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Las lesiones periodontales son enfermedades infecciosas/inflamatorias, que de no ser tratadas,


producen la destrucción de los tejidos de soporte del diente y por consiguiente, pueden llevar a
la pérdida de las piezas dentarias aún a edades tempranas, siendo los más perjudicados los
dientes multiradiculares.

Una furca se define como un área anatómica de un diente multirradicular donde las raíces
divergen. El término defecto de furcación se refiere a la destrucción de los tejidos de soporte de
dientes multiradiculares, de manera tal que esta destrucción permite el acceso clínico o incluso
la visualización del área interradicular de manera parcial o total. (1)

Saber identificar la presencia y severidad de una furcación involucrada periodontalmente es


fundamental, porque va a condicionar el pronóstico y el plan de tratamiento. La presencia de
un molar en la boca puede significar la diferencia entre la elección de un determinado
tratamiento.

Previamente es preciso determinar la necesidad o no de conservar el diente afectado. También


se debe discutir la posibilidad de acortar la arcada dentaria, oclusión de los premolares o la
sustitución de un molar por un implante.


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La lesión de furcación responde a una etiología multifactorial. (2)

El principal factor etiológico en el desarrollo de defectos de furcación es la placa bacteriana y


las consecuencia inflamatorias que son resultado de su presencia a largo plazo. La extensión de
la pérdida de inserción que se requiere para producir un efecto de furcación es variable y se
relaciona con factores anatómicos locales (como longitud del tronco radicular, morfología
radicular) y el desarrollo de anormalidades locales (proyecciones cervicales del esmalte). (9)

La destrucción de los tejidos de soporte se produce principalmente por el avance de la


enfermedad periodontal; sin embargo, también se puede desarrollar como consecuencia del
deterioro severo por caries dental, accidentes endodónticos, adaptación inadecuada de los
márgenes cervicales de restauraciones, dispositivos protésicos, lesiones endoperiodontales o la
presencia de canales accesorios a nivel de la furcación, comprometiendo las áreas
interradiculares de bifurcaciones y trifurcaciones molares. (1)

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El alto índice de defectos de furcación alcanza a los molares, reportado Cattabriga et al. (2000)
que los primeros molares superiores son más frecuentemente afectadas que los primeros
molares inferiores. En las molares inferiores, la furcación vestibular es la más frecuentemente
afectada, mientras que en las molares superiores la mayor incidencia de furcaciones
comprometidas recae en las vestibulares, seguidas de las furcaciones mesio-palatina y disto-
palatina. En 1996, Svardström y Wennström reportaron un aumento en la prevalencia de
defectos de furcación a partir de los 30 años. (1)

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El examen clínico minucioso es la clave para el diagnóstico y la planeación del tratamiento. (9)

El diagnóstico clínico se establece a partir de la evaluación clínica de la zona de furcación


afectada, para lo cual son de utilidad la sonda periodontal convencional así como la sonda de
Nabers, diseñada especialmente para acceder al área furcal con su extremo activo en dirección
horizontal. (1)

El sondeo transgingival puede definir aún más la anatomía del defecto de furcación. El objetivo
de este examen es la identificación y clasificación de la extensión de las lesiones de furcación e
identificar factores que pueden haber contribuido con el desarrollo del defecto de furcación o
que pueden afectar el resultado del tratamiento. Estos factores incluyen:
1.V Morfología del diente afectado.
2.V Posición del diente en relación con los dientes adyacentes.
3.V Anatomía local del hueso alveolar.
4.V Configuración de cualquier defecto óseo.
5.V Presencia y extensión de otras enfermedades dentales.

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Si la localización de la unión amelocementaria y los ápices radiculares son difíciles de identificar


en las radiografías, la valoración radiográfica de las áreas de furcación está incluso más influida
por la complejidad anatómica y por la sobre proyección radiográfica de las estructuras
anatómicas. (3)

Luego del diagnóstico clínico mediante la sonda nabers, se confirma la medición mediante
radiografías periapicales, empleando la técnica paralela. En los molares maxilares, la
superposición de la raíz palatina puede impedir el diagnostico de una lesión ósea interradicular.
En esos casos, se requieren radiografías adicionales desde un ángulo distinto o con la ayuda de
sondas radiopacas. (4)

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Las lesiones de furcación son usualmente causado por placa bacteriana, como consecuencia de
la enfermedad periodontal, pero también por otros factores:

ÔV Trauma oclusal.
ÔV Enfermedad periodontal pulpar (conductos pulpares accesorios).
ÔV _ractura Radicular.
ÔV cnvaginación del esmalte.
ÔV Perlas del esmalte.
ÔV Surcos de Desarrollo.

