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Arcángeles

Ver también: ángeles

Los arcángeles constituyen uno de los nueve coros de coros de ángeles.

Dios ha encomendado a los arcángeles las misiones mas importantes en relación a los hombres. Son
guardianes de personas a quién Dios ha confiado grandes misiones, como del Santo Padre, cardenales,
obispos.

Según las Sagradas Escrituras hay siete arcángeles:

"Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que tiene entrada a la gloria del Señor" (Tb 12:15)

"Reciban gracia y paz de Aquel que Es, que era y que viene de parte de los Siete Espíritus que están
delante de Su Trono" (Ap 1:4),

Las Sagradas Escritura mencionan el nombre de solo tres: Miguel (Ap 12:7-9), Gabriel (Lc 1:11-20; 26-
38) Rafael (Tobit 12:6, 15). Los nombres de los otros cuatro arcángeles (San Uriel, San Barachiel ó
Baraquiel, San Jehudiel, Saeltiel) no aparecen en la la Biblia. Se encuentran en libros apócrifos de
Enoc, el cuarto libro de Esdras y en la literatura rabínica. La Iglesia reconoce los nombres que se
encuentran en las Sagradas Escrituras. Los demás nombres pueden tenerse como referencia pero, no
son doctrina por la Iglesia ya que provienen de libros que no son parte del canon de la Sagrada Escritura.

Debemos tener cuidado con otros nombres dados a los ángeles, algunos de los cuales son de
origen ocultista o de la Nueva Era.

Se recomienda rezar a los Siete Santos Arcángeles

A los arcángeles se les llama los siete magníficos.

Miguel: (Ap 12:7-9) "quien como Dios". Venció y expulsó a Satanás del cielo.

Gabriel: (Lc 1:11-20; 26-38) "el que gobierna o mensajero de Dios".

Rafael: (Tobit 12:6, 15) "el que cura o sana". El arcángel cercano a los hombres para aliviarlos en su
dolor y sufrimiento.

Los siguientes no aparecen en la Biblia sino en otras escrituras antiguas de los judíos.

San Uriel Su nombre significa: "Fuego de Dios"

Se le representa con una espada en el jardín del Edén. Se lo considera al Arcángel puesto por el Padre Eterno
a las puertas del Paraíso con su Espada de Fuego, Aquel que expulso a Adán y Eva.

Combate el espíritu de la ira, del odio y de la impaciencia, poniendo en el corazón las virtudes de la dulzura,
benignidad, paciencia y mansedumbre. Con la dulzura y la paciencia vencemos y atamos al espíritu malvado.
"Aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso a vuestras almas" (Mateo 11,29).
San Uriel nos rodea con su corona ardiente de amor, de paciencia y de bondad. El cuida todos los lugares de las
apariciones Marianas, enriqueciéndolos de gracias. Jesús afirmó en unas de sus revelaciones: "Cuando los ejércitos
rojos avancen, ellos atravesarán tan solo al precio de la muerte y con la pérdida de sus vidas, el cinturón de fuego
colocado delante de los lugares de las apariciones de mi Madre".

Ya en el cuarto siglo, San Uriel es recordado en el martirologio. El tiene en su mano izquierda la antorcha ardiente o
una espada flameante, la llama ardiente del amor de Dios. San Uriel fue el encargado de expulsar a Adán y Eva del
Paraíso, y custodiar su entrada con aquella espada de fuego, de la que nos habla el Génesis. También se lo representa
con sus manos abriéndose las vestiduras del pecho, para dejar salir el Fuego Sagrado de Amor (como hacía San
Francisco Xavier) El Señor, en efecto ha dicho: "Yo he venido a prender fuego a la tierra; y como desearia que ya
estuviese ardiendo" (Lucas 12, 49). Que en nuestros corazones, arda, el fuego de la Gracia y del Amor de Dios. Cuan
grande sea el deseo de Jesús, de esto, lo vemos en su Sacramento de la Eucaristía. Allá está su Amor que vence toda
cosa viviente, escondido en su Carne y en su Sangre, para estar siempre con nosotros. Sobre el Altar y en el
Tabernáculo, está la Fuente del Amor, allá está la Omnipotencia por excelencia! Allá nosotros deberíamos encontrar
la Gracia, para que el Fuego del Amor se haga en nosotros luz viva y resplandezca en las tinieblas. Si nosotros nos
postramos humildemente adorando con gratitud y respeto a Dios en este Santo Sacramento; entonces también en
nosotros arderá el fuego del Amor de Dios y llegará a ser Luz.

Pedimos a San Uriel, nos libre de caer en la pasión del odio, la ira y la impaciencia, y también nos proteja de
personas malvadas, iracundas, nerviosas; y derrame en nuestro corazón y en el alma de los que nos rodean, el
Amor, dulce, suave y sereno. (En la iconografía se representa a San Uriel mostrando su pecho y su corazón ardiente
de Caridad).

