La ola imparable
Por Martín Granovsky
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El propio Pepe Mujica suele levantar una ceja cuando lo dice: “Quieren hacernos pelear entre
nosotros”. Y agrega: “No hay que darles el gusto”. No le pone sujeto a la frase, y eso es parte
de su picardía política, pero la repite cuando queda involucrado en una situación que no buscó:
la de un Pepe caricaturizado como una suerte de oriental moldeado a gusto del establishment.
El 30 de marzo, Mujica dijo durante un acto en la embajada argentina: “No soy hombre de
lamentarme ni de lamerme las heridas. Aprendí que en la vida hay deudas que nunca se pagan
y cuentas que nunca se cobran. Elijo, sin olvidar el pasado, mirar hacia adelante”.
Sus críticos por izquierda hicieron lo mismo que sus aduladores por derecha: esquivaron la
expresión “sin olvidar el pasado”. Es decir, quisieron menemizarlo.
El problema para Mujica es que hasta la votación de ayer en el Senado parecía eterno el vigor
de dos consultas vinculantes. Una en 1989, por la que la mayoría del pueblo se pronunció a
favor de la impunidad para los militares que habían violado los derechos humanos. Otro
referéndum, con el mismo resultado, se realizó en octubre de 2009, junto con las últimas
elecciones presidenciales que ganó, justamente, Mujica. Dirigentes del Frente Amplio
acostumbran reflexionar que la simultaneidad fue un error. El tema no estaba candente y los
candidatos se concentraron en sus campañas, con lo cual una consulta que podría haber
tenido otro resultado en otro momento, por ejemplo en estos días, repitió la frustración del ’89.
Uruguay tiene una característica peculiar. Salvo la consulta sobre la caducidad, cada
referéndum dio un triunfo a la izquierda. Logró mayoría para rechazar una Constitución que
quería dejar de regalo la dictadura, para oponerse a la enajenación de empresas públicas y
para que no se privatizaran el agua potable y las cloacas. En la última victoria, en particular, sí
fue útil la simultaneidad entre la campaña por el agua y la presidencial. Como el tema estaba
instalado en la discusión cotidiana de los uruguayos, Tabaré Vázquez y el Frente Amplio lo
capitalizaron para vencer en las presidenciales del 31 de octubre de 2004, que dieron lugar al
primer gobierno del Frente el 1º de marzo de 2005.
La coalición de gobierno quedó, así, en una disyuntiva. Por un lado las consultas ya eran parte
de su tradición política de legitimación popular. Por otro, en materia de derechos humanos
habían dado un resultado contrario al que buscaban. Con otra singularidad más: incluso en
medio de la vigencia de la Ley de Caducidad de 1986, el avance en la comprensión cada vez
más masiva del pasado dictatorial permitió o sirvió de presión, según el caso, para que una
parte de la Justicia encontrara recovecos legales y pudiera juzgar a oficiales en actividad y en
retiro. A la vez, Mujica recortaba presupuesto a las Fuerzas Armadas. Este cuadro explica la
discusión intensa sobre el tema dentro del Frente Amplio. El FA decidió por mayoría reformar la
Ley de Caducidad. Por respetar esa mayoría es que anunció la renuncia a su banca de
senador el ex dirigente tupamaro Eleuterio Fernández Huidobro, preso de la dictadura como
Mujica, quien insistió en que seguiría comprometido con el gobierno y el FA. Fernández
Huidobro votó a favor de la iniciativa por disciplina partidaria, al revés de su colega Jorge
Saravia, que votó en contra. Recién después Fernández Huidobro renunció. La renuncia es una
facultad individual. El voto es una decisión política, es decir de compromiso colectivo.
“La Ley de Caducidad carece de efectos por su incompatibilidad con la Convención Americana
y la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas”, dijo este año en el
caso Gelman vs. Uruguay el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que desató
la discusión de ayer en el Senado.
Más allá del debate en Uruguay y sus costos –si es que los tiene–, quizá convenga inscribir el
fallo de la Corte Interamericana y sus consecuencias en una ola que supera a los uruguayos,
piensen lo que piensen y hayan adoptado la táctica que fuese: la ola del Derecho Internacional
de los Derechos Humanos. Los exiliados argentinos y los organismos de derechos humanos
tomaron principios que venían del Juicio de Nuremberg a los jerarcas nazis, el Juicio a las
Juntas de 1985 los recuperó, la doctrina creció con los juicios por la verdad, se hizo más
intensa con la discusión que desató el apresamiento de Augusto Pinochet en Londres, se
consolidó con los juicios en Chile y se afirmó tras la anulación de la Obediencia Debida, el
Punto Final y el indulto. Hasta Brasil de las Fuerzas Armadas intocables creó, con Lula, su
Comisión Nacional de la Verdad para investigar la dictadura 1964-1985 y la presidenta Dilma
Rousseff definió que la cuestión de los derechos humanos –tanto para intervenir contra la
lapidación de una iraní como para cuestionar las torturas de la base norteamericana de
Guantánamo– será parte de su estrategia diplomática.
Una ola imparable.
martin.granovsky@gmail.com
Último Momento
"Yo no tengo que estar reiterando. Lo dije cuando asumí el gobierno. Soy enemigo del veto por
una cuestión de principios. Siempre lo he dicho", aseguró Mujica a Subrayado al ser consultado
sobre si anularía el texto aprobado por el Senado.
