencia de ella, puesto que el analizando tal vez las tenga pero las esta conteniendo por
ciertas peculiaridades del analista, pero tienden a perturbarse por cualquier signo de
periodo de tiempo, puesto que en su vida están sucediendo hechos importantes; aun así,
aspectos del sentimiento es inconsciente. Es decir, que no hay amor hacia el analista sin
odio oculto, no hay anhelos sexuales sin repulsión oculta, etc. La ambivalencia puede
del analista se escinde en un objeto bueno y uno malo, los cuales viven de manera
como frecuencia en el inicio del análisis. Glover ha calificado estas reacciones como
transferencia flotantes. Greenson cita el ejemplo de una paciente la cual en una sesión,
costándole mucho admite el sentimiento de que esta enamorada del terapeuta, a la noche
siguiente siente culpabilidad por este sentimiento, al siguiente día percibe al terapeuta
como arrogante y desdeñoso para con sus pacientes y a la siguiente sesión, los intentos
de analizar sus sentimientos hostiles por parte del terapeuta los percibe como torpes
la transferencia.
análisis, pero las reacciones prolongadas suelen aparecer al final, aunque no hay una
La tenacidad se caracteriza por que los pacientes adoptan para con el analista
largo periodo de análisis, a veces años y pueden llegar a ser relativamente intensas o
difíciles de descubrir.
Esto es así no sólo cuando se producen para con el analista sino también cuando
transferencia.
CAPÍTULO II
CONTRATRANSFERENCIA
El Sexo del Terapeuta 19
Definición de Contratransferencia.
transferencia; puesto que igualmente, Freud la veía como un elemento perturbador del
1986).
puesto que implica que el punto de partida es la transferencia del paciente (Etchegoyen,
H. 1991).
Autores como Sigmund Freud (1910), Paula Heimann (1950), Heinrich Racker
futuras del psicoanálisis mencionando que: “Nos hemos visto llevados a prestar
P, Heimann, por su parte dice que: “la respuesta emocional del analista hacia su
analizando.
Historia de la Contratransferencia.
(1915); en estos escritos Freud advierte sobre los riesgos que puede traer el
que el analista sea analizado antes de iniciar la labor clínica; como lo indica:
“No basta que sea un individuo aproximadamente normal, se exige que se haya
la terapia psicoanalítica; pareciera ser que Freud percibía que la comprensión y manejo
(Etchegoyen, 1991).
diversos autores, como por ejemplo Jones, Abraham, Klein, Anna Freud y Hartmann.
Sin embargo, psicoanalistas como Theodoro Reik y Willhelm Reich fueron de los
una teoría sobre ella; dado que la intuición y el reconocimiento de sus propias
Pero fue hasta los trabajos de de Paula Heimann (1950) y Heinrich Racker en
postula que la respuesta emocional del analista hacia su paciente representa una
de indagación del inconsciente del paciente, teniendo en cuenta esto y que la relación
en una parte, (el consultante), y la ausencia en la otra, (el analista), sino por
El Sexo del Terapeuta 22
intelectual, sino capacitarlo para sostener los sentimientos que son movilizados en él.
después aparece de alguna forma en el material del analizando; y por otra parte se
adelante.
