Actividades Pesqueras:
La pesca es el arte de sacar (del agua) y capturar peces y otras especies acuáticas para el consumo
humano. Originariamente era el sustento de algunas poblaciones costeras o isleñas. Actualmente se
han industrializado los sistemas de pesca, aunque en algunos países se siguen usando artes de pesca
tradicionales o artesanales, para la obtención de recursos hidrobiológicos.
También ha derivado esta actividad al ocio, como ocurre con otras como la caza deportiva, pasando
a considerarse un deporte.
Principalmente, habría que dividir esta actividad en dos grandes grupos: uno sería el de la pesca que
se practica en aguas continentales (ríos, lagos, etc.) y otro el de la que la actividad se desarrolla en
la masa de agua oceánica. Esta distinción suele realizarse también a nivel legislativo, ya que esta
actividad esta regulada por los diferentes estados del mundo, correspondiendo las competencias en
la materia a diferentes estados o administraciones.
La industria pesquera es la actividad comercial de pescar y producir pescado y otros productos
marinos para consumo humano o como materia prima de otros procesos industriales. Según
estadísticas de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la producción
pesquera mundial en 2001 fue de 130,2 millones de toneladas. Además de las capturas comerciales,
37,9 millones de toneladas fueron producidas en plantas acuícolas.
En los años '90 y lo que va de los 2000 se ha hecho cada vez más evidente que la explotación
pesquera a diezmado severamente las poblaciones de ciertos tipos de pescados marinos, tales como
el bacalao, que según el Fondo Mundial para la Naturaleza podría desaparecer en 15 años a ese
ritmo. La explotación pesquera, sobre todo la industrial, ha ocasionado no pocos problemas a lo
largo de su historia.
Desde tiempos remotos, el hombre ha buscado alimentarse y encontró una solución a esa necesidad,
entre otras actividades, en la pesca. Sin embargo, al observar la necesidad creciente de la demanda
de dicho alimento, se vio obligado a incrementar la captura de especies hidrobiológicas, creando
métodos para obtener volúmenes cada vez mayores de pesca a un bajo costo o precio. Con el
tiempo, esta empresa se fue industrializando.
La situación sufre un cambio cuando el hombre se vuelve sedentario, la tasa de natalidad aumenta y
las concentraciones humanas se densifican y crecen. La pesca, entonces, tanto marítima como
continental, se vuelve depredatoria. Ante estas circunstancias, ciertos sectores prevén que los cursos
de agua continentales quedaran sin población de especies acuáticas (peces, moluscos, crustáceos,
etc.). En consecuencia, el área perdería su productividad y quedaría desolada o estéril para esta
actividad extractiva.
Producto de la potencial depredación de las zonas pesqueras del mundo, el ser humano impuso
leyes, reglas y límites a la actividad pesquera para proteger las especies hidrobiológicas y evitar así
su total desaparición. Sin embargo, en algunas zonas pesqueras, los actos preventivos de este tipo
no dan los resultados deseados al no llevarse un buen control de los mismos.
En algunos países, para evitar la depredación, se promueve la crianza de especies comestibles en
cursos de agua o en estanques naturales o artificiales; suele tratarse de especies hidrobiológicas
cuyo consumo tiene una gran demanda. De esta forma, se establecen granjas piscícolas que evitan
en cierta medida la depredación de la especie.
En Venezuela se acaba de introducir una ley que prohíbe la pesca de arrastre, motivado al inmenso
daño que ocasiona en la fauna marina.
Actividades Comerciales:
Se denomina comercio a la actividad socioeconómica consistente en la compra y venta de bienes,
sea para su uso, para su venta o para su transformación. Es el cambio o transacción de algo a
cambio de otra cosa de igual valor.
Por actividades comerciales o industriales entendemos tanto intercambio de bienes o de servicios
que se afectan a través de un mercader o comerciante.
El comerciante es la persona física o jurídica que se dedica al comercio en forma habitual, como las
sociedades mercantiles.
Actividades Industriales:
La humanidad siempre ha tenido la necesidad de transformar los elementos de la naturaleza para
poder aprovecharse de ellos. En un sentido genérico a esa transformación de la naturaleza es a lo
que podríamos llamar industria. Al elemento de la naturaleza que vamos a transformar le llamamos
materia prima y al objeto transformado y dispuesto para usar lo llamamos producto elaborado. Si el
producto obtenido necesita una segunda elaboración se trata de un producto semielaborado, como
por ejemplo las planchas de acero que aún deben usarse para hacer coches, o clavos.
