Reflexin del

Evangelio segn San Mateo (13, 1-23)

Domingo XV del tiempo ordinario Hoy todava hay buenos sembradores como el Seor; aquel que es sencillo y acta hablando con las acciones, el que da la vida por otros por amor, el que se esfuerza en llevar la palabra del Reino donde siquiera conocen al Maestro, el que no lucha por que lo oigan y escuchen sino porque la palabra haga efecto en ellos. An hoy donde hay dudas con fenmenos como el desacuerdo y la violencia, el sexo sin amor, los abusos de poder y la discriminacin social y sexual, el Seor lo nico que pide es Escucha. Escuchar significa or y llevar a la prctica. As como hay varios terrenos para sembrar y se pierde la cosecha o no se da, tambin hay diversidad de lugares donde la semilla es bien acogida. La vida en ocasiones es como un plano llano, sin cambios y uniforme, donde la semilla se da, pero muchas otras veces es como una montaa con subidas y bajadas. Y sin embargo, crece, se fortalece y da fruto siempre y cuando se le da un buen cuidado. Pregntate a ti mismo(a) a pesar de cmo ha sido tu vida s an as has sido un terreno frtil para el seor, s an en estos das solamente oyes o tambin escuchas y qu te mueve por dentro a tener esta actitud. Escucha a Jess y cree.

RELATO: ESCUCHAME
De verdad escchame an cuando el viento sople sin cesar, las hojas den vueltas sobre s mismas y el silencio parezca inexistente. No abras los odos como puertas de par en par cuando el corazn est apoyado levemente en una pared, herido por las inclemencias del tiempo, como un borracho que no entiende razones y busca perderse. No veas el reloj esperando la hora de irte cuando an no me has dicho siquiera lo que necesitas en verdad. Deja que la sombra del rbol ms fuerte te cobije sin pensar que extendiendo las dos manos puedes ser ms que l; as no esperes comprenderme sin antes haberme escuchado, no digas que la vida ya ha pasado en tus manos como agua si no me has experimentado y no guardes un da sin esperanza cuando el tiempo an no se ha detenido. No busques la oscuridad si an no conoces la luz y ms an no la aores s tus ojos han visto el destello de los ojos del hermano que an te necesita. No leas las palabras y trates de leer los labios de quien pronuncia mi actuar, solamente deja que el corazn entienda lo que he preparado para ti. Cree sin pedir pruebas innecesarias que rompan tu razn y confundan tu corazn, vive en mi vida y retoa en mi huerto como la flor que rompe el botn despus del invierno.