Índice
9.1 Acciones revocatorias destinadas a revocar actos a título gratuito y asimilados ……. 33
9.2 Acciones revocatorias destinadas a revocar actos a título oneroso y asimilados ….. 39
Es frecuente que para evitar una declaratoria de quiebra un deudor celebre actos
ruinosos que perjudican su patrimonio, o bien, que siendo esta declaración inminente
decida favorecer a alguno de sus acreedores en perjuicio de los demás.
Para corregir estas anomalías se crearon los efectos retroactivos de la quiebra, que se
traducen en las llamadas acciones revocatorias concursales, que procuran declarar
inoponibles actos y contratos celebrados por el deudor en el período que va desde la
fecha de la cesación de pagos hasta la declaratoria de quiebra.
El legislador establece mecanismos para dejar sin efectos esos actos o contratos, como
lo son la acción pauliana del artículo 2468 del Código Civil y las acciones revocatorias
concursales.
La ley de quiebras da a conocer estas acciones y califica de inoponibles a la masa los
actos o contratos ejecutados o celebrados en periodo sospechoso. La antigua ley Nº
18.175 de 1982, declaraba que estos actos eran “nulos relativamente a la masa”. En
cambio la nueva ley que modificó las normas sobre quiebra, reconoce expresamente
que la verdadera naturaleza de las acciones revocatorias concursales es la de acciones
de inponibilidad.
Rodríguez Olivera, declara que la quiebra se presenta como un proceso y un estado.
Es un proceso de ejecución colectiva del patrimonio del deudor. También, es un
3
estado que engloba al conjunto de situaciones jurídicas a las que queda sometido el
comerciante fallido a partir de la declaratoria de quiebra. El estatuto del fallido
comprende, en grandes rasgos, afectaciones a la capacidad, desapoderamiento de
bienes, clausura del comercio, incidencia sobre las obligaciones pendientes de
cumplimiento, además de trascender sobre actos ya perfeccionado. 1
En Argentina hay una serie de previsiones especiales que han generado importante
debate doctrinario. La legitimación corresponde al síndico, que requiere autorización
de determinado número de acreedores quirografarios, a su vez estos, en determinadas
condiciones estarán legitimados para accionar.
1
OLIVERA GARCÍA, Ricardo. “Anteproyecto de Ley de Concursos”, 1ª ed. Montevideo: Editorial Universidad de
Montevideo. p.98.
.
2
OLIVERA GARCÍA, Ricardo. “Anteproyecto de Ley de Concursos”, 1ª ed. Montevideo: Editorial Universidad de
Montevideo, 1999. pág 69.
4
Las afirmaciones anteriores se condicen con el enfoque realizado por los principales
manuales del derecho uruguayo, así Rodríguez olivera plantea:
“La declaración de quiebra no sólo produce efectos hacia el futuro sino también se
retrotrae hacia el pasado. Ello es así porque la actividad del comerciante fallido,
anterior a la declaración de quiebra, puede estar afectado por el proceso económico
que condujo a la cesación de pagos, presupuesto de la quiebra”.
El desastre económico del comerciante no se produce en un día; supone todo un
proceso desarrollado a lo largo de un período de tiempo más o menos prolongado.
Puede suceder que el fallido, durante ese proceso, haya realizado actos o contratos en
perjuicio de sus acreedores.4
3
OLIVERA GARCÍA, Ricardo. “Anteproyecto de Ley de Concursos”, 1ª ed. Montevideo: Editorial Universidad de
Montevideo, 1999. pág. 70.
4
OLIVERA GARCÍA, Ricardo. “Anteproyecto de Ley de Concursos”, 1ª ed. Montevideo: Editorial Universidad de
Montevideo, 1999. pág 69.
5
Todos los casos, se caracterizan porque los actos en sí mismos y cuando fueron
celebrados, eran válidos y que de no mediar la quiebra no serían atacables. En ellos
hay una causa ilícita presumida - perjudicar a los acreedores - y ella se pone de
manifiesto con la quiebra.
5
Puga Vial, Juan Esteban, Derecho Concursal, El Juicio de Quiebras, 3ª ed, Editorial Jurídica de Chile,
2004
7
Antes de analizar las acciones revocatorias concursales conviene tener presente los
aspectos generales de la acción pauliana civil.
8
El artículo 75 de la Ley de Quiebra señala que “con respecto a los demás actos o
contratos ejecutados o celebrados por el deudor en cualquier tiempo, con anterioridad
a la fecha de la declaración de quiebra, se observará lo prevenido en el artículo 2468
del Código Civil”.
La acción revocatoria ordinaria tiene un alcance subsidiario en el juicio de quiebra; es
la acción que el acreedor o el síndico habrán de intentar a falta de otra mejor y más
específica. Es hacer volver al patrimonio del deudor bienes que no se encuentran en
su poder y de los cuales se ha desprendido mediante los actos ejecutados en fraude a
sus acreedores.
La subsidiaridad acción deriva de la triple circunstancia:
1- se intentará contra cualquier acto celebrado en el período sospechoso, siempre
que no exista una revocatoria especial, las que son más expeditas y eficaces que
la ordinaria, considerando que no exigen ni la concurrencia ni menos aún la
prueba de fraude alguno.
2- , se deberá proceder mediante ella toda vez que ese acto haya sido celebrado
fuera de su período sospechoso especial, un cuando exista una revocatoria
especial para tal tipo de acto pues ésta procede contra cualquier tipo de acto
celebrado en cualquier tiempo.
3- Por ultimo la acción pauliana es la única acción con que cuenta el acreedor del
deudor no comprendido en el artículo 41 de la ley de quiebras para revocar los
actos a título oneroso previos a la quiebra y perjudiciales a la masa.
Encontrándose sus orígenes al derecho romano, era catalogada como una "Acción
Real", no obstante los romanistas terminaron por inclinarse a considerarla por una
"acción creditoria". Creditoria, por el hecho de que si fuera real el acreedor tendría
que tener un derecho específico sobre un bien, que sería el que lo legitima para
accionar. El acreedor acciona en virtud de la relación obligatoria que ha dado lugar a
la constitución del crédito.