La industria fue el sector motor de la economía desde el siglo XIX y hasta la segunda guerra
mundial la industria. Era el sector económico que más aportaba al producto interior bruto (PIB), y el
que más mano de obra ocupaba, pero desde entonces y con el aumento de la productividad gracias a
la mejora de las máquinas, y el desarrollo de los servicios, ha pasado a un segundo término. Sin
embargo, continúa siendo esencial, puesto que no puede haber servicios sin desarrollo industrial.
Hacia finales del siglo XVIII, y durante el siglo XIX, el proceso de transformación de los recursos
de la naturaleza sufre un cambio radical, que se conoce como revolución industrial. Este cambio
consiste, básicamente, en la disminución del tiempo de trabajo necesario para transformar un
recurso en un producto útil, gracias a la utilización, en el proceso, de máquinas. Esto permite
reducir los costes unitarios, y aumentar la productividad, si bien es necesario incrementar los costes
totales, lo que hace imprescindible la acumulación de capital. Para entonces está plenamente
asentado en modo de producción capitalista, que pretende la consecución de un beneficio
aumentando los ingresos y disminuyendo los gastos. Con la revolución industrial el capitalismo
adquiere una nueva dimensión, y la transformación de la naturaleza alcanza límites insospechados
hasta entonces.
Gracias a revolución industrial las regiones se pueden especializar, sobre todo debido a la creación
de medios de transporte eficaz, un mercado nacional y otro internacional, lo más libre posible de
trabas arancelarias y burocráticas. Algunas regiones se van a especializar en la producción
industrial, conformando lo que conoceremos como regiones industriales.
El capital de inversión, en Europa, procede de la acumulación de riqueza en la agricultura. El
capital agrícola se invertirá en la industria y en los medios de transporte necesarios para poner en el
mercado los productos elaborados.
En principio los productos industriales harán aumentar la productividad de la tierra, con lo que se
podrá liberar fuerza de trabajo para la industria y se podrán obtener productos agrícolas
excedentarios para alimentar a una creciente población urbana, que no vive del campo. La
agricultura, pues, proporciona a la industria capitales, fuerza de trabajo y mercancías. Todo ello es
una condición necesaria para el desarrollo de la revolución industrial.
En los países del Tercer Mundo, y en algunos países de industrialización tardía, el capital lo
proporciona la inversión extranjera, que monta las infraestructuras necesarias para detraer la riqueza
y las plusvalías que genera la fuerza de trabajo; sin liberar de las tareas agrícolas a la mano de obra
necesaria, sino sólo a la imprescindible. En un principio hubo de recurrirse a la esclavitud para
garantizar la mano de obra. Pero el cambio de la estructura económica, y la destrucción de la
sociedad tradicional, garantizó la disponibilidad de suficiente fuerza de trabajo asalariada y
voluntaria.
Raíces, tubérculos y plátanos. El consumo mundial de estos cultivos como alimento humano ha
estado disminuyendo, pero para 19 países (todos ellos africanos) sigue representando más de una
quinta parte, y en ocasiones hasta la mitad, de toda la energía proporcionada por los alimentos. En
el África central y occidental húmeda, en República Unida de Tanzania y Madagascar predomina la
mandioca, mientras que en Ruanda son más importantes los plátanos y en África occidental y
Burundi la mandioca y la batata. Dado que la mayoría de estos países tienen un consumo global de
alimentos bajo (menos de 2 200 kcal/día) estos cultivos desempeñan un papel crucial en la
seguridad alimentaria. En el período hasta 1997-99, Ghana y Nigeria hicieron avances considerables
con respecto a la seguridad alimentaria mediante el incremento de la producción de esos cultivos,
pero en la mayoría de los 17 países restantes el consumo per cápita se estancó o disminuyó. La
disminución en el consumo mundial de raíces y tubérculos tradicionales ha ido acompañada de una
desviación gradual hacia la patata en algunas zonas. Una gran parte de esta tendencia se explica por
China, donde millones de agricultores y consumidores han cambiado el consumo de batata por
patata.
Se prevé que la demanda media de raíces, tubérculos y plátanos aumente de nuevo en los países en
desarrollo, en los que la batata y la patata adquirirán una importancia especial como piensos. En los
años noventa, el uso como pienso de mandioca importada en la UE se disparó a consecuencia de los
altos precios nacionales para los cereales, pero disminuyó tan pronto como la reforma de la Política
Agrícola Común hizo bajar los precios de los cereales. La producción de mandioca para su
exportación como pienso ha sido un factor importante para el aumento de la superficie cultivada en
países como Tailandia, tendencia que se asocia con frecuencia a la deforestación.