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El conocimiento detallado de la morfología de los dientes multiradiculares y de su posición en el


arco dentario es un requisito fundamental para comprender como se afectan estas piezas
cuando se produce la enfermedad periodontal destructiva. (6)
El complejo Radicular es una porción de la pieza dentaria localizada hacia la zona apical de la
conexión cemento-adamantina (CCA), es decir la porción normalmente cubierta por cemento
radicular, este se puede dividir en dos partes: tronco radicular y cono radicular. (6)

   representa la región no dividida de la raíz y su altura se define como la


distancia entre la CCA y la línea de separación (furcación) entre los dos conos radiculares
(raices). La altura del tronco puede variar de paciente a paciente, de molar a molar en el mismo
paciente y se puede clasificar en 3 categorías: corto, aquel que mide hasta 4 mm, mediano
entre 4 y 6 mm y largo más de 6 mm. (7)(6)

Larato y Lindhe, Botero, Carnevale, Pontoniero y Hurzeler, Gher y Vernie, y Ammons y


Harrington, consideran que los dientes con tronco radicular corto pueden tener una lesión
temprana de furcación, por tal motivo tienen buen pronóstico cuando se les realiza una
resección radicular, debido a que el tejido periodontal remanente suele ser suficiente para la
estabilidad radicular. En cambio los dientes con tronco radicular largo presentan un
compromiso de furca en una etapa más avanzada de la enfermedad periodontal, la cual una vez
establecida dejará un tejido remanente periodontalmente insuficiente. (7)

   forma parte de la región dividida del complejo radicular. El cono radicular
(raíz) puede variar de tamaño, posición y, en ciertos niveles, puede estar conectado o separado
de otros conos radiculares. Dos o más conos radiculares constituyen la región de la furcación
del complejo radicular. (6)

 _ área localizada entre cada cono radicular. Esta área anatómica posee una gran
variabilidad en su tamaño dependiendo del grado de separación radicular, en caso de raíces
fusionadas no existe apertura, sino un surco que se continúa con una depresión profunda a lo
largo de las raíces, similar al surco palato-gingival de los dientes anteriores. Cuando la
enfermedad periodontal avanza en sitios como este, se establece un mal pronóstico.

  es el área de transición entre la porción radicular dividida y la no


dividida. (6)

 es el techo de la furcación. (6)

 !" es el ángulo de separación entre las dos raíces (conos). (6)

#  es la distancia entre las dos raices y suele aumentar en dirección apical. (6)

   !" es la longitud de los conos en relación con la longitud del
complejo radicular. (6)
Al hablar de lesiones de furcaciones y de las diferentes alternativas de tratamiento, se hace
necesario el conocimiento anatómico profundo; así como el número, forma y posición de las
raíces de los dientes multiradiculares.

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El primer y segundo molar suelen tener tres raíces: una mesio-vestibular, una disto-vestibular y
una palatina. La raíz mesio-vestibular esta normalmente en una posición vertical, mientras que
las raíces disto-vestibular y palatina están inclinadas. La raíz palatina suele ser más ancha en
sentido mesio-distal que en sentido vestíbulo palatino.

Las tres entradas de las furcaciones del primero y segundo molar superior varían en ancho y se
posicionan a distancias variables hacia la zona apical de la CCA. Como regla el primer molar
tiene un tronco radicular más corto que el segundo molar, en el la entrada de la furcación
mesial está ubicada a unos 3 mm de la CCA, la vestibular a 3.5 mm y la distal a unos 5 mm hacia
apical de la CCA (Abrams y Trachtemberg, 1974; Rosenberg, 1988). Esto significa que el fórnix
está inclinado en sentido mesio-distal. La entrada de la furcación vestibular es más estrecha
que sus contrapartes mesial y distal. (6)

El grado de separación entre las raíces disminuye del primero al segundo molar superior y este
al tercero. (6)

