Anda di halaman 1dari 7

CÁPITULO 11: EL DESARROLLO MORAL

1. INTRODUCCIÓN

Es importante que los valores se desarrollen racionalmente, teniendo en cuenta el


crecimiento cognitivo de los niños.
La ética se ocupa de los actos humanos tal como debieran ser. Cuando la ética se
relaciona con el desarrollo moral, tiene como tareas esenciales:
• Conocimiento moral: Transmitir al niño las normas morales, facilitar la
adquisición de los valores, y expandir la propia conciencia y el juicio ético.
• Sentimientos morales: desplegar en el niño sentimientos empáticos respecto a la
moral (vergüenza, remordimiento, y culpa).
• Comportamiento moral: procurar que el niño desarrolle las conductas debidas.

Cada cultura cuenta con distintos valores y comportamientos (que se rigen por unas
normas propias) como merecedores de aceptación o rechazo. Cada sociedad exige el
conocimiento de las normas de conducta y su práctica fiel, presuponiendo la
satisfacción del sujeto por ello, y el sentimiento de culpa en caso contrario. La moral no
es innata (no nacemos con ello).

Las concepciones morales más destacadas:

☺La posición constructivista (Piaget, Kohlberg, Selman, Rawls): el desarrollo moral


es una dimensión de la maduración intelectual, con un componente de juicio moral;
estos juicios sobre lo bueno y lo malo, son de valor universal, válidos para todas las
culturas. Dichos juicios se perfeccionan según el sujeto recorre las diversas etapas.

☺ La posición del aprendizaje social (Bandura, Hoffman, Sears, Eisenberg): el


desarrollo moral supone un incremento de adaptación afectiva y conductual a las
normas morales externas, y su interiorización. Esta sujeto a la cultura.

☺ La posición psicoanalítica (Freud): el desarrollo moral implica el proceso de


interiorización durante la infancia, de las reglas sociales y culturales. El superego
engloba todas las exigencias morales del individuo.
La Psicología Evolutiva trata de descifrar y explicar ese proceso por el que el individuo
evoluciona, desde la amoralidad innata hasta la moralidad.
El sujeto asimila la singularidad de su propio ser frente a la del mundo que le rodea,
diferenciando experiencias intraceptivas y extraceptivas; va saliendo del revuelto
mundo infantil que Piaget llamó adualista, y cobra conciencia de su individualidad,
aunque coexistente con otras individualidades.
poco a poco, aprende a discernir entre su yo percibiente y la cosa percibida; y logra lo
mismo respecto a la sensación, al pensamiento, a la voluntariedad, o a la afectividad con
el objeto de esa sensación, de la reflexión, del sentimiento, o el amor.
El sujeto hereda las aptitudes que le capacitan para reaccionar ante los estímulos. La
moralidad la gana el niño, al aportar, ante las situaciones que le presenta el medio,
reiteradas respuestas.

El juicio moral: http://www.youtube.com/watch?v=ioEgzTRj9WM&feature=related


La ética y la moral: http://www.youtube.com/watch?v=Rc1_-MbRLYk&feature=fvwrel

2.1 TEORIAS DEL DESARROLLO MORAL SEGÚN JEAN PIAGET


Para distinguir las orientaciones objetivas de las subjetivas, Piaget basa su investigación
en el análisis de los juicios y replicas de los niños.

2.1.1 LA MORAL HETERÓNOMA “EXTRÍNSECA”


Coloquialmente significaría “lo que me diga el otro”, se trata de la moral impuesta por
los demás, nos dicen lo que está bien o lo que está mal. “ser gobernado por los demás”
Los niños de 6 años tienden a considerar que las
reglas son impuestas por figuras de autoridad
poderosas, como podrían ser sus padres. Piensan
además que las normas son sagradas e inalterables,
abordan cualquier asunto moral desde una perspectiva
dicotómica de bien o mal, y creen en una justicia
inminente, es decir, que piensan que cualquier mal
acto, tarde o temprano será castigado

EJEMPLO:
-­‐ los radares de tráfico, ya que vamos a menor velocidad cuando hay radares, pero
cuando no los hay, vamos sobrepasando el límite.
-­‐ Cruzar en semáforo rojo, cuando no viene ningún coche o no hay un policía.
-­‐ El niño no se come la tarta antes del cumple, porque sabe que si no su madre le
castiga.