A la hora 22.25 de ayer, con los votos de 16 de los 17 senadores del Frente Amplio, el Senado
aprobó el proyecto interpretativo que deja sin efecto los artículos 1°, 3° y 4° de la ley de
Caducidad, vigente desde el 22 de diciembre de 1986.
En único frentista que votó negativamente fue Jorge Saravia, quien ya había anticipado su
posición y realizó un duro discurso.
Entre otras cosas, dijo que como "republicano", Mujica debería vetar la propuesta que atenta
contra la constitución. Sin embargo, Mujica ya anticipó que no lo hará.
"Porque yo fui parlamentario y el Parlamento puede tener muchos defectos pero, en alguna
medida, es la máxima representación. No es una decisión del Ejecutivo vetar una ley del
Parlamento. Le guste o no le guste", dijo el presidente.
El País Digital
Último Momento
El senador del Partido Comunista, Eduardo Lorier, manifestó su preocupación por la renuncia
de Eleuterio Fernández Huidobro a su banca de la Cámara alta aunque le quitó relevancia en
comparación con la ley aprobada.
Lorier dijo a EL PAÍS digital que "lo central, lo importante, fue la votación", en referencia a la
aprobación en el día de ayer de la ley interpretativa que anula la ley de Caducidad.
En ese marco, el legislador comunista le quitó trascendencia a la renuncia de Huidobro, una de
las consecuencias políticas directas que trajo el debate de ayer.
De todos modos, Lorier planteó la posibilidad de que se cree una delegación del Frente Amplio
que busque convencer a Huidobro de no abandonar su banca.
Para el senador comunista la renuncia es un "hecho colateral" y agregó "suceden estas cosas,
no vamos a dejar de ver el bosque por el árbol, a no ser que el árbol quiera ser más grande que
el bosque".
Sobre la situación del senador Jorge Saravia, que se opuso al proyecto y fue en contra de lo
que había mandatado el Plenario Nacional del Frente Amplio, Lorier entendió que es un hecho
que "debe ser analizado por un tribunal de conducta política".
Para el legislador del Partido Comunista, la posición de Saravia era algo "ya anunciado" por lo
que afirmó que ahora resta ver cómo se tramita lo ocurrido en la interna de la fuerza política de
gobierno.
Al ser consultado sobre un posible quiebre en el Frente Amplio a raíz de la votación del
proyecto interpretativo de la ley de Caducidad, Lorier dijo que es algo que "ha pasado muchas
veces" y que se va a superar.
Lorier explicó que no se hizo presente en el Senado para dejarle su lugar a Óscar López
Goldaracena, a quien calificó como "un referente" en el tema derechos humanos.
El País Digital
Último Momento
Fernández Huidobro: "No me quiero
hacer responsable de un error
político"
Los contactos de José Mujica y Eleuterio Fernández Huidobro con la logia militar
"Legión Tenientes de Artigas"
En una entrevista concedida a "Cien" y publicada el pasado 27 de diciembre (ver Comcosur al
Día Nº 1477, del 31.12.07), el líder de la Legión Tenientes de Artigas, Carlos Silva, declaró que
"personalmente" tomó contacto con líderes del Movimiento de Liberación Nacional (MLN) como
José Mujica y Eleuterio Fernández Huidobro.
"Se trató de hacer una especie de declaración conjunta de manera de dar vuelta la página:
"entre nosotros se terminó todo, vamos a seguir para adelante porque no podemos seguir
atados a una división del país para toda la vida". Ellos nunca tuvieron problemas; sí hubo
problemas en otras ramas de la izquierda, que yo identifico como pseudointelectuales, que
siguieron adelante con todo este tema de los derechos humanos", manifestó el coronel retirado.
Cuando fue consultado acerca de quiénes eran los pseudointelectuales de izquierda, Silva
nombró al integrante de la organización de Familiares de Detenidos y Desaparecidos Javier
Miranda y al senador Rafael Michelini. En la entrevista, Silva dijo que el clima cambió con la
instrumentación de la Comisión para la Paz en la administración de Jorge Batlle (2000-2005).
Este organismo fue creado con la finalidad de recopilar información para conocer el paradero
de las diversas personas que se encuentran desaparecidas.
Las fuentes de izquierda consultadas confirmaron que existieron reuniones entre tupamaros y
militares para llegar a un acuerdo pero rechazaron de plano que la declaración conjunta se
frustrara por culpa de Miranda o Michelini. Dijeron que el problema estaba en el seno de las
fuerzas armadas y que incluso llegó a intermediar la Iglesia Católica pero no hubo caso. "Fue
una exploración que quedó en la nada. El horno no estaba para bollos en las fuerzas armadas",
manifestó un alto dirigente frenteamplista.
La excusa de los militares era que un eventual acuerdo "destrozaría la moral interna" de las
fuerzas armadas. Otro veterano dirigente político calificó el argumento militar como un
"sinsentido". "¿Qué pasaba si daba vuelta la página? ¿Se iba a caer el mundo? Si hasta el
Vaticano pidió perdón por los crímenes cometidos por la Iglesia Católica durante la Edad
Media".
La fuente aludió así al reciente procesamiento con prisión del dictador Gregorio Álvarez, quien
en todo momento dijo desconocer la desaparición de un grupo de uruguayos detenidos y, sin
embargo, fue preso. Al ex presidente de facto se le imputó el delito de desaparición forzada.
Pero el silencio de Álvarez fue una pieza clave para su procesamiento con prisión.