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Cerca del 40% de los casos los primeros premolares superiores tienen dos conos radiculares:
uno vestibular y otro palatino, por eso la presencia de una furcación mesio-distal. La furcación
en muchos de los casos está ubicada en el medio o en el tercio apical del complejo radicular. La
entrada medida desde el CEJ y la entrada de la furcación es de unos 8 mm. El ancho de la
furcación es de unos 0.7 mm. (6)

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En el primer molar y en el segundo el complejo radicular casi siempre tiene dos conos
radiculares, uno mesial y otro distal. La raíz mesial es más grande que la dista y tiene una
posición principalmente vertical, mientras que la distal se proyecta distalmente. (6)

El tronco radicular del primer molar es a menudo más corto que el del segundo. Las entradas de
la furcaciones del primer molar inferior están ubicadas a diferentes distancias de la CCA. La
lingual suele encontrarse hacia apical de la CCA (>4 mm) que la vestibular (<3 mm). El fórnix de
la furcación está inclinado en sentido vestibulo-lingual. (6)
La entrada de la furcación vestibular es a menudo < 0.75 mm de ancho mientras que la lingual
es >0.75 mm en la mayoría de los casos. El grado de separación entre las raíces disminuye del
primer molar al tercero.

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En las piezas que normalmente tienen una sola raíz también puede haber bifurcaciones.
Pueden existir incisivos, caninos y premolares inferiores con dos raíces. En ocasiones hay
premolares superiores de tres raíces y molares inferiores de tres raíces.


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Diversos autores han establecido mecanismos para clasificar los defectos de furcación de
acuerdo al grado de afectación o nivel de compromiso del área furcal. (1)

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ÔV Grado c: lesión temprana. Bolsa supraósea.


ÔV Grado cc: pérdida de tejidos periodontales en uno o más aspectos de la furcación, pero
todavía se conserva una porción de periodonto y hueso intactos.
ÔV Grado ccc: lesión que afecta la totalidad del hueso radicular a manera de túnel. Las
entradas están cubiertas por encía.
ÔV Grado cV furcación expuesta, recesión gingival. (2)

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ÔV Grado c: cncipiente.
ÔV Grado cc: Cul-de-sac.
ÔV Grado ccc: De lado a lado. (8)

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Clasificaron el nivel de compromiso de la furcación o la magnitud del compromiso del área


interradicular en sentido horizontal de la siguiente manera:

ÔV Grado c. Se caracteriza por una pérdida horizontal de soporte periodontal que no excede
1/3 del ancho total del diente.
ÔV Grado cc. El compromiso de furcación sobrepasa 1/3 del ancho del diente, pero no
abarca el ancho total en el área de la furcación.
ÔV Grado ccc. El compromiso de furcación implica una destrucción completa del soporte
periodontal de "lado a lado" en el área de furcación.
La clasificación de Hamp et al. fué simplificada dando valores numéricos críticos para el
componente horizontal de la pérdida de soporte:

ÔV Clase c. Menos de 3mm.


ÔV Clase cc. 3mm ó más pero sin pérdida completa.
ÔV Clase ccc. Permaneció sin cambios. (1)

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ÔV Grado 1: lesión incipiente. La destrucción de tejido no excede el tercio horizontal.


ÔV Grado 2: lesión que excede el tercio horizontal pero no llega al otro lado.
ÔV Grado 3: lesión de lado a lado. (2)

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Clasifican la pérdida ósea en sentido vertical de la lesión (componente vertical) que mide la
distancia entre el fondo del defecto y el techo o fórnix de la furcación.

ÔV Subgrupo A: pérdida ósea hasta 3mm


ÔV Subgrupo B: pérdida ósea de 4 a 6mm
ÔV Subgrupo C: pérdida ósea ш 7 mm (2)


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Los objetivos del tratamiento de las furcaciones son:

1.V _acilitar el mantenimiento.


2.V Evitar una mayor pérdida de inserción.
3.V Obliterar los defectos de furcación como un problema de mantenimiento periodontal.

