La educación en nuestro país sufrió muchos altibajos, y fue en la época militarista cuando más se
cercenó el derecho de los venezolanos a la Educación.
Queda demostrado, a lo largo del acontecer histórico nacional, que la educación ha estado
marcada por las políticas del país y sus dirigentes, pero buscando siempre la inclusión y el
desarrollo futuro de la nación.
La educación en Venezuela es gratuita y obligatoria entre los 6 y los 15 años de edad; asimismo, el
Estado garantiza la gratuidad de la enseñanza pública secundaria y universitaria.
La Ley Orgánica de Educación en Venezuela establece en su articulo 3º: "La educación tiene como
finalidad fundamental el pleno desarrollo de la personalidad y el logro de un hombre sano, culto,
crítico y apto para convivir en una sociedad democrática, justa y libre, basada en la familia como
célula fundamental y en la valorización del trabajo; capaz de participar activa y consciente y
solidariamente en los procesos de transformación social; consustanciado con los valores de la
identidad nacional y la comprensión, la tolerancia, la convivencia y las actitudes que favorezcan el
fortalecimiento de la paz entre las naciones y los vínculos de integración y solidaridad
latinoamericana".
En el período que va desde 1890 hasta 1935, Venezuela se encuentra dominada por sistemas
dictatoriales y la educación sufre un estancamiento. Reflejo de ello es la paralización casi total de
la educación superior. Para el año 1936, cuando finaliza el período de la dictadura, la educación se
convierte en una de las prioridades del Estado Venezolano y el Ministerio cambia de nombre, el
cual será de Educación Nacional.
Por lo tanto, no es de extrañarse que el gran desarrollo del sector educativo en Venezuela para los
años 60, se deba principalmente a la caída de la dictadura, que trajo consigo profundos cambios al
sistema educativo, entre los que destacan el inicio del proceso conocido con el nombre de la
"democratización de la enseñanza", con especial atención a los sectores de educación primaria y
secundaria, por lo que se crearon nuevas instituciones y se incrementaron el número de maestros
y profesores.
Cabe señalar, que una segunda explicación posterior de este desarrollo del sistema educativo se
encuentra ligada al entorno económico favorable que presentaba el país para los años 70,
sustentado entre otras cosas, en un aumento de los precios del petróleo en los mercados
internacionales, lo cual permitió la entrada de grandes cantidades de divisas al país, situación no
esperada en la historia reciente de la renta petrolera en la cual se apoyaba el Estado Venezolano.
Con base a lo anterior, se inicia posteriormente una política educativa agresiva, sustentada en la
teoría del Capital Humano y la cual se encuentra de manera explicita en el V Plan De La Nación,
donde el Estado Venezolano, además, se fija una política desarrollista para las áreas económico y
social, incluyendo por supuesto la educación
Por otro lado, la cobertura de la enseñanza no es universal, no llega a todos los pueblos y
caseríos, la mayoría de las edificaciones escolares están totalmente deterioradas, los maestros y
maestras están muy mal pagados y las clases se imparten de manera irregular.
El interés del caso deriva del hecho de que Venezuela, a pesar de haber sido uno de los países
que más recursos ha destinado a la educación confronta muy pobres resultados del sistema
educativo. Estas fallas del sistema educativo en educar a la ciudadanía y para obtener empleo
productivo no son ajenas a la fragilidad del sistema político.
El caso ilustra que el desarrollo del sistema educativo no puede sólo esperarse automáticamente
con invertir mucho dinero en el sector. Hay tres hipótesis centrales para explicar el fracaso del
sistema educativo venezolano:
2) El descuido de los niveles básicos de educación, a los que tiene acceso la mayoría de la
población, en dos áreas: educación de calidad, que permita acceder a empleos productivos, y
educación para la participación democrática.15
3) La falta de autonomía de las escuelas, que ha impedido a los directores y docentes coordinar su
tarea con la comunidad educativa para generar respuestas propias a las dos áreas mencionadas en
la hipó tesis anterior.
Para esta nueva fase de la Revolución Bolivariana se consolidará la organización social, tal de
transformar su debilidad individual en fuerza colectiva, reforzando la independencia, la libertad y
el poder originario del individuo. Con el fin de lograr trabajo con significado, se buscará la
eliminación de su división social, de su estructura jerárquica y de la disyuntiva entre la satisfacción
de las necesidades humanas y la producción de riqueza subordinada a la reproducción del capital.
Dicho sistema tiene como finalidad principal integrar a niños, niñas, jóvenes y adultos a la
formación de hábitos, valores, y destrezas que le permitan desarrollarse y transformarse en un
individuo útil para la sociedad.
Educación básica:
Etapa de maternal: cual se refiere a la atención integral de niñas y niños desde cero (0)
hasta cumplir los tres (3) años de edad.
