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Filosofía postmoderna:

La identificación de concepto posmodernidad en filosofía y cultura como una entidad distinta del modernismo, y el
esclarecimiento de los vínculos entre ambos, es una cuestión aún abierta en la teoría contemporánea. La
crítica de las nociones lineales de la historia ha llevado a sus partidarios a definir como posmodernos autores
del siglo XIX —sobre todo Friedrich Wilhelm Nietzsche— y aún de la Antigüedad clásica —Protágoras,
Gorgias, Isócrates y otros sofistas—. Este artículo examinará brevemente los precursores, pero se
concentrará en la producción teórica relacionada de manera más o menos directa con la crisis del
estructuralismo en los años 1960.
La idea de un pensamiento postmoderno ha sido fuente de arduas discusiones y aún lo continúa siendo.
Una de las fuentes de esta discusión se encuentra en que no es capaz de definirse en términos precisos, pues
son el resultado de diferentes ideas, pensamientos y percepciones en los distintos campos de la cultura
occidental. Así en el campo científico, la teoría de la relatividad y posteriormente la física cuántica,
revolucionaron la física gravitacional newtoniana y la forma de interpretar el universo. Del mismo modo lo han
hecho en el campo filosófico. En la ciencia ha sido muy importante la enunciación del Principio de
incertidumbre de Heisenberg, nombre que define una de las mayores características del pensamiento
postmoderno así como las consecuencias del teorema de Bell.
Lo mismo ha ocurrido en el área de la psicología y de la psiquiatría con el devenir del psicoanálisis. Aunque
Freud ha sido siempre tratado como un autor moderno en el sentido que si bien critica algunos aspectos de la
cultura moderna -especialmente en El malestar de la cultura- algunos de sus seguidores como Laing y
Lacan se han deslizado hacia planteamientos posmodernos.
El filósofo italiano Gianni Vattimo define el pensamiento postmoderno con claridad: en él lo importante no
son los hechos sino sus interpretaciones. Así como el tiempo depende de la posición relativa del observador,
la certeza de un hecho no es más que eso, una verdad relativamente interpretada y por lo mismo, incierta. El
modelo determinista de la causalidad, de la verdad de un sujeto fuerte al estilo de Hegel, Kant e incluso Marx
y el planteamiento del tiempo lineal como el de Leibniz son puestos en tela de juicio.
En la literatura el posmodernismo -no confundir con posmodernidad- provocó la fusión del espacio y del
tiempo en la narración y la percepción difusa de la realidad, así como los distintos puntos de vista del o de los
narradores, junto a la simultaneidad de los géneros, especialmente en la novela, llevó a la ruptura de las
técnicas clásicas, abolidas por una absoluta libertad tanto en estilo, forma y fondo. La literatura de imágenes
donde la realidad y la ficción comparten el mismo espacio-tiempo se asemeja a la cinematografía, donde los
dibujos animados comparten los mismos lugares y la misma vida que los actores de carne y hueso.
La postmodernidad, por más polifácetica que parezca, no significa una ética de carencia de valores en el
sentido moral, pues precisamente su mayor influencia se manifiesta en el actual relativismo cultural y en la
creencia de que nada es totalmente malo ni absolutamente bueno. La moral postmoderna es una moral que
cuestiona el cinismo religioso predominante en la cultura occidental y hace énfasis en una ética basada en la
intencionalidad de los actos y la comprensión inter y transcultural de corte secular de los mismos.
Es una nueva forma de ver la estética, un nuevo orden de interpretar valores, una nueva forma de
relacionarse, intermediadas muchas veces por los factores postindustriales; todas éstas y muchas otras son
características de este modo de pensar.
Uno de los síntomas sociales más significativos de la postmodernidad se encuentra en la saga de películas
Matrix, donde el realce de la estética y la ausencia de culpa causal, unidos a la percepción de un futuro y una
realidad inciertas, se hacen evidentes. Otros ejemplos más relevantes los encontramos en Blade Runner,
Irreversible y un ejemplo español de culto Smoking Room. En todos ellos observamos un preeminencia de los
fragmentos sobre la totalidad, ruptura de la linealidad temporal, abandono de la estética de lo bello al estilo
kantiano, pérdida de la cohesión social y sobre todo la primacía de un tono emocional melancólico y
nostálgico.
Los pensadores más destacados de las corrientes posmodernas son Jean Baudrillard, Jean-François
Lyotard, Jacques Lacan, Michel Foucault, Gianni Vattimo, Jacques Derrida, entre otros.
Comparar la brecha generacional y el fenómeno ideológico de la adolescencia moderna con la
posmodernidad.