9
En un principio la acción pauliana fue vista como una "Acción de Nulidad" (Código
Civil articulo 2468 relacionado con articulo 1682), Josserand sostiene "La acción
pauliana es una acción de Nulidad" de modelo reducido y a basa de indemnización
minimizada. Pero la doctrina dominante señala muchas diferencias entre la
revocacion y la nulidad, entre ellas que las acciones de nulidad tienden a dejar sin
efecto actos viciados, mientras que las revocatorias tienen por fin dejar sin efecto
actos perjudiciales a los acreedores, aunque sean válidos.6 Se acepta que la acción
pauliana es una verdadera acción de nulidad “siu generis”, ya que la ley da a entender
que es una acción de nulidad, diciendo en el artículo 2468 número 1º de nuestro
Código civil “para que se rescindan” y en el número 2º “serán rescindibles”. Este
artículo debe relacionarse con el artículo 1682 del mismo código civil que hace
sinónimos los términos rescisión y nulidad relativa. Sin embargo, tiene carácter sui
generis, por que no corresponde a uno de los contratantes, como es lo normal, sino
que a un tercero, es decir, a los acreedores.
Se considera una sanción a la infracción de una prohibición, toda vez que la ley
prohíbe al deudor, que se desprenda de bienes de su patrimonio para perjudicar a sus
acreedores y la nulidad constituye la sanción a las leyes prohibitivas.
Algunos autores creen que se trata de una acción indemnizatoria. Esto porque el
fraude pauliano, como acto ilícito que es, da lugar a la obligación de indemnizar los
perjuicios de los que han intervenido en él, solo que la reparación adopta una forma
especial, dejar sin efecto el acto ilícito.7
En esta acción pauliana no procede por las causales corrientes que existen para
obtener la nulidad de actos jurídicos, sino que por otras causales especiales
establecidas para el ejercicio de esta acción. Es por ello que algunos autores estiman
que no se trata de una acción de nulidad relativa, siguiendo a la doctrina francesa, así
estiman que las expresiones “rescisión” y “rescindan” no han sido empleadas en su
acepción técnica. No afecta al acto por haber nacido con un vicio de origen , por falta
de un requisito de existencia o validez, de modo que no habría nulidad, por lo que se
6
Puelma Accorsi, Alvaro, “Curso de derecho de quiebras”,cuarta edicion, editorial jurídica de Chile,
Santiago, 1966.
7
Sandoval López, Ricardo, Derecho Comercial, “La insolvencia de la empresa, derecho concursal:
quiebras, convenios y cesiones de bienes, sexta edición, tomo IV, edit. Jurídica de Chile.
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trataría una sanción al fraude y de una medida de protección a los acreedores que
acarrea la ineficacia del acto.
Por otra parte, existen algunos que la consideran como acción de inoponibilidad por
fraude, toda vez que, el acreedor, le es inoponible el acto ejecutado por el deudor en
fraude de aquél. Por ello la opinión de algunos, es la que ve en el fraude pauliano, un
caso especial de inoponibilidad, se consideraría el acto perfectamente válido y
oponible entre las partes, y, por ende, no podrían, ni el deudor que lo otorgó ni el
tercero con quien se celebró, impugnar el acto alegando que fue fraudulento.
Sin embargo el tercero en cambio, puede desconocer el acto, privarlo de efectos
respecto a él, como ocurre justamente en la inoponibilidad. En todo lo demás, el acto
persiste y, en consecuencia, sólo se le revoca en la parte que perjudica al acreedor que
invoca el fraude.
Como conclusión, la acción pauliana pretende lograr la ineficacia del acto practicado
por el deudor en la medida que este acto perjudique los derechos del acreedor y que la
ineficacia de tal acto sea el único medio como éste puede hacerse efectivo su derecho.
junto con la ineficacia del acto jurídico fraudulento, este resulta ineficaz respecto del
acreedor, pero mantiene su validez y eficacia jurídica respecto de los terceros que han
contratado con el deudor, para que puedan reclamar sus derechos los cuales fueron
vulnerados. Seria una de las formas que nos entrega nuestro derecho concursal de
reparación del perjuicio, lo que se logra con la acción pauliana, pero ella afecta al
adquirente a titulo gratuito, aunque no este de mala fe. Considerando estos
antecedentes, no hay acto ilícito, y, sin embargo, procede la acción revocatoria.
En el campo del derecho comercial, España y las ciudades italianas se desarrolló con
mayor extensión y detalle las acciones revocatorias en caso de quiebras y se les dio
una fisonomía propia. La acción de ejecución recaía sobre la persona del deudor. De
esta manera si el deudor no ejecutaba su prestación estando condenado, el acreedor
podía solicitar su adjudicación, conducirlo preso o hacerlo trabajar. De este modo
persona del deudor era la garantía del crédito. Con posterioridad se autorizó al
acreedor a vender los bienes del deudor e indemnizarse con su precio.
Existe una posición que señala que el origen de la acción pauliana se encuentra en el
derecho griego, pero la institución en si se desarrolló en el derecho romano. LA acción
fraudataria fue el resultado de algunos recursos o acciones existentes en el Antiguo
Derecho Romano, y que fueron tres:
1- el Interdictum Fraudatorium
2- la Restitutio in Integrum ob Fraudem y
3- la Actio Personalis in Factum o Ex Delicto.
Del artículo 2468 del Código Civil se desprende que los requisitos son los siguientes:
12
Antes de entrar en detalle en los requisitos, artículo 2468 de nuestro Código civil nos
señala que: ”En cuanto a los actos ejecutados antes de la cesión de bienes o la apertura
del concurso, se observarán las disposiciones siguientes:
1 - Los acreedores tendrán derecho para que se rescindan los contratos onerosos, y las
hipotecas, prendas y anticresis que el deudor haya otorgado en perjuicio de ellos,
estando de mala fe el otorgante y el adquirente, esto es, conociendo ambos el mal
estado de los negocios del primero.