Actividades Mineras:
Son actividades de la industria minera, las siguientes: cateo, prospección, labor general, beneficio,
comercialización y transporte minero. La calificación de las actividades mineras corresponde al
Estado. El ejercicio de las actividades mineras excepto el cateo, la prospección y la
comercialización, se realiza exclusivamente bajo el sistema de concesiones, al que se accede bajo
procedimientos que son de orden público. Las concesiones se otorgan, tanto para la acción
empresarial del estado, cuanto de los particulares, sin distinción ni privilegio alguno.
La explotación de recursos minerales es fundamental para la economía del país. Aparte de la
atención especial que se da a la explotación del hierro y de la bauxita en el estado Bolívar, destaca
la movilización en su territorio y en otras regiones del país del carbón, la sal, el fosfato, el
manganeso, las calizas, el níquel, el oro, los diamantes, con excelentes expectativas en éstos y otros
minerales.
A la tradicional explotación del carbón que ha continuado en las minas de Lobatera en el estado
Táchira, en las minas de Naricual y de Fila Maestra en Anzoátegui, se agrega desde 1987 la
explotación del yacimiento a cielo abierto de Paso Diablo en Guasare en el estado Zulia, donde se
está obteniendo la mayor parte del carbón nacional. La producción de carbón que era sólo de 57.000
toneladas en 1986 asciende en la actualidad a 5.552.000 toneladas anuales. Al ritmo actual de
producción, las reservas nacionales de carbón, que ascienden a más de 10.000 millones de
toneladas, alcanzarán para 259 años. Tienen gran importancia las reservas zulianas de 8.578
millones de toneladas de carbón en el sector septentrional de la Sierra de Perijá, entre los ríos
Cachirí y Guasare.
La mayor parte de la producción anual de sal que asciende a 510.000 toneladas de sal bruta,
115.000 de sal refinada y 57 de sal mineralizada, proviene de las salinas mecanizadas emplazadas
en la península de Araya, estado Sucre. El resto de la producción se obtiene de las salinas y
refinerías de los Olivitos en Ancón de Iturre, estado Zulia; salinas de las Cumaraguas, estado Falcón
y otras pequeñas salinas.
Son extraordinarias las reservas de rocas fosfáticas, materia prima de fertilizantes e industrias
petroquímicas, que ascienden a 2.720 millones de toneladas, especialmente en el Táchira y en los
depósitos falconianos de Riecito y Lizardo, las cuales se han utilizado en la Petroquímica de Morón.
Los yacimientos tachirenses de Monte Fresco están produciendo anualmente 57.400 toneladas de
rocas fosfáticas.
Se ha iniciado la explotación del yacimiento de níquel en Lomas de Hierro, en Aragua al sur de
Tejerías. De grandes posibilidades podría ser el despegue de la explotación de las reservas de
mineral de manganeso en el estado Bolívar, con importantes reservas asociadas con los yacimientos
de hierro del complejo de Imataca, además de otros tipos de reservas de Upata, Guacuripia, Cerro
San Cristóbal al noroeste de la cuenca del río Botanamo y en las inmediaciones del río Aro. Hay
indicios de minerales radioactivos en Sierra de Perijá y Amazonas.
Abundan en el país yacimientos de minerales no metálicos, produciéndose anualmente 614.000
toneladas de arcilla, 102.000 toneladas de arenas silíceas, 5.009.000 toneladas de caliza y dolomita
que han posibilitado la instalación de varias fábricas de cemento, como las que se reconocen en El
Yacual y Cotúa en Sucre, y Pertigalete en Anzoátegui; 10.000 toneladas de caolín; 149.000
toneladas de feldespato, 123.000 toneladas de yeso y grandes cantidades de granito, mármol, arena
y grana, materias primas para la industria de la construcción.
En varios paisajes se reconocen diversos tipos de minerales de oro, en especial en los estados
Bolívar y Amazonas, tanto en vetas como en aluviones, representando su potencial
aproximadamente el 12% de las reservas probadas mundialmente. Debido al contrabando y
extracción ilegal se registra sólo una producción anual de 14.000 kilogramos de oro, proporcionadas
por la compañía estatal MINERVEN en El Callao y, en menor medida y con un grave deterioro
ambiental, por pequeños mineros que trabajan en áreas de libre aprovechamiento. Por problemas de
resguardo ecológico se han suspendido las explotaciones de oro en la reserva forestal de Imataca.
Cuando mejoren las condiciones del precio del oro en el mercado mundial se reanudará el gran
proyecto de la mina de oro de Las Cristinas, estado Bolívar, de la compañía canadiense Placer
Dome Inc. y la Corporación Venezolana de Guayana, que producirá 530.000 onzas de oro al año.
Ha descendido la producción de diamantes en el país, con una producción de 314.000 quilates al
año en diversos depósitos aluvionales en el estado Bolívar