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eo athurg,
La muerte del autor
(eas) en su novela Sarrasine, hablando de un castrado dis.
frazado de mujer, escribe Io siguiente: «Era la mujer, con sus
tniedos repentinos, sus caprichos irracionales, sus instintvas tur.)
bacionss, sus audacias sin causa, sus bravatas y su exquisita —/
delicadeza de sentimientos.»]eQuién esta hablando ast7¢E héroe
de'la novela, interesado en 1ghOTaT aT castrada que-¢e esconide
bajo la mujer? EI individuo Balzac, al que In experiencia perso.
nal ha provisto de una flosofia sobre Ia mujer?
que un patie respecto a su hua [P. nirario el escriton. noes en s{ misma mas que un diccionario ya compuesto, en
oderpa nace a Ia vez que su textor no esta provisto én absoluto que las palabras no pueden explicarse sino a través de otras pala
‘de un ser que preceda o exceda su escritura, no es en absoluto el ras, y asi jndefinidamente: aventura que le sucedié de manera
sujeto cuyo predicado scria el libro; aaapigammmwereterrmerenroret~ ejemplar a{Chomas de Quincey}de joven, que iba tan bien en
de la enunciacion, y todo texto est escrito eternamente agut agriego que para traducir a esa lengua ideas e imégenes absoluta-
whore Es que (0 se sigue queV(escribinyya no puede seguir desig- mente modernas, segiin nos cuenta (Baudelaire) ehebia creado
mrando una operacién de regist¥0, de constatacién, de representa: para si mismo un diccionario siempre a punto, y de muy distinta
, de «pinturas (como decian los Clé
jos), sino que mas bien complejidad y extensién del que resulta de !a vulgar paciencia de