La terapia primal tiene en cuenta la evolución del cerebro; inicia con la terapia en el
presente, centrándose en el cortex prefrontal y los acontecimientos actuales. Después el
paciente es ayudado a acceder a sus sentimientos almacenados en el sistema límbico. Al
final es ayudado a revivir episodios ocurridos antes de la aparición de los sentimientos o
pensamientos, que han quedado grabados en el tronco. Todas las pistas utilizadas para
acceder a cada uno de los niveles, son dadas por el código del sentir. No es una terapia
introspectiva, sino que consiste en revivir los episodios almacenados en el cerebro mucho
antes de que las percepciones interiores pudieran organizarse neurologicamente, respetando
los niveles de la función cerebral llamadas por el autor líneas de consciencia-
El cerebro es un mapa en el que esta trazada nuestra historia evolutiva; en el cerebro reptil
incorporamos los mecanismos de control de los instintos; en el sistema limbico o cerebro
mamífero, procesamos los sentimientos y en el cortex frontal, cerebro humano, se asientan
los circuitos a través de los cuales son posibles la comprensión y el razonamiento.
Los acontecimientos de la primera infancia esculpen nuestro cerebro
Expresar verbalmente cómo nos sentimos, supone la actividad del nivel intelectual y del
emocional conjuntamente, pero hablar respecto de algo, no necesariamente implica al
cerebro emocional y es por esto por lo que saber intelectualmente cual es nuestro problema
emocional, no garantiza que lo llevemos mejor. Para transformar las emociones
perturbadas, es necesario llegar hasta el nivel donde ellas han producido una huella y
favorecer la integración de la experiencia en el cortex frontal, que es finalmente desde
donde se puede llegar a comprender. El más eficiente antídoto para la depresión es la
conciencia. Recuperar nuestra humanidad tiene que partir de la recuperación de la
capacidad de sentir los sentimientos: sentir el profundo dolor sin pretender reemplazarlo
por las ideas, pues solo las que nacen de los sentimientos pueden transformar los
sentimientos. Detrás de todos los ‘sentimientos’ reconocidos por la psiquiatría, hay un
cerebro con ansiedad y depresión.
Poco antes y poco después del nacimiento hay periodos en los que el cerebro se desarrolla a
gran velocidad y es la época en la que las neuronas forman circuitos; los traumas
producidos en estos periodos actúan como ruidos permanentes, como estímulos que
desordenan la red y disminuyen permanentemente la cantidad de sinapsis, reduciendo la
percepción de los múltiples puntos desde los cuales puede percibirse una experiencia. La
falta de amor, el estrés materno y la hipoxia, ejercen el más poderoso efecto deletéreo en la
formación de sinapsis y disminuyen también la cantidad de receptores cerebrales para el
cortisol, de modo que este continua generando un ambiente toxico, principalmente para los
sistemas limbico-emocionales; el efecto final es que la información no puede ser
transmitida de una área a otra, produciéndose un bloqueo en la expresión de los
sentimientos y las emociones. La falta de compasión, la ‘insensibilidad’ al dolor ajeno y
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hasta el propio, en algunas personas, revelan la presencia de una profunda huella que ha
lesionado los centros de los sentimientos. El sentimiento de vivir en un mundo difícil o
peligroso se deriva en su mayor magnitud del difícil o peligroso mundo en el que el feto
vivió durante la época uterina, que se agrava con una infancia difícil, en la que el niño no
tuvo la seguridad básica.
Nuestra conducta esta enmarcada dentro de tres grandes fuerzas, a su vez, relacionadas con
las tres diferentes arreas del cerebro:
1. El cortex que gobierna la mente consciente
2. El sistema limbico que impulsa los sentimientos
3. El tronco cerebral que procesa las funciones instintivas y de supervivencia. Controla
las funciones básicas y automáticas como los reflejos oculares, el ritmo cardiaco, la
respiración, la presión, la digestión. Tiene codificados la mayoría de nuestros instintos
y mecanismos de supervivencia y nuestras necesidades integradas. Produce el impulso,
la activación de todo el sistema, que energiza los sentimientos, les añade fuerza. Esta
conectado con el cerebelo donde se integra la percepción del espacio y la posición de
cada segmento en el, permitiendo la coordinación y el equilibrio.
Allí esta el producto de lo más significativo en la evolución humana y ese es el punto de
partida de cada ser humano, desde el cual, se empieza a moldear por las huellas sembradas
en las diferentes etapas de la vida, el instrumento de relación con el mundo externo. El
diagnostico en términos de las funciones cerebrales, nos permite ir mas allá de las
descripciones y la rotulación de la enfermedad según estas, y llegar al fondo de las
profundas causas que han generado el trastorno. Las vivencias en las primeras etapas de
desarrollo (periodo prenatal y nacimiento) se inscribirán en aquella parte del sistema
nervioso más activo y competente para esa etapa, el tronco cerebral. Los traumas vividos
en la primera época de la vida afectaran al tronco y al sistema limbico y en la medida que el
neocortex se desarrolle, aparecen los procesos mentales, grandemente condicionados por el
trasfondo instintivo afectivo.
El hemisferio derecho es generalmente más grande que el izquierdo y en el se asientan las
emociones, los sentimientos, el pensamiento global y holistico; este hemisferio madura
rápidamente, alcanzando un desarrollo notable para el 2 año: El hemisferio izquierdo, es el
territorio de los pensamientos concretos, la capacidad de planeamiento, los conceptos y
empieza a madurar apenas a los 2 años.
El cerebro es un mapa en el que esta trazada nuestra historia evolutiva; en el cerebro reptil
incorporamos los mecanismos de control de los instintos; en el sistema limbico o cerebro
mamífero, procesamos los sentimientos y en el cortex frontal, cerebro humano, se asientan
los circuitos a través de los cuales son posibles la comprensión y el razonamiento.
Para viajar en el tiempo codificado en nuestro cerebro hacia los traumas infantiles o
prenatales, las ideas no son el vehículo adecuado, pues no es un asunto de explicación, sino
de implicación total, antes de que aparecieran los sentimientos y pensamientos; ellos se
expresan con el lenguaje propio del tronco cerebral: automatismos, pulsiones, alteraciones
de la presión y del pulso, estado de ansiedad y de alerta o de hiporregulacion franca.
Mientras más antiguo sea el recuerdo, más antigua puede ser la estructura mediadora. Para
solucionar este tipo de problemas, tenemos que seguir el curso de la evolución que los
origino, permitiendo que individuo sienta lo que sintió, mientras que el neocortex participa
como observador que extrae de las vivencias comprensión; no es ahondando la disociación
entre pensamientos y emociones, como estas dejan de ser perturbadoras, ni tampoco es
descargando la energía de los sentimientos como ellos pueden liberarse (dar golpes a una
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almohada, llorar, vociferar, sin un contexto, sin tocar la huella mas que por sus ramas); las
huellas del nivel inferior intentan constantemente informar a la mente consciente del dolor
y la herida de la persona de sentir que nadie la quiere, pero el cortex, ocupado intentando
recibir amor, no escucha; no sabe siquiera que siente que no es querida y sin embargo lo
demuestra pues así no lo parezca, porque hemos suprimido las vías que informan a la
conciencia consciente de ello, la huella sigue actuando y hablando el lenguaje propio del
nivel donde ella se asienta: presión arterial alta, palpitaciones, angina de pecho, psicosis,
trastorno bipolar. La forma como reaccionamos ante situaciones extremas, de supervivencia
(y esto puede ser cualquier cosa, trivial para otros, en una fisiología exaltada por la señal de
¡peligro!), da una idea de la clase de entorno perinatal que tuvimos. Es la evidencia de la
veracidad del recuerdo, pues el tronco no miente. Esa es la forma que tiene de recordar el
tronco, y no olvidemos que el recuerdo es una forma de utilizar las experiencias previas
para anticiparse a los acontecimientos.
El ultimo que se entera de lo que pasa, que conoce algo de nosotros mismos, es el cortex
frontal izquierdo; La primera infancia queda registrada en el hemisferio derecho y por eso,
los recuerdos son vagos, imprecisos y se reflejan mas en la actitud que en la estrategia de
vida; es posible que el hemisferio izquierdo no se entere; es paradójico que la parte del
cerebro mas evolucionada, sea la que menos sabe de nosotros y de los demás.