2 - Los actos y contratos no comprendidos bajo el número precedente, incluso las
remisiones y pactos de liberación a título gratuito, serán rescindibles, probándose la
mala fe del deudor y el perjuicio de los acreedores.
3 - Las acciones concedidas en este artículo a los acreedores expiran en un año
contado desde la fecha del acto o contrato”.
surge un tercer titular de las acciones revocatorias como lo es la figura del síndico,
quien, actúa en una calidad jurídica muy distinta a la de los acreedores singulares, ya
que será el representante de la masa de acreedores afectados por la ejecución de actos
durante el periodo sospechoso de la quiebra, es decir, actuará en interés de la masa de
acreedores.
Se argumenta que los acreedores hipotecarios y los de segunda clase, por tener
preferencias sobre bienes determinados, no podrían ejercer la acción pauliana. Se
estima por la mayoría de los autores equivocada esta opinión, por cuanto la ley les
otorga este derecho a los acreedores en general.
Claro Solar explica que el texto que se adoptó finalmente para el art. 2468 del Código
Civil obedece a que la disposición no estaba de acuerdo con la tradición romana, ni
con la disposición de las Partidas, pero la verdad es que creemos que el fundamento
del actual sistema, en que la prescripción corre desde la fecha del acto o contrato,
propende a darles mayor estabilidad a las relaciones jurídicas, porque la misma
solución del art. 2468 ha sido adoptada en la ley concursal.8
2- Que se trate de un acto jurídico que haya sido celebrado con anterioridad a la
cesión de bienes o apertura del concurso
8
Claro Solar, Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado, t. XI, pág. 635, Editorial Jurídica
de Chile, 1979.
15
Debe tratarse de un acto jurídico y no material, por lo que las modificaciones de hecho
que hayan experimentado sus bienes no son atacables por esta vía de revocación, tales
modificaciones son siempre un riesgo de los acreedores. Respecto a las condiciones y
características del acto jurídico tampoco existe demasiada claridad.
Nuestra legislación postula que el acto jurídico en cuestión debe ser válido y no nulo.
Si es atacable por otra vía, como sería la de la nulidad, debe ejercitarse la acción
específica y no la acción revocatoria, lo que también se podría extender para la acción
simulación.
A contrario sensu, parte de nuestra doctrina chilena opina que los actos jurídicos,
aunque anulables, son válidos en la medida que no se resuelva su nulidad, lo que bien
puede instarse la revocación en el supuesto de dicha presunción de validez que los
actos jurídicos llevan consigo.
La ley es clara en cuanto al momento de celebración o ejecución del acto jurídico, debe
haberse producido con antelación a la declaración de quiebra u oferta de cesión de
bienes. Al respecto los actos posteriores a dichas resoluciones serán también
ineficaces respecto de terceros, pero esta vez por efecto del embargo a que está sujeto
el patrimonio del deudor y no por otra razón.
Los actos deben haber acontecido hasta el día de la declaratoria de quiebra; así resulta
de la lectura de los artículo 74, 76 y 79 de la Ley de Quiebras. No debemos dejar de
mencionar la revocabilidad de los actos procesales, lo que no deja de ser
prácticamente interesante que del contexto de las normas, tanto del Código Civil
como de la Ley de Quiebras, estamos en la esfera del derecho privado y convencional,
de forma que no podría intentarse la revocación de actos simulados o no, efectuados
por ministerio o intermedio de la justicia.9
9
Claro Solar, Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado, t. XI, pág. 635, Editorial Jurídica
de Chile, 1979.
16
Todo esto en consideración de que la acción pauliana es una acción instrumental del
procedimiento concursal y no una acción sancionatoria como otras ejercidas en el
ámbito civil.
generar una situación temporal de carácter excepcional que va a ser regulada a través
de una institución especial que es la acción pauliana concursal, que es un remedio al
fraude cometido por el insolvente, o sus representantes, en perjuicio de los
acreedores, y que se diferencia de manera significativa de la acción pauliana común
descrita con anterioridad.
3.6 ¿Qué pasa con la identidad jurídica entre la acción pauliana civil y la acciones
revocatorias?
Se puede afirmar que ambas acciones instan por la inoponibilidad del acto doloso.
Pese a ello no existe consenso en señalar una estricta identidad entre ambos tipos de
acciones, pero si bien el fundamento inmediato es distinto, también es cierto que su
razón última, en ambas, es el respeto a la par condictio, pero su fundamento mediato
y su finalidad son idénticos, ocupando la par condictio y la inoponibilidad los dos
extremos, respectivamente, en ambos tipos de acciones.
Los acreedores tienen la vía de la acción pauliana para impugnar los actos realizados
por el deudor que resulten perjudiciales para sus intereses. Pero cuando el deudor cae
en quiebra, la ley les ha dado un arma mas eficaz que la acción pauliana civil; y ello
por la causa que al estado de quiebra se llega generalmente un progresivo
empeoramiento de ls negocios y durante esta etapa intermedia que antecede a la
quiebra y que deno minamos periodo sospechoso.
La nueva Ley de Quiebras en sus artículos 74 y siguientes contempla estas acciones y
califica de inoponibles a la masa los actos o contratos ejecutados o celebrados en
periodo sospechoso.
Es usual que los deudores, previniendo la inminencia del descalabro, traten de salvar
bienes, enajenándolos fraudulentamente bien, presionados por acreedores que
también prevén la quiebra, sean obligados a pagarles en perjuicio de los demás. Tal
como lo señala Brunetti “todo esto ha ocurrido desde que el mundo es mundo”.
La doctrina como el medio que la ley les otorga al síndico y a los acreedores para
obtener la reconstitución del patrimonio del deudor deteriorado por actos de éste
durante el periodo de sospecha, en perjuicio de los créditos de aquellos o de los bienes
de la masa concursal.
Estas acciones están estructuradas tomando como base la accion pauliana civil, pero
exigiéndose menos requisitos para su procedencia y estableciéndose presunciones
( simplemente legales o de derecho) para dar por establecidos los presupuestos de
ella.