obstáculo en el desarrollo del trabajo analítico, para reconocerse la utilidad que puede
algunas veces puede usar esa perdida de posición para entender mejor la
este tipo de expresiones son comunes en los terapeutas jóvenes puesto que además de la
pueden ser comunes a la vida del terapeuta. Mientras que la psicosis va en contravía de
todo lo neurótico, ya que las posibilidades de comprensión son muy pocas porque son
Según lo planteado por Kernberg (2001) existe un continuo entre las psicosis y
las neurosis sintomáticas; indica que en el tratamiento con los fronterizos (límites) el
profunda y caótica del consultante. Esto exige capacidad para tolerar la tensión
El Sexo del Terapeuta 24
emocional y evitar la influencia de problemáticas propias del terapeuta que puedan ser
de gran relevancia, ya que señala el grado de regresión del consultante, es decir, entre
del paciente, de este modo la atención flotante, la empatía y un buen manejo de los
restringida a lo patológico pero tampoco debe ser tan amplia que involucre cualquier
las emociones del terapeuta y desde el segundo no se toma en cuenta las posibilidades
del terapeuta, lo cual la hace algo indeseable, ya que puede nublar el entendimiento del
El Sexo del Terapeuta 25
analista llevando la terapia por caminos inadecuados, por lo cual es necesario que el
terapeuta trabaje sobre los asuntos conflictivos a modo de que los procesos
emocionales del terapeuta hacia el paciente. Esto puede ser de utilidad ya que permite al
en que impacta en los otros. Esta definición empezó a ganar popularidad a medida que
como los limites y narcisistas, los cuales son capaces de suscitar fuertes reacciones
paciente suscita reacciones en el terapeuta siguiendo la ley del talión, (ojo por ojo,
será contratransferencia negativa, obviamente se espera que el buen terapeuta ante las
internas y externas del terapeuta en las cuales se involucran conflictos sin resolver que
Tipos de contratransferencia
El Sexo del Terapeuta 26
Contratransferencia normal
permite dar una respuesta adecuada a lo que el paciente ha transferido; pero la respuesta
ubica en un papel parental. Este planteamiento entra en contraste con lo planteado por
Racker, puesto que aquí se atribuye la mayor empatía a una contratransferencia de tipo
complementario.
doble identificación, con el sujeto y su objeto. “Este doble mecanismo se realiza por la
padre proyectado por el niño; pudiendo comprender el papel de niño no sólo por la
paciente.
posible “una doble identificación, que a mi entender incluye las dos de Racker,
El Sexo del Terapeuta 27
infantil sufriente del analizado sin tener para nada en cuenta el objeto parental, lo más
aspecto infantil suyo que no puede tolerar dentro de si” (Etchegoyen, 1991)
proyectiva”, este concepto tiene puntos similares con lo que Racker denomino
proyectiva resalta aquellos aspectos del paciente que tienden a producir respuestas
su misión de comprender.
objetivo inconsciente de que éste realice las funciones de su propio superyó primitivo;
complementaria.
originalmente.
identifica su yo con el yo del analizando, mientras que en otros casos, el yo del analista
complementaria.
complementaria.
El Sexo del Terapeuta 29
con el objeto interno, es decir que la identificación del analista con el superyó del
este autor “Cuanto mayor sea el conflicto entre las propias partes de la personalidad del
analista, tanto mayores serán las dificultades para realizar las identificaciones
las identificaciones concordantes con un objeto total; pero entonces lo que vale es la
integración más que la concordancia. A esto, Etchegoyen plantea que “la comprensión
Contratransferencia sexual
del paciente; que pueden variar en intensidad y estilo de analista a analista; es decir,
sentimientos sexuales que son evocados por un gran número de transferencias sexuales;
demanda egosintónica y casi delirante por parte del paciente a mantener relaciones
Gran parte de los trabajo sobre contratransferencia se refieren a los usos de ésta
sexualizada en el tratamiento.
a las cuestiones edípicas, por lo que se dio un desinterés sobre temas sexuales en sí. La
CAPÍTULO III
por factores de carácter inconsciente que facilitan o perturban, esta relación bipersonal a
Dado que el analista no es una voz descorporizada y que sus características tanto
femeninas como masculinas son percibidas a partir del momento en el que consulta el
paciente; el sexo del analista es una variable que puede llegar a incidir en el campo de
análisis. En este punto, diversas perspectivas teóricas han abordado aquellas cualidades y
actitudes propias de cada sexo; a pesar de que estas aproximaciones nos darán luces de
perspectiva psicoanalítica.
Aproximaciones Teóricas
con influencias sociales y culturales. De este modo, el objetivo del presente apartado es
condicionamiento instrumental.
estímulos”, observado por primera vez en los perros de Pavlov, en donde después de
emplear un factor ambiental como estímulo condicionado (EC), los perros emitían la
un programa de intervalo variable por picotear una tecla iluminada por una luz
anaranjada con una longitud de onda de 580 nm. Después del entrenamiento, se probó a
las aves con una gran variedad de colores distintos presentados en orden aleatorio sin
La tasa de picoteo tuvo lugar en respuesta a la luz originadle 580 nm, pero
también arrojaron números substanciales de picoteo las luces con onda de longitud de
570 y 590 nm, es decir que la respuesta se generalizo en los estímulos de 570 y 590 nm.