En la fundamentación del pedido de procesamiento, el juez Luis Charles expresa: "el escudo de
silencio, levantado por los indagados y testigos militares, con sus tres puntas fundamentales,
esto es, 'no tengo conocimiento', 'yo era administrativo' y 'el responsable está muerto', cede
ante el derecho-deber a saber, el cual no pertenece a personas individuales, ni siquiera a
familias directamente afectadas, sino a la sociedad en su conjunto.
Sobre la entidad del incidente, hay dos versiones. "Usted vaya a saludar a su amigo (José)
Mujica; gracias a él y usted estamos presos acá", reprochó en forma vehemente Álvarez a
Silva, según difundió ayer la emisora FM Gente de Maldonado. Pero Silva, consultado por El
País, negó esa conversación y dijo que sostuvo un diálogo duro con Álvarez donde el ex
presidente de facto se negó a saludarlo. "Lo saludé y me respondió que no me quería saludar.
Le deseé entonces que tuviera suerte y un buen año, a lo que él me respondió que no me
deseaba lo mismo", relató Silva.
Obviamente, la situación de tensión viene de muy profundo, de antes incluso que la propia
dictadura.
RETIRADOS. Según la versión que difundió FM Gente, el desaire de Álvarez a Silva, que se
sorprendió por el hecho, fue presenciado por la mayoría de los militares y policías presos por
violaciones a los derechos humanos. Uno de los miembros de la legión que acompañaba a
Silva se hizo el desentendido luego del comentario de Álvarez.
La cárcel especial de Domingo Arena es frecuentada por militares retirados de alta jerarquía,
pero hasta el momento no han concurrido oficiales en actividad, en particular el actual jefe del
Ejército, Jorge Rosales.
La condición de "iguales" de los presos, sin importar el rango que hayan alcanzado cuando
estaban en actividad, caracteriza el comportamiento y relación en la prisión. Los viejos rencores
que algunos de los uniformados presos tienen con Álvarez quedarán por el momento en
suspenso. Ricardo Arab y José Gavazzo son de los presos que podrían demostrar animosidad
contra Álvarez, dado que ambos fueron obligados a pasar a retiro -por distintos motivos-
durante la gestión del ex presidente de facto como jefe del Ejército.
Largo y sinuoso
De: La Diaria
Alberto Breccia: renuncia de Fernández Huidobro es una "triste consecuencia" de un proceso
que tuvo "algunos desaciertos".
Fue la mayor sorpresa de la jornada. Apenas comenzó su discurso, Eleuterio Fernández
Huidobro dijo que iba a votar el proyecto pero que renunciaría a su banca como senador. "La
unidad de acción es muy preciada como para no tenerla en cuenta", sostuvo, antes de aclarar
que el voto de su sector está "a entera disposición del Frente Amplio, para garantizar los
derechos y la libertad de la mayoría, ya que las mayorías tienen derechos". Pero para el
fundador del MLN-T, se trata de "acatar el mandato popular o llamar a una nueva consulta". La
Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad (CAP-L), según dijo, teme que el proyecto "no
cumpla con lo que se espera de él", en referencia a su posible inconstitucionalidad.
Preguntó para qué la izquierda llamó a dos consultas populares si ahora maneja el argumento
de que "hay delitos que no se pueden plebiscitar". "Si bien creo que las mayorías se están
equivocando, la legitimidad proviene de lo que digan las mayorías. Mañana mismo este pueblo
puede necesitar vitalmente el instrumento que hoy estamos desacreditando", alertó.
Minutos más tarde, en declaraciones a la prensa, Fernández Huidobro profundizó estos temas.
"No tengo cara con la que mirar a la gente a la que tantas veces le fui a pedir firmas para varias
consultas populares [...] Va a haber varios recursos de inconstitucionalidad que a nuestro
entender van a prosperar", aseguró.
El líder de la CAP-L renunciará a su banca después de la Semana de Turismo. Se lo
comunicará formalmente a Mujica y después de eso ocupará "otros lugares de la militancia". Su
banca la ocupará el diputado Carlos Gamou. Ayer alegó que la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) practica una "teoría imperial de los derechos humanos -basándose
en investigar hechos puntuales y no contextos- que descontextualiza para salvar a los
imperialistas": "Si se averiguara quiénes fueron los responsables de todo esto habría que tener
en Domingo Arena al embajador de Estados Unidos", aseguró.
El senador renunciante declaró a la diaria que los abogados de los militares "van a ir a la CIDH
porque también a ellos se les van a estar violando los derechos humanos: el interpretativo viola
la Constitución y los derechos humanos, ya que pasa por arriba de principios jurídicos", entre
ellos la irretroactividad.
Por su parte, el senador Eduardo Lorier (Partido Comunista) dijo que se intentará que el
senador revea su posición. El secretario de Presidencia, Alberto Breccia, mantuvo una charla
telefónica con el senador luego de su anuncio, pero lo hizo "a título personal". Según comentó
a la diaria, le comentó que se trató de un martes "inmensamente triste", al tiempo que lo felicitó
por su "valentía y honestidad intelectual". "Es una triste consecuencia de este proceso que ha
sido llevado adelante con algunos desaciertos", remató.
A los efectos de conocer los alcances jurídicos, más que políticos, de la media sanción al
proyecto de ley interpretativo de la actual Ley de Caducidad de 1986, El Espectador consultó a
dos expertos que tienen visiones muy distintas. Se trata del Dr. Gonzalo Aguirre y del Dr.
Alberto Pérez Pérez.
El abogado constitucionalista, y ex vicepresidente del gobierno de Luis Alberto Lacalle, Gonzalo
Aguirre, comenzó haciendo consideraciones de tono político. En este sentido, dijo que el
partido de gobierno desconoció los pronunciamientos populares que tantas veces utilizó en su
provecho.