Para determinar la época en que operan las acciones revocatorias es necesario
distinguir:
2- Actos y contratos celebrados por el fallido antes del período sospechoso. Sólo
pueden ser afectados por la acción pauliana del artículo 2468 del Código Civil;
Debemos considerar el artículo 2468 del Código Civil, que instituye la acción
pauliana ordinaria, recurre a la expresión “rescisión”, que legalmente es entendida
como sinónimo de nulidad relativa, según lo establecido en el artículo 1682 del
Código civil.
Desde el punto de vista del derecho comercial, existen muchas aristas a considerar
que nos podría indicar que la sanción propia de la revocación era la inoponibilidad y
no la nulidad, ya que ésta dice relación con vicios congénitos al acto, sea por la falta o
ilicitud de su objeto o causa, por la falta de solemnidades, la falta o vicios en el
consentimiento o falta de capacidad legal.
La figura cambia radicalmente con la revocación, en que el acto es intrínsecamente
válido, pero que por las circunstancias de su otorgamiento, el estado de cesación de
22
Las acciones revocatorias son, por sobre todo, acciones de inoponibilidad. Esto es,
son acciones que persiguen la mera declaración de la ineficacia de actos jurídicos
respecto de tercero. De lo anterior se desprende que tanto el tercero co-contratante
como los terceros subadquirentes son, en lo que respecta a los acreedores concúrsales,
poseedores sin título debiendo restituir todo lo que recibieron del deudor: la cosa, sus
frutos naturales y civiles o, en su defecto, el valor de lo que hayan recibido por ella,
todo conforme a las reglas de las acciones posesorias y reivindicatorias, y de las
prestaciones mutuas dadas por el Código Civil en los artículos 904 y siguientes, al
tratar de la acción reivindicatoria. De modo que distinguir entre las revocatorias, que
son acciones de mera declaración, y las acciones que nazcan del éxito de aquéllas
resulta irrelevante para el hecho de que lo más probable es que sean serán
restitutorias, lo que no obsta a que puedan ser resarcitorias o indemnizatorias.
- Sujeto activo
11
Puga Vial, Juan Esteban, Derecho Concursal, El Juicio de Quiebras, 3ª ed, Editorial Jurídica de
Chile, 2004
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gastos y una remuneración por sus servicios, ya que ha obrado en interés de todos los
acreedores.
Así como lo señala el artículo 81 n°3 Ley de Quiebras 12, si el acreedor obtiene en el
juicio, tiene derecho a que se le indemnice con los bienes de la quiebra de todo gasto
y para que se le abone el honorario correspondiente a sus servicios. En contraposición
a esto, si pierde dicho juicio revocatorio concursal, soporta sólo él todos los gastos sin
derecho a remuneración alguna; teniendo en cuenta que dichos gastos y honorarios
son verdaderas costas o gastos procesales causados en interés general de los
acreedores, que se pagan, conforme al artículo 148 de la Ley de Quiebras,
administrativamente y sin necesidad de verificación.
Siguiendo con esta idea, la circunstancia de que el revocante vencido deba sufrir sólo
sus gastos y honorarios, surge como consecuencia de que no se da lugar
representación alguna entre éste y los demás acreedores y del hecho de que tales
“costas” resultaron, inútiles, razón por el cual no dan derecho a repetición, (al art. 140
del Código de Procedimiento Civil).13
12
Articulo 81 nº 3 Ley de Quiebras “Los acreedores que individualmente entablen dichas acciones en
beneficio de la masa, tendrán derecho, si obtuvieren en el juicio, para que se les indemnice con los
ingresos de la quiebras de todo gasto y para que se les abone el honorario correspondiente a sus
servicios, todos los cuales gozarán de preferencia del nº 1 del artículo 2472 del Código Civil.
En caso de pérdida, soportarán ellos solos los gastos y no tendrán derecho a remuneración”.
13
Art. 140 Código de Procedimiento Civil : “
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principalmente en lo que dice relación con los sujetos autorizados para ejercer dichas
acciones revocatorias. Se podrá pedir que se declaren ineficaces respecto de los
acreedores, ciertos actos ejecutados por el deudor durante el periodo de sospecha.
Con respecto a la acción, esta es ejercida por el síndico y está sujeta a la autorización
previa de la mayoría simple del capital quirografario verificado y declarado admisible.
La declaración debe reclamarse por acción que se deduce ante el juez de la quiebra y
tramita por vía ordinaria, a menos que por acuerdo de partes se opte por hacerlo por
incidente.
La legislación argentina, además de lo anterior, estipula que sin perjuicio de la
responsabilidad del síndico, cualquier acreedor interesado puede deducir a su costa
esta acción “después de transcurridos treinta días desde que haya intimado
judicialmente al síndico para que la inicie” (artículo 120).
La ley en referencia, al igual que nuestra legislación, se pronuncia sobre la acción
pauliana o acción revocatoria ordinaria, sobre la cual se ha señalado que solo puede
ser iniciada o continuada por los acreedores “después de haber intimado al síndico
para que la inicie o prosiga, sustituyendo al actor en el término de treinta días”.
Existen legislaciones en que las acciones revocatorias concúrsales son ejercidas
principalmente por los acreedores, como lo es en Colombia, preferentemente sobre la
figura de la acción pauliana. De esta manera solamente aprovecha al acreedor o
acreedores que la ejercen ( 2491 del Código Civil).
es requisito para la prosperidad de la acción que el crédito del acreedor que se
presente como lesionado sea cierto y anterior a dicho acto, dado el carácter que tiene
la acción (reconstituir el patrimonio del deudor al estado que tuvo antes del acto
fraudulento).
Cuando la acción revocatoria concursal la inicien los acreedores, tendrán derecho a
que en la sentencia se le reconozca a título de recompensa, una suma equivalente al
cuarenta por ciento del valor comercial del bien recuperado para el patrimonio del
deudor, o del beneficio que directa o indirectamente se reporte.