La selección de la modalidad terapéutica varía de acuerdo con la clase de lesión de furcación, la


extensión y la configuración de la pérdida ósea, y otros factores anatómicos. (9)

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Los defectos de furcación incipientes o tempranas (clase c) son adecuados para el tratamiento
periodontal conservador. Puesto que la bolsa es supraósea y no ha penetrado en la furcación, la
higiene bucal, el raspado y alisado radiculares son efectivos. (9)
También se puede recurrir al uso de la técnica de recubrimiento radicular mediante colgajos
tisulares o injertos de tejido conectivo sub-epitelial para, de alguna manera, cubrir dicho orificio
impidiendo así el acumulo de la placa bacteriana que conlleve al avance de la destrucción
periodontal y el consiguiente avance del defecto. (1)

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Tratamientos recomendados: Plastía de la furcación. Tunelización. Resección Radicular


(hemisección y amputación radicular). Extracción. Regeneración Tisular Guiada en los molares
inferiores. (6)

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El tratamiento quirúrgico no suele ser efectivo, porque se altera la capacidad para instrumentar
de manera adecuada las superficies dentales. Tal vez se requiera la cirugía periodontal tales
como tunelización y resección radicular (hemisección y amputación radicular) y extracción.
(6)(9).


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El raspaje y alisado de las superficies radiculares en la entrada de la furcación en las lesiones de


grado c, en la mayoría de los casos conseguirá la resolución de la lesión inflamatoria gingival.

Según Bower (1979), el ancho de la entrada de la furcación es aproximadamente de 0.75 mm o


menor. Tomando esto en consideración que el ancho promedio de las curetas usadas para la
instrumentación radicular es de 0.75 mm, se hace evidente que el acceso para un
desbridamiento apropiado no se cumpla en un gran número de los molares. (10)


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Es una modalidad de tratamiento por resección que consigue la eliminación del defecto
interradicular. Se realiza disección y levantamiento de un colgajo para obtener acceso al área.
Se elimina el tejido inflamatorio del área de la furcación seguido de un cuidadoso raspado y
alisado radicular.

También se elimina tejido dentario (odontoplasta) y se remodela la cresta ósea (osteoplastia)


al nivel de la entrada de furcación. Por último, reubicación y sutura de los colgajos
mucoperiósticos a nivel de la cresta ósea para cubrir la entrada de la furcación. La curación
posterior será un tejido tipo ͞papila͟ que cerrara la entrada de la furcación. Se emplea sobre
todo en las furcación vestibulares y linguales. En las superficies proximales suele estar
demasiado limitado para este tratamiento. (6)
La odontoplastía puede ayudar en el tratamiento de las lesiones de furca grado c o grado cc
incipiente mediante la reducción de los acúmulos de placa mejorando el acceso del paciente
para mejorar las medidas de higiene oral. Hipersensibilidad y caries en la raíz pueden resultar si
se remueven cantidades excesivas de estructura dentaria. (8)

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La preparación en túnel es una técnica empleada para tratar las lesiones de furcación profundas
inferiores de grado cc y grado ccc. (6). La extensión de la pérdida de inserción horizontal no es el
único factor a considerar antes de crear un túnel. La anatomía radicular es de importancia
decisiva. (11)

En la técnica de tunelización se crea un acceso para permitir la limpieza del área de la furca.
Mediante la elevación de colgajos mucosos por vestibular y lingual se elimina el tejido de
granulación presente en el defecto y se realiza raspado y alisado radicular. Se amplía el área de
la furcación mediante la eliminación del parte del hueso interradicular. Se remodela la cresta
del hueso alveolar para obtener un perfil óseo plano. (6)

El objetivo de esta técnica es comunicar ambos lados de la furcación mediante un túnel, de tal
forma que sea posible el paso de un cepillo interproximal a través de este con la finalidad de
permitir una mejor higiene bucal. (1)

Este tipo de terapia resectiva puede realizarse en molares inferiores que posee un tronco
radicular corto, ángulo de separación amplia y larga divergencia de las raíces mesial y distal. (6)

Los dientes con tunelización tienen un mayor riesgo de desarrollar caries radicular en
comparación con otros procedimientos quirúrgicos. (8)


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Definida por la Academia Americana de Periodoncia como la remoción quirúrgica de una o más
raíces de un diente multirradicular incluyendo o no su área coronal correspondiente.

El pronóstico a largo plazo de este tipo de restauraciones es incierto y sus posibles fracasos
pueden ser de origen periodontal, endodóntico y biomecánico. (12)

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La hemisección radicular consiste en la resección y posterior extracción de una raíz en un molar


inferior, conservando y restaurando la raíz remanente. Es más probable que la hemisección se
realice en molares inferiores de furcación vestibulares y linguales clase cc ó ccc. (9)(13)
En 1930, Coolidge hace hincapié en la importancia de un conducto radicular bien sellado antes
de la resección radicular. (13)

En la hemisección se realiza un corte en sentido vertical de forma vestibulo-lingual a través de


los surcos de desarrollo vestibular y lingual del diente, a través de la cámara de la pulpa y la
furcación. Después del corte se eleva la raíz del alveolo. Si es necesario, se realiza una
odontoplastía para remover las porciones de los rebordes.