De igual forma, estudios de la etología, como los llevados a cabo por Konrad Lorenz
pensar que se puede dar una generalización en el comportamiento (RC) entre alguna de
las personas de la díada analítica (EC) y una persona relevante en la vida ya sea del
original. Es posible que para el paciente, el terapeuta comparta ciertas características con
alguna persona de su vida, como el padre, la madre, la pareja, entre otros, presentando así
una respuesta generalizada entre ambas personas. De igual manera esto se puede dar en el
presente en su vida.
Por ejemplo, en el caso de un paciente que presenta conflictos con su padre (EC
original), al tener como terapeuta a un hombre (EC) y establecer una relación empática
con este, ayudará a solucionar dichos conflictos, puesto que dada la generalización entre
El Sexo del Terapeuta 33
Aprendizaje Social
Según esta perspectiva, los niños aprenden las conductas típicas de su sexo por
medio de la observación de los adultos, donde tienen gran relevancia los procesos de
observación, permite que los niños imiten a los adultos de su mismo sexo, y así adquieran
castigos a partir de sus conductas; puesto que desde muy pequeños, el comportamiento
masculino o femenino es moldeado por los padres; quienes premian o castigan las
a las diferencias innatas de comportamiento entre ambos sexos; en los bebés, los varones
reclaman más atención que las niñas, y los estudios apuntan a que los varones son por
naturaleza físicamente más agresivos que las mujeres (Maccoby y Jacklin, 1974; tomado
de Smith, E (2003), razón por la cual es probable que los padres castiguen a los varones
típicos, puesto que el sexo es la base sobre la cual la cultura establece recompensas y
castigos, debemos pensar que tanto paciente como terapeuta son sujetos que se
y esquemas culturales difieren de los del terapeuta. Debido a esto es necesario anticipar
género ya que si bien cada cultura posee patrones específicos de comportamiento estos
van a influir la relación analítica, dado el género de cada uno de los participantes.
Perspectiva Neurológica
con la reproducción. De ahí que se pueda pensar que las diferencias estructurales
que en otras especies como las ratas y éstas son menos pronunciadas. Gorki llevó a cabo
una serie de estudios en humanos, indicando que las diferencias observadas se encuentran
veces mayor en los varones. En consecuencia estas investigaciones han evidenciado mas
diferencias sexuales, relacionas con otras regiones del hipotálamo (Gorki, R, 2001)
corresponde a las emociones y a los juicios sociales (Carlson, N. 2005), motivo por el
cual se podría explicar el hecho de que las mujeres tienden a percibirse más emotivas que
los hombres, por ende, una terapeuta se percibirá mas emotiva o comprensiva en
contraste a un terapeuta masculino, quien tenderá a ser más analítico y racional dadas sus
exhaustivamente analíticos, mientras que para el sexo masculino, dichos ejercicios estén
Perspectiva antropológica
segunda instancia, aquellas que derivan del enfoque funcionalista y que poseen una
(1958).
única manera de asegurar la filiación es por vía materna. Estos aportes fueron
funcionamiento de las sociedades, pues son un instrumento que la sociedad emplea para
regular sus actividades. Este enfoque teórico afirma «la igualdad en la diferencia»; es
decir, que las mujeres y los hombres pertenecen a dos ámbitos diferentes, pero
Por su parte los desarrollos antropológicos en Europa, han sido influenciados por
exogamia.