Aguirre recordó que Eleuterio Fernández Huidobro acompañó al oficialismo por disciplina
partidaria pero “con tanta violencia en su conciencia” que terminó renunciando a su banca.
Esto, sumado al rechazo de Jorge Saravia, constituyeron “un sacudimiento político grande” en
el Frente Amplio por “el empecinamiento de llevar adelante lo que dos veces en un lapso de 20
años decidió el pueblo en ejercicio de su soberanía”.
Aguirre Ramírez habló de los señalamientos de inconstitucionalidad que tiene la ley aprobada
ayer. “No existe la posibilidad de que un poder representativo, que es un delegado del cuerpo
electoral electo por este, le enmiende la plana”, o sea, “después de éste pronunciamiento el
cuerpo electoral no puede dar marcha atrás, es como si alguien quisiera poner la ley de
empresas públicas de nuevo en el tapete cuando ésta fue revocada por el cuerpo electoral”,
opinó Aguirre.
Aguirre definió la votación de este martes como una “herejía jurídica”. “Supongamos que se
sanciona una ley que instituye una nueva causal de divorcio. Invocando esa causal se
disuelven un sinfín de matrimonios. Muchos de esos ex cónyuges se vuelven a casar y tienen
hijos, pero 10 años más tarde aparece una ley que declara nula la ley anterior. ¿Qué
ocurriría?”, se pregunta, “que los hijos nacidos en los segundos matrimonios pasarían de ser
legítimos a naturales, o peor aún: los ex cónyuges que se hubieran vuelto a casar bajo el
imperio de la ley, ahora nula, pasarían a ser bígamos. Estarían incursos en el delito de
bigamia”, comentó Aguirre.
El texto aprobado, según Gonzalo Aguirre, es de “fatigosa y dificultosa lectura”. “Para eludir
reconocer que se está anulando una ley se emplea una terminología confusa. Se habla de
interpretación obligatoria, aunque es discutible si es interpretativa. Yo creo que innova, cambia
y agrega”, dijo.
Consultado por El Espectador a propósito de la posibilidad de que Gregorio Álvarez y otros
militares presos puedan quedar libres, al aprobarse esta ley, Aguirre dijo que eso “es
discutible”. Él abogado cree que eso no sucederá, porque no fueron presos por la ley de
caducidad, sino por determinados delitos penados en el código penal. “Pero estas dudas
ocurren por sancionar este tipo de leyes tan heterodoxas y tan contrarias a la naturaleza
jurídica”, concluyó Aguirre.
Por su parte el abogado y experto en derecho constitucional, Alberto Pérez Pérez cree que la
discusión no pasa por ver si es o no inconstitucional esta ley aprobada ayer en el Senado, sino
por saber si era o no necesaria y si por si sola va a lograr la finalidad buscada por quienes la
redactaron.
“La ley en si misma era innecesaria desde que tenemos una sentencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos que nos dice que es inapelable que los artículos 1, 3 y 4
son manifiestamente incompatibles con el pacto de San José de Costa Rica y que no pueden
ser obstáculo para castigar las violaciones a los DDHH”, dijo Pérez.
Aguirre había dicho que la nueva ley interpretativa está desconociendo la cosa juzgada, y al
desconocerla, se está desconociendo la separación de poderes. Pérez no lo ve de la misma
forma. Él entiende que no hay cosa juzgada en la Ley de Caducidad: “para empezar no hay
cosa juzgada, esa ley es inconstitucional desde su creación e impidió que se juzgara a los
responsables”, dijo el abogado, al tiempo que agregó “no hay cosa juzgada, lo que ha habido
son decisiones del Poder Ejecutivo al que se le atribuye una competencia de hacer cosas del
Poder Judicial. Esto restablece, el tema es si era necesario hacerlo por ley o dar sentencia al
dictamen de la Corte Internacional de Derechos Humanos”.
El líder de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, dijo en determinado momento que el sistema
jurídico nacional no se puede supeditar al sistema jurídico internacional porque eso sería
abdicar de la soberanía propia. Pérez Pérez dijo que los que piensan así entendieron mal,
porque es exactamente al revés.
“Es al revés, lo entendieron mal porque varios de esos legisladores son los que en su día
votaron para ratificar el pacto de San José de Costa Rica y lo hicieron por un mensaje del
Ejecutivo donde se aceptaba la competencia de un orden supra- nacional, pero tenemos que
entender que hay principios que no se pueden violar en ningún derecho”, sentenció el
especialista.
Con respecto al plebiscito para derogar la ley de caducidad de octubre de 2009, Pérez Pérez
entiende que la gente no se pronunció respecto a la ley, sino al proyecto de anular la ley por vía
constitucional. Justificó, de todos modos, la decisión de este martes al insistir que la Ley de
Caducidad es contraria al derecho internacional.
Público presente en las barras del Senado, anoche, tras finalizar la votación del proyecto
interpretativo de la Ley de Caducidad. Foto: Victoria Rodríguez
Algo caduca
El Senando votó el proyecto interpretativo de la Ley de Caducidad; Fernández Huidobro
renunciará a su banca y fue cuestionado el futuro de la consulta popular como herramienta
política.