Esta legislación concede ciertas facultades al juez para proceder de oficio en el
ejercicio de estas acciones revocatorias concúrsales. Ello por cuanto el artículo 75 de
la Ley 1.116 señala : “el juez del concurso podrá iniciar de manera oficiosa la acción
revocatoria frente a las daciones en pago y los actos a título gratuito”. En este caso la
27
acción será promovida por el mismo sujeto que debe ocuparse del asunto de fondo, lo
que compromete la imparcialidad del procedimiento concursal.
En el ejercicio de las acciones revocatorias concúrsales, podrá intervenir otros sujetos,
como es el caso del llamado representante del extranjero, figura que no se encuentra
presente en la legislación chilena. A partir del reconocimiento de un proceso
extranjero, el representante extranjero estará legitimado para entablar las acciones
revocatorias en el marco de la insolvencia transfronteriza (artículo 108 de la Ley
1.116).
Por su parte, legislación concursal peruana tiene una finalidad que a estas alturas ya
nos resulta conocida, y que dice relacion con velar por los intereses de la masa de
acreedores, así como el respeto de la par condictio creditorum. Finalidad que se
encuentra inserta en la ley 27.809, específicamente en el artículo 19 de la Ley general
del sistema concursal señala que el juez declarará ineficaces y, en consecuencia,
inoponibles frente a los acreedores, los actos jurídicos celebrados entre la fecha que
presentó su solicitud para acogerse a alguno de los procedimientos concúrsales.
La legislación peruana además señala cuales son las personas facultadas para ejercer
las acciones revocatorias concúrsales con la finalidad de obtener la declaración de
ineficacia de aquellos actos realizados por el deudor en el tiempo estipulado.
Tales personas, según el en el artículo 19 de la Ley 27.809 son:
1- La persona o entidad que ejerza la administración del deudor o el liquidador, o
2- Uno o más acreedores reconocidos se encuentran legitimados para interponer
dicha demanda.
Pero ¿Qué pasa con la idoneidad del juicio sumario en las acciones revocatorias? Esta
idoneidad para las acciones revocatorias destinadas a la declaración de ineficacia de
los actos a título gratuito y asimilados es inequívoca.
Por otra parte la doctrina nacional mayoritaria, señala que la solución adoptada por
nuestro legislador no logra su perfección del todo. Sujetar estas acciones de carácter
incidental a un juicio de lato conocimiento, es contradecir el espíritu y la finalidad que
persiguen, pues con ellas se pretende reintegrar bienes al patrimonio concursado con
miras a la mejor satisfacción de los acreedores.
La acción pauliana según la legislación colombiana, se tramita por vía del proceso
Ordinario.
De manera excepcional, si ya se ha abierto en contra del deudor un proceso concursal
tramitado por ley 222 de 1995 o por la ley 550 o un proceso de insolvencia, la acción
se conocerá a través del proceso abreviado o como un incidente en dicho proceso o a
través del procedimiento establecido en el artículo 592 del Código de Procedimiento
Civil, en el caso de la aceptación por parte de los acreedores del asignatario.
En cuanto al contenido del sistema concursal peruano, la declaración de ineficacia de
los actos ejecutados por el deudor y terceros en el periodo de sospecha y su
consecuente inoponibilidad se obtendrá a través del ejercicio de las acciones
revocatorias concúrsales, en donde el procedimiento sumario será el competente para
practicar la tramitación.
La legislación concursal argentina establece que “para obtener la declaración de
ineficacia de los actos jurídicos celebrados entre el deudor y terceros deberá ejercerse
las acciones correspondientes ante el juez de la quiebra quien tramitará las mismas
por vía ordinaria, salvo que por acuerdo de las parteas se opte una tramitación vía
incidental”. (artículo 119 inciso segundo de la legislación argentina).
7. Tribunal competente.
Pese a no existir precepto expreso, se entiende que el tribunal competente para
conocer de las acciones revocatorias es el mismo que conoce de la quiebra, en virtud.
31
Las acciones que se ejercitan en interés de la masa, no existiría duda pensar que el
tribunal competente es el mismo que conoce de la quiebra y no buscar su
determinación aplicando las reglas generales contenidas en el Código Orgánico de
Tribunales, no obstante que estas últimas conducen a señalar el mismo resultado.
Las acciones revocatorias admiten varias clasificaciones, las más utilizadas son las
siguientes:
En primer lugar es necesario hacer la distinción entre las acciones revocatorias contra
actos a título gratuito y asimilados y acciones revocatorias contra actos a título
oneroso y asimilados. Distinción que se identifica con las inoponibilidades de derecho
e inoponibilidades facultativas, respectivamente.
Para ejercer estas acciones revocatorias concúrsales contra los actos a titulo gratuito
se requiere cumplir dos requisitos:
1- Debe atenderse a la naturaleza del acto, el cual debe ser a título gratuito
2- Debe considerarse la fecha en que se ejecutó, es decir, debe ejecutarse dentro del
periodo sospechoso, desde diez días antes de la cesación de pagos hasta la declaratoria
de quiebra o desde ciento diez días antes de la cesación de pagos hasta la declaratoria
de quiebra, en el caso de actos o contratos a favor de parientes.
33
Los actos onerosos en que existe una desproporción manifiesta entre las prestaciones
dadas y recibidas por el fallido, en la mayoría de los casos estos actos serán atacables
por la vía de la simulación; y en otros tantos, el acto será realmente oneroso pero de
prestaciones conexas desproporcionadas con evidente fraude para los acreedores,
caso en el cual sólo se permitirá su ineficacia por la vía de las inoponibilidades
facultativas.
Probado que el deudor realizó un acto gratuito en el periodo indicado, al juez sólo le
cabe decretar su revocación.
Las características de la acción son las siguientes:
- Es una inoponibilidad de derecho, lo que no significa que no requiere de
declaración judicial, sino que acreditados los requisitos de la acción, el
juez está obligado a declararla. El tribunal n tiene la facultad
discrecional al respecto.
- No exige atender a la buena o mala fe del o de ambos contratantes, lo
que nos permite distinguirla de la acción pauliana en el sentido en que
no se basa en una presunción de mala fe del deudor, sin que se requiere
solo desprenderse gratuitamente de los bienes en el periodo sospechoso.