diferencias en los modelos cognitivos entre uno y otro sexo. Estos surgieron porque
así, la división del trabajo entre los sexos debería ser bastante marcada, actividades como
la caza y ciertas técnicas agrícolas se atribuyeron a los hombres por su mayor fortaleza y
habilidad para acertar a un blanco, mientras que las mujeres requerirían orientarse en
sexo dentro de las sociedades, aplicadas a las relaciones analíticas, permiten dar una
orientación acerca del juego de roles que se desempeña en la interacción. Es decir que en
la relación terapéutica el sexo influye puesto que las diferencias están marcadas no sólo
social, cultural o fisiológicamente, sino que existen determinantes evolutivos que afectan
Perspectiva psicoanalítica
individuos, la cual se va moldeando hasta llegar a la edad adulta por medio de una serie
de procesos que se dan de manera distinta para el hombre y la mujer. Con el fin de
abordar el sexo del terapeuta, me referiré a dos fenómenos que juegan un papel crucial en
Fase Preedipica
Durante esta fase, predomina para ambos sexos la relación con la madre; puesto
que es el primer objeto amoroso en todos los seres humanos, debido a que esta ligada a la
meses, tendrá vías distintas según el sexo, ya que en el niño sigue siendo su principal
exterior; ama a los demás como una continuación de sus relaciones de lactancia con la
madre. El niño establece un vínculo de dependencia hacia las personas que lo cuidan, por
esta razón se genera una angustia que es la manifestación del sentimiento de perdida ante
la ausencia de la persona querida; por esta razón, el infante experimenta miedo ante
amada.
Todo lo relacionado con esta primera vinculación materna me pareció siempre tan
difícil de captar en el análisis, tan nebuloso y perdido en las tinieblas del pasado,
empero, a que las mujeres que se analizaron conmigo pudieron, precisamente por
escapar de la fase previa en cuestión. Parecería, en efecto, que las analistas como
Jeanne Lampl-de-Groot y Helene Deutsch, por ser del sexo femenino, pudieron
captar estos hechos más fácil y claramente, porque contaban con la ventaja de
Por otra parte, Winnicott (1965) quien centro sus estudios en la relación madre-
lactante y el desarrollo posterior del sujeto a partir de tal relación, planteó que durante el
primer año de vida, la díada madre-infante conforma una unidad; en este punto lo
importante es que se dé un equilibrio entre una madre suficientemente buena y una madre
verdadero yo del niño, es decir acoge su gesto espontáneo, en el sentido de lo que el niño
niño un falso yo que tiene función adaptativa, el cual puede darse en diferentes grados,
desde el menor que correspondería a un tipo de adaptación a las normas sociales, hasta
verdadero self y el falso self. Este autor usa el término 'self' para describir tanto el Yo
El Sexo del Terapeuta 39
como el self como objeto, y lo hace como una organización psicosomática que emerge
personalidad, la capacidad del niño para reconocer y representar sus necesidades con
mundo interno original y personal. Cuando el pequeño expresa su gesto espontáneo, esto
indica la existencia de un potencial verdadero self, que comenzará a tener vida a través de
la fuerza transmitida al débil yo del infante por la madre receptiva. Éste proceso de
cierto punto la entiende. Esta aceptación repetida supondrá para el niño una ilusión de
niño; de este modo el niño irá creyendo en esa realidad externa que no parece entrar en
Por otra parte, el falso self, refiere a una estructura de defensa que asume
se adapta al medio a la par que protege a su verdadero self, la fuente de sus impulsos más
las necesidades del pequeño, sustituirá el gesto espontáneo de aquél por una conformidad
con su propio gesto materno, esta repetida conformidad llega a ser la base del falso self;
lo cual se debe en parte a la incapacidad de la madre para sintonizar con el niño. Para
Winnicott, en cada persona habría un falso y un verdadero self; el verdadero self expresa
El Sexo del Terapeuta 40
donde la interacción con su entorno y la figura que le brinda contención y los cuidados
Ahora bien, Winnicott en El delito: un desafío (1964), Señala que la relación entre
psicóticos, cuando el punto de quiebre entre ambos self, implica una disociación total
para el sujeto. En el caso del proceso terapéutico, también se pueden evidenciar los
puntos en que convergen ambos self, y aquellos en los cuales se distancian, estos últimos
Siguiendo este hilo de ideas, para pensar en la relación analista – paciente nos
la primera sea una copia directa de la segunda, sino en un concepto que ha sido central en
salud y puede identificarse sin perder su propia identidad. Por parte del paciente, éste
puede buscar en una terapeuta mujer alguna de las características que Winnicot definió
Winnicott afirma “Por mi parte, me conformo con utilizar la palabra sostén y con
holding describe la función de la madre que permite la continuidad del self del bebé.