La anatomía de la raíces mesiales de los molares inferiores suele llevar a su extracción y la


retención de la raíz distal para facilitar el tratamiento restaurativo. La revisión de la literatura
revela un buen pronóstico cuando el soporte óseo y la proporción corono-radicular del
segmento remanente son adecuados. (9)(13)

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Es la eliminación de una raíz de un diente multirradicular, dejando la porción coronaria del


diente intacta. (14)

Al realizar una amputación radicular se debe tomar en cuenta que las raíces remanentes de
pobre morfología, ya que pueden convertirse en un importante factor de riesgo para el éxito
del tratamiento periodontal en el largo plazo. (1)

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Es un procedimiento quirúrgico donde se divide la corona en dos segmentos. _recuente en


molares inferiores. (15)

La decisión de conservar las dos raíces se basa en la extensión y patrón de perdida ósea,
dimensión del tronco radicular y longitud de las raíces, capacidad de eliminar el defecto óseo,
consideraciones endodónticas y restaurativas.

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La extracción de dientes con defectos de furcación de lado a lado y pérdida de inserción


avanzada puede ser el tratamiento más apropiado para algunos pacientes. Esto es cierto sobre
todo en pacientes que no pueden o no realizan un control adecuado de la placa, que tienen un
nivel alto de actividad de caries, que no cumplen con un programa de mantenimiento adecuado
o que cuentan con factores socioeconómicos que les impiden optar por lo tratamientos más
complejos. (9)

El advenimiento de los implantes dentales como una fuente alternativa de pilares ha tenido un
impacto importante sobre la retención de dientes con problemas avanzados en furcación. (9)
  c c
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Se ha demostrado a lo largo del tiempo que un resultado razonablemente predecible de la


terapia de RTG solo son favorables para las lesiones de furcaciOn grado cc en molares inferiores.
Sin embargo, se han reportado resultados menos favorables cuando se emplea esta técnica en
el tratamiento de RTG en otros tipos de lesiones de furcación, como el caso de los molares
inferiores y superiores con lesiones grado ccc y lesiones grado cc en molares superiores. (6)

La razón de la previsibilidad limitada del tratamiento con RTG en los dientes con lesiones de
furcación puede estar relacionada con varios factores:

ÔV Morfología del defecto periodontal


ÔV Anatomía de la _urcacion
ÔV Ubicación variable y cambiante de los márgenes de tejido blando durante las fases
iniciales de cicatrización.
ÔV El hueso interproximal
ÔV El desbridamiento de las superficies radiculares expuestas en el área de furcación es
integral.
ÔV El material de membrana está bien ubicado y se establece un espacio entre el diente y
el material.
ÔV Se pone en acción un programa de control de la placa. (6)

Pontoriero y Lindhe, diseñaron un ensayo clínico para evaluar efecto de la RTG en el


tratamiento de furca grado cc en molares superiores. Se incluyeron 28 pacientes entre 21 y 59
años de edad. Los autores demostraron que la RTG no es mejor que el desbridamiento a colgajo
abierto para el tratamiento de las furcas mesiales y distales de los molares superiores, debido a
los factores ya mencionados. Los resultados de este estudio han sido corroborados por otros
investigadores. (12)

Debido a la posibilidad de fractura de los molares inferiores tratados con resección radicular, la
RTG puede representar una alternativa razonable para compromisos de furca grado cc en
molares inferiores. (12)

Los procedimientos regeneradores en las lesiones de furcación de los molares deben conseguir
la eliminación total del defecto del espacio interradicular para establecer las condiciones
anatómicas que faciliten las medidas personales óptimas de control de placa. De hecho, la
ganancia parcial de niveles de inserción clínica dentro del defecto de furcación, aunque sea
estadísticamente significativa, no siempre mejorara la accesibilidad del sitio para el control
adecuado de la placa. (6)
La regeneración periodontal obtenida después de la RTG es estable a largo plazo, siempre que
se mantenga la buena higiene bucal y que se haya establecido un programa correcto de visitas
de control. (6)