El acto impugnado con esta acción no causa daño al tercero. Éste nada
paga, nada pierde al quedar igual que antes.
- No requiere probar el perjuicio de los acreedores, lo que resulta lógico,
por cuanto es evidente que el acto por el sólo hecho de ser gratuito,
causa perjuicio a los acreedores al separar un bien del patrimonio del
deudor sin ninguna contraprestación. Se presume que lo causa.
- Abarca todos los actos gratuitos en el periodo sospechoso, no sólo los
traslaticios de dominio. Se comprende en rigor de la norma, ya que tales
actos son los más sospechosos. No se concibe que el deudor que un
deudor al borde del colapso económico decida regalar sus bienes a
terceros.
34
Las prendas e hipotecas pueden ser actos gratuitos y onerosos. Son actos
gratuitos cuando las constituye un tercero sin remuneración o si el
deudor las constituye después del nacimiento de la obligación.
1. Todo pago anticipado, sea de deuda civil o comercial, y sea cual fuere la manera en
que se verifique. Se entiende que el fallido anticipa también el pago cuando descuenta
efectos de comercio o facturas a su cargo, y cuando lo verifica renunciando al plazo
estipulado a su favor”.
En caso de que los pagos no fueron hechos por el fallido del art. 41, los acreedores
deberán proceder vía revocatoria ordinaria, haciéndose valer la presunción iuris
tantum que el deudor conocía el mal estado de sus negocios desde diez días antes de
la fecha asignada a la cesación de pagos.
El artículo 76 nº 2 de la Ley de Quiebras señala que “todo pago de una deuda vencida
que no sea ejecutado en la forma estipulada en la convención, que se realice en el
periodo sospechoso. La dación en pago de efectos de comercio equivale a pago en
dinero”.
Por lo tanto las daciones en pago hechas por el deudor del artículo 41 de la ley
concursal serán revocables, siempre que sean tales y que se hayan efectuado en el
período sospechoso, que es igual al de la acción en contra de los pagos anticipados.
La dación en pago es un modo de extinguir las obligaciones, que consiste en
solucionar una deuda vencida en una forma diversa a la contemplada en la
convención. Este modo de extinguir obligaciones es sospechoso y rompe el principio
de la igualdad14.
Este acto configura una presunción de mala fe del deudor, porque mediante él
podrían sustraerse al activo de la quiebra bienes de mayor valor.
No obstante, existe una forma de dación en pago que se acepta por ser de uso
frecuente en la práctica mercantil: se trata de aquella que se hace mediante la entrega
de efectos de comercio, que se equipara al pago en dinero.
La dación en pago efectuada por el deudor común no será revocable por esta vía, por
lo que deberá recurrirse a la acción pauliana ordinaria con su útil presunción, de lo
que se desprende del artículo 75 de la Ley de Quiebras.
14
Fallo de la Corte Suprema del 26 de julio de 1916 que señala: “Es nulo el acto celebrado el mismo
día fijado como fecha de cesación de pagos y por el cual el fallido reconoce adeudar a uno de sus
acreedores cierta cantidad de dinero, y le vende en pago su negocio y demás especies que se
enumeran. Tales bienes corresponden a la masa de la quiebra”.
36
La ley supone en este caso que el fallido, antes del periodo sospechoso, había
contraído una obligación principal sin garantía, y que durante dicho periodo concede
o constituye una prenda o hipoteca sobre sus propios bienes para caucionarla.
15
Puelma Accorsi, Alvaro, “Curso de derecho de quiebras”,cuarta edicion, editorial jurídica de Chile,
Santiago, 1966.
38
Pueden invalidarse asimismo los actos o contratos a título oneroso, celebrados por el
deudor, cuando se ejecuten o celebren en el periodo sospechoso, que, en este caso,
conforme a la regla general, se extiende desde la cesación de pagos hasta la
declaratoria de quiebra.
La discrepancia que tienen estos actos o contratos es justamente la época en que se
ejecutan o celebran, puesto que no es necesario tampoco que causen perjuicio a los
acreedores.
Requisitos de la acción:
Para invocar con éxito esta acción se requiere de la concurrencia de los siguientes
requisitos:
1) Los actos deben haberse ejecutado o celebrado los contratos durante el periodo
sospechoso, desde la cesación de pagos hasta la declaratoria de quiebra. El periodo
sospechoso comienza, en este caso, con la cesación de pagos, ya que se exige el
39
2) Que se trate de actos o contratos cuya anulación no puede obtenerse con el ejercicio
de las acciones contenidas en los artículos 74 a 76 de la Ley de Quiebras. No deben
ser actos a título gratuito, contemplados en el artículo 74, ni pagos normales
ejecutados antes de la cesación de pagos, ni, en fin, de los actos afectados por las
acciones del artículo 76 de la ley concursal.
De lo anterior se puede deducir que para que tenga lugar esta acción, se deba cumplir
con ciertos requisitos:
d.- Que la compensación haya operado por créditos contra el fallido adquiridos por
cesión o endoso. La ley no admite otro modo de adquirir, como sería el caso de la
sucesión por causa de muerte. Sabemos que la cesión y el endoso son las formas de
efectuar la tradición de los derechos nominativos o a la orden, respectivamente. Sólo
mediante estos actos jurídicos entre vivos es posible que devenga un daño al
patrimonio del deudor, porque en la entrega de los créditos al portador y en la
adquisición mortis causa el perjuicio es inevitable.
e.- Que por dicha compensación devenga perjuicio al patrimonio del deudor. La ley no
lo dice expresamente, pero debe desprenderse así de los fines de la revocación.
Para mayor comprensión señalaremos un ejemplo: Juan, el fallido, es acreedor de
Pablo por obligación exigible. Pedro es acreedor de Juan por obligación exigible.
Pedro cede o endosa a Pablo un crédito en contra de Juan, el deudor quebrado,
41
Con respecto a este tipo de acciones, antes de la declaración de quiebra, tenemos que
las compensaciones convencionales importan un pago ficticio y, por lo tanto, por regla
general, son actos a título oneroso susceptibles de revocarse mediante las acciones
señaladas. Pero no podemos predicar lo mismo respecto de las compensaciones que
obran por el solo ministerio de la ley, pues ellas no derivan propiamente de un “acto o
contrato”, de forma que, por regla general, no serán revocables por las acciones de los
artículos 75, 76 y 77 inciso 1° de la ley concursal, aunque importen un pago ficticio.