gradualmente los objetos de la realidad al niño, para que pueda hacer real su impulso
realización (esto es, hacer real el impulso creativo del niño) promueve en el bebé la
promueve la realización del niño; mientras que las fallas maternas bloquean el desarrollo
Según la relación pre edípica y las funciones maternas, el paciente puede buscar
en el terapeuta tanto un sostén emocional como crear un vínculo de dependencia con éste,
del consultante para hacer frente a su entorno y las posibles angustias que esté
experimentando.
Fase edípica
Para abordar esta etapa es importante partir del hecho de que el padre y su
Edipo.
forma positiva. Este autor plantea que la fase edípica se evidencia en una serie de
fenómenos que marcan una relación con un objeto exterior. Entre el tercer y el quinto año
niño se evidencia temor por la agresión hacia el pene, vivenciando cualquier ataque como
totalidad de la personalidad.
Durante este fenómeno, el niño comienza a sentir atracción sexual hacia la madre
descubre que hay personas que carecen de pene, imagina que el falo ha sido eliminado
por el padre, quién lo cortó por sentimientos similares a los que él experimenta, es decir,
por sus deseos incestuosos y actividades sexuales. Esta situación provocará lo que Freud
niño.
El Sexo del Terapeuta 43
El temor a la castración es tan grande que moviliza una represión masiva, que
cohíbe los deseos incestuosos hacia la madre; esto conllevando a que el niño desarrolle
despojada de un falo que sí tienen los niños y el padre, fantasea que la madre esconde el
pene del padre, que le corresponde a ella, con las implicaciones de fuerza y autoridad que
entrañan lo masculino.
experimentar una intensa rivalidad hacia la madre, esto llevará a que entren en juego los
padre. Posteriormente se estructura el superyó, pero con la diferencia de que en las niñas,
el complejo de Edipo no es eliminado por el temor a la castración, sino que persiste más y
sexo del individuo, pero en la niña implica un problema más; ella debe abandonar a la
El Sexo del Terapeuta 44
madre y en su lugar adoptar al padre como objeto, mientras que en el niño, desde la fase
cuando el niño descubre la zona genital de la niña, se muestra indeciso y poco interesado;
no ve nada y repudia su percepción, busca excusas para hacerla concordar con lo que
esperaba ver.
Es solo cuando una amenaza de castración ha llegado a influir sobre él, que dicha
muy diversas y trascendentes, un ejemplo es que una vez la mujer ha aceptado su herida
influencia de las personas que intervienen en su educación, esto advierte una ola de
la niña, con el objetivo de abrir espacio al desarrollo de su femineidad (S. Freud, 1916).
puesto que lo precede y prepara las repercusiones del complejo de castración, mientras
1916).
de carácter edípico, dentro del espacio terapéutico empiezan a surgir relaciones que
vivencias edípicas a la relación con el terapeuta hombre o mujer, padre o madre; en ese
sentido, la triada Edipo, transferencia y sexo del terapeuta guiará de alguna manera el
que el paciente sustituye una persona del pasado por el analista, la cual puede ser su
madre o su padre reviviendo así las situaciones edípicas, siendo este proceso
repetición dependerá tanto del sexo del paciente como del analista. Por ejemplo, en el
caso de una paciente que fue abusada por su padre, si su terapeuta es un hombre, ella
constelación edípica, una vivencia paso del ámbito psíquico al real, repercutiendo en una
Una repercusión de la fase edípica es por ejemplo el hecho de que el primer amor
para el sujeto alguna característica similar con la madre o el padre. Debido a que en el
desarrollo psicosexual del adolescente sus primeros objetos remitirán a lo edípico y por lo
1993). Esto mismo se puede dar en la relación terapéutica, si el terapeuta presenta una
característica similar con el padre o la madre del paciente, facilitando así el proceso
transferencial.