El resultado de la votación, anoche a las 23.00, fue el previsible: 16 votos del Frente Amplio
(FA) se impusieron sobre los 15 de la oposición y del insurrecto Jorge Saravia, y el proyecto
intepretativo de la Ley de Caducidad tiene media sanción. Todas las miradas estaban puestas
en el líder de Patria Grande, que aparecía como la figura estelar de la sesión, que duró casi 13
horas, hasta que Eleuterio Ferrnández Huidobro anunció que renunciaba a la banca y
literalmente toda la prensa ingresó a su despacho.
Los fachos:
Mañana jueves, a la hora 11.30, tendrá lugar en la sede del Círculo Militar, el acto
conjunto con el Centro Militar de Homenaje a los Caídos en la Lucha Contra la Sedición, que
se realiza anualmente. El programa a desarrollarse es el siguiente: Himno Nacional, oratoria del
presidente del Círculo, Ricardo J. Galarza, ofrenda floral y Toque de Silencio.
22.30 horas. Macarena Gelman, entre otros, saluda la votación del proyecto.
Luego que el Senado aprobó en general y en particular el proyecto interpretativo de la Ley de
Caducidad, el Partido Colorado a través del senador Tabaré Viera impugnó en los hechos la
decisión de la Cámara alta, al señalar que el legislador oficialista Oscar López Goldaracena
estaba impedido de sufragar por ser patrocinante de varios casos vinculados a los derechos
humanos.
La situación llevó a la izquierda a pedir un cuarto intermedio. El presidente del Senado, Danilo
Astori, consideró que estaba cuestionada la actuación de la mesa de la Cámara alta y puso a
votación el tema. Por 16 votos en 31 se respaldó lo actuado por la mesa. El proyecto ingresará
a Diputados para ser aprobado el 4 de mayo, según el cronograma previsto por el FA. El
senador Jorge Saravia no acompañó al oficialismo y votó también en contra del planteo de
Astori. La aprobación de la iniciativa tuvo como primera consecuencia dentro del oficialismo la
renuncia a la banca del senador Eleuterio Fernández Huidobro.
Solo una hora antes de que hiciera uso de la palabra en sala, el conductor de la CAP-L
comunicó a algunos integrantes del FA su decisión de acatar la resolución de la dirección de la
izquierda, pero que dejaría su banca por entender que se debía respetar "el resultado popular"
de los dos plebiscitos.
La decisión del senador oficialista alteró el clima de la sesión, al convertirse en el hecho político
más significativo, que opacó en parte la aprobación del proyecto.
La alteración se produjo no sólo porque la mayoría de sus compañeros de bancada no sabían
que iba a renunciar a la banca, sino porque sus mismos argumentos fueron recurridos por la
oposición hasta que concluyó la sesión.
Al conocer la decisión de Fernández Huidobro, el presidente José Mujica se trasladó al
Parlamento para reunirse con el legislador renunciante (ver nota aparte). Unos minutos antes,
al ingresar a la sala para hacer uso de la palabra, Fernández Huidobro estuvo acompañado por
sus dos secretarios y los diputados Carlos Gamou quien lo remplazará en la banca y Carlos
Bouzas. No obstante, el primer suplente de Fernández Huidobro es el ministro de Defensa, Luis
Rosadilla, quien se estima que se mantendrá en el cargo.
La maratónica sesión de más de 12 horas estuvo signada por la defensa cerrada de los
senadores de la coalición del proyecto interpretativo pese a la disidencia de Saravia y la
discrepancia del propio Huidobro, quien calificó de "error" la iniciativa de la izquierda y los
cuestionamientos de los legisladores de los lemas tradicionales. El también disidente Rodolfo
Nin Novoa pidió licencia y en su lugar ingresó su suplente Gustavo Guarino. Blancos y
colorados acusaron al FA de afectar "la democracia", no respetar el resultado de "las urnas" y
sentar un precedente calificado de "grave". Ante la presencia de Macarena Gelman, dirigentes
del PIT-CNT, familiares e hijos de desaparecidos y algunas decenas de personas que ocuparon
las barras, el oficialismo optó por no hacer comentarios en sala sobre la actitud de Saravia y
lamentó la decisión de Fernández Huidobro. Integrantes del Partido por la Victoria del Pueblo
anunciaron su decisión de remitir el caso de Saravia al Tribunal de Conducta Política del FA, a
pesar de no ser la estrategia que pensaba llevar adelante el resto de los grupos de la coalición,
que apuntaba a bajarle el perfil al tema. Por su parte, Saravia dijo a LA REPUBLICA que se
ajustará a las consecuencias que adopte el FA, aunque dejó la puerta abierta para dejar la
coalición. Admitió que su compromiso "es con el presidente Mujica, que fue quien me fue a
buscar a mi casa para que me sumara al proyecto político. Mi compromiso es apoyar al
Presidente". Informó además que se reunirá con el mandatario el lunes 25 de abril, en horas de
la tarde, oportunidad en la que le presentará el proyecto que habilita a los integrantes de las
Fuerzas Armadas a realizar funciones vinculadas a la seguridad en barrios problemáticos (ver
nota aparte)". El "pacto del club naval" fue constantemente recurrido por los senadores blancos,
los cuales no ahorraron críticas y reproches a la izquierda por haber aceptado la salida de la
dictadura con el líder Wilson Ferreira Aldunate "preso y proscrito". Los colorados, en tanto,
insistieron sobre "la inconstitucionalidad" del proyecto, evocaron en forma reiterada los hechos
de violencia sucedidos en las décadas de 1960 y 1970, la teoría de "los dos demonios", y
reprocharon que la izquierda a su entender solo haya atendido a las víctimas de la dictadura y
no así a las de la guerrilla. En ese sentido, recordaron el proyecto avalado por el ex presidente
Tabaré Vázquez, que contempla un resarcimiento económico a los familiares de quienes
murieron víctimas de la guerrilla. López Goldaracena terminó las intervenciones pasadas las
22.20 horas, al señalar que "hoy más que nunca la opción es entre barbarie y derecho, el
reafirmar la justicia como modelo innegociable", dijo quien ofició de miembro informante.