Oración: "San Uriel rodéanos con el Cinturón de Fuego, ven en nuestra ayuda con tu Ejército Celestial. Y enséñanos
a vivir y hacer como ha hecho Jesús, aquí en la tierra. Amén".

San Barachiel ó Baraquiel Su nombre significa: "Bendición de Dios"

Pedimoa a San Barachiel, nos proteja de caer en la pereza, la indiferencia a las Cosas Santas, en la mortal
tibieza; y liberen a las almas por las que rezamos, o nos rodean, del pecado capital de pereza y la mortal
caída en la tibieza e indiferencia.

El celo en el bien es necesario a la santidad, a la dicha, porque "El Reino de los Cielos sufre
violencia y tan solo los violentos lo pueden arrebatar" (Mateo 11,12). Y en otro lugar Jesús dice:
"No los que dicen Señor, Señor entrarán en el Reino de los Cielos, sino aquellos que hacen la
Voluntad de mi Padre que está en los Cielos" (Mateo 7,21). Los tibios son a los ojos de Dios
también peores que las almas frías. El Señor dice: "Puesto que no eres ni caliente ni frío, sino
tibio, yo comienzo a vomitarte de mi boca" (Apocalipsis 3,16).

La liberación de los pecados mencionados abre el camino para la vida espiritual, trayéndonos el Don de la
Conversión y la fortaleza y entrega total en sostener la vocación a la que nos llamó el Padre Dios, por
primero a Ser Hijos por adopción en la Sangre de Jesucristo, y luego en la vocación particular de cada uno:
vocación religiosa, vocación al matrimonio, vocación a la soltería, vocación en una carrera en bien de la
humanidad, etc. San Barachiel se lo representa portando un canastito lleno de flores y frutos preciosos (los
frutos de la Vocación cumplida).

El Ritual de las Bendiciones, (el Libro de las Bendiciones), Barachiel lo tiene en su mano derecha
como señal de la Bendición del Señor, de los Santos Sacramentos y la administración del
Preciosísimo Tesoro confiado a los sacerdotes. La Eucaristía, es la gran tarea y debe ser toda la
entrega. Tiene que ser la primera preocupación en la oración y para esto nos viene en ayuda el
Santo Arcángel Barachiel con sus santos ángeles auxiliares, para que las vocaciones que han
sido concedidas a muchas almas se logren. Como ya decía San Pablo: "Yo os exhorto a caminar
de una manera digna de vuestra vocación, que os ha sido concedida, con toda humildad, dulzura
y paciencia. Soportaos mutuamente en la caridad. Sed generosamente comprometidos para
conservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" (Efesios 4,1 y ss.).

Oración: "Santo Arcángel Barachiel, convéncenos con tus ángeles. Ayúdanos a crecer en las
buenas obras y en el amor a Dios y a María. Amén".

San Jehudiel Su Nombre significa: "Alabanza de Dios":

Combate el espíritu de la envidia y de celos. El espíritu de la envidia se dirigió contra María Santísima, porque de
ella debía salir la Encarnación de la Divina Persona. Su envidia lo empujó en contra del Decreto de Dios. El pecado
de envidia es celoso del bien del prójimo. Una vez en el Antiguo Testamento, sus hermanos querían quitar de en
medio a José por envidia, porque era el hijo predilecto de Jacob. La envidia cegó a los fariseos frente a la Santidad y
al poder milagroso de Dios. Su envidia se transformó en odio en contra del Señor y lo condenó a muerte. Nosotros
logramos vencer la envidia con el amor a Dios, a sus mandamientos y al prójimo, con la benevolencia, aceptando y
reconociendo al prójimo.

El Santo Arcángel Jehudiel es nuestro guía y nuestra ayuda. Su aceptación incondicional del Decreto Divino y su
celo en la ejecución de sus mandatos selló su eterna alianza con Dios. Por lo tanto él glorifica y exalta por toda la
Eternidad a Dios, e incorpora en el amor, la viva alabanza a Dios. El pueblo escogido del Antiguo Testamento ha roto
la Antigua Alianza y la ha rechazado. En el Nuevo Testamento estamos todos nosotros llamados a recibir la corona,
que Jehudiel tiene en su mano, la señal de la recompensa divina para aquellos que son fieles a Dios y lo alaban.

San Pablo a Timoteo: "ahora me corresponde la Corona de Justicia. que el Señor, Justo Juez, me dará en ese día. Pero
no solamente a mí., sino a todos aquellos que han esperado con amor su venida" (2 Timoteo 4,8).

Pedimos a San Jehudiel, nos impida caer en envidias y celos, que exterminan toda serena paz del alma, y nos proteja
de individuos obsesivos por los celos y con la pertinaz maldad de la envidia; y derrame en nuestras almas y en las de
las personas que nos rodean, la fidelidad a la Ley de Dios y de la Iglesia, y la Obediencia a las Divinas
Disposiciones.