Esta moral es típica hasta los 6 o 7 años, se define por dos características primordiales:
 Una es el egocentrismo moral, que implica según Piaget “ un modo de anomia,
en la que la ternura y la generosidad pueden ir unidas a un egoísmo ingenuo, sin
que ni uno ni lo otro le lleven al niño a sentirse naturalmente mejor”
 La otra es el realismo moral. Al ingresar en la escuela, para los niños, las pautas
de comportamiento, establecidas por una autoridad externa, son absolutas e
inalterables; la moral infantil viene determinada por la obediencia o el respeto
unilateral. La moralidad, se sujeta a la realidad de que un acto esté o no
prohibido.

2.1. 2 LA MORAL AUTÓNOMA “INTRÍNSECA”


De forma coloquial, se trata de una moral interiorizada. Hago o no hago las cosas,
porque yo quiero, no porque los demás me lo digan. “Tengo criterio propio”
“gobernarse a sí mismo". El bien y el mal lo determina cada individuo a través de la
reciprocidad.
EJEMPLOS:
-­‐ No robo, porque me siento mal, no porque me puedan pillar.
-­‐ No voy a más velocidad, porque no me gusta correr en la carretera y no porque
me pueda parar la policía.
-­‐ No me gusta mentir porque me parece una falta de respeto, no porque me puedan
pillar la mentira.
-­‐ No copio, porque pienso que está mal, ya que tengo que aprobar por meritos
propios y no porque me puede pillar la profesora.

Durante el estadio de las operaciones lógico concretas, el niño evoluciona hacia una
noción menos rígida de las normas, comprendiendo que estas pueden cambiarse. Se
pone en marcha, actitudes cooperadoras y flexibles. Los niños demandan igualdad.
El niño se va trasladando hacia la moral autónoma, que se concreta especialmente por el
relativismo moral.
La autonomía moral empieza a surgir alrededor de los 7años. La esencia de la
autonomía implica ser capaces de tomar nuestras propias decisiones. Pero, hay que tener
cuidado en no confundir autonomía con libertad total. En ésta última es posible que se
tomen en cuenta solamente que los propios puntos de vista. El respeto mutuo es, por
cierto, esencial para el desarrollo de la autonomía.
Por moral se entiende la aptitud para el autogobierno o la toma de decisiones personales
en el ámbito ético y ejercer juicios morales de forma crítica.
Las fases piagetianas de la moral están relacionadas con las de la evolución intelectual.
Se percatan de que las reglas son acuerdos arbitrarios que pueden ser impugnados y
modificados con el consentimiento de las personas a las que rigen. Creen que las reglas
pueden ser violadas para atender las necesidades humanas y tienen en cuenta la
intencionalidad del actor más que las consecuencias del acto.
Para Monedero (1986), la infancia independientemente de la edad, se le quipa un
conjunto de valores morales que primero aceptan, luego pueden analizarlos y criticarlos
hasta desechar algunos de ellos, aunque seguirán asumiendo los más importantes.
2.2. TEORÍA DEL DESARROLLO MORAL SEGÚN LAWRENCE
KOHLBERG.

Kohlberg considera que el desarrollo moral de una persona pasa por tres grandes niveles
—el Preconvencional, el Convencional y el Postconvencional— cada uno de ellos
contiene dos estadios o etapas. En total seis estadios de madurez creciente y con
razonamientos morales diferentes.

NIVEL PRECONVENCIONAL.

Es un nivel en el cual las normas son una realidad externa que se respetan sólo
atendiendo las consecuencias (premio, castigo) o el poder de quienes las establecen. No
se ha entendido, aún, que las normas sociales son convenciones por un buen
funcionamiento de la sociedad.