"Este proyecto interpretativo brinda un instrumento por el cual las normas de impunidad de la
Ley de Caducidad serán removidas. Estamos cumpliendo con el derecho internacional de los
derechos humanos. Todos saben que estoy convencido de que esta ley nunca debió haber
existido", advirtió el senador. "La bancada mayoritaria entendemos que por el futuro debe ser
votado y se convierta en ley antes del 20 de mayo, para tener un 20 de mayo sin impunidad",
añadió el legislador... Por iniciativa del propio Saravia, la votación fue nominal. La moción fue
afirmada además por el líder de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga.
Durante el debate el dirigente blanco calificó de "mamarracho jurídico" a la Ley de Caducidad,
pero al mismo tiempo advirtió que el proyecto del FA era "groseramente inconstitucional".
Fustigó que se "violente la voluntad popular" y opinó que la actitud de la izquierda "afecta la
calidad de la democracia". En una posición similar se pronunció el líder herrerista Luis Alberto
Lacalle, quien consideró que los actos de violencia en el país se produjeron "por el veneno
castrista que prendió", en referencia a la revolución cubana y a Fidel Castro.
Republicano
Previo al anuncio de la renuncia de Fernández Huidobro a la banca, Saravia realizó una
argumentación en la que no escatimó críticas hacia el oficialismo. Sostuvo que la votación
representaba una "violación a la Constitución". Recordó que apoyó y militó por los dos
plebiscitos a favor de la derogación y anulación de la Ley de Caducidad, pero por su condición
de "republicano" votaba en contra.
"No se puede interpretar al pueblo, es un ataque cívico al pueblo. Es un ataque a la credencial
en el bolsillo. Es un atropello", advirtió. Con la Constitución en la mano, Saravia evocó a Wilson
Ferreira y a Aparicio Saravia. "La democracia republicana se renueva con la garantía. Ese es el
ser republicano", aseveró.
Guarino, en cambio, dijo que "hay senadores (por la oposición) muy preocupados por las
consecuencias terribles que va a tener esta votación en el FA. Votamos sin violencia, porque es
un tema especial, esencial para la convivencia democrática, porque si no se respetan los
derechos humanos, difícilmente puedan desarrollarse sociedades sanas". "Voto con
tranquilidad, sin unidad de acción no se puede avanzar. Por eso vamos a votar con convicción.
Solo así se tienen partidos políticos fuertes.", expresó. "Creo que en una democracia
representativa republicana es legitimo que el Parlamento vote una ley. No hay ilegitimidad
alguna", alertó.
También defendió la actuación del ex presidente Tabaré Vázquez al resaltar que "el primer
dictador y hasta el último están presos. No creemos en la teoría de los dos demonios", expresó
Guarino.
En la misma línea el senador Luis Gallo consideró "que en democracia" no todo "es absoluto"·,
en alusión al comentario de Vázquez respecto a que no siempre "la mayoría tiene razón". "La
Ley de Caducidad es la violación más fragrante de los derechos humanos", dijo Gallo al citar
opiniones de juristas. Esta ley debe ser letra muerta, no estamos vulnerando los principios
constitucionales", precisó el senador de Asamblea Uruguay.
En tanto, el senador Luis Alberto Heber dijo que siempre el FA reprochará al Partido Nacional
por haber apoyado la Ley de Caducidad, mientras que los blancos harán lo mismo por "el pacto
del Club Naval".
Afirmó que su madre fue una "mártir" del régimen militar.
"¿Por qué no se quiso derogar? "¿Hubo un segundo pacto con los militares?", preguntó el
senador nacionalista. Propuso que el proyecto sea puesto a consideración nuevamente de la
ciudadanía, para que el resultado tenga legitimidad.
La socialista Mónica Xavier señaló que la decisión del FA de aprobar el proyecto tenía como
objetivo a "los jóvenes y las madres" de las víctimas de la dictadura. Consideró que "el acuerdo
del Club Naval fue la única salida posible".
Por su parte, al cerrar las intervenciones el senador colorado Pedro Bordaberry expresó: "Ya se
ha dicho todo a favor y en contra. El de hoy es un asunto grave para la República y entiendo
que no puedo permanecer callado. Los hechos que han ocurrido en esta cámara hoy, la
valentía de un senador que votará por sus convicciones, la renuncia a la banca de otro senador
y la licencia de otro", precisó.
Añadió que el proyecto representa el camino del "pasado y no del futuro", "es un tema que nos
separa". Destacó el cambio "en paz" de Sanguinetti, "la Comisión para la Paz" de Batlle y el
"Nunca Más" de Vázquez.
"Lo hacemos a un costo enorme, no respetar la voluntad del pueblo. Se ha dicho que la
ciudadanía no siempre tiene razón", puntualizó y añadió al evocar a José Batlle y Ordóñez: "No
es que un pueblo nunca se equivoca, pero sí es el único que tiene derecho a equivocarse",
afirmó.
Las diferencias que se registraron en la izquierda por el proyecto fueron resaltadas por
Bordaberry, al indicar que "como en Quebracho, blancos, colorados y constitucionalistas vamos
a terminar vencidos".
