Anda di halaman 1dari 2

Cultivo exterior de marihuana

Cuándo plantar
Más o menos con la primera luna creciente de marzo o abril. Si plantáis en mayo aún estaréis a tiempo. Podéis
plantar directamente en el suelo o maceta, pero casi mejor hacerlo en un vaso de papel que permita a la raíz crecer al
menos unos 2,5 cm. En profundidad, ya que asegurareis que plantáis definitivamente de semillas en buen estado y
posteriormente será muy fácil cortar el vaso y extraer la tierra como un bloque compacto para el trasplante.
Hay quien pone primero la semilla a germinar en algodón para pasarla luego al vaso o directamente a la maceta o al
suelo.
Agua :
El cáñamo necesita bastante agua, pero sin llegar a tener la tierra permanentemente empapada; como referencia
observareis que con la falta de agua las hojas se caen. A partir de aquí tampoco os paséis con el agua.
Temperatura
Se suele creer que cuanta más calor mejor, pero tampoco es cierto, ya que un exceso de calor -a partir de 30 grados
más o menos- agobia a la planta y la deja aplatanada. De hecho no requiere temperaturas superiores a 18 grados.
Macho y hembra
En primer lugar hay que tener en cuenta que es la hembra y no el macho la apta para el consumo. Tras unas tres
semanas de crecimiento normal, las plantas masculinas tienen menos color, más altura y son más delgadas, tienen
menos hojas y las ramas nacen del tallo a una mayor distancia entre sí, al tiempo que producen una especie de
bolitas de las cuales saldrá el polen que fecundará las hojas de las hembras. Hacia la sexta semana les crece una
suerte de penacho de hojas en la punta. Las plantas femeninas por el contrario son más achaparrada y redondeadas,
de un verde más oscuro, tienen muchas hojas y las ramas salen del tallo mucho más próximas entre sí
La densidad de la plantación favorece el desarrollo de las masculinas, mientras que el espacio libre facilita el
desarrollo de las femeninas. Todas las plantas producen tanto el encima masculino como el femenino, y son las
condiciones ambientales el determinante de uno u otro sexo. Si has plantado en abril hacia primeros de junio ya las
puedes distinguir.
Si las hembras son fecundadas producirán semillas pero perderán potencia psicoactiva, así que si no tienes
problemas para obtener semillas para el próximo año, procura cortar los machos antes de que florezcan las hembras.
También puede ocurrir que la planta sea hermafrodita
Abono
Si cultivas en maceta y has comprado tierra rica en nutrientes no hace falta abonar, o hacerlo muy moderadamente
ya que el cultivador novato suele quemar la planta por exceso de abono, pero deberás cambiar la tierra cada año.
Si cultivas en el campo, lo mejor, si se puede, es encontrar un terreno que se emplee también para otro tipo de
cultivos ya que el cáñamo crece mejor en rotación con otros cultivos como el grano, las judías o los guisantes, que
suponen una importante reenergetización del terreno. Si el terreno no está seriamente agotado, el siguiente método
funciona bastante bien: Al principio del otoño se labra el pedazo de tierra elegido y se le cubre con una leve capa de
estiércol, y se plantan a continuación las judías u otras leguminosas; al cabo de dos o tres semanas se da la vuelta a
la tierra dejando enterrados los tallos y se vuelve a aplanar la tierra pisando la superficie con botas pesadas o
pasando un rulo; luego se deja reposar la tierra durante todo el invierno. Al principio de la primavera se escarda el
terreno, se cubre con un fertilizante orgánico como el estiércol y ya está listo para plantar.
Semillas y sementera
El principal enemigo de las semillas es la humedad. En un ambiente perfectamente seco mantienen su vitalidad
incluso durante tres años y no se ven afectadas por el calor si no supera los 37 grados. Si la atmósfera en que se
encuentren es húmeda esta temperatura desciende a los 30 grados. La mayoría de los cultivadores usan un recipiente
herméticamente cerrado, como el que utilizan los fotógrafos para guardar sus películas, y lo mantienen a una
temperatura constante de 25 grados aproximadamente. Tampoco es aconsejable guardar grandes cantidades de
semillas juntas pues podrían calentarse.
El aspecto exterior proporciona un buen número de indicaciones sobre el estado de salud de la semilla. La semilla
vital es bien lisa por fuera y nada rugosa; tiene un color gris claro, gris verdoso o gris pardo, y se pone lustrosa si se
la frota con las manos. Si una vez abiertas expelen un olor como de aceite rancio, seguramente son demasiado
viejas; si por dentro presentan un color negro es seguro que han fermentado y no germinarán jamás; por el contrario