El artículo 78 de nuestra ley concursal, al señalar. “Si el fallido hubiere pagado letras
de cambio o pagarés después de la fecha asignada a la cesación de pagos y antes de la
declaración de quiebra, no podrá exigirse la devolución de la cantidad pagada sino de
la persona por cuya cuenta se hubiere verificado el pago.
En los dos casos propuestos, será menester probar que la persona a quien se exija la
devolución tenía conocimiento de la cesación de pagos a la fecha en que fue girada la
letra o transferido el pagaré.
En las letras de cambio que paga el fallido, la persona por cuya cuenta se realiza el
pago es el librador y en el pagaré a la orden lo es el beneficiario. Por lo tanto no puede
intentarse la revocación en contra de los endosatarios o dueños por endoso del
documento.
Esta norma también se aplica a los cheques, que son instrumentos negociables por
excelencia (art. 11 de la Ley de Ctas. Corrientes bancarias y Cheques señala que el
cheque dado en pago de obligaciones se sujetará a las reglas de la letra de cambio).
Quiebras) pero con preferencia a las acciones del inciso 1° del artículo 77, generales a
los actos onerosos del deudor comerciante, industrial, minero o agricultor.
año 1967. Ahora establece, para proteger la circulación de los efectos de comercio, que
los pagos efectuados piel fallido n son revocables, pero si se trata del primer dueño del
documento el que recibió el pago y que tuvo relación con el fallido, puede intentarse la
acción revocatoria en su contra, probando la mala fe de éste. Desafortunadamente en
las últimas modificaciones a la actual ley de quiebras, el legislador desaprovechó esta
experiencia y no modificó esta norma.
De acuerdo con lo prevenido en el inciso 3º del artículo 79, el plazo se amplía a razón
de un día por cada cien kilómetros de distancia entre el lugar en que se hubiere
constituido la hipoteca y el lugar en que deba hacerse la inscripción.
En cuanto a sus diferencias podemos señalar que los artículos 74 y 76 obedecen a las
llamadas inoponibilidades de derecho, a contrario sensu, la acción del artículo 79 es
claramente una inoponibilidad facultativa.
Frente a la afinidad que se puede apreciar del ejercicio de las acciones del articulo 79 y
77 de nuestra ley concursal se puede concluir que ambas se asemejan en cuanto se
encuentran dentro de las llamadas inoponibilidades facultativas en las cuales el juez
actúa con plena discrecionalidad para declararlas. Por ultimo es dable encontrar entre
estas inoponibilidades facultativas ciertas diferencias , como el hecho de que las
acciones del artículo 77 necesitan conocimiento de la cesación de pagos por parte del
tercero. En las acciones del artículo 79 no se exige ese conocimiento. Además en el
período sospechoso empieza en las acciones del artículo 77 con la cesación de pagos,
en tanto que las acciones del artículo 79 empiezan con diez días de anticipación.
La renuncia de las acciones dice relación con el acto formal por el que se expresa el
ánimo de no ejercerlas y no a una omisión pura y simple de su ejercicio. La renuncia
46
ratificación del acto; la ratificación sólo se extenderá a aquellos puntos que se estimen
reconocidos por el síndico y no a otros extremos que le sean ignorados. Por ello, la
confirmación siempre debe importar una declaración más o menos evidente en el
sentido de renunciarse a la acción revocatoria.
Se deben considerar dos situaciones relevantes: el desistimiento por parte del síndico
y el desistimiento por parte de los acreedores.
En lo que dice relación con el desistimiento por parte del síndico, el síndico no ejerce
las acciones revocatorias en mandato de los acreedores; él las ejerce como titular
originario y legal de las mismas.
A los acreedores no les quedará otro camino que la acción pauliana civil, pero sin la
presunción de mala fe del inciso 2° del artículo 75 de la ley, bajo la condición de que
se acepte la teoría de que procede esta acción del derecho común sin declaración de
nulidad o cesión de bienes.
16
El artículo 80 de la ley de Quiebras fue modificado respecto al plazo de prescripción ya que bajo la
vigencia de la antigua ley concursal se establecía un plazo de prescripción de un año, contados desde
la fecha del acto o contrato.
17
Artículo 1672 del Código Civil colombiano, y Ley 1.116 del proceso concursal colombiano.
49
Las acciones revocatorias tienen por efecto hacer inoponible el acto respecto de la
masa, por lo cual deben reintegrarse al activo los bienes objeto del acto o contrato
declarado inoponible. Respecto del demandado se plantea el problema de saber si la
masa está obligada a devolver lo que éste haya dado o pagado en virtud del acto o
contrato revocado. De este modo se plantean ciertos relativos al efecto de la
revocación respecto del demandado y de terceros.
Tratándose de terceros subadquirentes del bien objeto de la acción revocatoria,
surgen ciertas interrogantes como si les afecta esta acción y de qué forma y en qué
condiciones.19
En nuestro derecho son diversas las opiniones que tratan esta materia. Para Luis
Claro Solar y Manuel Vargas, la revocatoria tiene efectos propios, por lo que debe
atenderse a la buena o mala fe del tercero para fijar la extensión o alcance de tales
efectos. En conclusión:
-Si está de buena fe, debe restituir hasta el monto del enriquecimiento injusto, y
-Si se encuentra de mala fe, debe restituir hasta concurrencia del daño causado.
18
Revisar Anexo 1 incorporado en el presente trabajo.
