Anda di halaman 1dari 3

ANALISIS COMPOSITIVO DEL ENTIERROI DEL CONDE DE ORGAZ

El milagro de Toledo y la esperanza de la


vida eterna
José Mauricio Carvajal
  * Título: Entierro conde de orgaz
  * Artista: doménikos theotokópoulos (el
greco)
  * Fecha: 1586-1588
  * Medio/técnica: óleo sobre tela, 4,80 x
3,60 m.
  * Lugar actual: iglesia de santo tomé
(toledo)

A lo largo de este ensayo se busca explicar


detalladamente cada aspecto del cuadro del
entierro del conde de Orgaz, determinar
cuál es el significado y propósito de éste y
analizar con base en las técnicas que usa el
autor a que estilo pertenece dicha obra.
El cuadro del entierro del conde de Orgaz ,
tenía como función la de representar un
milagro que ocurrió en la iglesia de santo
Tomé en 1323. En el momento en que se iba a enterrar a Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de
Orgaz, bajan del cielo San Agustín y San Esteban y lo entierran ellos mismos con sus
propias manos. Básicamente el propósito de esta obra es de informarle al visitante el
acontecimiento que paso en ese lugar y recordarle a este que algunas virtudes como el rezo
a los santos pueden hacer que se alcance la vida eterna en el cielo.
Al observar el cuadro podemos ver una clara división de dos pedazos centrales. En la mitad
superior se observa una zona celestial, donde se encuentra cristo, la virgen, múltiples
ángeles y santos, y algunos personajes que ya han muerto y se encuentran en el cielo. En la
parte inferior encontramos una zona que representa el mundo terrenal, en esta se observa a
veinticinco figuras de pie, que dan una sensación de verticalidad sobre horizontalidad y
podemos percibir de inmediato una escena llamativa que plasma un entierro. Lo primero
que se destaca en el cuadro es su composición, pues vemos que el autor trata de   llenar
todo el espacio pictórico. Ejemplo de ello lo podemos ver sobre todo en la parte celestial en
donde aparecen un sin fin de personajes que llenan por completo la escena.
Múltiples características del cuadro demuestran el estilo manierista que éste tiene.
SU VIDA Y OBRA

Doménikos Theotokópoulos, en griego Δομήνικος Θεοτοκόπουλος (Candía, 1541 –


Toledo, 1614), conocido como el Greco («el griego»), fue un pintor del final del
Renacimiento que desarrolló un estilo muy personal en sus obras de madurez.

Hasta los 26 años vivió en Creta, donde fue un apreciado maestro de iconos en el estilo
posbizantino vigente en la isla. Después residió diez años en Italia, donde se transformó en
un pintor renacentista, primero en Venecia, asumiendo plenamente el estilo de Tiziano y
Tintoretto, y después en Roma, estudiando el manierismo de Miguel Ángel. En 1577 se
estableció en Toledo (España), donde vivió y trabajó el resto de su vida.

Su formación pictórica fue compleja, obtenida en tres focos culturales muy distintos: su
primera formación bizantina fue la causante de importantes aspectos de su estilo que
florecieron en su madurez; la segunda la obtuvo en Venecia de los pintores del alto
renacimiento, especialmente de Tiziano, aprendiendo la pintura al óleo y su gama de
colores —él siempre se consideró parte de la escuela veneciana—; por último, su estancia
en Roma le permitió conocer la obra de Miguel Ángel y el manierismo, que se convirtió en
su estilo vital, interpretado de una forma autónoma.

Su obra la componen grandes lienzos para retablos de iglesias, numerosos cuadros de


devoción para instituciones religiosas -en los que a menudo participó su taller- y un grupo
de retratos considerados del máximo nivel. En sus primeras obras maestras españolas se
aprecia la influencia de sus maestros italianos. Sin embargo, pronto evolucionó hacia un
estilo personal caracterizado por sus figuras manieristas extraordinariamente alargadas con
iluminación propia, delgadas, fantasmales, muy expresivas, en ambientes indefinidos y una
gama de colores buscando los contrastes. Este estilo se identificó con el espíritu de la
Contrarreforma y se fue extremando en sus últimos años.

Venecia

La curación del ciego (1567), Dresde. Pintura del periodo


veneciano realizada con la técnica del temple (método empleado
en Creta). El Greco asimiló rápidamente los conceptos de la
pintura veneciana.

Debió trasladarse a Venecia alrededor de 1567. Como ciudadano


veneciano era natural que el joven artista continuara su formación
en esa ciudad. Venecia, en aquel tiempo, era el mayor centro
artístico de Italia. Allí trabajaba intensamente el genio supremo de
Tiziano apurando sus últimos años de vida en medio de un
reconocimiento universal. También Tintoretto, Paolo Veronese y
Jacopo Bassano trabajaban en la ciudad y parece que el Greco
estudió la obra de todos ellos.
La brillante y colorista pintura veneciana debió producir un fuerte impacto en el joven
pintor, formado hasta entonces en la técnica artesana y rutinaria de Creta. El Greco no hizo
como otros artistas cretenses que se habían trasladado a Venecia, los madoneros, pintando
al estilo bizantino con elementos italianos. Desde el principio asumió y pintó con el nuevo
lenguaje pictórico aprendido en Venecia, convirtiéndose en un pintor veneciano.
Posiblemente pudo aprender en el taller de Tiziano los secretos de la pintura veneciana, tan
diferentes de la bizantina: los fondos arquitectónicos que dan profundidad a las
composiciones, el dibujo, el color naturalista y la forma de iluminar procedente de focos
determinados.

Entre las obras más conocidas de su periodo veneciano se encuentra la Curación del nacido
ciego (Gemäldegalerie, Dresde), en la que se percibe la influencia de Tiziano en el
tratamiento del color y la de Tintoretto en la composición de figuras y la utilización del
espacio.

En España

Detalle de la Trinidad, (1577-79), que formaba parte de El retablo


mayor de Santo Domingo el Antiguo, su primer gran encargo en
Toledo. Es notoria la influencia de Miguel Ángel.

En esa época el Monasterio de El Escorial, cerca de Madrid, estaba


concluyéndose, y Felipe II había invitado al mundo artístico de Italia
a que fuera a decorarlo. A través de Clovio y Orsini, el Greco conoció
a Benito Arias Montano, humanista español y delegado de Felipe II,
al clérigo Pedro Chacón y a Luis de Castilla, hijo natural de Diego de
Castilla, deán de la Catedral de Toledo. La amistad del Greco con
Castilla le aseguraría sus primeros encargos importantes en Toledo.

En 1576 el artista abandonó la ciudad romana y estuvo primero en


Madrid, y luego llegó a Toledo en la primavera o quizá en julio de
1577. Fue en esta ciudad donde vivió produciendo sus obras de
madurez. Por aquella época, Toledo era la capital religiosa de España
y una de las ciudades más grandes de Europa. En 1571 la población
de la ciudad era de unos 62.000 habitantes.

Los primeros encargos importantes en Toledo le llegaron de inmediato: el retablo mayor y


dos laterales para la iglesia de Santo Domingo el Antiguo de Toledo. A estos retablos
pertenecen La Asunción de la Virgen (Art Institute de Chicago) y La Trinidad (Museo del
Prado). También le contrataron simultáneamente El expolio, para la sacristía de la Catedral.

Anda mungkin juga menyukai