El desarrollo del COBF alcanza la madurez preliminar entre los 18 meses y los 2 años, en
relación reciproca con el sistema reticular activante, junto con el cual debe mantener la
función de alerta-vigilancia. Cuando hay lesiones o disfunciones en esta área, se daña el
sistema de compuertas y la carencia de proceso inhibitorio se manifiesta como nerviosismo,
hiperactividad, falta de concentración; el niño/adulto tiene una severa restricción de la
función antidolor y antiansiedad; la principal causa de disfunción de la COBF es la falta de
amor en la primera infancia. Un bebe puede captar la sensación de no ser querido, antes de
comprender el concepto de no ser amado y esto condiciona su destino hacia la búsqueda de
la aprobación, la lucha para conseguir que le amen, la incapacidad para aplazar sus
demandas y necesidades. La sola presencia de la madre, mantiene en un nivel bajo las
hormonas del estrés del bebe. En animales, el contacto puede cambiar los niveles de estrés
producidos por una precoz ausencia materna; el contacto físico y las caricias recibidas
tempranamente en la primera etapa de la vida, induce la producción de precursores y
reservas básicas de las sustancias tranquilizantes como la serotonina; abrazar produce el
mismo efecto que la ingestión de 25mg de prozac.
La combinación de la información del mundo exterior con la memoria y la historia
personal, determina la conducta conciente.
Los hechos del entorno determinan la profundidad del crecimiento del cortex
Esto su vez determina como vemos las cosas, como pensamos, razonamos y planeamos
El COBF contiene el 30% de la masa cortical; si hay un déficit, los impulsos toman el
mando; las neuronas que no son utilizadas, o que no establecen conexiones significativas,
mueren, de modo que un trauma en etapas tempranas de la vida, o la falta de estimulo e
intercambio emocional, se reflejan en menor cantidad de neuronas y redes para afrontar el
estrés. La incapacidad para tomarse las cosas con clama, esta anclada en la alteración de la
función alerta-vigilancia del sistema activador reticular y el cortex; Así, a los 2 años un
niño ya tiene lo que en la edad adulta le llevara a sufrir problemas cardiacos, colitis
ulcerativa, agresividad, depresión, paranoia, celos, pesadillas, alcoholismo, drogadicción,
cáncer. Un trauma temprano, eleva los niveles de las funciones vitales, las lleva al tope,
exigiendo también la misma y opuesta magnitud de fuerza represora; Tanto lo uno,
hormonas de estrés, como lo otro, sustancias inhibidoras, bombardeando constantemente el
sistema, tiene un efecto dañino sobre el cerebro y su desarrollo, hasta que finalmente
producen su colapso.
El amor produce una abundante cantidad de serotonina y de otras hormonas que ayudan a
superar el futuro dolor; enriquece el numero de neuronas y las sinapsis del cortex
prefrontal; Esto permite una mejor integración de las entradas internas y externas de
información. Si un niño es criado amorosamente desarrollara lo que necesita para tener
luego reacciones de amor normales y sentirse bien consigo mismo.
Es posible que sin la huella producida al nacer, el matiz y la dirección del sufrimiento en la
infancia, no lleguen a manifestarse tan dramáticamente. En el hombre que asciende, los
pensamientos expresan una sensación-sentimiento oculto en el fondo del ser.
Durante el sueño los sentimientos se traducen a imágenes y se producen los sueños; los
símbolos y las imágenes del sueño conducen al sentimiento sin la resistencia que las
compuertas le oponen a este cuando es doloroso y podemos así seguir durmiendo; las
pesadillas se producen cuando el cortex y el sistema limbico son sobrepasados por una
pesada valencia de dolor.
El eje frontohipotalamico transmite mensajes a todos los sistemas, alertándolos; el
significado atribuido a las percepciones, determina la respuesta bioquímica; el hipotálamo
activa el sistema glandular con una connotación simpática o parasimpático y se liberan las
catecolaminas acordes a la interpretación dada a las percepciones sensoriales, en las que
ademas del cortex frontal perceptor, intervienen los sentidos. De esa manera se organiza la
respuesta de luchar o huir ante el peligro.
Los medicamentos que suprimen los síntomas del tronco cerebral, solo mejoran el síndrome
y la manifestación sobre el cortex frontal (obsesiones, compulsiones, ansiedad) pues
aligeran el trabajo que este debe hacer para integrar, calmar o neutralizar los impulsos del
cortex.
El cortex frontal es la ultima estación del recorrido donde toda sensación y sentimiento se
integran; allí se etiquetan, se vuelven una idea y una experiencia, una forma de ver la vida,
que anticipa y condiciona el futuro. Cuando nuestros sentimientos se ajustan con nuestra
ideación formada, el sistema esta en equilibrio, puede descansar.
El sistema limbico:
Tálamo – Hipotálamo - Núcleo amigdalino – Hipocampo
El sistema limbico es un anillo de estructuras bajo el cortex, que procesa y organiza los
sentimientos; a los 20 meses el sistema limbico ya tiene un desarrollo importante; a los 2
años el hipocampo, parte del sistema limbico, ha madurado bastante, aunque si existe un
estimulo intelectual adecuado, no deja de desarrollarse.
El sistema limbico combina las emociones con las sensaciones provenientes del tallo y
elabora una respuesta visceral y el sentimiento profundo. Se ha llamado cerebro emocional
o nivel de los sentimientos. Es, respecto del tronco que la segunda línea, siendo aquel la
primera; protege el cortex, la mente consciente del terror de un trauma de primera línea y
transforma la sensación en imágenes y escenas; Así como es responsable de las pesadillas o
de las fobias, también produce las imágenes artísticas, de la más alta inspiración. La
conexión con los sentimientos da sentido a las decisiones, guía los impulsos hacia acciones
consecuentes con el sentir; la desconexión, producida por la supresión para evitar la
conciencia del dolor, hace que no sepamos lo que queremos y que las ideas cambiantes,
generalmente ajenas, sean las que guien. No hay poder decisorio, ni verdadera elección,
solo fluctuación. También sucede cuando el tálamo esta lesionado, pues este centro
organiza toda la información con sentido, para que la corteza le asigne un significado; ante
cualquier decisión o necesidad de respuesta hay confusión y lo que hace el tálamo es
desviar el mensaje, pues ‘cree’ que debe salvar la vida y la cordura impidiendo que ese
mensaje amenazador (real o irreal por su daño), toque la corteza, pues una vez se cierre el
circuito, se producirán las mismas reacciones originales que acompañaron el trauma o el
hecho. Cuanto más cerca este la antigua sensación de aflorar a la conciencia, más intensas
serán la manifestaciones psicosomáticas.
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Cada huella traumática tiende siempre a ascender a los centros mas elevados
Que hemos desarrollado a lo largo de nuestra historia evolutiva
¡la evolución le obliga a ascender!
Algunos trastornos mentales se remontan a la época uterina debido a una dislocación del
sistema limbico. En la esquizofrenia, las neuronas del sistema limbico están radicalmente
desorganizadas; el Alzheimer se inicia en el hipocampo; en los psicoticos algunas de las
células limbicas están al revés
Tálamo
A partir de la decimocuarta semana de gestación empiezan a ser evidentes las conexiones
entre el tálamo y la corteza; parece ser que el sentido del tacto, organizado en parte por el
tálamo, ya es registrable al tercero o cuarto mes de gestación.
El tálamo es conocido como la compuerta del cerebro, el ultimo control que las entradas
sensoriales, procedentes de los sentidos, deben pasar antes de que puedan llegar a los
centros corticales superiores. En una cadena de sinapsis, la información se va
transformando desde una sensación, un sentimiento, una imagen, hasta una idea y de esa
manera el código del mensaje se trasforma, se traduce para que los niveles superiores
puedan descifrarlo, interpretarlo y utilizarlo correctamente. El tálamo, junto con el
hipocampo, se encargan de traducir el mensaje al lenguaje cortical y así sensación y
sentimiento, adquieren significado. Por ejemplo, la sensación de angustia que se registra en
el tallo en un niño abandonado por su madre, se traduce en el sistema limbico en un
sentimiento de no valer, de no merecer, y en el cortex en la idea de tener que ser siempre el
niño bueno, complacer a todo el mundo para ser querido y aceptado. Sin embargo, si el
sentimiento es lo suficientemente abrumador, el mensaje se desvía y la huella se convierte
en un circuito resonador, reverberando en el inconciente subcortical, con el efecto deletéreo
sobre todos los sistemas de regulación homeostática.
Es así como los sicópatas que tienen alucinaciones, ven imágenes, escuchan voces
realmente, cuando sus centros de la vista y del habla se activan por esta reverberación, que
ellos atribuyen a una realidad externa; a partir de estas alucinaciones, desarrollan ideas
obsesivas, ancladas en una realidad interior, mas no una vivencia exterior. Es lo típico en la
psicosis paranoide.