19
Puelma Accorsi, Alvaro, “Curso de derecho de quiebras”,cuarta edicion, editorial jurídica de Chile,
Santiago, 1966
50
- Los efectos de comercio son títulos de crédito que contienen una prestación
consistente en pagar una suma de dinero a la orden del beneficiario indicado o al
portador. Son pagaderos a corto plazo, de fácil circulación, por lo que se les considera
como sustitutos del dinero. Los efectos de comercio, considerados en su aspecto
jurídico-material, pueden salir de la posesión de su dueño, no obstante que éste
conserve su dominio. Desde este punto de vista, y como se señaló con anterioridad el
efecto de comercio es perfectamente reivindicable, en la medida que se cumplan todos
los requisitos de la acción reivindicatoria.
-Que se trate de un efecto de comercio o cualquier otro título de crédito20;
-Que no se haya pagado;
-Que el fallido lo tenga en su poder por sí, o por otra persona que lo tenga
a nombre de él, y
-Que haya sido entregado al fallido por un título no traslaticio de dominio.
20
Para el profesor Arturo Alessandri el titulo de crédito es una cosa corporal mueble, sometido al
régimen jurídico de esta hasta donde lo permitan sus particularidades.
52
21
Corte de Apelaciones de Iquique, 30 de mayo de 1922, estima que la voz ”mercaderías” comprende
también el mobiliario de la casa-habitación que el fallido tenía a título de arrendatario, porque la
expresión aludida, no estando definida, debe tomarse en su sentido natural y obvio.
53
Para concluir, hay considerar que si el comprador pagó al fallido o al síndico el precio
de las mercaderías, reconociendo la calidad de mandatario del fallido respecto del
dueño, dicho pago, no obliga a este último, porque el mandato se habrá terminado
con la declaración de quiebra del fallido mandatario. Deberá pagar dos veces el
comprador.
Dicha acción deriva de la condición resolutoria tácita o del pacto comisorio y en virtud
de la cual el contratante cumplidor o diligente puede solicitar que se deje sin efecto el
contrato por incumplimiento de parte del otro contratante.
Además no hay que olvidar que la condición resolutoria ordinaria no da lugar a la
acción resolutoria, porque sus efectos se originan de pleno derecho.
Se exige que se trate de compraventa de cosas muebles, aun cuando no haya pagado el
precio, que se encuentren en poder del fallido al tiempo de la declaratoria de quiebra.
Armonizando esta norma con el artículo 86 parte final de la Ley de Quiebras, podría
pensarse que realizada la tradición de las mercaderías vendidas en esta forma no
podría intentarse la acción resolutoria contra el comprador fallido, porque se requiere
55
que los bienes muebles estén en poder del comprador al tiempo de su declaratoria de
quiebra.
Puede ocurrir también que las cosas muebles en tránsito hayan sido vendidas durante
la conducción a un tercero de buena fe, a quien se le transfiere la factura,
conocimiento o carta de porte, caso en el cual el vendedor primitivo no podrá intentar
la acción resolutoria. Sin embargo, si el nuevo comprador no hubiere pagado el precio
antes de la declaración de quiebra, el vendedor primitivo podrá demandar su entrega
hasta concurrencia de la cantidad que se le deba. Tal es la situación prevista en el
artículo 88 de la Ley de Quiebras.22
Así lo dispone el artículo 88 de nuestra ley concursal al señalar que “En caso de que
las cosa a que se refiere el artículo anterior hayan sido vendidas durante su transito a
un tercero de buena fe, a quien se hubiere transferido la factura, conocimiento o carta
de porte, el vendedor no podrá usar de las acciones que le confiere dicho artículo.
Pero si el nuevo comprador no hubiere pagado el precio antes de la declaración de la
quiebra, el vendedor primitivo podrá demandar su entrega hasta la concurrencia de la
cantidad que se le deba”.
22
OLIVERA GARCÍA, Ricardo. “Anteproyecto de Ley de Concursos”, 1ª ed. Montevideo: Editorial Universidad de
Montevideo, 1999.
56
dando caución que asegure el pago. Claro está que por encontrarse en quiebra el
comprador la acción resolutoria debe enervarla el síndico en su representación. Así lo
establece el artículo 93 de nuestra ley concursal.
No obstante la disposición del artículo 92 de la misma ley señala que, aparte de los
casos expresamente contemplados por las leyes, la retención tendrá lugar siempre que
la persona que ha pagado o se ha obligado a pagar por el fallido, tenga en su poder
mercaderías o valores de crédito que pertenezcan a aquél, con tal que la tenencia
nazca de un hecho voluntario del fallido, anterior al pago o a la obligación, y que esos
objetos no hayan sido remitidos con un destino determinado.
Procedencia de los siguientes requisitos para que opere el derecho legal de retención
de acuerdo con el artículo 92:
-Que la persona haya pagado o se haya obligado a pagar por el fallido;
-Que tenga en su poder mercaderías o valores de crédito que pertenezcan a aquel;
57
-Que la tenencia de estas especies haya nacido de un hecho voluntario del fallido,
anterior al pago o a la obligación, y
-Que tales bienes no hayan sido remitidos con un destino determinado.
23
Varela, Raúl, Curso de Derecho Comercial, Quiebras, 2ª parte, Editorial Universitaria, S.A., Chile,
1961.
58
15 . Bibliografía
1.- Claro Solar, Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado, t. XI, Editorial
Jurídica de Chile, 1979.
2.- Vial Puga, Juan Esteban, Derecho Concursal, El Juicio de Quiebras, 3ª ed,
Editorial Jurídica de Chile, 2004.
3.- OLIVERA GARCÍA, Ricardo. “Anteproyecto de Ley de Concursos”, 1ª ed. Montevideo:
Editorial Universidad de Montevideo, 1999.
4.- Puelma Accorsi, Alvaro, “Curso de derecho de quiebras”,cuarta edicion, editorial
jurídica de Chile, Santiago, 1966.
5.- López Sandoval Ricardo, Derecho Comercial, 5ª ed, Editorial Jurídica de Chile,
2004.
6.- Varela, Raúl, Curso de Derecho Comercial, Quiebras, 2ª parte, Editorial
Universitaria, S.A., Chile, 1961.
7.- Ley concursal colombiana, Ley 1.116, 2006.
8- Ley general del sistema concursal peruano, Ley 27.809, 2006.
9- Ley concursal argentina, Ley 24.577, 1995.
59