"Nunca más"
El debate en la Cámara alta sobre la Ley de Caducidad se inició a la hora 10.29. El miembro
informante fue Oscar López Goldaracena (Frente Amplio), quien puntualizó que "este proyecto
de ley no es de nulidad de la Ley de Caducidad, es un proyecto de interpretación de la
Constitución de la República, mediante el cual a través del artículo 72, las normas de
impunidad de la Ley de Caducidad pasan a ser letra muerta". Desde las barras, decenas de
personas mayormente jóvenes seguían atentamente el debate.
Según López Goldaracena, "es un instrumento que tendrá nuestra sociedad para no garantizar
más la impunidad a los violadores de los derechos humanos".
"Antes que se sancionara la Ley de Caducidad, estamos hablando del invierno de 1986,
habíamos advertido a nivel académico que si se llegaba a dictar cualquier ley, en aquel
momento se hablaba de una Ley de Amnistía, cualquier ley que impidiera el juzgamiento de la
práctica sistemática de la tortura, desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales cometidas
por la dictadura, esa ley era ilegítima, tenía vicios de sustancia porque las soluciones políticas
se encuentran siempre limitadas por el derecho", agregó.
Para López Goldaracena, "este Parlamento tiene la posibilidad de comenzar a enmendar lo que
fue el error político de haber dictado una ley que amparara en la impunidad a criminales de lesa
humanidad, removiendo la mochila que pesa sobre la sociedad uruguaya, que pesa sobre los
propios militares, no se merece la generación de hoy tener una mochila que la marque, por el
contrario".
"Creo en la paz y en la tolerancia, en la concordancia de todos sobre la base del Derecho. Y el
Derecho hoy nos está mandatando por encima de diferencias políticas a remover los
obstáculos de impunidad, alinear nuestro orden jurídico positivo o el derecho internacional de
los derechos humanos, y con la Constitución de la República", sostuvo.
El legislador del Frente Amplio indicó que "por el derecho, para que los uruguayos sigamos
construyendo una sociedad más (justa) a través del derecho y sin renunciar a los principios y
valores de justicia a las víctimas para que 'nunca más'".
Asimismo, consideró que este tipo de leyes "son incompatibles con la letra y el espíritu de las
convenciones internacionales suscritas por Uruguay y con las normas de Derecho Internacional
de los derechos humanos a nivel universal y con las normas contenidas en la Constitución de la
República".
Recordó el caso de condena a Uruguay de parte de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos y aludió al pronunciamiento de la Suprema Corte de Justicia "sobre estas normas de
impunidad por las que se condenó a Uruguay".
López Goldaracena se refirió al pronunciamiento de "inconstitucionalidad" de las normas de
impunidad en el caso de Nibia Sabalsagaray y "al mismo tiempo señaló la supremacía del
Derecho Internacional y de los derechos humanos al respecto".
Manifestó que ya son 26 los casos en que la SCJ se pronunció por la inconstitucionalidad de la
Ley de Caducidad.
Pronunciamientos
El colorado Ope Pasquet rechaza la iniciativa "porque se desconocen los dos pronunciamientos
populares".
"Fue un resultado reconocido, no impugnado en aquel momento, ninguno salió a desautorizar
al general Seregni. Nadie lo dijo", manifestó Pasquet, quien recordó la figura del ex senador
Gargano, "un hombre de carácter y energía para defender sus convicciones".
La legisladora socialista Mónica Xavier estimó: "No podemos confundir dos cosas: una, el
reconocimiento de los resultados en esas instancias de consulta popular, y otra que ahí termine
de una vez y para siempre la lucha por la verdad y en contra de la impunidad".
Indicó que "no hay ninguna otra ley que haya pasado por esta doble instancia. Desde el punto
de vista de legitimidad, no hay ley que pueda compararse a la Ley de Caducidad".
Pasquet se preguntó "por qué razón la mayoría la conforman los legisladores del Frente Amplio
y puede decir esto, y la mayoría que conforman los centenares de miles de uruguayos que
votaron a favor de la Ley de Caducidad no puede definir esto. ¿Están hechos de distinta
materia que nosotros? Los legisladores del FA están dotados de poderes superiores a los del
común de los uruguayos".
¿Qué fundamento tiene esto?". "Tiene fundamento", dijo Xavier.
"Justicia"
El legislador Rafael Michelini (Nuevo Espacio) calificó al de hoy como "día histórico".
"Respetamos la Ley de Caducidad porque respetamos el resultado", enfatizó.
Precisó que "no nos gusta la Ley de Caducidad. ¿Y qué van a pensar, que no íbamos a luchar
por la justicia, que nos íbamos a quedar de brazos cruzados, que no íbamos a levantar a
nuestra propia gente y decirle 'hay una esperanza', que en algún momento va a regir en este
país que haya, por lo menos, verdad y justicia?".
Michelini dijo admirar la figura de Wilson Ferreira Aldunate y "quizá tenga una interpretación
propia porque se votó la Ley de Caducidad y no lisa y llanamente una Ley de Amnistía". "Yo no
creo que fuese una amnistía y parto de la base de que Wilson Ferreira Aldunate no quería
impunidad", añadió Michelini.
Con esta iniciativa, "podemos estar restableciendo la justicia. No es una cuestión partidaria".
En parte de su intervención, Michelini recordó dichos del dirigente nacionalista Gonzalo Aguirre:
"No se puede seguir ocultando la verdad".