Amígdalas
Las amígdalas en el interior de los lóbulos temporales, junto al hipocampo, actúan como
encrucijadas, como puntos nodales de conexiones con todos los sistemas sensoriales del
cortex , con el tálamo y con el hipotálamo, donde las emociones se procesan
fisiológicamente como una reacción o una respuesta. Hay evidencias de que las amígdalas
son una de las estructuras más antiguas del cerebro: se desarrollan filogenetica y
ontogeneticamente, mucho mas temprano que el neocortex y no mucho mas que el
hipocampo, el cual procesa la información emocional hasta la mitad del primer año de vida.
Las amígdalas tienen un periodo critico de maduración hasta los dos años, cuando el cortex
aun no es conciente, pues apenas empieza su maduración
Después de que el tálamo interviene en la codificación de la información del recuerdo, la
amígdala y el hipocampo la consolidan. Las conexiones del núcleo amigdalino con el
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Desde allí es desde donde las ideas nacen, allí están los hilos que mueven el pensamiento,
que mueven la civilización y dirigen su evolución.
Todo cuanto necesitamos hacer para manipular las ideas de alguien
Es mantenerlo atado a su necesidad
Cuando se revive un sentimiento, las amígdalas lo transmiten al hipocampo que lo
interpreta y le da un colorido; este lo envía al cortex frontal; la amígdala envía además el
mensaje al tálamo, que también envía su propia versión, su punto de vista, al cortex frontal;
este desactiva el área izquierda prefrontal y lo transmite al hemisferio derecho, al área
emocional. Allí concluye la integración de un sentimiento, así se conecta con las
propiedades del hemisferio derecho, con su capacidad de conocimiento holístico; el análisis
de los sentimientos, propio del hemisferio izquierdo, no produce comprensión; es cuando
ellos se disuelven nuevamente en la comprensión superior, que pueden convertirse en un
modo de ser autentico que emerge de la propia experiencia como un poder y no una
búsqueda ansiosa de poder desde la apariencia, movida por la reacción. Una huella impresa
no se perdona, es como si pretendiéramos perdonar a la fisiología. Los sentimientos de la
amígdala no demandan ser perdonados, ni es función de esta perdonar; su función es
sentirlos, enterarse de lo que pasa y hacerlos emerger como aspecto de una experiencia a la
conciencia. El perdón ‘cortical’ es solo un manto que sofoca el sentimiento. Este ‘ser
razonable’, o los medicamentos para tratar los ataques de ansiedad, obsesión, pánico o
depresión, solo aplazan y contienen la fuerza del mensaje que abruma la corteza frontal, y
esta bien hacerlo mientras no perdamos de vista que son solo un síntoma de algo mas y
podamos comprometernos con la causa subyacente: el miedo a la muerte, el dolor por la
carencia de amor.
El cortex sabe lo que esta haciendo cuando inventa opiniones
Estas opiniones o paradigmas que se inventa el cortex, van al lugar necesario para
ayudarnos a sobrevivir y no siempre es bueno disuadir a alguien de sus opiniones
irracionales, pues son, dentro de las circunstancias, la mejor opción para el individuo;
puede ser mejor una sensata irrealidad controlada, que una atroz realidad desbordada.
La hipoxia, el estrés, el abandono, son para el sistema falta de amor, miedo, dolor, que
matizados por dos tipos de reacción, producen los diversos sentimientos y complejos que
puede tener un ser humano; ellos son: hiporregulacion, caracterizada por la apatía,
supresión, inhibición; la otra hiperregulacion, caracterizada por ansiedad y agresividad.
Hipocampo
Por detrás de la amígdala y abrazando todo el diencefalo (tálamo, hipotálamo, epífisis,
putamen, núcleo caudado), el hipocampo es el ordenador de la memoria contextual, es decir
aquella que evoca las circunstancias, el colorido, el contexto, el escenario de los eventos
cargados emocionalmente; contiene la historia del sentimiento codificada como una
imagen, como una composición; el qué, el contenido emocional en si mismo, es dominio de
las amígdalas; el cómo es asunto del hipocampo. Es una de las pocas estructuras del cerebro
que continua desarrollándose como respuesta a estímulos mentales o físicos.
El hipocampo almacena los nuevos recuerdos y trabaja con el área frontal para consolidar
los sentimientos, donde se hacen concientes; esta descarga o evacuación de la carga
emocional, del sentimiento, permite que el hipocampo tenga espacio para actualizar sus
contenidos, basado y conectado con los estímulos presentes.
Para la consolidación de los sentimientos en el cortex, la amígdala y el hipocampo
‘repertorizan’ los sentimientos anclados a la historia personal; según el prototipo evocado,
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Ante una amenaza el tronco, activa la alarma que energiza todo el cuerpo (todos los
problemas inexplicables de la disposición de energía deberían abordarse como un código
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inscrito en el tallo); participa en la regulación de las funciones vitales que son instintivas y
automáticas –respiración ritmo cardiaco, presión arterial-. Las señales de miedo que se
graban en el locus ceruleus, van al cortex superior el cual hace lo suyo y las agrupa como
una fobia, una obsesión o una ansiedad. La ansiedad es un proceso cortical de un terror
subcortical, rumores viscerales que ‘sabemos’ que tenemos, aunque no sabemos lo que es,
ni por que.
El tronco cerebral tiene su propio sistema de memoria que se refleja en la forma como
respiramos, la fuerza y la cadencia de nuestro hablar, nuestro caminar, nuestro nivel general
de energía, la temperatura, el patrón basal y de respuesta de la presión y el pulso, el nivel de
atención. El lenguaje primitivo del sentimiento parte del tallo y es el de la fisiología y la
anatomía animal y en cuanto mas precozmente se toque la cadena primitiva del dolor, mas
arquetípicas serán sus manifestaciones: en vez de llorar como un niño, llora como un bebe,
o gime, gruñe, se eriza.
La anoxia nunca puede explicarse
La hipoxia en fetos de cordero activa neuronas del tronco cerebral (subceruleus); esta
hipoxia interfiere en la función respiratoria de estos animales y mas tarde manifestarse
como problemas respiratorios, como el asma
La anoxia no es una idea, es un estado fisiológico que se acompaña de una sensación
visceral, ahogo, opresión, nudo en el estomago, mareo, vértigo, falta de aliento, sensación
de vuelco en el corazón. Cuando esta ha ocurrido antes de los 2 años, el cortex no se ha
desarrollado lo suficiente para interpretarla. Por esto es muy probable que una reacción
visceral determinada, sea un patrón de reactividad prototípica iniciado durante el
nacimiento, que tiene origen en el pasado preverbal y ha llegado a convertirse en una
respuesta de primera línea ante cualquier otra amenaza. El hipocampo es el escáner que
indaga en las experiencias previas almacenadas en el tallo seleccionando el prototipo -por
afinidad de contexto y sentimiento- y dicta la reacción acorde; en esto se basa el instinto de
supervivencia.
El apetito tiene su asiento en el tronco cerebral, muy distante de donde se origina la
consciencia del problema que esto supone; puede volverse una obsesión (cortex), pero
finalmente es cuestión de supervivencia (tallo).
El dialogo entre el la punción y el debería ser, entre el tallo y el cortex
Es una conversación que rebasa millones de años de desarrollo
No es asunto de persuasión
La sobre-estimulación, vivir con un ritmo acelerado, puede disminuir el apetito.
por una fuerte anestesia durante el parto o la inhibición sobre las sensaciones y
sentimientos desde vías descendentes (hipocampo-amígdala, cortex). Este sistema se
puede hacer menos excitable por el contacto físico. Durante los periodos críticos las
caricias y el contacto son esenciales para el desarrollo del cerebro; la carencia de
contacto y la hipoxia en periodos críticos, son los eventos de mayor ‘valencia’ en el
SRA ; la hipoxia sufrida por fuera del periodo critico no alcanza a tener el efecto tan
profundo y si después de este periodo se recibe todo el contacto físico posible, no se
logra eliminar el vacío grabado; esto puede llevar a una necesidad compulsiva de
contacto –por ejemplo contacto sexual indiscriminado- Cualquier estimulo que active
el SRA aflora todos los contenidos con ‘valencia’ semejante, –en el caso anterior,
pueden presentarse matices que se inmiscuyen en la sexualidad como desviaciones o
frigidez, si la orden grabada es de búsqueda, ataque o cierre- . Otro evento, de valencia
menos profunda, como un concurso de baile, a lo sumo generara ansiedad, no fantasías
o desviaciones sexuales.