1. La adolescencia es un segundo nacimiento a través del cual el joven llegaba relativamente


indefenso a la edad adulta.

El adolescente que crecía se encontraba con una generación adulta y se entraba peloteando
contra ella, conociendo su propio estilo, sus errores y virtudes.

Entre esa generación adulta y él había una distancia, una brecha dada por las diferencias de épocas que
a cada uno le había tocado vivir.

Los principios, las normas, los ideales debían ir cambiando, ajustándose a diferentes épocas, cosa
que los adultos ya no hacían, los adolescentes se preparan para lo nuevo que vendría y para eso
adaptaban lo recibido de sus padres a sus propias necesidades, entrando en colisión con ellos.
Rebelarse, confrontar, buscar su propia síntesis era la tarea de la adolescencia.

Este proceso de enfrentamiento generacional era inevitablemente doloroso, obligaba a la pérdida


de ilusiones, destruía ídolos, tristeza.

La adolescencia era un momento de grandes cambios y consecuentes pérdidas.

FENÓMENO IDEOLÓGICO:

cuando la madurez biológica esté acompañada de madurez afectiva e intelectual, que le


permitían al adolescente su entrada en el mundo adulto, estará equipado de un sistema de
valores, de una ideología que confronta con la de su medio y donde el rechazo a determinadas
situaciones se cumple con una crítica constructiva.

Esa ideología creada o recreada por cada adolescente era constituyente de la propia identidad.

Ideología= identidad.

La adolescencia sólo puede comprenderse en relación con el medio y el momento en que se


desarrolla. El y la sociedad en la que vivía creían en el progreso, en el mejoramiento del ser
humano.

Creemos que la cultura posmoderna que los rodea encarna aquellos conflictos que habían sido
descriptos para su grupo etario.

Si bien es cierto que la infancia da las bases de la futura personalidad. Entonces, podemos
esperar fallas en la integración de la identidad y la personalidad en las condiciones actuales.
Podría ser también que los adolescentes actuales requirieran nuevas teorizaciones, diferentes a
las que se mantienen en vigencia.

DEL ADOLESCENTE DE LA POSMODERNIDAD:

este modelo parte no sólo de ellos sino también de los medios masivos los cuales difunden un
tipo adolescente en sus propagandas y en sus programas además de divulgar las opiniones de los
expertos, que no siempre concuerda.

La desaparición del sujeto individual, el desvanecimiento progresivo del estilo personal, han
engendrado la actual práctica universal de lo que podríamos llamar el pastiche. Este es el "como
si", el plagio, sería el resultado o engendro de la desaparición de la individualidad. La identidad
individual era considerada una síntesis producto de identificaciones parciales y elaboración
propia. El pastiche, en cambio es ser como si fuera otro, la imitación directa sin elaboración
propia, sin estilo personal.

ADOLESCENTE MODERNO:
si bien es cierto que los adolescentes no pueden en ninguna época ser descriptos como un solo
tipo. Así hubo un tipo de adolescente moderno descripto como un individuo que vivía una crisis,
inseguro, introvertido, una persona en busca de su identidad, idealista, rebelde.

Apasionados, descontrolados, malhumorados, competitivos, expectantes del futuro, sedientos de


diversión. Estas parecen haber sido las características más notorias de un tipo de adolescente
que aparece en diferentes épocas de la historia.

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