La novela AURA del escritor mexicano Carlos Fuentes, impresiona, es la sensación que
queda grabada en el lector después de leerla dejando cierto rastro de desazón interior e
interrogación. Refiere el tema de la brujería como medio para recuperar el amor. Narrada
en segunda persona, esta corta novela magistralmente involucra al lector envolviéndolo en
ese halo de misterio y confusión que en un principio no se dilucida y en el que nadie se
imagina el rumbo que tomara la misma. Con AURA se pretende realizar un análisis para
aplicar los teóricos vistos en el curso literatura y lenguaje simbólico, en este caso serán
Mircea Eliade y Jung.
Enmarcada dentro del realismo mágico esta novela muestra como la realidad es superada
por otra que se vuelve verdadera para los protagonistas. Mircea Eliade dice que el símbolo
es la proyección de las pasiones del ser, en este caso Consuelo convierte en símbolo a Aura,
ella representa el anhelo de ser joven, la juventud perdida y la oportunidad de recuperar
una vez más el amor, objeto de su deseo. La materializa del tal forma que se vuelve real en
su realidad y en la de Felipe. En la novela cuando Consuelo dice “volverá” por segunda
vez, está invocando a Aura- exterioriza su deseo-. Ella entra en trance, pues se queda
quieta y sus ojos se dilatan no se mueven, hasta que la joven aparece detrás de Felipe.
Pero esto Consuelo lo logra mediante la práctica de la brujería. Desde que el hombre
concibió la existencia de la vida y la tierra a una divinidad quiso establecer una conexión
con ella, creó el rito como forma de revivir el mito creado. En AURA se dan distintos
rituales, entre estos se encuentran el rito del sacrificio con la imagen de Aura degollando a
una cabra, ritos de purificación y comunión cuando Aura lava los pies de Felipe y después
comparte la mitad de una oblea de harina. En la religión católica cuando se busca ese
encuentro con Dios antes se debe purificar o limpiar el alma a través de la confesión para
luego recibir la comunión.
A lo largo de la obra se ven otros arquetipos femeninos: La mujer joven, la mujer madura y
la mujer anciana. Etapas del ciclo vital por la que toda mujer pasa. En la novela la imagen
que representa la mujer joven es Aura, la mujer virgen que se entrega a su primer amor, que
busca caricias y besos. La mujer madura, la que se encuentra en toda su plenitud sabe lo
que quiere en el mundo, lo que desea, la representa Aura a los 40 años y por último la
mujer anciana representada en Consuelo, la mujer en esta etapa final está llena de sabiduría.
Estos arquetipos tienen su razón de ser en la Gran diosa ya que ella en la antigüedad
representaba las etapas de la transformación de la mujer.
De igual manera el eros y el tanatos se hacen presentes en la obra, el primero refiere a esos
contenidos que son la vida, la juventud, el amor eterno, el amor erótico y que son
proyectados en la joven Aura. El tanatos se proyecta en Consuelo la mujer anciana, pero
visto desde el lado oscuro que toda mujer tiene, es lo que no quiere aceptar de su presente.
Se puede relacionar también con la sombra pues Aura es un no viviente, es la sombra de su
juventud, espectro, ser plasmático que se desvanece cuando la energía de la vieja se acaba.
Siguiendo con el tanatos y el eros se puede ver que hay un momento en que los dos se
relacionan en forma cíclica y es cuando Felipe se da cuenta que él ya no es él, es el reflejo
del esposo de Consuelo, el general. Es decir muere el ser interior de Felipe-tanatos- y nace
la reencarnación del general-eros-. Felipe es consciente de su hiperrealidad y desea seguir
viviéndola.
Se puede concluir que el carácter simbólico inherente al ser humano permite a este
conectarse con mundos posibles de su interior y una de las formas de exteriorizarlo es la
literatura. Carlos Fuentes nos conduce por un sendero enigmático donde lo irreal es posible.