• Locus ceruleus: Centro del terror. Esta ubicado en la parte superior del tronco; esta
compuesto por un pequeño núcleo de cientos a miles de neuronas, sin embargo sus
largos axones y dendritas se extienden por todo el cerebro, lo que le permite activar
todo el SN globalmente. El locus ceruleus es una estructura primitiva que conoce solo
sensaciones; evolutivamente, se desarrollo millones de años antes que los sentimientos;
reacciona al miedo y al dolor secretando noradrenalina en respuesta al trauma
preverbal, los accidentes en el parto o la falta de contacto físico en la primera infancia,
pero también es muy rico en receptores para opiáceos que lo sofocan. El estrés perinatal
y en la temprana infancia, produce posteriormente mayores alteraciones de la respuesta
al estrés: frustración, ira, dolor, indefensión, sobresalto, trastornos del sueño,
impulsividad, labilidad cardiovascular; algunos investigadores han logrado mejoría en
estos síntomas, con clonidina (bloqueador de la descarga noradrenergica del locus). No
esta sujeto a la lógica, ni responde a ella; solo a la huella, frente a la cual nos moviliza.
El dolor tiene un efecto dual, de excitación e inhibición del locus; cuando el estimulo es
excesivo o prolongado, disminuye la activación del locus y de este modo el mensaje de
dolor no aflora a la conciencia; Así, después de una respuesta con grande explosión de
actividad neural, viene un periodo de inactividad -enfermedad bipolar-; desde esta
perspectiva los estados maniacos y depresivos no son diferentes, sino la expresión de
diferentes grados de bloqueo de los sentimientos. Ese es el mecanismo de acción de los
medicamentos antidepresivos, antisicoticos, ansiolíticos. El síndrome de abstinencia
tiene su génesis en el locus ceruleus, pues cuando los medicamentos y sustancias
psicoactivos que actúan en el tallo se retiran de repente, aumenta la producción de
noradrenalina, produciendo excitación.
Todo lo que el SRA y el locus ceruleus saben hacer es prepararse para la acción
cardiaca, presión, digestión, equilibrio electrolítico, tono visceral, temperatura, etc. Junto
con la hipófisis es responsable del equilibrio hormonal y modulador del sistema inmune.
Es una vía común final a través de la cual los sentimientos son enviados desde el sistema
limbico a todo el sistema corporal como un estado fisiológico o como un síntoma: una
dermatitis, una gastritis, una hipertensión, o una disminución drástica de las células del
sistema inmune. Los síntomas indican que el sistema ha perdido la armonía.
El hipotálamo también necesita amor
El mensaje “¡Ámame”! es simple, pues esta organizado en estructuras que no pueden
construir una sintaxis complicada. El trauma sufrido al nacer desvía al hipotálamo hacia la
polaridad simpática, acelerándonos; las alergias desde el nacimiento reflejan afección de
este y otras estructuras en el útero, así como la falta de amor durante el primero o segundo
año de vida, pueden producir una lesión en el hipotálamo, haciendo del niño, un enfermo
crónico con alergias, infecciones y fiebre.
El sueño implica la represión de las capas mas elevadas de la conciencia, es decir estamos
inconscientes en unas etapas que van desde el estado de alerta, hasta el sueño profundo. En
el sueño profundo, la persona esta literalmente en el mismo estado cerebral y fisiológico
que un niño de seis meses: no tiene defensas conceptuales ni intelectuales contra el terror.
Así, el sueño es el resultado de la supresión en progresión de los niveles más elevados de la
mente consciente: se inicia en el cortex, después se dirige al sistema limbico, activa el
sueño con sueños y desciende al tronco cerebral y da paso al sueño profundo; significa
finalmente liberar las huellas de nivel inferior. La excitabililidad del sistema simpático,
producida por un estado de alerta permanente, por dolor en la primera infancia, produce
desactivación importante del parasimpático y este desequilibrio hace que no podamos
dormir, pues cuando empieza la corteza a disminuir su actividad, cuando sus defensas
bajan, la fuerza de la huella inunda el sistema y aunque tengamos sueño, no podemos
dormir.
Cuando un sentimiento puede ascender al nivel superior, antes de aflorar a la consciencia,
el paciente tiene un profundo dolor y todo el estado de agitación del sistema simpático que
ha estado en alerta; cuando la conexión se hace y el sentimiento se integra, tiene lugar la
respuesta de relajación parasimpático y aparece el descanso y la recuperación.
Las estructuras que organizan el sentimiento son también las que lo reprimen
Esta íntimamente vinculado con la expresión del amor: el cuidado maternal en el nivel
personal y el altruismo y la empatia en el nivel transpersonal; es por medio de esta
estructura como podemos llegar a sentir los sentimientos del otro –compasión-, a
comprenderlos; la extirpación suprime el comportamiento maternal. Representa la
transición evolutiva de reptiles a mamíferos.
En esta estructura como en muchas otras, necesidad y dolor están entretejidas,
encontrándose opiáceos-analgésicos, relacionados con la percepción del dolor
acompañan por las ideas afines (por ejemplo, ‘no sirve de nada intentarlo, todo será inútil,
esto no me sirve)a medida que la fuerza del nivel inferior se dirige al cortex frontal; las
ideas allanan el terreno y ‘hablan’ de lo que subyace y de esta manera es posible de la mano
de las ideas, regresar a los orígenes, integrando los sentimientos y las sensaciones,
permitiendo que el sentimiento sea sentido. En este proceso el contacto físico es
importante; el acto sencillo de sostener la mano, atenúa el dolor.
Lo que nos hace enloquecer no son los pensamientos compulsivos
Son los sentimientos y sensaciones que no han podido ser reprimidos
por el sistema de compuertas
Como tales, lo que llamamos transtornos mentales raramente existen; lo que existe son
trastornos de los procesos subyacentes, los sentimientos. La terapia del sentimiento casi
siempre es una emergencia, pues si los sentimientos no fueran una amenaza se sentirían sin
ninguna censura. La frustración de una temprana privación puede producir cólera y
quedarnos en la cólera, luchando contra ella o reprimiéndola, no cambiara la necesidad
básica.
Si los tres niveles del cerebro se alinean con el mismo sentimiento, no es posible el
discernimiento, la reflexión y el sistema no encuentra sino una salida; por ejemplo, cuando
alguien se siente desesperanzado en el tronco cerebral, en el sistema limbico y en el
presente, hay un peligro de suicidio inminente; este drama puede ser reducido con un poco
de esperanza. también es posible que el bloqueo sea tan grande que ni siquiera registran la
energía simpática, están desconectados de sus propios sentimientos; el inconsciente es
absorbido por los sistemas de creencias que son un sucedáneo para el sufrimiento; es
posible que se evadan de su realidad y evoquen en el pasado remoto, en otras vidas, el
sentido de vida que desde cualquier punto de vista, esta contenido en el presente.
Una madre profundamente trastornada produce una fisiología profundamente
trastornada que rodea al feto, desorganizando su sistema limbico
Cuando la madre embarazada padece trastornos mentales, aumenta hasta cinco veces la
probabilidad de que el hijo ‘herede’ la enfermedad; mas que un factor genético
posiblemente lo que esta de por medio es el condicionamiento desde la fisiología materna,
sobre un mecanismo que por estar en proceso de organización es altamente sensible.
Quizás para comprender las raíces de la homosexualidad, debamos recordar que para los
niños los padres son todo lo que ellos necesitan y que el cuerpo dirige automáticamente el
impulso sexual de una persona basándose en la necesidad; esto quiere decir que
comportamiento sexual puede definirse por la búsqueda del padre o la madre que estuvo
ausente.
Cuando se presenta una situación de emergencia el instinto se hace cargo de ella y los
centros inferiores orquestan la reacción para salvar la vida, el sistema inmune se comporta
como si un virus estuviera atacando y grandes áreas del cortex frontal son sacadas de la
escena ‘no podemos pensar’; aunque la emergencia sea en su mayor magnitud la reacción a
un recuerdo, el organismo se comporta como si fuera cosa presente, pues los centros
inferiores no tienen un codificador del tiempo ya que es el cortex el que sitúa un
sentimiento en el pasado. La participación del cortex no es deseable hasta alcanzar la fase
introspectiva de sentir, pues con demasiada frecuencia los pensamientos son los enemigos
de los sentimientos. Esto es valido no solo para una terapia en particular, sino también en el
proceso de desarrollo y educación de los niños; un entrenamiento prematuro del cortex
frontal, no solo disminuirá la adaptabilidad, la flexibilidad y la creatividad, sino que
también dificultara la expresividad emocional. Muchas tendencias promueven ignorar,
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sean replicas del patrón de respuesta original ante una amenaza. Este patrón de respuesta
puede ser un estado hiperreactivo o un estado hipo regulado y deprimido. Bajo condiciones
de amenaza, como un parto distócico, la producción de catecolaminas aumenta
radicalmente en el feto, las cuales actúan como un amplificador de de la huella.
ideas no sirven para calmar la ansiedad;
utilizan el neocortex para suprimir la respuesta instintiva de 300 millones de vigencia
simbolización, mientras el cortex da vueltas para hacerle frente; así surgen y se organizan
las obsesiones, como recurso para absorber y controlar el sentimiento.