Oración: "Santo Arcángel Jehudiel, fuerte ángel y gran opositor de los espíritus malignos, ven en nuestra ayuda con
todo tu ejército angelical. Asístenos en la lucha contra los tremendos ataques del Infierno, que amenazan destruir a la
Iglesia. Quita de nuestros corazones toda envidia y haz que el Decreto Divino llegue a ser para nosotros alabanza
eterna y viviente en Dios. Amén".

San Saeltiel Su Nombre significa: "Plegaria a Dios":

Se lo representa con las manos juntas en oración profunda o con el incienso de adoración, representando así su unión
gozosa con Dios;

Combate el espíritu de la intemperancia, la gula y del exceso en la bebida. La intemperancia lleva a toda clase de
pecados y de delitos. El Salvador nos advierte: "Estén alerta, no sea que se endurezcan sus corazones por los vicios,
borracheras y preocupaciones de la vida. No sea que ese día caiga de repente sobre ustedes" (Lucas 21,34).

Contra este vicio ponemos la virtud de la templanza y de la renuncia. Ellas llevan a una inteligencia más clara, a
una voluntad fuerte, a nuevas virtudes, al perdón de los pecados, a la escucha de las oraciones, a gracias
extraordinarias y a la vida eterna. Por su intercesión, pueblos enteros, en ambiente de misión, fueron liberados del
pecado de la intemperancia en la bebida. Esto lo ha conseguido un sacerdote en las misiones, donde él había dado a
conocer a este Arcángel y había invocado su ayuda. Personalmente, quien esto escribe, obtuvo de este gran arcángel,
el favor, para un sacerdote perdido por toda clase de vicios, comenzando por la bebida, y terminando con toda clase
de escandalosos excesos (para lo cual invocó y rezó a diario a cada arcángel en demanda de las virtudes contrarias a
tales deplorables vicios)

Sealtiel como distribuidor de gracias lleva en sus manos una cesta de flores (también frutos), o bien, va
derramando flores y frutos; señal de la gloria, de la vida con Dios, de la práctica de las Santas Virtudes. A la
Venerable Sor Josefa Menéndez (Hermana Coadjutora de la Congregación del Sagrado Corazón, fundada por Santa
Magdalena Sofía Barat, y confidente de las revelaciones del llamamiento de amor del Corazón del Salvador).

La alegría de la vida en la vida de los niños de Dios se refleja en Sealtiel. El saberse escondidos completamente en
la bondad paternal de Dios, en el ardiente amor de María y el valor de luchar por Dios y por María. El amor de
entrega a Dios también se refleja en Sealtiel. Lo invocamos con sus ángeles ángeles para los esposos, para que ellos
puedan siempre decir sí a toda nueva vida, confiada por Dios y por El obsequiada.

Pedimos a San Saeltiel nos refrene a nosotros y ponga los límites a las personas de nuestra casa o conocidos o
aquellos que deseamos convertir y socorrer con la caridad cristiana: de los vicios, de la embriaguez y el pecado
capital de la gula, trocándolo en verdadero Gozo espiritual de vivir en Dios (en clima de Oración, el Estado de
Gracia, en Unión con Dios).

Oración: "Santo Arcángel Sealtiel, ayúdanos con tus ángeles, enseñanos a rezar, como el Señor ha rezado y nos ha
enseñado a rezar! Amén".

En la grandeza de las tareas confiadas a los siete arcángeles, nosotros podemos reconocer el poder que Dios les ha
dado y la importancia de invocar su ayuda. Aquel que los honra, honra también a su Reina, a María Santísima, y
obtienen una eficaz ayuda en la lucha contra los siete pecados capitales. Recemos a menudo siete Pater, Ave y Gloria
en honor de los Santos Arcángeles. con la invocación:

"Vosotros Santos Ángeles,


venid con Vuestros Ejércitos,
mostrad a nosotros y a todos los hombres
vuestra ayuda y vuestra fuerza,
para que nuestro corazón se encienda
en el Amor de Dios
y de María, vuestra Reina, Amén".

Agradecemos a Fray Pío Guillermo Claudio de Jesús Crucificado, Franciscano Recoleto de la Cruz, por sus
aportaciones a esta página

SAN MIGUEL ARCANGEL


"¿QUIÉN COMO DIOS?"
Su fiesta, junto con los arcángeles Gabriel y Rafael,
se celebra el 29 de septiembre

CONTENIDO ¿Quién es San Miguel


Arcángel?
La fidelidad de San Miguel
S.Miguel en la Biblia
S.Miguel y la Eucaristía
S. Miguel y los moribundos
Oraciones a San Miguel
Necesidad de S.Miguel hoy
Apariciones de S.Miguel
Ver también
Angeles
Arcángeles
San Michael

-Obra de Madre Adela Galindo SCTJM

Se lo representa con el traje de Guerrero o de Soldado Centurión como Príncipe de Milicia Celestial que es.

¿Quién es San Miguel Arcángel?


San Miguel es uno de los siete arcángeles y está entre los tres cuyos nombres aparecen en la Biblia. Los
otros dos son Gabriel y Rafael. La Santa Iglesia da a San Miguel el más alto lugar entre los arcángeles y
le llama "Príncipe de los espíritus celestiales", "jefe o cabeza de la milicia celestial". Ya desde el
Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios contra el demonio y su poderosa
defensa continúa en el Nuevo Testamento.

