La mayoría de las veces, una consulta médica es imprescindible, pues sin tratamiento el
cuadro no mejor y, por el contrario, tiende a empeorar.
Pero, en ocasiones, los síntomas son más leves y no impiden continuar con una vida más
o menos normal, aunque son una fuente de sufrimiento para quien los padece.
En este artículo les mostraremos como sobrellevar esos momentos y vivirlos en realidad
como una oportunidad de crecimiento personal.
Cambiando de actitud
A veces las incertidumbres que aparecen ante una situación o las dudas que nos llevan a
deprimirnos son herramientas que nos pueden ayudar a que en un futuro no cometamos
los mismos errores o no vivamos las mismas situaciones.
Todo se basa en un cambio de actitud. El ser humano siempre en una situación límite
tiende a reconocer sus valores internos, y busca la paz interior.
Algunos de los casos emblemáticos que llevan a la depresión son una pérdida irreparable
de alguna persona, una enfermedad crónica, el temor al paso del tiempo, etc.
Lo esencial es saber estar bien con uno mismo. Uno no puede cambiar el mundo o la
realidad en la que vive, pero sí puede cambiarse a si mismo.
Ampliar la conciencia y saber como modificarse es una tarea que lleva tiempo de
aprendizaje.
Hay que quitarse las palabras negativas de la mente, como por ejemplo: “no puedo”,
“imposible”, “es muy difícil”, etc.
Cuando uno se dispone a cambiar, luego notará que la relación con su trabajo, sus
amigos, su familia mejorará notablemente.
La verdad está en encontrar esa paz interior y vivir cada instante de la vida como una
situación única e irrepetible, y saber aprovecharla.
7. Poder convertirse en personas que ven a través del amor una unión, y no estar
pensando todo el tiempo en un error que los lleve a la desunión.
9. Tener paz interior, más allá de lo que esté ocurriendo a nuestro alrededor.
11. No temerle a la muerte o al dolor, tener en claro que el amor es eterno y nunca falta.
12. Siempre tener en cuenta a los demás, dando amor o pidiendo ayuda.