Las percepciones no arraigadas (sin significado profundo, sin motivación, que no nos tocan
hondamente) tienen lugar en esta línea.
Cuando el subconsciente no se fondea las percepciones se quedan en las razones sin tocar la
base instintiva-emocional.
Una lesión en un nivel no necesariamente afecta directamente los otros, pero cada nivel de
consciencia contribuye a la toma de consciencia, función de la tercera línea.
Cuando la primera, la segunda y la tercera línea son coherentes y están conectadas
La persona puede por fin confiar en si misma
Saber cuales son sus motivos
Es consciente
El hemisferio izquierdo busca en nuestro pasado lo que sabe sobre un sentimiento; el
derecho saca a flote el sentimiento en si; el trabajo conjunto, le permite al individuo
interpretar un sufrimiento amorfo, en un sentimiento concreto; esto pone fin a la obsesión
que el sufrimiento no integrado ha podido causar, pues finalmente el hemisferio izquierdo
logra saber lo que el hemisferio derecho esta sintiendo.
La ‘conexión’ se da cuando el hemisferio izquierdo sabe lo que el derecho siente
El cortex frontal nos permite acceder al sistema limbico para comprender los sentimientos;
por eso se considera una parte integral del sentimiento, pues no se trata solo de gritar, llorar,
maldecir, golpear o patalear.
La salud es el resultado de una optima coherencia entre los tres niveles.
El auto-conocimiento, la sensatez, la acción inteligente, la relación verdadera, solo pueden
darse a partir de esta conexión; no es ninguna doctrina la que puede evitar que seamos
victimas de nuestros propios instintos, temores, dolores; es ser integro.
fuerzas latentes y desconocidas. Ser consciente implica la actividad del tipo de consciencia
propio de los dos hemisferios, no una u otra separadamente.
En un niño el lado derecho responde a los impulsos amorosos de los padres, y de el,
aumentando el flujo sanguíneo y la descarga de las neuronas; también se activa cuando se
revive el trauma emocional de la infancia. El hemisferio izquierdo se activa cuando lo
narra. Las redes corticales-limbicas funcionan mas desde el lado derecho pues los
sentimientos actúan mas en los centros emocionales del lado derecho del cerebro y acaban
en el cortex frontal derecho. La parte izquierda realiza procesos verbales, analíticos y
resolución de problemas. Los sentimientos, el apego afectivo, la creatividad, son dominio
del hemisferio derecho; se cree que este hemisferio es el que ve la perspectiva global de la
vida.
desde un mundo de ideas y conceptos sobre si mismo, sobre la vida y los demás. No hay
organización del conocimiento emocional de si mismo, ni hay organización del mundo
afectivo que permita llegar a ser conciente del mundo interior propio o del ajeno.
El hemisferio izquierdo solo escucha palabras
El hemisferio derecho se conmueve con la música
Aunque se atribuyen al hemisferio derecho un sin número de psicopatías desde el autismo
hasta la depresión, ciertamente su base se encuentra allí, pero frecuentemente, como en la
esquizofrenia, el intento del hemisferio izquierdo de hacer todo lo que puede usando las
ideas y los prejuicios, es el responsable de los síntomas más floridos –obsesiones-. El
hemisferio izquierdo hace lo que el derecho le dicta y cuando lo que este le dicta no tiene
sentido, el resultado es una actividad errática, incapaz de controlar los arrebatos del sistema
limbico/emocionales del hemisferio derecho. El hemisferio izquierdo se disculpa y
racionaliza, pero luego vuelve la tormenta emocional a gobernar los pensamientos y los
actos.
En un cerebro desconectado el lado izquierdo es incapaz de controlar el derecho
En traumas tempranos la serotonina bloquea la transferencia de información del lado
derecho al izquierdo, haciendo que el adulto no tenga acceso a sus emociones; en el mejor
de los casos cree en las palabras, porque no puede leer los sentimientos.
La memoria emocional o implícita reside en el lado derecho; la memoria de hechos y
figuras o memoria explicita, en el lado izquierdo. Mientras alguien desciende al nivel
emocional inferior vía hemisferio derecho/sistema limbico/tronco, el hemisferio izquierdo
puede fijar el sentimiento y empezar a producir comprensión de la conducta interior de esa
persona.
El hemisferio derecho entra en actividad cuando se trata de evitar una confrontación y esto
parece estar relacionado por la desviación parasimpático que favorece el comportamiento
de retraimiento social/emocional del hemisferio derecho.
La cadena de dolor
Las vías nerviosas fundamentales relacionadas con el dolor, desde la medula espinal hasta
los centros inferiores del cerebro, se establecen entre el segundo y cuarto mes de gestación,
antes de que se desarrollen las vías de los neurotransmisores inhibidores, como la red
endorfinergica; esta empieza a funcionar alrededor del cuarto mes. Estas vías están
desarrolladas casi por completo a las 35 – 37 semanas.
El dolor no se establece como una idea, sino como una experiencia, en la que el cerebro
afronta el peligro de la misma manera como lo hizo la primera vez.
Cuando un hecho desencadena recuerdos traumáticos, el cerebro solo tiene dos opciones:
envía el mensaje o lo bloquea.
Los receptores del dolor proliferan o disminuyen frente al trauma, de modo que el dolor
estimula al sistema inhibitorio, pero el exceso de dolor temprano lo inutiliza.
Cuando un tejido es lesionado, en las células nerviosas relacionadas proliferan receptores
del dolor microscópicos –alfa adrenergicos- que afrontan el dolor excesivo; estos receptores
forman parte de un mecanismo de supervivencia y su función es atrapar neurohormonas
producidas por el sistema nervioso simpático, como la noradrenalina, para que el dolor se
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siga sintiendo y este active y alerte el sistema para que se proteja; se producen entonces los
represores del dolor y el circuito se cierra, si el dolor no es mas fuerte que la represión.
Una grave lesión física desencadena producción de mas receptores –alfa u otros- para
afrontar el excesivo dolor; el aumento de los receptores alfa 2 adrenergicos encontrados en
la depresión y en la esquizofrenia, podría explicarse por el mismo mecanismo de la
reacción simpática refleja desencadenada ante un trauma físico –Sudeck-.
La fuerza o valencia del trauma es la fuerza de la huella, la cual produce cambios en las
neuronas y sus sinapsis, cambio que se propaga extendiendo sus tentáculos a todo el
cerebro, formando engramas, circuitos de reacción; estas neuronas unidas por el código de
la huella, reaccionan entre si mas que con otras así, un recuerdo traumático trae consigo
todos los traumas subyacentes relacionados, sin que el cortex pueda distinguir los matices
de los traumas y seleccionar una respuesta especifica, o un evento semejante evoca la
huella; seguramente la respuesta no es la respuesta ‘lógica’ acorde al contexto, sino que
contiene los sentimientos y toda la cadena fisiológica codificados de la huella; la tendencia
suicida puede estar dictada por una fisiología del fracaso y la desesperanza, codificada a
raíz de un parto en el que se estuvo a punto de morir y los esfuerzos fueron sofocados por la
anestesia; posteriormente ante dificultades que se viven dramáticamente, la alternativa al
intenso dolor es la muerte.
Los recuerdos del dolor sufrido tempranamente, antes de los dos años, se almacenan a nivel
biológico, pues los eventos se registran antes de que sean un recuerdo, a nivel fisiológico.
Un engrama es un complejo en el que experiencias semejantes y todos sus elementos, sus
contextos, son codificados en una misma unidad de información, como una plantilla en
forma de ondas neuroeléctricas que pueden ser evocadas por resonancia, por frecuencias
semejantes de nuevas experiencias.
La huella se relaciona con altos niveles de flujo sanguíneo, secreción de hormona del estrés,
producción de dopamina y elevada actividad metabólica del cortex prefrontal
El cortex frontal generalmente se centra en el presente, atribuyendo el malestar a lo que esta
sucediendo, o a las personas alrededor; a algo externo y presente, no a algo interno,
inherente.
Las sensaciones salen del fondo del cerebro y en el cortex son revestidas de palabras; la
palabra, o ‘hablar al respecto’ no supone conexión, ni comprensión, aunque se diga ‘lo
entiendo’; para comprender es necesario integrar la conciencia, desde lo mas profundo
anclado al tronco y el sistema limbico, donde aquello que es objeto de ideas en el cortex,
son vivencias propias, experimentadas ‘en carne y hueso’ visceralmente. La conexión del
tronco- cortex, se asienta principalmente en el hemisferio derecho y las frases alusivas son
cortas, directas, concretas; hablan de lo implicado, no son explicativas, propiedad
característica del hemisferio izquierdo, donde la maraña de ideas puede llegar a ser tal, que
la realidad termina siendo distorsionada.