Muy apropiadamente, es representado en el arte como el ángel guerrero, el conquistador de Lucifer,


poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo infernal, amenazándole con su espada, traspasándolo
con su lanza, o presto para encadenarlo para siempre en el abismo del infierno.

La cristiandad desde la Iglesia primitiva venera a San Miguel como el ángel que derrotó a Satanás y sus
seguidores y los echó del cielo con su espada de fuego.

Es tradicionalmente reconocido como el guardián de los ejércitos cristianos contra los enemigos de la
Iglesia y como protector de los cristianos contra los poderes diabólicos, especialmente a la hora de la
muerte.

La Fidelidad de San Miguel para con Dios:

El mismo nombre de Miguel, nos invita a darle honor, ya que es un clamor de entusiasmo y fidelidad.
Significa "Quién como Dios".

Satanás tiembla al escuchar su nombre, ya que le recuerda el grito de noble protesta que este arcángel
manifestó cuando se rebelaron los ángeles. San Miguel manifestó su fortaleza y poder cuando peleó la
gran batalla en el cielo. Por su celo y fidelidad para con Dios gran parte de la corte celestial se mantuvo
en fidelidad y obediencia. Su fortaleza inspiró valentía en los demás ángeles quienes se unieron a su grito
de nobleza: "¡¿Quién como Dios?!." Desde ese momento se le conoce como el capitán de la milicia de
Dios, el primer príncipe de la ciudad santa a quien los demás ángeles obedecen.

San Miguel en las Sagradas Escrituras

En el Antiguo Testamento
San Miguel aparece como el guardián de la nación hebrea.

En el libro de Daniel, Dios envía a San Miguel para asegurarle a Daniel su protección.

"Y ahora volveré a luchar con el príncipe de Persia...Nadie me presta ayuda para esto, excepto Miguel,
vuestro príncipe, mi apoyo para darme ayuda y sostenerme." -Daniel 10:13.
"En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo" -Daniel 12:1

El pueblo del profeta eran los judíos. Por lo tanto, es aceptado que el ángel que el Señor había asignado
a los Israelitas en los días de Moisés, para guiarles a través del desierto y llevarlos por las naciones
idólatras que destruiría por medio de ellos, es el mismo San Miguel.

En el libro del Exodo el Señor dijo a los Israelitas:

He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al
lugar que te tengo preparado. Pórtate bien en su presencia y escucha su voz: no le seas rebelde, que no
perdonara vuestras transgresiones, pues en el esta mi Nombre. si escuchas atentamente su voz y haces
todo lo que yo diga, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios mis adversarios. Mi ángel
caminara delante de ti y te introducirá en el país de los amorreos, de los hititas, de los perizitas, de los
cananeos, de los jivitas y de los jebuseos; y yo los exterminaré. No te postrarás ante sus dioses, ni les
darás culto, ni imitaras su conducta; al contrario, los destruirás por completo y romperás sus estelas.
Vosotros daréis culto a Yahveh, vuestro Dios". -Ex 23:20.

Después de la muerte de Moisés, según la tradición judía (referida en Judas 9) San Miguel altercaba con
el diablo disputándose el cuerpo de Moisés. En obediencia al mandato de Dios, San. Miguel escondió la
tumba de Moisés, ya que la gente y también Satanás querían exponerla para llevar a los Israelitas al
pecado de idolatría.

San Miguel recibió de Dios el encargo de llevar a término sus designios de misericordia y justicia para su
pueblo escogido. Vemos como Judas Macabeos antes de iniciar cualquier batalla en defensa de la ley y
del Templo clamaba la ayuda de San Miguel y le confiaban su defensa:

En cuanto los hombres de Macabeos supieron que Lisias estaba sitiando las fortalezas, comenzaron a
implorar al Señor con gemidos y lagrimas, junto con la multitud, que enviase un ángel bueno para salvar a
Israel.... Cuando estaban cerca de Jerusalén apareció poniéndose al frente de ellos un jinete vestido de
blanco, blandiendo armas de oro. Todos a una bendijeron entonces a Dios misericordioso y sintieron
enardecerse sus ánimos -2 Mac 11:6

Tu, soberano, enviaste tu ángel a Exequías, rey de Juda, que dio muerte a cerca de ciento ochenta y
cinco mil hombres del ejercito de Senaquerib. Ahora también, Señor de los cielos, envía un ángel bueno
delante de nosotros para infundir el temor y el espanto. ¡Que el poder de tu brazo hiera a los que han
venido blasfemando a atacar a tu pueblo santo! -2 Mac 15:22.

En la actualidad, los judíos invocan al Arcángel Miguel como el principal defensor de la sinagoga y como
protector contra sus enemigos. En la fiesta de la expiación concluyen sus oraciones diciendo: "Miguel,
príncipe de misericordia, ora por Israel".