1º OBEDIENCIA Y MIEDO AL CASTIGO: El estadio en el cual se respetan las


normas por obediencia y por miedo al castigo. No hay autonomía sino heteronomía:
agentes externos determinan qué hay que hacer y qué no. Es el estadio propio de la
infancia.

Por miedo al castigo.

2º FAVORECER LOS PROPIOS INTERESES: El estadio en el cual se asumen las


normas si favorecen los propios intereses. El individuo tiene por objetivo hacer aquello
que satisface sus intereses, considerando correcto que los otros también persigan los
suyos.

Normas, unas reglas de juego.

NIVEL CONVENCIONAL.

Las personas viven identificadas con el grupo; se quiere responder favorablemente en


les expectativas que los otros tienen de nosotros. Se identifica como bueno o malo
aquello que la sociedad así lo considera. Este nivel integra el estadio 3 y el estadio 4.

3º EXPECTATIVAS INTERPERSONALES: En este estadio las expectativas de los que


nos rodean ocupan el puesto del miedo al castigo y de los propios intereses. Nos mueve
el deseo de agradar, de ser aceptados y queridos. Es un estadio que se da en la
adolescencia pero son muchos los adultos que se quedan en él. Son gente que quieren
hacerse amar, pero que se dejan llevar por las otras: los valores del grupo, las modas.

Expectativas de los amigos.

4º NORMAS SOCIALES ESTABLECIDAS: Es el estadio en el cual el individuo es


leal con las instituciones sociales vigentes; para él, hacer lo correcto es cumplir las
normas socialmente establecidas para proporcionar un bien común. Aquí comienza la
autonomía moral: se cumplen las normas por responsabilidad. Se tiene conciencia de los
intereses generales de la sociedad y éstos despiertan un compromiso personal. Kohlberg
considera que éste es el estadio en el cual se encuentra la mayoría poblacional.

Socialmente establecido.

NIVEL POSTCONVENCIONAL

Es el nivel de comprensión y aceptación de los principios morales generales que


inspiran las normas: los principios racionalmente escogidos pesan más que las normas.
Le componen el estadio 5 y el estadio 6.

5º DERECHOS PRIORITARIOS Y CONTRATO SOCIAL: Es el estadio de la apertura


al mundo. Se reconoce que además de la propia familia, grupo y país, todos los seres
humanos tienen el derecho a la vida y a la libertad, derechos que están por encima de
todas las instituciones sociales o convenciones. La apertura al mundo lleva, en segundo
lugar, a reconocer la relatividad de normas y valores, pero se asume que las leyes
legítimas son sólo aquéllas obtenidas por consenso o contrato social. Ahora bien, si una
norma va contra la vida o la libertad, se impone la obligación moral de no aceptarla y de
enfrentarse a ella.
Derechos prioritarios: hacer caer muros.

6º PRINCIPIOS ÉTICOS UNIVERSALES: Se toma conciencia que hay principios


éticos universales que se han de seguir y tienen prioridad sobre las obligaciones legales
e institucionales convencionales. Se obra con arreglo a estos principios porque, como
ser racional, se ha captado la validez y se siente comprometido a seguirlos. En este
estadio impera la regla de oro de la moralidad: "hacer al otro lo que quiero para mí". Y
se tiene el coraje de enfrentarse a las leyes que atentan a los principios éticos
universales como el de la dignidad humana o el de la igualdad.