1
si el interior es blancuzco y polvoriento no son muy viejas y aún pueden germinar, pero las plantas que broten serán
débiles
Transplante
En general, ya hemos dicho en el primer punto que se suele plantar en un lugar provisional para la germinación,
como por ejemplo y para ello nada mejor que un vaso de papel que permita a la raíz crecer al menos unos 2,5 cm.
Con detenimiento, ya que será muy fácil cortar el vaso y extraer la tierra como un bloque compacto.
Durante el trasplante las plantas quedan notablemente expuestas a una serie de riesgos, así que habrá que tomar
algunas precauciones:
La primera hacerlo en un día nublado o al caer la tarde de forma que las raíces no se vean muy expuestas a la luz. Se
procurará que el nuevo terreno sea lo más parecido al anterior; se saca la planta delicadamente con la tierra como un
bloque compacto y se coloca en un agujero previamente practicado en el nuevo terreno recipiente, sea el suelo o la
maceta. Se procurará también no tocar el tallo, sosteniéndolo lo más cerca posible del nivel de tierra, y sin tocar
nunca las raicillas ni las hojas. Al depositar el bloque de tierra en el agujero se procurará enfocar la planta hacia la
luz para no obligarla a un brusco movimiento fototrópico - de búsqueda de luz - que podría perjudicar el
arraigamiento. El agujero debe ser lo bastante profundo como para permitir a la joven raíz extenderse en toda su
longitud, pues seguramente habrá quedado algo comprimida en su lugar provisional. El terreno se reordenará dé
forma que el tallo quede a la misma altura del suelo que tenia anteriormente; acumular demasiada tierra alrededor
del tallo puede ser peligroso. Regar al finalizar la operación, a fin de facilitar la adaptación al nuevo terreno.
Cuándo cosechar
Existe la creencia de que cuando más tiempo estén las plantas en el suelo mejor, hasta antes de que lleguen las
primeras heladas, las cuales se cargarían la planta. Nada más lejos de la realidad; la planta de marihuana tiene su
ciclo igual que todas las plantas, sean cerezos, perales, o cualquier otra. Llega un momento en que los cogollos están
maduros y si no se cortan y se dejan más semanas a la intemperie se volverán rancios y perderán el buen gusto al ser
fumados.
En general, cuando los filamentos de los plumeros de las hembras pasan de blancos a marrones, más o menos al
cabo de unos 6 o 7 meses desde que se plantaron, es el momento adecuado de cortar. Si habéis plantado en maceta el
ciclo de la planta será menor, al igual que su producción, y bastará con unos 5 meses.
La maceta
Las macetas deberán tener, como mínimo, en el fondo, un agujero para evitar el estancamiento del agua. la maceta
debe ser de material poroso, sin pinturas externas ni horneadas. Antes de utilizar la maceta se mojará completamente
durante media hora por lo menos. Evitar el charco de agua en el posamacetas. Se consigue depositando la maceta
sobre una capa de 1 cm. de gravilla en el posamacetas. La planta deberá tener siempre luz natural o artificial. No
cambiarla constantemente de sitio mientras esté creciendo. Al loro con los parásitos. Cuando se abone, respetar las
proporciones de fertilizante; en todo caso, tener en cuenta el consejo anterior sobre abonos en maceta. Si durante el
crecimiento la planta se estira demasiado en busca de luz, ayúdala con un palillo a modo de muleta. Cuando la
planta tenga 2 o 3 meses, si le falta espacio siempre le faltará en maceta y por lo tanto su crecimiento no será tanto
como en el campo trasplántala a una maceta mayor; cuanto más pueda bajar la raíz más crecerá la planta. Cada
planta debe ponerse lo más lejos posible de los bordes y a una distancia de unos 40 cm. Respecto de las demás. Las
lombrices constituyen una inestimable ayuda; la tierra encajonada y sometida a continuos riegos se apelmaza
enseguida; las lombrices la remueven, favorecen la circulación del aire y el desarrollo de las raíces. El cariño que
profeséis a vuestras plantas será proporcionalmente correspondido.

Anda mungkin juga menyukai