En la Nueva Alianza
La posición de San Miguel es también muy importante en el N.T. donde continúa su poderosa defensa.
Con sus ángeles, el libra la batalla victoriosa contra Satanás y los ángeles rebeldes, los cuales son
arrojados del infierno. Es por eso venerado como guardián de la Iglesia.

"Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Angeles combatieron con el Dragón. También el
dragón y sus ángeles combatieron pero no prevalecieron y no hubo ya en cielo lugar para ellos. Y fue
arrojado el gran Dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero"
-Apocalipsis 12,7-9

La carta de Judas se refiere a San Miguel en batalla contra Satanás.


El honor y la veneración a San Miguel, como testifican los padres de la Iglesia, ha sido parte esencial de
la vida de la Iglesia desde sus inicios. Se le han atribuido un sin numero de beneficios espirituales y
temporales. El emperador Constantino, atribuyó a este arcángel, las victorias sobre sus enemigos y por
ello le construyo cerca de Constantinopla una magnifica iglesia en su honor. Esta se convirtió en lugar de
peregrinación y muchos enfermos recibieron sanación gracias a la intercesión de San Miguel.

San Miguel y la Eucaristía

Se nos enseña en la Tradición que San Miguel preside el culto de adoración que se rinde al Altísimo y
ofrece a Dios las oraciones de los fieles simbolizadas por el incienso que se eleva ante el altar. La liturgia
nos presenta a San Miguel como el que lleva el incienso y esta de pie ante el altar como nuestro
intercesor y el portador de las oraciones de la Iglesia ante el Trono de Dios. En el Canon #1 de la Misa:
"que tu ángel presente ante Ti las oraciones de tu Iglesia"

Es muy interesante notar en las apariciones marianas que han incluido manifestaciones de San Miguel,
que su relación con la Eucaristía, y a la adoración debida a Jesús Eucarístico y a la Santísima Trinidad:

Fátima: En 1916 se les aparece el ángel por primera vez. Se arrodilla en tierra inclina la frente hasta el
suelo y pidió que oraran con el: "Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no
creen, no adoran, no esperan y no Te aman".

Segunda aparición: "¡Rezad, rezad mucho. Los corazones de Jesús y María tienen sobre vosotros
designios de misericordia. Ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo!"

Tercera aparición: Se aparece con un cáliz en sus manos sobre el cual esta suspendida una Hostia, de la
cual caían gotas de sangre al cáliz. Dejando el cáliz y la hostia suspensos en el aire, se postró en tierra y
repitió tres veces: "Santísima Trinidad, Padre , Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco
el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los
Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es
ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la
conversión de los pobres pecadores".

Después se levantó y dio la Hostia a Lucia, y el contenido del Cáliz a Jacinta y Francisco, diciendo al
mismo tiempo: "Tomad el Cuerpo y bebed la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por los
hombres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios.

San Miguel, defensor de los moribundos:::

San Miguel continua su ministerio angélico en relación a los hombres hasta que nos lleva a través de las
puertas celestiales. No solo durante la vida terrenal, San Miguel defiende y protege nuestras almas, el
nos asiste de manera especial a la hora de la muerte ya que su oficio es recibir las almas de los elegidos
al momento de separarse de su cuerpo.

En la liturgia la Iglesia nos enseña que este arcángel esta puesto para custodiar el paraíso y llevar a el
a aquellos que podrán ser recibidos ahí. A la hora de la muerte, se libra una gran batalla, ya que el
demonio tiene muy poco tiempo para hacernos caer en tentación, o desesperación, o en falta de
reconciliación con Dios. Por eso es que en estos momentos se libra una gran batalla espiritual por
nuestras almas. San Miguel, esta al lado del moribundo defendiéndole de las asechanzas del enemigo.

Anécdota: San Anselmo cuenta de un religioso piadoso que a punto de morir recibía grandes asaltos de
demonio. El demonio se le apareció acusándole de todos los pecados que había cometido antes de su
bautismo (tardío). San Miguel se aparece y le responde que todos esos pecados quedaron borrados con
el Bautismo. Entonces Satanás le acusa de los pecados cometidos después del Bautismo. San Miguel le
contesta que estos fueron perdonados en la confesión general que hizo antes de profesar. Satanás,
entonces, le acusa de las ofensas y negligencias de su vida religiosa. San Miguel declara que esos han
sido perdonados por sus confesiones y por todos los buenos actos que hizo durante su vida religiosa, en
especial la obediencia a su superior, y que lo que le quedaba por expiar lo había hecho a través del
sufrimiento de su enfermedad vividos con resignación y paz.