Desde el contacto visual hasta el contacto físico, los cuidados amorosos esculpen el cerebro
del recién nacido; así se desarrolla el sistema serotonina/inhibidor, responsable de que el
individuo se sienta relajado y tranquilo; aumenta y mejora el cortex frontal que puede
bloquear los estímulos extraños, organizar los sentimientos, pensar, reflexionar y sobretodo,
inhibir las sensaciones y sentimientos de las capas profundas del cerebro; quiere decir que
en un bebe amado las poderosas fuerzas movilizadoras del tronco pueden ser modulados
por el cortex frontal; si este es débil por falta de amor, aparecen mecanismos de huida y
falta de control, las neuronas del sistema limbico y del cortex no maduran adecuadamente.
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Un cortex frontal fuerte modera los sentimientos en el sistema limbico, pero uno débil,
conduce a la hiperactividad.
Una lesión cerebral puede ser causada no solamente por un golpe
El abandono también puede provocarla
Periodos críticos
El periodo critico es la etapa de la vida en la que el feto y el bebe es más vulnerable a cierto
tipo de estímulos. El más importante de ellos tiene lugar cuando el cerebro se esta
formando durante la gestación.
Para que un evento se grabe en el cerebro el sistema debe estar dentro de un periodo critico
(como aquellos en los cuales hay ciertas necesidades que demandan ser satisfechas y
cuando hay intensa formación de neuronas o redes neuronales), y que el evento produzca
un elevado grado de excitación, un estado de emergencia que amenaza el sistema; el evento
puede ser la falta de amor, la ausencia de hechos afectivamente significativos. El reloj
biológico dicta la necesidad de recibir contacto físico optimo, justo después del nacimiento
hasta varios meses después; si las necesidades no son satisfechas, se transforman en dolor.
Si esto es cierto para el bebe, también parece serlo para la madre: la madre necesita del
contacto con el bebe en este periodo critico para no perder la capacidad de amar y cuidar de
su hijo; Si no pueden ser buenas madres cuando debían serlo, hay mecanismos biológicos
que le dificultan serlo mas tarde.
Cuanto más profunda y remota sea una huella impresa, mas fuerza tendrá. Las
consecuencias de lo ocurrido en un periodo critico, son irreparables; la verdadera memoria
no depende de la capacidad de ‘recordar’, de verbalizar o conceptualizar los eventos
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La memoria
La impresión es la grabación de un recuerdo en cada aspecto del ser; este se plasma en los
músculos, la red circulatoria, el sistema nervioso, en las hormonas, etc. Cada línea de
conciencia y cada subsistema lo graban a su manera y las impresiones conjuntas de todos
ellos, crean un canal de respuesta ante futuras experiencias; esto quiere decir que el
recuerdo no solo es cerebral, es total; cada recuerdo ejerce una acción neurobiológica, que
puede llegar a alterar no solo la función sino también la estructura y la conducta; desde este
punto de vista la concepción de la enfermedad y su manejo, nos conduce a través del
síntoma a las causas, del presente a los orígenes. Sin embargo el proceso de impresión no
puede invertirse completamente, pues las experiencias grabadas producen efectos
electrofisiológicos a largo plazo en la actividad neuronal espontánea en las diferentes
regiones del cerebro (concepto de rail de Nueva Medicina)
Un trauma que se imprime muy tempranamente, antes de nacer, lo hará en el tallo; lo activa
y motiva de la misma forma en que la huella se estableció; en este nivel es a través de la
anatomía y la fisiología: vueltas y giros, taquicardia, gemidos, gruñidos (danza girando
sobre si mismo puede llegar a producir estados extaticos), crisis de pánico. Si la valencia
del trauma es muy grande, este ‘recuerdo’ invade las estructuras limbicas apenas en
desarrollo, donde para poder ser comprendido según el lenguaje de este, se disfraza de
manera simbólica y se producen entonces pesadillas en las que tal vez nos ahogamos en un
maremoto o una serpiente nos ataca, etc.; mas tarde al no poder ser integrado en el cortex,
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con el dolor pasado y las acciones y sentimientos presentes, permite sentir el sentimiento
reprimido, liberar la carga nociva.
“Mis sentimientos se encuentran en mi mente, en mi cuerpo, en mi personalidad y en todo
mi ser, y por ello llorar y hablar sobre lo ocurrido no basta. He pasado toda la vida
reaccionando a mi pasado”
Lo que llamamos sentimientos ‘actuales’ son elaboraciones de sensaciones básicas grabadas
tempranamente (desde este punto de vista, tiene sentido el de Rodolfo Llinas, de que las
emociones, y junto con ellas muchas otras funciones, son un PAF; ¿seria este mismo
concepto extrapolable a la personalidad, como conjunto de PAF?).
que se le comprende y que más allá del juicio de sus acciones, esta la comprensión de sus
motivos. No solo lo que hacemos, sino también lo que omitimos, como lo hacemos, lo que
somos, esta seleccionando las estrategias de aprendizaje, imitación, que determinaran la
forma como se expresara el temperamento del niño; uno de los primeros y tal vez él más
elemental estimulo es como los padres se sienten con su hijo; un niño que sabe que su
presencia hace feliz a sus padres, es un niño que se sabe amado. Los hijos no han de ser una
caricatura de nuestras proyecciones, de nuestras necesidades u ocultas frustraciones; han de
ser educados con amor, no amaestrados para complacernos, para satisfacer un ideal, un
modelo, para conquistar cualquier meta que no sea la de su propio proceso, con el
argumento del ‘deberías’.
Detrás del llanto hay una historia de dolor
que si no podemos explicar o resolver al menos podemos consolar
La falta de amor, igual que un trauma temprano, produce un déficit de serotonina; la falta
de sintonía y sensibilidad de la madre –o quien le cuida- a los estados de animo y las
necesidades del niño, también se comportan como una falta de amor, como un trauma, y
como tal, afecta el desarrollo del cerebro. La sintonía es la base sobre la cual se establecen
las lecciones emocionales, como un programa mudo que regirá toda la vida.
Las lecciones emocionales duran toda la vida
El cuerpo, el cerebro, los sentimientos no se desarrollan adecuadamente cuando existe una
gran carencia emocional o un trauma en la primera infancia. El cuerpo dice “no puedo
crecer sin amor”; El hipotálamo responde a las manifestaciones amorosas estimulando la
liberación de la hormona del crecimiento en la hipófisis.
“Los animales a los que se les venda los ojos durante el primer mes de vida, no
desarrollan las vías visuales y llegan a ser funcionalmente ciegos. Mas tarde, por mucha
que sea la estimulación visual que reciban, no podrá cambiar nada. Este hecho no se
diferencia del de la carencia de amor”, solo que la incapacidad que produce, no es evidente
a nuestra torpe percepción emocional, ni siquiera la reconocemos como tal, causada por la
carencia de amor, mas tarde, cuando estamos frente a un psicópata; es sabido que la
mayoría de las terapias no ejercen ningún efecto sobre los psicópatas.
La falta de amor, la falta de contacto físico y de estímulos, la carencia emocional, producen
estrés en el bebe, medible por el aumento de cortisol. El cortisol se libera como una
reacción al dolor y al peligro y cuando esta crónicamente elevado, produce un entorno
toxico en el cerebro, el sistema endocrino y el sistema inmune. Para evitar que la amenaza
llegue a perturbar la consciencia, los mecanismos inhibidores –compuertas y
neurotransmisores, impiden que el dolor circule por las sinapsis. El escenario de la lucha se
traslada hacia dentro y terminamos luchando contra nuestros sentimientos, ignorándolos,
negándolos; el cuerpo y la mente, atacados desde adentro por la falta de amor, por el dolor,
se consumen en la lucha: neurosis, psicosis, depresión, ansiedad, fatiga crónica, síndrome
de pánico, hipertensión, cáncer, enfermedades autoinmunes.
¿Puede todo esto ocurrir porque el niño no fue acariciado ni acunado en brazos lo
suficiente durante las seis primeras semanas de vida? Si; el niño se mantiene vigilante
contra algo que capto, al comprender plenamente lo que ocurrió durante las primeras
semanas y meses de vida” Ante la dolorosa evidencia de ‘ No soy amado ni nunca lo seré’
opta por bloquear el mensaje y luchar para que el dolor primal emerja a la consciencia, con
todo el costo que contener la magnitud de la fuerza del trauma implica.