"Hemos puesto nombres de calles a lo largo y ancho del país, hemos hecho monumentos,
parques, plazas, y seguiremos de alguna forma homenajeando a las víctimas, pero el mayor
homenaje que le podemos hacer a las víctimas, a los familiares de las víctimas, a la sociedad
entera, es hacer justicia", afirmó.
"Anulación"
A las 14.05 el senador Eber Da Rosa (Alianza Nacional) se refirió al pacto del Club Naval a la
salida de la dictadura, cuando "no se establecieron por escrito pautas en materia de derechos
humanos. Unos dicen que fue pautado, otros que no, otros que estuvo 'sobrevolante', otros
subyacente".
Estimó que "la Ley de Caducidad no se trató solamente de una ley de amnistía ni tampoco de
impunidad porque no hubiese podido usarse para el procesamiento de varios jerarcas".
A su entender "estamos muy lejos de un proyecto de ley interpretativa. No consagra una mera
interpretación. Se está planteando la anulación.
Se pretende ir a la anulación, borrarla del mapa".
...¿cuando te jugastes la vida por lo que creías...o ahora que renunciastes a tu banca ?
(tu elección como Senador por 5 años tambien fué la voluntad del Pueblo)....
Pero quiero refrescarles la memoria ya que en Diciembre del 2006 una Delegación del
PRIMER ENCUENTRO DE LA PATRIA PEREGRINA...(representantes de los 600.000
Uruguayos residenciados en 25 Paises en 3 Continetes diferentes)
FESTEJEN URUGUAYOS.....FESTEJEN !!
Tony
qué bueno qué buenísimo!!!!!
el ñato se deja de romper mis ovarios
ALELUYA
somos libres como dijo san martín "lo demás no importa nada"
MO
El senador colorado Pedro Bordaberry dijo que, tras la jornada del Senado y como en
la Revolución del Quebracho, "blancos, colorados y constitucionalistas vamos a
resultar vencidos por una mayoría circunstancial", pero que "habremos vencido en la
defensa de las ideas".
Sobre las 22 horas hizo uso de la palabra, para señalar que lo que se debatía era "un
asunto grave para la República", y que, a raíz de la aprobación de la ley interpretativa,
ésta "empieza a transitar un camino equivocado". Bordaberry saludó "la valentía" del
senador Jorge Saravia por votar en contra
Jorge Majfud
ALAI AMLATINA, 13/04/2011. Saludo el derribo final de una de las leyes más vergonzosas
de mi país y de la historia por la lucha por los derechos humanos.
Ahora sólo queda destruir otra tradición: la del miedo.
Hemos repetido desde hace años el más básico de los conceptos: los Derechos Humanos
no se negocian ni se plebiscitan. Cualquier ley que viole un solo derecho humano no sólo es
inconstitucional; es inmoral y contra todo derecho natural.
En una democracia las decisiones de la mayoría se respetan. Excepto cuando se viola los
derechos humanos de una sola persona. De lo contrario, deberíamos estar de acuerdo con
las hordas que apedrean a las adúlteras y queman a los ladrones, por una simple razón de
mayorías. Una democracia es mucho más que una simple dictadura de las mayorías. En
una democracia las leyes no se violan; se cambian. Y el respeto y protección de los
derechos humanos, así como el ejercicio de la justicia son sus componentes más básicos.
Saludo el principio del fin de esta Ley de Impunidad, no con alegría sino con la serenidad
que requiere y otorga cualquier acto de justicia.
No hay nada que festejar. Sólo hay una gigantesca lección histórica que aprender. Siempre
he creído que la justicia que tarda no llega. Pero algo es algo y, sobre todo, queda la
continuidad de un camino que afortunadamente y con mucho trabajo nos ha alejado algo de
los tiempos de los barcos negreros, de los campos de concentración y la picana eléctrica.
No hay nada que festejar. Algo de la justicia que los uruguayos renunciaron o negaron a
alguno de sus compatriotas apenas podría comenzar hoy. Podría. Conociendo los
antecedentes, nada es seguro.
La versión militar
Cuando la soga aprieta, es momento de ventilar cualquier argumento, incluso aquellos que
pueden no ser ciertos. Por lo menos, así parece actuar el vocero de la organización castrense
Libertad y Concordia, José Carlos Araújo. “Habíamos acordado que los desaparecidos habían
caído en combate y que el tema se terminaba ahí”, sentenció en referencia a las conclusiones
de encuentros que militares habrían mantenido con tupamaros. Exaltado por la votación en el
Congreso, Araújo remarcó que el presidente de Uruguay, José Mujica, había participado de
algunas de esas reuniones: “Allí asumió un compromiso entre ex combatientes”, sostuvo. El
diario uruguayo El País difundió las supuestas revelaciones que Aráujo esbozó en el marco del
programa radial que conduce. Allí, además de hablar de presuntos acuerdos entre funcionarios
del gobierno y militares retirados, opinó sobre el tratamiento en el Senado del proyecto de
modificación de la Ley de Caducidad: “Para nosotros es un triunfo (la votación a favor de la
anulación). Ahora quedará demostrada la catadura moral con la que se mueven nuestros
enemigos. Es una profunda inmoralidad, antidemocrática y antiartiguista”, concluyó. El vocero
aseguró en el éter que existen documentos que certificarían lo acordado en los encuentros
entre las Fuerzas Armadas y la agrupación en la que militó Mujica, aunque se negó a revelar el
contenido de tales papeles. La veracidad de la información, no obstante, no fue confirmada por
autoridad alguna del gobierno.