En los escritos de San Alfonso de Ligorio encontramos: "Había un hombre polaco de la nobleza que
había vivido muchos años en pecado mortal y lejos de la vida de Dios. Se encontraba moribundo y estaba
lleno de terror, torturado por los remordimientos, lleno de desesperación. Este hombre había sido devoto
de San Miguel Arcángel y Dios en su misericordia permitió que este arcángel se le apareciera. San
Miguel le alentó al arrepentimiento, diciéndole que había orado por el y le había obtenido mas tiempo de
vida para que lograra la salvación. Al poco rato, llegan a la casa de este hombre 2 sacerdotes dominicos,
que dijeron se les había aparecido un extraño joven pidiéndoles que fueran a ver a este hombre
moribundo. El hombre se confesó con lágrimas de arrepentimiento, recibió la Santa Comunión y en
brazos de estos dos sacerdotes murió reconciliado con Dios.

ORACIONES A SAN MIGUEL

La oración a San Miguel del Papa León XIII

En Octubre 13, 1884, el Papa León XIII, experimento una visión horrible. Después de celebrar la
Eucaristía, estaba consultando sobre ciertos temas con sus cardenales en la capilla privada del Vaticano
cuando de pronto se detuvo al pie del altar y quedo sumido en una realidad que solo el veía. Su rostro
tenia expresión de horror y de impacto. Se fue palideciendo. Algo muy duro había visto. De repente, se
incorporo, levanto su mano como saludando y se fue a su estudio privado. Lo siguieron y le preguntaron:
¿Que le sucede su Santidad? ¿Se siente mal?
El respondió: "¡Oh, que imágenes tan terribles se me han permitido ver y escuchar!", y se encerró en su
oficina.

¿Qué vio León XIII? "Vi demonios y oí sus crujidos, sus blasfemias, sus burlas. Oí la espeluznante voz
de Satanás desafiando a Dios, diciendo que el podía destruir la Iglesia y llevar todo el mundo al infierno si
se le daba suficiente tiempo y poder. Satanás pidió permiso a Dios de tener 100 años para poder
influenciar al mundo como nunca antes había podido hacerlo." También León XIII pudo comprender que si
el demonio no lograba cumplir su propósito en el tiempo permitido, sufriría una derrota humillante. Vio a
San Miguel Arcángel aparecer y lanzar a Satanás con sus legiones en el abismo del infierno.

Después de media hora, llamo al Secretario para la Congregación de Ritos. Le entrego una hoja de papel
y le ordeno que la enviara a todos los obispos del mundo indicando que bajo mandato tenia que ser
recitada después de cada misa, la oración que ahí el había escrito.

Oración:

"San Miguel Arcángel,


defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén."
(Aunque no es obligación, se puede continuar con gran
provecho la práctica de rezar esta oración después de la Santa
Misa como se hacía antes del Conc. Vat. II.)

Coronilla de San. Miguel:

Un día San Miguel Arcángel apareció a la devota Sierva de Dios Antonia De Astónac. El arcángel le dijo a
la religiosa que deseaba ser honrado mediante la recitación de nueve salutaciones. Estas nueve
plegarias corresponden a los nueve coros de ángeles. La corona consiste de un Padrenuestro y tres Ave
Marías en honor de cada coro angelical.

Promesas: A los que practican esta devoción en su honor, San Miguel promete grandes bendiciones:
Enviar un ángel de cada coro angelical para acompañar a los devotos a la hora de la Santa Comunión.
Además, a los que recitasen estas nueve salutaciones todos los días, les asegura que disfrutarán de su
asistencia continua. Es decir, durante esta vida y también después de la muerte. Aun mas, serán
acompañados de todos los ángeles y con todos sus seres queridos, parientes y familiares serán librados
del Purgatorio.

En esta coronilla invocaremos a los nueve coros de ángeles. Después de cada invocación
rezaremos 1 Padre Nuestro y 3 Avemarías. Ofreceremos esta coronilla por la Iglesia, para que sea
defendida de todas las asechanzas del demonio, y por los que están mas alejados de Dios.

CORONILLA A SAN MIGUEL ARCÁNGEL

Se comienza la Corona rezando en la medalla, la siguiente invocación:

En el Nombre del Padre....

Dios mío, ven en mi auxilio.


Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, etc.

I. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Serafines, que Dios Nuestro Señor prepare
nuestras almas y así recibir dignamente en nuestros corazones, el fuego de la Caridad Perfecta. Amén.

1 Padre Nuestro
3 Avemarías

II. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Querubines, que Dios Nuestro Señor nos
conceda la gracia de abandonar los caminos del pecado, y seguir el camino de la Perfección Cristiana.
Amén.

1 Padre Nuestro
3 Avemarías

III. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Tronos, que Dios Nuestro Señor derrame
en nuestros corazones, el verdadero y sincero espíritu de humildad. Amén.

1 Padre Nuestro
3 Avemarías

IV. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Potestades, que Dios Nuestro Señor nos
conceda la gracia de controlar nuestros sentidos y así dominar nuestras pasiones. Amén.

1 Padre Nuestro
3 Avemarías

V. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Dominaciones, que Dios Nuestro Señor
proteja nuestras almas contra las asechanzas del demonio. Amén.

1 Padre Nuestro
3 Avemarías

VI. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de las Virtudes, que Dios Nuestro Señor nos
conserve de todo mal y no nos deje caer en la tentación. Amén.