Es más fácil amar a nuestros niños que construir hospitales, cárceles y psiquiátricos
Que se encarguen de acallar, no curar, lo que la falta de amor puede producir
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El amor no solo es recomendable, deseable, bueno, sino que es una condición sine qua non
para el desarrollo del niño. Polariza positivamente el desarrollo del cerebro. Es el
ingrediente fundamental para formar una personalidad fuerte y con capacidad de
adaptación; promueve la movilización adecuada de la dopamina que nos permite tener
coraje, fijarnos metas y perseguirlas, ser autosuficientes y disponer de la energía suficiente
para realizar nuestros cometidos. Es el responsable de que confiemos en nosotros mismos
‘puedo hacerlo’; la carencia emocional, sobretodo del recién nacido, disminuye los
receptores de serotonina, y de dopamina, afecta y puede dañar permanentemente el
hemisferio derecho –que rige las emociones y la interacción-.
Es el factor más poderoso que puede evitar la drogadicción, pues siendo esencialmente
adictos al amor, si tenemos este, no necesitamos nada más.
La falta de amor sufrida tempranamente ‘encoge’ el sistema, que no desarrolla los
‘receptores del amor’ y por lo tanto tampoco se desarrollara la capacidad de dar y recibir
amor.
El amor no es una abstracción sino un evento químico literal
Somos nuestros sentimientos
Así es como el amor se transmite fisiológicamente; nuestra citoarquitectura esta hecha de
nuestros sentimientos y si esta matriz fundamental esta desorganizada, los instrumentos de
manifestación, sus acciones, la fisiología, la vida, se trastornan: afecta los pensamientos, la
orientación espacial, la coordinación, la percepción, la capacidad de relacionarse,
empatizar, conocer y comprender. La capacidad de amar es un recuerdo neurofisiológico.
Para aprender, crear, amar a los demás y estar sanos, necesitamos amor
El contacto de una mirada amorosa y una generosa disposición de abrazos y besos durante
los tres primeros años de vida crearan un baluarte de neurotransmisores y receptores que
perdurara; es la base que nos permite desarrollar vínculos afectivos profundos, estrechos,
estables y fuertes. El vinculo de afecto es una de las relaciones humanas más positivas, la
más humana y la más atenta, bioquímicamente relacionado con la oxitócica. Aprendemos a
vincularnos emocionalmente con los demás gracias a los tempranos lazos de afecto que
experimentamos; no es ni mucho menos un aprendizaje intelectual; es un estado que se
transmite a través de los sentimientos.
El sexo y el cariño, el amor, comparten algunas de las mismas hormonas subyacentes,
sobretodo la oxitócica; por eso se confunden tan fácilmente, igual que el amor y la
necesidad. Quienes durante la primera infancia no pudieron satisfacer sus necesidades,
continúan su búsqueda y cuando alguien les protege, creen que es amor; mientras tenga
necesidad, confundirá la necesidad con amor; a veces el amor y el dolor se confunden,
cuando el dolor grabado se traduce, en el hipotálamo y las estructuras límbicas, a un
impulso sexual (alto o bajo, normal o desviado); también la represión de cualquier clase,
causada por un temprano dolor, tendrá repercusión sobre el impulso sexual.
Toda búsqueda termina en el fondo de nosotros mismos, en el encuentro con lo que en el
fondo estamos llamados a parecer, a hacer, a crear y a ser: AMOR
Si estamos intentando descubrir el factor principal
del buen o mal funcionamiento del ser humano,
Debemos añadir a la ecuación el amor y los sentimientos.
Debemos preguntarnos dónde se encontraba el amor, o donde falto.
Sentir es la capacidad de notar y experimentar nuestro ser. Para sentir es necesario tener
acceso a los aspectos del cerebro relacionados con el sentir; los sentimientos no necesitan
de las ideas para generarse, para sentirse, pero pueden revestirse de estas y ser nombrados:
alegría, frustración, tristeza, etc. Sentir no es descargar la energía riendo, vociferando,
llorando; acceder al sentimiento significa recorrer la vía que este ha recorrido a todos los
niveles de la función cerebral, hasta experimentar lo que yace en lo mas profundo: una
necesidad no satisfecha (que se comporta como una falta de amor. Puede suprimirse la
manifestación del sentimiento, mas no la necesidad.
Como no podemos sentir aquello que no podemos sentir
No somos conscientes de nuestra dificultad para sentir, para amar
Nadie quiere mas de lo que necesita, a no ser que pida mas para satisfacer una temprana
carencia. Todo lo que suplante la necesidad básica –y la más esencial de todas es dar y
recibir amor- nos hace prisioneros, nunca es suficiente: fama, poder, conocimiento, sexo
compulsivo, licor, comida, tabaco, son solo derivados simbólicos de una necesidad básica
no satisfecha; pueden llegar a ser tan apremiantes como esta, pero siempre nos dejan
insatisfechos, vacíos, con necesidad de más.
Si no hemos recibido un verdadero amor de nuestros padres
Desarrollaremos canales simbólicos para recibir de los demás algo que se le parezca
Los niños, por naturaleza, se entregan al sentir y saben aunque no sean conscientes de ello,
si pueden expresar sus sentimientos, si se sienten seguros con quienes les rodean, si son
amados y respetados. Los niños no tienen el bagaje intelectual para engañarse a si mismos,
para reemplazar su dolor con justificaciones; es mas tarde cuando el autoengaño se
convierte en una herramienta clave para no sentir, para seguir viviendo a pesar del dolor
interior; y la timidez, o la agresividad, o el miedo, o la distracción, que parecen
irracionales, absurdos, negligentes, son auténticos; lo que ocurre es que están fuera de
contexto, porque se relacionan con una estrategia de adaptación o de supervivencia que
yace en el pasado, en el tronco cerebral o en el sistema limbico.
“Muchos niños reciben aprobación por no expresar su necesidad... los padres
recompensan a sus hijos si no hacen preguntas, si juegan solos, si están callados y no
estorban. La necesidad se ha invertido: Ahora ser bueno significa no necesitar nada”
El sentimiento es el principio organizador central de la conducta humana
Su huella esta en todas partes, en las hormonas, los neurotransmisores, etc.
Los bloqueos que nos impiden sentir son el producto de la accion de los neurotransmisores
represores o inhibidores que se producen como respuesta compensatoria a la falta de amor.
Al bloquearse la energía de un trauma temprano, esta se desvía hacia cualquiera de los
sistemas de regulación, como una alarma permanente, a la que el sistema responde
exaltando o deprimiendo sus parámetros normales.
El dolor es una señal que nos advierte que el sistema corre peligro; el dolor es el compañero
inseparable de la necesidad. Cuanto menos dolor haya grabado en el sistema, mas acceso
tendremos a los niveles inferiores, desde los cuales saber lo que somos nos hace reales y
nos permite sentir realmente la armonía, el equilibrio, la tranquilidad, la tristeza, el
entusiasmo, la indignación, con plenitud y serenidad; significa no tener que comer mas de
lo que necesitamos o queremos, significa poder dormir cuando hemos tenido una larga
jornada, poder descansar cuando nuestro cuerpo lo reclama, significa no estar atormentados
por los celos, la envidia, el miedo; significa no ser esclavo de la apariencia ni de los
resultados de lo que hacemos; poder concluir y no simplemente dar por terminadas nuestra
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obra, nuestras relaciones; significa ser capaz de no hacer nada y estar ahí, dispuestos para
nuestros hijos, sin sentir por ello que ‘perdimos el tiempo’.
Hay muchas técnicas y sugerencias para cambiar lo que hacemos, como lo hacemos; pero
finalmente lo que importa es lo que somos.
Neurotransmisores y mensajeros
“Los neurotransmisores pueden ser liberados de los extremos de los axones
en crecimiento y esculpir la morfología de los axones vecinos y de las celulas diana”
-Jean Lauder-
Durante el desarrollo los neurotransmisores pueden considerarse señales morfogeneticas o
estructurales, función de su historia evolutiva, que puede resumirse en: “cambia la
estructura o muere”; así, los neurotransmisores definen la organización de las vías del
cerebro. De otro lado un cambio en la estructura ayuda a regular el transmisor, como
también el mensaje que viaja por las vías nerviosas, puede alterar la estructura de las
sinapsis.
Los neurotransmisores actúan como válvulas que permiten el flujo selectivo de los
impulsos, de la información y en general, pueden ser inhibidores o estimulantes. La
alteración en los niveles de neurotransmisores frecuentemente se atribuye a factores
genéticos, pues las mediciones se hacen justo después de nacer, sin tener en cuenta que los
traumas ocurridos en la gestación o durante el parto, pueden haber producido alteraciones
mas o menos permanentes no solo de las neuronas productoras, sino también de los
receptores; lo que nos ocurre en el útero es absolutamente crucial para la producción de
neurotransmisores. Los estados emocionales de la madre pueden transmitirse al bebe a
través de cambios hormonales, los cuales afectan el desarrollo de los neurotransmisores.