Etapa de preescolar: se brinda la atención integral a los niños y las niñas hasta los seis (6)
años, aproximadamente, o hasta su ingreso en la Educación Primaria
La Educación básica en los niveles Maternal y Preescolar se ofrece a través de dos vías:
Atención educativa convencional en centros de Educación Inicial, con una jornada integral de cinco
(5) u ocho (8) horas, y otros servicios que incluyen los sostenidos por las empresas en instituciones
(públicas o privadas) para la atención integral de los hijos e hijas de los trabajadores y/o
empleados. Ésta se viabiliza a través de:
Centros de Educación Inicial Simoncito, son centros educativos de dependencia oficial, para la
atención integral de los niños y las niñas en sus dos niveles: Maternal y Preescolar, los cuales
garantizan la atención en el área pedagógica, salud, alimentación, recreación, desarrollo físico y
cultural. Esta atención debe brindarse en una jornada integral de ocho (8) horas.
Centros de Educación Inicial, son de dependencia oficial, para la atención integral de los niños y las
niñas del nivel Preescolar en jornada de ocho (8) horas, los cuales garantizan la atención en las
áreas: pedagógica, salud, alimentación, recreación, desarrollo físico y cultural.
Centros de Educación Inicial de doble turno (mañana y tarde), de dependencia oficial o privada,
para la educación integral de niños y niñas en jornadas de cinco (5) horas.
Atención Educativa no Convencional: toma en cuenta las diferencias individuales de los niños(as),
familias y comunidades; se garantiza en espacios diversos que incluyen ambientes comunitarios y
familiares, ludotecas, centros comunitarios de atención integral y hogares espontáneos de cuidado
infantil de acuerdo con sus necesidades. Desde esta perspectiva, la atención educativa no
convencional asume el papel mediador de los procesos sociales y educativos que se generan en el
seno familiar y comunitario; éste tiene como propósito promover y profundizar el liderazgo social,
democrático, participativo, cogestionario y con equidad. La atención educativa no convencional se
concreta a través del Simoncito Comunitario, mediante la ejecución y desarrollo de estrategias de
formación sistemática, orientación, modelaje y organización, dirigidas a privilegiar a la familia
como primera institución educativa y socializadora y a otros actores educativos, en sus
competencias para abordar el proceso de aprendizaje y desarrollo de las niñas y los niños entre
cero (0) y seis (6) años.
Fundamentación Legal
La justicia social sería entonces alcanzada con la profundización de la base social democrática en
todos los campos que le conciernen, como educación de calidad para todos, salud, vivienda y
ambiente sano, acceso pleno a la cultura, universalización del deporte, atención especial para la
población en pobreza extrema, recreación e información veraz y oportuna. Otra variante inmersa
en la justicia social es la corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad donde prevalece la acción
comunitaria, para formular, ejecutar y evaluar políticas públicas y la rendición de cuentas, en
materia educativa planteándose la incorporación de la comunidad en el proceso educativo para
procurar la universalización y elevación de la calidad de la formación de los ciudadanos (Chávez,
2001).
Tal como se viene planteando, para el año 2000 Venezuela inicia a través de la implementación de
la política pública del “Proyecto Educativo Nacional” una nueva política educativa fundada en la
inclusión social, en la atención integral al educando, y sobre todo en la transformación del
currículo, de tal modo que las áreas de estudio se vinculen con la realidad y la problemática que
experimentan los alumnos en su comunidad, en el país y en el mundo, todo ello se cimienta en
una concepción educativa constructivista. En torno a esto, se destaca el surgimiento de las
misiones educativas Robinson (para instruir a analfabetas), Ribas (impartir educación básica) y
Sucre (estudios universitarios), con la finalidad de incluir dentro del sistema educativo a un sector
de la población que por razones socioeconómicas se encontraba apartado del mismo, y las
Escuelas Bolivarianas como modelo de institución que abarca no sólo el aspecto pedagógico sino
también el relativo al suministro por parte del Estado de los elementos y condiciones que
permitan el desarrollo eficiente del proceso de enseñanza aprendizaje.
Conclusión
Entre 1961 y 1999 todos los gobiernos democráticos otorgaron prioridad a la educación como
acción de gobierno, ésta se constituyó en el primer pilar de la legitimidad del sistema. La estrategia
central, orientada por la idea de otorgar igualdad de oportunidades educativas, se encaminó a
consolidar todos los niveles del sistema escolar, para así lograr la incorporación masiva de sectores
de la población habitualmente excluidos del sistema educativo.
Este intento de democratización de la educación se puso en práctica sin que se tomaran otras
acciones necesarias, tales como, mejorar la calidad de los aprendizajes, establecer la
descentralización de responsabilidades educativas, lograr una atención escolar, que superara las
condiciones desiguales de acceso al servicio educativo, incorporar nuevos contenidos a los
programas educativos (valores, cultura del trabajo, ciudadanía) y la ausencia de un currículum que
vinculara la escuela su entorno inmediato, vinculándola con las necesidades sociales no satisfechas
(pertinencia). En definitiva, la ausencia de un proyecto educativo, de largo alcance, que integre los
objetivos, estrategias y procedimientos de la diversidad de instituciones involucradas, para
responder adecuadamente a los desafíos y necesidades de una nueva de la realidad política,
económica y cultural.