1 Padre Nuestro
3 Avemarías

VII. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Principados, que Dios Nuestro Señor se
digne llenar nuestras almas con el verdadero espíritu de obediencia. Amén.

1 Padre Nuestro
3 Avemarías

VIII. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Los Arcángeles, que Dios Nuestro Señor
nos conceda la gracia de la perseverancia final en la Fe, y en las buenas obras, y así nos lleve a la
Gloria del Paraíso. Amén.

IX. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Ángeles, que Dios Nuestro Señor nos
conceda la gracia de ser protegidos por ellos durante esta vida mortal, y nos guíen a la Gloria Eterna.
Amén.

1 Padre Nuestro
3 Avemarías

Se reza un Padre Nuestro en honor de cada uno de los siguientes ángeles:

*En honor a San Miguel ...... 1 Padre Nuestro


*En honor a San Gabriel...... 1Padre Nuestro
*En honor a San Rafael........ 1 Padre Nuestro
*En honor a nuestro ángel de la Guarda..... 1 Padre Nuestro

O Glorioso Príncipe San Miguel, Jefe Principal de la Milicia Celestial, Guardián fidelísimo de las almas,
Vencedor eficaz de los espíritus rebeldes, fiel Servidor en el Palacio del Rey Divino,...Sois nuestro
admirable Guía y Conductor.

Vos brilláis con excelente resplandor y con virtud sobrehumana, libradnos de todo mal. Con plena
confianza recurrimos a vos. Asistidnos con vuestra afable protección para que seamos mas y mas fieles
al servicio de Dios todos los días de nuestra vida.

V. Rogad por nosotros, O Glorioso San Miguel,


Príncipe de la Iglesia de Jesucristo....

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor.

Oración

Omnipotente y Eterno Dios, os adoramos y bendecimos. En vuestra maravillosa bondad, y con el


misericordioso deseo de salvar las almas del género humano, habéis escogido al Glorioso Arcángel,
San Miguel, como Príncipe de Vuestra Iglesia.

Humildemente os suplicamos, Padre Celestial, que nos libréis de nuestros enemigos. En la hora de la
muerte, no permitáis que ningún espíritu maligno se nos acerque, para perjudicar nuestras almas. Oh
Dios y Señor Nuestro, guiadnos por medio de este mismo Arcángel. Enviadle que nos conduzca a la
Presencia de Vuestra Excelsa y divina Majestad. Os lo pedimos por los méritos de Jesucristo, Nuestro
Señor. Amén.

Novena a San Miguel Arcángel

¿Por qué necesitamos a San. Miguel en estos tiempos?

Como remedio contra los espíritus infernales que se han desencadenado en el mundo moderno, somos
llamados a invocar y buscar la ayuda de San. Miguel Arcángel. Dice el Cardinal Mermillod: "En estos
tiempos, cuando la misma base de la sociedad esta tambaleándose como consecuencia de haber negado
los derechos de Dios, debemos revivir la devoción a San Miguel y con el gritar: "¡¿Quién como Dios?!"

San Francisco de Sales: "La veneración a San Miguel es el mas grande remedio en contra de la rebeldía
y la desobediencia a los mandamientos de Dios, en contra del ateísmo, escepticismo y de la infidelidad."

Precisamente, estos vicios son muy evidentes en nuestros tiempos. Mas que nunca en nuestra era actual
necesitamos la ayuda de San. Miguel en orden a mantenernos fieles en la Fe. El ateísmo y la falta de fe
han infiltrado todos los sectores de la sociedad humana. Es nuestra misión como fieles católicos confesar
nuestra fe con valentía y gozo, y demostrar con celo nuestro amor por Jesucristo.

Como individuos, como naciones, como Iglesia, estamos en gran batalla espiritual. Es nuestro deber de
amor usar todas las armas espirituales para batallar con amor, fortaleza y astucia. La Virgen dijo a la
Venerable María Agreda: "Mi hija, no hay palabras humanas que puedan describir el horror del mal que
hay en Lucifer y en sus secuaces; y como sus dardos están dirigidos a la destrucción del hombre. Su
gran malicia, su astucia, sus mentiras, sugerencias, sus insinuaciones y tormentos se dirigen a la mente y
al corazón humano. El trata de aplastar toda obra buena, de destruirla, de esconderla. Toda la malicia que
su mente es capaz de poseer quiere inyectarla en las almas. Contra estos ataques, Dios da su admirable
protección, si el hombre tan solo cooperara y correspondiera.
En 1994, antes de la Conferencia en el Cairo, donde se libraba una gran batalla entre la luz y la
oscuridad; donde se determinaban temas de gran impacto para el futuro moral y social de la humanidad,
su SS Juan Pablo II, pidió a todos los fieles católicos, que rezáramos la oración de San Miguel por la
intención de esa conferencia.

Si en tiempo de tentación, tenemos el coraje de reprender al maligno y clamar la asistencia de San


Miguel, el príncipe de la milicia celestial, el enemigo por seguro saldría huyendo. Si deseamos tener su
protección, debemos imitar sus virtudes, especialmente su humildad y su celo por la gloria de Dios.