El recuerdo de un trauma puede apreciarse en los cambios aparecidos en los sistemas de
neurotransmisores; beber o fumar durante el embarazo afecta la producción de los sistemas
dopaminergico y serotoninergico del bebe; las alteraciones en los niveles de
neurotransmisores ocurridas después del nacimiento pueden ser compensadas por el sistema
aumentando la cantidad y densidad de receptores; si la alteración ha ocurrido durante el
embarazo, no puede compensarlo.
En general, las catecolaminas preparan el sistema para el combate: cambios en la
circulación para desviar el flujo hacia los órganos fundamentales, aumento de la frecuencia
cardiaca, aumento de la capacidad pulmonar, activación en el sistema inmune de células
inmunocompetentes, como las células asesinas naturales; cuando se produce estrés
emocional, estas luchan contra el sentimiento como si se tratara de un virus letal; en un
sistema tendiente a la represión, esta estrategia también se suprimira y la consecuencia de
esto será el cáncer; en un sistema hiperactivo, esta estrategia se exaltara y conducirá a la
autoinmunidad.
El alto nivel de catecolaminas que se encuentra por traumas de haber vivido una situación
de vida o muerte, como un trauma natal, ayuda a dispersar la información hacia zonas
remotas del cerebro, incluido el tallo, para que la mayor parte del cerebro participe en la
respuesta de defensa. Los altos niveles de catecolaminas en una madre gestante, se asocian
con una probabilidad mayor de que el hijo nazca con paladar hendido y con alteraciones en
los niveles de testosterona del bebe. Las catecolaminas restringen el flujo sanguíneo hacia
el feto, produciendo hipoxia fetal.
Las catecolaminas tienen efectos distintos en los adultos y en los bebes de corta edad: en
los adultos aumentan el ritmo cardiaco y estimulan el flujo sanguíneo en los músculos; en
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los bebes tiene efectos opuestos: disminuyen el ritmo cardiaco, deprimen la actividad
respiratoria y motriz.
Los complejos patrones de la actividad cognitiva son influenciados por sistemas de
catecolaminas evolutivos y primitivos; además las catecolaminas suministran el pegamento
para que la huella se fije.
Las endorfinas, la serotonina y el GABA son neuroinhibidores.
Ninguna solución depende de un sistema de hormonas, neurotransmisores o sustancias
química; todos ellos dependen de un gran sistema,
en la mayoría de los casos
El sentimiento humano
La adicción
Los fármacos tienen sentido como una estación en la ruta hacia la resolución, pues no son
un fin y no constituyen la terapia en si mismos; generalmente suplen la falta de cuidado y
contacto corporal sufridos tempranamente, llenando el vació que la falta de amor ha
producido. Así mismo la drogadicción y el tipo de sustancia ‘adictiva’ es un intento de
normalizar el desequilibrio del sistema. Toda disregulacion del cortex frontal y sus
conexiones al sistema limbico y al tronco, es el terreno donde las semillas de la
drogadicción pueden sembrarse. Los niveles de neurotransmisores con los cuales el
organismo funcionara, son establecidos en la primera infancia por la relación con el padre y
la madre; el efecto del amor que la madre nos proporciono cuando éramos bebés, cuando
éramos niños, dura toda la vida, el de un fármaco o una droga, solo un momento; tampoco
el amor que se prodigue tardíamente tiene la capacidad de reparar completamente los
daños, pues esa carencia se ha convertido en un patrón fisiológico.
La línea fronteriza entre la responsabilidad por nuestras acciones y ser una victima es un
problema no solo psicológico, sino también fisiológico; el problema es que
No podemos ver el desierto emocional de nuestra infancia que hemos dejado atrás
El grado de adicción puede medirse por la severidad del síndrome de abstinencia; tanto la
oxitócica como el amor pueden hacerlo. Una inyección de oxitócica es como recibir una
inyección de una madre cariñosa: relaja, tranquiliza, calma. ¿no es eso lo que busca un
heroinómano?.
A veces un dolor físico nos conecta con el dolor oculto (una carencia de amor, un parto
traumático), que nos hace sufrir; así, a través de un síntoma transitorio en el que recurrimos
a los analgésicos, nos enganchamos con una necesidad de aliviar el dolor profundo que ha
estado sumergido durante años; no necesitamos la adicción, ni la morfina en si mismas, lo
que necesitamos es calmar el dolor, que es tan real y doloroso como el de una fractura; es
un acto de supervivencia, un querer sentirse relajados y cómodos dentro de su piel, sentir el
sentimiento de calidez y protección.
Cuando en la primera infancia se han grabado niveles bajos de oxitócica y niveles altos de
hormonas del estrés, es difícil que el organismo, aun el amor generosamente recibido
posteriormente, pueda restablecer los niveles normales.
Podemos decir no a las drogas pero no a nuestra neurobiología
La necesidad de cocaína aparece cuando los niveles de dopamina están crónicamente
agotados; así se puede enganchar al consumo de esta para confiar mas en si mismo, para
sentirse mas dinámico y agresivo y poder enfrentar a los demás, con mayor capacidad para
disfrutar la vida sin temor. La cocaína nos quita el temor, nos da coraje... por un rato, luego
volverá a ella. Otras terapias como los masajes, el tai-Chi, el rolfing, ciertas practicas
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meditativas, la atención y la bondad con que un terapeuta puede tratar a sus pacientes,
puede elevar los niveles de oxitócica y serotonina y tranquilizarnos; y eso esta bien; el reto
es no hacer de ello otra forma de adicción.
Muchas adicciones, incluido el tabaquismo, están relacionadas con huellas de la primera
línea; los que responden bien a la clonidina y secundariamente a la oxitócica, son los
tempranos traumas grabados en el tronco y el locus ceruleus.
La oxitócica, junto con los neurotransmisores y sustancias bloqueadores de la primera línea,
(como la clonidina, la reserpina, la yohimbina) y/o los analgésicos y anticonvulsivantes
como el tegretol, serian eficaces para combatir la adicción, la ansiedad y los ataques de
pánico.
Se han encontrado por lo menos catorce clases diferentes de receptores. Los ratones a los
cuales se inutilizo el receptor del precursor de la serotonina, se dejaron llevar por el miedo,
arrinconándose contra la pared de un laberinto, demasiado asustados para explorar nuevos
objetos
reguladas por las hormonas del estrés y sus funciones están relacionadas con el sistema
nervioso autónomo: las funciones parasimpaticas son impulsadas por la oxitocina y las
simpáticas por la vasopresina, en lo que constituye la respuesta de supervivencia más
elemental: huir o atacar, resignarse o luchar. (La madre alimenta, mima y cuida la cría, el
padre la defiende y conquista un territorio para ella) Ambas desempeñan un papel
importante en la maduración del cerebro y el equilibrio entre ambas es indispensable para
cuando las sinapsis se están organizando y las redes neuronales se están estableciendo. La
vasopresina y la oxitocina pueden cambiar la frecuencia de los impulsos que liberan las
neuronas. El trauma temprano descompensa el equilibrio entre estos sistemas tendiendo a
que una huella simpática se refleje mas tarde en una conducta obsesivocompulsiva y una
parasimpático en depresión y apatía.
polaridad simpática. Junto con la oxitocina parece mejorar la capacidad para relacionarse
socialmente y este dipolo puede reequilibrar el sistema cuando algunas vías neurales se han
perdido por el estrés; cuando el estrés es muy grande en la niñez, la vasopresina puede
anular la capacidad de la ocitocina de calmar el organismo.
Al inyectar a un ratón solitario un gen de la vasopresina extraído de una variedad de ratón
de carácter gregario y fiel a su pareja, el ratón solitario fue mas sociable y se intereso mas y
por mas tiempo y fue mas amable con sus parejas hembras. La vasopresina ayuda a los
animales macho a estar mas tiempo con sus crías, a ser más paternales. Tiene también
relación con el sexo y la reproducción, participa en la elección de la pareja. Tiene relación
con la testosterona, la cual incrementa sus niveles
La vasopresina alcanza su nivel mas alto durante la excitación sexual, la oxitocina durante
la eyaculacion
GABA: Es un inhibidor puro y junto con la serotonina, ayudan al cortex a inhibir los
mensajes excitatorios que llegan del sistema limbico. Cualquier clase de dolor prolongado,
agota las reservas de este neuroinhibidor, permitiendo que el dolor se precipite hacia la
conciencia cortical
Clonidina: Bloquea el tronco cerebral, retiene la activación de la huella del tronco cerebral;
inhibe la descarga de las neuronas noradrenérgicas del locus
Cortisol: Lesiona y desorganiza el sistema limbico del bebe, principalmente del lado
derecho, produciendo posteriormente dificultad para articular los sentimientos, para
recordar.