El último domingo de mayo del presente año, se llevó cabo el tan esperado debate presidencial
entre una sra. Keiko Fujimori algo impaciente y un sr. Ollanta Humala sereno y conciso.
El debate, estuvo conformado de muchos momentos importantes. En uno de ellos Ollanta
Humala, aprovechó la ventaja de iniciar la confrontación de ideas con su contrincante Keiko
Fujimori, quien representa como propuesta el continuismo del gobierno de su padre Alberto
Fujimori. Otro momento importante fue en el que la sra. Keiko aprovechó las preguntas del
público para evadir los contraataques de su contendor, apelando a su situación de madre y
mujer. Aquí debo resaltar que la señora Keiko, cometió una falacia al generar pena, queriendo
obtener mediante esta, el voto de los electores.
Al final, para enternecer a la audiencia, con una voz que parecía anunciar un sollozo, dijo que
no cargaría con la cruz del gobierno de su padre.