APARICIONES DE SAN MIGUEL

San Miguel ha aparecido en muchas ocasiones a aquellos que invocaron su ayuda. He aquí algunas:

ESPAÑA
Garabandal

FRANCIA:
Juana de Arco, Santa.
Un caso muy conocido y autentico es la asistencia que este arcángel dio en la extraordinaria misión que
el Señor le había encomendado de ayudar al rey francés a restaurar la paz y prosperidad en su reino y
expulsar a los enemigos de sus costas.
Monte de San Miguel.
En Francia, también se apareció en el Monte San Miguel, donde hay un famoso santuario consagrado a
este Arcángel. Tiene la característica de que 2 veces al mes, las olas cubren la carretera de acceso y el
lugar se convierte temporalmente en isla.

ITALIA
Roma, Santa María la Mayor
Gargano

KOREA
Naju
Donde una estatua de la Virgen ha estado llorando sangre y dando mensajes a Julia Kim, han habido ya
siete milagros Eucarísticos. Entre ellos en presencia de Obispos y Cardenales, Julia recibió la Eucaristía
de parte de San Miguel Arcángel.

MEXICO
San Miguel del Milagro, Tlaxcala

PORTUGAL
Fátima
Ver San Miguel y la Eucaristía, arriba

Estas son solo unas pocas de las conocidas apariciones de San Miguel. Aparte de las extraordinarias
apariciones visibles, el arcángel San Miguel está invisiblemente activo para ayudarnos, ya que el Señor le
dio un amor compasivo por los hombres y no hay alma que escape su atención.

San Miguel Arcángel, ruega por nosotros.

-Obra de Madre Adela Galindo SCTJM


San Gabriel Arcángel
Su fiesta, junto con los arcángeles Miguel y Rafael,
se celebra el 29 de septiembre.

Uno de los siete arcángeles, usado en innumerables ocasiones


por Dios como mensajero (Deuteronomio 8:15-27). El se le
apareció a Daniel y le explicó una visión de eventos futuros,
diciéndole, "Tú eres un hombre elegido especialmente"
(Deuteronomio 9:20-27). En el Nuevo Testamento se le apareció a
Zacarías para avisarle que Isabel, su mujer, tendría un hijo al que
llamaría Juan (Lucas 1:11-20). De igual manera, fue Gabriel quién
se le apareció a María diciéndole que concebiría y daría a luz a
un Hijo, a quién pondría por nombre Jesús (Lucas 1:26-38).

a San Gabriel se lo representa con una vara de perfumada azucena, la


que obsequió a María Santísima en la Anunciación que representa la
Sublime Pureza Inmaculada de la Madre Virgen;

Ver: Ángeles y Arcángeles

San Rafael Arcángel


Fiesta: 29 de septiembre, junto con San Miguel y San Rafael

Rafael: "el que cura o sana". Es el arcángel cercano a los hombres para
aliviarlos en su dolor y sufrimiento. Es uno de los tres arcángeles
cuyo nombre aparece en la Biblia (Tobit 12:6, 15). Los otros son San
Miguel y San Gabriel.

a San Rafael se lo representa con un atuendo de caminante o peregrino, con bastón y


cantimplora, y el pez del que se obtuvo la hiel para curar al padre de Tobías;

Ver también: Ángeles y Arcángeles

Oración a San Rafael Arcángel.


Gloriosísimo príncipe San Rafael antorcha dulcísima de los palacios eternos, caudillo
de los ejércitos del todopoderoso, emisario de la divinidad, órgano de sus
providencias ejecutor de sus ordenes secretario de sus arcanos, recurso universal de
todos los hijos de Adán, amigo de tus devotos compañero de los caminantes maestro
de la virtud protector de la castidad socorro de los afligidos medico de los enfermos
auxilio de los perseguidos, azote de los demonios, tesoro riquísimo de los caudales
de Dios. Tu eres ángel santo, uno de aquellos siete nobilísimos espíritus que rodean
al trono del altísimo.

Confiados en el grande amor que has manifestado a los hombres te suplicamos


humildes nos defiendas de las asechanzas y tentaciones del demonio en todos los
pasos y estaciones de nuestra vida, que alejes de nosotros los peligros del alma y
cuerpo poniendo freno a nuestras pasiones delincuentes y a los enemigos que nos
tiranizan, que derribes en todas partes y principalmente en el mundo católico el cruel
monstruo de las herejías y la incredulidad que intenta devorarnos.

Te pedimos también con todo el fervor de nuestro espíritu, hagas se dilate y extienda
mas el santo evangelio, con la práctica de la moral. Que asistas al romano pontífice
y a los demás pastores y concedas unidad en la verdad a las autoridades y
magistrados cristianos.

Por ultimo te suplicamos nos alcances del trono de Dios a Quién tan inmediato
asistes, el inestimable don de la gracia, para que por medio de ella seamos un día
vuestros perpetuos compañeros en la gloria. Amen

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