 
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V
En los últimos años la investigación se ha centrado en la aplicación de la ingeniería biomédica a
la regeneración periodontal, especialmente con la utilización de mediadores biológicos que
intentan imitar los procesos naturales que ocurren en la regeneración espontánea. Se ha
trabajado con factores de crecimiento celular, como el factor de crecimiento derivado de las
plaquetas (PDG_), el factor de crecimiento ͞cnsulin-Like͟(cG_), y con factores de diferenciación
celular, en especial con proteínas morfogenéticas del hueso (BMP)). El objetivo de estos nuevos
enfoques en la terapéutica regenerativa sería el de seleccionar y mejorar la repoblación celular
durante la curación de la herida periodontal. (16)

Desde esta perspectiva, las proteínas derivadas de la matriz del esmalte (Emdogain®) ha
mostrado su capacidad para inducir regeneración periodontal. (16)

 
c

Durante muchos años la presencia de lesiones de furcación significativas requería un pronóstico


a largo plazo negativo para el diente. Sin embargo, la investigación clínica ha indicado que los
problemas de furcación no son una complicación tan grave como antes se creía si se previene el
desarrollo de caries en furcación. (9)

Un número de estudios confirman que cerca del 85% de todos los dientes tratados para la
enfermedad periodontal, que afectan a la furcación se puede mantener estable durante 3-7
años. Por lo tanto, si el paciente se puede confiar para mantener una higiene adecuada, y el
tratamiento adecuado para el diente ha sido efectivo, un diente afectado puede ser conservado
durante un período prolongado de tiempo. (5)

En el estudio de Svärdström y Wennström del 2000, se presenta un análisis estadístico de los


factores que influencian las decisiones terapéuticas en los molares con furcaciones
comprometidas que incluyen desde amputaciones, hemisecciones, exodoncias, hasta la terapia
regenerativa, así como los resultados a largo plazo. Sus resultados confirman que un abordaje
conservador en el tratamiento de molares con gran compromiso de furcación es capaz de lograr
un éxito a largo plazo, siempre que sea acompañado de un adecuado mantenimiento y control
de placa. (1)
Langer y colaboradores, evaluaron retrospectivamente la tasa de éxito de 100 molares con
resección radicular (50 superiores y 50 inferiores). Después de 4 años se perdieron solamente el
6% de los dientes, incrementándose a 15.8% en el 5to año y a 45% después de 10 años. Los
fracasos fueron mayores en los molares superiores y se presentaron por causas periodontales
(10 dientes, 26.3%), fracturas radiculares (25 dientes, 47.4%), fracasos endodónticos (7 dientes,
18.4%) y fallos en la cementación de las coronas completas (3 dientes, 7.9%). (12)

Las claves para el éxito a largo plazo parecen ser:

1.V Diagnóstico cuidadoso.


2.V Selección de pacientes con una buena higiene oral.
3.V Tratamiento quirúrgico y de restauración cuidadoso. (9)


  
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Aunque muchos estudios han tratado de realizar con éxito tratamientos a largo plazo para las
lesiones de furca, la etiología de las lesiones furcales no es clara y por lo tanto el resultado
exitoso de una patología que no tiene una causa etiológica precisa es dificultosa.

Cuando se habla de lesiones de furcación, además de los aspectos antes mencionados, se


agregan el difícil acceso para la higiene personal, la dificultad en muchos casos para la
realización de las técnicas de instrumentación profesional y las características anatómicas y
funcionales de las piezas dentarias multirradiculares, en muchos casos son desfavorables.

Actualmente, no existe ningún tratamiento que pueda resolver todos los problemas de lesión
furcal. El pronóstico de la lesión furcal avanzada (clase cc profunda, clase ccc) con las
enfermedades periodontales es deficiente. Por lo tanto, la lesión furcal avanzada es una lesión
que amenaza el mantenimiento y estabilidad de la oclusión y la dentición.

Sin embargo, la clínica indica que cuando se realiza un diagnóstico preciso, se utiliza la
modalidad de tratamiento indicada y el paciente brinda su colaboración, se pueden mantener
en boca las piezas dentarias involucradas en buen estado de salud y a largo plazo, en muchos
más casos de los esperados.
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29-VNowzari, Hessam. v            


      
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