El Sexo del Terapeuta 46
DISCUSIÓN
Partiendo de la idea de que una relación terapéutica tiene como punto clave la
relación con el otro, es decir que se establece una relación bipersonal entre el analista y el
paciente, existen características personales que no pueden ser ignoradas, una de ellas y la
central en este trabajo es el sexo del terapeuta; puesto que innegablemente desde el
momento en que el paciente tiene contacto con él, lo apreciará como hombre o como
mujer. Este factor tendrá influencia en ciertos fenómenos que involucran el proceso
o limitar el análisis.
A grandes rasgos podemos decir que, sea cual fuere la composición de la díada
vivenciales guiadas por el sexo tanto del paciente como del terapeuta, sin importar el
frente a dos perspectivas teóricas que nos pueden dar luces frente a esto: la teoría del
primer contacto del paciente con su terapeuta, el sujeto se hará una idea general de la
persona que tendrá al frente, basándose en la información que tenga a su alcance, el sexo
será en este punto un factor que entrará en juego y el paciente construirá dicha idea, de
bastante explicativo, en donde los niños son moldeados hacia ciertas conductas típicas
puede generar en algunas circunstancias donde los consultantes, cuyos valores sociales y
esquemas culturales son distintos a los del terapeuta, dificultando la interacción analítica.
Todos estos aspectos son relevantes, ya que la conducta de género, varía entre culturas y
cultural, ha establecido y reafirmado ciertas conductas como típicas para cada sexo,
conductas que en muchos casos son moldeadas tanto por el ambiente físico, como por el
ambiente social. Siguiendo esta idea, debemos tener en cuenta aquellos casos en donde
un paciente ha tenido una serie de vivencias culturales distintas a las vividas por el
puede ser un individuo que provenga de una sociedad matriarcal, donde los preceptos
planteado por Freud frente a la teoría de la transferencia, puesto que el paciente revestirá
dos tipos de comprensión de la situación transferencial a los que Strachey se refirió como
caso, el sexo del analista tiene relevancia secundaria, ya que lo importante es la presencia
de un sujeto (terapeuta) que haga posible el desvío del foco de interés y de esta manera
El Sexo del Terapeuta 48
evitar que la cadena asociativa continúe en una dirección que el paciente siente como
potencialmente peligrosa.
caso el sexo del analista un factor limitante. Mientras que en un analista hombre podría
tanto del sexo del paciente como del analista, llevando a que el paciente sustituye una
persona del pasado por el analista, la cual puede ser su madre o su padre, facilitando la
hombre podría revivir en él una serie de vivencias como por ejemplo la angustia, pero
y por ende tratadas; mientras que si se encuentra con una terapeuta, el paciente no
el paciente.
esta etapa se centra en la relación con la madre y los cuidados que ella provee a su hijo.
Se puede pensar que un paciente (ya sea hombre o mujer) acuda a una terapeuta buscando
dichos cuidados maternales, no obstante, en los hombres es más común una transferencia
de carácter sexual, dado que durante la fase edípica se establece con la madre una
del tratamiento, mientras que la transferencia de la figura paterna aparece más tarde.
Sólo en pacientes con regresiones muy graves, es decir, sujetos con trastornos
primarios o una grave alteración de su contacto con la realidad, se puede ver la aparición
de la transferencia materna y paterna con total independencia del sexo del analista, puesto
que no poseen la capacidad de distinguir el sexo real del terapeuta. Esto también se puede
cognitivo, lo cual lo llevará a que no perciba el sexo del terapeuta, por lo que este factor
influencia del sexo real del analista puede llegar a ¨filtrarse¨ y actuar indirectamente en
identificación concordante llevará al analista a identificarse con el deseo del paciente por
un objeto de su propio sexo y a conectarse por lo tanto con ciertos componentes propios
contrario.
el deseo del paciente sino con el objeto deseado por éste, poniéndose entonces en juego
aquellos atributos personales del analista que pueden llegar a tener un peso importante
durante el desarrollo del proceso analítico. El sexo del terapeuta será un factor que
influirá de manera notable en el desarrollo del proceso analítico y que según el caso y el
conflictos del paciente ya sean de carácter preedípico o edípico, dado que en algunos
casos, el hecho de que un terapeuta sea hombre o mujer ayudará a solapar conflictos que
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