2.3. TEORÍA DEL DESARROLLO MORAL SEGÚN EL PSICOANÁLISIS.


El psicoanálisis, basándose en los conflictos íntimos del individuo, logra una nueva
interpretación de la cultura, la religión, la moral.
Costumbres y normas que conforman el superego. Freud
estructura la personalidad de modo tripartito; el ser humano
cuenta, al nacer, con una personalidad embrionaria y
primitiva, configurada por las pulsiones instintivas. Este
estrato de personalidad, Freud lo llama ello, es plenamente
inconsciente e ignorante de los valores morales; y en él se
asientan la libido y agresividad.
Esta situación cambia porque el niño descubre su yo y, frente
a él, la realidad, a la que ha de adaptarse. Freud lo llama ego, coordina los procesos
psíquicos, y controla y modera los instintos, para conciliar el principio de placer y el
principio de realidad.
El sentido moral del niño queda bajo el influjo de los padres que administran las
muestras de amos, en relación con el bien, y los castigos con el mal. El niño, siempre
percibe la sanción moral como perdida de cariño, y como merma en la satisfacción de
sus pulsiones instintivas.
La dependencia que, en relación con los padres, ha experimentado necesariamente el
niño, a fin de que aquellos le fueran resolviendo diversos problemas vitales, modela en
el yo un tercer nivel, que es el superego. El superego no engloba actitudes espontáneas,
sino que las adquiere por influjo social (especialmente de las personas que rodean
frecuentemente al niño, como los padres). Por ello, los padres aparecen como un modelo
a imitar, y se configuran como el Yo-ideal.
Superego y Yo-ideal son el punto de partida de la conciencia moral. Se distingue entre
ellos que el superego es la parte del psiquismo que prohíbe, reprime, castiga, etc., cada
vez que el ego cede a las pulsiones del ello; mientas que el Yo-ideal encarna el objetivo
de perfección que el niño se fija, a traves de la identificación con el padre.
Pero el niño aun no es capaz de ajustar su comportamiento al ideal, lo que origina cierta
tensión entre el ego y el superego, consecuentemente se provoca el sentido de culpa y
angustia.
Ello y ego se desarrollan durante las tres primeras
fases evolutivas: la oral, la anal y la fálica. En este
momento, el niño experimenta impulsos sexuales
hacia la madre y celos del padre, que se presenta
como un rival. Quiere acabar con el padre y
reemplazarlo en todos los aspectos (Complejo de
Edipo).
Por su parte, la niña le asalta el deseo sexual hacia el
padre y por ello debe acabar con la madre. La
solución al Edipo se alcanza allá por los cinco o seis
años, al iniciarse la etapa de latencia. Mediante esto
el sujeto se identifica a sí mismo con alkguien a quien admira. El resultado de la
identificación es, además de resolver el complejo de Edipo, la formación del superego, o
autoridad moral sobre las pulsiones.

3. RAZONAMIENTO PROSOCIAL
Hay que pensar y actuar en el bien común, no solo de forma egoísta e individual. Hay
que tener presente a los demás, ya que se trata de una asignatura pendiente: la sociedad.
Los experimentos de Bandura y McDonald muestran cómo la moralidad está sujeta a la
cultura en que se desarrolla.
Para la psicología social, la moralidad es de carácter personal. El desarrollo moral
cuenta con una doble causa: una externa (imitación y aprendizaje de comportamientos
observados y gratificados en el modelo) y una interna (el individuo hace suyas e
internalizar las reglas de la sociedad).
A través del aprendizaje social el niño es capaz de aprender cuándo y dónde llevar a
cabo acciones concretas y cuándo dejar de ejecutarlas.
La conducta moral prosocial son actos voluntarios llevados a cabo con el único fin de
originar un resultado favorable sin que se persiga provecho personal para su autor.
En el estudio de la conducta prosocial es importante
descubrir qué proceso determina el aprendizaje de los
niños referido a la empatía, al altruismo y a la agresión.
La empatía es una capacidad que se puede potenciar y
desarrollar. Es la capacidad de ponerse en el lugar del
otro. La empatía puede ser genética aunque también
puede estar influida por el medio familiar. Hoffman
traza etapas en el desarrollo empático: en la primera
infancia, al ser ya capaz de atender al punto de vista del
otro y al final de la niñez.
El altruismo se refiere a la consideración que se tiene de
los demás en oposición al egoísmo humano.
Ejemplo de empatía: cuando los niños son pequeños, si un compañero se hace daño, los
demás se preocupan y se ponen el el lugar de los demás como si ellos también se
hubiesen hecho una herida.

   

Anda mungkin juga menyukai